Joaquín Sánchez Macgrégor - Centro de Investigaciones sobre

Anuncio
Cuadernos Americanos, núm. 124 (2008), pp. 203-205.
Joaquín Sánchez Macgrégor
(1925-2008)
E
L FILÓSOFO MEXICANO Joaquín Sánchez Macgrégor falleció el pa-
sado 2 de marzo a la edad de 82 años. Nació el 1º de junio de
1925 en la Ciudad de México. En los años cuarenta ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de México donde estudió la licenciatura,
la maestría y el doctorado en Filosofía.
A partir de 1969 se vinculó profesionalmente a su alma máter al
impartir diversos cursos en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Poco después, en 1971, se incorporó también a la Facultad de
Filosofía y Letras. Asimismo se desempeñó como investigador del Instituto de Investigaciones Filológicas (1972-1989) y del Centro de Estudios sobre la Universidad; su trayectoria universitaria lo llevó a formar parte del profesorado del Posgrado en Estudios Latinoamericanos
en el área de Filosofía e Historia de las Ideas Latinoamericanas.
Además de su entrega y vocación a la docencia y a la investigación
académica, desempeñó diversos cargos directivos en la UNAM. Entre
1969 y 1971 fungió como titular de la Dirección General del Profesorado (actualmente Dirección General de Asuntos del Personal Académico). Fue también secretario académico de la Coordinación de Humanidades de 1978 a 1980, y jefe de la División de Estudios de
Posgrado de la Facultad de Filosofía y Letras de 1985 a 1989. El 15
de agosto de 1991 se integró a la planta de investigadores del Centro
Coordinador y Difusor de Estudios Latinoamericanos, actualmente
Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC),
para desarrollar el proyecto de investigación “Filosofía de la historia
latinoamericana y los textos de Bolívar”. Asimismo durante su larga y
fructífera vida académica participó en distintos cuerpos colegiados de
la UNAM.
Cabe apuntar que fue profesor de otras importantes universidades
mexicanas y latinoamericanas. A la par de su relevante trayectoria académica, ocupó importantes puestos como el de director fundador de la
Escuela de Filosofía y Letras de la Benemérita Universidad Autónoma
de Puebla, entre 1965 y 1969, y como rector de la misma universidad
entre julio de 1967 y agosto de 1969, momentos muy complejos de la
vida de esa institución educativa mexicana.
Como profesor invitado colaboró en diversas instituciones de educación superior nacionales y extranjeras: la Universidad Veracruzana,
la Universidad de Coahuila, la Universidad Michoacana de San Nico-
204
Adalberto Santana
lás de Hidalgo, la Universidad Autónoma del Estado de México y la
Universidad de La Habana. En esta última permaneció tres años y fue
uno de sus más entusiastas profesores en los inicios de la Revolución
Cubana. Su posición le permitió apoyar desde la academia el proceso
que se desarrollaba en la Isla.
En todas las instituciones universitarias en las que participó como
profesor, formó a una gran cantidad de alumnos que lo respetaron y
siguieron sus enseñanzas, por su gran mérito teórico y crítico manifiesto a lo largo de su producción intelectual.
Como discípulo del filósofo transterrado José Gaos participó en
el grupo Hiperión —formado durante la década de los cuarenta del
siglo XX—, lo que constituyó un elemento significativo de su vida como intelectual y como filósofo. Relevantes figuras de la cultura mexicana integraron el grupo Hiperión, tales como los filósofos Leopoldo
Zea, Emilio Uranga, Jorge Portilla, Salvador Reyes Nevares, Ricardo
Guerra, Fausto Vega, Luis Villoro y el propio Joaquín Sánchez Macgrégor. “Una de las características de este grupo es que no recurrirán a
la psicología, sino a la fenomenología y al existencialismo”.1
En su libro Acoso a Heidegger (1969), el maestro Sánchez
Macgrégor plasma una visión crítica sobre los planteamientos filosóficos del filósofo alemán a partir de una reflexión y perspectiva social.
Más adelante, en la medida en que fue profundizando su discurso filosófico, acentuó el sentido latinoamericanista de su filosofar. Lo que lo
llevó a una labor pionera que desarrolló en dos dimensiones. La primera propone una filosofía latinoamericana que no se inserte en lo especulativo de la historia. La segunda reivindica la noción y la práctica del
contrapoder como ejercicio ineludible en la sociedad.
También debemos señalar que en el bagaje intelectual del maestro
Sánchez Macgrégor sobresalió su riqueza conceptual y lingüística, su
fina pluma y su fogosa oratoria, cualidades que al mismo tiempo se
conjugaron en él con las de un analista perspicaz de la coyuntura nacional e internacional. Esto es, su amplia cultura fue producto del esfuerzo personal y su vocación interdisciplinaria. De igual manera tuvo
como un referente intelectual y moral la cimera figura del gran libertador Simón Bolívar. Puede decirse que en gran medida esa vocación
bolivariana se inició con la orientación de su profesor de literatura mexicana, el gran poeta tabasqueño Carlos Pellicer.
1
Roberto Mora, “Joaquín Sánchez Macgrégor”, en Personajes latinoamericanos
del siglo XX, México, CCyDEL-UNAM, 2006, p. 236. Véase también Guillermo Hurtado,
introd. y sel., El Hiperión. Antología, México, UNAM-Coordinación de Humanidades,
2006 (Biblioteca del Estudiante Universitario), 211 págs.
Joaquín Sánchez Macgrégor
205
Cabe apuntar también que el maestro Sánchez Macgrégor fue un
sobresaliente hombre de letras que escribió diversos libros. Entre sus
numerosos trabajos filosóficos se encuentran: Claves dialécticas (1966),
Filosofía y sistema de la extensión universitaria (1981), Rulfo y
Barthes (1982), Colón y Las Casas (1991), Tiempo de Bolívar
(1997), Ideologías políticas y poder moral (2000) y Dialéctica de
la unidad y la diferencia en un contexto latinoamericano (2003),
entre otros.
En los medios impresos el maestro Sánchez Macgrégor colaboró
como editorialista del diario Novedades, en el Suplemento de Cultura y en Sábado, suplemento cultural del Unomásuno. Es asimismo
necesario apuntar que en un determinado momento de su vida política
militó en el Partido Comunista Mexicano. Sin embargo, su espíritu crítico y bolivariano lo hizo adentrarse en una visión políticamente más
comprometida con la realidad y el estudio de la compleja realidad latinoamericana.
Los acontecimientos que tuvieron lugar en Chiapas a partir de enero
de 1994 generaron la reflexión del maestro en torno a la idea del contrapoder. Ello lo llevó a plantear el método del curso/discurso bajo la
lógica del análisis de determinados personajes históricos (por ejemplo,
fray Bartolomé de Las Casas y Simón Bolívar). Enfoque que a su vez
lo condujo al estudio de la coyuntura de la realidad mexicana y latinoamericana, para así ahondar en el desarrollo del concepto ético del
poder moral orientado bajo las premisas políticas de Simón Bolívar.
Finalmente cabe mencionar que colaboró con la revista Cuadernos Americanos, tanto en su primera época como en la nueva.2 Valgan
así estas palabras como un sentido homenaje a un gran universitario, a
un destacado filósofo mexicano y a un profundo crítico de nuestro
tiempo latinoamericano.
Adalberto Santana
Véanse por ejemplo, en la primera época de la revista, “Heidegger: ¿existencialista?”,
publicado en dos partes, núms. 4 y 5 (1953); “Arte y política en el marxismo”, núm. 5
(1957); “Una utopía americana”, núm. 6 (1985). Y en la nueva época: “La filosofía
latinoamericana hacia el año 2000”, núm. 44 (1994); “¿Qué significan ahora las
indianidades?”, núm. 47 (1994); “Cuenca del Pacífico: enfoques para el escenario ideal de
un mercado emergente”, núm. 54 (1996); “Izquierdas: ser y apariencia”, núm. 82 (2000);
y “Un enfoque crítico del bolchevismo en México y en Rusia”, núm. 90 (2001).
2
Descargar