La vida del hombre - Manantiales De Agua Viva

La vida del hombre en
la bella creación de Dios
El valor de la vida en la historia del mundo.
Job, 7: 1: 2,9 ¿No es brega la vida del hombre sobre la tierra, y sus días como los días del
jornalero? Como el ciervo suspira por la sombra, y como el jornalero espera el reposo de su
trabajo, como la nube se desvanece y se va, así es el que desciende al seol, no subirá más.
Cuando leemos la maravillosa historia de la creación no hay duda que es
extremadamente importante pensar que, todo lo que vemos, y todo lo que
nuestra mente puede imaginar; vino a la existencia, de la nada; porque nada
existía antes de que Dios dijese hágase; porque Dios dijo hágase esto y fue
hecho. Esto es creíble solo cuando creemos en Dios, pues el escritor de la
carta a los Hebreos dice: Heb. 11: 3; Por la fe entendemos haber sido constituido el inverso por
la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se
Dios en su tiempo mandó hágase y fue hecho;
esta es la perfecta causa y efecto del tiempo de Dios. porque todo lo hizo hermoso en
veía.
su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que el hombre alcance a entender la obra que
Aun con todo lo que vemos y sentimos en
cuanto al universo, nada hubiese tenido ningún sentido si Dios un hubiere
dado vida a lo que Él hizo. Quizá nunca podamos entender cómo Dios formó
las miles de miles de inmensas galaxias, esa inmensa e inescrutable
cantidad de estrellas que nuestros ojos pueden observar, en las que vemos
que cada una de esas luces brillantes, parpadeantes algunas, está ubicada
en el lugar exacto en que Dios la puso, de modo que no se intercepta una con
otra; solo Dios sabe cuántas son y hasta donde terminan, solo Dios sabe si
estas tienen vida, o si hay vida en alguna de ellas; lo único que yo sé es que
ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
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en esta diminuta esfera del vasto universo sí hay vida, vida vegetal, vida
animal y vida humana; y esta vida fue posible solo por el gran poder de Dios,
Dios hizo la luz para el beneficio de lo que continuaría; las plantas, a lo que
Dios dio vida, los animales en general, a lo que también dio vida; y aunque
todo esto es maravillosamente inexplicable: lo que le mostraré a continuación es mucho más impactante; es la creación del hombre.
Gen. 2: 7; Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento
Sin lugar a dudas la forma en la que Dios hizo al
hombre fue evidentemente diferente a la forma como formó el resto de la
creación. Para formar al hombre Dios simplemente tomó un poco de tierra,
este era un elemento que formaba parte de todo lo que Dios ya había hecho,
y aunque parezca fantástico el hecho de que Dios haya formado un ser
especial DE LA TIERRA; esto es simplemente una gran verdad. ¿UN SER DE
TIERRA? Sí: un ser hecho de la tierra; pero observe esto: La tierra contiene
todos los elementos minerales que un ser humano necesita para moverse, y
Dios hizo al hombre así, con todos los minerales integrados en el. Era solo un
muñeco, o un mono “en el buen Mexicano”; pero la vida y la movilidad para el
hombre solo fue posible cuando Dios sopló en su nariz aliento de vida;
además, el soplo de vida del Omnipotente proveyó al hombre la facultad de
pensar, razonar y actuar, (Dios dio de su Espíritu al hombre); pero por otra
parte, hay algo que es de suma importancia que observemos; y es en esto en
parte en lo que vamos a centrar el presente estudio. Gen. 1: 26, 27; Entonces dijo
de vida, y fue el hombre un ser viviente.
Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del
mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la
tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y hembra los creó
A imagen y semejanza de Dios.
Así fue creado el hombre, a imagen de Dios. No hay nada que pueda
causar más impacto en la mente del hombre que esta declaración. Para
algunas personas esto es simplemente chistoso, especialmente si lo miran
desde la perspectiva moral en la que la humanidad vive hoy día. La gran
verdad es que la conducta del hombre ha experimentado un cambio
totalmente opuesto a la voluntad del que lo creó, y esa podría ser la razón
por la cual la imagen y semejanza del hombre en relación al Divino creador
es vedada, “No se ve”. Es imposible apreciar un ser humano en el contexto
de nuestra sociedad actual, que pueda dar evidencia de la gloria con la que
fue creado originalmente, ¿Cuál es la causa? La causa es la siguiente: EL
SER HOMANO ROMPIÓ EL PACTO SEMPITERNO. Dios hizo al hombre a su
imagen y semejanza; esto quiere decir: gozaba del privilegio de tener el
espíritu y gloria de Dios; esto lo hacía libre del gravamen de experimentar la
muerte, su vida sería pura, limpia, santa y sin mancha; no estaría expuesto a
enfermedades, aflicciones, tristezas ni calamidades; nunca tendría pobreza,
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porque lo tenía todo de parte de Dios; solo que tendría que ajustarse a esta
condición: Gen. 2: 16, 17; Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: de todo árbol del huerto podrás
comer; mas del árbol DE LA CIENCIA DEL BIEN Y DEL MAL no comerás; porque el día que de él comieres,
ciertamente MORIRÁS; pero la serpiente era astuta, Gen. 3: 1- 5; más que todos los animales del campo
que Jehová Dios había hecho, la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol
del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: del fruto de los arboles del huerto comemos; Mas del fruto
del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: no comeréis de él, ni le tocareis, porque no muráis.
Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; Mas sabe Dios que el día que comieres de él, serán
Interesante; ¿no lo cree?
este relato bíblico me parece muy interesante: En primer lugar porque Dios
ya había hecho a aquella pareja llena de su gloria… bueno, quiero decir casi
llenos de su gloria, pues no les había dado el privilegio de conocer el mal,
solamente conocían el bien, y el diablo aprovechó ese diminuto espacio para
decirles que si comían del fruto prohibido serían cono dioses conociendo el
bien y además, “El mal”. En segundo lugar porque Dios había hecho aquella
pareja libres de la muerte; o sea que Él puesto eternidad en ellos, y el diablo
aprovecha esa advertencia de: No comer del árbol de la ciencia del bien y del mal para que no
murieran, y les dijo: No, no moriréis, la mujer comió, hizo que también Adán comiera; y fue en ese punto exacto de la historia en que el humano deja de ser
inmortal, y pasa a ser mortal, temporal. La vida del humano comienza a
deteriorarse desde ese preciso momento, seguido por la tierra y toda la
naturaleza que también entra en su estado de deterioro. Dios estaba llevando
a cabo sus juicios, y cumpliendo su sentencia la cual consistió en lo
siguiente: Gen: 3: 16- 19; A la mujer dijo: multiplicaré en gran manera los dolores de tus preñeces; con
abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal.
dolor: darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y el se enseñoreará de ti. Y al hombre dijo: por
cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él;
maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos
te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a
La raza humana cayó
por causa del pecado de la primera pareja, Dios nuestro creador dejó sin
efecto la forma en que fue creado el hombre: A SU IMAGEN Y SEMEJANZA, y
los declaró mortales; por eso el apóstol Pablo dice: Rom. 5: 14; No obstante, reinó la
muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán. De
manera que desde aquel tristemente célebre día, toda persona que viene a la
vida; nace con la sentencia de muerte, nace como pecador aunque no lo
quiera; nace bajo la naturaleza caída de Adán.
Continuaré con la segunda parte de este estudio muy pronto…. No se lo
pierda. Que Dios le Bendiga.
la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
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