Un jarabe que se destaca Poco antes de las Fiestas de fin de Año 2014, una hermana me hizo llegar un publirreportaje publicado en el periódico Le Bel Âge 1, acerca de los productos naturales de marca Sapino. ¿Por qué enviar a los Archivos una publicidad como ésta, en la cual nos quieren demostrar el uso ancestral de la goma de abeto balsámico en remedios naturales, y que es mencionado en una publicación de las Hermanas de la Providencia, el Traité élémentaire de matière médicale. (Tratado elemental de materia médica). En esta época del hemisferio norte de resfriados y gripes, pensé que podría ser interesante reconstituir la historia del famoso jarabe de resina de abeto elaborado por las Hermanas de la Providencia. El Traité élémentaire se publicó por primera vez en 1869. Con el apoyo de varios profesores de medicina y cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad Victoria de Montreal, este volumen de casi 1200 páginas fue redactado por las hermanas Marie-Joséphine (Octavie Coursolles) y PierreClaver (Elmire Resther). “Ellas hicieron durante varios meses este trabajo considerable, emprendido a iniciativa de nuestro amado fundador, Monseñor Bourget. Fue impreso aquí, por nuestras hermanas MarieCécile y sus compañeras, incluyendo a las dos autoras. Fue encuadernado por hermana Martin, hermana Clément y hermana Marie des Martyrs. El propósito de este tratado es proporcionar a nuestras hermanas el conocimiento necesario para curar a los enfermos, ya sea bajo la guía de un médico, cuando hay uno disponible, o sin médico, sobre todo los pobres. Fue registrado en conformidad con el Acta del Parlamento de Canadá en 1869, en la oficina del Ministro de Agricultura. Derecho de traducción reservado. 2 La última frase menciona un derecho de traducción. De hecho, se hizo una traducción al inglés de este libro en 1889, o sea 20 años después de la primera edición francesa. Al hojear el Traité, no demoré en ver que está lleno de abreviaturas, términos especializados y secciones diversas, por lo que es un libro muy difícil de consultar para quien no está familiarizado con el área médica. De todos modos, la fórmula del jarabe de goma de abeto “oficial” no se encuentra allí por la simple razón que se trata de una receta secreta que nunca fue divulgada. Por lo tanto no voy a hablar más del Traité para dedicarme antes bien a la historia del jarabe. La famosa fórmula se encuentra en un librito manuscrito muy común y corriente en apariencia pero que encierra muchos tesoros medicinales del siglo diecinueve. Desde la fundación de la Congregación en 1843, el jarabe de resina de abeto ha sido elaborado por las religiosas asignadas a la farmacia del Asilo de la Providencia en Montreal. Era una fórmula antigua heredada por Madre Émilie Caron de una tal hermana Frigon, Hospitalaria del Hôtel-Dieu de Montreal. Desde el comienzo de la producción, la receta del jarabe fue modificada para mejorar sus propiedades. Lo administraban gratuitamente a los enfermos del Dispensario de la Providencia de Montreal, y además se vendía a precio abordable en los establecimientos de salud. A lo largo de los años, decenas de farmacias y almacenes generales han encargado el afamado “Jarabe de las Hermanas” al laboratorio de la Providencia. Se usaba « para casos de refriado, bronquitis, dolores de 1 2 Vol. 21, no 4, Diciembre 2014 – Enero 2015 Extracto de las Crónicas de la Casa Madre 1864-1872. estómago y consunción pulmonar” 3. Las utilidades de la venta se usaban para administrar el dispensario y apoyar otras obras de la Providencia. Contenido Como ustedes lo suponen, no les puedo dar la receta del “Jarabe de las Hermanas”. No porque falte en los Archivos, sino que está prohibido. Véanlo por sí mismos, está escrito muy claramente en la libretita. “Cuaderno de recetas de diferentes remedios registrados o con sello. Este cuaderno debe: 1° Permanecer siempre bajo llave. 2° Ser visto sólo por las primeras boticarias. 3° Nunca se debe dar, prestar, ni mostrar estas recetas a nadie sin el permiso expresa de la Superiora Geneneral. 4° Nunca deben ser modificadas sin la misma autorización. 5° Para mandar hacer preparaciones, hay que copiar exactamente la fórmula y el proceso para la persona que hará la preparación (una de las primeras boticarias). 6° Esta copia debe ser vista por dos boticarias a fin de asegurarse que no hay errores. 7° Inmediatamente después de hecha la preparación, se debe destruir la copia y nunca dejarla tirada. 8° Nunca se deber permitir que se hable de lo que entra en la composición de estos remedios, ni siquiera delante de las hermanas. 9° Las boticarias no deben apoderarse de estas recetas para llevarlas a otro lugar sin la misma autorización de la Superiora General. Estas recetas son propiedad de esta casa para el mantenimiento de los dispensarios de los pobres, nuestros Señores, y Dueños. Sería una indiscreción culpable apoderarse de ellas. Una copia exacta de este cuaderno debe ser conservada en los Archivos. Por orden de la Superiora General. Comercialización En Febrero de 1875, los farmacéuticos Laviolette & Nelson deseaban vender el “Jarabe de las Hermanas” en sus establecimientos de Montreal. Monseñor Bourget, obispo de Montreal y fundador de la Congregación de las Hermanas de la Providencia, recomendó al consejo general que registrara el famoso jarabe antes de lanzarse en la venta pública, para que la fórmula del remedio no sea copiada. Los farmacéuticos Kerry & Watson trataron de bloquear el registro pretextando 3 Apuntes sobre el jarabe de resina de abeto compuesto, p. 4. que ellos también poseían un jarabe semejante (Jarabe Grey) y que esto “suscitaría una competencia ruinosa para ellos”.4 El 30 de Marzo de 1875 el “jarabe de resina de abeto compuesto” fue inscrito como marca registrada en Ottawa y Washington, D.C. por la “Corporación de las Hermanas del Asilo de la Providencia de Montreal”. Esta corporación fue modificada en 1884 cuando el nombre de la Congregación cambió a “Las Hermanas de la Caridad de la Providencia de Montreal”. Para efectuar la distribución del jarabe de resina de abeto más allá de las fronteras, se ideó utilizar agentes extranjeros, pero también … hermanas, para reducir los costos. Así es cómo las valientes hermanas Marie-Joséphine (Octavie Coursolles), Colomban (Isabelle MacWilliams), L’Ange-Gardien (Zénaïde Thompson) y Canisius (Justine-Ida Coursolles) fueron encargadas por Monseñor Bourget de “salir de la diócesis a recorrer las villas y los campos de diócesis ajenas para distribuir el remedio para provecho y beneficio de los pobres. […]” 5. Con la asistencia de protectores laicos y miembros del clero, las hermanas asumieron su duro oficio llevando consigo muchas botellitas de vidrio llenas del famoso remedio a través del Canadá y los Estados Unidos. Imagen 1 : Botella de vidrio con texto en relieve. Foto de www.bouteillesduquebec.ca. Debido a una creciente demanda de jarabe, especialmente en tierra estadounidense, “nuestras hermanas establecieron [en Marzo de 1875, en Providence St. Louis, Winooski, Vermont] un depósito de ‘jarabe de resina de abeto’ para los Estados Unidos. Esta nueva empresa resultó sumamente difícil a causa del espacio que les servía de Laboratorio: una cocina y un refectorio […] Con el aumento de las ventas del jarabe, tuvieron que alquilar una casa cerca del convento para esta obra […]” 6. Proceso La gran popularidad del jarabe ocasionó mucho descontento entre los farmacéuticos, como se ha dicho anteriormente. El 24 de Noviembre de 1875, los fabricantes del Jarabe Grey entablaron un proceso contra las Hermanas con el fin de estropear el comercio de su producto, alegando un plagio. Las deliberaciones del Consejo General del 5 de Enero de 1876 mencionan que: “ha sido decidido con mayoría de votos: Que la Corporación se dejará demandar por la Agrupación de Farmacéuticos opuestos a la venta del jarabe de resina de abeto, por la cual hemos obtenido una patente. […]” 7. En 4 Idem, p. 3. Apuntes sobre el jarabe de goma de abeto, p. 4. 6 Circulares de la Superiora General 1866-1884, p. 89 (98). 7 Deliberaciones del Consejo General, tome II, 1858-1880, página 202 (anverso). 5 este litigio la Congregación fue representada por los abogados François-Xavier-Anselme Trudel (futuro senador) y Louis-Olivier Taillon (futuro Primer Ministro de Quebec). 8 Estos procedimientos crearon dificultades a las hermanas para vender el jarabe, pero ellas no se desalentaron y siguieron con su comercio. De hecho, el 30 de Enero de 1877, en las deliberaciones del Consejo General, “[…] fue decidido con mayoría de sufragios: 1o Que continuaremos la venta de jarabe de resina de abeto a las personas que lo soliciten ya sea al detalle o en cantidad; 2o Que la marca comercial será quitada del exterior de las cajas grandes; 3o Que en el futuro no se pondrá ningún afiche y que la Comunidad no hará ninguna propaganda en los diarios; 4o Que no se establecerá en el futuro ninguna agencia para el jarabe; los comerciantes u otros que lo deseen comprar para venderlo al detalle, lo pagarán al contado, tanto como sea posible, al precio ya reducido en vigor, para que puedan sacar utilidades sobre la venta. La misma regla se aplicará a los otros remedios; 5o Que los dos laboratorios, el de Montreal y el de Winooski Falls continuarán sus actividades […]” 9. Estos procedimientos judiciales duraron varios años, llegando hasta la Corte de Apelación de la Reina. Finalmente, un fallo absolviendo a las Hermanas de la Providencia fue pronunciado por la Corte Superma en 1878. Éste mencionaba que “(Las Hermanas) no violaron la marca registrada que los Demandantes reclamaban como propiedad suya; que las alegaciones de violación presentadas por los Demandantes no solamente resultaron sin corroborar sino que fue lo contrario que se demostró.” 10 Lamentablemente los litigios y los rumores calumniosos vehiculados por personas malintencionadas perjudicaron la venta del “Jarabe de la Hermanas”. Como la población creía que la venta había sido prohibida por la Corte, las utilidades disminuyeron, poniendo en peligro el funcionamiento del Dispensario. En1880 un ciudadano anónimo publicó un recuadro titulado “Un proceso ganado dos veces” a fin de aclarar las cosas. Probó, punto por punto, que el “Jarabe de las Hermanas” adelantaba de 29 años el de Grey, y que por lo tanto, las hermanas eran inocentes y que la gente debía seguir comprando su eficiente remedio. 8 Notes Historiques 1799-1893, p. 115. Deliberaciones del Consejo General”, tomo II, 1858-1880, página 208 (anverso y dorso). 10 Un proceso ganado dos veces p. 17. 9 Envase En un promedio anual, la Dominion Glass Company (Montreal) entregaba unas 800 cajas de 15 docenas de botellas destinadas al “Jarabe de las Hermanas”, o sea 144.000 botellas por año. Las primeras botellas de jarabe eran fabricadas de vidrio soplado. Luego fueron diseñadas en moldes. Las botellas más antiguas tenían un texto grabado en relieve en el vidrio. Más adelante se dejó de grabar las botellas y se les pegaron etiquetas. Hablando de las etiquetas, hermana Yvette Demers se acuerda que “entre el fin de los años 1940 y la venta de la receta, se enviaba hojas de etiquetas a algunas casas del Este para que las hermanas pudiéramos recortar las etiquetas durante nuestros periodos de recreo.” Imagen 2: Botellas de vidrio: con texto en relieve y con etiqueta. Foto procedente de www.bouteillesduquebec.ca. En los últimos años, algunas botellas, o fragmentos de botellas, fueron encontrados en la región de Montreal, incluyendo una a orillas del río St-Laurent en Boucherville (2010) y otra tan lejos como en el pueblo de Banff, Alberta (2008). Imagen 3: Laboratorio de fabricación del jarabe de resina de abeto de las Hermanas de la Providencia. Hermana Gabriel-duRosaire (Évangéline Arsenault) tenía la receta, 1960. M1b.38 (47) Archivos Providencia Montreal. En 1962, la fabricación del jarabe de resina de abeto cesó progresivamente. Con la venta del Asilo de la Providencia a la Ciudad de Montreal 11 y el traslado de la Casa Madre de la Calle Fullum al barrio de Cartierville (Montreal), la Congregación autorizó la venta de la fórmula. La receta del jarabe fue comprada por los farmacéuticos Leduc & Leduc Ltda. (Montreal) el 23 de Febrero de 1965. Esto marcó el final para el “Jarabe de las Hermanas” en su forma original. La próxima vez que usted tenga un resfriado o una gripe, el famoso “Jarabe de las Hermanas” podría muy bien venirle a la mente... ¡Tal vez anhele tener una botellita a la mano! Imagen 4: Extracto de las deliberaciones del Consejo General, Hogar de la Providencia, 8 de Octubre, 1964. 11 El Asilo de la Providencia estaba situado donde se encuentra hoy la salida a la Calle Ste-Catherine de la estación de metro Berri-UQÀM en Montreal. Imagen 5: Parte del recuadro anónimo titulado “Un proceso ganado dos veces” publicado en 1880. Sra. Marie-Claude Béland, Archivista Profesional, Administración General de las Hermanas de la Providencia