Carta del tío Román

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Santa Fe 1 de Diciembre de 2013,18:00 hs.
Atravesados por el dolor
Son momentos difíciles, momentos indescriptibles, hundidos en la desesperación y el espanto. Una
niña de 7 años lucha por su vida. Una bala perdida atravesó su cráneo y desbarranco su vida. Borró
su sonrisa, su mirada, su alegría. Tiró por la borda la felicidad de una familia. Una niña que fue a jugar,
a compartir unos momentos con sus amigos ya no brilla más.
Está postrada en una cama, rodeada de aparatos y cables, rodeada de nada. En este contexto de
llanto y sufrimiento sus papás sólo esperan un milagro. La contención de familiares y amigos es
permanente, constante e incansable. La contención de médicos, enfermeras, equipo de salud y la
comunidad del Club Regatas también lo es. La contención de la sociedad en general se hace sentir.
Gente desconocida, de todos los niveles, sociales y culturales han expresado su consternación, su
solidaridad. La contención institucional de nuestros representantes todavía no se ha hecho sentir (tal
vez trabajan en el silencio).
De ninguna manera debemos responsabilizar de semejante barbarie, de la locura, estupidez e
insensatez de unos delincuentes a nuestros políticos.
En este momento sus papás no tienen más fuerzas y metas que la salud de Serena.
Somos parte de una sociedad en donde cada uno debe cumplir un rol y mientras sus papás se hunden
en el sufrimiento existe una institución policial, existe un poder del Estado como el Judicial que debe
trabajar. Lo deben hacer porque es su obligación, lo deben hacer por el simple hecho de estar formado
por seres humanos. Si esto no ocurre, seguiremos hundiéndonos en el abismo.
Y de esto sí vamos a responsabilizar a nuestros representantes. La falta de acción y de justicia si es
su responsabilidad. Queremos seguir siendo parte de una sociedad justa, con valores nobles donde
prime el sentido común. En una sociedad donde el puño y la letra, la palabra y el amor prevalezcan
sobre el odio, la miseria y el resentimiento. Para que esto ocurra necesitamos acción y justicia.
Necesitamos que cada uno ocupe el lugar que le corresponde. Hoy los papás de Serena no pueden
más que estar junto a su hija, ya tendrán tiempo y espacio para pensar en la justicia, y espero que
nunca en la resignación.
Por eso exigimos que esta sociedad reaccione, que nos ayude, que cada institución haga lo que tiene
que hacer. Mientras tanto, seguimos esperando un milagro, seguimos atravesados por el dolor. Solo
esperamos no terminar atravesados por la INJUSTICIA.
Tío Román
Román Rota
D.N.I. N°: 21.999.580
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