Las negociaciones iniciadas en la Conferencia de Madrid

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Las negociaciones iniciadas en la Conferencia de
Madrid constituyen la mejor oportunidad para la paz en
Oriente Medio desde hace mucho tiempo. La Conferencia
ha roto tabúes y ha quebrado modelos de comportamiento
que parecían intocables . Lo que hasta entonces resultaba
inconcebible ha entrado a formar parte del ámbito de lo
posible. Eso no significa que las expectativas que ha levantado vayan a cumplirse, ello dependerá de una serie de
factores que trataré de desarrollar en estas líneas.
La Conferencia se convocó como consecuencia de los
profundos cambios políticos desencadenados en Oriente
Medio por la Guerra del Golfo. Los Estados árabes se
encontraron luchando contra otro Estado árabe, y del lado
de los Estados Unidos y de Israel. Este tuvo que enfrentarse
a las limitaciones de su poderío militar -sobre el que,
ignorando la necesidad de llegar a un acuerdo político,
descansaba la intransigencia del Likud- y se vio forzado a
renunciar por razones políticas a responder a los misiles
iraquíes. Los árabes tuvieron que reconocer que sus tradi cionales fórmulas retóricas ya no servían de mucho, y que
Israel no era la fuente de todos los males de Oriente Medio.
Sobre todo, unos y otros comprendieron al acabar la
guerra que no existía alternativa a la búsqueda de buenas
relaciones con Washington . Desaparecida la Unión Soviética, el acercamiento a los EEUU era la única manera de
obtener el apoyo político y económico que necesitaban
para defender sus intereses y desarrollar sus economías.
Terminada la guerra, Estados Unidos ha pasado a ocupar
un lugar clave en el tablero diplomático regional, y ningún
Estado puede permitirse el lujo de ser señalado por Washington como un obstáculo para hacer avanzar el proceso
de paz. Bush y Baker utilizaron con gran habilidad esta
situación, y sin su acción diplomática no hubiera sido
posible convocar la Conferencia.
Después de Madrid los avances fueron lentos. Se
había creado la estructura negociadora, cosa que en sí
misma constituía un paso enorme, pero costaba que comenzara a andar. Hasta las elecciones israelíes de junio de
1992 los avances fueron escasos. La táctica de Shamir era
ganar tiempo, no ceder en nada sustancial y confiar en que
la debilidad y la división de los árabes les llevaran a cometer
errores que aliviaran la presión sobre Israel, o que un nuevo
presidente norteamericano volviera a la política tradicional de tolerancia benigna hacia la inflexibilidad israelí.
Tras la elección como primer ministro de Isaac Rabin,
las cosas cambiaron. Al llevar a Rabin al poder, los israelíes
optaron por pasar del inmovilismo a una apertura cauta a
las oportunidades de paz que podían haber creado los
cambios en Oriente Medio, de la mano de un general en el
que podían confiar como celoso guardián de la seguridad
nacional. La decisión de congelar la construcción de nue-
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C OYUNTURA INTERNACIONAL
vos ase nta mi entos en los Te rr ito ri os O c up a d os
(TTOO ) refl eja s u vo luntad de re nun cia r a la po líti ca
de hech os consum a dos del Likud , y sup o ne el reconoc imiento implícito de qu e es necesa ri o negoc ia r
sobre su futur o , es dec ir, pl a ntea rse la devo lució n de
territorios a cambi o de paz. Ell o o bligó ta mbién a los
á ra bes a move rse . Has ta ese mo mento los siri os
ha bían aprovec had o la dureza de Sh a mir pa ra hace rle a pa rece r como el principa l o bstác ul o pa ra la paz y
m ina r su relac ió n co n Was hin gto n. A pa rtir de ento nces tu vie ron qu e em peza r ell os a pl a ntea rse a lg un as
preg untas difíc il es so bre c uesti o nes co mo, po r ejempl o, si esta ba n o no rea lmente di spuestos a ll ega r a
un a pa z pl ena co n Israe l. Po r su pa rte los pa les tin os
se vie ro n o bliga dos a a ba nd o nar el pa pel de víctim as
qu e habían ado ptado has ta e nton ces - co n la es pe ra nza de provoca r la simpa t ía inte rn ac io na l y las pres iones de EEUU so bre Is rae l-y e m peza r a negoc ia r en
serio, lo qu e ex igía un m ínim o de ac uerd o e ntre s us
múltiples facc io nes, y un a idea cla ra so bre o bj eti vos
y tác ti cas negocia do ras.
Las negoc iac io nes se rá n di fíciles, po r la e no rm e
desco nfi a nza qu e existe entre las pa rtes .
Po r el mismo mo ti vo no es fác il qu e
en un a fase inicia l se ad o pten M e"¿Confianza?
did as de C reac ió n de Confi a nza
¿ Construir qué
(CS BM ) simil a res a las aco rd aconfianza?
d as en Euro pa en el ma rco de
Nunca ha existido
la CSCE en los a ños 70 y 80.
C
ua nd o a Sha mir, no hace mu confianza entre
c ho, le preg untaro n so bre ta les
nosotros y Los
medid as, co ntes tó" ¿Co nfia nza?
árabes" (l. Shamir)
¿Construir qu é confi a nza? Nunca
ha ex istid o confia nza entre nosotros y
los á ra bes". Pese a lo ex tremo de su ac titud ,
sus pa la bras ti e nen mu c ho de ve rd ad . Só lo podrá n
introducirse CS BM e n O rie nte Medi o c ua nd o se
e mpiece n a da r pasos pa ra la so lució n del fo nd o del
p ro ble ma . Las CS BM fue ro n pos ibles en Eur o pa só lo
des pués de q ue a mb os bl oqu es ace pta ra n el códi go
m ínim o de condu cta recíp roca contenid o en el Acta
Fin a l de H elsin ki. H asta q ue se de n esos pasos iniciales so bre el fo nd o de la c ues ti ó n, los pa íses á ra bes
posib leme nte se ni eg ue n a es ta blece r CS BM , po r
te me r qu e Israe l se pro po nga o btener log ros po líticos
sin ceder nada e n las negoc iac io nes de paz. Po r su
pa rte el Es tado judío se nega rá a ace pta r CSBM qu e
pueda n afecta r a s u libertad de acc ió n en lo qu e
co nsidere cues t io nes vi ta les pa ra su seg uri da d , pe ro
q ue inte resan eno rm emente a los árabes, como po r
e jemplo en su a rm a mento nu clear. Aho ra bie n, si se
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em pieza a ava nza r en se ri o en la negoc iaci ó n qui zá
sea pos ibl e es ta blece r CS BM , q ue podría n ay ud a r a
su vez a qu e las negoc iac io nes sobre el ac uerd o de paz
sea n más fluid as.
Al go pa rec id o puede dec irse de las co nve rsac iones multil a te ra les, qu e junto con las bil a tera les fo rma n la est ru ctura del actua l proceso de paz, y qu e se
desa rro ll a n en c ua tro subg rupos : desa rroll o eco nómico reg io na l; seg urid ad y co ntro l de a rm a menros;
refugiados; ag ua y medi o a mbiente. Es d ifíc il q ue las
multil a te ra les pued a n prog resa r sin qu e lo haga n
a ntes las bila te ra les, pe ro la pe rspecti va de posibl es
vías de ava nce en las primeras podr ía favo rece r la
ma rc ha de las seg und as .
Aunque las negociac io nes se ce le bra n e ntre Israe l y cua tro contra pa rtes á ra bes - jo rda nos, liba neses,
siri os y pa les tin os-, las qu e ti ene n luga r co n los dos
prim eros es tá n co ndi cio nadas a las qu e ma ntiene con
los dos últim os. El conflicto q ue o po ne a Is rae l ye l
Lí ba no es un a de las dim ensio nes del pro bl ema qu e
enfrenta a l Es tado judío con Siria, en ta nto qu e el qu e
ti ene co n Jo rd a ni a no puede reso lve rse mientras
subsista el qu e le o po ne a los pa lestin os.
En el caso del Líba no, Is rae l y Siri a ha n co nve rtid o a es te país en un camp o de ba ta ll a indirecto pa ra
su ri va lidad po lítica y milita r en Orie nte Medio. Allí,
sus mov imientos implica n un ri esgo menor qu e si los
rea li za ra n en el Go lá n, do nde es tá n enfrentad os
d irecta mente. El ta ble ro liba nés pe rmite, entre o tras
cosas, qu e la fronte ra con Si ri a sea la más tra nquil a
de las q ue ti ene Israe l, do nde se ha n pro ducido menos
incidentes e intentos de infiltrac ió n . La po líti ca de
a m bos países en el Líba no es un a fun ció n de la qu e
ca da un o de ell os sig ue hac ia el o tro. Po r eso, mientras subsista el enfre nta mi ento entre Siri a e Isra el,
c uyo co mponente fund a menta l es la oc up ació n del
Go lá n, no se rá pos ibl e ll ega r a un ac ue rd o entre
is rae líes y liba neses, po rqu e los siri os se enca rga rá n
de impedirl o. Eso es lo que oc urri ó co n el ac ue rd o de
paz qu e firm ó en ] 983 Amín Ge maye l pa ra hace r
posible la retirada israe lí del Líba no, y qu e te rmin ó
siend o pa pel mo jado. Con más razó n lo ha ría n a hora, cua nd o su pos ició n en Líba no es pa rti cul a rm ente
fu e rte.
Los liba neses - deseosos de sa lir del cicl o de
g ue rras qu e ha des trozado s u Es tad o, de librarse de
Hezbollah , pa lestin os y demás mili cias, y de recupera r la so be ran ía so bre el sur del pa ís- posible mente
desea rían llegar a un ac uerd o co n Israe l c ua nto a ntes.
Los israelíes, a su vez, es ta ría n e nca ntados de firm a r
la paz co n su vec in o del no rte, so bre el que repetid a-
EL
me nte ha n decl a rad o qu e no ti e ne n nin g una a mbi ci ó n territorial. Pe ro para retirars e de su zo na de seguridad e n e l sur de l Líba no ex ig iría n qu e e l Go bi e rno de Be irut, además de firm a r la paz, les ga ranti za ra
la seg uridad de su fr o nre ra co mún. Esro es a lgo qu e
a quel no es tá e n co ndiciones de hace r s in e l co nse ntimi ento s iri o, y Dam asco no lo d a rá mi e ntras co nside re qu e presionar a Isra e l desde el Sur de l Líba no
sig ue s ié ndol e útil en e l contex to de s u e nfrenra mi e nto
g lobal con e l Estad o judi o , a l qu e no esta rá di spues to
a pon e r fin has ta qu e recupe re el G o lá n.
El pro blem a de Jordani a sie mpre ha de pendido
directa me nte de l pa les tino . De hec ho , J o rd a ni a fu e
in ve ntad a co m o e l prime r intento pa ra d a r un a so lu ci ó n a la c uestión pa les tina , a unqu e pro nro se co mpro bó qu e po r s í mi sm a no e ra sufi c ie nte para e ll o.
J o rd a n ia e Is rae l no tendría n g ra ndes di fic ultade e n
llega r a un acue rd o so bre e l repa rto de los rec ursos
hidráulico s o so bre su pequ eli a dis puta territori a l en
e l va ll e de Arab a , a l sur de l M a r Mue rto. Pe ro
Jo rdani a , qu e co ntro la ba C is jo rdania a ntes de 1967,
ti ene con e lla unos vínculos de mog rá fi cos, econ ó mi cos y po líticos mu y es trec hos, a los qu e no pu ede
renun c ia r. El rey Huse in lo intentó e n e l ve ra no de
1988 , tras e l inicio de la Intifada, pero desde entonces
los hec hos le ha n o bli ga d o a d a r ma rc ha a trás .
No es pos ibl e la so lució n de l co n fli cto e nrre
Israe l y J o rd a ni a igno ra nd o a los pa les tin os , pe ro
ta mpoco pu ede a rreg la rse el pro bl em a pa les tino sin
la pa rt icipac ió n de Jo rd a ni a. En el caso a lta menre
impro ba ble de qu e lo inte nta ra, la M o na rquí a
hac he mita pos ibl eme nre no sobrev iviría a un a rreglo
se pa rad o co n Is rae l qu e de ja ra a ba nd onad os a u
s ue rte a los pa les tin os . Intern a mente, las pres io nes
deses ta bi Iizadoras sería n mu y fue rtes, s i se ti ene n en
c uenta e l déficit de legitimidad q ue ca rac te ri za desde
e l prin c ipi o a los hac he mitas c uyo po der procede de
un a dec is ió n de los co loni a li stas britá ni cos y el hec ho
de qu e más de la mitad de la po bl ac ió n de l Reino es té
fo rm ada po r pa lestin os. En e l fl a nco ex te ri o r, ~e rí a
mu y dud oso qu e pudie ra res istir las acc iones hos t iles
de pa les tin os y siri os, teni end o en cue nta ade m ás su
vie jo co nfli cto din ás ti co co n Ara bi a Sa udit a y las
escasas simpa tías q ue s u acc ió n des pe rta ría e n los
reg ím e nes á ra bes ra dica les .
J o rd a nia no firm a rá la paz co n Is rae l has ta qu e
los pa les tin os es té n di spues tos a hace rl o . Aho ra bien,
¿ace pta ría fi rm a rl a a unq ue los si ri os no co ns ig u ie ra n
ll ega r a un ac ue rd o co n Is rae l? En otra s palabra s ¿es
pos ible un a paz se pa rad a entre jo rd a nos, pa les tin os
e is rae líe , o tendría qu e es ta r vi nc ul ada a un a paz
P ROCESO DE PAZ EN O RIENTE M EDIO
entre Siri a , Líban o e Israe l? H ay a rgumentos pa ra
a poya r a mb as tes is . Si con s ig ui e ran ll egar en sus
co nve rsac io nes a un acue rd o co n Israe l, jordanos y
pa les tin os tendr ía n un inte rés ev ide nte en a provech a r
esa o po rtunid ad hi stó ri ca . Go za ría n para e llo del
a poyo no rtea meri can o, y e l pa rag uas protec tor de
W as hin gto n -y de Is rae l- les o fr ece ría ade más la
ocasió n pa ra sa ti sface r un a de s us más a nti g uas
as pirac io nes nac io na les , la de esca pa r de la tute la qu e
Da masco s ie mpre ha tra tado d e eje rce r so bre e ll os.
C ua nd o, en la Con fere ncia de M adrid , los siri os
tra taron de forzarle s la mano para bl o qu ea r el comi e nzo de las negoc iac io nes bil a te ra les, jo rd a nos y
pa les tin os, sabi éndose a poya d os po r los no rtea me ri ca nos, les ignora ro n e hici e ro n lo que es timaron
me jor pa ra sus pro pi os inte reses. Aun así podría n
e nte nd e r qu e, e n caso q ue Sir ia e Israel es tén negoc ia ndo se ri a mente, nega rse a una paz se pa rad a y
es pe rar has ta qu e es tos últim os ll eg ue n a un ac ue rd o
puede me jo ra r s u pos ició n negoc iadora -as í co m o la
de Da ma sco- e nrre los israe líes .
T a mbi én ca be plantea rse la hip ó tes is co ntraria,
es decir, s i Assa d es ta ría di s pues to a ll egar a una paz
se parad a co n Israe l a ntes de qu e lo hi c ie ra n jorda nos
y palestin os . Es te caso podr ía darse ta l vez más
fá ilmente qu e e l o tro, . i se ti e ne e n c uenta qu e la
negoci ac ió n e ntre s iri os e is rae líes es tá ya dedi cad a a
e xa min a r un a pos ibl e so lució n definitiva a l confli cto
qu e les se pa ra. En ca mbi o , la s co nve rsacion es entre
pa les tin os e israe líes va n diri g idas a acorda r un
régim en prov is io na l de a uton o mía, y qu e só lo tres
años des pués de s u e ntrada en vigo r se negoc iará e l
es ta tuto definiti vo de los TTO O .
Si Assa d ace pta ra un a paz epa rada, es taría
renun cia nd o a s u tradi c io na les as pirac io nes a un a
cierta tute la de jo rd a nos y pa lest in os y a su pa pe l de
líd e r pa na ra bi sta . Ell o no pa rece fác il. Pe ro ta mp oco
hay qu e exage ra r e l va lo r de l pa na ra bi sm o y de la
so lidaridad á rab e: las re lac iones e ntre Ara fat y Assad
ha n s id o trad ic io na lm e nre pésim as. N o puede desca rta rse q ue éste ac tu a ra de fo rm a similar a la desc ri ta en e l caso de pa les tin os y jo rdanos. Po r motivos
tác ti cos podr ía inre resa rl e retrasa r la negoc iaci ó n
ha ta qu e aq ué ll os ll ega ra n a un ac uerd o co n Is rae l,
pe ro , s i ese ac uerd o no fuera pos ibl e, Siri a po dría
dec idir no de ja r pasa r la o po rtunid a d d e rec upe ra r e l
Go lá n y a lca nza r la paz co n Israe l
Si la paz entre á ra bes e israe líes depende so bre
todo de qu e se ll eg ue a un ac uerd o de éstos Cdtimos con
siri os y pa les tin os, po dem os exa min a r los facto res qu e
dete rmin a n qu e ese o bj eti vo sea o no alcan za bl e.
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C OYUNTURA INTERNACIONAL
Es necesa rio mira r co n cie rta perspectiv a el
ca min o reco rrid o un a ño des pués de la Confe rencia
de M adrid. A principi os de octubre de l 99 1 no ha bía
co nve rsaciones de paz entre siri os e isra elíes . Un a J; o
má s tarde ex iste un a es tru ctura negociado ra ya mbas
pa rtes han ace pta do ya co loca r so bre la mesa aqu ell o
qu e más le interesa a la otra pa rte: los israe líes la
devo lució n del Go lá n, los sirios un tra tado de paz qu e
to me en cuenta las necesi dades de seg ur idad del
Es tado jud ío. Esto supo ne un ava nce ve rd a de ra mente signi ficativo, po rqu e la paz y el territori o so n los
ingredi enres bás icos de un pos ibl e acu erd o. Lo im po rta nre es qu e ca da pa rte ti ene lo qu e la otra desea ,
y qu e a mbas ha n ace ptad o empeza r a negociar so bre
ello.
Pe ro las con ve rsac io nes se rá n duras. La o ferta
negoc iado ra inic ia l de Siri a se pa recía me nos a un
ve rd adero tra ta do de paz qu e a un simpl e co mpro mi so de no belige ra ncia. Los siri os ha n id o evo lucio na nd o a l comprend er qu e los israe líes só lo llega rían a
co nside ra r la devo lució n del Ga lá n si ell os a su vez les
ofrecie ran un a paz plena, co n emba jadas en a mbas
ca pita les, relac io nes come rcia les, turi smo
y fr o nte ras a bi e rtas, simil a r a la es ta "Tal vez podría
bl ec id a co n Eg ipto tr as Camp
llegarse a un
Dav id.
Los israe líes, por su pa rte,
acuerdo interino
se resisten a devo lve r to do el
de no
Go lá n, a lega nd o qu e res ulta
beligerancia, no a
vita l pa ra s u seg urid ad . Bas ta
un verdadero
conoce r mínima mente la regió n
pa
ra co mprender s u pos tura. La
tradado de paz "
meseta del Go lá n do min a casi tod o
e l no rte de Israe l y constitu ye un a
pl atafo rm a id ea l desde la qu e se puede vi gila r la s activid ades milita res de las fu e rzas israe líes,
bo mba rd ea r sus pos icio nes o la nza r un a ta qu e co n
blinda dos. En el Go lá n tie nen sus fu enres el río
J o rd á n ye n bu ena pa rte el Ya rmuk , a mbos vita les
pa ra el a bastec imiento de ag ua a un pa ís, c ró ni ca mente
deficit a rio de la misma, co mo Israe l. Y - lo qu e los
es tra tegas judíos no suelen re petir ta nto- desde el
mo nte H e rm o n y las co lin as qu e hay sobre la pro pi a
meseta se pu ede do min a r to da la ll a nura qu e ll ega
hasta Da ma sco, a un os 4 0 km, y qu e co nstitu ye el
á rea estra tégica vita l pa ra los ge ne ral es siri os .
Aho ra bie n, si los israe líes es pera n de ve rdad
llega r a firm a r la paz, de be n enrende r q ue pa ra
Da masco se ría d ifícil ace pta r un ac ue rd o qu e no le
res titu ye ra, a l me nos no min a lm ente, la so be ra n ía
so bre tod o el territori o pe rdid o en 1967. Des pués de
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ta nro denosta r a Sadat, Assa d no puede conformarse
con menos qu e lo qu e aqu él tuvo en Camp Da vid, la
res tituci ó n ínteg ra del territorio nacio nal ocupad o
po r los israe líes. Pa ra él es un a c ues ti ó n de principi o,
de ho no r nac io nal.
Un posibl e compro mi so podría co nsistir en la
rec upe rac ió n de la so bera nía siria so bre tod o el
Ga lá n, pe ro con la pro hibic ió n de es tac ion a r unid ades milita res en la zo na y la elimin ac ió n de un a se ri e
de a rm as o fensivas - ta nques, a rtille ría, misil es de
co rto y medi o a lca nce- pa rticula rmente preocupa nres
pa ra los israe líes, quie nes res po nde ría n con limitacio nes pa ra lelas so bre sus unid ades y en su territori o .
En la meseta se e mpl azar ía n tropas de inre rpos ici ó n
de lo s EE UU o de los mi embros pe rm a nentes del
Consejo de Seg uridad, so las o ba jo la bandera de la
O NU. Siri os e israe líes rea li za ría n in s pecc io nes reg ula res en tod a la zo na afectad a po r los ac uerd os -c uyo
pe ríodo de vige ncia se ría de un buen núme ro de
a ños- a fin de compro ba r pe rso na lm enre su pl eno
c umplimi ento . So bre el Go lá n ondea ría la ba nde ra
siria pero no ha bría en ell a ni en sus tro pas ad yace ntes tro pas de es te país, ni ta mpoco isra elíes, y a mbos
países tendría n acceso a da tos de intelige ncia so bre la
situ ac ió n en el á rea.
Pa ra el Go bi e rn o de Ra bín ace pta r un a rreglo de
este tip o no res ulta fác il. Las críticas de la derec ha
sería n feroces, y los 12.000 co lo nos del Ga lá n, casi
rod os ell os la bo ri stas, luc ha ría n a bi erta mente pa ra
to rpedea rl o . Pe ro si hay un Prime r Mini stro qu e
pueda hace rl o es él. Si mu c hos israe líes desea n retene r el Galá n es por mo tiv os de seg urid a d, derivados
de conce pcio nes est ra tég icas qu e fu e ro n ela bo ra das
precisa menre po r ge nera les qu e luego des taca ro n en
las fil as del la bo ri smo, empeza nd o po r Ra bín -o fi cia l
y jefe en todas las g uerras de Is rae l, jefe de Es tado
M ayo r en la G ue rr a de los Seis Días y mini stro de
Defensa dura nte la Inrifada-ti ene la credibilidad
necesa ri a pa ra pode r co nv ence r a s us co nciudadan os
de qu e devo lve r la meseta no po ndr ía en pelig ro la
segurid ad nac io na l. Las fó rmul as qu e ha usado en sus
dec la rac io nes des tin adas a tra nquilizar a l sector de la
o pini ó n pública israe lí más reaci o a devo lve r el Ga lá n
sugieren qu e él y sus aseso res podría n es tar pensa nd o
e n un a rreglo ta l vez no demas iado diferente del
desc ri to e n es tas lín eas. Ra bín ha di cho, po r eje mpl o,
qu e Israe l " no descenderá" del Ga lá n, no qu e in sistirá en mantene r la meseta ba jo su co ntro l. Asimi smo
ha decla rado qu e Israe l podría ceder terri to rios a
ca mbi o de paz, pe ro qu e no cede rá un só lo centímetro
de su seg urid ad.
EL P ROCESO
No puede excluirse qu e es tas dife rencias res ul ten in fra nqu ea bl es . En ese caso ta l vez pod ría llega rse
a un ac ue rd o interin o de no belige ra ncia, no a un
ve rd ade ro tratado de paz, a ca mb io de un a devo lu ció n parcia l del Go lá n.
La negoc iac ió n entre isra elíes y pa les tin os se rá
tod av ía más difícil qu e co n los si ri os, de bido a l va lo r
se ntimenta l, ideo lógico y milita r de C isjo rd a n ia y
Gaza pa ra los is rae líes, en ta nto qu e pa ra los pa lestinos
se t ra t a ev id e nte m e nt e d e a lgo to d avía m ás
irre nun ciab le, su te rrito ri o nac io na l. Pe ro un a ño
desp ués de M adrid se ha n dado ta mbié n pasos adela nte. Se es tá negocia nd o so bre la base de un modelo
ace pta do po r a mbas pa rtes : un períod o de a uto nomía d e cinco a ños, en el te rcero de los c ua les se
e mpeza ría a negoci a r el esta tu to definiti vo de los
TTOO, el c ual de be rá reso lve rse so bre la base de las
reso lu ciones 242 y 338.
No se rá fác il negoci a r e l régim en de a uto no m ía,
e n el c ua l el a utogo biern o pa les tin o de be alca nza r
prác ti ca mente to dos los á m bitos, excepto la seg uri dad y las relac io nes ex te ri o res . C ues ti o nes como el
co ntro l de la ti e rra, del ag ua, o el es ta tuto de los
ase nta mi entos, deberá n se r res uelta s. La na tura leza
del Consejo de Go bi e rn o de la Auton o m ía Pa les tina
ha sid o un a de las más es pin osas . Los israe líes desea n
un co nse jo administra ti vo, mientras qu e los pa lestin os
desea n un conse jo leg isla ti vo. En el fo nd o no impo rta
mu c ho el no mbre que se le dé. Lo im porta nte es q ue
el ó rga no supremo de la a uto no m ía ha brá sido elegido por su frag io un ive rsa l de la po bl ac ión pa les tin a de
los TTOO y, como ta l, tendrá un a legitimidad democ rá ti ca y un a represe nta ti vid ad po lítica q ue ha rá n de
él el máx im o símbo lo nac io na l pa les tin o y le do tará n
de a uto rid ad para habl a r y ac tu a r en no m bre del
pue bl o pa les tin o y de su entidad nac io na l embri o na ri a,
el régime n de a uto no m ía. Su a uto rid ad po lít ica se rá
inn egab le, y ca m b ia rá susta ncia lmente e l eq uilibri o
de pode r q ue has ta a ho ra ha ex istid o entre pa les tin os
e is rae líes, cl a ra mente deca nta d o a favo r de és tos
últimos. Un a mpli o sector de la de rec ha israe lí sie mpre lo ha visto as í, y po r eso ha luchado desde el
principi o co ntra la a uto no m ía pa les tina, viend o en
e lla el reco nocimi ento implícito de un os de rec hos
nac io na les qu e co ndu ciría inev ita bl emente a la c reació n de un a entidad nac io na l pa les tin a ya la devo lució n de los TTO O .
Todo ell o puede supo ner ta mbié n un ca mbi o en
el eq uili bri o po líti co dentro del ca mp o pa les tino. Los
diri ge ntes pa lestin os del interi o r adqu iriría n un pode r y ull a re prese nta tiv id ad qu e has ta a hora no ha n
DE P AZ EN O RIENTE M EDIO
te nido, y qu e puede lleva rl es a choca r co n el qu e hasta
a ho ra ha sido el ó rga no supre mo del nac io na lismo
pa lestin o, la OLP (Orga ni zació n pa ra la Libe rac ión
de Pa les tin a).
La devo lució n de los TT OO a fecta ría a los
inte reses es tra tég icos de Israe l. El va ll e del J o rd á n y
las a lturas de C isjo rd a nia constitu ye n dos impo rta ntes ba rre ras defensivas en lo qu e los israe líes co nsidera n su fre nte o ri enta l, qu e pa ra ell os ti ene un a profun dida d q ue puede llega r has ta la fro nte ra ind opak ista n í. En C isjorda ni a ti enen sus fuentes los ríos
qu e ba ña n la pl a nic ie coste ra, y po r su subs uelo se
ex ti end e bu ena pa rte del ma nto ac uífero más impo rta nte del país. Devo lve r los TTOO sup o ndr ía co loca r
la fro nte ra en un as co lo ni as qu e do min a n toda la
lla nura de la costa, e n a lg un as zo nas a 12 km del ma r.
El o bj eti vo del sio nismo e ra devo lve r a los
jud íos a su ti erra de o ri ge n . Pero un a de las iro nías de
la hi sto ri a es q ue la ve rdad e ra ti erra de o ri ge n de los
jud íos no es la comprendid a de ntro de las fro nte ras
israe líes a nteri o res a 1967, sino lo qu e un os ll a ma n
Judea y Sa ma ri a, y los otros Cis jo rd a nia, es dec ir, los
TTOO . La zo na de la costa siempre fue ca na nea,
filistea o estu vo heleni zad a, y en ella nunca se encontraron a g usto los judíos, qu e no ha n sido un pue bl o
ma rin e ro . Inc lu so Ga lil ea era pa ra ell os una ti erra
sos pechosamente a bierta a otras influencias, la Ga lilea
de los Ge ntil es. El núcleo d uro del pu eb lo jud ío es tá
e n las a lturas de Judea y Sa ma ri a, en luga res qu e, para
un os, so n Shec he m, He bro n o Set El, y qu e los o tros
lla ma n Na blú s, El Kh a lil o Ra ma ll a h, res pecti va mente. Los la bo ri stas so n en es te punto más fl exi bl es qu e
el Likud, pa ra e l cua l es ta c ues ti ó n co nstitu ía su
pro pi a razó n de se r, qu e le lleva ba a defend e r el
contro l de los TT OO po r encim a de cua lqui er o t ra
con side rac ió n . Pero po r la derec ha vo tó en juni o de
1992 cas i el 50% de la po bl ac ió n is rae lí, y si el
Go bi ern o decide devo lve r los TTOO tendrá qu e
hace r frente a tod o tipo de a taq ues y a una ca mpa ña
de deso bedi encia civil de a mpli os sectores, empezando po r los 120.000 co lo nos de los ase nta mientos.
Pueden inclu so es pe ra rse actos terro ri stas y acc io nes
de resistencia a rm ad a qu e podr ía n ir más a ll á d e lo
qu e sucedi ó en Ya mit, c ua nd o el ejército tu vo qu e
desa lo ja r po r la fuerza a los po bl ado res de la prin cipa l ciudad jud ía en el Sin a í, a ntes de devo lve rl a a
Egipto.
T od o esto res ulta pa rti c ul a rm ente cie rto en lo
qu e se refi ere a J er usa lén, el Al Quds pa les ti no . Unos
la ha n proc lama do cap ita l ete rn ame nte un ida e
irrenun cia ble de su Es ta do, los o tros el sím bo lo de su
44 7
C OYUNTURA INTERNACIONAL
nac io na li smo irre dento . El Muro de las La me ntaciones es el mi smo q ue sosti ene la pl a ta fo rm a del Te mpl o, qu e es do nde se leva nta n hoy las mezquitas
sagradas de los mu sulm a nes. Eso no hay qui en lo
ca mbie. Rea lm ente, en es te mo mento, no puede co nte mpl a rse nin g un a so lución posible pa ra la c ues ti ó n
de Je rusa lén . Se ma neja n a lg un as ideas imag in a ti vas
so bre di visión en di stri tos, so bera nía compa rti da,
uso de símbo los re ligiosos y nac io na les. Pe ro, po r
a ho ra, nin g un a de las dos pa rtes se sie nte lo suficiente mente seg ura y lo suficie nte mente identificada co n
el proceso negociad o r como pa ra hacer las conces iones mínim as necesa ri as. Só lo deja nd o Je ru sa lén pa ra
el fin a l, y siempre q ue tod os los demás as pectos de la
negoc iac ió n haya n sido res ueltos, ca be pensar q ue se
pued a e nco ntra r una so lu ció n.
Un ac uerd o de paz entre Israe l y los pa les tin os
¿tendr ía q ue implica r necesa ri a mente la devo lució n
de todos los TT OO? Res ulta di fíc il da r un a res pu esta. En es te mo mento ex iste un co nse nso nac iona l en
Israe l pa ra no vo lve r a las fro nte ras de 1967, pa rti c ula rm ente en C is jo rd a ni a, y desde lu ego en Je ru sa lén .
Los pa les tin os ti e nen un a pos ició n negociado ra más dé bil q ue Siria, e Israe l
"El grado de
podría sentirse más incl in a da a
desarrollo ya
devo lver a Da masco la so beran ía fo rma l sob re to do el Go lá n
aLcanzado por la
q ue a h ace r lo mi s m o e n
economía de Israel,
C is jo rdan ia . Pe ro para los
su carácter de
pa lestin os, como pa ra los siri os,
sociedad abierta,
recu perar su ter ri to rio es un a
c ues ti ó n de principi o y de ho no r
crean una demanda
nac io na l, mu c ho más cua nd o se
de normalidad"
tra ta no de un a peq ueña franja si no de
la to ta lid ad de l mis mo.
Para qu e una negoc iació n ta n co m p leja co mo
és ta te nga éx ito se rá necesario to ma r dec isio nes mu y
di fíc iles, qu e im p li ca n sac ri ficios y costes elevados
pa ra qui enes lo hace n . Ell o res ulta más fáci l c ua nd o
ex iste un a visió n de un a meta superio r, común a
to dos, que lo ju sti fiq ue. Pe ro, hoy po r hoy, en Orie nte M edi o no ex iste ta l visió n, ni un deseo des bo rd a nte
de paz, ni tampoco un a vo lu ntad cla ra de hace r en
no mbre de ell a cua lqu ie r sac rific io. El ni ve l de odi o
sigue siendo m uy a lto, ig ua l q ue el rece lo m útu o y el
mi ed o a as umir riesgos hac iend o conces io nes.
Lo que ex iste es otra cosa, más modes ta , pero
q ue ha sido sufi cie nte para po ne r en ma rcha las
negociac io nes: el deseo de te ner buenas relac io nes
co n los EEUU y de no se r acusa do de rec haza r las
co nve rsacio nes, y so bre to do la co incide ncia de qu e
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no hay a ltern a ti va a la paz, de qu e la g uerr a no es en
este mo mento un a o pció n re alista. La ca tás tro fe a la
qu e llevó Sada m Husei n a Irak ha sido contempl ada
po r tod os. Los á ra bes pu eden la nza r a lgun os mi siles
co ntra Israe l, pero co n los EE UU a su lado y sin el
a poyo de la URSS ca rece n de la prác ti ca de un a
o pció n milita r co ntra los israe líes. El co la pso de la
UR SS significa qu e, en caso de guerra, Siri a no po dr ía
co nta r con los sumin istros logísti cos ni co n el a po yo
dipl o má ti co de M oscú . Poco te nd ría qu e hace r ento nces Israe l - qu e ya le de rro tó en 194 8, 1967 Y
1956- a poya do po r Was hin gton. Es pec ia lmente tras
la elecc ió n de Ra bín , qui en a las pocas sema nas de
oc up a r su ca rgo ya ha bía recibido los ava les pa ra
créditos po r va lor de 10.000 millo nes de dó la res e
imp o rta ntes tra nsferencias de a rm as. Y más a ún si se
ti ene e n cuenta la eficacia y el coste de las nuevas
a rm as inteli ge ntes, qu e la ma ltrec ha eco no m ía siria
di fíc ilmente po dr ía adquirir.
Po r su pa rte, Israe l ta mpoco puede mostrar un a
actitud intra nsige nte si no qui e re d a ña r g ra vemente
s us relac io nes co n W as hin gton . Un pa ís co nve ncid o
de es ta r sometid o a un ce rco ex te ri o r como Israe l
ti ene una fue rte neces idad psico lógica de te ner bu enas re lac io nes co n los EE UU, su úni co sa lvav idas
ex teri o r en caso d e eme rge ncia . Un dete ri o ro de las
relac io nes co nll eva un a lto coste po líti co y de seg urid ad pa ra el Go bie rn o res po nsa ble de la situació n, y
és te fue un o de los facto res qu e influ ye ro n en la
de rrota electora l de Sha mir.
En un sentido más pro fund o, ex iste la necesidad
de no rm a lidad en la socied ad israe lí. Un os y o t ros,
á ra bes y judi os, desea n en principi o la paz . Pe ro en el
caso de los is rae líes, apa rte de es ta as pirac ió n difu sa,
ex iste un facto r mu y es pecífi co . La israe lí es un a
sociedad acos tum bra da desde su nac imi ento a vivir
en un es tado per ma nente de exce pcio na lidad. A
c ree rse exce pcio na l ya glo ri fica r sus log ros exce pciona les, como las victor ias militares, la co lo ni zac ió n de
zo nas desé rti cas, o las inmi grac io nes mas ivas. Pero es
un país a l q ue le fa lta to dav ía a prender a vivir e n la
norma li da d, teni endo relac io nes no rm a les co n el
resto de l mund o y una situ ac ión po líti ca no rm a l
de ntr o de s u s fro nte r as. La tr a di c ió n d e
exce pcio na lid ad del p ue bl o judío, acos tumb ra do a
c ree rse di stin to a los demás desde hace mileni os , no
ay uda mu c ho en este punto. Pero las necesidades de
Israe l pa ra converti rse en un Es tado po líti ca yeco nómi came nte viab le co nstitu ye n un facto r pode roso
q ue o pe ra e n esa direcció n. Is rae l no pod rá relac iona rse pl ena mente ni co n su medi o na tura l, O ri ente
EL P ROCESO
Medio, ni con las naciones a las que desea parecerse
en el mundo occidental, si no hace la paz con sus
vecinos. El grado de desarrollo ya alcanzado por la
economía de Israel, su carácter de sociedad abierta,
crean una demanda de normalidad. Su economía no
podrá desarrollar todo su potencial hasta que se
desprenda de los lastres que genera un estado de
guerra constante. Los israelíes desean tener un estilo
de vida similar al de los europeos y norteamericanos,
lo que resulta incompatible con posiciones intransigentes que perpetuarían el conflicto. Eso no significa
que estén dispuestos a cualquier cosa con tal de
alcanzar la paz, porque nunca pondrían en peligro lo
que consideran esencial para su seguridad, pero sí
que existe un ansia de terminar con lo que hasta
DE PAZ EN O RIENTE M EDIO
ahora ha sido Israel desde su nacimiento, un Estado
pt:rmanentemente en pie de guerra.
La oportunidad abierta por la Conferencia de
Madrid puede frustrarse . Pero si tal cosa sucede, hoy
por hoy parece difícil que ello conduzca a una nueva
guerra. El estancamiento generaría frustración, mayor terrorismo, nuevas Intifadas, la continuidad en
suma de una situación que no conduce a nada y que
se prolongaría hasta que el ciclo volviera a cerrarse y
las partes decidieran que tiene sentido volver a negociar la paz. La guerra y el pudrimiento lento de la
situación en Oriente Medio han demostrado varias
veces que no bastan para resolver el problema. Acaso
sea el momento de comprobar si la paz, con todos sus
riesgos y sus costes, puede hacerlo.
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