Tema 2 La Península Ibérica en la Edad Media: al

Anuncio
Tema 2 La Península Ibérica en la Edad Media: al- Andalus (siglos VIII al XIII)
1 Evolución política: la conquista, los Emiratos y el Califato de Córdoba
2 La crisis del siglo XI: reinos de taifas e imperios norteafricanos
3 La organización política y social. El legado cultural
1 Evolución política: la conquista, los Emiratos y el Califato de Córdoba
La conquista de la Hispania visigoda por los musulmanes
Los nobles visigodos que apoyaban al hijo de Witiza como nuevo rey frente a don Rodrigo, piden ayuda a los
musulmanes del norte de África. En ese momento el gobierno del islam lo tenía la familia Omeya, que ha
establecido su califato en Damasco (Siria) y continúa con la expansión territorial. Desembarcan en 711 y se
lanzan a la conquista de la pe nínsula después de derrotar a don Rodrigo en la batalla de Guadalete. El
ejército está formado por una minoría de árabes y sobre todo bereberes del norte de África. La conquista fue
dirigida desde Kairuán por el wali o gobernador Musa. Fue rápida, no hubo ocupación de todo el territorio;
sellaron acuerdos con poblaciones locales: autogobierno, posesión de las tierras y tolerancia religiosa a cambio
de impuestos. Otras fueron conquistadas por las armas. Después de la derrota de Covadonga 722, continúan
la conquista hacia el sur de Francia; son derrotados por los francos de Carlos Martel (batalla de Poitiers) 732.
Etapas políticas de Al-Andalus:
Emirato dependiente de Damasco 711- 756
Emirato independiente de Bagdad 756- 929
Califato de Córdoba 929- 1031
Reinos de Taifas e Imperios norteafricanos 1031- 1232
Reino nazarí de Granada 1232- 1492
Emirato dependiente
Al Andalus es gobernada por un emir que depende política y religiosamente del califato de Damasco. Dividen
el territorio en coras; cobran tributos a los cristianos sometidos; los guerreros se reparten las mejores tierras;
nombran gobernadores árabes en las ciudades. Establecen la capital en Córdoba; áreas defensivas o marcas
en Mérida, Toledo y Zaragoza; mientras, en el norte surgen pequeños reinos cristianos.
Pronto surgen conflictos, guerras civiles y étnicas entre árabes y bere beres. En 750 se produce el
asesinato de la familia Omeya en Damasco por los Abasíes, que se hacen con el poder y trasladan la capital a
Bagdad (Irak). Un superviviente de la familia omeya, Abderramán I, se hace fuerte en Al-Andalus y proclama
el emirato independiente del califato de Bagdad en 756.
Emirato Independiente
Abderramán I, independiente políticamente de Bagdad, derrota al anterior gobernador de Al Andalus,
Yusuf, a las tropas de los Abasíes, a parte de la población, a los bereberes. Somete Toledo, Sevilla, Zaragoza,
pero no consigue dominar los pequeños reinos cristianos del norte. Consigue establecer un sistema sucesorio:
su heredero es su segundo hijo, Hisham I.
A finales del siglo IX comienza la crisis del emirato, por revueltas locales independentistas, urbanas; a ellas se
incorporan los muladíes, cristianos convertidos al Islam que reinvindican poderes, y mozárabes, cristianos
que vivían en territorio musulmán, que fueron emigrando hacia el norte peninsular. El principal foco de rebelión
en el valle del Ebro: los Banu Qasi en Tudela y Zaragoza. Además hay enfrentamientos con los francos de
Carlomagno en la Marca Hispánica, que ocupa Gerona, Pamplona y Barcelona. También revueltas en Toledo y
Mérida duramente reprimidas. La revuelta de Umar ibn Hafsun, en Andalucía oriental, fue sofocada por el emir
Abderramán III. Este reforzó el ejército, recluta mercenarios, sobre todo esclavos eslavos; realiza aceifas o
razzias, expediciones de botín contra los cristianos del norte.
Califato de Córdoba
Abderramán III se proclama califa en Córdoba en 929: se convierte en el líder político y religioso de
todos los musulmanes, independiente de Bagdad, lo que supone la independencia política y religiosa de Al
Andalus. Somete también las marcas. Con el Califato se produce un gran renacimiento artístico e intelectual,
continuado por su hijo Alhakem II. Destacan la ciudad de Córdoba, que se convierte en la más importante de
Europa Occidental, y la ciudad-palacio de Medina Azahara. Es la etapa de mayor esplendor del dominio
musulmán. También conquistan Ceuta, Melilla y Tánger. Los reinos cristianos del norte pagan tributos.
2 La crisis del siglo XI: reinos de taifas e imperios norteafricanos
Desde principios del siglo XI los califas se mantienen en el poder, pero gobiernan los validos, como ocurre con
Hisham II: Almanzor gobierna desde 976 a 1009. Controla la Administración y el Ejército; guardia personal de
bereberes: defensor de la trad ición religiosa; extiende territorios por Marruecos y Fez; medio m illar de
expediciones de castigo, como las de Barcelona y Santiago de Compostela a finales del X. En 1009 se produce
una revuelta en Córdoba a la muerte de Almanzor, entre los partidarios del último califa legítimo, Hisham II y
los hijos de Almanzor, los amiríes, que son asesinados. Se desata guerra civil; en unos veinte años se
sucedieron 10 califas distintos. En 1031 se decreta el final del Califato. En medio de un desorden total, los
distintos territorios se proclaman independientes, bajo la regencia de clanes árabes, bereberes o eslavos,
llamados reinos de taifas.
Reinos de Taifas
Las primeras taifas (XI): son unos 20 territorios controlados por príncipes, reyezuelos o nobles locales; unas
dirigidas por andalusíes (Sevilla, Córdoba), otras por bereberes (Málaga, Granada) y otras por eslavos, en la
zona de Levante. Eran pequeños estados ricos, con gran desarrollo cultural, artístico y científico, pero
debilidad militar y política; pagan parias a los reinos cristianos. Se conquistan entre sí o son ocupadas por los
cristianos, que empiezan la Reconquista con la toma de Toledo (1085, Alfonso VI de Castilla) y Valencia
(1094, Cid Campeador).
Ante el avance de los cristianos, el taifa de Sevilla pide ayuda a los almorávides, imperio bereber del norte de
África, que además de vencer a los cristianos conquistan las taifas entre 1090 y 1110 (XII), reunificando el
territorio de Al-Andalus. Practican la yihad o guerra santa contra los inf ieles. En unos años pierden 1118
Zaragoza y Toledo; aumentan impuestos, descontento de la población.
Cuando el dominio almorávide decae y se disgrega, se forman las segundas taifas (1145-1147), que son
sometidas por los almohades, más intransigentes en lo doctrinal; su líder se proclama califa. Extienden su
dominio hasta Trípoli (Libia). Establecen la capital en Sevilla, pero no pueden contener el avance cristiano. Los
almohades son derrotados en la batalla de las Navas de Tolosa 1212, que pone fin al califato almohade en Al
Andalus y norte de África. Los reinos cristianos se abren paso hacia el Guadalquivir y el Mediterráneo.
Terceras taifas: son los reinos de Murcia, Niebla (Huelva), sometidos por el rey de Castilla Fernando III en
1243, y Valencia, conquistada por el rey de Aragón, Jaime I en 1238. Los benimerines del norte de África
intentan ocupar territorios pero son derrotados por los cristianos en la batalla del río Salado, Tarifa, en 1340.
Reino nazarí de Granada
Es el último dominio musulmán que queda en la península, fundado por la dinastía nazarí en 1238. Incluye
Granada, Málaga y Almería. Resiste por su habilidad y diplomacia, pues pacta con cristianos o musulmanes. Es
un reino rico (producción de seda y azúcar de caña), elevada densidad de población, cohesión interna,
esplendor artístico con Yusuf I y Mohamed V. Finalmente Isabel de Castilla y Fernando de Aragón inician una
campaña contra los musulmanes en 1482. En enero de 1492, los Reyes Católicos expulsan al último rey de
Granada, Boabdil, que entrega la ciudad a Castilla.
3 La organización política y social. El legado cultural
Organización política. El territorio de Al Andalus se dividió en coras o provincias para su administración,
dirigidas por un valí o gobernador y un jefe militar (la guarnición militar estaba en la alcazaba o recinto
fortificado). El poder absoluto estaba en manos del emir, jefe político, y posteriormente del califa, jefe político
y religioso; tenía la máxima autoridad judicial y el mando del ejército; era representante del profeta Mahoma y
“príncipe de los creyentes”. Por debajo estaba el hayib o primer ministro, que dirigía al resto de los visires de
la corte. La administración pública era llevada a cabo por los divanes (ministerios), en el que destacaba el de
hacienda. Al frente de cada divan había un visir o ministro. La justicia estaba en manos de los jueces o cadíes,
que juzgaban de acuerdo con la ley establecida en el Corán . Los ingresos del Estado proven ían
fundamentalmente de los impuestos cobrados a los mozárabes, muladíes, cristianos y judíos.
Organización social. La sociedad andalusí es fundamentalmente urbana aunque las huertas estaban próximas
a las ciudades. En agricultura aplican nuevas técnicas para el riego (noria, acequias) e importan nuevos cultivos
como arroz, frutales, cítricos, hortalizas, algodón. Córdoba 100 mil habitantes, Sevilla 50 mil; Toledo 35,
Granada, Zaragoza 15 mil. Nacen Calatayud, Tudela, Almería, Lérida, Badajoz. Hay una aristocracia urbana,
árabes en gran parte, y una poderosa clase media, dedicada al comercio y la artesanía. La mayor parte de los
habitantes de Al Ándalus eran hombres libres, aunque también había esclavos.
Había una gran diversidad étnica a la par que religiosa: Árabes: o baladíes, minoría procedente de Arabia que
ocupa los altos cargos y las mejores tierras; también se dedican al comercio. Bereberes: pueblos del norte de
África que forman el grueso del ejército; ocupan peores tierras y cargos que los árabes. Muladíes: cristianos
convertidos al islam, en parte para no pagar impuestos; quieren los mismos derechos políticos y sociales. Otras
minorías: los judíos, importantes cultural y comercialmente y los mozárabes, cristianos en territorio del
islam; muchos acaban emigrando hacia el norte. Hubo un tiempo de tolerancia religiosa y convivencia durante
el califato y los primeros reinos taifas hacia cristianos y judíos (“religiones del Libro"), pero se rompe con las
persecuciones religiosas de los almorávides y almohades.
Legado cultural. El árabe se impone como lengua oficial, pero convive con el latín y después las lenguas
romances. Grandes conocimientos en medicina, historia, filosofía, geografía, leyes. En poesía destaca El collar
de la paloma y las estrofas moaxaja y zéjel. Filósofos como Averroes, Maimónides y Avempace.
Arte: decoración pobre recubierta de materiales nobles. Decoración geométrica, epigráfica y vegetal,
no humana, arco de herradura. Mezquitas como la de Córdoba y Sevilla, palacios como Medina Azahara y
Alhambra de Granada, jardines del Generalife, alcazaba de Má laga, palacio de la Aljafería e n Zaragoza.
Artesanía: eran buenos artesanos de cerámica, orfebrería, cuero, tejidos, alfombras, azulejos, bronce, madera
y los puertos de Málaga, Sevilla, Valencia, Tarragona o Cádiz, comerciaban con el norte de África y Arabia, a
donde llegaban los productos de lujo de Oriente, como oro, marfil, esclavos, especias, manufacturas.
Descargar