Guerra fría y mundo bipolar -La guerra fría fue el sistema de relaciones internacionales imperante desde 1945 a 1991 entre las dos superpotencias, Estados Unidos y la URSS, y la división del mundo en dos bloques: el capitalista y el comunista. • • El bloque occidental o capitalista. Estados Unidos aprobó en 1948 un programa de ayuda económica destinado a la reconstrucción de los países de Europa occidental devastados en la Segunda Guerra Mundial: el plan Marshall. En 1949 Estados Unidos y sus aliados formaron una alianza militar, la Alianza del Atlántico Norte (OTAN). El bloque oriental comunista. La URSS y sus aliados (Bulgaria, Hungría, Checoslovaquia, Polonia y Rumanía. Más tarde se unieron Albania, la RDA, Mongolia, Cuba, Vietnam y Yugoslavia) constituyeron en 1949 el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME o COMECON), con el fin de coordinar sus políticas económicas. En 1955 crearon una alianza militar, el Pacto de Varsovia. Estados Unidos y la URSS almacenaron armamento para amenazar al contrario con la destrucción total. Por eso, los enfrentamientos se resolvieron por medio de conflictos locales en diversos puntos de la Tierra evitando una guerra directa entre las potencias. La guerra fría marcó también la organización interna de los diferentes países del mundo. Los gobiernos de las dos superpotencias difundieron un conjunto de valores que ensalzaba su propio sistema y rechazaba frontalmente el contrario. El control social y político provocó en ambos bloques la represión de las opiniones críticas, si bien esto fue mucho más generalizado en el bloque soviético. Fases de la guerra fría La guerra fría pasó por cuatro etapas principales: un período de máxima tensión entre 1947 y 1953; una etapa denominada «coexistencia pacífica» entre 1953 y 1977; un rebrote de la tensión hasta 1985, y un período final hasta la desintegración de la URSS. La máxima tensión (1947(1947-1953) En este período se asentaron los dos bloques y las superpotencias intentaron ampliar sus respectivas áreas de influencia. Por ello se produjeron muchos roces y las relaciones fueron tan tensas que parecía inminente un enfrentamiento directo. Destacaron dos crisis: • • La crisis de Berlín. En 1948, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia unieron sus administraciones y crearon la República Federal de Alemania (RFA). La Unión Soviética no lo aceptó y bloqueó Berlín occidental, que estaba rodeado por la zona soviética. El bloqueo fracasó porque los aliados abastecieron por aire la ciudad. Como respuesta, en su zona, la URSS creó la República Democrática Alemana (RDA). La guerra de Corea. Tras la derrota de Japón, Corea había sido dividida en una zona norte comunista y una zona sur capitalista. En 1950 el gobierno comunista invadió Corea del Sur. La ONU condenó la invasión y aprobó una intervención liderada por Estados Unidos. Sin embargo, China apoyó militarmente a Corea del Norte. En 1953 se firmó la paz y se mantuvieron las fronteras de 1950. La coexistencia pacífica (1953(1953-1977) Desde 1953 ambas potencias iniciaron una etapa de diálogo y distensión, aunque hubo conflictos: • • • En 1961 el gobierno de Berlín oriental construyó un muro (el famoso Muro de Berlín) para evitar la huida masiva de su población a la zona occidental. En 1962 Estados Unidos descubrió que se estaban instalando misiles soviéticos en Cuba, y decretó el bloqueo naval de la isla para impedir la llegada de los misiles. Finalmente, para evitar la guerra, la URSS accedió a desmantelar las bases. El peligro fue tan alto que se iniciaron conversaciones y en 1968 se firmaron los primeros acuerdos de no proliferación nuclear. En 1962 Estados Unidos intervino en la guerra de Vietnam. La presión de la opinión pública obligó al gobierno a retirarse en 1973. Rebrote y fin de la guerra fría (1977(1977-1991) Desde 1977 la URSS desplegó misiles nucleares en sus zonas de influencia en Europa y Asia, y aumentó su presencia en el Tercer Mundo interviniendo en Etiopía, Angola, Mozambique y Afganistán. Por su parte, Estados Unidos desplegó misiles en Europa occidental y diseñó el Proyecto de Defensa Estratégica o «guerra de las galaxias». El derrumbe del bloque soviético en 1989 y la desintegración de la URSS en 1991 supusieron el final de la guerra fría. La descolonización -El fin de la Segunda Guerra Mundial supuso el declive de los imperios coloniales europeos y el comienzo de la emancipación de las colonias. Los nuevos países se caracterizaron por su dependencia del exterior y la desarticulación de sus economías. Causas de la descolonización Entre 1945 y 1970 tuvo lugar la descolonización, es decir, la independencia política de los territorios africanos y asiáticos que formaban parte de los imperios europeos. Las causas del proceso son muy variadas: • • • La Segunda Guerra Mundial significó el fin de la hegemonía económica y militar europea en el mundo. Por tanto, los países europeos no tenían la capacidad para mantener imperios coloniales. Los emergentes movimientos nacionalistas de las colonias se vieron reforzados por la Carta de las Naciones Unidas, que consideraba básico el derecho de autodeterminación de los pueblos. También influyó el comienzo de la guerra fría. Estados Unidos y la Unión Soviética apoyaron los movimientos independentistas para ganar influencia entre los nuevos gobiernos y la población, y atraerlos a sus bloques respectivos. Características Características del proceso El proceso de descolonización tuvo tres características principales: • • • Todo el proceso se dio entre 1946 y 1975, aunque los períodos más intensos fueron 1947-1948 y 1957-1965. Existió un partido político que sirvió como movimiento movilizador y negociador en el proceso de independencia. Muchos de estos partidos habían surgido en la época de entreguerras y después de 1945 aumentaron su fuerza y militancia. La población empezó a pensar que la independencia era la única vía para salir de la miseria. Destacaron líderes carismáticos que movilizaron a las masas. Fue el caso de Gandhi en India, Ho Chi Ming en Indochina, Sukarno en Indonesia o Lumumba en el Congo. La descolonización en Asia y África En Asia el proceso de descolonización varió mucho según los casos. La independencia de la península del Indostán fue pacífica y aceptada por Gran Bretaña, y dio lugar a dos países, India y Pakistán, y posteriormente un tercero, Bangladesh. Otros países debieron padecer guerras de liberación para alcanzar la independencia: fue el caso de la Indochina francesa, de la que surgieron Vietnam, Laos y Camboya; o de Indonesia, que se independizó de los Países Bajos. En África también hubo diferencias. En el norte del continente destacó el caso de Argelia, que se enfrentó a Francia en una sangrienta guerra de liberación. En el África negra la independencia de los nuevos Estados fue generalmente pacífica y pactada, aunque el trazado de fronteras, que no tuvo en cuenta las divisiones tribales, dio lugar a muchos problemas posteriores por las luchas entre etnias. Las consecuencias de la descolonización La descolonización no solamente supuso la independencia política de las colonias, también implicó una serie de problemas que marcaron la evolución posterior de estos territorios y que, en muchos casos, permanecen en la actualidad. • • • • Tras la descolonización, las economías de los países africanos y asiáticos mantuvieron una fuerte dependencia exterior y estaban desarticuladas. Esto les impidió poner en marcha procesos de desarrollo, y su situación económica fue empeorando progresivamente en la mayoría de los casos. La mayor parte de estos países ha sufrido una fuerte inestabilidad política, con frecuentes guerras civiles, golpes de Estado y dictaduras militares. El fuerte crecimiento demográfico acompañado del estancamiento económico ha provocado un empeoramiento progresivo en el nivel de vida de los habitantes de estos países. La sucesión de desastres naturales como sequías, inundaciones, etc. ha supuesto auténticas catástrofes humanitarias en algunas regiones. Por todo ello, la mayoría de estos países ha pasado a formar parte del denominado Tercer Mundo (conjunto de países subdesarrollados con una renta baja y una producción escasa). La ausencia de políticas adecuadas y de programas de cooperación ha supuesto que cada vez se alejen más del mundo desarrollado. La coexistencia pacífica (Años sesenta) Los comienzos de la distensión estuvieron amenazados por dos crisis importantes, una en Berlín y la otra en Cuba. El Muro de Berlín Tras los disturbios de los años cincuenta, el éxodo de la población de Berlín Este hacia el oeste creció en intensidad. Entre 1952 y 1961, 2.500.000 personas habían cruzado la frontera. Esta sangría amenazaba con colapsar la economía oriental. Para frenar las fugas se levantó en agosto de 1961 un muro que separaba las dos partes de la ciudad. La construcción del muro, que los occidentales criticaron pero consintieron, significó el reconocimiento de la división alemana por ambos bandos y una prueba más de que, esta vez a costa de los alemanes, la distensión era, sobre todo, congelación del statu quo alcanzado. La crisis de los misiles de Cuba Tras el triunfo de la guerrilla dirigida por Fidel Castro contra el dictador Batista, se había instaurado en Cuba un régimen que fue derivando hacia el comunismo debido a la hostilidad de Estados Unidos y a la ayuda que recibió de la URSS. En 1961 fracasó un intento de invasión de la isla por parte de exiliados cubanos procedentes de Estados Unidos que desembarcaron en Bahía de Cochinos. En 1962, los soviéticos instalaron en la isla unas rampas lanzamisiles que podían alcanzar el territorio estadounidense. Pareció que se volvía a lo más duro de la guerra fría e, incluso, se temió un enfrentamiento directo. Sin embargo, el ultimátum de Estados Unidos fue aceptado por la URSS a cambio de la promesa de que la isla no sería invadida. Además de la construcción del Muro de Berlín y de la crisis de los misiles, la distensión sufrió graves contratiempos entre 1962 y 1969. Los incidentes más graves fueron la guerra de Vietnam y la «primavera de Praga». En estos y otros conflictos participaron, con distinto grado de implicación, ambas superpotencias, pero nunca se enfrentaron de modo directo. Estados Unidos: la guerra de Vietnam Vietnam El conflicto más importante de los años sesenta fue la guerra de Vietnam. Desde 1954 el territorio vietnamita se encontraba dividido en dos partes: Vietnam del Norte y Vietnam del Sur. El régimen del sur se enfrentaba a la guerrilla comunista, el Vietcong, y al ejército de Vietnam del Norte. En 1962 Kennedy decidió intervenir enviando consejeros militares a Saigón y, desde entonces, las tropas estadounidenses crecieron hasta alcanzar los 500.000 hombres. Tras una guerra cruel, en la que el ejército estadounidense utilizó bombardeos masivos, y ante la imposibilidad de vencer de forma convencional, el presidente Nixon decretó la retirada de las tropas en 1973, que terminó en 1975. El bloque soviético: la «primavera de Praga» En enero de 1968 Alexander Dubcêk fue elegido primer mandatario de Checoslovaquia y puso en marcha unas medidas para la democratización del régimen, como la libertad de prensa y la autorización de organizaciones políticas no comunistas. Dubcêk no pretendía acabar con el régimen comunista, pero sí suavizarlo. Ante el temor de que cundiera el ejemplo dentro del bloque, los países del Pacto de Varsovia organizaron un ejército de medio millón de hombres que invadió Checoslovaquia. La invasión produjo una masiva y pacífica movilización popular en su contra, que se prolongó durante meses pero que fue incapaz de detenerla. En abril de 1969 Dubcêk fue depuesto y el régimen volvió a la ortodoxia comunista. Crisis de los años setenta A principios de los años setenta Oriente Medio vivía en un estadio de alta tensión entre Israel y los países árabes. La muerte del presidente egipcio Nasser (1970), claramente alineado con la Unión Soviética, marcó un cambio importante; su sucesor, Anwar el Sadat buscó el acercamiento a Estados Unidos e Israel. Pero el terrorismo de los palestinos y la práctica israelí de devolver ojo por ojo y diente por diente bloquearon toda negociación. En 1973 Sadat ordenó un ataque por sorpresa el día 6 de octubre, fiesta judía del Yom Kippur (Expiación), obteniendo en un primer momento grandes ventajas territoriales. Los israelíes, con fuerte apoyo estadounidense, no solo recuperaron el terreno perdido sino que incluso alcanzaron la margen occidental del canal de Suez. Tras la nueva derrota, los árabes decidieron vengarse de Israel y de los países occidentales utilizando el arma más poderosa de la que disponían: el petróleo. Así, en diciembre de 1973 la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) anunció una subida del 70 % del precio del crudo y amenazó con reducir la producción en un 5% mensual. Los efectos en los países industrializados fueron inmediatos y muy graves: se produjo un espectacular crecimiento de la inflación, que se situó en torno al 12 %, llegando en España a sobrepasar el 20 %; aumentó vertiginosamente la deuda externa, que al final de la década sobrepasaría los 250.000 millones de dólares; aumentó gravemente el desempleo, debido al cierre de muchas industrias. En Estados Unidos la producción de acero se redujo a la mitad entre 1973 y 1982, y en el Reino Unido cerraron gran parte de sus industrias manufactureras. Crisis de los años ochenta En marzo de 1985, y rompiendo la tónica de las designaciones anteriores, fue elegido para ocupar la jefatura del Estado el más joven de los candidatos posibles: Mijail Gorbachov. La situación de la Unión Soviética era dramática. La industria se había quedado obsoleta, la agricultura no era capaz de abastecer a la población y, además, la voluntad de los dirigentes comunistas de mantener el equilibrio militar con Estados Unidos obligaba al país a destinar cantidades ingentes de dinero a la industria armamentística. Gorbachov puso en práctica una política de apertura o perestroika. Con ella se intentaba dinamizar la economía, dando mayor autonomía a los directivos y reservando la planificación central a los ámbitos más generales. La perestroika trajo consigo un nuevo pensamiento en materia de seguridad y paz, que propició la firma de los tratados de desarme más importante desde que diera comienzo la guerra fría, y también la aparición de la glasnost (transparencia), en un intento de lograr el apoyo de la opinión pública para sus reforrnas. Esta voluntad de cambio está en el origen del hundimiento del sistema comunista. Como consecuencia de las medidas liberalizadoras iniciadas por Gorbachov, los conflictos nacionales empezaron a brotar por todas partes. A lo largo de 1990, una tras otra, las repúblicas federadas soviéticas fueron declarando su soberanía. En el Cáucaso y en el Asia central, el despertar de los nacionalismos fue acompañado de enfrentamientos entre las diferentes etnias. Gorbachov no pudo concluir el Tratado de la Unión, el documento con el que quería asegurar el futuro de la URSS como federación de repúblicas soberanas asociadas libremente. Estaba próxima la desintegración de la Unión Soviética La caída de los sistemas socialistas de Europa del este En 1989 se produjo una serie de revoluciones en cadena que afectaron, primero a Hungría y Polonia y, meses más tarde, a la República Democrática Alemana, Checoslovaquia, Bulgaria, Rumania y Yugoslavia. La manifestación más espectacular de este proceso fue el derribo del Muro de Berlín. El derrumbamiento de los regímenes comunistas de la Europa del este fue un fenómeno inesperado, rápido y radical. Con la excepción parcial de Rumania, su caída se produjo sin violencia, mediante procesos de negociación y de compromiso, aunque luego estallaron conflictos internos en algunos de esos países. Los años noventa El 3 de octubre de 1990, once meses después de la caída del Muro, tuvo lugar en Berlín la reunificación de las dos partes en que había estado dividida Alemania desde el final de la Segunda Guerra Mundial. El 11 de marzo de 1990, Lituania proclamó su independencia respecto a la Unión Soviética. Esto fue el principio del fin. La disolución de la URSS adquirió un ritmo vertiginoso tras la escisión de las tres repúblicas bálticas (Lituania, Estonia, Letonia), y a lo largo de 1991 las otras repúblicas federadas se fueron declarando independientes. Esto dio origen a 15 nuevos Estados, la mayoría de ellos en Europa. Entre 1991 y 1993 se produjo la disgregación de la antigua Yugoslavia y la aparición de cinco nuevos Estados: Croacia, Eslovenia, Bosnia-Herzegovina, Serbia-Montenegro, y Macedonia. Esta disolución, motivada también por los nacionalismos, dio lugar a una guerra larga y cruenta. También en 1993 tuvo lugar la desmembración (en esta ocasión de forma pacífica) de la antigua Checoslovaquia en dos nuevos Estados: la República Checa y Eslovaquia, tras la victoria de los nacionalistas eslovacos en las elecciones de junio de 1992. El orden internacional actual Tras la disolución de la Unión Soviética a comienzos de la década de 1990, Estados Unidos se ha consolidado como la gran superpotencia gracias a su gran poder económico, militar y cultural. Es el único país capaz de intervenir en todos los asuntos mundiales y con gran capacidad de influencia sobre los demás países y sobre las organizaciones internacionales como la ONU. Existen otras potencias, aunque su poder es muy inferior. • • • • La Unión Europea es una potencia económica del nivel de Estados Unidos, pero carece de poder político y militar, por lo que ejerce poca influencia en la política internacional. Japón es también una gran potencia económica, pero tampoco posee poder militar ni político. Rusia es una gran potencia militar, con un importante arsenal nuclear, pero es un país con graves problemas económicos y políticos internos. China es una gran potencia militar y, aunque aún es pobre, su gran crecimiento la sitúa como una futura potencia económica. Otros países tienen gran influencia en sus regiones, pero escasa fuera de ellas: es el caso de Brasil en Latinoamérica e India en Asia. El resto de los Estados del mundo son muy débiles y su papel internacional es escaso, casi inexistente. Los conflictos En la actualidad hay numerosos conflictos latentes en todo el planeta. Sus causas son muy variadas: los intereses de las potencias; los enfrentamientos nacionalistas o étnicos; las disputas económicas provocadas por el dominio de recursos naturales o por motivos comerciales; los litigios territoriales a causa del establecimiento de fronteras o de conquistas; las querellas políticas por cambios de regímenes o por cuestiones ideológicas; las diferencias religiosas, etc.