PEDRO REYES babymarx

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PEDRO REYES babymarx
FEBRERO 26 - ABRL 17, 2010
En 1851, reflexionando sobre la llegada del Segundo Imperio francés, Karl Marx repitió una
famosa idea que había leído en una carta de Engels, que era a su vez una paráfrasis
de Hegel: “…si todos los hechos y los personajes de gran importancia en la historia del
mundo ocurrieran dos veces, la primera vez lo harían como una “gran tragedia”, la
segunda como una “farsa putrefacta”.”. Hace un siglo y medio, Marx y Engels consideraron esta repetición de modo desesperado, blandiendo la categoría de farsa, como
una denuncia a la dictadura de Luís Napoleón Bonaparte. Sin embargo, en el contexto
del capitalismo avanzado, Pedro Reyes (México, DF, 1972) con Baby Marx, nos invita
a reevaluar la herencia política de la repetición y la farsa.
Teniendo en cuenta la reciente tendencia al cine distópico en la producción de
películas taquilleras de Hollywood, Reyes propone “reiniciar” el debate entre el socialismo y el capitalismo del siglo XIX. Los magnates de los medios de comunicación
tales como Ronald D. Moore (Battlestar Galactica) y J.J. Abrams (Star Trek) del mismo
modo han resucitado distopías, visiones futuristas sobre los tiempos de la Guerra Fría
con un gran éxito comercial. La Repetición en dichos contextos —principalmente en
Baby Marx—, se propone como un medio para agilizar el proceso de producción en si
mismo: el reconocimiento de la marca ha sido subvencionado por adelantado, saca
provecho al apego emocional que siente el consumidor por la franquicia.
Tras trabajar con la productora cinematográfica Detalle Films por un año, Pedro
Reyes trató de evocar al fantasma de Marx como una empresa de entretenimiento. En
conjunto, Reyes y Detalle Films, preguntan si la lógica iterativa de la franquicia no
puede ser tergiversada fuera de la producción racionalizada de la plusvalía, y si, en
consecuencia, los sueños utópicos de Marx y de sus títeres aliados no podrían descubrir una renovada vitalidad en la biblioteca pública de Ciudad Crisis. Por supuesto,
en el pensamiento de Marx, la franquicia siempre ha sido un asunto tramposo, como
la figura demoníaca de Stalin nos lo recuerda. El relato inacabado de Baby Marx deja
abierta la pregunta de cómo las estrategias propias del capitalismo pueden ser utilizadas para reanimar un proyecto socialista en una era post-soviética.
La estructura de repetición se vuelca desde la línea de tiempo de Baby Marx al
espacio de exposición, confundiendo cualquier distinción rigurosa entre la superficie
y la profundidad. Reorganizando una práctica de marketing que se volvió de rigor
desde que los discos de video digital desplazaron del mercado masivo a las cintas
VHS, Reyes nos da acceso al Making of de Baby Marx, así como a material inédito de
la filmación del episodio piloto de esta serie. Incluso antes la repetición de la farsa, el
ensayo ya se ha solidificado en una potencial fuente de valor. Al espacializar estos
subproductos de su propia mercancía televisiva dentro de la galería, Reyes plantea
una lección sobre la fuerza alienante del capitalismo: por debajo de la superficie de
este fetiche mercantil particular, somos testigos de un equipo de marionetistas, que
trabajan bajo la dirección del artista. La superficie plana de la pantalla de televisión
nos da entrada a un espacio tridimensional, y nos invita a examinar la biblioteca
pública de Ciudad Crisis no sólo como una curiosidad escultórica, sino también, como
un escenario, una fábrica, o la escena de un crimen.
Siempre fiel a la lógica del espectáculo, cada jueves durante la exposición, Pedro
Reyes proyectará el episodio piloto de Baby Marx. Después de las proyecciones, el artista
conducirá grupos de discusión en los cuales la actividad de consumo, también, se
transformará en un poder-laboral de trabajo.
Reporting on the advent of the Second French Empire in 1851, Marx famously repeated
an insight he had read in a letter from Engels, itself a variation on Hegel: if all great
world-historical facts and personages occur twice, the first time they do so as “grand
tragedy,” the second as “rotten farce.” A century and a half ago, Marx and Engels
regarded this repetition with despair, brandishing the category of farce as a denunciation of Louis-Napoléon Bonaparte’s dictatorship. In the context of advanced capitalism, however, Pedro Reyes (Mexico City, 1972) asks us, with Baby Marx, to
re-evaluate the political inheritance of both repetition and farce.
Taking up a recent trend in the production of Hollywood blockbusters, Reyes
proposes to “reboot” the nineteenth century debate between socialism and capitalism. Media moguls such as Ronald D. Moore (Battlestar Galactica) and J.J. Abrams
(Star Trek) have similarly resurrected dystopian, Cold War-era visions of the future to
great commercial success. Repetition recommends itself in these latter contexts
principally as a means of streamlining the production process itself: brand recognition has been subsidized in advance, capitalizing on consumers’ prior emotional
investments in the franchise’s narrative. Conjuring the specter of Marx with the
assistance of a film production company, by contrast, Reyes asks whether the iterative logic of franchising might not be twisted away from the rationalized production
of surplus value, and whether, consequently, the utopian dreams of Marx and his puppet allies might not discover a renewed vitality in the Crisisville Public Library. Of
course, franchising Marx’s thought has always been tricky business, as the demonic
figure of Stalin reminds us. The unfinished narrative of Baby Marx leaves us with the
open question of how capitalism’s own strategies might be used to reanimate a postSoviet socialist project.
The structure of repetition spills out from within the timeline of Baby Marx into
the space of exhibition, confusing any rigorous distinction between surface and
depth. Redeploying a marketing practice that has become de rigeur since digital video
discs deposed VHS tapes from the throne of the mass market, Reyes gives us access
to “The Making Of” Baby Marx as well as rushes from the filming of the pilot episode.
Even prior to farce’s repetition, then, rehearsal has already congealed into a potential
source of value. Spatializing these by-products of his own televisual commodity within the gallery, Reyes posits an object lesson in the alienating force of capitalism:
beneath the surface of this particular commodity fetish we bear witness to a team of
puppeteers huddled together, laboring under the direction of the artist-manager. The
flat surface of the television screen gives way to three-dimensional space, and we are
invited to inspect the Crisisville Public Library not only as a sculptural curiosity, but
also as a stage, a factory, the scene of a crime.
Ever faithful to the logic of rehearsal and repetition, Reyes will host screenings
of the pilot episode of Baby Marx each Thursday during the exhibition. Following these
screenings, he will conduct focus groups during which the activity of consumption, too,
will be transformed into productive labor-power.
M a r x 101
El grupo de lectura inaugural de LABOR estará dedicado al preeminente
pensador de las relaciones de labor, Karl Marx. Ya que la obra de Marx es
tan amplia, esta primera sesión se enfocará principalmente a los textos que
han constituido lo que algunos expertos —incluyendo al filosofo francés
Louis Althusser— han designado como un “Marx temprano” (respondiendo
a la filosofía idealista alemana), diferenciada de un “Marx maduro” (completamente dado al materialismo histórico). En vez de recapitular esta periodización sin un sentido crítico, leeremos al “Marx temprano” junto con las
interpretaciones de Althusser, que preguntan cómo es qué el materialismo
histórico emergió de la temprana escritura filosófica de Marx.
Marx 101 ocurrirá por cinco sesiones a lo largo de diez semanas. Los textos
para el grupo de lectura estarán disponibles en LABOR tanto en inglés como
en español. El cupo se limitará a diez personas. Aunque no se requiere que
los participantes sean conocedores de Marx o del marxismo, sí se espera
que sean lectores cuidadosos y críticos.
http://www.labor.org.mx/enlaces.php
LABOR’s inaugural reading group will be dedicated to the pre-eminent thinker
of labor relations, Karl Marx. Because Marx’s oeuvre is so vast, this first session
will focus principally on texts that have constituted what some Marx scholars
— including French philosopher Louis Althusser — have designated as an
“early Marx” (responding to German idealist philosophy), as distinguished
from a “mature Marx” (fully delivered to historical materialism). Rather than
recapitulate this periodization uncritically, however, we will read “early Marx”
alongside Althusser’s interpretations, asking how historical materialism
emerged from Marx’s early philosophical writing.
Marx 101 will meet for five sessions, over the course of ten weeks. Texts for
the reading group will be available at LABOR in English as well as Spanish.
Participation will be limited to 10 members. While participants are not
expected to have any prior knowledge of Marx or Marxism, they are expected
to be careful, critical readers.
http://www.labor.org.mx/enlaces.php
GRACIAS A | SPECIAL THANKS TO
CHRISTOPHER FRAGA
PEDRO REYES babymarx
COLIMA 55 (ESQ FRONTERA)
ROMA
MÉXICO, D.F., 06700
T y F + 52.55.5208 5579
labor.org.mx
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