AMNISTÍA INTERNACIONAL Declaración pública Índice AI: EUR 45/008/2007 Servicio de Noticias: 109/07 13 de junio de 2007 (público) http://web.amnesty.org/library/Index/ESLEUR450082007 Reino Unido: Reacción de Amnistía Internacional ante la sentencia de los jueces lores sobre la causa Al-Skeini & Others Amnistía Internacional ha pedido a las autoridades del Reino Unido hoy, 13 de junio de 2007, que actúen con contundencia para garantizar la rendición de cuentas por las actuaciones de las fuerzas armadas y funcionarios británicos en Irak en las que presuntamente se han violado los derechos humanos y el derecho humanitario. En concreto, la organización pide a las autoridades británicas que establezcan un mecanismo de expertos dirigido por civiles y dotado de recursos suficientes para realizar investigaciones independientes, imparciales y exhaustivas sobre denuncias de violaciones de derechos humanos cometidas por personal de las fuerzas armadas británicas. Amnistía Internacional hace este llamamiento tras conocerse la sentencia dictada por los jueces lores en la causa Al-Skeini and others v. the Secretary of State, basada en denuncias contra el Reino Unido en relación con la muerte de seis civiles iraquíes durante el periodo en que el Reino Unido estaba reconocido como potencia ocupante en Basora, Irak. Amnistía Internacional acoge con beneplácito la sentencia de los jueces lores, según la cual, en virtud de la Ley de Derechos Humanos de 1998, del Reino Unido, y del Convenio Europeo de Derechos Humanos, la familia de Baha Mousa tiene derecho a que se realice una investigación independiente, imparcial y exhaustiva sobre las circunstancias que rodearon su muerte en detención en una base militar británica cerca de Basora, incluida su tortura a manos de las tropas británicas. Baha Mousa, recepcionista de hotel iraquí de 26 años y padre de dos hijos, murió el 15 de septiembre de 2003 tras ser torturado durante 36 horas mientras estaba bajo custodia de las tropas británicas en Basora. La autopsia reveló 93 lesiones distintas en el cadáver. Baha Mousa sufrió malos tratos tanto durante su detención en el hotel donde trabajaba como durante el periodo en que permaneció bajo custodia en la base militar británica de Basora. La sentencia de los jueces lores reitera claramente que la Ley de Derechos Humanos británica es aplicable a los actos u omisiones de las autoridades públicas británicas, incluidas las tropas británicas, fuera del Reino Unido. Sin embargo, Amnistía Internacional lamenta que los jueces lores también hayan resuelto que las presuntas violaciones del derecho a la vida de las otras cinco personas que fallecieron por heridas de bala infligidas en el curso de operaciones de "patrulla" de soldados británicos quedaban fuera del ámbito jurisdiccional del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Los jueces lores sostienen que los presuntos casos de homicidio ilegítimo cometidos por miembros de las fuerzas armadas británicas no han sido causa de ninguna obligación por parte del Reino Unido en aplicación del Convenio Europeo ni, en consecuencia, de la Ley de Derechos Humanos británica. No obstante esta decepcionante conclusión, Amnistía Internacional pone de relieve que las obligaciones en materia de derechos humanos del Reino Unido se amplían extraterritorialmente a cualquier persona que esté bajo su poder o control efectivo. Por ejemplo, la Corte Internacional de Justicia y el Comité de Derechos Humanos de la ONU han afirmado que, como potencias ocupantes, los Estados tienen obligaciones en materia de derechos humanos en aplicación del derecho humanitario y de derechos humanos, tanto consuetudinario como basado en los tratados, incluidos el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y los Convenios de Ginebra de 1949. De conformidad con estas obligaciones contraídas en virtud del derecho internacional, así como del derecho nacional, Amnistía Internacional considera que el Reino Unido tiene el deber de realizar investigaciones inmediatas, independientes, imparciales y exhaustivas sobre las Page 1 of 3 denuncias serias de violaciones de derechos humanos a manos de personal de las fuerzas armadas británicas, lo que incluye la muerte de los cinco civiles iraquíes que se abordan en la causa Al-Skeini. Como expresa con claridad Lord Bingham en su sentencia: Esto no significa que los miembros de las fuerzas armadas británicas que sirven en el extranjero tengan libertad para asesinar, violar y saquear con impunidad. Se les puede juzgar y castigar por cualquier delito que cometan en aplicación de las tres leyes sobre disciplina en el servicio ya mencionadas, con independencia de cuál sea delito cometido y de quién sea la víctima. Se les puede juzgar por genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra en aplicación de la Ley de la Corte Penal Internacional de 2001. El propio Reino Unido está obligado, en una situación como la que imperaba en Irak, a cumplir el Convenio de La Haya de 1907 y el Reglamento que lo desarrolla. El Convenio estipula (en su artículo 3) que un Estado beligerante es responsable de todos los actos cometidos por miembros de sus fuerzas armadas, estando obligado a pagar una indemnización si vulnera las disposiciones del Reglamento y si el caso lo requiere. En virtud del artículo 1 del Convenio IV de Ginebra, el Reino Unido está obligado a garantizar que se respeta dicho convenio en todas las circunstancias y (artículo 3) a prohibir (entre otras cosas) el asesinato y los tratos crueles de personas que no participen directamente en las hostilidades. Los Estados contratantes tienen obligaciones adicionales en virtud del protocolo 1 del Convenio IV de Ginebra. A fin de cumplir sus obligaciones contraídas en aplicación del derecho internacional, Amnistía Internacional insta a las autoridades británicas a que: o inicien investigaciones independientes, imparciales y exhaustivas sobre cada una de las muertes de los seis civiles iraquíes incluidos en esta causa; o hagan comparecer ante la justicia a cualquier presunto responsable; y o garanticen una reparación adecuada, completa y efectiva a las familias de las víctimas. Amnistía Internacional es una de las 11 organizaciones nacionales e internacionales que han intervenido en esta causa debido a la gran preocupación que suscitan las prácticas de los Estados durante la ocupación de territorio extranjero, que podrían minar el Estado de derecho y la rendición de cuentas del Estado al menoscabar y burlar el derecho y las normas nacionales e internacionales que garantizan la protección de los derechos humanos fundamentales y las obligaciones que conllevan de hacer que se cumplan. Información complementaria Las muertes de los seis civiles iraquíes de las que se ocupa este caso se produjeron en un momento y unos lugares en los que el Reino Unido estaba reconocido como potencia ocupante en aplicación del derecho internacional humanitario. Cinco de los seis civiles iraquíes fueron alcanzados y heridos mortalmente por disparos de miembros de las fuerzas armadas británicas en el curso de operaciones de "patrulla": Hazim Jum’aa Gatteh Al-Skeini, de 23 años, murió en la calle por disparos efectuados por el oficial al mando de una patrulla militar británica; Muhammad Abdul Ridha Salim, maestro de 45 años, fue herido mortalmente por disparos del sargento de una unidad militar que irrumpió violentamente en el domicilio de su cuñado; Hannan Mahaibas Sadde Shmailawi, de 33 años, fue mortalmente herida en su domicilio mientras cenaba con su familia en un cruce de disparos en el que participó una patrulla militar británica; Waleed Sayay Muzban, de 43 años, conducía un microbús cuando resultó herido de muerte por los disparos de un soldado en el curso de una patrulla militar; y Raid Hadi Sabir Al Musawi, comisario de policía de 29 años, fue mortalmente herido en la calle por un cabo de una patrulla del ejército británico. La sexta persona, Baha Mousa, recepcionista de hotel de 26 años, murió bajo la custodia de soldados británicos tras haber sido torturado durante 36 horas. El consejo de guerra que juzgó en el Reino Unido a siete militares británicos en relación con el caso de Baha Mousa concluyó en marzo de 2007. Al término de las actuaciones, seis de los siete procesados habían sido absueltos de todos los cargos. Un soldado se había declarado culpable de un delito de trato inhumano ---que constituye un crimen de guerra--- y fue absuelto de todos los demás cargos. El consejo de guerra confirmó que numerosas personas habían sido responsables de infligir actos de violencia ilegítima a Baha Mousa y a otros detenidos. Sin embargo, como observó el juez, muchos de los responsables "no fueron acusados formalmente de ninguna infracción sencillamente porque no hay pruebas contra ellos como consecuencia de un más o menos evidente cierre de filas". Las actuaciones del consejo de guerra en esta causa pusieron de relieve los graves fallos de la investigación que se realizó sobre la muerte Page 2 of 3 de Baha Mousa, lo que a su vez destacó más que nunca la necesidad de una reforma del sistema vigente para investigar alegaciones verosímiles de violaciones graves de derechos humanos a manos de personal de las fuerzas armadas británicas. Interventores: Las organizaciones que intervinieron ante los jueces lores fueron: el Centro AIRE, Amnistía Internacional, la Asociación para la Prevención de la Tortura, el Comité de Derechos Humanos del Colegio de Abogados Acreditados ante los Tribunales Superiores de Inglaterra y Gales, British Irish Rights Watch, Interights, Justicia, Proyecto Kurdo de Derechos Humanos, Libertad y The Redress Trust (REDRESS). Las organizaciones estuvieron representadas pro bono por Keir Starmer QC, Richard Hermer, Charles Banner y Azeem Suterwalla, de Doughty Street Chambers, y Raju Bhatt, de Bhatt Murphy Solicitors. Si desean más información, vean también la llamada internacional de Amnistía Internacional en favor de Baha Mousa (en inglés), United Kingdom: No justice for Iraqi man killed in UK custody http://web.amnesty.org/appeals/index/gbr-010607-wwa-eng /FIN ******** Page 3 of 3