Silvestre Hernández, corno Empecé a estudiar

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Silvestre Hernández, corno
Empecé a estudiar percusiones con mi padre que es trombonista amateur. Después entré
al Conservatorio Nacional de Música donde inicié con el corno. No lo conocía, ni
siquiera me gustaba. Cuando me inscribí, Marino Calva me dijo que no había cornistas
y que al terminar la carrera, tendría un campo seguro de trabajo. Después de dos o tres
años, comencé a tomarle cariño cuando pude tocar algún concierto. Yo tenía la
concepción equivocada de que el corno sólo tocaba armonía, cuando me di cuenta del
potencial que tenía el instrumento, me gustó. En los exámenes públicos sentía el sonido
que producía y me encantaba.
El primer concierto que di con la OFUNAM como principal fue muy impactante.
Tocamos la Cuarta sinfonía de Mahler y dirigió el maestro Zollman. Yo quería que me
tragara la tierra porque está llena de solos. Uno de mis compañeros se me acercó y me
dijo: “Te sabes las notas. Ahora, dedícate a disfrutarlo”. Este concierto además de
emotivo, constituye un parte aguas en mi vida, pues a partir de esa fecha toqué más
como solista, hice mucha música de cámara y tuve mucha confianza en mi mismo.
Una vez que conoces el instrumento, se vuelve parte de tu alma, de tu corazón. En mi
caso siento que mi carácter se parece al corno porque tiene un sonido noble, pero puede
ser estridente y expresa mucha fuerza.
Me gusta cualquier tipo de cine, conocer otras culturas a través de la pantalla grande.
Disfruto de los videojuegos, a veces juego durante horas con mis sobrinos. Viajo
cuando se puede, me gusta conocer otros lugares. La música me ha dado la oportunidad
de viajar en las giras y entonces me voy a las iglesias y los museos para conocer la
historia del lugar al que llegamos. Empecé a dar clases y tengo la esperanza de formar
un cuarteto de cornos con mis alumnos del Conservatorio. Allí me tocó una muy buena
época cuando fui estudiante, así que tengo emociones encontradas: me da gusto volver
al alma mater, y pesar al ver a la escuela en las condiciones actuales. Es triste que no
haya recursos para el arte porque la escuela produce muchos alumnos que necesitan
clases maestras y cátedras extraordinarias. Hay que seguir luchando para que mejore la
educación musical.
SILVESTRE HERNÁNDEZ ANDRADE NACIÓ EN PRESAS, HIDALGO.
ESTUDIÓ EN EL CONSERVATORIO NACIONAL DE MÚSICA. HA SIDO
INTEGRANTE DE LA ORQUESTA SINFÓNICA DEL ESTADO DE MÉXICO,
ORQUESTA FILARMÓNICA DEL BAJÍO, ORQUESTA SINFÓNICA NACIONAL,
ORQUESTA SINFÓNICA DEL INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL Y DESDE
HACE 15 AÑOS FORMA PARTE DE LA OFUNAM.
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