ANA VILLAFRANCA O ANA FRANCA Y MIGUEL DE CERVANTES

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ANA VILLAFRANCA O ANA FRANCA
Y MIGUEL DE CERVANTES, PADRES
DE ISABEL DE SAAVEDRA, por
Antonio
Castillo-Ojugas.
Académico
Correspondiente
Real Academia Nacional de
Medicina.
ANA VILLAFRANCA O ANA FRANCA
Y MIGUEL DE CERVANTES, PADRES
DE ISABEL DE SAAVEDRA
Prof. Dr. Antonio Castillo-Ojugas, Presidente de Honor de la
Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas.
Dejemos correr la venturosa vida de
Miguel de Cervantes y la retomamos en
octubre de 1580 cuando
llega a Denia
redimido de Argel por el Trinitario Fray
Juan Gil. El día 27 ya está en Madrid y
se aposenta en casa de su hermana Leonor
en la calle de la Magdalena. Su otra
hermana, Magdalena
vivía en calle
Leganitos son su madre doña Leonor
Cortina pero trabajaban juntas en la
pudiéramos llamar “sastreria” donde
hacían las camisas mas primorosas de toda
la Corte con los encajes, bandas y
puñetas mas elegantes para los caballeros
principales del Reino.
Mentidero
Felipe
de
San
Miguel es escritor
y quiere hacerse
valer. En ese Barrio Madrileño hay dos
puntos de encuentro para los literatos
Uno son las Gradas de San Felipe, a la
entrada de la Calle Mayor y otro, el más
popular
,
el
“Mentidero
de
Representantes” o “Lonja de mercaderes”
en calle León , junto a la del Prado,
donde se reunían escritores, artistas,
cantantes, bailarinas, gente de teatro,
siempre con la esperanza de encontrar un
papel o representación teatral. En las
proximidades había tabernas en las que el
vino, el buen humor y el deseo de
felicidad lograban
veladas inolvidables
muchas
veces
ilustradas
por
las
atractivas mujeres de la “mancebía” de
calle de Francos. Allí bullía una
preciosa chiquilla de poco más de quince
años, graciosa, dicharachera y atractiva
que quería ser artista. Se llamaba Ana
Franca o si quieren , Ana Villafranca de
Rojas.
Casa sobre la que se alzó el
Mentidero de Representante
Cervantes hizo amistad enseguida con la
joven que ya tenía diez y siete años y
acaba de casarse con un hombre de mas
cuarenta
años,
asturiano,
Alonso
Rodríguez, conocido y vecino de la
familia.
Pero
¿quiénes
eran
los
Villafranca o Franca, que vivían en
Madrid?. Pues bien, en 1560 se casan en
la Parroquia de San Ginés, Juan
Villafranca y Luisa de Rojas, es en 1561
cuando Felipe II
traslada la Corte
española de Toledo a Madrid y en 1563
tienen su primera hija, Ana, nacida en la
calle de Tabernillas, que desemboca en
la Plaza de la Cebada y luego viven en
calle Toledo. Tiene más hijos y quedan
Luisa (1571), Juan (1575) que se hace
Monje Mercedario e Isabel, de escasa vida
(1580-1582)
Pero,
¿en qué
trabajaba, qué oficio tenía Juan de
Villafranca? Pues era “suplicacionero”,
palabra que está en el Diccionario de la
Real Academia, como artesanal o vendedor
de suplicaciones o barquillos. Eran las
suplicaciones, obleas ligeramente unidas
como formando un librito y sujetas por
una más gruesa, como una barca. Las
obleas más tostadas y enrolladas eran
los barquillos. Era un oficio de poco
provecho y mas tarde, en 1586 los
prohibieron comerciarlos en las calles.
Por eso la
calle Toledo era un buen
punto, ya que era el camino de entrada a
Madrid de Andalucía y los pueblos de
alrededor. Además, vecina era la Mancebía
de la Arganzuela, con festejos y
algarabía popular
Cuando Ana tuvo doce años la
pusieron a servir en casa de unos
familiares, Martín de Múgica, Alguacil
de Casa y Corte y Damiana de Alfaro. Al
morir la señora en 1580, despiden a Ana
dejándola por su buen comportamiento,
cien ducados. Con ese dinero, la casan
con Alonso Rodríguez, trabajador en
varias materias como ser tratante de
ganados en el vecino Rastro, arriero y
transportista de vinos dela región que
llevaba a amigos con tabernas y por todo
ello, pasaba mucho tiempo fuera de casa
hasta que en 1582 pone una taberna en la
calle Tudescos donde se reúnen amistades
de Ana, literatos y artistas en un
ambiente muy distraído y jocoso
Miguel de Cervantes busca
amistades y protección para lo cual se va
a Portugal en marzo de 1581 pues su amigo
de la Escuela de López de Hoyos era Mateo
Vázquez, secretario de Felipe II que el
año anterior se hizo Rey de Portugal. Era
hijo de Infanta, la Emperatriz doña
Isabel y tío del Rey don Sebastián,
muerto en Alcazalquivir. Fácil logro pues
llevaba detrás al Duque de Alba y diez
mil soldados, y por delante, la flota
que
mandaba el Marqués de Santa Cruz.
Mucho
mas
grave
fue
el
viaje.
Declarándose una gran epidemia en
Badajoz, enfermando el Rey y falleciendo
su cuarta esposa y Sobrina doña Ana de
Austria
firma mateo vazquez
Mateo Vázquez
encargó a Cervantes una
absurda expedición. Iría a Orán, luego
recorrería el norte de Africa para
valorar la potencia del Rey de Marruecos
y visitar las plazas de soberanía
portuguesa, por ejemplo, Ceuta. Cervantes
hizo un detallado informe y regresó a
España en mayo de 1582 viviendo en
Madrid, detrás de la
Iglesia de San
Nicolás, junto a la
Plaza de Antón
Martín. Va enseguida a la taberna de Ana
en
la
calle
de
Tudescos.
El
establecimiento está siempre muy animado
y don Miguel acude con frecuencia y llena
de versos y frases amables a la
tabernera, amistad que se ve afianzando
y cada vez mas íntima debido además a la
ausencia del marido por sus frecuentes
viajes.
taberna siglo de oro-Luis
Ricardo Falero – La Fiesta
en la taberna (1880)
Como la mayoría de las tabernas de la
época, tenía un despacho de bebidas donde
servían vinos a la parroquia y a
los
clientes que por allí estaban de pie, mas
al fondo una pequeña sala con varias
mesas, un sótano donde almacenaban el
material y a veces, al fondo, un pequeño
cuarto. Era allí donde Ana y
Miguel
celebraban sus encuentros amorosos. El
escritor Luengo en su obra “Catalina de
Esquivias” refiere que Cervantes se
reunió con su librero Blas de Robles en
la taberna , ya en tratos para editar La
Galatea y que entre trago y trago le pagó
miltrescientos treinta y seis reales y
así entre copa y copa llegó a estar en
estado catastrófico. La tabernera,
Portada
iglesia
de
san
Luis
adosada a la
iglesia del
Carmen
su querida amiga Ana, no le permitió
salir a la calle y llevándole a
un
cuarto trastero, le cubrió con mantas y
poco a poco, con mil abrazos y zalemas,
alcanzaron la gloria terrenal que
después, con frecuencia repetirían de
modo que ella quedó embarazada y el 9 de
abril de 1584 fue bautizada una niña d
nombre Isabel en la Parroquia de
Santiuste (San Justo y Pastor, hoy
Iglesia
de
san
Miguel,
en
calle
Sacramento) por haber nacido en la calle
Toledo, hija de Ana Villafranca y Alonso
Rodríguez. Poco después, ya con la
taberna de Tudescos, fueron a vivir en la
Red der San Luis y su parroquia fue la de
San Martín. El matrimonio tuvo otra hija,
Ana, en 1586, bautizada en la vecina
iglesia de San Luis (quemada en 1931 por
los amigos del órden y la cultura, cuya
portada se conserva en la parte posterior
de la iglesia del Carmen).
Esquivias, Toledo
Temeroso estaba Cervantes ante las
posibles violencias reacciones del
tabernero si se enteraba de la sonada
infidelidad de su esposa y en agosto de
1584 aprovechó la invitación de doña
Luisa Montoya, viuda de don Esteban de
Garibay, su gran amigo, marcha a
Esquivias, pueblo toledano, no lejos de
Illescas con el fin de ayudarle a
preparar un voluminoso libro de versos
que a su muerte quedó sin concluir.
Cervantes tenía 37 años y doña Luisa le
presentó a las personas mas conocidas del
pueblo y pronto Miguel se enamoró,
o
mejor, al revés, la joven dd 19 años,
Cataliza Salazar y Palacios correspondió
a las buenas maneras, a los versos
amatorios y en menos de tres meses, el
cura del pueblo, tío de Catalina, les
casó el 12 de diciembre de 1584, fijando
allí su residencia.
Busto de
Salazar
Catalina
de
¿Conocía la familia Salazar la
paternidad de Cervantes? ¿Sabían algo de
sus andanzas en Madrid? Nada sabemos en
concreto. Tal vez parte del dinero que
obtuvo por sus trabajos en Andalucía
fuera enviado a Ana Franca para su hija
Isabel.No lo aclara, pero lo sugiere, el
Dr. Emilio Maganto que recientemente ha
publicado un libro de 370 páginas sobre
Isabel de Saavedra, lo más importante que
se ha escrito sobre ella.
Después de dos años en
Esquivias,
encargan
a
Miguel
ser
Comisario de Abastos en
1586 y luego,
recaudador de Impuestos en
1594. Dura
labor.
Enfrentamientos
son
los
Ayuntamientos, Cabildos y Clero. Prisones
y cárcel. Dineros que van a la Corona, a
los intermediarios y pocos a él.
Separación de la familia. No se sabe si
doña Catalina estuvo con él si el manco
fue a Esquivias en ese tiempo. Todo hasta
fin de siglo en que en 1600 ya está con
su mujer en Madrid.
Isabel de Sasavedra
Pero antes han ocurrido algunas
cosas. En 1588 muere Alonso Rodriguez,
enterrado en San Martín (Era la Caja de
Ahorros de Madrid , bueno, no sé lo que
es ahora). Siguió Ana Villafranca con la
taberna hasta que murió diez años después
y el 9 de agosto de 1599 el Alcalde de
Casa y Corte
y bajo procuradoría,
entrega la niña Ana a su abuela Luisa de
Rojas y a la quinceañera Isabel a
Magdalena Cervantes. Es ahora cuando don
Miguel recuerda a la muchacha, la
reconoce como hija suya y le da el
apellido de Saavedra..
Esta tutoría
o adopción
comprometía a Magdalena a dar durante dos
años, coser, organizar y administrar una
casa y abonarle, en concepto de salario,
veinte ducados anuales. Naturalmente, la
enseñó costura y confección de camisas
como Magdalena hacía con su hermana
Andrea y una hija de ésta, Costanza.
En 1601 ocurre
un hecho clamoroso en la Historia de
España. El Duque de Lerma, valido del Rey
Felipe III, hace que la Corte deje Madrid
y pase a Valladolid. Allí pasó la
burocracia, la aristocracia y la realeza,
pasando a ser una ciudad superpoblada
mientras que Madrid quedó sin gente
principal y sin actividades oficiales.
Las “Cervantas” como así las llamaban,
marcharon en 1602 a la reciente capital,
instalándose en una casa, hoy restaurada,
cerca del Hospital de Afuera, famoso por
sus tratamientos de la sífilis con
vapores de mercurio y plantas americanas.
Vivían en el primer piso, izquierda, en
el bajo una taberna y en el segundo
izquierda, María Montoya, la que llevó a
Cervantes a Esquivias. Este y su mujer,
Catalina
pasaron
temporadas
en
Valladolid, pero en junio de 1605 solo
acudió Miguel pues fue el año en que se
imprimió El Quijote (por cierto, siete
ediciones en ese año, dos en Madrid, tres
en Lisboa y dos en Valencia).
Casa de Cervantes-CocinaValladolid
Además de
“Las Cervantas” fueron a
Valladolid otras “mujeres que viven en
sus
casas
admitiendo
visitas
de
caballeros y otras personas, de día y de
noche” y una multitud de busconas y de
oficios viles. Además de trabajar en la
confección de camisas, Andrea, Magdalena,
Costanza e Isabel recibían frecuentes
visitas de distinguidos caballeros y por
ello, ocurrió un terrible hecho. Uno de
los amigos que frecuentaba la casa fue
apuñalado y llevado al piso vecino, murió
el 21 de junio de 1605. Era don Gaspar de
Ezpeleta, figurón de la Corte, amigo del
Marqués de Falces, Jefe de la Guardia de
Felipe III
y persona conocida de la
Justicia. Se le encontraron dos anillos
que pertenecían a la mujer del
Procurador de Valladolid. Dijeron que
fueron robados. No es cierto, la dama se
los entregó en forma amistosa y por ser
vos quien sois se dijo que fueron
sustraídos. Cervantes estuvo una noche en
la cárcel e Isabel fue interrogada muy
duramente durante todo un día.
Carta-de-pago-yrecibo-de-doteinédita-de-AlonsoRodríguez-a-sumujer-Ana-deVillafranca.-I.Madrid-11-de-Agostode-158
Enseguida regresaron a Madrid e Isabel
no volvió con Magdalena. Quedó viviendo
en el barrio de San Luis. Isabel hizo lo
que su madre. Ana Franca se enamoró de
Miguel de Cervantes y tuvieron a la niña.
Isabel conoció en Valladolid a un señor
mayor e importante, don Juan de Urbina,
Secretario de los Duques de Saboya, y a
poco, quedó embarazada. Urbina la entregó
una casa en la Red de San Luis, frente a
la calle Jardines donde él vivía y la
hizo casar con don Dieo Sanz del Aguila
en agosto de1606, en la Iglesia de San
Luis siendo padrino su padre don Miguel
de Cervantes.
Nació la niña,
llamada Isabel Sanz del Aguila Saavedra,
pero su supuesto padre falleció en
febrero de 1608 quedando Isabel viuda y
de nuevo Urbina le proporciona marido,
don Luis Molina con una apreciable dote
de diez mil ducados, que nunca pagarán y
se casan el 6 de septiembre del mismo año
1608.
Molina
es
un
intrigante
y
comprometido personaje ya que dos añosa
después, en 1610 muere la niña Isabel y
Juan de Urbina reclama la devolución la
casa de la calle Montera en la Red de
san Luis. Pleitos y disgustos
que
continuarán
con los herederos
Tampoco eran buenas las
relaciones con Cervantes. No sabemos si
Isabel estuvo en la casa de Calle Leon
esquina a Francos donde murió don Miguel.
Allí estaba su mujer Catalina Salazar y
su sobrina Constanza que habitaba en
calle Amor de Dios. Fueron sin embargo
muchas mas atenciones de Molina a la
familia de su mujer. Su tía doña Luisa
Villafranca era viuda de un cirujano que
marchó a Guatemala. Recibió una herencia
de ocho mil quinientos reales que Molina
invirtió en el banco de Fucar, al cinco
por ciento y también consiguió dinero de
un pretendiente de Constanza que marchó a
Lima.
iglesia de San Martin-dibujo
de Juan de Villanueva
En 1631 el matrimonio sufrió una rara
enfermedad que les obligó a estar en su
casa muchos días, atendidos por el Dr.
Tamayo e Isabel también acudió a una
curandera, Maria Bautista que fue después
interrogada por la Inquisición. La
gravedad del caso hace que en diciembre
de aquel año haga testamento Luis de
Molina que fallece en enero del 32. Su
mujer vivirá veinte años mas.
Isabel de Saavedra (que muchas
veces
anteponía
Cervantes)
vivía
tranquilamente vendiendo y comprando
joyas, siendo hábil prestamista y
adquiriendo casas. Maganto cree que los
distintos domicilios en que su nombre
aparece, eran propiedad suya y cita la
casa de Red de San Luis, otra en Juan de
Alarcón, una junto a la Iglesia de San
Basilio, la cuarta en Calle Barrionuevo,
otra en calle la Espada y finalmente
muere el 23 de enero de 1652 en la calle
de la Sartén (Hoy Navas de Tolosa),
Fallece a los 68 años. Es
enterrada en la iglesia de San Martín.
Deja dinero para que digan doscientas
misas. Allí están los cuerpos de su madre
Ana
Villafranca, de su supuesto padre
Alonso Rodríguez y de doña Leonor
Cortinas, la madre de Cervantes.
revista 59
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