Consideraciones Teóricas Éstos son algunos conceptos y aspectos teóricos a tener en cuenta para comprender las complejas relaciones que se dan entre la Sociedad y la Naturaleza, entre la Sociedad y su Espacio, como así también los procesos que intervienen en la producción del Espacio, su valorización y apropiación. Relación Sociedad – Naturaleza: De lo físico a lo humano, de lo natural a lo artificial, de la Geografía física a la Geografía humana. La propuesta de enseñanza se basa en pensar la relación sociedad-naturaleza como resultado de la interacción de dos esferas, dos mundos interrelacionados: una la Sociedad y otra compuesta por los Sistemas Ecológicos, es decir, la Naturaleza. La estructura social -condicionada por la tecnología y el entorno, determina el tipo de manejo de los recursos. A su vez, éste manejo afecta directamente a los sistemas ecológicos y a la esfera social. La Tecnología es el nexo instrumental entre la sociedad y la naturaleza e incluye las herramientas, los materiales, los conocimientos y las habilidades (Gallopin 1986). Las interacciones entre el hombre y la naturaleza a través del tiempo se abordarán teniendo en cuenta las siguientes acciones: la alteración y la simplificación de ecosistemas, la eliminación, la domesticación y la diversificación de especies y la conservación (Reboratti, 1999). “El hombre constituye, dentro de la naturaleza, una forma de vida. ¿Qué lo distingue de otras formas de existencia? Las respuestas son numerosas, por ejemplo, que el hombre se distingue de otras formas de existencia porque tiene la posibilidad de hablar, o porque es el único animal erecto, o aún más, porque es el único capaz de pensar, de reflexionar (…) Todas estas respuestas, aunque ciertas, son insuficientes para caracterizar dentro de la naturaleza, la gran distinción entre el hombre y otras formas de vida. El factor distintivo determinante es el trabajo; lo que hace del hombre una forma de vida sui generis es su capacidad de producir (…) el hombre es el único que reflexiona sobre la realización de su trabajo. Antes de lanzarse al proceso productivo, piensa, razona y, de alguna manera, prevé el resultado que tendrá su esfuerzo (…) El hombre es activo. La acción que realiza sobre el medio que lo rodea, para suplir las condiciones necesarias a la manutención de la especie, se llama acción humana. Toda acción humana es trabajo y todo trabajo es trabajo geográfico. No hay producción que no sea producción de espacio, no hay producción de espacio que se dé sin el trabajo. Vivir, para el hombre, es producir espacio. Como el hombre no vive sin trabajo, el proceso de vida es un proceso de creación del espacio geográfico. La forma de vida del hombre es el proceso de creación del espacio. Por eso, la geografía estudia la acción del hombre.” (Santos, Milton, 1996a: 83) 1 Partimos de la base que la sociedad se relaciona con la naturaleza, transformándola y utilizándola para satisfacer sus propias necesidades. Ésta relación es histórica y fue cambiando a lo largo del tiempo y con las diferentes sociedades. Pero en la actualidad la naturaleza ha sido modificada y ya no existe más tal como aparece en los mapas fitogeográficos 2 Éste proceso de “artificialización” de la naturaleza viene ocurriendo a escala planetaria aunque con diferentes grados de intensidad (un ejemplo concreto es el llamado desmonte, la desaparición de la superficie boscosa para el desarrollo de actividades agropecuarias, forestales intensiva o el 3 propio crecimiento urbano). Desde éste punto de vista no puede existir una separación entre la Geografía física y la Geografía humana, porque no existe en el planeta ningún lugar que pueda concebirse como natural: todos están impregnados de un modo u otro por la acción del hombre, recibiendo y enviando información, siendo fotografiados por los satélites. Ésto es fundamental para entender la “particular articulación entre lo físico y lo humano”. Imágenes satelitales donde se muestra la deforestación de la Amazonía en Brasil (1975 -2012) Las imágenes fueron tomadas por el satélite Landsat en 1975 y 2012. (Foto: NASA) “Si bien en el estadio actual de desarrollo de la Humanidad son los elementos de orden socioeconómico los que regulan, planean, crean y recrean las condiciones naturales, estas acciones de ningún modo inhiben la acción de la naturaleza. El hecho de que algunas sociedades puedan anticipar y prevenir riesgos naturales como terremotos o inundaciones, puedan provocar lluvias sobre las plantaciones, o retrasar o anular el granizo o las heladas, no significa que la naturaleza haya sido dominada totalmente. Las catástrofes naturales se considerarán entonces como incidentes críticos, riesgos naturales, y estas sociedades serán menos vulnerables a los impactos ambientales que otras, que no puedan controlarlos o elaborar estrategias para reducir las pérdidas materiales y/o humanas. (…) Es la propia organización social la que prefigura la dinámica y provoca transformaciones en el medio natural. De allí que los elementos de la naturaleza le interesen a la geografía, vistos como condicionantes de lo social y no como elementos de igualdad de condiciones que los factores histórico – sociales, a éstos últimos les compete el rol de ser decisores y determinantes.” (Gurevich, Raquel. 1994: 77) 4 Relación Sociedad – Espacio. Producción, valorización y apropiación del Espacio Al igual que otras materias del área de las ciencias sociales, la geografía tiene como objetivo analizar, interpretar y pensar críticamente el mundo social. Por ello tiene la tarea de comprender cómo se articulan históricamente la naturaleza y la sociedad, pues las distintas formas de organización espacial son el resultado del particular modo en que las sociedades en determinados momentos se relacionan con la naturaleza, transformándola según sus necesidades e intereses. Para lograr dicha tarea utiliza algunos conceptos como los siguientes: El espacio producido: el espacio no es una cosa ni un lugar donde las cosas están, sino que es “(…) un conjunto de cosas y relaciones juntas. Ésta formado por dos componentes que se integran contínuamente: un conjunto de elementos naturales, mas o menos modificados por la acción humana, y un conjunto de relaciones sociales, que definen una sociedad en un momento dado.”(Santos, Milton 1988) Entonces, las distintas combinaciones sobre el territorio de los elementos naturales y artificiales dan como resultado determinadas configuraciones espaciales. En cada momento histórico varía el arreglo de los objetos sobre el territorio, y son las condiciones sociales, económicas, culturales y políticas las que en cada momento histórico le dan significados distintos. Como estas condiciones están en perpetuo cambio, el espacio también se transforma a ese ritmo, y los cambios que se van produciendo van marcando la especialización de cada uno de los lugares. Por lo tanto, los diferentes modos en la utilización del territorio significan una valorización distinta de la naturaleza. Es decir, que la relación sociedad – naturaleza se desarrolla de un modo particular en cada caso. Así es que cada lugar tiene un papel particular, un valor propio. A la hora de analizar cuál es ese valor, intervienen elemento de la naturaleza, una sociedad que los valora y apropia, y una intencionalidad que orienta esa acción. “En éste proceso de valorización del espacio distinguimos las siguientes fases: apropiación de los medios naturales, creación de una naturaleza artificializada, apropiación de ella, creación y apropiación de formas espaciales.”(Santos, Milton.1988) Las formas espaciales resultan ser correlatos de las relaciones de producción vigentes en la época en que fueron creadas y, a su vez, tiene también funciones propias del presente, funciones que tienen significado porque fueron dadas por un uso social. Tambien es necesario mencionar que en su relación directa con el espacio, el hombre lo puede considerar como un valor de uso o como un valor de cambio. Se lo considera como valor de uso cuando se le atribuye una valoración social como un bien común, con una determinada capacidad o un interés por ser usado. Pero en otro momento histórico, ese espacio puede pasar a ocupar una determinada posición como valor de cambio, ni bien exista un interés en transferir su uso a otra persona mediante un acto económico, sea a travéz de un trueque o una venta, por un arrendamiento, a cambio del cual se persibirá una cantidad de valor. En algunos casos, un espacio que antes no era socialmente valorado, al encontrarle una nueva función puede pasar a ser un 5 valor de uso en un nuevo sector. Es por ello que el uso del espacio físico puede serlo como soporte, como medio geográfico, como recurso o como medio de producción. En sintesis, la Naturaleza y la Sociedad no pueden entenderse como dos entes independientes sino articulados permenentemente. La base natural se va modificando por masas de construcciones e inverciones de todo tipo que se van depositando sobre la superficie de la tierra en diferentes momentos históricos. Estas transformaciones se llevan a cabo a traves de las distintas faces del proceso productivo (producción, circulación, distribución, consumo) Estas faces quedan cristalizadas, materializadas, fijadas en las formas espaciales; por lo tanto, la división territorial del trabajo resulta ser un concepto básico para entender la manera en que se organiza el espacio. Éste concepto cambia históricamente: por ejemplo la división del trabajo en la época colonial en San Luis no es la misma que en la época actual. Estudiar la división territorial del trabajo es clave para interpretar el mapa del mundo de hoy. El Espacio Geográfico: Natural y Construido; Urbano y Rural; Local y Global En una primera aproximación, podemos pensar al espacio geográfico como el medio en el cual se desarrolla la actividad del hombre, la acción humana y social. Es decir, el marco de toda acción, relación, articulación o suceso en el que participa como variable el espacio físico y en el que desarrollan su vida y sus actividad los hombres. Lo esencial a tener en cuenta es que el espacio geografico lo engloba todo – todas las relaciones humanas y sociales- y que todos los hechos físicos que se hallan a nuestro alcance están contenidos y son parte del espacio geográfico. El paisaje transformado: El conocimiento de un paisaje está muy ligado a la percepción que de él tenemos, porque no es el mismo paisaje el que aparece desde el nivel del suelo que desde un balcón, o el registro que tiene un niño rural que otro que vive en un medio urbano. No sólo depende del punto de referencia que tomemos sino también de la selección que todo observador realiza cuando observa. Se habla mucho de las diferencias entre paisaje natural y paisaje cultural, humanizado o artificial. Podemos decir que el paisaje natural hoy en día practicamento no existe, pues ha sido transformado por el hombre, pasando a constituir el llamdo paisaje artificial. Podemos también decir que cuanto más compleja y con mayor grado de desarrollo es la vida social, mucho más artificial es el paisaje. Tambien hay que aclarar que en los últimos 70 años el mundo a fijado (atornillado) a la superficie terrestre una gran cantidad y diversidad de objetos, como por ejemplo las ciudades, las represas, etc. Los paisajes cambiarán a medida que desaparecen cosas, aparecen cosas nuevas y permanecen otras. Pero estos cambios dejarán marcas de los distintos momentos históricos, ya sean cambios de naturaleza estructural como una red de carreteras o de energía electrica, o de naturaleza 6 funcional, como un area de microcentro dedicada a actividades puramente financieras de día y despoblada de noche. “El paisaje es el conjunto de objetos que nuestro cuerpo alcanza a percibir e identificar. Como simples peatones, sería el jardín, la calle o el conjunto de casas de enfrente. Una fracción más extensa de espacio que nuestra vista alcanza a ver desde lo alto de un edificio. Lo que vemos desde un avión que vuela a 1.000 metros de altura es un paisaje, como el que percibimos en una extensión más vasta, cuando lo divisamos desde una altura mayor. El paisaje es nuetro horizonte, estemos donde estemos.” (Santos, Milton. 1996a: 74) En sintesis, podemos decir que en los paisajes se pueden rastrear objetos pertenecientes a otros momentos históricos; que en los paisajes existen tiempos materializados en ellos. Rural – urbano: El campo y la ciudad hoy no pueden pensarse de modo independiente ya que en ambos se despliegan actividades económicas que se complementan. Existe una interdependencia mutua entre el campo y la ciudad, principalmente en lo que se refiere al abastecimiento de productos alimenticios y de materias primas para ser industrializadas. Pensar de éste modo la relación campo-ciudad, la relación rural - urbano nos lleva a replantear los enfoques sectoriales. Generalmente se estudia el sector agropecuario, el industrial y el de servicios separados entre sí. Sin embargo, los productos agrícolas están en íntima relación con la industria y los servicios en múltiples sentidos. Por un lado, es el sector industrial y el de servicios el que le provee tecnología, insumos, maquinarias, fertilizantes, por citar sólo algunos ejemplos. Es decir, que la circulación, distribución y el consumo de productos están íntimamente relacionados con el proceso global de producción y por éste motivo deben ser estudiados de manera integrada Local y global. Grandes cambios tecnológicos y productivos vienen ocurriendo en las últimas décadas. Estos cambios han llevado a una creciente globalización de los intercambios comerciales y en la circulación de la información. Las relaciones económicas, sociales, políticas y culturales se han mundializado. Esto significa que, a escala planetaria, se produce una mundialización de los mercados, del dinero, del consumo, de la cultura, de la política, de las técnicas, etc. Estamos en un mundo donde compartimos valores, símbolos, técnicas, objetos y, sobretodo, una naturaleza culturalizada. “No sólo se trata de la cantidad creciente de población que consume determinados productos o despliega una determinada forma de vivir. Es un fenómeno cualitativamente nuevo en la historia de la humanidad que gran parte de ella comparta los mismos modos de hacer las cosas” (Santos, Milton. 1988) 7 Asistimos a un momento histórico donde se configura una nueva división territorial del trabajo, crece la circulación, el movimiento y la especialización. Cuando la producción se mundializa, las posibilidades que cada lugar tiene (recursos naturales, población calificada, tecnologías, entre muchas otras) resultan fundamentales para definir su papel en el mundo. Al haber mayor globalización mayor será la especialización de los lugares, de lo local. El territorio como objeto de análisis. Herramientas de análisis espacial. La configuración territorial no debe ser entendida como el paisaje, aunque éste forme parte del territorio, aunque sea una parte importante de él. Está formada por los recursos naturales, los lagos, ríos, planicies, montañas y bosques, pero también está formada por los recursos creados por el hombre como las rutas y autopistas, los caminos rurales, los ferrocarriles, las construcciones de todo tipo como los diques, represas, ciudades y muchos otros más. Este conjunto de todas las cosas dispuestas como un sistema integrado es lo que forma la configuración territorial, aunque a veces se lo confunde con la extensión propia de un país. Por eso decimos que es un todo; es un conjunto total, integral de todas las cosas que forman la naturaleza y que cambia a lo largo de la historia. “La configuración territorial es el territorio, más el conjunto de objetos existente en él: objetos naturales u objetos artificiales que la definen. Muchas veces lo que imaginamos como natural no lo es, mientras que lo artificial se vuelve “natural” cuando se incorpora a la naturaleza. Así, las cosas creadas ante nuestros ojos y que para cada uno de nosotros constituyen lo nuevo, aparecen como un hecho banal para las nuevas generaciones. Lo que vimos construir es, para las generaciones siguientes, lo que existe ante ellos como naturaleza. Descubrir si un objeto es natural o artificial exige la comprensión de su génesis, es decir, de su historia.” (Santos, Milton 1996a: 73) El concepto de Región: en primer lugar, tenemos que tener en cuenta que las regiones no pueden ser entendidas como si tuvieran una identidad propia, incluso natural. Hay que pensar a la región de manera integrada a las formas productivas, es decir, que no puede entenderse al margen de la forma de producir, circular y consumir la riqueza en una sociedad determinada. Debemos pensar la región como la consecuencia de la división social del trabajo, es decir, que es la expresión territorial de la división del trabajo en la sociedad. Por lo tanto, las distintas regiones que conforman un espacio continental, nacional o provincial del proceso de acumulación NO pueden ser vistas como un resultado natural. Por el contrario, son el resultado de un producto genuinamente social, es decir, un producto histórico-social. La homogeneidad interna de una región está dada por las características del proceso de acumulación en su expresión territorial. De ésta manera, los recursos naturales aparecen incluidos, subsumidos, subordinados a las formas de reproducción del capital. La región aparecerá 8 como la manifestación concreta de la división social del trabajo, aludiendo a un proceso histórico concreto con agentes sociales concretos. No sólo es la región geográfica (montañas, llanuras, Cuyo, Mesopotamia, Patagonia) sino que es la conjunción de factores sociales, naturales, históricos e institucionales. Estará constituida por la acción del hombre sobre el medio natural, sobre el entorno y será el resultado de las particularidades del proceso de acumulación de las acciones institucionales. “En el pasado distante, la región fue un sinónimo de territorialidad absoluta de un grupo, con sus características de identidad, exclusividad y límites; debidas a la única presencia de ese grupo, sin otra mediación. La diferencia entre áreas provenía de esa relación directa con el entorno. Hoy, cada vez más, los lugares son condición y soporte de relaciones globales que sin ellos no se realizarían; el número de mediaciones es muy grande. Las regiones se volvieron lugares funcionales del Todo y espacios de convivencia. Ahora, en éste mundo globalizado, con la ampliación de la División Internacional del Trabajo y el aumento exponencial del intercambio, se producen, paralelamente, una aceleración del movimiento y cambios más repetidos en la forma y en el contenido de la regiones. Estamos acostumbrados a una idea de región como un subespacio largamente elaborado, como una construcción estable. Sin embargo, la región no es el resultado de la longevidad del edificio, sino la coherencia funcional que la distingue de las otras entidades, vecinas o no. El hecho de tener una vida corta no cambia la definición del recorte territorial. En éste momento, ningún subespacio del Planeta puede escapar al proceso conjunto de globalización y fragmentación, es decir, individualización y regionalización.” (Santos, Milton 1996b: 142) Algunas consideraciones a tener en cuenta para la enseñanza didáctica de la Geografía A partir de la década de 1990, se comienzan a generar diversos materiales didácticos para la educación primaria, secundaria, bachillerato, polimodal y universitaria. Textos con fotografías a todo color, cartografías para la educación, atlas, manuales y centros de recursos virtuales para la enseñanza de la geografía, Google Earth, etc. Todo este material comienza a ser socializado lentamente a través de editoriales, universidades, Ministerios de Educación, colegios, redes formales e informales, internet, etc. Es relevante señalar que los materiales didácticos comienzan a ser elaborados con una perspectiva actualizada de la educación geográfica. Se realizó un giro de los temas geográficos hacia una visión social, reduciendo una visión exclusivamente naturalista (desde la geografía físico – natural) o concebida como el marco físico en el cual se desarrollan los acontecimientos históricos. Es decir, se comienza a centrar la atención en los fenómenos sociales y no tanto en la geografía físico - natural. Esta relación con las ciencias sociales, a través del eje articulador sociedad-naturaleza, brindan a la educación geográfica un gran dinamismo y variedad de enfoques que, poco a poco, se transforman en materiales de uso público en las escuelas. La configuración territorial, los cambios en el mundo contemporáneo y la educación geográfica 9 Este tema constituye un eje central, ya que se deja de pensar en planteos puramente descriptivos (en muchos casos derivados de una herencia característica de la geografía físico natural) para pasar hacia ejes temáticos problematizadores que afectan al ser humano contemporáneo, con especial énfasis en relación con su espacio y su entorno. Ejes como la conformación del espacio urbano, los recursos naturales desde una perspectiva histórico-social, los circuitos productivos, el Estado, el territorio y el proceso de restructuración del capitalismo y sus consecuencias territoriales; constituyen temáticas interesantes, integradoras y de gran valor formativo para los alumnos Por ello es que podemos pensar la enseñanza de la geografía como un camino privilegiado hacia una comprensión más rica y profunda de la escena contemporánea. Ésta mirada de la geografía permite repensar y renovar los contenidos escolares, de manera que el propio contenido sea el motor y el camino de una profunda innovación educativa. En éste sentido, hay que considerar una visión actualizada de la geografía como ciencia social. Dejó de ser una geografía puramente descriptiva de los fenómenos físicos y naturales de la tierra. Eso no significa que se dejen de lado los conocimientos de la geografía Física. Por el contrario, ahora la geografía incorpora a su objeto de estudio toda una serie de temas y contenidos relevantes para los estudiantes en sus diversos niveles de escolaridad. A modo de ejemplo se pueden señalar los siguientes: patrones espaciales de ocupación humana del territorio, interrelación entre sociedad y naturaleza, concepción holística del planeta como hogar del ser humano, impactos espaciales del proceso de globalización, calentamiento global, flujos migratorios, urbanización acelerada, localización de empresas transnacionales, relación de los países y sus regiones con la economía global, tratados internacionales y sus impactos en el espacio geográfico. Esta visión actualizada de la geografía se articula con los aspectos históricos, económicos y políticos tratados en cada uno de los niveles educativos. Es importante señalar que el énfasis en los temas geográficos también se organiza en torno al desarrollo sustentable y a la formación ciudadana, dos aspectos claves para repensar la educación en el siglo XXI. Otro aspecto a tener en cuenta es que se incluye el concepto de ubicación espacial y espacio geográfico desde el primer grado de la educación primaria, lo cual implica mantener una progresión de habilidades geográficas del principio al fin de la educación obligatoria. Estos contenidos se refieren al conocimiento de la ubicación y distribución espacial de procesos naturales, sociales, económicos, políticos y culturales en la superficie de la Tierra. Esté conocimiento geográfico progresa, desde una visión geográfica general de la Tierra, hacia un conocimiento más detallado del planeta que permite a los alumnos identificar diversas regiones geográficas. 10 De ésta manera, el alumno adquiere conciencia que el ser humano construye y transforma el espacio geográfico y éste, a su vez, influye en la vida humana. Es decir, que las acciones humanas traen aparejadas respuestas y consecuencias ambientales. A partir de ésta visión, se busca transformar la mirada estática e inmutable del espacio geográfico, hacia una visión dinámica que contribuya a comprender su riqueza, diversidad y complejidad. Por último, la visión actualizada de la geografía como ciencia social contempla la comprensión sistémica del espacio geográfico. Esto hace referencia a la capacidad de explicar la dinámica espacial de un territorio determinado, integrando diversas dimensiones geográficas. Estos contenidos y conocimientos tienen como objetivo establecer relaciones simples entre elementos, hasta una visión sistémica que integra diversas variables y permite vincular su localidad con otros lugares del planeta En síntesis, la educación geográfica se ha integrado de manera permanente y explícita en la currícula y, sobretodo, en los NAP (Núcleos de Aprendizaje Prioritarios) ya que se considera relevante que las nuevas generaciones desarrollen conocimientos geográficos que les permitan analizar y comprender el territorio como una construcción humana. Por todo esto, es que consideramos que la Geografía cumplirá un papel importante en la formación integral de los ciudadanos del siglo XXI. Licenciado Ariel H. Triulzi Bibliografía: BENKO, George. (1998) La ciencia regional. Universidad Nacional del Sur, Departamento de Geografía, Bahía Blanca, Argentina BUZAI, Gustavo D. (1999) Geografía global. Lugar. Editorial Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina. CORAGGIO, José Luis. 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