ORDENACION SACERDOTAL - Escolapios de las Californias

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ORDENACION SACERDOTAL
La Viceprovincia de las Californias
PADRE BENJAMÍN CASTILLO
Noviembre - Diciembre 2011
N° 198
Edita: Piarist Fathers/Viceprovincia de las Californias
3940 Perry St. Los Ángeles CA 90063
[email protected]
NUESTRO PADRE PROVINCIAL NOS VISITA
Entre las satisfacciones que nos ha ofrecido este año la Navidad es obligado
mencionar la visita de nuestro P. Provincial de Catalunya, P. Jaume Pallarolas.
El día 21 de diciembre, en Mexicali, además de saludar a cada uno de los religiosos
de la Comunidad, tuvo la oportunidad de tratar con los responsables de la construcción de la
escuela que piensa construirse allí, interesándose por las diversas cuestiones técnicas que
presenta este proyecto de la Viceprovincia.
El día 22 compartió con todos los religiosos de la comunidad de Los Ángeles, se
reunió con la Congregación Viceprovincial y dedicó un tiempo muy especial para conocer a
los prenovicios y compartir con ellos sus experiencias y la cena.
Dedicó los días 24 y 25 a la comunidad de Tijuana, interesándose por todos los
religiosos, sacerdotes y juniores, de la comunidad, visitando a los niños del HOCATI,
admirando los trabajos para la ampliación de sus locales destinados al grupo de
adolescentes, presidiendo la Renovación de Votos propia de la Navidad, compartiendo
gozoso la comida festiva del día.
Mención especial merece la jornada del día 26, centrada en la Ordenación Sacerdotal
del P. Benjamín Castillo. La portada de este número es fiel testimonio de su presencia en
este momento tan significativo para la vida de nuestra Demarcación.
Antes, empero, de la solemne Concelebración Eucarística, el P. Pallarolas presidió la
Asamblea Viceprovincial animándonos a llevar adelante nuestros proyectos, tanto en la
Pastoral Vocacional como en el campo de nuestro ministerio: la educación formal y no
formal. Le agradecemos de corazón su presencia y las palabras de ánimo que nos dedicó.
XV Aniversario de
Ordenación Sacerdotal
El pasado 8 de diciembre la
Comunidad escolapia de los Ángeles
participamos en la celebración de los
quince años de ordenación sacerdotal
de los PP. Miguel Campos, Roberto
Morales y Miguel Mascorro. Lo que
inició con el deseo de los festejados
por celebrar la Eucaristía, Acción de Gracias, por los 15 años, se convirtió en una gran
celebración de la comunidad Parroquial de Santa Teresita que invitó secretamente a las
demás parroquias al festejo.
Nuestro templo se llenó por completo por la asistencia de familiares, amigos, parroquianos
de nuestras tres parroquias de Los Ángeles y miembros de varios movimientos parroquiales
de otros lugares. Para un servidor fue muy emocionante ver a tanta gente que nos ha
acompañado durante estos años. También recordé a todas las personas que en Tijuana y
Mexicali han formado parte del proyecto de Dios en nosotros.
En esta Fiesta del XV aniversario Sacerdotal me gustó también comenzar el tema del año
vocacional de nuestra Orden. Fue la oportunidad para dar testimonio de la alegría de servir
como sacerdotes consagrados y decir a todo mundo, pero de modo especial a nuestros
candidatos (prenovicios), que vale la pena decir sí a Señor y que Dios cumple sus
promesas, que su amor esta presente en todas las personas a las que servimos, que los
presentes en la celebración me hacían ver mi caminar hasta aquel día y que me sentía
lleno de emoción, alegría y agradecimiento.
La celebración continuó en el salón parroquial donde disfrutamos de rica comida, de música
de mariachi y la exposición de fotos que Eugenia Sábado, coordinadora del Consejo
Pastoral y de la fiesta, consiguió de antemano.
Sentimos mucho la falta del P. Miguel
Campos en la Celebración pues días antes
nos había avisado que no podría estar con
nosotros porque la Comunidad del Sagrado
Corazón de Ensenada, donde es párroco,
le haría también un festejo ese día.
Agradecido con Dios, con la Escuela Pía y
con tanta gente que nos va acompañando
cada día, sólo me queda pedir al
Todopoderoso que me haga digno de la
vocación recibida y con su ayuda lleve a
buen término su obra.
Miguel Mascorro, Sch.P.
Día de Acción de Gracias 2011
El Día de Acción de Gracias es el día familiar por antonomasia en los
Estados Unidos. Se trata de una jornada en la que se mezcla la cultura y la
religión; una celebración de primera clase en la que se recuerda la hermandad
entre nativos y forasteros, unidos el gozo experimentado en el intercambio
solidario y la necesidad del agradecimiento a Dios. Las familias se reúnen en
torno a la mesa para agradecer al Señor sus dones y compartir la cena
eminentemente tradicional,
La Comunidad escolapia de Los Ángeles –religiosos y prenovicios—nos
sentamos también para compartir el gozo de ágape fraternal. Pero antes, en el
Oratorio de Casa Calasanz expresamos nuestra gratitud a Dios por algunos de
tantos momentos de plenitud vividos durante el año 2011. Entre cantos y
oraciones de agradecimiento, lo hicimos a través de esta “letanía”, que
constituyó el punto central de nuestra plegaria comunitaria:
1.- Recordemos un momento importante a principios de este año. El Capítulo
Viceprovincial en la Casa “Holy Spirit Center”; un momento en que vivimos la comunión,
compartimos las esperanzas, experimentamos la diversidad y la unidad entre todos.
Te damos gracias, Señor.
2.- Una vez más la Convivencia de junio, en el Rancho María Teresa, nos facilitó un sano
descanso y acrecentó nuestro sentimiento de grupo, nuestro espíritu fraternal.
3.- Hemos expresado nuestra sintonía con la Orden a través de nuestra presencia en los
encuentros de Peralta de la Sal (Superiores Mayores), Veracruz (Economía), Roma
(Formadores y Religiosos jóvenes), Argentina (Maestros de Juniores), Chile (Pastoral
Vocacional).
4.- Hemos recibido las visitas del P. General y su Asistente de América. Y también la de los
PP. Héctor Sánchez (Rep. Dominicana), Carlos Retana (Colombia), Josep Margalef
(México) y la del P. Sadurní Tudela, que nos ha prestado una gran ayuda en Tijuana
durante el verano.
5.- El encuentro de las Congregaciones Demarcacionales de México y de las Californias
supuso un punto de partida hacia un mayor conocimiento mutuo y colaboración.
6.- Celebramos el 50º Aniversario de la Ordenación Sacerdotal de los PP: Tintxo Arriola y
Rafael Argemí, agradeciendo a Dios tanta gracia como han recibido y compartido en sus
largos años de sacerdocio
7.- Acompañamos a Benjamín Castillo en su Ordenación Diaconal y esperamos con
enorme gozo su próxima Ordenación sacerdotal
8.- El espíritu de colaboración interdemarcacional y enriquecimiento mutuo nos trajo la
ayuda de dos juniores filipinos y facilitó la experiencia de Federico Castillo en la
República Dominicana.
10.- Representados por nuestro P. Viceprovincial, nos unimos espiritualmente al Noviciado
de Celaya en la profesión simple de Javier Flores y Denis López, el ingreso de
Hermenegildo López al Noviciado y la reciente visita del P. Ramón Novell.
11.- Son motivo de esperanza los cuatro prenovicios de Casa Calasanz: Félix, Eli, Sergio y
Rafael. Con la ayuda de la comunidad formativa van creciendo en el conocimiento y el
amor a Calasanz y su obra.
12.- Seguimos organizando nuestra Pastoral Vocacional, con la programación de los
Retiros mensuales, ayudados por el grupo “Calasanz” de generosos laicos
comprometidos en ella.
13.- Han terminado satisfactoriamente sus estudios, graduándose de Licenciatura en
Ciencias Religiosas Benjamín Castillo y de Preparatoria Daniel Velázquez, y está a
punto Jaime Núñez de culminar dignamente la Licenciatura de Psicopedagogía.
14.- Nuestro ministerio escolapio en el área de la Educación no formal sigue creciendo con
la formación de los monitores, la celebración de los numerosos Caliveranos, las
Escuelitas de Tareas, las misiones de Semana Santa.
15.- Nos alegramos grandemente con la celebración del V Aniversario del HOCATI, que nos
permite gozar ya de los frutos de la institución, en el desarrollo integral de los niños y
niñas acogidos.
16.- Con grande ilusión hemos conseguido superar los obstáculos que han retardado tanto la
iniciación de la Escuelita del Ejido Orizaba de Mexicali, que supone un gran reto, pero
también el cumplimiento de un deseo repetidamente expresado.
17.- Los Laicos miembros de la Fraternidad Escolapia vivieron en junio un Retiro que les
permitió evaluar satisfactoriamente el camino seguido, a la luz del nuevo Directorio de la
Fraternidad recientemente aprobado por la Congregación General.
18.- Pidamos al Señor que bendiga y recompense abundantemente a tantos y tantos
bienhechores que con su oración y sus aportaciones en metálico o en especie nos
ayudan a llevar adelante nuestra misión en las Californias.
19.- Síntesis de toda esta vida fue la Concelebración Eucarística en la Festividad de San
José de Calasanz, cuando en la Parroquia de Santa Lucía, alrededor del altar,
coincidimos la gran mayoría de los religiosos de la Viceprovincia, los juniores renovando
sus votos, los prenovicios celebrando su ingreso en Casa Calasanz, los “Laicos
escolapios” y el Grupo “Calasanz” de Pastoral Vocacional, renovando su compromiso, el
ingreso a la Hermandad Escolapia de Dª. Trini Pelayo, las Comunidades de las tres
Parroquias, unidas en torno a la figura del Fundador.
20- A pesar del vacío que nos ha dejado el P. Antonio Piña con su fallecimiento tan
inesperado, confiamos que desde el Cielo seguirá ayudándonos a llevar adelante los
proyectos que con tanta dedicación inició en nuestra VIceprovincia.
Éstos y muchos más son motivos para agradecer al Señor sus dones a nuestra pequeña
Viceprovincia. Con un corazón agradecido digamos juntos: Padre nuestro…
RECUERDO DE MI HERMANO
+ Joaquín Piña Batllevell, Obispo emérito de Yguazú
Antonio nació cuando yo ya tenía, o estaba por cumplir 10 años. Recién ahora supe la
fecha exacta, (15 de marzo del 1941), ya que soy totalmente inútil para retener números. Lo
único que sabía era que era alrededor de la fiesta de San José, porque mamá, unos meses
antes me había dicho: “Vamos a hacer los 13 domingos de San José para que todo vaya
bien…” (Nuestros padres ya andaban cerca de 40).
Papá solía decir que él tenía un hijo del Rey, (Alfonso XIII), que sería yo, nacido el año
1930. Uno de la República, Daniel, que nació el 1933, y uno de Franco, Antonio, aunque no
creo que por esto fuera muy franquista…(!)
Naturalmente que el nacimiento y la infancia de Antonio fue de gran alegría para toda
la familia. Yo interpreto que era como el obsequio a Dios que mis padres querían ofrecerle en
agradecimiento por habernos salvado de la guerra.
Un hermano de papá, el tío Antonio, sacerdote, fue el elegido para ser su padrino, y
por esto le quería tanto e incluso tenía por él una especie de adoración. Sin duda que esto
habrá influido no poco en su vida… hasta que tuvimos el segundo Padre Antonio Piña. La
elección del nombre de Antonio fue sin duda porque éste era el Santo de la devoción de la
familia. La abuela materna se llamó Antonia, y en casa había un cuadro grande y muy
hermoso del Santo, que estuvo escondido durante la guerra, teniendo en cuenta que a
nosotros nos tocó vivir los tres años en la zona roja.
Cuando Antonio nació yo ya estaba, interno, en el Colegio de los Jesuitas de San
Ignacio de Sarriá, donde cursé todo mi bachillerato, que entonces eran 7 años, más el
ingreso. Antonio hizo la primaria en el Colegio de la Escola Pía de Sabadell, que quedaba a
dos cuadras de mi casa. Para el bachillerato, los papás decidieron que fuese también a San
Ignacio de Sarriá, donde habíamos estudiado los dos hermanos mayores, ya que en aquel
tiempo se consideraba que el internado era el mejor sistema educativo que existía, al menos
para los que no vivíamos en la capital. Yo fui el único que “resistí”, y lo hice con gusto, los 7 u
8 años de encierro. Mis dos hermanos, a la mitad, optaron por hacerse mediopensionistas,
que hoy parece un sistema más normal.
Cuando en verano íbamos de vacaciones a un pueblito muy pintoresco que se llama
Sant Quirze de Safaja, me encantaba salir a pasear algunas veces con mi hermanito que era
todavía un niño. Tal vez es por esto que, para mi siempre fue el “nene” de la familia, tanto en
lo que ello significa de afecto, ternura, como también, reconozco –y tengo que pedirle
perdón-, que le hacía sentir que yo era el mayor. Esto, de alguna manera me duró toda la
vida, y él lo llevaba con mucha naturalidad, o supongo que humildad. Al menos nunca
protestó.
Conservo una foto de Antonio, todavía de pantalón corto, cuando con el resto de la
familia me despidieron en el muelle de Barcelona cuando partí como misionero para América,
en octubre del 1955. Estando ya en el Paraguay, unos años después, recibí una carta suya
en la que me comunicaba su decisión de entrar con los Escolapios. Fue una inmensa alegría
al saber que iba a tener un hermano sacerdote y religioso. Desde lejos nos fuimos siguiendo
a través de la correspondencia durante toda su formación: recuerdo de Moiá, Irache, y si no
recuerdo mal, cuando en 1963 volví por primera vez a España, fuimos con los papás a
visitarle a Salamanca, donde estudiaba la teología.
Sin duda que fue un sacrificio para los dos, --aunque en aquel tiempo no era posible
pensar en otra cosa--, fue que ni él pudo asistir a mi Ordenación sacerdotal, que fue en
Asunción, ni yo a la suya, que fue en la iglesia de San Agustín de la Escola Pía de Sabadell.
En cambio, para mi Consagración Episcopal, en el 1986, él fue, junto con mi sobrino Carlos,
los que acompañaron a mamá a Puerto Iguazú, donde tuvo lugar la ceremonia.
Años después, aprovechando unas vacaciones de Navidad se vino como una
quincena a acompañarme en Puerto Yguazú. Fue la más linda de todas las visitas que recibí
en esos años. Le llevé a recorrer toda la Diócesis, y no nos faltaron algunas aventuras.
Recuerdo que pasamos una noche de Navidad en la parroquia que tienen los Padres
Redentoristas polacos en un pueblo que se llama San Vicente. A Antonio le hospedaron en la
pieza de un Padre que estaba ausente. Decir “pieza” es mucho decir, porque aquello era más
bien una covacha, muy estrecha, llena de trastos y bastante sucia. Pero esto no fue lo peor.
Por lo visto, el perro de los Padres, que era un bicho negro, enorme, que parecía un caballo,
tenía la costumbre de dormir en la pieza del Padre. Cuál sería el susto de Antonio cuando, a
media noche, se abre la puerta y entra aquel animal… Imagínense la escena y el susto del
pobre Antonio
Resultó providencial que estuviera
conmigo esos días, porque justo me
había llegado una carta de la Sagrada.
Congregación, de un tal Cardenal
Medina, en que me recriminaba por la
Ordenación Sacerdotal de un jesuita que
yo había hecho en circunstancias un
poco atípicas, en Asunción, en el
vertedero municipal. (Fue a pedido del
ordenando, que trabajaba con esta
pobre gente). El Cardenal me hablaba
de “este hecho insólito” y cosas por el
estilo. Antonio me sugirió que por qué no
le contestaba si no habría sido mucho
más insólito que el Hijo de Dios, cuando vino a este mundo, naciera en un establo de Belén
que seguramente no olería mejor que el basural de Asunción.
Resumo: el episodio me mereció 3 cartas del Cardenal. En una de ellas me decía que
lo del buey y la mula era una tradición del siglo VI, y que era de suponer que, antes que
naciera el Niño, San José habría adecentado aquel lugar… Me imagino a San José con un
spray de desodorante (!)
Me queda solo decir que, en estos últimos años le sentí cada vez más cercano en el
modo de pensar y también de actuar: su ofrecimiento para ir a las misiones, su mentalidad, lo
que pensamos sobre la Iglesia de hoy, esos escritos que solía mandarme por e-mail del
Obispo Casaldáliga, o de la polémica que se armó con motivo del libro de Pagola, JESUS,
aproximación histórica, que por cierto ha hecho tanto bien a mucha gente que no lee
nuestros escritos que son demasiado pesados…
Por esto que, a pesar del dolor de la separación, y saber que en mis viajes no le voy a
encontrar más, me consuela muchísimo saber que he tenido un hermano que fue siempre un
excelente sacerdote y religioso y misionero, --ciertamente tenía el carisma de San José de
Calasanz-- y que prácticamente dio su vida en ese campo de misión. Leí en un artículo de los
que me mandaste que: “Antonio quería cambiar el mundo” y murió en el empeño.
Feliz él que ya estará disfrutando de la compañía de Jesús. Yo ya tengo ganas de seguirle,
aunque tengo que decir con San Martin de Tours que “si todavía puedo ser útil en algo…
“non recuso laborem”. Un abrazo.
VISITA DEL P. FERNANDO HERNÁNDEZ
ASISTENTE GENERAL POR AMÉRICA
Los días 29 de noviembre al 3 de diciembre ha estado con
nosotros el P. Fernando Hernández, Asistente General por
América, en plan de visita pastoral.
Llegó a Los Ángeles el día 29 a primeras horas de la tarde
y nos dejó el día 3 de diciembre a media mañana. Durante su
estancia entre nosotros, éstos han sido os momentos más
importantes de su visita.
Visita a los Prenovicios
La misma tarde de su llegada, después de la comida con
la comunidad de Santa Lucía, en la que se hospeda, de las 6 a
las 8, compartió con los prenovicios, en Casa Calasanz,
interesándose por su vida, sus estudios, sus intereses y, a su vez, contestando a las
preguntas que ellos le hicieron sobre su misión en la Escuela Pía, como Asistente General y
los planes de reestructuración y expansión de la Orden en el futuro inmediato.
A las 8 se unió a los prenovicios en el rezo de Vísperas en el Oratorio de Casa
Calasanz.
Encuentro con la Congregación Viceprovincial
El día 30, por la mañana, compartió con la Congregación General, prioritariamente
interesándose por el eco en la Viceprovincia de las 6 Líneas de Acción aprobadas por el
Capítulo General último.
El P: Miguel Mascorro fue explicando cómo estaban ya recogidas en la Planificación
bienal de la Viceprovincia 2011-2013 diversas acciones al respecto, unas ya iniciadas y
puestas en práctica, y otras previstas para los próximos meses.
Con mayor detenimiento se trató cuanto se refiere a la Formación Inicial: la dedicación
del próximo año como “Año Vocacional” y a la documentación que se nos pide respecto a la
misma: Estatuto de la formación Inicial; Estatuto de la Casa de Acogida; conveniencia de
podernos de acuerdo los diversos Maestros de Prenovicios para preparar más
homogenéricamente a los futuros novicios y así facilitar el trabajo formativo en los
Noviciados; conveniencia de la flexibilidad de duración del Prenoviciado, en función de la
adecuada preparación al pasar al Noviciado. (Esto será objeto de trabajo conjunto, en
Bogotá, el mes de febrero)
Retiro de Adviento
El jueves, día 1º de diciembre, el P. Fernando Hernández aprovechó la oportunidad de
participar en el Retiro de Adviento, dirigido por el P. Ramón Novell, en la Casa de Oración de
la Archidiócesis de Los Ángeles, dirigida a los Sacerdotes. Junto con él asistimos al Retiro
otros 7 religiosos escolapios de la Comunidad.
Encuentro con la Congregación ampliada.
Las primeras horas de la mañana del viernes, día 2 de diciembre el P. Asistente
General ha estado conversando con el P. Viceprovincial, Miguel Mascorro.
Después, a las 11 nos hemos reunido en la Residencia Viceprovincial los miembros de
la Congregación más los PP. Ramón Novell, Ecónomo Viceprovincial, y Roberto Morales,
Delegado Viceprovincial de la Pastoral Vocacional.
El objetivo de este encuentro era poder ofrecer al P. Asistente lo que se está haciendo
en el campo de la Pastoral Vocacional y en el de la Economía. El P. Roberto ha ido
explicando lo que se hace en Los Ángeles, con la ayuda del Grupo Calasanz de Pastoral
Vocacional, y los planes –no siempre conseguidos- en la Baja California. El P. Fernando ha
insistido en la necesidad de institucionalizar el trabajo fijándolo en un Estatuto de Pastoral
Vocacional de la Viceprovincia donde se defina el modelo de joven que deseamos entre en el
Prenoviciado, y los criterios, las técnicas y dinámicas que se usan para conseguirlo,
aludiendo a las fichas AVE, originarias de Colombia.
Se ha constatado una vez más la diversidad de los muchachos que solicitan entrar a
Casa Calasanz y a debilidad del equipo de Pastoral en la Baja California. El P. Fernando ha
insistido una vez más en la necesidad de redactar un Estatuto de la Casa de Formación.
Procuraremos conocer algunos que ya existen para orientarnos en la confección del nuestro,
a partir de nuestra realidad.
Posteriormente se ha tratado brevemente el tema de la gestión económica, que
requiere unas mejoras en algunos puntos que ya se nos indicaron en las reuniones de
Superiores Generales. So tocó también la cuestión de la Procuración de Fondos que exige
personas dedicadas a ello.
A la 1 del mediodía hemos terminado la reunión.
Con la comunidad de Los Ángeles
A las 4 de la tarde del mismo día 2, en la salita de la Comunidad de Santa Lucía, el P.
Asistente General se reunió con toda la comunidad, dispuesto a contestar a nuestras
preguntassobre temas de la Orden. Pero pronto, al anunciarnos la próxima visita del P. Pedro
Aguado a principios del próximo enero para visitar las Casas de Formación, la conversación
se centró en el compromiso de la Orden de llevar a cabo la reestructuración de las
Demarcaciones para avanza en la revitalización. Se escucharon puntos de vista diferentes
respecto a la actitud del P. General en la cuestión; pero el P. Fernando insistió en la decisión
preceptiva del Capítulo General y aconsejó avanzar en el proyecto de reunificación de
nuestra Viceprovincia con la Provincia de México, evitando el que se tuviera que imponer una
orden desde arriba lo que resultaría más doloroso. La visita de nuestro P. Viceprovincial al P.
Emanuel, Provincial de México, previa a las Navidades, puede ayudar a acercar posiciones.
Terminamos la reunión a las 5 de la tarde para celebrar conjuntamente la última cena
con el P. Asistente General, P. Fernando, que, al día siguiente salí a media mañana camino
de Veracruz.
EL CICLO NAVIDEÑO
EN NUESTRAS PARROQUIAS DE LOS ANGELES
Nuestras
comunidades
parroquiales
en
Los
Ángeles
están formadas por personas de
procedencia hispana y más en
concreto de gente mexicana. Y
en México se habla de las
FIESTAS DECEMBRINAS que
se inician con la celebración de
la VIRGEN DE GUADALUPE, el
12 de diciembre que empieza
con
las
MAÑANITAS
VIRGEN
MORENA
A
LA
DEL
TEPEYAC y prosigue durante el día con las celebraciones eucarísticas y de devoción
popular. Una de esas fiestas que nuestras parroquias se llenan de devotos que quieren
honrar a María y solicitarle su bendición.
Prosigue
con
las
POSADAS.
Acompañar a José y María que solicitan
alojamiento. Una tradición bien rica de
contenido pues se sale por las calles de
la Colonia cantando y rezando y con ello
se logra que bastantes se unan a la
preparación
de
la
Navidad.
Como
escolapios nos satisface muchísimo ver
a muchos niños y niñas que vestidos de
pastorcitos acompañan las imágenes y
esperan con gran ilusión romper la PIÑATA y recibir los bolos o paquetes de dulces.
Los niños del catecismo y otros grupos parroquiales representan algunos días las
PASTORELAS, breves “autos sacramentales” en que se transmite de forma “naif” el mensaje
de la Navidad.
Y !!cómo no!! Se culmina en la noche del 24 con la MISA DE GALLO o del ARRULLO
DEL NIÑO, que se continúa en los domicilios familiares antes de la Cena acostando a Jesús
recién nacido en una emocionante oración de la familia.
Y en la Parroquia de Santa Lucía en Los Angeles hay un SOLEMNE CONCIERTO
NAVIDEÑO, el domingo anterior a la Navidad. Un evento de gran categoría musical en el que
los coros parroquiales que dirige el maestro Raúl Carrillo ofrecen al público, que llena por
completo el templo parroquial, un repertorio de villancicos de todo el mundo. Los coros están
acompañados por la SAINT LUCY’S BIG BAND, conjunto de instrumentos de viento y
percusión tocados por excelentes profesionales y dirigidos por el maestro José Arellano, son
un regalo de arte y belleza. Esta tradición, del concierto navideño, ha cumplido su 39 edición
ininterrumpida. Con este motivo el 18 de diciembre se reconoció la labor y entrega del
maestro José Arellano ofreciéndole una placa de gratitud.
Con todo ello procuramos vivir el mensaje de la Navidad: LES ANUNCIAMOS UNA
ALEGRE NOTICIA: UN NIÑO NOS HA NACIDO, EL ES EL EMMANUEL “DIOS CON
NOSOTROS” EL NOS TRAE LA PAZ.
Ramon Novel
Nochebuena. Demasiada agitación: tengo que hacer un esfuerzo para mantener mi silencio interior. Cuando creo que ya me puedo recoger, Helen me recuerda que he prometido visitar a las dos señoras a quienes ella atiende y ayuda. Algo sé de ellas, y no están lejos, allí por la Primera. Las dos en el mismo edificio de apartamentos para gente sola. Son madre e hija, pero no viven juntas. Con lo fácil que les sería compartir y ahorrarse una renta que tan escasamente pueden pagar... Ventanas cerradas, no salen nunca, aisladas en un mundo marchito, de tiempo estancado, con algo de acuario. La madre es sorda; la hija, ciega. Llego. Es un edificio viejo, triste, despintado y sucio. Un hall oscuro, sin luz eléctrica, paredes desconchadas y tatuajes de viejos graffiti, un sillón en el que nadie osaría sentarse... Primero, la hija. Oigo descorrer tres o cuatro cerrojos antes de abrirme. Quita una toalla del umbral de la puerta. Tendrá unos sesenta y pico años. Un ojo parece normal; el otro, grande y saltón, apunta a un lugar fijo en el techo y le da a toda ella un aire de pez muerto. El cuarto es un desorden solo imaginable en una ciega que vive sola. Está contenta de tener al padre. Charlamos un rato y voy tanteando temas. Hay fotos en la pared, y pregunto. Son sus hijos. Al muchacho lo mataron, la hija vive a quince minutos, en Willmington, y apenas la visita un par de veces al año. Cuando viene se aprovecha y le roba todo lo que puede. Le pregunto cómo pasará la Nochebuena. Como todas las noches. Insinúo que podría cenar con su madre, al fondo del pasillo, hacerle compañía, recordar... Que no. Que su madre no quiere. Voy donde la madre. Aporreo la puerta hasta que oye y me abre. El cuartucho es un inmenso desorden al que una capa de polvo da unidad de tristeza fermentada. Y el mismo olor reglamentario a cerrado que el de su hija. Es una mujer de ochenta y tantos, enfundada en una bata sucia y remendada. Se mueve con lentitud de catástrofe, y tengo que hablarle a gritos. Le pregunto qué cenará esta noche y me dice que una pera. ¿Qué hace con la comida que le mandamos? Tiene un gesto que puede ser de despreocupación, la expresión de una culpa o el recuerdo de unas ruinas... Me pide una oración por sus hijos que no la visitan. Le digo que una hija vive al fondo del pasillo y sugiero la posibilidad, esta Nochebuena, de cenar con ella, hacerle compañía, recordar... Que no. Que su hija no quiere. Salgo al pasillo, que ahora se me antoja más largo, más triste y más oscuro. De hecho creo que corro por él como si atravesase en la noche un bosque de espejos. Estoy fuera. Ha pasado una hora. Entro en el coche, dejo caer mi cabeza sobre el volante y enciendo la radio. Un coro de niños canta "Noche de Paz, noche de Amor... ". Tintxo
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