Revive conflicto por petróleo en la frontera Por Mauricio Álvarez M

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Revive conflicto por petróleo en la frontera
Por Mauricio Álvarez M *
La región de Centroamérica y el Caribe ha sido escenario de conflictos por supuestos depósitos de
petróleo. Desde el inicio de la llamada “era petrolera”, y desde que se fijaron los límites de las
áreas con posibles yacimientos, ha habido un sinnúmero de problemáticas por su interpretación.
Esto ha repercutido en una lista interminable de litigios, asociados a la construcción de
“identidad”; basándose en el nacionalismo, que resulta muy rentable políticamente.
En la época contemporánea, después de la crisis de los precios del petróleo a finales de los 70, se
ha recurrido a estos diferendos para mejorar la imagen de las dictaduras y los malos gobiernos,
que son normales en la región. Lo anterior, considerando que es un recurso de poco interés para la
geopolítica petrolera, por su baja calidad y el escaso potencial de comercialización. Por lo tanto,
las pretensiones políticas son las que en términos reales, se escudan bajo la insignia del petróleo.
Un ejemplo de las tensiones que se han generado es el caso de Nicaragua, que ha iniciado
múltiples conflictos limítrofes con sus vecinos de Honduras, Colombia y Costa Rica, como forma de
evadir sus deberes y funciones. Por eso, no es de extrañar que sobre la discusión de trochas,
invasiones o dragados, se busquen temas auxiliares como el petróleo para mantener este
conflicto, -tan rentable políticamente- para ambos deslucidos gobiernos.
Históricos litigios
A finales de los noventas, Nicaragua estableció otra disputa con Honduras, a raíz de la firma de un
acuerdo marítimo entre este y Colombia (Tratado Ramírez-López). Según lo argumentado por los
nicaragüenses, perdieron 130 mil kilómetros cuadrados de plataforma marítima continental.
Honduras afirmaba que el límite de Nicaragua es el paralelo 15; Nicaragua alegaba que es el 17. La
Corte Internacional de Justicia de La Haya (2007) resuelve, por un lado dándole a Honduras la
soberanía de cuatro islas del mar Caribe sobre las que mantenía un diferendo con Nicaragua, pero
desestimando lo relacionado tanto con el paralelo 15 como con el 17 a manera de frontera.
Además, estableció un nuevo límite que sigue una línea bisectriz entre las líneas costeras de
Honduras y Nicaragua, ella respeta los mares de las islas bajo soberanía hondureña. Es este
conflicto las concesiones petroleras de unos y otros atizó el nacionalismo, pues se utilizaba como
prueba de la soberanía.
Con Colombia. Por otra parte, las concesiones mar adentro han alimentado los conflictos
limítrofes entre Nicaragua, Colombia y Honduras, pues es una práctica generalizada ofertar
bloques en zonas de litigio fronterizo. Tanto el Gobierno Orteguista –considerado de izquierda- y
aquél de corte más liberal, han utilizado esta práctica como una forma de provocación para sus
vecinos, incluso a pesar de sentencias de la Corte Internacional de Justicia. Esta estrategia ha sido
devuelta con la misma cortesía por los países al otro lado de las fronteras.
Según Nicaragua, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) de Colombia ofertó en la ronda de
Licitación Petrolera de las 2010 zonas. Las cuales son objeto de litigio ante la CIJ. Por ello, se
advertía del riesgo de que una sentencia determine que dichos territorios no pertenecen al país
ofertante. En este sentido, la viceministra de Energía y Minas, Lorena Lanza, aseguró que no se
pueden establecer exploraciones petroleras de ningún tipo en la zona, hasta que la Corte
Internacional de Justicia (CIJ) no haya emitido una sentencia definitiva sobre los límites fronterizos
entre Nicaragua y Colombia en el mar Caribe. (Laprensa, 22-06-2010).
Durante el proceso de licitación internacional para la exploración petrolera, abierto por el
Gobierno nicaragüense (2001), este ofreció -según Colombia- una zona bajo el dominio
colombiano, en el archipiélago de San Andrés y Providencia. Esto generó un fuerte altercado entre
ambos Gobiernos. En aquél momento, Álvaro Uribe -presidente colombiano- amenazó con usar la
armada para evitar la exploración petrolera. Posterior a esto, Colombia licitó las mismas áreas,
pero la resistencia de las comunidades locales que viven de pesca y turismo, terminó con la
intención.
Orteguismo pro-petróleo. El Gobierno actual de Nicaragua ha utilizado el tema del petróleo de
manera propagandística, por ejemplo, cuando anunció una refinería con un costo de $3.500
millones, misma que fue prometida por Hugo Chávez como parte de los $8.800 millones que
ofreció en una gira de promoción de PETROCARIBE (AFP, 2007). En un primer momento, la
refinería iba a estar en el 2012 y después se dijo que se finalizaría para el 2013. La prensa informa
que se han invertido US$233.2 millones, pero el progreso del proyecto es imperceptible, lo que ha
motivado el cuestionamiento del destino de esto fondos, considerando que el único avance es un
plantel de tierra compactada. (Información en laprensa.com.ni, 25 de marzo de 2013)
Lo que sí hizo el Gobierno – otrora antimperialista- de Nicaragua fue entregar su petróleo, al
firmar un contrato para la exploración de la costa Caribe, con la empresa estadounidense MKJ
Exploraciones Internacionales S.A. (socia de Noble Energy Ltd.), y aprobar con el máximo
secretismo, los estudios de impacto ambiental.
Para lograr la aprobación de este proyecto fue necesario “comprar” a las autoridades indígenas
locales, pues en comunidades que dependen de la pesca y de los recursos naturales, el rechazo a
este tipo de actividad es muy fuerte. En las tres ocasiones anteriores en las que se pretendía el
desarrollo de iniciativas similares, se fracasó por la resistencia de las comunidades y por
mecanismos legales vinculados a la falta de consulta popular, a pesar de que se contaba con el
apoyo del Gobierno para su desarrollo.
En el caso de Noble Energy, la concesión fue otorgada en dos áreas ubicadas en la plataforma
marítima del Caribe central nicaragüense. En el Mar Caribe nicaragüense otra empresa (Infinity
Energy) tiene asignado 16 bloques para la exploración petrolera. Mientras que las áreas que
explora la empresa Noble Energy suman 24 bloques. Ambas áreas tienen una extensión
combinada de 800.000 hectáreas (cerca de 8.000 kilómetros cuadrados) e incluyen importantes
zonas de pesca de las comunidades indígenas, como es el caso del banco Tyra, a 120 kilómetros al
este-sureste de Bilwi (Puerto Cabezas), y en el banco Isabel, a 170 kilómetros al noreste de
Bluefields, Caribe sur. En el Pacífico de Nicaragua, las exploraciones no encontraron yacimientos
explotables.
Este mapa es el resultado de la licitación de 2001 y tiene fecha 2003, se puede observar que esta es el área oficialmente
concesionada y que está bastante lejos de la frontera marítima norte que es la que presentaría el traslape de bloques.
Fuente: Instituto Nicaragüense de Energía, 2003
En el caso de Costa Rica, la denuncia de la cancillería no es nueva, pues ya en el 2002, el ex
canciller Roberto Tovar protestó por la inclusión en el mapa de licitación del área marítima
costarricense. También, la tensión quiso revivirse a la luz del conflicto con Calero, aduciendo que
frente a la isla había un importante yacimiento licitado por Costa Rica en el Bloque 11. (La Nación,
23-3-11)
Este Bloque 11 fue de interés de la compañía San Antonio Gas & Oil, INC quien participó en la
Licitación Petrolera Nº 2 en el 2000, pero pretendió descalificar la oferta presentada por la
Compañía “por incumplir los requisitos del Cartel de la Licitación Petrolera No2 y el Reglamento del
Sistema de Licitación para la celebración de contratos de exploración y explotación de
Hidrocarburos que regula este proceso”. (Resolución No 105- MINAE)
Este es el otro mapa base de la molestia de Cancillería de Costa Rica, es importante comparar los límites al Sur, son
exactamente iguales. Fuente: http://www.mem.gob.ni/, 2013
Comparando el mapa que activa la denuncia costarricense y el de la anterior licitación, se
evidencia una ligera diferencia en los límites entre Honduras y Colombia, que incorporan las
últimas resoluciones de la Corte Internacional de Justicia. Mientras que el límite marino con Costa
Rica es exactamente igual en ambas licitaciones.
A manera de conclusión. Todo lo anterior evidencia que existe un problema tras la falta de límites
para la frontera marítima, el cual resulta de provecho según las necesidades del Gobierno
Nicaragüense. Ello provoca que se activen réplicas, basadas en el nacionalismo, desde Costa Rica.
Debido a que, los sectores pro-petroleras sostendrán las posibilidades de que sea extraído el
petróleo nacional -con tono de alarma-.
Sin embargo, no se debe dejar pasar el hecho de que los bloques fueron ofertados desde hace más
de 10 años y no se ha despertado el interés de ninguna empresa en el desarrollo de proyectos
petroleros en esa zona. Lo anterior, debido a los conflictos políticos vinculados al excesivo
nacionalismo y a los procesos jurídicos pendientes que siguen ambos países. Las compañías
realizan adecuadas lecturas de los panoramas políticos por lo que, no invierten para evitar
involucrarse en los conflictos fronterizos.
*Geógrafo, docente UCR, presidente FECON, representante de la Red Oilwatch en Mesoamérica y
con una especialidad en Industrias extractivas y Desarrollo Sostenible de la Universidad Católica de
Perú.
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