Revista Universidad de Sonora Bacterias inmunes a los antibióticos, una peligrosa amenaza Moisés Navarro Navarro* Un problema dramático de salud pública es la resistencia de ciertos microorganismos a los efectos de los antibióticos. Entre las causas más importantes de esta situación destaca el uso inadecuado de los antibióticos en los animales de engorda, así como de parte de médicos, industria farmacéutica y pacientes. Los antibióticos son compuestos químicos que matan a las bacterias o impiden su reproducción. A pesar de ser poderosos venenos para los microorganismos, son inofensivos para el ser humano. Antes de los años cuarenta del siglo pasado, los hospitales del mundo se encontraban poblados con enfermos que padecían diversas enfermedades infecciosas, neumonía, fiebre tifoidea, tuberculosis, sífilis y fiebre reumática. En contraste, desde principios de los ochenta, las camas de los hospitales se ocuparon por pacientes con enfermedades crónico-degenerativas, cáncer, diabetes, insuficiencia renal, enfermedad cardiaca. El motivo del cambio fue el descubrimiento, producción y uso de los antibióticos. Los antibióticos representan un gran éxito de la medicina, contribuyen fuertemente en la curación y control de las enfermedades infecciosas y han salvado millones de vidas; hacen disminuir esas enfermedades infecciosas curando, previniendo y cortando su transmisión. Los antibióticos comenzaron a perder efectividad desde hace 25 años. La introducción sucesiva de nuevas drogas antibacterianas se ve acompañada del surgimiento de gérmenes inmunes, también llamados resistentes. Los microorganismos que causan tuberculosis, infecciones en heridas y en sangre, neumonía y diarrea, se rebelaron contra los tratamientos antibacterianos y están resurgiendo sin que nadie pueda detenerlos. Cuando un antibiótico es utilizado destruye a los microorganismos sensibles, pero una pequeña fracción, la resistente, sobrevive, se reproduce, transmite las características de resistencia a sus generaciones y ocupa el lugar de las bacterias sensibles. Si el antibiótico se vuelve a utilizar, ya no funciona (Tabla 1). Los antibióticos representan un gran éxito de la medicina, contribuyen fuertemente en la curación y control de las enfermedades infecciosas y han salvado millones de vidas. Definición del problema *Maestro de tiempo completo del Departamento de Ciencias Químico Biológicas de la Universidad de Sonora. Químico biólogo (UNISON) con maestría en Ciencias (CIAD). [email protected] 47 Ruta Crítica Foto: Jorge Russek Ejemplos de gérmenes resistentes Son numerosos los ejemplos de microorganimos causantes de infecciones con resistencia múltiple a los antibióticos. Desde el primer caso de estafilococo resistente a penicilina, su resistencia a otros antibióticos ha crecido como una bola de nieve y se ha convertido en un problema de salud pública con repercusiones económicas, sociales y políticas de alcance internacional. El estafilococo es causante de infecciones en sangre, en heridas y neumonía. Actualmente existen variantes de este microorganismo resistentes a prácticamente todos los antibióticos, excepto a la vancomicina (Tabla 2). La tuberculosis multirresistente ya no se limita a un solo país ni a los infectados por el VIH, sino que aparece en lugares tan diversos como Europa Oriental, África y Asia. Los reportes mundiales indican un aumento en la frecuencia de microorganismos causantes de diarrea e infección en vías urinarias como Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae, susceptibles sólo a un antibiótico. Los antibióticos de primera elección para el tratamiento de las diarreas causadas por Salmonella y Campylobacter están dejando de funcionar. Uso inadecuado de antibióticos Desde hace cerca de 50 años, los productores de carne para consumo humano comenzaron a añadir pequeñas cantidades de antibióticos en 48 el alimento de los animales de engorda, los cuales aceleran el desarrollo del animal porque impiden la reproducción de gérmenes patógenos causantes de infecciones subclínicas, disminuyen la flora microbiana normal del intestino, la competencia por los nutrientes y la reproducción de microorganismos productores de gas y toxinas. En nuestros días, más de la mitad de los antibióticos producidos son utilizados en los animales de granja para promover ganancia de peso y tratar y prevenir enfermedades infecciosas. La presencia constante de antibióticos en el intestino de los animales de engorda genera cambios en los tipos de microorganismos que allí viven normalmente, lo que favorece el desarrollo de aquellos que son resistentes. Estos incluyen agentes patógenos causantes de diarrea y fiebre en el ser humano como Salmonella y Campylobacter, que se transmiten a través de la cadena alimenticia. El pollo y sus derivados son alimentos comúnmente implicados en la transmisión de gérmenes resistentes a los antibióticos. El comercio de alimentos y la globalización contribuyen con la diseminación de microorganismos resistentes entre países. Debido a lo anterior, la Unión Europea prohibió en 2006 el uso de cualquier antimicrobiano para promover el desarrollo de los animales de granja. En los humanos, los antibióticos están siendo mal utilizados de diversas maneras. En países emergentes de Asia, África y Latinoamérica, se consumen antibióticos degradados por malas condiciones de almacenaje, vencidos que han sido donados, y falsificados que incluyen medicamentos con poco o ningún ingrediente activo. Otra forma de mal uso incluye la autoadministración a partir del botiquín casero, la reutilización de antibióticos de una receta anterior para la misma u otra persona, y dispensación en la farmacia a solicitud del paciente, sin receta médica o a través de la recomendación del farmacéutico. Los médicos se ven forzados a recetar antibióticos ante las demandas de sus pacientes; en otras ocasiones los prescriben para infecciones por virus, las cuales no los requieren. Otros factores son los tratamientos incompletos, descontinuados por los pacientes, en lo que influye la percepción de poca gravedad de la enfermedad y la mejoría de los síntomas, así como la actitud complaciente de las autoridades de salud y las acciones constantes para promover antibióticos por parte de la industria farmacéutica. Consecuencias de la resistencia La resistencia a los antibióticos impacta fuertemente a la población, a los hospitales y a los servicios de salud del país. Las víctimas de una infección causada por un germen resistente a los antibióticos probablemente requieran hospitalización y la aplicación de drogas más caras y tóxicas, con lo que se incrementan los gastos de atención a la salud. El tratamiento para la tuberculosis sensible a los antibióticos costaba US $20.00, ahora cuesta cien veces más. La resistencia aumenta los días de estancia hospitalaria y permite la transmisión del microorganismo a otros pacientes susceptibles, lo cual resulta en un aumento del número de enfermos. Al fallar los antibióticos de ¿Qué podemos hacer? Se han utilizado y se proponen varias estrategias para enfrentar el problema de la resistencia, tales como: a) Desarrollo de nuevas sustancias antimicrobianas y vacunas para prevenir las enfermedades infecciosas; b) Desarrollo de métodos de laboratorio más rápidos para detectar gérmenes resistentes; c) Implementación de medidas para el control de infecciones en la comunidad y en los hospitales; d) Aplicación de programas de educación dirigidos a médicos, enfermeras, farmacéuticos y al público en general en relación al uso prudente de los antibióticos; e) Implementación de un sistema de vigilancia a nivel regional, estatal y nacional que nos informe cuáles bacterias y en qué nivel están presentando resistencia, con el fin de intervenir y aplicar medidas para evitar su diseminación; f) Aplicación de un programa de rotación y combinación de antibióticos en los hospitales; g) Legislación en relación a los antibióticos de libre venta y aquellos sujetos a control; h) Prohibición del uso de antibióticos para promover la engorda de animales de granja; i) Establecimiento de un sistema de control y reglamentación eficaz para todos los antimicrobianos de uso veterinario. Las víctimas de una infección causada por un germen resistente a los antibióticos probablemente requieran hospitalización y la aplicación de drogas más caras y tóxicas, con lo que se incrementan los gastos de atención a la salud. Tabla 1. Breve historia de la Medicina 2000 a.C. 1000 a.C. 1850 d.C. 1920 1945 1955 1960-1999 2000 Revista Universidad de Sonora primera elección, el uso de antibióticos más potentes puede complicar el cuadro y el paciente puede presentar colitis pseudomembranosa, una infección en sangre o por hongos. Como consecuencia lógica se incrementa la mortalidad. Come un trozo de esta raíz. Comer esas raíces es una costumbre pagana. Repite esta plegaria. Esa plegaria es una nueva superstición. Bebe esta poción. Esa poción está preparada con aceite de serpiente. Toma esta pastilla. Esa pastilla es ineficaz. Toma penicilina. ¡Oh!..., los microorganismos han mutado. Toma tetraciclina. Otros 39. ¡Oh!... Toma este antibiótico más potente. ¡Los microorganismos nos han vencido! Come un trozo de esta raíz. Anónimo Tabla 2. Microorganismos resistentes a los antibióticos. Microorganismo Shigella flexneri Shigella dysenteriae Enfermedad Resistencia a: Disentería bacteriana Ampicilina, tetraciclina, sulfas, trimetoprim, ácido nalidíxico Vibrio cholerae O1 Cólera Ampicilina, sulfas, trimetoprim, ácido nalidíxico. Salmonella serotipo Typhi Tifoidea Ampicilina, cloranfenicol, sulfas, trimetoprim Infecciones en piel, sangre, articulaciones, neumonía, osteomielitis Todos los antibióticos βlactámicos, quinolonas, aminoglucósidos, macrólidos y lincosamidas. Tuberculosis Isoniazida, estreptomicina, rifampicina Salmonella no Typhi Diarrea y fiebre Ampicilina, cloranfenicol, tetraciclina, estreptomicina, sulfisoxazol, ceftriaxona, Campylobacter jejuni Diarrea Fluoroquinolonas Staphylococcus aureus Mycobacterium tuberculosis Bibliografía COLLINGTON, Peter J., “Antibiotic resistance”, Medical Journal of Australia, vol. 177, 2002, pp. 325-329. COHEN, Mitchel L., “Epidemiology of drug resistance: Implications for a post-antimicrobial era”, Science, vol. 257, 1992, pp. 1050-1063. “Contengamos la resistencia microbiana”, http://www.who.int/infectious-disease-report/2000/other_versions/ IDR2000Spanish.pdf. Accesado el 19 de febrero de 2008. FURUYA E., Yoko, Franklin D., Lowy, “Antimicrobial-resistant bacteria in the community setting”, Nature Reviews Microbiology, vol. 4, 2006, pp. 36-45. LEVY, Stuart B., “The challenge of antibiotic resistance”, Scientific American, March, 1998, pp. 46-53. 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