Lille, algo para recordar. ANA Mª MILLÁN SORIA D.U.E. BECARIA SÓCRATES – ERASMUS Mª BELÉN PASCUAL PARDO D.U.E. BECARIA SÓCRATES – ERASMUS Todo empezó el 2 de febrero del 2001, cuando dos estudiantes de tercer año de la Escuela Universitaria de Enfermería La Fe, emprendían rumbo hacia una ciudad francesa de la cual nunca habían oído hablar, Lille. Allí pasarían tres meses de prácticas y una experiencia inolvidable. Esta es nuestra historia: Eran las 12 del mediodía, y allí estábamos, en el aeropuerto de Barcelona con más de 20 kg de equipaje cada una, aquí mismo empezó nuestra odisea. Habíamos reservado el billete de avión Barcelona – París, París – Lille, nuestro primer contratiempo fue que el avión Paris – Lille, no era tal avión, sino un tren, ¿qué íbamos a hacer?, la coordinadora francesa Madame Balgairies nos esperaba en el aeropuerto de Lille, y nosotras llegaríamos a la estación de tren. Desde Barcelona intentamos comunicarnos con ella, algo que resultó ser imposible, dejamos varios mensajes y rezamos para que los escuchara, y sobre todo, rezamos para que los entendiera. Llegó la hora de embarcar, estábamos contentas pero muy nerviosas, no sabíamos qué nos esperaba. Nos despedimos de los familiares y si lo llegamos a saber nos hubiéramos despedido del sol también, porque no lo volvimos a ver hasta tres meses después, cuando regresamos. El trayecto hasta París fue tranquilo, unas vistas maravillosas y una comida “muy nutritiva”. Aprovechamos para aprender algunas frases en francés (“hola”, “cómo está”, “encantada de conocerla”, etc.), porque la verdad, a pesar del curso intensivo de francés de 30 horas que hicimos aquí en España, no teníamos ni idea. Una vez en París, tuvimos que encontrar la estación de tren, que por suerte estaba en el mismo aeropuerto y no nos supuso ningún problema. Desde allí conseguimos localizar a Mdme. Balgairies e informarle del cambio de planes. Encontramos el tren con destino a Lille, y tras una hora llegamos a la ciudad y nos encontramos con nuestro segundo contratiempo, Mdme. Balgairies no estaba allí, apareció tras 20 minutos de desesperante espera, creíamos que nos habíamos equivocado de ciudad o que nuestro francés no era suficientemente bueno para que nos hubiese entendido. Tras las presentaciones nos llevó a lo que sería nuestro hogar durante los próximos tres meses, una residencia ubicada en el recinto hospitalario, que era utilizada por los trabajadores del mismo, y donde nosotras realizaríamos nuestro primer periodo de prácticas (Médico-Quirúrgica y Administración de Servicios de Enfermería). Durante nuestra primera semana en Lille, tuvimos que adaptarnos a los nuevos horarios, se comía a las 12 h. (en punto), se cenaba a las 19 h., y los franceses se van a dormir a las 22 h. (en punto); así como a las costumbres culinarias del país, al clima lluvioso cien por cien, al frío, la nieve, etc. Una semana después comenzamos nuestras prácticas, una de nosotras en Cuidados Intensivos de Cardiología y la otra en el Hospital de Día Pediátrico. Durante las seis semanas que duraron estas prácticas nos pusimos al día en el idioma, y aprendimos el funcionamiento del Servicio Sanitario Público francés (diferente al español), ya que lo que son cuidados y técnicas enfermeras son prácticamente las mismas. Allí la sanidad pública gratuita es únicamente para los que tienen la cartilla de pobres; el resto de los ciudadanos deben pagar un tanto por cien dependiendo de los cuidados que reciban, además de que no existe la atención comunitaria (no existen centros de salud), cuando les ocurre algo, acuden a su médico particular o directamente al hospital, pudiendo ser su médico privado el que les siga atendiendo en el hospital. Durante este tiempo, como estábamos con otros estudiantes franceses tuvimos la oportunidad de observar las diferencias en el plan de estudios de enfermería con respecto al español, y en el que profundizamos a continuación: • La diplomatura no se realiza en la universidad, sino en los institutos profesionales • Tiene una duración de tres años y medio • Durante su formación, los futuros enfermeros tienen la oportunidad de diseñar su currículum profesional, eligiendo entre diversas materias optativas según sus prioridades de cara a su inserción en el mundo laboral. • Esto es así debido a que la oferta de empleo a los enfermeros es muy amplia, pudiendo elegir el servicio en el que se quiere trabajar (Psiquiatría, Pediatría, Cuidados Especializados, etc). • Tanto es así, que en el 2001 los institutos tuvieron que abrir la matricula tres veces para agilizar la formación de profesionales de enfermería (el curso comenzó en septiembre, otro en diciembre y el tercero comenzó en febrero) • Para conseguir el diploma enfermero, los estudiantes deben superar un examen general de final de carrera así como presentar un trabajo de investigación. • Al igual que en España, también existen especialidades, entre las que se encuentran: Matrona, Psiquiatría, Enfermera del Bloque Operatorio, Anestesia y SupervisoraAdministración de Servicios Sanitarios. Cada especialidad tiene una duración (entre 6 meses y 3 años), y se requiere una experiencia laboral mínima, según la especialidad. Nuestro segundo periodo práctico, tuvo lugar en un hospital geriátrico público. En él pudimos observar que no sólo había ancianos ingresados por alguna patología aguda, sino que a diferencia de los hospitales españoles, existían las habitaciones reservadas para medias y largas estancias, haciendo para estas últimas función de residencia de ancianos (para aquellos que no se pueden permitir pagar una residencia privada medicalizada). Para terminar las prácticas, tuvimos oportunidad de hacer un corto periodo en una de estas residencias privadas medicalizadas, aunque realmente parecía un hotel con servicio médico y de enfermería permanente. Durante estos tres meses, como es de esperar, no sólo realizamos las prácticas, a parte de aprender sobre el sistema sanitario francés también aprovechamos para viajar un poquito y conocer algunos lugares de interés cercanos a Lille, como por ejemplo París, Bruselas, Disneyland París, así como los alrededores para que nos quedara total constancia de su cultura y sus rarezas. Por último agradecer a todas las personas que han hecho posible la realización de esta magnifica vivencia. En primer lugar a nuestra coordinadora Sócrates – Erasmus, Pepa Montón Campos, la cual nos apoyo y ayudó a solucionar todos los problemas que surgieron desde el primer hasta el último momento. A la dirección y profesorado de la escuela, que nos facilitaron la adaptación de algunas materias a nuestro viaje. A la coordinadora Sócrates – Erasmus en Lille, Madame Balgairies, quien organizó nuestras prácticas en su escuela. A nuestros compañeros, con los que estuvimos en contacto todo el tiempo, a nuestros familiares y amigos. Desde estas líneas aprovechamos para agradecernos la una a la otra nuestro mutuo apoyo y convivencia tras el que ha quedado una fuerte amistad.