El derecho del pueblo saharaui a decidir su futuro en un

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TRIBUNA
Por José Luis Centella*
El derecho del pueblo saharaui a decidir su futuro
en un referéndum
L
a situación que viven
los habitantes del Sáhara Occidental, ocupado
militarmente y de forma
ilegal por Marruecos desde hace más
de 40 años, tristemente con la complicidad de la comunidad internacional y, de forma muy especial, con
la de los sucesivos gobiernos españoles, dejó hace tiempo de ser una
noticia destacada para los medios
informativos. El pueblo saharaui, que
da lecciones diarias de honestidad,
dignidad y responsabilidad, no pone bombas, ni realiza atentados suicidas. El Frente Polisario y los legítimos representantes de la República Árabe Saharaui Democrática
(RASD) hace muchos años que asumieron la vía pacífica para alcanzar
el derecho a decidir su futuro, en el
marco de las leyes internacionales.
Muchos quieren en la práctica que
todo ello se vuelva en su contra.
Frente a esta situación, la realidad
que cuesta cada vez ver más es que
los y las saharauis están siendo sometidos a una verdadera limpieza
étnica por parte de las autoridades
marroquíes. Están abandonados a su
suerte en los campamentos del desierto o perseguidos por el Ejército
y la Policía en el suelo que les pertenece. El pueblo saharaui nos necesita a todos y por ello levantamos
la voz para exigir al Gobierno español –aunque en estos momentos
esté en funciones–que desde su posición en el Consejo de Seguridad
de Naciones Unidas (ONU) defienda “un firme e incondicional apoyo
para el restablecimiento de la MINURSO (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara
Occidental) con competencias en
Derechos Humanos en la zona y pa-
ra que se concrete un calendario específico de cara al referéndum”.
En una reciente visita a España
tanto el ministro de Estado y consejero presidencial de la RASD, Bachir
Mustafá Sabed, como Jira Bulahi
Bad y Mohamed Alí, nueva delegada y consejero político del Frente
Polisario en España, respectivamente, nos informaron de primera mano de que la situación que vive su
pueblo se ha endurecido notablemente en los últimos meses debido
a las constantes violaciones de los
Derechos Humanos por parte de las
autoridades de Marruecos en la zona ocupada. A este hecho se le añade el aumento de los problemas a
nivel diplomático motivado por la
expulsión marroquí de parte del personal de la MINURSO.
Si, como nos tememos, Marruecos expulsa a toda la MINURSO y
Naciones Unidas no hace nada, estarán abocando a los saharauis a la
vuelta a las armas, aunque el Frente Polisario no lo desee. En este caso, España tendrá que asumir su responsabilidad por hacer dejación de
su responsabilidad como potencia
La realidad
que cuesta
cada vez ver
más es que
los y las
saharauis
están siendo
sometidos a
una
verdadera
limpieza
étnica por
parte de las
autoridades
marroquíes,
abandonados
a su suerte en
los
campamentos
del desierto o
perseguidos
por el Ejército
y la Policía en
el suelo que
les pertenece
colonizadora obligada a que se cumpla la legalidad internacional que
exige la celebración de ese referéndum tantos años anhelado para que
el pueblo saharaui decida libremente
su futuro.
En el contexto político y diplomático actual resulta prioritario que
se establezca un calendario con absoluta nitidez para que se celebre
esta consulta de autodeterminación
para el Sahara Occidental.
Hasta ahora el Gobierno español
se ha limitado a cruzarse de brazos
de forma cómplice y a no hacer nada. El referéndum, justo y exigible
desde el derecho internacional, ya
se ha retrasado por bastante tiempo.
Pesan demasiado los 40 años de guerra y diplomacia sin logros definitivos. Es imprescindible que en pocos
meses la ONU pueda dar los pasos
para organizar la consulta con las
suficientes garantías, de manera que
el pueblo saharaui pueda alcanzar
definitivamente la libertad que merece quienes han estado sometidos
a una dominación colonial tan injusta y violenta.
Por todo ello, como aludía al principio, a pesar de que este tema no
aparece en las portadas de los medios de comunicación, algunos vamos a seguir empeñándonos en que
este tema forme parte del discurso
de la próxima campaña electoral.
Por nuestra parte, presionaremos para que sea uno de los compromisos
destacados que adquiera el nuevo
Ejecutivo que salga de las urnas en
los comicios del próximo 26 de junio. Las demandas del pueblo saharaui son justas y no pueden esperar
por más tiempo.l
*Coordinador de la Presidencia Federal
de Izquierda Unida
nº 1156. 23–29 de mayo de 2016
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