12 Trabajar en la inserción social de jóvenes en dificultad Equipo de Opción 3 (Madrid) Sumario 1. Introducción.—2. Programa Junco.—3. Contactos con empresas y organismos para el empleo.—4. Acompañamiento y seguimiento del empleo.—5. Coordinación y líneas específicas de intervención.—6. Formación.—7. Datos globales.—8. Conclusiones. RESUMEN La adolescencia es definida como un proceso de transición a la vida adulta, entre la vida escolar y el empleo. Este proceso debería concluir básicamente con la consecución de una adecuada autonomía personal. El acceso al empleo contribuye claramente a esa maduración y autonomía de los jóvenes, ya que puede proporcionarles una serie de elementos valiosos. Por una parte, independencia. Mediante el trabajo, el/la joven dispondrá de recursos económicos que le permitirán, si así lo desea, tener autonomía de su familia, pudiéndose emancipar y establecer re- Documentación Social 120 (2000) 303 Equipo de Opción 3 laciones afectivas y proyectos de vida propios y sin sentimientos de dependencia no deseada. Por otra parte, un instrumento para la socialización. La actividad laboral y el contexto en que se produzca supondrán la aceptación de nuevos códigos y normas sociales diferentes a la escuela y a la familia, es decir, asumir roles adultos. Finalmente, autovaloración. El poder desarrollar una actividad laboral con normalidad supone al joven un reconocimiento social que sin duda le aportará un valor personal que mejorará básicamente su reconocimiento y autoestima. PALABRAS CLAVE Autonomía, cultura del trabajo, joven, protección, empleo, formación ABSTRACT Adolescence is defined as a process of transition to adult life; from school to employment. This process should finish basically attaining and adquate personal autonomy. Access to employment is a clear contribution for maturity and autonomy of young people, as it could offer them a series of valuable elements. From one side, independence. Though work he or she can obtain economic resources that will give them, if they want, a chance of being independent from their family, having the possibility of emancipation, so that they can establich affective relations, without any unwanted dependece. On the other hand it is an instrument of socialisation. The labour activity and the context where it take place will include new codes and social norms, differet from the rules imposed by family and school. This means to assumimg adult roles. Being able to have a normal working experience, allows this young person to have a social recognition, which with no doubt will provide him aspect her an increase in self-estrem and self. KEY WORDS Autonomy, labour culture, young, protection, employment, training. 304 Documentación Social 120 (2000) Trabajar en la inserción social de jóvenes en dificultad 1 12 INTRODUCCIÓN Cuando hablamos de jóvenes en dificultad social o en riesgo de marginación social nos referimos a los chicos y chicas que han acumulado en sus años de vida un número suficiente de déficits y fracasos, que nos hace prever que se encuentran en el límite o «el riesgo» de incorporarse a su edad adulta por la puerta de la marginación y la exclusión. La escuela es la que, tras la familia, se convierte en el más importante contexto socializador en la primera infancia. Durante el proceso adaptativo escolar se empieza a detectar que estos niños y niñas no parecen responder convenientemente a las exigencias que demanda su incorporación a un entorno socializado. Aquí comenzamos a constatar que su adaptación en una estructura reglada y excesivamente formal no es la más adecuada, produciendose el primer desencuentro con el «mundo normalizado» al carecer ambos, la escuela y los niños/as, de mecanismos apropiados y eficaces para afrontar la nueva situación. Este primer desencuentro con el entorno escolar genera respuestas defensivas o de rechazo que provocan una pérdida sensible en su propia autoestima. Con ello aumenta el sentimiento de fracaso, disminuyendo aún más su disponibilidad hacia los aprendizajes. La regresión a procesos primarios de comunicación demanda, en estos casos, un espacio diferenciado en el que los afectos y su interacción juegan un papel primordial, pasando la necesidad de aprendizaje a segundo plano. Con la llegada de la adolescencia el mundo adulto se observa cercano, pero no se ve clara la puerta de acceso, ya Documentación Social 120 (2000) 305 Equipo de Opción 3 que los adolescentes vuelven a comprobar que el nuevo modelo socializador y la aceptación de sus principios es la única solución para incorporarse a él. O de nuevo la puerta marginal que hasta ahora, bien que mal, ha ido funcionando y es conocida. La perspectiva de futuro se va oscureciendo y el vivir en huida hacia delante se convierte en una forma de vida. En nuestro actual modelo social dos aspectos nuevos han venido a dificultar el proceso de adecuación del adolescente a su nuevo rol de adulto: la prolongación de la adolescencia y las dificultades de acceso al mercado laboral. La estructura familiar juega un papel clave en el proceso de inserción social de los jóvenes, pero el soporte y ayuda que la familia pueda dar a los jóvenes dependerá, entre otras variables, de su situación socioeconómica y su dinámica de funcionamiento interno. Así, mientras las familias de las capas medias son capaces de financiar la prolongación de la adolescencia, ayudados además por las políticas públicas, que se orientan particularmente a promover la extensión sine die de los estudios, las familias de las capas menos favorecidas, o afectadas por graves conflictos, no parecen encontrarse en la misma situación para abordar el problema. Los adolescentes de estos grupos adquieren precozmente un sentimiento de ausencia de futuro, socializándose en la exclusión. Esto aumenta el conflicto generacional, al rechazar el modelo parental y el medio escolar como elemento de autoafirmación. Otro tanto puede ocurrir cuando es la propia estructura familiar la que se encuentra dañada. Lo expresado anteriormente nos plantea, a los profesionales que de una u otra forma hemos recibido el encargo de ayudar a estos jóvenes en su inserción social, qué camino o 306 Documentación Social 120 (2000) Trabajar en la inserción social de jóvenes en dificultad 12 «itinerario» es el más adecuado para lograr este objetivo. Desde nuestra experiencia vemos en el acceso de estos jóvenes al mundo laboral un camino básico que favorece su inserción social. La inserción laboral es uno de los indicadores de que una persona está incorporada a nuestra sociedad, ya que tal vez sea uno de los que más exigencias y principios socializadores conlleva. Y es en esto donde queremos hacer hincapié, ya que no sólo aporta recursos económicos para estabilizar nuestro proceso vital, sino que incluye a la persona de un solo golpe dentro de la sociedad con pleno reconocimiento de derechos y deberes. Antes de continuar convendría detenerse un momento a reflexionar acerca de los factores que nos ayudarán a entender el contexto donde ha de producirse la inserción laboral de estos jóvenes. Para ello mencionar tres aspectos clave en este proceso: La «cultura del trabajo», el significado del empleo para los jóvenes y las motivaciones que cubre el trabajo. De forma general denominamos cultura a un conjunto de valores que son socialmente aceptados y que configuran un modelo y, a su vez, una imagen acerca de cómo deben ser las cosas. Entre otras funciones, el «valor» favorece la plena realización del individuo, influyendo decisivamente en nuestra existencia. Los valores expresan nuestro sentimiento como personas. Por otra parte sabemos que nuestros valores personales están impregnados por todos aquellos valores predominantes en la sociedad en la que vivimos y que conforman el contexto cultural de nuestra sociedad. Documentación Social 120 (2000) 307 Equipo de Opción 3 ¿Qué valor tiene el trabajo en nuestra cultura y en la actualidad? ¿Ante qué cultura del trabajo se presentan los jóvenes que tratan de acceder a su primer empleo? Aunque la actitud de cada persona hacia el trabajo se encuentra influenciada por la visión que tenga del mundo laboral, el trabajo del joven es una responsabilidad para el adulto, que implica: a) Proporcionárselo, aún a su pesar y oposición, en la primera fase de su proceso adaptativo; b) reconocer que puede surgir de un deseo muy intenso del joven por alcanzar la emancipación de una situación no deseada. Partiendo de lo anteriormente expuesto, pueden señalarse una serie de aportaciones que la actividad laboral proporciona a los jóvenes: — El trabajo reordena y vertebra el tiempo: la rutina laboral ordena, da continuidad y direccionalidad a un proceso y proyecto de vida. — El adolescente ingresa en el mundo del adulto y sus valores: comienza a medirse y a autovalorarse en relación a una tarea reconocida socialmente como adecuada y responsable. Los compañeros de trabajo le harán tomar conciencia de un nuevo estatus social. — El trabajo será un lugar de aprendizaje profesional, un lugar de aprendizaje social y de inserción en nuevas redes de relación. Comenzará a relacionarse con iguales que tengan su misma condición de trabajadores. — Está claro que aumenta su autoestima, se descubren potencialidades, se asumen responsabilidades, deberes y consecuencias de los actos realizados, y se exige me- 308 Documentación Social 120 (2000) Trabajar en la inserción social de jóvenes en dificultad 12 jorar en la realización de tareas y en la destreza manual. — El joven supera miedos adolescentes y aprende que la tolerancia a la frustración y la postergación de la recompensa es la condición indispensable para cobrar un salario que llega después de trabajar por un tiempo determinado. — Por último señalar que un salario más o menos asegurado, o la convicción de que «se vale» para trabajar, permite al joven levantar la vista hacia adelante y comenzar a planificar un futuro que, si bien en un principio se verá como inmediato (comprar cosas que le han estado vedadas y tal vez resarcirse de su gran sensación de carencia obteniendo todos los símbolos de su edad) posteriormente, si los apoyos continúan siendo eficaces, posibilitará superar etapas de dependencia. En este sentido, los profesionales que trabajamos con jóvenes en su inserción sociolaboral debemos estar en disposición de instrumentalizar el trabajo como una de las herramientas educativas, madurativas e incluso terapéuticas más potentes de ayuda, ya que nos aporta ejemplos e información suficiente para que apoyándonos en esa realidad, procuremos al joven la posibilidad de construir nuevas formas de relación personal y social. Todo lo señalado hasta ahora no tendría sentido si el joven y nosotros con él no logramos que la situación laboral se extienda en el tiempo un período suficiente. El mantenimiento del empleo es el siguiente objetivo a cubrir después de haberlo encontrado, y el más importante. El recorrido de inserción laboral con jóvenes con problemas debe estar ampliamente tutelado, en la medida en que pueda garantizarse que los beneficios de estar empleado se producen efectivamente. Documentación Social 120 (2000) 309 Equipo de Opción 3 2 PROGRAMA JUNCO Lo anteriormente expuesto adquiere características especiales cuando los adolescentes a los que nos referimos han entrado a formar parte del colectivo de chicos y chicas que, por diversas causas, han tenido que ser separados de su contexto sociofamiliar y abocados a la acción protectora de la Administración. Para el colectivo de jóvenes protegidos (16-18 años) la inserción laboral es, actualmente y en la mayoría de las ocasiones, la única vía posible de integración social, ya que no conviven con su familia y tras su mayoría de edad dejarán de ser protegidos institucionalmente. Para ellos el referente institucional, en ausencia de un referente familiar adecuado, va a contextualizar su vida en un período evolutivo de especial importancia y sensibilidad. Proteger es crear un espacio para el desarrollo, para crecer, y con ello para la autonomía e independencia: un proceso conduce al otro, y en ningún caso deben ser contemplados como antinómicos. Debemos comprender que el chico/a deberá emanciparse de la Administración y con ello será él mismo, el que tendrá que decidir sobre la totalidad de su vida. Y no siempre tenemos claro que con el tiempo pasado entre nosotros haya compensado sus déficits, ni que el ambiente institucional haya sido lo suficientemente rico en estímulos para compensar sus carencias. Es aquí donde surge la impresión de que estamos practicando emancipaciones de alto riesgo. Consciente de los necesarios cambios que el Sistema de Protección de Menores, y más concretamente la Atención Residencial, deben desarrollar para adecuarse a las necesidades de la cada vez mas creciente población de adolescentes protegidos, el Instituto Madrileño del Menor y la Familia (Comunidad de Ma310 Documentación Social 120 (2000) Trabajar en la inserción social de jóvenes en dificultad 12 drid), a través del Servicio de Coordinación de Centros, ha puesto en funcionamiento el Programa Junco, cuyo objetivo principal es facilitar y apoyar la inserción laboral de los jóvenes protegidos por dicha Comunidad. De esta manera el Programa Junco recibe el encargo de prospectar el mercado de trabajo y atraer ofertas de empleo adecuadas al perfil y necesidades de estos jóvenes, acompañándoles durante el proceso de su inserción laboral para intentar garantizar el mantenimiento del mismo. Actualmente son unos 500 chicos y chicas, entre 16 y 18 años, los que conforman el colectivo de jóvenes protegidos e internados en los diferentes Centros, públicos y concertados, de la Comunidad de Madrid. La mayoría de estos jóvenes presentan, entre otras, las siguientes características: baja autoestima, dificultad de anticipar las consecuencias de sus actos y verbalizar sus sentimientos, impulsividad/agresividad, poca tolerancia a la frustración, necesidad permanente de estimulación, es decir, de buscar situaciones donde hallar niveles de excitación satisfactorios, y dificultades de atención, concentración, memoria, expresión, comunicación y relación. Parte de estas características se han configurado tras un proceso de escolarización deficitario, donde no solamente se ha visto perjudicada la adquisición de conocimientos, sino también un adecuado proceso de socialización en la etapa infantil. Así, nos encontramos con unas características escolares que concluyen en un nivel de conocimientos académicos bajo, experiencias negativas en el aprendizaje escolar, sin haber obtenido el graduado escolar y sin cualificación técnico-profesional. A estas características personales hay que añadir las sociofamiliares, de las que proceden la mayoría de estos jóvenes y por las que entraron en el sistema de protección, entre ellas Documentación Social 120 (2000) 311 Equipo de Opción 3 podemos señalar las siguientes: familias desestructuradas o en proceso de desestructuración; desconocimiento o mal funcionamiento en cuanto a funciones parentales: proteger, supervisar, dar cariño...; padres separados, ausentes temporal o permanentemente; frecuente empleo del castigo, incluso físico; drogadicción, alcoholismo, enfermedad mental; relaciones de absoluta indiferencia o abandono; familias con graves problemas socioculturales; malos tratos interconyugales... La implementación del Programa Junco viene a recoger la necesidad, detectada por los Centros donde están acogidos estos jóvenes, de ofrecerles los apoyos adecuados para la consecución de un empleo. De modo que tanto la institución como ellos participen de la cultura del trabajo como elemento vertebrador para lograr la independencia al alcanzar su mayoría de edad. En definitiva, el objetivo es conseguir la contratación laboral de los jóvenes protegidos por la Comunidad de Madrid. Para ello el Programa se articula en tres áreas de actuación: — Área de contacto con empresas y organismos para el empleo (área de Empresas) — Área de acompañamiento y seguimiento en el empleo (área de Acompañamiento). — Área de coordinación y lineas específicas de intervención (área de Coordinación). Además de estas tres áreas de actuación, el Programa Junco desarrolla una estrategia formativa que tiene como destinatarios no sólo a los jóvenes participantes en el mismo, sino también a sus educadores. Estaríamos hablando de un Área de Formación que además es la encargada de realizar un perfil profesiográfico de los jóvenes con el objetivo de adecuar lo mas posible su características y capacidades a la oferta de trabajo que se les ofrecen. 312 Documentación Social 120 (2000) Trabajar en la inserción social de jóvenes en dificultad 12 Describimos a continuación cada una de las áreas mencionadas y las actuaciones que realiza. 3 CONTACTOS CON EMPRESAS Y ORGANISMOS PARA EL EMPLEO El objetivo de este área es: «Contactar directamente con el ámbito empresarial y con las entidades públicas relacionadas con este ámbito para la consecución de ofertas de empleo para los jóvenes.» El desarrollo de este área ha implicado, entre otras, la realización de las siguientes acciones: el estudio de yacimientos de empleo (16-19 años), la elaboración de listados de organismos colaboradores, la elaboración de un procedimiento metodológico de contacto directo con las empresas, el diseño de bases de datos informatizadas y el estudio de los diferentes tipos de contratación y legislación laboral. Durante el desarrollo del programa hemos comprobado que dedicar un área de trabajo a la relación con el entorno empresarial es primordial en la tarea de inserción laboral de jóvenes, así como realizar un buen trabajo previo con el candidato y que su selección para un puesto de trabajo concreto sea la adecuada. Bajo un contrato de aprendizaje y con un acuerdo con el empresario, en el sentido de ofrecer al joven los aprendizajes necesarios para habilitarle en ese trabajo, es posible ejercer un seguimiento muy cercano que nos permita facilitar a las dos partes (joven y empresario) el mantenimiento de la relación laboral interviniendo en los momentos de crisis. Podemos señalar, en nuestro primer año de andadura, que se ha logrado que el Programa Junco sea un referente para Documentación Social 120 (2000) 313 Equipo de Opción 3 empresas y entidades que precisan contratar jóvenes, confirmándose que la mejor publicidad son las referencias positivas que se transmiten de boca a «oreja» entre empresarios del mismo sector. Es importante resaltar también la importancia del trato directo y cercano con el empresario. Esto ha propiciado crear un ambiente de confianza y trabajo conjunto con ciertas empresas que nos ha permitido en muchas ocasiones presentarles un segundo y tercer candidato cuando el primero ha fracasado. Para esto ha sido importante que el chico/a no terminara sus relaciones laborales con grandes desavenencias y que todos estuviéramos atentos para adelantarnos y atenuar las rupturas. Actualmente comprobamos que la modalidad de contratación más utilizada con los jóvenes es el contrato de formación, ya que lo que realmente buscan los empresarios cuando contratan a un joven es tenerle como aprendiz o ayudante. Por otra parte los sectores en los que más se demandan jóvenes siguen siendo los oficios y las tareas de atención al público. Para terminar, constatar que el mercado laboral para chicas es más escaso, o por lo menos más restringido a trabajos de dependienta, cajera, limpieza y cocina. Esto implica que a las jóvenes que tienen dificultad en las relaciones sociales se les reducen aún más los ámbitos de trabajo. 4 ACOMPAÑAMIENTO Y SEGUIMIENTO DEL EMPLEO El desarrollo de este área pretende básicamente «apoyar y facilitar a los/as jóvenes el acceso a una primera experiencia laboral, así como el mantenimiento del puesto de trabajo conseguido». Dos son las acciones a realizar: 314 Documentación Social 120 (2000) Trabajar en la inserción social de jóvenes en dificultad 12 Acompañamiento Con esta estrategia se pretende que la empresa identifique al joven con el respaldo que ofrece al empresario nuestro trabajo de selección, asesoramiento y seguimiento. Se procura que el joven se sienta realmente apoyado en un momento que para muchos de ellos es el primer contacto real con el mundo del trabajo. No es necesario señalar que ese primer encuentro es siempre un momento complicado de afrontar, y del que en muchos casos depende el que el candidato sea o no admitido en la empresa. Por ello nuestra labor consiste muchas veces en conseguir que el candidato se sienta lo suficientemente cómodo como para ser capaz de convencer al empresario con sus palabras y su actitud de que es la persona adecuada para desarrollar el trabajo que se necesita cubrir. Seguimiento El objetivo principal de esta fase es el de cuidar que la relación entre los jóvenes y la empresa sea lo más fluida, cómoda y satisfactoria posible para ambas partes. De este modo se trata de amortiguar o superar los conflictos que en ocasiones han ido surgiendo, tratando de tener informados a los equipos educativos de las dificultades que pudieran aparecer. Desde este área se ha hecho un esfuerzo por sistematizar el seguimiento del empleo, estableciéndose un sistema informatizado que facilita la realización de los seguimientos de forma periódica, sin perjuicio de individualizar estos seguimientos atendiendo a las características y evolución de cada caso concreto. Cuando el trabajador se ha afianzado en su puesto de trabajo, el seguimiento con la empresa se realiza sólo de forma ocasional con la intención de evitar interferencias innecesarias. Documentación Social 120 (2000) 315 Equipo de Opción 3 Igualmente señalaremos que: — El proceso de acompañamiento y seguimiento en la inserción laboral de los jóvenes tiene un carácter personalizado, reforzando aquellos aspectos formativos que son necesarios para su adaptación al puesto de trabajo al que se incorporan. — La evaluación y mejora permanente del modelo y del procedimiento de acompañamiento y seguimiento de la inserción laboral de los jóvenes es uno de los objetivos del programa. — Para realizar las actividades programadas en este área es básico consensuar con los Centros de procedencia de los jóvenes candidatos tanto el procedimiento como la metodología y soportes técnicos más adecuados. — En este área la coordinación entre las partes implicadas es fundamental a la hora de garantizar el éxito en el logro de los diferentes objetivos. La estabilidad referencial en cuanto a los profesionales implicados se torna fundamental, ya que los cambios a este nivel entorpecen el proceso. 5 COORDINACIÓN Y LÍNEAS ESPECÍFICAS DE INTERVENCIÓN Uno de los pilares fundamentales en el que se basa el Programa Junco es el consolidar una metodología que permita coordinar de forma adecuada tanto a los jóvenes y los Centros donde residen como a las empresas y las ofertas de trabajo. En este diseño de coordinación ha sido necesario consensuar un procedimiento eminentemente práctico y realista, con una temporalización adecuada y el diseño de soportes documentales que eviten un sesgo burocrático innecesario y faciliten la co- 316 Documentación Social 120 (2000) Trabajar en la inserción social de jóvenes en dificultad 12 municación de datos e información necesaria en los demás procesos de intervención. Para conseguir este propósito hemos establecido lo que denominamos una RED DE RESPUESTA RÁPIDA a las ofertas de empleo. La estructuración de esta red está fundamentada en: — La organización de una oficina permanente de recepción de ofertas y demandas de empleo. La recepción ha de basarse en el contacto verbal e inmediato, sin desarrollar vías burocratizadas que cercenen la inmediatez de las ofertas que surjan. Esta oficina permanece abierta en horario de mañana y tarde, tratando de cubrir el horario más propicio para atender tanto a los jóvenes como a las empresas. — La creación de bases de datos adecuadas para sistematizar la información, tanto de los jóvenes participantes como de las empresas y las ofertas de trabajo. — La elaboración de un sistema de selección inmediata (principalmente en base a un perfil profesiográfico diseñado con anterioridad) de los jóvenes que por sus características pueden optar a una oferta concreta de empleo, de tal forma que asegure que en 24 horas haya candidato/s posible/s que se presenten al empleo ofertado. En cada Centro se ha tratado de designar a un responsable y un sustituto, en caso de ausencia del primero, encargados del área de inserción laboral de los jóvenes. Estos responsables serán las personas de contacto ágil con la oficina centralizada; así mismo, serán los encargados de la permanente actualización de datos de los jóvenes. Otra de las actividades a desarrollar por este área es la de profundizar en nuevas estrategias que puedan ofrecer respuestas adecuadas a las necesidades de muchos jóvenes que debiDocumentación Social 120 (2000) 317 Equipo de Opción 3 do a sus problemáticas concretas no pueden ser atendidos desde los dispositivos y recursos normalizados. Por otra parte, señalar que consideramos imprescindible poner en marcha actuaciones que trasciendan al propio ámbito del Sistema de Protección, con el objetivo de implicar a diferentes sectores sociales y especialmente los relacionados con el empleo, en una participación más activa en la inserción sociolaboral de estos jóvenes. Entre las actividades que se están desarrollando en este sentido se pueden señalar las siguientes: — Campañas de sensibilización social e institucional para el conocimiento y colaboración con el Programa. — Desarrollo de una línea específica compensadora de desigualdades sociolaborales, especialmente en lo relativo a potenciar la igualdad laboral de las jóvenes, tanto dentro del empleo como en el acceso al empleo. — Estudio y diseño de un área específica de autoempleo y cooperativismo, de forma que los contactos con empresas puedan posibilitar ofertas de prestación de servicios desde el autoempleo y el cooperativismo. 6 FORMACIÓN Aunque el objetivo básico del Programa Junco es apoyar el acceso al empleo de los/as jóvenes protegidos por la Comunidad de Madrid, somos conscientes de que este objetivo se ve favorecido si los participantes en el Programa han consolidado un itinerario formativo previo adecuado. Actualmente existe una amplísima oferta de formación prelaboral, tanto a través de los Programas de Garantía Social 318 Documentación Social 120 (2000) Trabajar en la inserción social de jóvenes en dificultad 12 como de Aulas Taller y otros espacios formativos de características similares, que ofrecen en su mayoría espacios adecuados para que estos jóvenes puedan tratar de compensar las carencias en aprendizajes escolares básicos, así como dotarles de aprendizajes en oficios y habilidades que les ayuden a presentarse ante el mercado laboral de una forma más adecuada. En nuestro caso los chicos y chicas con los que trabajamos no disponen de demasiado tiempo, mientras están protegidos, para iniciar itinerarios formativos complejos y prolongados. Sabemos que al cumplir la mayoría de edad cesará la protección que sobre ellos ejerce la Administración y tendrán que emprender un camino basado en su autonomía. Muchos de ellos regresarán con su familia, aunque no hayan cambiado sustancialmente las condiciones que motivaron su separación de ella; otros tendrán que vivir por su cuenta. En todo caso sabemos que para todos ellos, llegado el momento, será esencial disponer de un empleo. De forma general cabría señalar que la Atención Residencial deberá asegurar que el/la joven, cuando alcance la edad apropiada, recibe la orientación laboral que le facilite abordar de forma realista sus necesidades prelaborales y laborales. Igualmente, deberá asegurar que el adolescente, durante y una vez concluida su etapa de formación escolar, recibe la adecuada formación prelaboral y laboral que le prepare para la actividad laboral y para una vida económica independiente. La orientación y la formación laboral deben desarrollarse como actividades complementarias. — La orientación laboral ayuda al joven a examinar sus propios intereses, habilidades, aptitudes y a establecer comportamientos laborales apropiados y metas realistas en la futura vida adulta. Documentación Social 120 (2000) 319 Equipo de Opción 3 — La formación laboral le ayuda a desarrollar habilidades para adquirir trabajo, para desempeñarlo y mantenerlo. Desde el Programa Junco consideramos que el diseño de programas de formación debe dar cobertura tanto a la formación ocupacional para el empleo, como a la formación en habilidades sociales, laborales y personales. Esta formación debe tener en cuenta la evolución del mercado laboral, desde el que se demanda flexibilidad, polivalencia y especialización. Por ello debe estar centrada en las capacidades de adaptación al cambio, donde lo más importante es proporcionar instrumentos y herramientas sociales y cognitivas para que, complementariamente, la persona madure, evolucione y avance a ritmo del progreso sociolaboral. Se pretenderá por tanto que la persona se forme en la iniciativa y la autonomía, potenciando su desarrollo integral como vía para una mejor adaptación laboral. Para la consecución de los objetivos del Programa básicamente se desarrollan dos actividades con los jóvenes: — Formación en habilidades básicas que mejoren sus posibilidades de adquirir un trabajo, desempeñarlo y, especialmente, para mantenerlo (Cursos de habilidades). — Espacios de orientación laboral que ayuden al joven a examinar sus propios intereses, aptitudes y a establecer comportamientos laborales adecuados y metas realistas en la futura vida adulta. Este espacio tutorial personalizado es donde la adecuación de la actividad de orientación laboral puede ceñirse a la realidad concreta y a las necesidades de los jóvenes (para lo cual es importante el conocimiento personal de cada uno de ellos). Este espacio también nos ofrece la oportunidad de realizar con el joven su perfil profesiográfico, que nos permitirá un conocimiento más específico 320 Documentación Social 120 (2000) Trabajar en la inserción social de jóvenes en dificultad 12 en lo referente a sus características de empleabilidad, en el intento de adecuar su inserción laboral a éstas. El Programa Junco desarrolla, paralelamente a la destinada a los jóvenes, una actividad formativa destinada a sus educadores. Ellos son los principales depositarios de la intervención institucional con los jóvenes protegidos y, por tanto, los encargados, junto a ellos, de diseñar y desarrollar los itinerarios más adecuados a sus necesidades individuales. La coherencia del sistema de protección pasa por procurar la independencia institucional de su población y en especial de sus jóvenes. Es necesario que la institución, para el logro de sus objetivos con este colectivo, ofrezca a estos jóvenes un contexto basado en la cultura del trabajo, donde el proyecto personal y de autonomía de los jóvenes pueda encontrar un entorno que les culturice y eduque en su inserción sociolaboral. Si bien las estrategias formativas tienen como destinatario al individuo, la cultura de trabajo va destinada a modificar el entorno vivencial de joven. A este respecto parece necesario abrir una linea de formación cuyos destinatarios sean aquellos profesionales que trabajan y son referentes directos de los jóvenes en los centros, es decir, sus educadores, pero también la dirección y el equipo técnico, y en definitiva el programa e ideario del propio Centro. Los contenidos de la acción formativa con el colectivo de educadores se basan en los elementos anteriormente descritos, además de aquellos que tienen que ver con el conocimiento del actual mercado de trabajo para este tipo de población, así como de las dinámicas que se producen en la actividad laboral y las estrategias más adecuadas para ayudar a los jóvenes en Documentación Social 120 (2000) 321 Equipo de Opción 3 la vida cotidiana como trabajadores. También es importante que conozcan los elementos legislativos y contractuales que rigen el mercado de trabajo. Dentro de estos contenidos se hace especial incidencia en todas aquellas actividades a desarrollar para que los jóvenes que han accedido al mercado laboral puedan mantener su puesto de trabajo, ya que solamente el tiempo permite que los beneficios que aporta la actividad laboral en la maduración del joven puedan consolidarse. En definitiva, los educadores deben contemplar el trabajo de los jóvenes no tanto como un objetivo final, sino como un nuevo y poderoso elemento educativo que les va a permitir un contexto privilegiado desde donde culminar su propio trabajo en aras de conseguir la autonomía, y en definitiva una emancipación de menor riesgo, en la inserción social de los jóvenes al cumplir su mayoría de edad. Antes de finalizar quisiéramos haceros participes de algunos datos generales obtenidos tras un año de ejecución del Programa Junco, así como algunas conclusiones que estos datos nos aportan. 6 DATOS GLOBALES Participantes en el Programa: En la actualidad hay 228 jóvenes inscritos en el Programa: Distribución por sexos Han participado en el Programa 264 jóvenes, incluidos los que aún están en formación, con el fin de poder establecer las estrategias adecuadas de búsqueda al terminar los estudios. La 322 Documentación Social 120 (2000) Trabajar en la inserción social de jóvenes en dificultad 12 población se distribuyen por sexos en una proporción de tres varones por cada mujer. Esta es aproximadamente la misma que en la población general de jóvenes protegidos. Participantes totales por sexos 31% Chicas Chicos 69% Las bajas producidas en este período han sido 36. En la mayoría de los casos debido a que ha cumplido la mayoría de edad. Bajas 98/99 250 200 150 100 Bajas 98/99 50 0 Bajas 1999 Población actual La edad de inicio en el programa se concentra mayoritariamente en torno a los 17 años o más. Documentación Social 120 (2000) 323 Equipo de Opción 3 Edad de inicio en el programa Mayores de 17 y medio Menores de 17 y medio Menores de 17 Menores de 16 y medio Menores de 16 Serie 1 0 10 20 30 40 50 60 70 80 Situación actual de los participantes en el Programa 80 80 66 70 60 42 50 40 30 21 15 20 10 Serie 1 Sin documentos Trabajando Búsqueda inmed. Buscando En formación 0 Este cuadro presenta la situación, en el período que abarca la memoria, de los/as jóvenes con respecto al objetivo de su inserción laboral. Para ello hemos creado cinco apartados: 324 Documentación Social 120 (2000) Trabajar en la inserción social de jóvenes en dificultad 12 a) En formación. Jóvenes, siempre mayores de 16 años, que están cursando estudios reglados o realizando cursos de formación ocupacional. Este grupo significa el 36% del total de participantes. b) Buscando. Se refiere a los participantes que, deseando trabajar, concretan un tipo de jornada laboral (media jornada, fines de semana, etc.) o un período anual específico (vacaciones). Este grupo suele estar estudiando, pero ven interesante ir accediendo al mercado laboral y tener unos mínimos ingresos para gastos personales. Este grupo representa el 9% de los participantes. c) Búsqueda inmediata. Aquí se encuentran los jóvenes que están buscando en este momento un primer empleo o los que por diversos motivos lo han perdido. Es con todo este grupo con el que se trabaja más directamente. Representan el 19% del total. d) Trabajando. En este grupo, junto con el anterior, es donde se registran las mayores y continuas fluctuaciones. Jóvenes que abandonan el trabajo, otros que acceden a uno nuevo, pero con un flujo moderado que permite mantener estas cifras sin grandes cambios. Por otra parte tenemos que 99 participantes en búsqueda inmediata se han repartido 154 ofertas con contratación, es decir, que muchos de ellos han tenido más de una experiencia laboral. Actualmente están trabajando de los 224 participantes el 30%, que supone el 51% de los que actualmente están en disposición de acceder a un empleo. e) Sin documentos. Definimos en este apartado los que deseando trabajar inmediatamente carecen de la documentación básica para ser contratados. Forman este Documentación Social 120 (2000) 325 Equipo de Opción 3 grupo los jóvenes inmigrantes que residen en los Centros y que demandan empleo. Un 10% de los que están en búsqueda inmediata carecen de documentos. Actualmente computamos un total de 45 jóvenes sin documentos, que representan el 20% del total de participantes. La mayoría están en formación, tal vez porque es a lo único que pueden acceder y como forma de aprovechar el tiempo mientras gestionan su documentación. La distribución por sexos de los participantes que actualmente están trabajando corresponde a la misma proporción de tres a una que presentan sobre el total de participantes. Es decir, se han ofrecido aproximadamente un 50% de ofertas de trabajo a cada sexo y se ha contratado en la misma proporción chicos que chicas. Distribución por sexos 60 40 20 Distr. por sexos 0 Chicas Chicos Respecto a la edad con que se ha realizado el primer contrato esta polarizada entorno a los 17 años, aunque, como se puede observar, en las demás franjas también ha habido contratos. 326 Documentación Social 120 (2000) Trabajar en la inserción social de jóvenes en dificultad 12 Edad al primer contrato Más de 18 años 17 años y medio a 18 17 años a 17 y medio 16 años y medio a 17 16 años a 16 y medio 0 2 4 6 8 101214161820222426 8 CONCLUSIONES Desde nuestra experiencia y los datos obtenidos a lo largo del desarrollo del Programa Junco de Inserción sociolaboral de Jóvenes Protegidos, podemos deducir que: a) El trabajo es uno de los pocos instrumentos eficaces de que dispone el joven de 16-18 años para enfrentarse a la situación de verdadera autonomía al finalizar su período de protección institucional. b) El trabajo requiere un proceso de adaptación para todos los jóvenes, que se traduce en la mayoría de los casos en la necesidad de más de un empleo para ello. Durante este tiempo, el seguimiento aparece como una herramienta fundamental para que las frustraciones y las necesarias adaptaciones a un espacio muy exigente no se manifiesten como excesivamente conflictivas. Por ello, los procesos valorativos en la relación con el/la joven van a requerir un trabajo muy sostenido por parte de todos para el mantenimiento del empleo. Sólo a través de este proceso puede lograrse que los jóvenes ac- Documentación Social 120 (2000) 327 Equipo de Opción 3 túen para alcanzar los sentimientos de independencia, de autovaloración, así como la necesaria interiorización de las normas y códigos sociales en la relación entre adultos. c) Un grupo importante de jóvenes requiere un apoyo especial para poder alcanzar un grado de aceptación suficiente en el empleo. Hablamos de jóvenes que, dentro de las características generales descritas anteriormente para el grupo de menores protegidos, mantienen un muy bajo nivel de desarrollo de sus habilidades escolares, de capacitación para el trabajo, así como de su desarrollo psicoafectivo y relacional. Para este grupo deben diseñarse estrategias de apoyo específicas que le permitan entrar en el colectivo de disponible para el trabajo con las máximas probabilidades de su mantenimiento en el empleo. d) El período de 16-18 años, tanto por las características reseñadas inherentes a la adolescencia como por su limitación temporal, requiere diseñar itinerarios específicos para todos los jóvenes individualmente, tan pronto como sea posible. Por ello se precisaría estudiar la optimización de todos los recursos existentes y generar aquellos otros que se adapten específicamente a la consecución del empleo sostenido al finalizar el período de protección. 328 Documentación Social 120 (2000)