MATERIA: “CULTURAS ANCESTRALES ECUATORIANAS” Estelina

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MATERIA:
“CULTURAS ANCESTRALES ECUATORIANAS”
Estelina Quinatoa Cotacachi
INTRODUCCIÓN
Por qué estudiar las culturas del pasado?
Es un derecho de todos los ecuatorianos; conocer el pasado de los pueblos
que habitaron nuestro país. No solo el pasado inmediato, sino desde la
aparición misma de los primeros habitantes, recorriendo todas las etapas de
desarrollo cultural hasta llegar al presente.
Este conocimiento que se transforma en un deber para entender el presente y
proyectarnos al futuro. Porque somos el producto de miles de años de
presencia humana. De las primeras migraciones humanas, de sus creaciones,
de su desarrollo, de sus conocimientos, de la interrelación de estas sociedades.
De la conquista de los Incas, de la llegada de los españoles y africanos de
hace 500 años y también de las migraciones modernas.
El acercamiento a la interacción de todas las personas con sus propias formas
de vida, pensamientos, lenguajes, costumbres, etc., es lo que permite
reconocernos con nuestras identidades y con las de los demás.
Actualmente amparados en la Constitución tenemos derecho a convivir en la
interculturalidad, es decir, respetar la cultura del otro, para que se nos respete
nuestra cultura. Formas de vida o culturas que heredamos y desarrollamos
permanentemente desde milenios.
Materia que nos sirve para una actualización de conocimientos y apropiación
de nuestra historia; que nos reivindicará como pueblos de un Estado
Plurinacional.
Razones para que los estudiantes de la UTE, dominen estos hitos históricos; el
origen de los ecuatorianos, su desplazamiento, conocimiento y manejo del
medio ambiente y territorio, el nomadismo, la supervivencia de las personas, el
aparecimiento de la agricultura, el sedentarismo, las ciencias y tecnologías, la
religión, su organización social, lo que hemos heredado de ellos, los
monumentos que ha pervivido, los objetos, etc.
Que ahora está reconocido como el patrimonio tangible e intangible de los
ecuatorianos, patrimonio que debemos proteger como el referente y fortaleza
de nuestras identidades culturales, y con la debida responsabilidad, difundir
esa riqueza cultural al interior del país y al extranjero.
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Por todo esto consideramos imprescindible compartir un conocimiento científico
del desarrollo cultural de las sociedades prehispánicas del Ecuador, como
fundamento de lo que ahora representa ser ecuatoriano y para un manejo
adecuado de este patrimonio en el campo profesional turístico.
UTILIDAD DE LA MATERIA
“…Toda sociedad históricamente formada y delimitada se asume a sí misma
como heredera de un patrimonio cultural enriquecido y transformado por sus
generaciones precedentes. Este patrimonio está integrado por elementos
culturales de diverso tipo: bienes materiales, entre los que destaca de manera
particular un territorio preciso; conocimientos; formas de organización social;
códigos de comunicación y expresión”. (BONFIL, 1995, Vol. 4: 398, citado por
Quinatoa, 2005).
“...Sin embargo, el patrimonio cultural se enriquece por nuevos acercamientos
de la colectividad a los objetos de su historia a través de los actos en los que
generaciones sucesivas se reconocen como herederas y custodias de algo
realizado por sus antepasados. Lo que ayer no parecía contener un mensaje
cultural, hoy es descubierto y valorado con insistencia.”1
Nuestro país megadiverso, fue el escenario ideal para el desarrollo humano
desde miles de años atrás. Durante ese largo período, las sociedades
enmarcadas en sus cosmovisiones realizaron un sinnúmero de creaciones
destinadas a trascender la vida, acompañaron al más allá a los personajes.
Objetos de varios materiales fueron parte de los ajuares funerarios. Razón por
la que el Ecuador es dueño del más grande patrimonio cultural arqueológico.
“El acervo arqueológico representa la parte de nuestro patrimonio material
para la cual los métodos de la arqueología nos proporcionan la información
básica. Engloba todas las huellas de la existencia del hombre y se refiere a los
lugares donde se ha practicado cualquier tipo de actividad humana, a las
estructuras y los vestigios abandonados de cualquier índole, tanto en la
superficie, como enterrados, o bajo las aguas, así como al material relacionado
con los mismos”
La asignatura de “Culturas ancestrales ecuatorianas”, pretende ser un
acercamiento al desarrollo histórico-cultural de los pueblos y sociedades que
habitaron el territorio del actual Ecuador, de manera cronológica. Desde
aproximadamente 15.000 años atrás hasta el siglo XV. Tiempo en que las
sociedades que nos antecedieron y del cual nos dejaron un legado grandioso;
monumentos, objetos, y una particular forma de entender, concebir y manejar
la vida y el medio ambiente, llamada cosmovisión, la misma que puede ser una
alternativa de vida.
1
Marta Arjona, en Patrimonio Cultural e identidad, página 13.
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El propósito del curso es socializar los conocimientos básicos sobre nuestra
primera historia, la relación de los pueblos ancestrales con el entorno, sus
aportes científicos y tecnológicos, sus principios, valores y concepción de la
vida y el mundo en general, es decir su religión.
Se busca la incidencia de este curso en el perfil profesional con el manejo de la
historia milenaria, la protección y el uso adecuado del patrimonio cultural
arqueológico como fuente de identidades e instrumento del desarrollo turístico.
Creando una autoestima y revalorización cultural a los agentes turísticos, a
través de la herencia ancestral de los ecuatorianos.
La información que se entrega a los estudiantes es la recopilación de varios
textos, cuyos autores son especialistas en los temas a tratarse. Este material
de apoyo pretende informar y motivar a una investigación más amplia sobre
muchos temas como: la supervivencia del ser humano en su medio ambiente,
la relación con la naturaleza, las ciencias y tecnologías; astronomía, agricultura,
medicina, cerámica, lítica, metalurgia, textilería, religión, organización social,
etc.
OBJETIVO GENERAL
Conocer el proceso cultural de las sociedades ancestrales prehispánicas a
través de sus vestigios materiales, para el fortalecimiento de la identidad y
autoestima de los y las ecuatorianas. Con una correcta protección y
conservación del patrimonio cultural arqueológico y manejo turístico de los
mismos.
ESPECÍFICOS
Reconocer en los vestigios materiales arqueológicos, los principios de vida,
ciencias y tecnologías de los pueblos milenarios como fuente del conocimiento
y autoestima de los estudiantes.
Crear conciencia sobre la importancia del patrimonio cultural arqueológico y
difundir éticamente la riqueza cultural de las sociedades ancestrales a través
de las distintas actividades turísticas.
Ecuador país megadiverso y multicultural; escenario para la presencia del
ser humano y desarrollo de las culturas.
El Ecuador hoy es considerado uno de los 17 países megadiversos del mundo
por la riqueza de la flora y la fauna, en un porcentaje alto; por las siguientes
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características: posee todos los pisos altitudinales, todos los climas y variados
nichos ecológicos.
El territorio del Estado ecuatoriano se encuentra ubicado al noroccidente de
Sudamérica. Sus costas están bañadas por el océano Pacífico; está
atravesado de este a oeste por la línea Equinoccial o Ecuatorial. De norte a sur
está atravesado por la cordillera de los Andes, que permite la presencia de
hoyas, valles, etc. cada uno con sus características ambientales. También
recibe la presencia de los Vientos Alisios (amazónicos) que vienen desde el
Este del continente.
El fenómeno del Niño que viene del norte; nace en las costas californianas, y
avanzan hasta el Cabo Pasado en el Ecuador, calentando las aguas del
Pacífico. Mientras que la corriente fría de Humboldt, viene desde el sur y llega
hasta costas ecuatorianas. El Niño y Humboldt, permiten la presencia de la
variada vegetación allí existentes tanto oceánica como continental.
Estos factores enriquecen al Ecuador: en el clima, humedad, pluviosidad, la
existencia de microclimas, y nichos ecológicos todos ellos influyendo en la gran
variedad de flora y fauna. Estas, son las condiciones ambientales que
aprovecharon los seres humanos desde hace miles de años atrás.
La existencia del Golfo de Guayaquil, como entrada más grande del océano al
continente en Sudamérica, favoreció la llegada de embarcaciones de otros
lugares con sus navegantes, quienes se relacionaron con los habitantes del
antiguo Ecuador, iniciándose de esta manera el intercambio de conocimientos,
tecnologías, formas de ser, que comprende la riqueza cultural.
En este exhuberante escenario se desarrollaron las primeras sociedades que
supieron adaptarse al medio ambiente, y crear una relación respetuosa,
sagrada entre los grupos humanos y el espacio territorial. La cadena humana
no se ha interrumpido hasta nuestros días. Los actuales pobladores del
Ecuador somos los descendientes de estos grupos humanos milenarios, con
inclusiones y aportes de hace 600 años y cambios significativos de hace 500
años.
UNIDAD 01.- CIENCIAS Y PRÁCTICAS QUE NOS FACILITAN EL
CONOCIMIENTO DE LAS CULTURAS ANCESTRALES
Para conocer el desarrollo cultural de las sociedades antiguas de nuestro país,
podemos acercarnos a varias disciplinas, conocimientos y prácticas dedicadas
a su estudio: la Arqueología, la Etnohistoria, la Cosmovisión Andina y la
práctica cotidiana de los pueblos originarios existentes hasta la actualidad.
1.-Arqueología
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La Arqueología es una ciencia que nos permite conocer el pasado del hombre,
partiendo de sus manifestaciones materiales; estudia los objetos, tratando de
reconstruir las estructuras sociales de las sociedades desaparecidas.
La investigación arqueológica es una “disciplina científica que estudia los restos
materiales dejados como resultado de la actividad humana sobre el entorno”.
(Gómez Francisca 2005, en el curso de Maestría de conservación y
administración de Bienes Culturales, Universidad Internacional SEK).
En esta actividad se recuperan varios materiales que el arqueólogo debe
investigar a partir de sus características físicas, de su representación y
simbología, con la ayuda de técnicas analíticas instrumentales se puede
interpretar un objeto o vestigio arqueológico y reconstruir su historia.
El proceso de excavación arqueológica se inicia con la recopilación
bibliográfica y lecturas intensivas relacionadas a los temas y sitios de
excavación previamente seleccionados, cumpliendo las siguientes etapas:
a.- Prospección.- Reconocimiento del lugar a investigarse y recolección de
muestras sobre la superficie.
b.- Sondeo.- Se define como una acción de muestreo sobre alguna zona del
terreno destinado para la investigación.
c.- Excavación propiamente dicha.- Es la intervención profunda en la zona
determinada. Producto de esta actividad salen a la luz restos materiales con
información importante de las formas de vida de las sociedades que nos
precedieron.
d.-Los materiales excavados son sacados a la superficie, cambiando
definitivamente el contexto en que estuvieron durante largo tiempo (centurias y
milenios), lo que implica la responsabilidad del arqueólogo que debe tener en
el cuidado y en el manejo de los mismos, al dejar a la superficie, expuestos a
factores externos de afectación.
e.-La cuidadosa limpieza de los materiales, la conservación y/o restauración y
la consolidación de los mismos (debe ser precisa), garantiza la conservación
para el estudio o estudios posteriores y para la difusión. Los registros del
material deben ser “gráfico y fotográfico” (digitales), descritos cuidadosamente
en documentos, para el manejo posterior de los mismos.
d.-Los materiales deben ser analizados en el laboratorio, desde el punto de
vista de la tipología, de la constitución físico química, así como de la filiación
cultural al que corresponde.
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Adicionalmente para sustentar la edad de los objetos y por tanto la cronología
de la civilización a la que pertenecen, se puede realizar estudios de datación a
través de distintos métodos; dependiendo de su naturaleza así:
Las investigaciones arqueológicas son imprescindibles para contextualizar los
bienes, recuperar la historia, su significado, su simbología y deben tener
relación y un puente entre este quehacer científico, los bienes ya existentes y la
sociedad.
En nuestro medio, se está tratando de entender y valorizar el patrimonio
arqueológico, las investigaciones a más de sacar a la luz elementos de saber y
conocimiento del sitio investigado, ayudan a contextualizar los objetos del
patrimonio que ya existen.
Las investigaciones arqueológicas serias, han aportado a que las colecciones
existentes sean esclarecidas culturalmente y han ganado la validez como
elemento histórico del Ecuador. Por lo que es urgente crear una conciencia
sobre las investigaciones arqueológicas.
La historia ecuatoriana nos demuestra que también las colecciones han servido
para conocer lo que nos han legado los antepasados y este legado es
irrefutable porque son bienes reales y concretos y constituyen el patrimonio
cultural. El estudio antropológico y simbólico es igualmente válido a la hora de
investigar estos bienes arqueológicos.
Métodos de datación de los objetos excavados:
a.- Radio-activos Carbono 14.- Sirve solo para la datación de objetos
orgánicos. Las radiaciones cósmicas del espacio (universo) producen
neutrones en la atmósfera terrestre que transforman el carbono 12 en su
isótopo radioactivo más pesado llamado carbono 14. La combinación de
carbono y oxígeno forma un gas dióxido de carbono en las materias orgánicas,
plantas, huesos, que se encuentra en la capa atmosférica de la Tierra que
respiramos y en el agua. Penetra en los sistemas vegetativos por absorción en
el proceso digestivo de los nutrientes y de la respiración, durante toda la vida
de los seres vivientes.
Al morir el animal, hombre y planta termina la acumulación de carbono en sus
tejidos. Empieza el proceso de descomposición atómica del C-14, que es de
5.7030 años. En este lapso la concentración se reduce a la mitad. Comparando
los sobrantes de C-14 con la cantidad invariable de C-12 se puede establecer
el tiempo transcurrido desde la muerte hasta la actualidad.
b.- Termo-luminiscencia.- Datación usada en cerámica (arcilla quemada).
Este método se basa sobre efectos de descomposición atómica dentro de los
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desgrasantes: cuarzo, fedelspato, etc. Las radiaciones de estos materiales son
absorbidas luego de la cocción. Al recalentar hoy las vasijas a 500 grados C se
produce una visible luminiscencia, permitiendo establecer el tiempo
transcurrido desde el momento de la fabricación de la pieza hasta el momento
de recalentarla.
c.- Físicos: hidratación de obsidiana.- La obsidiana al ser trabajada por el
hombre, en los cortes, la nueva superficie expuesta al aire empieza a absorber
humedad de la atmósfera y forma una capa de hidratación. Se puede medir su
grosor en el microscopio y comparada con la hidratación antigua.
d.- Fluor –Nitro-Uranio.- Es un método químico-físico del vidrio, la obsidiana,
pergaminos y otros materiales. La acumulación de uranio y fluor, disminuye el
nitrógeno. En porcentajes ínfimos y edades de 10.000 años. Este método sirve
principalmente para las alteraciones químico-físicas en otras circunstancias.
e.- Geológicos: Argón – Potacio.- Este método es aplicable a hallazgos
rocosos de 100.000 años. Desde el momento de la formación de la roca 11%
los isótopos del potasio 40-radioactivo se descomponen constantemente en
Argón-40, que permite calcular la edad de la roca.
f.- Sedimentos oceánicos.- Se miden las concentraciones de los isótopos
radioactivos de (U238) y del (Th230) en los sedimentos del fondo de los mares
que rinden edades hasta de 150.000 años. Permite comparar la presencia de
isótopos 0-16 y 1-18 del Oxígeno en crustáceos fosilizados. Para establecer las
fluctuaciones de temperaturas del agua que se produjeron en las épocas de
sedimentación que luego se correlacionan con los glaciares y épocas
interglaciares.
g.- Magnetismo termo - remanenteo arqueo-magnetismo.-Sirve para la
medición de la cerámica, se basa en la observación del campo magnético del
planeta que sigue desplazándose y que ha variado en tiempos pasados.
Conocido también como “declinación anual”. Al quemarse la arcilla en los
hornos antiguos y las paredes de estos hornos y medirse la dirección que
apuntan las partículas de óxido de hierro y su desviación del polo magnético
actual. Se puede saber en qué años se ha quemado por primera vez el horno.
h.- Sedimentos glaciares o cronología de los Varves.- Las continuas
deposiciones de arenas y finas y gruesas en capas anuales de distinto color
(Canadá y Escandinavia) han permitido fijar las épocas de glaciación en el
hemisferio norte. Las capas depositadas tienen relación con el hielo formado
durante los inviernos y el calor del verano. Se ha constatado de más o menos
13.000 años de estaciones invierno-verano. Indicador de las migraciones
humanas, sus medios de subsistencia, cacería, domesticación de animales,
etc.
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i.- Biológicos: Análisis de polen o Palinología.- El polen de las flores
transportado por el viento y caído en lagos, han permanecido intactos por
mucho tiempo. Analizados los sedimentos de lagos y tierras bituminosas bajo
microscopio revelan las semillas y se pueden calcular las modificaciones
ocurridas en la vegetación que permiten hacer conclusiones sobre el clima, las
glaciaciones, la actividad del hombre en relación a las plantas.
j.- Dendro-Cronología o anillos de crecimiento de los árboles.- Es el
método de comparar con el número y grosor de los anillos anuales de
crecimiento de los árboles, sobre todo de las especies como el secoya. Estas
muestras asociadas al método de carbono 14 sirve para corregir sus fallas. La
edad de cada anillo del árbol puede ser calculado con bastante precisión.
2.- Cosmovisión Andina
Los pobladores actuales del Ecuador, y de los demás países andinos de
Sudamérica, denominados como latinoamericanos somos herederos culturales
de civilizaciones y culturas altamente desarrolladas propias o indígenas de esta
parte del planeta y también producto del mestizaje con pueblos europeos y
africanos desde hace 500 años.
Los ecuatorianos actuales tenemos nuestras propias formas de vida e
identidades particulares, lamentablemente no son valoradas por nosotros
mismos. Por eso la necesidad urgente de conocer “quienes somos, de donde
venimos y hacia donde vamos”. Una propuesta para este auto-reconocimiento
es el acercamiento, la valoración y la aprehensión de nuestra cultura milenaria,
así como un justo conocimiento y re-conocimiento de las culturas foráneas
europeas y africanas que desde hace 500 años también son nuestras.
“Cosmovisión” es una palabra compuesta de dos palabras: “cosmos” y “visión”
que define a la percepción y respuesta religiosa de los pueblos milenarios al
cosmos y a la vida. Equivale a la religión y filosofía de los pueblos occidentales.
Al hablar de cosmovisión andina, nos estamos enfrentando a la percepción y
forma de vida holística de los pueblos que vivimos en el área sudamericana,
cobijada entre sí por la cadena montañosa de los Andes, e interrelacionada
con los pueblos de las áreas tropicales de la Costa y Amazonía.
El área andina en Sudamérica lo conforman los espacios geográficos, regiones,
pisos climáticos, nichos ecológicos etc. de los países: Colombia, Ecuador,
Perú, Bolivia, norte de Chile, norte de Argentina y sur de Venezuela.
Condición filosófica-cultural andina
Los pueblos que han vivido hace miles de años hasta la actualidad en estas
regiones andinas tenemos nuestra propia forma de pensar, de reflexionar y
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enfrentar al mundo y a la vida que está relacionada por los elementos de la
particular geografía y sus inherentes relaciones sagradas que definen su
macro-cultura, así compartimos elementos andinos esenciales y códigos
propios.
Además es imprescindible la caracterización o la personalidad propia de cada
pueblo andino; es decir que siendo de los Andes compartimos paradigmas
fundamentales, pero cada pueblo tiene su propia identidad cultural que la
diferencia de los demás y que le permite su reproducción como cultura y la
interrelación con los demás.
Religión andina
Las manifestaciones espirituales, así como sus ritos y ceremonias sagradas de
las sociedades de esta parte del planeta, están íntimamente ligados a la
singular concepción primordial que los elementos del cosmos y de la
naturaleza, están cumpliendo su rol para que exista un equilibrio y armonía
tanto en el medio físico como en sus habitantes y en las relaciones entre
hombre - naturaleza.
En nuestras distintas prácticas espirituales, llamadas religión o cosmovisión
está viva la presencia femenina maternal, porque nuestro sentido de vida
comienza en el seno de la Pachamama o Madre Naturaleza que nos pare, y
cuando hemos terminado el ciclo vital nos vuelve a recoger en su seno, bajo
ella. Este sentir y actuar está interiormente en los miembros de todas las
comunidades indígenas inclusive contemporáneas, aunque muchas veces no
esté racionalizado.
Los elementos “madres” que protegen y permiten la vida y la continuidad de los
pueblos, son: la Pachamama (madre tierra), Cochamama o Yacumama (madre
agua), Cocamama (madre coca), Saramama (madre maíz), etc. Son seres
arquetipos femeninos maternales que protegen a los humanos, donde el tiempo
y el espacio están indivisiblemente unidos.
Así concebimos que todos los seres de la naturaleza y debemos cumplir el rol
que ella nos encarga para que haya armonía en el planeta. Desde los astros
del cielo hasta los diminutos insectos que están bajo la tierra, pasando por los
seres humanos y los demás elementos; como las montañas, rocas, piedras,
las plantas, los animales, estamos entrelazados.
La naturaleza y la gente vistos como partes de un todo holístico del cosmos,
están jerárquicamente ubicados dentro del panteón religioso, y son numerosos
estos parámetros sagrados que conforman una entidad y a la vez subdividida
en la dualidad, la tripartición, la cuatripartición, el sentido colectivo o de grupo,
la visión de que todos los seres tiene vida, espíritu y movimiento, los poderes
que tienen el sol, la luna, las montañas, las fuentes, ciertos animales, entre
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otros para que la existencia, armonía y salud de las personas y pueblos sea
dada.
En esta concepción lo femenino siempre estará junto al masculino, las
personas, animales, plantas, y demás seres. Lo masculino y lo femenino
diferentes, pero complementados para formar el “ser” y el todo integral y
holístico. Por eso concebimos que son sexuados los cerros, las lagunas, los
ríos, los astros; como masculino-femenino; hombre-mujer; cari-huarmi, macho
y hembra. Nuestro lado femenino simboliza: el lado izquierdo del cuerpo
humano, el lado afectivo, la noche, el corazón, la plata, etc. Junto con el lado
masculino, el lado derecho, el día, el sol, la cabeza, el oro.
“La Montaña es Dios. Si logramos desprendernos de nuestra formación
occidental, podremos aproximarnos a la religiosidad andina de amplia teogonía
y cuyo templo es la Naturaleza misma. El Rayo, el Sol, la Montaña o el “ídolo”
de Pachacamac, no re-presentan a las divinidades, sino que las presentan, son
los dioses presentes. El culto al espíritu de la montaña es prácticamente
universal en los pueblos que habitan bajo su influjo. La montaña es una
deidad, los Apus, sus espíritus, son entes poderosos, pueden ser femeninos o
masculinos, jóvenes o mayores, generosos, cordiales o rigurosos y severos, a
ellos se les venera desde hace siglos hasta hoy día a lo largo de la cordillera,
en aldeas aisladas y en las grandes urbes. Apus y Wamanis, espacio de
vientos, nubes, lluvias, granizos, arco iris; todos ellos pueden tomar también
formas humanas y animales”. (Massa, 2007)
La dualidad de la vida y la muerte
Desde hace miles de años atrás, las culturas ancestrales dieron la expresión
significativa de la importancia del culto a los muertos en el área andina, lo
atestiguan las ricas ofrendas funerarias y los cientos de fardos funerarios
ataviados con sus mejores ropas, muchas de ellas sin estrenar, o sea
confeccionadas especialmente, así como la presencia de elementos
acompañantes. Si se trataba de una tejedora: su telar, tintes, lanas y demás;
si de un sacerdote o un guerrero, los propios de su investidura, jerarquía y
rango.
Conservaron esta costumbre pese a la llegada de los españoles y no
solamente los hacían participar de sus fiestas compartiendo con ellos música,
comida y bebida sino que también les acompañaban en situaciones
trascendentes como cuando tenían que comparecer ante un tribunal de
justicia. La concepción del muerto no es la misma para el cristiano que para el
andino, al respecto señala la Dra. Bovisio: “El cuerpo del muerto es una entidad
activa, una presencia viva y eficaz en el desarrollo de la comunidad y el rol
oracular de las huacas documentado en las fuentes”.
Las familias convivían con los Mallquis (ancestros) en sus casas, pues
entendían que el muerto no había terminado su existencia sino que había
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adquirido una diferente. No existían los cementerios en el sentido actual. Las
momias eran veneradas pero también temidas y respetadas. Se les consultaba
sobre cuestiones varias: el tiempo de cosecha, la conveniencia o no de un
matrimonio, la realización de una tarea que resultase importante, de ahí su
valor como oráculo. Esta explicación sustenta el por qué nuestros antepasados
enviaban a sus muertos con las ricas ofrendas y que ahora son consideradas
patrimonio arqueológico.
Aceptando que nuestros antepasados compartieron los principios andinos, la
ubicación territorial, les concedió su propia identidad, como es el caso del
equilibro en el tiempo y en el espacio, fundamentado en los ritos y ceremonias
anuales que fueron cuatro, celebrando y festejando los equinoccios y solsticios.
Sin duda alguna nuestras culturas fueron solares y el astro definió sus
características.
La “cruz cuadrada”, es un diseño que está presente en muchas culturas
ancestrales de América, pero en las sociedades del antiguo Ecuador constituye
un elemento fundamental dentro de su cosmovisión e identidad, se repite
desde las sociedades agrarias hasta la actualidad. La razón principal de su
presencia está dada por la situación geográfica del Ecuador, donde predomina
el equilibrio del tiempo y de la energía y, equilibrio que ha influido en la
personalidad y en el comportamiento e identidad de sus habitantes.
Se afirma que los pueblos ecuatorianos tuvieron conocimientos de astronomía
que les permitieron definir el paso del tiempo y de las estaciones, tiempos
claves durante el año agrícola, y la posibilidad de leer el calendario en los
cielos fue trascendental para ellos.
“Nosotros, descendientes de las culturas que se dedicaban a
observar el sol, descubrimos que tuvimos un calendario científico,
lógico y respetuosa de la naturaleza...nuestros antepasados
midieron el tiempo por medio de las sombras proyectadas por altas
columnas de piedra” (Guayasamín, 2000)
Proceso histórico – cultural de la población ecuatoriana
El desarrollo histórico cultural de nuestro país se registra con una antigüedad
de aproximadamente 12 a 15.000 años atrás con la presencia de los primeros
habitantes localizados en varios lugares de la Costa, Sierra y Oriente. Los
Primeros pueblos compuestos por hombres, mujeres, ancianos, jóvenes y
niños se organizaron para realizar múltiples actividades en bien del grupo como
la cacería, la recolección de frutos silvestres, la recolección de moluscos tanto
en el continente como en el mar, las relaciones con estos medios les permitió
estructurar su religión entorno a la naturaleza, la misma que continuó vigente
miles de años mas tarde.
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Este proceso cultural fue evolucionando, cambiando hasta llegar a las formas
de vida actual que tenemos todos los pueblos, pasando por la corta etapa del
Tawantinsuyo, como resultado o producto de todo el proceso local de los
pueblos andinos. Todos los ecuatorianos somos herederos de las ciencias,
tecnologías y de la religión de estos antepasados milenarios.
El mestizaje
En nuestros territorios, se habían conformado y desarrollado grandes culturas
o pueblos, con organizaciones político-culturales-religiosas. Con un alto
desarrollo que tuvo su apogeo y luego también de decadencia al igual que
todas las civilizaciones humanas; al final de la etapa prehispánica, se habían
establecido alianzas para unificar a estos pueblos, pero también permitieron
rupturas internas.
Con la llegada de los españoles, se produce la mezcla biológica, que se dio sin
lugar a dudas para todos los ecuatorianos, mestizos, indígenas y afroecuatorianos contemporáneos. Por eso somos pueblos distintos y similares a
la vez, herederos de los diversos torrentes culturales; pero la sociedad
ecuatoriana se desarrolló y continúa viviendo en este suelo y somos
“alimentados” por la cultura matriz indígena. Un Ejemplo lo demuestra, la
identidad de los ecuatorianos y la riqueza del maíz.
El choque cultural, el genocidio, la implantación de nuevos modelos culturales,
económicos y políticos, pero sobre todo la imposición de una nueva religión,
diferente a la andina, crearon formas culturales que a lo largo de estas
centurias, se han ido imponiendo la sobrevaloración a lo que creemos que es la
cultura española y europea, lamentablemente con un gran desconocimiento de
las mismas.
Esta forma dominante de cultura ha exigido que la mayoría de los ecuatorianos
nos sintamos en la necesidad de reconocernos como “blancos”. El
reconocimiento de nuestras raíces milenarias y que hasta ahora son el mayor
soporte cultural de los ecuatorianos continúa de manera emergente para los
jóvenes.
Cuando conocemos y describimos las formas de vida, costumbres cotidianas,
manifestaciones religiosas, festivas del Ecuador; sale a la luz esta identidad
andina que ha permanecido mimetizada en las propias sociedades, nos
evidencian la riqueza de la multiculturalidad de los pueblos como característica
y riqueza de que es posible el ideal de la “unidad en lo diverso”.
3.- La Etnohistoria
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Llamadas así a las ciencias históricas, escritas de manera temprana,
principalmente los escritores de la época del contacto entre españoles y
americanos autóctonos y de la etapa colonial. Conocidos como cronistas, y de
ellos los europeos; soldados, religiosos, administradores, etc., quienes
escribieron lo que fueron viendo
las apariencias, las costumbres, la
organización, etc., de los pobladores originarios de estas tierras. De este grupo
de cronistas, hubo algunos cronistas del siglo XVII y XVIII que fueron
indígenas, ejemplos: Felipe Guamán Poma de Ayala, Santa Cruz Pachacuti,
Titu Cusi Yupanqui, quienes escribieron su historia, que a pesar de cumplir con
los cánones coloniales, dejan ver datos de las culturas ancestrales.
4.- Vivencia de los actuales pueblos indígenas.
Por otro lado, las nacionalidades indígenas en distintos grados, continúan
desarrollando su cultura a la manera milenaria, basta conocer las comunidades
en la Costa, Sierra y sobre todo en la Amazonía de varios grupos que todavía
mantienen y practican su cosmovisión, su relación sagrada con la naturaleza,
su medicina ancestral, sus costumbres y tecnologías, etc. conocimientos y
prácticas que ahora son consideradas como alternativas de supervivencia.
Por eso, cada ciencia social, especialidad y formas de vida arriba anotadas,
nos aportan para el estudio y esclarecimiento de la historia milenaria y
contemporánea, éstas están al alcance y posibilidad para que todas las
personas podamos tener acceso a estas fuentes, conocerlas y apropiarnos
para lograr nuestra dignidad y orgullo. Esto cambiará nuestra baja estima,
sobre todo ahora que tenemos el bombardeo de otras formas y valoraciones
culturales que están alienando a la juventud. Lo foráneo no siempre es
negativo, no podemos despreciar lo ajeno, es legítimo que un pueblo tenga
derecho a tomar prestado las formas culturales distintas. La propuesta es,
primero saber lo que somos.
La cultura, es decir la forma de vida de los pueblos no es estática, es dinámica
y evolutiva, por eso tenemos también la posibilidad de conocer lo demás, sin
embargo no sin antes haber, conocido, reconocido y comprendido lo nuestro.
Identidad de los pueblos que conforman el Ecuador Plurinacional y
Multicultural
La riqueza cultural está en todos los pueblos, con las formas definidas en cada
región en cada provincia, incluso en cada ciudad. Nuestro auto-reconocimiento
y valoración está en la convivencia bicultural y multicultural que practicamos
cotidianamente, aunque no siempre equitativa y respetuosa.
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UNIDAD 02.- LAS CULTURAS ANCESTRALES ECUATORIANAS
Las sociedades antecesoras, fueron parte del grupo humano homo sapienssapiens, es decir personas hombres y mujeres de todas las edades con
nuestras mismas características humanas, con raciocinio, inteligencia,
lenguaje, sentimientos etc. De manera que nosotros somos sus descendientes
directos, biológica y culturalmente.
En cada época o período se organizaron de acuerdo a su realidad y
necesidades, continuando las constantes humanas y religiosas, que iremos
tratando en cada una de ellas. Este aspecto es imprescindible para tratar de
entenderles en su verdadera dimensión integral.
El poblamiento de América
Origen de la humanidad en América
La teoría más aceptada por los investigadores, es aquella que sostiene que los primeros seres
humanos llegaron a Alaska (Norteamérica) caminando desde Asia, cuando, debido a un
descenso general del nivel del mar, el fondo del estrecho de Bering se secó, permitiendo que
los dos continentes estén unidos por una extensión de tierra.
Durante la última glaciación, denominada Wisconsin en América ocurrida entre los años
70.000 y el 10.000 antes del presente, quedó seca una franja de alrededor de cientos de
metros de profundidad. Entonces, estos nuevos territorios fueron, paulatinamente,
colonizados por plantas y animales, y recorridos incluso por grupos humanos cazadores –
recolectores nómadas, que habrían entrado por primera vez a nuestro continente,
procedentes de Siberia.
Aceptada esta teoría se puede deducir que a partir de su llegada, se movilizaron por todo
el continente durante varios milenios.
Antigüedad del hombre sudamericano
Los habitantes ancestrales de América, por su gran capacidad de desplazamiento y la búsqueda
de plantas y animales los llevó a ocupar nuevos espacios, es decir que buscando su alimentación,
generación tras generación, ocuparon distintos medio ambientes.
Fue gente con una larga experiencia en la lucha por la supervivencia; de ahí que tenían los
conocimientos adecuados para producir fuego, y para hacer instrumentos de piedra, hueso y
madera. Además fueron adecuando y creando nuevas formas de vida.
Respecto a Sudamérica, las fechas más antiguas de la presencia humana parecen situarse entre
los 20 y 25 mil años antes del presente, aunque no existe aún consenso unánime entre los
especialistas. Parece que, excepto por unas pequeñas partes de bosque húmedo, la cuenca
amazónica estaba cubierta de bosque seco y sabana, estas morfología del medio ambiente
15
facilitó la expansión de los grupos humanos, por eso se supone que, la presencia humana más
antigua de Sudamérica está localizada en las tierras altas del nordeste del Brasil.
Antigüedad del hombre ecuatoriano
Al parecer, los primeros habitantes de lo que hoy es el Ecuador llegaron a nuestro territorio hace
unos 15.000 años más o menos. Los grupos humanos que ocuparon la Sierra fueron nómadas
cazadores y recolectores de frutos el primer periodo de la historia ancestral llamado
"Paleoindio", con una cronología y duración aproximada de 8 a 11 años. Fueron especialistas en
la industria lítica, elaboraron herramientas para la cacería de animales.
Los primeros grupos humanos que ocuparon la Costa se los ubica con el sistema de vida
llamado "arcaico", quienes continuaron con la cacería y la recolección de frutos en el territorio
continental, pero incluyeron a su alimentación el marisqueo y la pesca en las orillas en el
océano, incorporando a su medio de vida del continente, el océano.
Culturas Ancestrales Ecuatorianas, como la Arqueología ecuatoriana las
clasifica:
Culturas:
En la arqueología ecuatoriana se denominan “culturas” a los distintos
asentamientos o sitios que se desarrollaron y que lograron su permanencia
durante un tiempo sea éste largo o corto
La denominación de las culturas en su mayoría han sido tomadas de los
nombres actuales de los sitios donde se han encontrado, ejemplos: la cultura
Valdivia su denominación viene de la comuna actual Valdivia en la provincia de
Santa Elena, la cultura Narrío de la montaña del mismo nombre en la población
del Cañar, Cotocollao del barrio de la ciudad de Quito donde antiguamente se
desarrolló dicha sociedad.
Los bienes arqueológicos han sido encontrados en varios lugares del país y los
nombres son en su mayoría, tomados de los nombres de los sitios geográficos.
Las culturas han sido ubicadas de acuerdo a su cronología en cinco grandes
períodos que abajo enumeramos. Cada período corresponde a ciertas
características de desarrollo de las sociedades ancestrales:
1.- Período Paleoindio
2.- Período Formativo
3.- Período de Desarrollo Regional
4.- Período de integración
5.- Período Inca
Colecciones arqueológicas:
16
Se determinan como colecciones arqueológicas al conjunto de objetos o
piezas ancestrales que han sido encontrados en el subsuelo o en el lecho
marino, y posteriormente recuperados que reposan en museos, instituciones,
fundaciones, en casas y oficinas de particulares.
El origen de las colecciones se remonta a la época colonial y republicana y se
han ido formando a través del tiempo como resultado, de la compra-venta,
transferencias, intercambios, herencias o donaciones, sobre todo en el siglo
XX.
Unidad 03.- PERÍODO DE PALEOINDIO
Tomado de libro Ecuador Ancestral
Los grupos humanos pertenecientes a este período fueron por excelencia cazadores y
recolectores.
En varios lugares del territorio del actual Ecuador, vivieron los primeros habitantes de
nuestro país: (Ilaló, Cubilán, Santa Elena, Chordeleg, Sigsig, Tabacundo, Cotocollao,
Alangasí, etc.) los cazadores y recolectores fueron personas que vivían de forma
colectiva, se movilizaban de acuerdo a sus necesidades. Estaban organizados,
probablemente por “bandas”; compuesta por hombres y mujeres de todas las edades,
donde el más fuerte o sabio (hombre o mujer), fueron sus guías tanto en la
supervivencia como en la parte espiritual. El espíritu de grupo y convivencia que se
originó en este tiempo, continuó con predominio hasta llegar a lo que hoy llamamos
colectividad (comunidad) de varias nacionalidades indígenas.
El conocimiento y manejo respetuoso y religioso de la naturaleza, les permitió a rotar
cíclicamente en sus territorios, de acuerdo a la presencia de animales de caza o a las
épocas de frutos. El largo tiempo que duró este período, es una muestra de que la
17
humanidad fue conociendo el comportamiento de cada elemento de la naturaleza y su
validez para la supervivencia humana.
Los vestigios de los cazadores-recolectores paleoindios, se han encontrado en los valles
de clima templado del callejón interandino y en el bajo páramo. Subiendo
esporádicamente a los páramos en busca de materias primas (obsidiana y basalto,
pedernal y orsteno) para la elaboración de herramientas y armas para la cacería de
animales. La subsistencia de los cazadores-recolectores se basó en la apropiación
directa de recursos naturales, lo que significa que aprovechaban los animales y las
plantas directamente en su medio natural.
Estos antepasados primigenios habitaban en cuevas que les protegían de las
inclemencias del tiempo y se supone que las mayoría de las actividades lo realizaban al
aire libre. Los campamentos eran de ocupación temporal por los especialistas en piedra.
Cazaron animales como: paleollama, osos, tigres dientes de sable, venados, zorros,
conejos, cuyes, etc. La recolección de los frutos silvestres: moras, taxos, uvillas,
gualicones, achupallas, etc., y quizá plantas comestibles.
Los grupos arcaicos de la costa, además de la caza de animales propios de su medio,
recolectaron concha prieta, cangrejos, almejas, etc.
EL INGA (12.000 a 4.000 años a. C)
El Inga fue un campamento-taller, que fue ocupado por especialistas en el
trabajo de lítica, de manera ininterrumpida, durante miles de años; está ubicado
en el cerro Ilaló, entre los valles de Tumbaco y Los Chillos, al Este de la ciudad
de Quito, a 2.520 metros sobre el nivel del mar.
De esta zona existen instrumentos de piedra que consisten en: puntas de lanza o
proyectil, tajadores, cuchillos bifaciales, raspadores, perforadores, escotaduras. En total,
se han determinado alrededor de 50 diferentes tipos de artefactos de obsidiana y
basalto (Bell, 1965). Puntas de lanza de forma llamada "cola de pescado". Foliáceas
(en forma de hojas alargadas) y las lanceoladas (menos anchas que las anteriores). Las
puntas eran colocadas en el extremo de un astil de madera, amarradas con fibras
vegetales. Tendones de animal o cordones de cuero para, de este modo, obtener
proyectiles utilizados en la caza.
CHOBSHI (9.000 a 6.500 a C.)
La Cueva Negra de Chobshi fue utilizada como campamento base por los
cazadores-recolectores paleoindios del sur de la sierra durante más de dos milenios. Está
ubicada cerca a la actual población de Sigsig en la provincia del Azuay, a 2.400 metros sobre
el nivel del mar. Un abrigo natural cercano a un manantial de agua, posibilitó la
18
permanencia de los grupos humanos, además que la naturaleza les brindaba la recolección
de frutos y también abundantes animales para la cacería.
El piso de la cueva contiene una gran acumulación de vestigios de presencia humana en
capas superpuestas correspondientes a ocupaciones sucesivas. Estos restos consisten en
fragmentos de utensilios de piedra y hueso, así como desechos de comida (sobre todo
huesos de animales de caza) y de otras actividades humanas. Entre los artefactos líticos
(Eynch y Pollock, 1981), se destacan: puntas de proyectil lanceoladas y pedunculadas,
cuchillos, buriles, raspadores y machacadores, etc. Entre los restos de fauna encontrados en
este abrigo rocoso son: venado, conejo, oso y perdiz, zarigüeya, puerco espín, sacha cuy, perro y
tapir. El venado de variedad cola blanca o pudú, es la más representativa de la evidencia
recuperada.
Sus artefactos están hechos de rocas y piezas de obsidiana, la cual procede de los flujos de
Quiscatola y Yanaurco Chico en la provincia de Pichincha (Salazar, 1988), siendo el dato más
antiguo de intercambio en el Ecuador.
LOS GRUPOS HUMANOS ARCAICOS
LAS VEGAS (8.800 a 4.600 años a C).
Tomado del libro Ecuador Ancestral: “Los Amantes de Sumpa”
La sociedad arcaica del litoral, estaban organizados en grupos familiares, ocuparon el extremo
occidental de la península de Santa Elena, en las cercanías del océano Pacífico. En el pasado
existieron abundantes manglares, hoy desaparecidos debido al levantamiento tectónico y a la
intervención humana (Stothert, 1988), de donde recolectaban a orillas del océano: peces,
moluscos y crustáceos en playas y manglares. Además se dividirían en grupos que recorrían
las zonas interiores de la península recolectando productos del bosque seco y cazando
animales para la provisión de carne.
La forma de vida de este grupo humano, denominada Arcaica, refleja una mayor
dependencia en la obtención de productos, vegetales, animales y minerales, de
abundancia local estacional (terrestre y marino). Esto posibilitó a los de Las Vegas una base
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alimenticia relativamente abundante y segura, permitiéndoles una mayor permanencia En
consecuencia, tuvo una mayor complejidad en su organización social y su vida espiritual y
religiosa.
Los vestigios dejados por este grupo humano han sido identificados con el nombre de Las
Vegas, y han sido localizados en 35 sitios arqueológicos. La mayoría de los asentamientos
se encuentran ubicados en terrenos altos (10 a 30 m.s.n.m.) a corta distancia de la orilla
del océano, o en el interior de los pequeños valles fluviales de la zona, a pocos kilómetros
de la playa. Esto posibilitó que la subsistencia fuera mixta, es decir, derivada de la caza, la
pesca y la recolección. El 54 por ciento de los alimentos provino de animales terrestres, el 35
por ciento de pescado marino y el 11 por ciento de moluscos de manglar y playa (Stothert,
1988).
La muestra faunística que corresponde a desechos de comida comprende: venado de cola
blanca y cervicabra, lobo, conejo, roedores pequeños, comadreja, oso hormiguero, ardilla,
saíno, zarigüeya, rana, loro, boa y lagarto, etc.
Una importante fuente alimenticia fueron las especies marinas atrapadas cerca de la orilla y
también en el interior del océano, lo cual está corroborado por los restos de una variedad de
peces encontrados en el sitio OGSE-80. Es evidente que disponían de una tecnología avanzada
para la pesca: anzuelos (posiblemente espinas de pez o de cactus) y sedales, redes tipo atarraya
con pesas de piedra.
Con el pasar del tiempo, la gente de Las Vegas trasplantó sus especies vegetales preferidas
junto a los lugares donde vivían. El cuidado de plantas incluyó la eliminación de malezas a
su alrededor y el riego con agua. De este modo, hacia el año 7000 a.C. se introdujo una
tecnología revolucionaria para la producción directa de alimentos, dando así origen a la
horticultura. Para cavar la tierra y poder sembrar, la gente de Las Vegas utilizó picos y
hachuelas, fabricadas en grandes caracolas marinas.
La planta que primero se cultivó fue el zapallo; más tarde, el maíz primitivo, el mate y una
raíz llamada "leren", algodón, achira, frijoles, etc. El proceso constante de manipulación de
las plantas les permitió incorporar cada vez nuevas variedades y así desarrollaron los cultivos
hasta épocas posteriores.
La práctica de una agricultura incipiente, acompañada de la estacionalidad de los productos
y de la cercanía de los nichos ecológicos, hace suponer que posibilitó a este grupo humano
asentarse en campamentos-base cada vez más estables y duraderos.
En el sitio OGSE-80 se encontró un área de enterramiento con restos de, por lo menos,
192 personas, datada hacia el 6000 a.C. Por tanto, este yacimiento, que luego de ser
ocupado como asentamiento principal, se lo utilizó también como cementerio comunal.
Estos son los restos humanos más antiguos encontrados hasta ahora.
La arqueóloga Stothert ha planteado que en el sitio se dieron tres tipos básicos de
enterramiento: entierro primario individual individuo articulado en posición anatómica,
pequeño entierro secundario o en paquete y entierro secundario masivo u osario
(Stothert, 1988).
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El entierro doble llamado "Los amantes de Sumpa", de un hombre y una mujer, entre
los 20 y 25 años de edad, que al morir fueron enterrados abrazados, en una actitud
amorosa, nos presenta la faceta humana de afecto y fertilidad. Sobre ellos fueron
colocadas seis piedras grandes que sirvieron de protección espiritual (Stothert, 2006).
Esta es la evidencia más antigua de la ritualidad funeraria, existente en varios pueblos
hasta la actualidad. El creer que la muerte nos permite llegar a la eternidad y
presentarse ante los dioses para interceder por los vivos.
En las otras tumbas han colocado: conchas, caracolas, dientes de animal, terrones de
ocre, un recipiente de concha, en su interior manchado de ocre, conjuntos de pequeñas
piedras esféricas que han sido interpretadas como piedras chamánicas de uso mágico
(Stothert, 2006) y una gran variedad de conchas recortadas y perforadas para elaborar
cuentas de collar y otros adornos.
En el cementerio de Las Vegas, se encontraron varias hachas pulidas, manufacturadas
en andesita y otras rocas duras, huesos cortados con un extremo terminado en punta, que
parecen haber sido anzuelos o puntas de proyectiles para la caza. Los grupos humanos
arcaicos utilizaron diversas materias primas: piedra (horsteno, para pequeños
instrumentos cortantes como lascas irregulares), han elaborado otros instrumentos
cortantes, de percusión y de molienda, con cantos rodados y fragmentos grandes de roca:
cuarcita, rocas silíceas, andesita, arenisca y argilita. Además de materiales como la
concha, hueso, madera, cuero, etc. para la manufactura de sus armas, instrumentos y
herramientas de uso cotidiano.
En hueso de venado han trabajado: anzuelos y agujas para fabricar redes, etc. Del churo
(Malea ringens) han trabajado cucharas y pequeños platos. Caracolas del género
Melongena, perforadas y provistas de un mango de madera, les sirvió como picos para
trabajar la tierra.
Todos estos conocimientos y tecnologías otorgan a Las Vegas como la sociedad que
revolucionó el desarrollo de las culturas ecuatorianas, el antecedente directo de los pueblos
sedentarios y agricultores del siguiente período.
UNIDAD 04.- PERÍODO FORMATIVO
21
Tomado del libro Ecuador Ancestral
El período Formativo comprende la etapa entre los años 4000 al 300 a.C. es decir
aproximadamente 6.000 años atrás. Aparecen las sociedades sedentarias en todo el país,
con un nuevo estilo de vida marcado por la agricultura, es decir la producción de alimentos,
no solo por la apropiación directa de los bienes que brinda la naturaleza, sino con una
participación y esfuerzos humanos y tecnológicos; la actividad agrícola posibilita la
consecución de alimentos de una manera estable, diversificada y en mayor volumen.
La agricultura les obligó a permanecer más tiempo en solo espacio donde estaban sus
tierras cultivadas, para el cuidado de las chacras. Momento en que las familias coexisten en
un solo territorio, permitiéndoles organizarse de mejor manera, con una jefatura
posiblemente femenina, con roles específicos para hombres y mujeres. Se emplearon varias
técnicas de cultivo, de acuerdo a las características del suelo. El sistema más utilizado fue el
denominado de roza, que implica la tala total o parcial de la vegetación y, en algunos casos
también, la quema de la maleza. Se cultivó la yuca o el maíz, se plantaron frijoles,
calabazas (mate, zapallo o zambo), camote, ñame, papa china, maní, etc.
En este período se inicia en el Ecuador, el intercambio de productos y de conocimientos que
posteriormente llegará a complejizarse en un sistema de comercio entre los pueblos andinos
y los mesoamericanos.
“Así nació la comunidad aldeana, que viene a ser un tipo de sociedad en que grupos
menores de individuos, unidos por parentesco compartiendo un ancestro común, se
engranan con otros progresivamente mayores en varios niveles de cohesión social,
constituyendo, de este modo, linajes locales. La suma de éstos, conforman las comunidades aldeanas. Por tanto, parentesco y territorio se constituyen en los lazos de
identidad, ya que un grupo de gente se identifica a sí mismo como diferente a otros
colectivos sociales, siendo justamente los vínculos de parentesco los que les da derecho a las
tierras de sus padres y sus abuelos”. (Ontaneda, 2010).
22
El óptimo manejo de la agricultura proporciona una base alimenticia más estable,
diversificada y en mayor volumen, que hay un período de tiempo que transcurre entre la
siembra y la cosecha, la gente de la época tuvo más tiempo para crear nuevos
implementos para su desarrollo. Una característica innovadora que aparece en todo el
mundo con las sociedades agrícolas y sedentarias tempranas es la manufactura de
recipientes y otros objetos de arcilla cocida para uso cotidiano.
El uso de los recipientes de cerámica, les sirvió para el almacenamiento y cocción de
alimentos vegetales. Por su resistencia a la humedad, es muy adecuado para guardar los
productos agrícolas. Su resistencia a las altas temperaturas y el ser un buen transmisor y
conservador del calor, es ideal para cocer los alimentos.
VALDIVIA (4.000 a 1.600 años a C.)
Valdivia es la primera sociedad de agricultores sedentarios y ceramistas en
nuestro país y una de las más antiguas en Sudamérica, las investigaciones
actuales le otorgan mayor antigüedad. Su nombre lo toma del actual pueblo de
pescadores llamado Valdivia en la provincia de Santa Elena, teniendo como
fuente alimenticia y de interrelación el océano, el río y el valle. La mayor parte
de los sitios están localizados en al parte occidental de la península de Santa
Elena. Otros sitios Valdivia están tierra adentro, en la cuenca media del río Guayas (yacimiento
Peñón del Río). Y en algunos lugares en la costa de Manabí.
En su cosmovisión religiosa, la Madre Tierra generadora de vida es la principal deidad
matriz, las fuerzas masculinas completan la dualidad que perdurará hasta la actualidad. De
esta manera, las prácticas religiosas giran, principalmente, alrededor de la propiciación de
la fertilidad de la tierra femenina productora de alimentos.
En su religión dos elementos marinos fueron de vital importancia en la vida ceremonial de
los pueblos de toda América; el “mullu” o concha spondylus; princeps y calcifer, así como
el “churu”, o caracola strombus que representaron la fertilidad femenina y masculina, la
sacralidad de estas conchas perduró hasta la etapa colonial, cuando se impuso una
nueva religión.
Estas conchas fueron pescadas y elaboradas por artesanos especializados, quienes
preparaban la materia para enviarlas a todo el continente. Conformaron adornos y
objetos muy preciados por todos los personajes de rango.
Los bienes de uso ceremonial y suntuario fueron adquiridos mediante la realización de
intercambios a larga distancia. De la Amazonia provenía la coca y otras plantas
medicinales y sagradas, y de la Sierra norte llegaba la obsidiana. Existieron también los
intercambios por mar y tierra con zonas, cercanas, medianas y lejanas.
En Valdivia, se dio un proceso de desarrollo de las técnicas agrícolas, iniciada con la agricultura
del huerto casero, como continuidad de la horticultura de Las Vegas. Luego se pasó a la
agricultura de roza y quema en sus diversas modalidades (vega, conuco y milpa), de acuerdo a
23
los diferentes nichos ecológicos existentes. La coexistencia de los agricultores estableció un
patrón de asentamiento de aldeas. Más tarde, se llegó a la agricultura extensiva como efecto
de un excedente poblacional en las aldeas, lo que permitió producir mayor cantidad de
alimentos; optimizaron y controlaron el agua, a través de la construcción de los primeros
campos de camellones realizados hacia el 2000 a.C. (Marcos, 2006).
En Valdivia se ha encontrado una variedad de maíz de grano duro y grande, compuesto
por ocho hileras, conocido como Kcello ecuatoriano. Además, se cultivó algodón, fréjol, ají,
maní, zapallo, otoy y achira.
Explotaron los nichos ecológicos terrestres donde se producían plantas alimenticias y fibras para
cestería, cordelería, redes de pesca, etc. y recipientes mates; y los marítimos en playas y
manglares se obtenían moluscos "churos" o caracolas, almejas, concha prieta, ostiones y
crustáceos de diferentes especies. Las conchas de los moluscos tenían diferentes usos: ofrendas
rituales, adornos personales, artefactos de uso doméstico como cucharones, implementos para
la pesca, anzuelos y azadones para la agricultura, Instrumentos de convocatoria y musicales
trompeta de "churo" o caracola, etc. La cacería en la sociedad valdiviana principalmente del
venado de cola blanca y la cervicabra.
La cerámica aparece por primera vez en América en sitios de la cultura Valdivia y de otras
sociedades contemporáneas de la costa caribeña de Colombia, como Puerto Hormiga. La alta
calidad técnica del material y sus diseños de los objetos de alfarería, desde la fase más
temprana de la cultura Valdivia, iniciada anteriormente en los sitios San Pedro y la Ponga al
interior de la costa. El aparecimiento de la cerámica en Valdivia es uno de los desarrollos
culturales y tecnológicos más visibles en la historia del Ecuador. A partir de Valdivia todos los
pueblos o culturas nos dejaron evidencia del manejo, uso e importancia del trabajo en arcilla.
La cerámica presenta motivos lineales raspados, incisos o grabados, los motivos excisos
presentan diseños geométricos y mascarones antropomorfos estilizados; algunos motivos
corrugados realizados con las uñas, ramitas, etc. las herramientas de uso en la elaboración
de la cerámica fueron de diversas piedras duras. Las estatuillas de cerámica representan, a
seres humanos, sin características individuales claras. Las más abundantes y mejor trabajadas
son las que representan claramente a mujeres.
Las características de las estatuillas femeninas valdivianas están vinculadas, a prácticas
rituales religiosas particulares. Las estatuillas más sagradas tienen una especie de
cuenco en la parte superior de la cabeza, para depositar allí algunas substancias
sagradas utilizadas en las ceremonias. También existen, representaciones de mujeres
embarazadas con vientre hueco conteniendo una piedrecilla o bolita de barro, como
amuletos u objetos de fertilidad. Las estatuillas femeninas expresan contenidos simbólicos y
representaciones de estatus de acuerdo al peinado y representación de las características del
cuerpo femenino con las diversas etapas en el desarrollo de la mujer, en especial la prepubertad, pubertad, embarazo y maternidad (Di Capua, 1994).
El hallazgo de las estatuillas fragmentadas en el piso de las viviendas valdivianas, nos hacen
pensar que fueron utilizadas en ceremonias religiosas femeninas realizadas en el lugar. Las
primeras estatuillas fueron elaboradas en piedra, en pequeños y alargados cantos rodados,
24
decorados con líneas de la anatomía femenina. Luego, hicieron en cerámica, siempre los
brazos adosados al cuerpo y con variados peinados.
En la religión valdiviana, el chamán se convierte en un mediador social entre el común
del pueblo y recibe la fuerza espiritual del jaguar, el animal más poderoso entre los
depredadores del bosque tropical sudamericano, está asociado con los ritos que realiza el
chamán, quien lo invoca bajo el efecto de sustancias sagradas, para establecer contacto
con el mundo de lo sobrenatural.
Los recipientes de piedra llamados morteros en forma de felino, elaborados de piedra
andesita, muestran claramente sus colmillos, indicando así su fuerza vital. Su cola en
espiral, que se enrosca en sentido contrario a como lo hace un felino real, puede
representar a la espiral de la vida.
Restos de tejidos, redes o cordeles, se conocen de su elaboración y uso por la
presencia de improntas de tejido en cerámica y en barro sin cocer, así como al hallazgo de
torteros elaborados en concha y cerámica que servían para hilar algodón.
En las aldeas se construyeron los centros ceremoniales. Ejemplo Real Alto, que hacia el 3800 a.C.
fue un poblado circular de unos ciento cincuenta metros de diámetro, para luego cambiar su
patrón hacia los 3.400 años a.C. La plaza central tenía forma rectangular con las viviendas al
rededor, éstas se organizaban en grupos menores rodeando pequeñas plazas o patios
comunales. Las viviendas eran de forma elíptica, con las paredes sostenidas por grandes
postes de madera contiguos, probablemente cubiertos de bahareque y con techos de paja
o ramas.
MACHALILLA (1600 a 800 años a C.)
La cultura Machalilla es la continuidad de Valdivia, al final de la fase Valdiviana,
se produjo un movimiento poblacional, ocupando territorios más amplios. Estos
pueblos mantuvieron su identidad, pero también fueron incorporando nuevos
elementos culturales hasta presentar su propia cultura conocida como
Machalilla.
Desde hace unos 3600 años atrás, la gente de la cultura Machalilla ocupó, por unos siglos,
una gran parte de la región costera ecuatoriana. Durante las fases medias de Valdivia, ya
existen rasgos cerámicos de Machalilla, que evidencia que la cerámica se puede constatar los
orígenes valdivianos de esta cultura.
La cerámica de Machalilla tiene sus propias características, el aparecimiento de la “botella asa
de estribo”, recipientes con una asa, que potencializa la trasportación de líquidos. Las
representaciones humanas presentan por primera vez en nuestra historia, la deformación
craneana, que es el alargamiento del cráneo con fines religiosos y estéticos. El uso de adornos
corporales como collares, aretes y clavos faciales y sobre todo la pintura corporal. Elaboran
cuencos con engobe rojo y vasijas de color negro al parecer ahumadas.
25
CHORRERA (1000 a 100 años a C.)
Desde hace unos 3000 años hasta el año 100 a.C, en la península de Santa Elena y en la
parte baja de la cuenca del río Guayas se desarrolló una sociedad llamada la cultura
Chorrera.
La cultura Chorrera es la más representativa en la elaboración de múltiples de objetos de
cerámica. Llegando a perfeccionarse en las técnicas del trabajo de arcilla, técnicas que
son desconocidas hasta la actualidad, como es el caso de la “pintura iridiscente” de los
cuencos, que al mojarse permite ver los diseños y los colores. Los grados de cocción y los
desgrasantes utilizados fueron los más resistentes al paso del tiempo, como hoy los
podemos apreciar. Por todos estos conocimientos se decía que, Chorrera es el “núcleo de
la nacionalidad ecuatoriana”.
Los ceramistas chorrerianos fueron artistas por excelencia, realizaron objetos con
representaciones de la fauna y flora de la naturaleza; muchos de los animales
representados tienen la simbología religiosa para los pueblos de toda América; el mono,
el murciélago, el delfín, etc. Representaron también a las personas: mujeres en distintas
facetas, de su categoría social, por sus tocados que representan estatus. Hombres en
varias actividades como remeros, contorsionistas, cargadores, etc.
Las sociedades chorrerianas se extendieron por toda la región costera, tanto a orillas del
océano como en la cordillera litoral y en los pequeños valles. Su cerámica se encuentra
hasta en los valles de la Sierra ecuatoriana, por lo que ha sido considerada como la
cultura que se extendió por el territorio ecuatoriano.
Hasta ahora no se han establecido fases temporales dentro de la cultura Chorrera, pero
se pueden distinguir algunas variantes regionales, las cuales parecen corresponder a
diferentes grupos étnicos relacionados con esta cultura
NARRÍO (2.000 a C. a 400 años d C.)
La cultura Cerro Narrío se desarrolló en la parte sur-andina del Ecuador, en las actuales
provincias de Cañar y Azuay, también se han encontrado ciertas manifestaciones en el sur de
Chimborazo (Alausí) y en la parte centro-norte de la de Loja. Es la cultura antecesora directa de
la cultura Cañari del período de Integración. El sitio de Cerro Narrío más conocido está en la
ciudad misma de la ciudad del Cañar.
En la agricultura emplearon el sistema de roza en los bosques templados de los valles interandinos. Junto al maíz, se sembraban el fréjol, el chocho, la quinua, las calabazas (mate,
zapallo o zambo), el ají, la papa, el melloco y la oca. Aparte de la cacería de animales, en sus
casas se practicaba la cría de cuyes como un importante complemento alimenticio.
En Narrío se encontraron estatuillas antropomorfas trabajadas en concha spondylus hoy
denominadas “ucuyayas”, (padre interior) que se creen que fueron amuletos, además varios
adornos como collares, pectorales con representaciones míticas, orejeras, etc. en este
material.
26
La madreperla fue utilizada para fabricar colgantes circulares. Se usaron diversas piedras decorativas, como la calcedonia roja y verde, la turquesa y la serpentina. En alabastro se tallaron
recipientes y el cuarzo sirvió para hacer incrustaciones. Se trabajó la piedra caliza para elaborar
colgantes y placas recortadas. En hueso de venado y de camélido se hicieron espátulas,
cucharas, colgantes de collar y artefactos para la manufactura textil, como agujas y
separadores de urdimbre, etc.
Su cerámica es muy fina el engobe es de colores rojizos, tiene representaciones míticas
como las serpientes dobles, los micos como asas de sus vasijas y representaciones
fitomorfas como la calabaza. Utilizaban para sus ritos, posiblemente agrarios sustancias
que reposaban en cuencos de piedra alabastro.
La preparación de trozos de spondylus como materia prima de exportación por vía
terrestre hacia los Andes Centrales y objetos trabajados del mismo material, incluso con
representaciones de seres mitológicos, abunda en Narrío.
COTOCOLLAO (1800 A 350 años a C.)
El sitio Cotocollao está en un barrio del mismo nombre en la actual ciudad de Quito, en las
laderas bajas y valles aledaños. Desde hace aproximadamente 4000 años, la gente de
Cotocollao se ubicó en territorios de las actuales provincias de Pichincha, Cotopaxi y
Tungurahua y en las estribaciones exteriores de los Andes, al noroccidente de la provincia de
Pichincha.
Cotocollao fue una cultura que realizó ceremonias funerarias, con conceptos de dualidad de
vida y muerte, ejemplo claro de dicha ritualidad son los cuencos de piedra, característicos de
esta cultura donde están incrustados cráneos humanos, como muestra de las ceremonias de
los difuntos con las piedras, material eterno de la naturaleza.
Las piedras también fueron aparte de sus adornos corporales con significados religiosos,
usaron el pedernal, el cuarzo, el basalto en objetos de portar; orejeras, cuentas estrelladas,
pendientes, etc.
La cultura Cotocollao fue agricultora de maíz, fréjol, quinua, papa, oca y chochos,
complementada con carne de venado, conejo, puma, lobo, cuy y tórtolas. Tuvieron
también acceso al algodón, con el cual fabricaron prendas de vestir.
Estuvieron relacionadas cultural y estilísticamente con Machalilla, por la forma de sus
objetos de cerámica como es el caso de las “botellas con asas”.
EL MAÍZ EN EL ECUADOR
El Ecuador comparte con los demás países hermanos del continente
americano el haber otorgado el maíz al mundo entero; alimento actual de los
seres humanos de muchos países. Representa el origen del sustento
alimenticio y cultural de sus habitantes.
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En el libro: “La verdadera historia del tiempo, de la explosión del Neolítico a los
nudos y los agujeros negros”, propuesta para un reconocimiento justo para los
cereales y gramíneas en la vida mismo de los seres humanos de todo el
planeta; “El maíz es el logro más extraordinario que alcanzara jamás el ser
humano en la mejora de plantas”, así lo ha reconocido George Beadle, famoso
investigador de esta gramínea al también decir. “Es una monstruosidad
biológica” (citado por Murgueytio y Guerrero, 1997).
Lo más extraordinario es su mazorca sustentada sobre tejido corchoso,
infinidad de granos y de apariencia lechosa distribuidas con “sinuosa simetría
en columnas en números múltiplos de cuatro. Cada planta conformada por un
solo tallo, genera normalmente de una a tres mazorcas. Las flores separadas
(órganos sexuales) permite la reproducción cruzada, por lo tanto el maíz es
excelente para el fitomejoramiento por hibridación.
La diversidad de razas maiceras comprensible a su riqueza adaptativa,
producto de un milenario proceso de selección artificial llevada a cabo por
nuestros antecesores a través de su paulatina colonización de ecosistemas que
implicó un caudaloso acervo de conocimientos.
Origen del maíz ecuatoriano
Las “condiciones de articulación socioeconómico-ambientales apropiadas para
un desarrollo hortícola temprano, basado en el manejo de las plantas
tropicales, está demostrado que la cuenca del Guayas es donde se iniciaron
los primeros cultivos en la costa septentrional andina” (Marcos, 1983).
La agricultura “sustentada en una base de milenios de experimentación y un
largo proceso de domesticación de plantas” (Marcos, 1983) técnicas y la
adaptación de las experiencias de otras regiones locales mejoramiento de su
cultivo, recolección y almacenamiento de productos útiles generó importantes
progresos agrícolas, hidráulicos, así como el conocimiento y manejo de la
Astronomía ligada a los ciclos de siembra y cosecha. La cultura Valdivia 6.000
años atrás aparece como un pueblo exclusivamente agricultor relacionado con
el maíz y otros productos.
Técnicas ancestrales y actuales del cultivo del maíz
Nuestros antepasados utilizaron diversas técnicas de cultivo en : tierras de
aluvión, cerca de los ríos; cultivo en camellones en regiones sometidas a
elevados regímenes de lluvia y humedad como la sierra norte; cultivo en tierras
secas en base a sistemas de riego, cultivo de roza y quema itinerante en tierras
tropicales y subtropicales, talando y quemando la vegetación para sembrar en
época de lluvia; técnicas de fertilización con ejemplos comprobados
arqueológicamente como la asociación de una gramínea maíz con una
leguminosa fréjol. “La gramínea es una planta exigente en nitrógeno, la
28
leguminosa aporta ese elemento a la tierra fertilizándola. En la relación
Anónima de Quito del año 1573, citado por Eduardo Estrella, se anota:
“el maíz se cultiva en camellones, habiendo poco más de un pie de uno a otro;
hácese un agujero con el dedo, échase dos granos de maíz y uno de frisoles,
cuando los quieren sembrar, los cuales, como van creciendo, se ciñen a
abrazan con las cañas de maíz, y ANSI tiene fuerza para se levantar del suelo”.
(R.G.I 1965, II: 205-232) (Estrella, 1988).
Otras formas de fertilización fueron el barbecho y el majadeo (de llamas) en
tierras pobres; cultivos asociados aprovechando mejor la forma del terreno
sembrando y cosechando varios productos.
Técnica utilizada hasta la
actualidad; los agricultores siembran juntos maíz y fréjoles; papas, quinua,
chochos, y calabazas, productos intercalados o asociados.
Las herramientas utilizadas para la agricultura desde los milenarios Vegas
hasta la colonia, las herramientas de concha, piedra hueso, cobre y madera
(chaquitakllas); instrumentos diseñados para talar árboles, limpiar hierbas y
malezas, cavar la tierra, romper terrones , construir surcos y camellones, hacer
orificios para introducir semillas o mugrones, romper la tierra para cosecha
tubérculos, deshojar maíz, etc.
De la colonia el mismo autor Estrella cita lo siguiente:
“con unas palas de madera recia, de cinco a seis palmos de largo y como uno
de ancho, y en medio tiene una muesca que hace empuñadura con el que se
hace fuerza, para dar mayor golpe, y con ellas labran la tierra mas de placer
que con azadones, ANSI por el uso de dellas tiene, como porque desmenuzan
mejor la tierra”. (R.G.I.1965, II: 205-232) (Estrella, 1983).
En las tierras de aluvión de la cuenca del Guayas, se usaban estacas para
hacer hoyos e introducir la semilla del maíz igual cosa se hacía en Puerto Viejo
(Anónimo, 1973). Juan de Velasco habla del “tacllayapuna” para designar al
“arado de indios”, el cute era una especie de azada utilizada en el Carchi.
Las herramientas antiguas de la Sierra Norte recopilados por Estrella son: tula,
maquitola, palondra, llachu, uti, arma, hualmo, huashmo, chaquin y tipina,
varios de estos nombres todavía son conocidos.
La conservación del maíz
Sobre la conservación de alimentos en el caso del maíz se exponía al sol para
secarlos; todas las variedades del maíz recibían este tratamiento. Para su
almacenamiento se construían trojes o soberados, las collcas servían de
graneros o desvanes. Con el maíz seco se elaboraban harinas para diferentes
potajes; también se tostaban directamente el grano resultando la camcha o
29
tostado, la harina de maíz tostada se conocía como masca, hasta nuestros
días se llama así la harina de cebada.
Para investigadores como José Echeverría y Cristina Muñoz el “maíz es una
planta herbácea anual y monoica (cada planta posee flores masculinas y
femeninas). El fruto (grano) es un cariópside, formado por al cubierta o
pericarpio, el endospermo y el embrión o germen...”.
El maíz requiere de mucho nitrógeno por lo que requiere de un permanente reabono y sembrarlo combinado con
fréjol, calabazas y permanentes
deshierbes, períodos de descanso o cultivos cíclicos. Antiguamente los
terrenos donde se sembraba el maíz eran terrazas en las laderas y camellones
en terrenos cienegosos, con canales de riego, etc.
Actualmente el maíz se continúa sembrando intensivamente, los pueblos
indígenas se han visto obligados a convertir la agricultura del maíz en
minifundios
Hoy en el Ecuador, la principal producción de gramíneas es el maíz, en estos
años es abundante por la potencialidad de hibridación, existen 27 variedades
y 18 clases en la Sierra. Los maíces cultivados en al Sierra son reconocidos
como suaves y harinosos, mientras que el maíz de la Costa son variedades
duras.
Las clases de maíz que hoy están en peligro de extinción son: el maíz morado
(que en la época de la colonia fue utilizado para la colada morada), el maíz
llamado “racimo de uva” sembrado entre los 2.400 y 2.800 metros de altura.
Otros que pueden desaparecer son el tipo canguil y el chulpi o dulce.
El maíz en la identidad alimenticia de los ecuatorianos
La mayoría de los pobladores del Ecuador al igual que los demás de los países
de nuestro continente dependemos para nuestra supervivencia exclusivamente
de la presencia de esta gramínea. El Ecuador es un país plurinacional y
multicultural. Pueblos ubicados en todas las regiones naturales y todos los
ellos perciben al maíz como suyo, incluso la gran mayoría urbana mestiza cuya
alimentación ha sido condimentada y apropiada en su acervo culinario. Varias
de las comidas rituales ecuatorianos están ligadas a las celebraciones
religiosas de los pueblos, como es el caso de la “colada morada”, la “fanesca”
que tiene como elementos indispensables el choclo, el fréjol, la calabaza entre
otros.
30
USO TRADICIONAL DE LA COCAMAMA EN EL ECUADOR
La Cocamama, es la primordial planta sagrada para los pueblos originarios que
habitamos en los países de Sudamérica, fue y continúa siendo sustento
alimenticio, medicinal, simbólico y religioso de nuestros pueblos andinos desde
miles de años atrás hasta la actualidad. También fue patrimonio sagradoreligioso de los pueblos milenarios del territorio del actual Ecuador. Con
distintos usos: socializador, energetizador, como ofrendas rituales a los seres
tutelares, acompañó a los muertos en su viaje al más allá, sirvió en las
prácticas de medicina, adivinación y buen augurio etc.
Para el Ecuador existen datos arqueológicos indirectos, de su domesticación,
cultivo y uso junto con la calabaza y el maíz, desde hace 11.000 años atrás con
el primer pueblo arcaico semi-sedentario denominado Las Vegas en la Costa
ecuatoriana.
Del manejo y usos de los posteriores pueblos, sabemos por las
representaciones de personajes importantes como sacerdotes, jefes,
navegantes, hombres y mujeres con la protuberancia facial que indican la
masticación de estas hojas sagradas.
De ese tiempo remoto tenemos también recipientes pequeñitos, las llamadas
cajas de llipta que todavía contienen ceniza y cal utilizada para la masticación
de estas hojas vitales para los seres humanos.
La siembra, la cosecha y el comercio de este producto sagrado suntuario, fue
amplio a lo largo de todo el territorio.
También tenemos noticias escritas de los cronistas españoles desde su arribo
a nuestros territorios hace 500 años de los lugares donde estaban los cultivos
de la Coca, su recolección, comercio y diversos usos hasta el siglo XVIII. La
plantación más grande conocida en el Ecuador fue la zona de Pimampiro en la
provincia de Imbabura, ceja de montaña, hábitat ideal para la producción de la
planta sagrada. Según las investigaciones, hasta ahora se han registrado 22
sitios donde se sembraba coca.
En la época colonial en territorio de la Gobernación de Quito existe
información de que sirvió para hacer fortuna a algunos españoles. El Clero
impuso un diezmo sobre el comercio de la coca. Los religiosos españoles
también empezaron a masticar las hojas de coca apreciando las cualidades de
esta planta, lo que causó horror en las autoridades clericales coloniales.
Con estos antecedentes la Iglesia Católica a partir de 1570, desarrolló una
acción conjunta de los poderes político y eclesiástico para la erradicación de
varias prácticas andinas. El “Primer Concilio de Quito” realizado en ese año,
establece que se debe erradicar las costumbres asociados a la “brujería” entre
ellas la masticación de las hojas de coca, hasta que en el año 1628 el Obispo
31
de Quito, Francisco de Sotomayor, prohibió terminantemente el uso de la coca
bajo la pena de excomunión. (Ontaneda, Santiago / Espíndola, Gustavo, Quito
2003)
A pesar de las prohibiciones eclesiásticas durante los siglos coloniales, el
comercio de la coca todavía era vigoroso a lo largo del siglo XX a los
mercados indígenas serranos seguían llegando de la Amazonía este producto.
En el siglo veinte los estudiosos en la materia seguían encontrando las plantas
de coca en las provincias de Pichincha, Chimborazo, Pastaza, Cañar, Azuay y
en otros lugares, crecida espontáneamente o sembrada. Hasta la primera mitad
del siglo pasado en la Amazonía ecuatoriana se continuaba cultivando coca
para consumo tradicional y para la industria farmacéutica de las ciudades.
En las poblaciones y en las comunidades campesinas amazónicas del Sur del
país, en nuestros días la coca tiene un prestigio medicinal para toda la
población, es usada en infusión para los dolores de estómago, cabeza y
machacada y emplastos para curar las heridas, esta versión es común y la
gente habla abiertamente de la planta. Hoy la gente sale al campo a recoger la
coca que crecen en forma silvestre, médicos tradicionales del sur de la sierra
viajan a recoger en cantidades grandes para el uso en las curaciones.
En la zona de Imbabura, no se habla de la coca, solo algunos ancianos dicen
que conocen a la planta, pero el uso medicinal continúa aunque de forma
reservada, quizá por la expresa prohibición entendida como materia prima para
la cocaína, difundida a través de los medios de comunicación masiva. En la
gran mayoría de los ecuatorianos existe un desconocimiento total sobre esta
planta sagrada y por lo tanto no hay la conciencia de valoración sobe la
misma.
Los ecuatorianos actuales; pueblos indígenas y mestizos hemos sido
despojados de nuestras prácticas ancestrales y de nuestra memoria colectiva
en relación a esta planta, desconocemos los usos tradicionales de la
Cocamama, lo poco que conocemos del valor sagrado es a través de las
representaciones que nos dejaron nuestros antepasados conocidos a través
de la arqueología ecuatoriana que los estudia. Pero esta información llega a
muy pocas personas y tampoco hay un apropiamiento de lo ancestral en estos
grupos.
La difusión para la valoración de la Cocamama y la toma de conciencia sobre
su valor nutritivo, medicinal y sacralidad, nos ayudará a diferenciar del otro uso
inadecuado que propende a la perdición de los seres humanos y al
enriquecimiento ilícito de los traficantes. Miremos al pasado para reconocerla
y reiniciar las prácticas agrícolas para volver a sembrar de manera tradicional
la coca, así como lo hacían nuestros abuelos para alimentación y medicina que
esta hoja nos brinda y que trabajemos conjuntamente para la revitalización de
32
la Cocamama y retomar el uso ceremonial en nuestro territorio.
En nuestros días, en general la planta de la Coca está asociada con el
clorohidrato de coca o cocaína, con la consecuente problemática social, legal,
económica y cultural.
Siendo nuestra obligación el conocimiento de las características y bondades
de esta planta, el uso sagrado de nuestros ancestros.
LA CONCHA SPONDYLUS Y LA STROMBUS EN LAS CULTURAS ECUATORIANAS
La concha spondylus princeps son conchas bivalvas, llamadas por los pescadores actuales
como la “ostra espinosa”. Por la apariencia del animal y por el color rojo o morado de los
bordes de las valvas, fueron consideradas como elemento potenciador femenino. Las de
bordes de color rojo y anaranjado se denominan spondylus princeps y las de bordes de
color morado se llaman spondylus calcifer. La primera se encuentra en lechos arenosos a
50 a 70 metros de profundidad del mar y la segunda se encuentra adherida a las rocas de
30 a 50 metros bajo el nivel del mar.
La strombus o caracola es un molusco univalvo, gran molusco univalvo marino de la especie
Strombus, era considerado elemento propiciador y potencia masculina fertilizadora de la
matriz terrestre femenina y complementaria. Constituyó una parte importante de las ofrendas
rituales.
Fue un instrumento de convocatoria, para llamar la atención de los dioses, atraer a la lluvia,
convocar a los pueblos para las ceremonias y para la participación en trabajos colectivos. Los
churos, como así los llaman se han encontrado como elementos destacados de importantes
ofrendas religiosas desde inicios del período Formativo, a veces en asociación con conchas
Spondylus. Los ritos asociados a la Spondylus estuvieron en las sociedades de América. En
Chavín de la época la agricultura del maíz, se estableció la diada “mullo-pututo” en los
objetos sagrados de Chavín de Huantar (cultura peruana), conchas que extrajeron las
culturas ecuatorianas.
COMERCIO O INTERCAMBIO ENTRE LAS CULTURAS PRECOLOMBINAS
La consolidación de prestigiosos centros de culto, cuyos rituales atrajeron a fieles de una
extensa región geográfica; alrededor de ellos se formaron amplias alianzas. Fue el inicio y la
intensificación de los intercambios a larga distancia para la obtención de mercancías de uso
religioso o suntuario, que llevó a la conformación de élites de comerciantes y sacerdotes, que
adquirieron jerarquía social y poder económico a través del control del ceremonial religioso y
de los réditos de la comercialización de mercancías de gran demanda.
Las diferentes sociedades indígenas americanas necesitaron suministrarse de ciertos
bienes, tanto naturales como elaborados, no existentes en su territorio. En las sociedades
ecuatorianas, estos intercambios por tierra y por mar, tuvo una importancia decisiva en la
vida cultural y económica.
33
Entre las mercancías de mayor demanda en los intercambios a larga distancia, estaban la
concha spondylus y la strombus. Estas conchas se exportaban por mar y por tierra, desde
la costa ecuatoriana hacia los pueblos de los Andes centrales y hacia los pueblos
amazónicos.
La omnipresencia de la Spondylus sirvió, además, para que exista un flujo de productos,
entre los que destaca el lapislázuli y la turquesa del norte de Chile. A nivel local, productos
serranos como el cristal de roca son introducidos a la Costa, mientras la obsidiana es ya de
uso extensivo, al igual que las hojas de coca. Todos estos productos son los principales
indicadores de al importante actividad económica y ceremonial de todas las culturas
ecuatorianas.
Los valdivianos se trasladaron por mar hacia la isla de la Plata, para construir los centros
ceremoniales. Los viajes a este lugar permitieron el manejo de las tecnologías de
navegación y por lo tanto de comercialización de distintos productos ceremoniales como
las hojas de coca, sal, objetos de metales preciosos, piedras preciosas y semipreciosas,
textiles, productos agrícolas, objetos cerámicos, etc. desde período Formativo hasta la
llegada de los españoles. Al final del período ancestral en la Costa, en el período de
Integración se conformaron grupos de navegantes Mantaños-huancavilcas-Punáes,
llamada por algunos investigadores como la “liga de mercaderes”, que se movilizaban por
alta mar visitando los poblados del continente a través del océano Pacífico.
Para el intercambio de larga distancia existían grupos particulares de especialistas, los
mercaderes o mindaláes. Esta actividad comercial les proporcionaba riquezas y prestigio
social. Debido al gran volumen y valor de las mercancías transportadas, las expediciones
comerciales terrestres, podían componerse de varias personas, entre mercaderes,
ayudantes y cargadores. Por vía marítima los comerciantes navegaban sobre una canoa
larga, labrada en un solo tronco técnica conocida desde Valdivia hasta nuestros días, luego
construyeron las grandes balsas de dos pisos donde transportaban muchas mercancías
para el intercambio. Otro medio de navegación, conocido como caballito de totora servía
solo para la pesca ribereña.
34
UNIDAD 05.- PERÍODO DE DESARROLLO REGIONAL
Tomado del libro Ecuador Ancestral
Este período corresponde su nombre a que los distintos pueblos o culturas,
lograron trascender por sus propios desarrollos y conocimientos, de acuerdo
con su medio regional.
La característica principal en el tiempo comprendido entre el 300 a.C. y el 400
d.C., es que se desarrollaron sociedades estratificadas, y dedicadas a lo
político - religioso, donde una sola persona representaba las especialidades
del conocimiento de la salud, oficiaba los ritos para obtener la armonía y
protección de la Madre Tierra. A estos personajes hombres o mujeres las
ciencias actuales las denominan “chamanes”.
Sus divinidades fueron los animales con poder simbólico y de curación como:
el felino, el mono, el águila arpía, el caimán, la serpiente, etc., que
representaban a las fuerzas de la naturaleza: el aire, la tierra, el fuego y el
agua. La religión se constituyó en el eje cohesionador que permitió la
reproducción de la estructura social basada en una ideología común.
Debido a los conocimientos alcanzados, los sacerdotes poseían conocimientos
astronómicos; las relaciones entre los fenómenos cósmicos (movimientos del
Sol, la Luna y las estrellas) con los eventos climáticos y los movimientos del
mar (lluvias, mareas); así desarrollaron un sistema de observación calendárico,
que hacía posible la programación del trabajo agrícola y las demás actividades.
La cosmovisión religiosa al servicio de la obtención de alimentos y mantener el
equilibrio social, estuvo relacionada con los elementos de la naturaleza.
Consideraron al ser humano como parte de un todo inseparable, en donde
35
todos los seres del planeta –astros, animales, plantas, accidentes geográficos–
tenían espíritu y estaban íntimamente relacionados.
Los sacerdotes y las sacerdotisas, fueron los guías espirituales, médicos,
herbolarios, parteras, etc., que cumplían el papel de mantener la salud y
equilibrio de las personas, constituyéndose así en mediadores entre sus
dioses, los seres humanos y el medio ambiente. Por ello la concepción de la
salud-enfermedad está relacionada con las reglas de armonía y equilibrio en la
naturaleza.
Los médicos tradicionales cuyos conocimientos y prácticas están presentes
hasta nuestros días en los chamanes actuales que hacen medicina tradicional
indígena, conocida como medicina alternativa, que sigue de algún modo las
técnicas médicas milenarias heredadas y trasmitidas de generación en
generación. Esta actividad está representada en las innumerables estatuillas de
hombres y mujeres médicos-sacerdotes en actitudes de meditación, plegaria y
curación.
Los símbolos de poder eran los adornos (narigueras, orejeras, collares,
pendientes, pulseras,...) elaborados en materiales como lapislázuli, turquesa,
concha Spondylus, obsidiana, cristal de roca (cuarzo), esmeralda y otras
piedras verdes, oro, plata y cobre. Estos constituían productos con significación
espiritual, emblemas en la comunicación con el mundo de los dioses y los
ancestros.
Hombres o mujeres, se adornaban profusamente. La mayor abundancia y
riqueza de los adornos y vestimenta está marcada en los personajes
masculinos; los femeninos muestran su importancia y jerarquía a través de su
vestimenta cuidadosamente decorada, con tocados complejos y adornados,
utilizando la decoración corporal con motivos simbólicos, tatuada o pintada”.
Fueron importantes, los mercaderes, los orfebres, los constructores de templos,
de tolas y de las grandes obras de infraestructura agrícola, es decir aquellas
personas que se ocupaban en dirigir o realizar los trabajos especializados y
que estaban al servicio de los líderes políticos y religiosos.
Por tanto, se trata de sociedades estratificadas sin que cuenten todavía con un
poder central, sino compuestas por grupos de individuos de alta jerarquía que
lograron tal estatus gracias al control personal de la producción del conjunto de
la sociedad.
Los niveles de especialización entre las actividades ceremoniales, productivas
y artesanales, generaron una mayor diversificación y estratificación de la
población. Los artesanos especialistas alcanzaron un alto desarrollo
tecnológico, y eran diestros en metalurgia, talla de madera, textilería, peletería,
alfarería, cestería, etc. En este período proliferan los instrumentos musicales
relacionados a las ceremonias y la salud de los miembros del pueblo.
36
Bahía (500 a.C. - 650 d.C.)
Hace aproximadamente 2500 años, los miembros de la cultura Bahía ocuparon
la parte centro-sur de la actual provincia de Manabí, desde Bahía de Caráquez
hasta el límite con la provincia del Guayas. Esta área está atravesada por
pequeñas cordilleras que crean un clima de trópico lluvioso; además está
alejada de la influencia directa de la corriente fría de Humboldt, por lo que
constituye una de las mejores zonas para la agricultura, en donde el maíz
persistió como cultivo primordial.
Era una sociedad dominada, al parecer, por una élite de chamanes y
comerciantes. El centro de culto y peregrinación de la isla de La Plata, era un
lugar sagrado, donde también existían importantes bancos conchíferos de la
codiciada bivalva Spondylus, por lo que esta isla fue visitada desde épocas
formativas. Los comerciantes de Bahía se dedicaban a los intercambios por
mar con regiones lejanas, lo que exigió conocimientos de navegación oceánica
efectuada en grandes balsas.
Con la utilización de la balsa fue posible obtener, de una manera más
sostenida, productos requeridos procedentes de tierras lejanas, pues los
líderes políticos y religiosos dieron gran impulso a la manufactura de bienes de
prestigio, especialmente en metal, cerámica y piedras preciosas y
semipreciosas.
Las numerosas ensenadas o bahías se constituyeron en importantes “puertos”
para el transporte marítimo, como Puerto López, Puerto Cayo, Manta, Jaramijó
y, sobre todo, Bahía de Caráquez. Sus poblados, ubicados generalmente junto
a la playa, estaban constituidos por conjuntos de montículos artificiales y
plataformas de tierra, sobre las que levantaron templos y viviendas.
En la actual ciudad de Manta se encontraron plataformas artificiales, de forma
rectangular, de poca altura y con una escalinata en uno de sus lados. Estos
montículos medían entre 50 y 175 metros de longitud y desde 20 hasta 50
metros de ancho (Estrada, 1962). Las maquetas de cerámica nos brindan
información sobre sus viviendas de planta rectangular, con techo a dos aguas,
o en ocasiones formando dos techos superpuestos que dejan una abertura
para la ventilación de la casa.
La cerámica, la que pertenece a la etapa temprana de su desarrollo cultural
corresponde a la transición Chorrera-Bahía o solo Bahía I (Estrada, 1957). Ésta
constituye un magnífico ejemplo de la influencia típica Chorrera, de acuerdo a
las evidencias sugieren una continuación gradual de las mismas, a tal punto
37
que esta serie cerámica, a la que podemos denominar “bahioide”, “reúne los
estilos Bahía, Tejar y Guayaquil”.
El estilo Bahía temprano tiene carácter escultórico, estatuillas medianas y
pequeñas adornadas que, en muchos casos, con una pintura post-cocción, por
lo que sin duda estos bienes estuvieron destinados al uso ceremonial.
Posteriormente, la alfarería Bahía se caracteriza por representaciones sencillas
de hombres y animales, dentro de una amplia variedad de formas. En las
estatuas y estatuillas de Bahía está presente la representación de la serpiente,
relacionada con la fertilidad masculina, por la insinuación fálica de su forma y
por ser portadora del agua que fertiliza la tierra.
Las estatuas de gran tamaño, denominadas “gigantes” que fueron halladas
luego de un maremoto que inundó la playa de Los Esteros en la actual ciudad
de Manta, y que destruyó una duna que contenía en su interior centenares de
estas esculturas de cerámica, dispuestas con una cierta ordenación y con una
clara orientación hacia el mar.
Por lo general, estos personajes están en posición hierática, los hombres en
posición de loto; y las mujeres con las piernas extendidas, en actitud de
masticar hojas de la planta sagrada de coca (La planta de coca pertenece al a
la familia Erythroxylaceae y al género Erythoroxylon) y con el instrumental
necesario para esta tarea: el bolsito o “chuspa” para llevar las hojas de coca,
un recipiente para la cal que contiene la sustancia alcalina (llipta) y una
espátula.
Los instrumentos musicales llamados litófonos, son elaborados de lajas de
piedra andesita y basalto de diferentes tamaños. Los litófonos, al ser
golpeados, emiten sonidos musicales de timbre claro, casi metálico. Sonidos
que fueron utilizados junto con los de otros instrumentos musicales en sus ritos
y festividades.
Jama-Coaque (350 a.C. - 1532 d.C.)
Esta sociedad ocupó el norte de la actual provincia de Manabí
provincia de Esmeraldas, en una área comprendida entre la
Bahía de Caráquez por el sur, Santo Domingo de los Colorados
antiguo cabo de San Francisco al norte, ubicado cerca a
Esmeraldas.
y el sur de la
ensenada de
al interior y el
la ciudad de
Las investigaciones realizadas en San Isidro, el asentamiento más importante
de Jama-Coaque, en el valle del río Jama, permitieron reconocer a este sitio
como un gran centro ceremonial y administrativo de carácter regional. Su gran
tamaño (40 hectáreas), su arquitectura monumental y la alta densidad de sitios
satélites, indican la existencia de una sociedad estratificada. El principal
38
monumento arqueológico en el sitio es un inmenso montículo artificial de forma
cuadrangular, de tipo piramidal, que debió estar coronado por un gran templo.
La cultura Jama-Coaque de San Isidro, vivieron hasta la época colonial
temprana, y posiblemente correspondan a la población histórica descrita por los
primeros cronistas europeos, a la cual llamaron “Campace”.
Las manifestaciones culturales de Jama-Coaque son muy variadas. Su
cerámica, caracterizada por la producción de estatuillas, decoradas con
detalles hechos en pastillaje. El uso de la pintura post-cocción con los colores
amarillo, rojo, blanco, verde y negro.
Estos objetos son una fuente de información sobre la vida cotidiana de esta
antigua sociedad; están representados personajes con su indumentaria
ceremonial, en donde el ritual relacionado al culto agrícola tuvo gran
importancia. Igualmente, se puede apreciar una serie de personajes: músicos,
danzantes, agricultores, cazadores, orfebres, guerreros, etc.
Los vestidos y adornos que llevan muchas figuras son: máscaras, tocados,
adornos, armas, etc. Los personajes portan vestidos completos elaborados al
parecer en tejidos, telas que cubren piernas y brazos, en muchos casos
asociados a un arte plumario. Usan adornos como collares y brazaletes muy
elaborados.
Guangala (100 a.C. - 800 d.C.)
Este pueblo ocupó la zona del golfo de Guayaquil y la península de Santa
Elena, siguiendo hacia el norte los territorios comprendidos entre la faja costera
y las cordilleras de Chongón-Colonche en la actual provincia del Guayas y la de
Paján en Manabí, hasta la altura de la isla de la Plata. Se trata de una zona en
la que existe variación en el régimen de lluvias, debido a la interacción de la
corriente fría de Humboldt, de procedencia antártica, y la corriente cálida de El
Niño, que viene del norte.
La gente de Guangala enfrentó a las condiciones climáticas ocasionadas por el
fenómeno de El Niño, es decir, años prolongados de sequías seguidos de
fuertes estaciones lluviosas de corta duración. Construyeron presas para
retener el agua de lluvia, seleccionaron el área más baja donde se acumulaba
el agua y la excavaron para que aumente su estancamiento.
Con la tierra extraída formaron muros de contención que alcanzaron entre
cuatro y siete metros de altura. A estas construcciones se las conoce con el
nombre de “jagüeyes” o “albarradas” técnica hidráulica milenaria que venía
siendo utilizada desde los lejanos tiempos de las últimas fases de Valdivia.
39
Dentro de su alfarería resalta una cerámica muy fina, policromada, de paredes
delgadas y que lleva por decoración una pintura tricolor colocada antes de la
cocción de los recipientes. Su color de fondo suele ser el leonado y sobre éste
se colocaron colores predominantes como el café oscuro, negro y rojo
Guangala fue una cultura de músicos por excelencia, elaboraron variadas
ocarinas de cerámica, generalmente con formas de animales, con un pulido
muy cuidadoso, por lo general de color caoba-marrón, decorado con líneas
incisas.
Trabajaron por primera vez el cobre en una variedad de objetos como agujas,
anzuelos, anillos y pequeños artefactos en forma de estrellas con cinco puntas.
La Tolita (600 a.C. - 400 d.C.)
La Tolita ocupó un espacio territorial entre el río Saija en Colombia hasta la
bahía de San Mateo en Ecuador, una franja costera de aproximadamente 500
kilómetros. Su medio ambiente ribereño y marino estuvo en estrecha relación
con el manglar y el bosque tropical; el primer ecosistema ofrecía crustáceos,
pequeños mamíferos, aves y algunas variedades de peces; mientras el bosque
tropical brindaba una gran variedad de plantas y animales.
Las investigaciones de la isla de La Tolita en Ecuador, indica una posición
ventajosa en la confluencia de tierra y mar, lo que posibilitó contactos
marítimos con Mesoamérica. Investigaciones recientes demuestran que La
Tolita es producto de adaptaciones y readaptaciones locales, relacionadas con
grupos humanos del período Formativo. Los resultados de las excavaciones
han permitido reconocer cuatro etapas de desarrollo cultural: Tolita Temprano,
etapa de Transición, Tolita Clásico y Tolita Tardío.
La Tolita Temprano, correspondiente al período Formativo Tardío, sienta las
bases (entre el 600 y 400 a.C.), de lo que posteriormente serán las
manifestaciones culturales que caracterizan a esta sociedad. Éstas son el
resultado de una continuidad cultural evidenciada en las afinidades existentes
con las expresiones cerámicas de Chorrera.
La Tolita Clásico que dura aproximadamente tres siglos (entre 200 a.C. y 90
d.C.), la isla de La Tolita fue un gran centro ceremonial de importancia regional.
Se inicia la construcción de montículos artificiales con una área de
aproximadamente un kilómetro cuadrado. Más tarde la ocupación se torna más
densa, evidenciada por la gran cantidad de restos arqueológicos y en los
millares de enterramientos encontrados (Valdez, 1993). Algunos de estos
enterramientos tienen ofrendas muy ricas, por lo que la producción de objetos
suntuarios y ceremoniales elaborados por especialistas acompañaron a sus
difuntos.
40
El surgimiento de otros centros menores hizo que el sitio de La Tolita vaya
perdiendo su condición de centro ceremonial único y aglutinador, por lo que
hace 1600 años atrás (400 d.C.) fue completamente abandonado.
En La Tolita, ubicado en la desembocadura del río Santiago, se han encontrado
una gran cantidad de objetos de carácter sagrado; elaborados en metales (oro,
platino, plata, cobre), cerámica, hueso y piedra en los enterramientos humanos
y construcciones monumentales, por lo que se lo ha definido como un
importante centro ceremonial y de comercio.
El lugar estaba compuesto por templos colocados sobre montículos artificiales,
que tenían una altura de hasta siete metros, los que fueron construidos con un
piso natural para sellar y compactar los materiales arcillosos, luego depositaron
la tierra acumulada; esta primera cima también era quemada y se ponían, en
ocasiones, tierras de distinto color y textura; posteriormente se nivelaba la
nueva cima con un piso de tiestos o fragmentos de cerámica.
Su construcción exigió la presencia de la mano de obra de una buena parte de
la población. Los especialistas en la edificación de tolas manejaron no solo el
conocimiento que implica edificar estas obras y el significado simbólico de su
diseño y ubicación, pues su orientación este-oeste tiene relación con los
movimientos del Sol.
Los montículos artificiales o tolas conformaban amplios espacios públicos,
aptos para la celebración de grandes festividades. Los sacerdotes y chamanes
presidían los diferentes tipos de ceremonias, relacionadas con ritos de
iniciación, cultos de fertilidad, mitos de origen, sacrificios rituales, prácticas
mortuorias. Para ello, los sacerdotes se adornaban con máscaras y otros
objetos imbuidos de atributos simbólicos que, a su vez, les conferían poder y
autoridad.
En los centros ceremoniales se realizaba también, el intercambio de bienes
como: ají, hojas de coca, algodón, sal de mina, etc., además artículos
suntuarios, principalmente los de oro, platino, cobre, cristal de roca, obsidiana,
jadeíta y esmeralda, que fueron muy apetecidos. Obtenidos por los mercaderes
especializados a través de una red de intercambio a larga distancia.
La obsidiana tuvo un carácter ritual, material con que se elaboraron los
llamados “espejos”, cuya superficie fue tan bien pulida que permitía el reflejo.
Se trata de objetos que tuvieron una carga espiritual y fueron utilizados por los
chamanes en sus curaciones.
Panzalo o Cosanga (1600 a.C. - 1532 d.C.)
41
Este grupo humano ocupó los valles de Misahuallí, Jondachi y Quijos en la
actual provincia de Napo, en la Amazonía ecuatoriana.
Recientes investigaciones arqueológicas (Delgado, 1999) han constatado que
la ocupación Cosanga es muy antigua desde hace aproximadamente 3600
años atrás, remontándose al período Formativo.
Los primeros grupos Cosanga se asentaron en el valle de Misahuallí. El tipo de
asentamiento corresponde a unidades domésticas ubicadas sobre el sistema
de colinas de Cotundo, y en las partes bajas, los cuales, una vez excavados,
han evidenciado que contienen restos acumulados que forman una capa de
más de 1.5 metros. Esto indica que los sitios fueron ocupados durante mucho
tiempo.
En estos sitios se desarrollaron actividades de tipo ritual, social y político. Tal
organización indica una especialización de actividades y funciones específicas
de los sitios con mayor variabilidad de recipientes cerámicos con respecto a las
otras zonas.
La existencia de sitios grandes que se pueden clasificar como “urbanos”,
cuentan con construcciones de piedra y con estructuras asociadas a terrazas
de cultivo. “Los sitios de habitación estaban compuestos por 15 ó 20 casas
construidas sobre plataformas rectangulares de piedras lajas; éstas rodeaban
una plaza central y contaban con calles de losas y senderos que conducían a
las chacras, formadas por terrazas agrícolas, en donde cultivaban maíz, yuca y
camote” (Porras, 1975).
La cerámica tiene una variedad de formas y se caracteriza por el fino espesor
de sus paredes. Las grandes ollas esféricas con representaciones de caras
humanas, es la representación de personajes “coqueros”. Las figuras cuentan
con protuberancias en ambas mejillas por la masticación de estas hojas.
Representaciones de personajes decorados con pintura facial y corporal,
indican su estatus político y religioso.
Objetos de cerámica con estilo Panzaleo se han hallado en las provincias de la
Sierra norte y Sierra central, desde Carchi hasta Chimborazo y en la provincia
de Los Ríos. La alfarería Cosanga se encuentra junto a la cerámica propia de
cada zona. Por esto se puede decir que fue considerada como bienes
especiales, reservada para ceremonias festivas y rituales. La presencia de esta
cerámica fina en los sitios serranos, se debe a contactos comerciales con los
pueblos amazónicos.
En esta cerámica se ha realizado investigaciones de la composición química y
mineralógica de la pasta con que están elaboradas estas piezas, las mismas
que resaltan la presencia de materiales ricos en mica, que es un elemento que
encuentra solo en la vertiente oriental de la cordillera Real. Desde el período
42
de Desarrollo Regional hasta Integración, los grupos de la Sierra importaron
esta cerámica fina en Caranqui, La Chimba y Jardín del Este.
CHAMANISMO, ESENCIA DE LAS CULTURAS PREHISPÁNICAS
En el período de Desarrollo Regional, aparecen las representaciones de
personajes que les podemos ubicar como sacerdotes o chamanes.
El chamanismo es una tradición espiritual humana común, relegada y
minimizada con la aparición de las iglesias estatales a nivel mundial.
Todas las culturas del mundo han surgido de tradiciones chamánicas; los
celtas, las culturas africanas, las culturas indoamericanas, los egipcios, etc. El
chamanismo está en nuestro ADN y por lo tanto las respuestas no se
encuentran necesariamente separadas de cada individuo, la intuimos y las
expresamos con entusiasmo, curiosidad y misterio.
En los pueblos que habitan el norte de Asia, un chamán es un pontífice o
sacerdote budista. Entre los Kanchalas es un sacerdote, adivino o médico. En
nuestro medio cada cultura actual, tiene un nombre para estas personas que
conocen sobre la curación, la interpretación de los sueños y las visiones, etc.
así los conocemos como Yachac, Poné, Banco, Ibichiam, etc.
La palabra chamán procede del lenguaje de la tribu Tungus de Siberia. Esta
palabra ha sido elegida especialmente por los antropólogos y dotada de, una
definición técnica y específica, con el fin de describir con precisión a ciertos
miembros especiales de dichas sociedades indígenas. Es un término para no
confundir su significado que han sido cargadas de connotaciones negativas
tales como brujo, hechicero, curandero, médium, vidente, etc.
Un chamán es un ser que viaja entre mundos y lo hace sin perder la conciencia
de sí mismo, viaja a la realidad no ordinaria para ayudar al paciente, a la
comunidad. Con fines adivinatorios y proféticos contacta al mundo de los
“espíritus”, a los “animales de poder”, los “guardianes” en busca de consejos
con fines curativos.
Un verdadero chamán nunca se llama así mismo chamán, es la comunidad que
lo reconoce y lo hace cuando él como ser humano y curador ha demostrado
conocimientos, sabiduría especialmente, integridad. “En el mundo del chamán
todo tiene vida y espíritu.
Él desarrolla una íntima relación con todo lo que existe, está convencido de que
todo lo que existe, proviene de lugares sagrados con poderes especiales y
nada de lo que existe es profano. El reto del chamán es comunicarse con lo
sagrado y lo hace a través de su “mesa” o “altar”. Cada elemento de su mesa
43
está conectado con una montaña, río, cascada o lugar de poder. Un chamán
puede viajar a través de estas líneas luminosas de conexión e ir a donde ellos
necesiten, incluso a la infinidad.
El chamán se apoya en la ceremonia, en donde crea un espacio sagrado y
seguro para realizar la curación. El poder visionario del chamán es una de las
herramientas más importantes, en ellas interpreta, conoce y recoge información
para ayudar en la curación física, mental y espiritual del paciente consultante.
Se conocen muchas formas de trance, meditación o sueño con la que los
chamanes entran a su mundo interior, en el mundo visionario, en el mundo no
ordinario, el más allá. El método de la concentración que consiste en excluir
todo excepto un punto particular donde se concentra la atención.
El método de la privación sensorial o ambiente limitado usado por casi todas
las grandes tradiciones religiosas, los monjes de tebaida en el siglo IV d. C. en
el desierto egipcio; los ermitaños del Himalaya; los tibetanos e indúes que
vivían en aislamiento completo en cuevas; el método de la respiración
sistemática utilizada en la india; el ayuno en las tradiciones culturales de
amerindia utilizado especialmente para los jóvenes iniciados. La utilización de
plantas sagradas como el ayahuasca, los hongos, el peyote, la música como, la
de los tambores, la danza en trance utilizada por chamanes siberianos y
sudamericanos.
En las culturas ancestrales y en los actuales pueblos indígenas, estos
personajes fueron y continúan siendo los “pilares fundamentales”: “Ningún acto
importante se efectuaba sin consultarlos primero. En el mundo andino de la
época final (incario), existían diversos tipos sacerdotes, cada uno con su
especialidad: los Guacarimachic que hablaban con las huacas, los Ayatapuc se
comunicaban con los muertos, los Huantuc, quienes después de beber un
brebaje se trastornaban y emitían sus profecías, los Amurpa miraban las
vísceras de los animales sacrificados.
En el Ecuador existen tradiciones chamánicas prehispánicas que se han
mantenido y trasmitido oralmente de padres a hijos. Con una seriedad y
riqueza simbólicas que son prácticas de curación que han dado apoyo a las
comunidades indígenas y no indígenas de todo el país, como medicina
alternativa y ecológica.
LA METALURGIA EN LAS CULTURAS ANCESTRALES
Los trabajos en metales preciosos fue patrimonio de las culturas ancestrales,
tecnología que inició a finales del período Formativo y se expandió en
Desarrollo Regional.
44
Obtención de los metales; el oro:
El oro en estado natural se encuentra en aluviones auríferos o placeres, en
arenas de ríos y en minas o filones asociados a rocas cuarcíferas. En los ríos,
la acción erosiva de las aguas va desgastando y triturando las rocas,
desprendiéndose el oro en forma de pepita o polvo. El oro fue el más utilizado
en la orfebrería prehispánica y se lo extrajo por medio del lavado en bateas.
Puede presentarse en diferente grado de pureza, según las fuentes. Puede
contener otros metales en cantidades variables como: plomo, plata, platino,
arsénico, antimonio, zinc, iridio, bismuto, hierro. Mientras más puro, se lo
conoce como “oro dulce”, a diferencia del “oro agrio”, que por la cantidad de
impurezas es difícil de trabajar.
Técnicas milenarias que se utilizaron para trabajar el oro.
Soldadura.- Para lograr uniones permanentes o soldadura se recurrió a dos
técnicas: soldadura mecánica y soldadura, por calentamiento.
La soldadura mecánica se realizó por martillado, sobre bordes o extremos
yuxtapuestos, o mediante el aditamento de lengüetas, cintas, correas, ranuras,
martilladas hasta lograr la unión o comprensión. Por calentamiento se obtuvo
una soldadura por fusión, o unión de dos bordes o extremos mediante la
aplicación de calor.
Articulación.- Técnica que permite juntar o ensamblar piezas por medio de
finos alambres o pequeñas láminas, logrando uniones fijas o móviles
Filigrana.- Con hilos de oro muy finos, obtenidos por estiramiento y martillado,
se delineó el contorno de los objetos y se rellenaron los espacios con diseños
muy delicados. A los hilos entorchados que constituyen la filigrana misma se lo
fijó con puntos de soldadura casi invisible, logrando piezas de extraordinaria
resistencia y delicadeza.
Fundición.- El oro era fundido en crisoles pequeños colocados sobre brazas
ardientes. Los crisoles fueron hechos de barro mezclado con abundante polvo
de carbón, para lograr una arcilla refractaria.
La temperatura necesaria se obtenía al soplar las brasas a través de canutos
de caña guadua que llevaban en uno de sus extremos un aditamento de
cerámica a manera de pera llamada “tobera”, que se adelgazaba
externamente para lograra un buen acople con la caña, e internamente para
obtener una mayor fuera de salida del aire.
45
“…Cuando funden el oro y la plata, colocan el metal en un crisol largo o
redondo… lo ponen al fuego… y con 5 o 6 canutos de caña, ora, mas ora
menos, tanto soplan que este terminan por fundirse”. (Benzoni, 572)
Laminado.- A la barra sólida se la sometió a un proceso de martillado continuo,
que producían una deformación plástica del metal, hasta alcanzar secciones de
lámina de acuerdo al grosos requerido. Durante el martillados e sometía a la
lamina aun sucesivo calentamiento o recocido, enfriándola en agua o tierra
húmeda para evitar su resquebrajamiento, restableciendo de este modo su
elasticidad.
Martillado.- La forma del artefacto se obtenía martillando láminas de oro,
posiblemente sobre moldes de madera, utilizando pequeños yunques y
martillos de piedra (sílex negro). Se martillaba sobre el metal o interponiendo
cueros de consistencia blanda. Posteriormente mediante un frotamiento
continuo con instrumentos lisos, se compactaba e igualaba la superficie
logrando acabados muy uniformes y brillantes.
Incrustación.- El metal era horadado para incrustar otros metales, conchas o
piedras semipreciosas.
Repujado.- Mediante presión o repetidos golpes de martillo se logró producir
decoraciones en relieve y moldear distintas figuras y diseños
Cera perdida.- El artefacto era modelado sobre la arcilla previamente
mezclada con carbón y sometida a altas temperaturas, o directamente sobre
una piedra.
El molde se cubría con una capa de cera siguiendo el contorno de la pieza. Se
añadía una porción de cera en forma de embudo, a través del cual se vertía el
metal líquido y, así mismo, se colocaba otro conducto para el escape del aire,
gases y cera derretida.
Sobre la cera modelada se colocaba una capa de carbón finamente triturado o
arcilla semilíquida y se procedía a cubrir todo el molde con otra capa blanca de
arcilla refractaria (mezcla de arcilla y abundante carbón). Se ponía a secar
durante varios días.
El molde se sometía al fuego, con lo cual se derretía la cera, dejando una
cabida en el que se vertía el metal fundido. Enfriado el molde, se lo rompía y
se procedía a terminar la pieza, puliéndola con abrasivos finos.
(Tomado de las cédulas de la sala de los metales para el Museo Nacional del Ministerio de
Cultura)
46
El trabajo del platino en el antiguo Ecuador: un hito tecnológico de
carácter universal
(Tomado de la conferencia de Roberto Lleras Pérez, especialista en orfebrería prehispánica)
¿Que es tan especial en el platino? ¿Porque aun hoy nos maravillamos frente a
un objeto de platino incluso más que frente a uno de oro? Toda la fascinación y
la magia que produce el oro las genera el platino multiplicadas por tres o más.
Es escaso en la naturaleza, no hay, en efecto, muchos lugares en el mundo en
donde se encuentre y menos aun que sea abundante. Su producción es difícil y
entraña
procesos
de
extracción,
molienda
y
refinación
que
son
tecnológicamente difíciles y requieren grandes inversiones.
Se trata de un metal denso, de color blanco grisáceo, símbolo químico Pt, peso
atómico 195 y numero atómico 78. Es supremamente resistente al ataque con
ácidos y a la corrosión. En estado puro es maleable y dúctil, aun cuando mucho
más duro que el oro, sobretodo si contiene impurezas. Se encuentra en la
naturaleza asociado a otros metales de su grupo (los metales de transición),
que son similares en aspecto y características: rutenio, osmio, rodio, paladio e
iridio. En el litoral del Pacifico de Colombia y norte del Ecuador el platino
aparece asociado principalmente con oro y plata en las arenas de los ríos o
placeres, meteorizado en granos medianos y pequeños.
La distribución geográfica de las piezas de platino es más bien restringida. Una
gran proporción, quizás el 95% del total conocido, proviene de la región
correspondiente a la cultura La Tolita – Tumaco, que en su época de mayor
expansión ocupó las tierras bajas del litoral Pacifico desde la costa norte de la
provincia de Manabí (sitios de: Convento, Mongoya y Rocafuerte), la provincia
de Esmeraldas (sitios de Rio Verde, Montalvo, Esmeraldas y Atacames), los
departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca en Colombia (sitios de
Tumaco, Barbacoas, Timbiquí y El Bordo) hasta la bahía de Buenaventura. Los
hallazgos al interior son mas escasos y solo se registran en Quinindé y
Limones en Ecuador y Rio Naya en Colombia.
Sin embargo, en el Ecuador cerca del 80% de los hallazgos se reportan como
provenientes de un solo sitio, la isla de La Tolita.
Ejemplo; la figura
47
antropomorfa de oro con un ojo de platino y otro de plata encontrada en el sitio
de El Angel en la provincia de Carchi.
El punto principal del platino es el alto punto de fusión, 1770 ºC, una
temperatura difícil de alcanzar. Sin embargo los orfebres indígenas trabajaron
este metal.
Los orfebres de La Tolita – Tumaco utilizaron con frecuencia el oro aluvial que,
en esa región, viene naturalmente mezclado con proporciones variables de
plata, platino y metales del grupo del platino, además de hierro. Los análisis
realizados sugieren que, en algunos casos, se pudieron haber realizado
procesos manuales de separación para reducir la cantidad de platino y
platinoides presentes en el oro. En determinados casos conservaron, e
incrementaron, la cantidad de platino presente naturalmente, separando el oro,
para lograr un polvo compuesto mayoritariamente de partículas de platino y
platinoides. Desde allí se imponía la invención de un método metalúrgico para
trabajar estas mezclas de polvos de oro y platino.
Una vez desarrollada y perfeccionada la técnica de trabajo del platino los
orfebres de La Tolita se esmeraron en aprovechar sus conocimientos para
emplearlos en piezas de gran complejidad. Hay, por supuesto, piezas de
platino sencillas como orejeras y narigueras anulares o semilunares, algunas
macizas y otras huecas. Pero, la maestría de la metalurgia del platino se revela
sobretodo en algunas narigueras, orejeras y colgantes de orejera muy
elaborados, en unas pocas miniaturas y en las famosas mascaras y mascarillas
ensambladas. En estos ejemplares, al trabajo de sinterización, se sumaron el
enchape de platino sobre oro, la soldadura de platino con oro y/o platino con
platino y el ensamblaje mecánico para obtener objetos de gran complejidad
formal y tecnológica.
El color plateado, o gris acerado, del sinterizado de platino encarnó y
representó uno de los principios opuestos y complementarios de esta forma de
pensamiento frente al oro que encarnó y representó al otro principio. Tal cosa
no es nueva, se ha registrado y documentado para la tradición metalúrgica
incaica y, antes de ella, para todas las culturas que usaron oro y plata en el
48
Ecuador prehispánico (Cañari y Puruhá para solo citar dos ejemplos bien
evidentes).
UNIDAD 06.- PERÍODO DE INTEGRACIÓN
Tomado del libro Ecuador Ancestral
Etapa comprendida entre el 400 y el 1500/1532 d.C. donde se caracterizó por la
presencia de numerosos pueblos en cada región, donde la organización
política fue superior a la religiosa; La organización social y política, se
complejizó, el aparecimiento de guerras y alianzas en la consecución de
tierras y territorios para su existencia y desarrollo. En este período se
organizan en confederaciones, es decir la unión voluntaria de varios pueblos
vecinos que se aliaban al mando de un curaca o señorío étnico.
Los trabajos colectivos de gran envergadura se realizaron en este tiempo, la
numerosa mano de obra y una dirección apropiada, permitieron construir tolas,
centros ceremoniales, palacios, plazas, caminos, etc. Obras de este tiempo
son, Cochasquí, Ingapirca, etc.
Lo mismo ocurrió con el trabajo agrícola, se intensificó el manejo de suelos y
las tecnologías para obtener mejores cosechas; el uso de los camellones, las
terrazas agrícolas, las andenerías, el riego, la fertilización de los campos de
cultivos, etc.
Se fortalecen las redes de intercambio, la organización óptima de mercaderes a corta y
larga distancia, como es el caso de los Manteños.
En cada unidad territorial gobernaba un cacique supremo o señor étnico, En Integración se
realizó un cambio social muy importante, en el que la fuerza política y guerrera. Surgió una
nueva estructura en las relaciones sociales desiguales con un poder centralizado al mando
de individuos, caciques o curacas, líderes de los linajes de mayor prestigio y riqueza.
49
Fue necesario crear un nuevo orden, con la existencia de obligaciones más complejas de
unos seres humanos para con otros, en función de su derecho de participación en el
proceso de producción y distribución de los bienes de consumo.
Al ir anexando nuevos territorios, fueron ocupando distintos pisos ecológicos, con diversas
características según la altura a la que se encontraban con respecto al nivel del mar. Cada
uno tenía una temperatura y humedad determinadas, a lo que les correspondía un tipo de
vegetación y fauna particular. Denominado por los investigadores como la “verticalidad” en
el manejo de los pisos climáticos.
Las comunidades vivían en caseríos, formando así una familia ampliada o núcleo familiar
que tenía su líder. Estos grupos no estaban aislados, a más de participar en la satisfacción
de sus necesidades, también colaboraban con otros grupos familiares emparentados que
ocupaban zonas vecinas. Estos lazos les permitieron reconocerse entre sí, conformando lo
que se llama un ayllu o parcialidad, con una persona principal o jefe, que tenía autoridad
sobre los miembros del grupo quien organizaba el trabajo para atender las necesidades
colectivas.
Para el estudio de este período a más de las investigaciones arqueológicas
tenemos, la versión de los etnohistoriadores, quienes complementan los datos
como pueblos coloniales de la etapa hispana, así se conoce el pueblo de los
Pastos.
PASTO (700 a 1.500 años d C.)
El pueblo de los Pastos habitó la zona interandina entre el río Chota-Mira, en la provincia del
Carchi, extendiéndose por el actual territorio colombiano hasta la cuenca del río Guáitara,
antes de la ciudad de Pasto.
En el lado del actual territorio ecuatoriano existieron cuatro unidades socio-políticas: Tulcán,
Tuza, Guaca y Mira; en el lado colombiano estaban: Ipiales, Túqueres y Pupiales, y el
asentamiento de Mallama, en las estribaciones occidentales de la cordillera andina. El
pueblo de Mira, llamado también Chontahuasi, era el asentamiento más meridional cercano
al río Chota y tuvo vinculación con los pueblos no Pastos de las riberas del Mira.
Los territorios que ocuparon los Pastos están conformados por mesetas onduladas y
páramos, con acceso al bosque húmedo de las selvas oriental y occidental, su principal
producción agrícola fue: papas, maíz, coca y algodón, entre otros.
La ciudad de Tulcán circunscribía al poblado de Taques; Guaca que abarcaba a Chuquín,
Guaca y Pun; mientras que Tuza, el actual pueblo de San Gabriel, incluía a El Ángel y Puntal
(hoy Bolívar). Cada uno de ellos contaba con muchos pueblos (Landázuri, 1995).
El valle del río Chota (límite con los Caranquis) fue un centro de producción y comercio de
artículos estratégicos como la coca, la sal de mina, el algodón y otros productos como aves y
plumas multicolores. Ahí se encontraba Las Salinas, el gran centro productor de sal, y Pimampiro,
el mayor sitio productor de coca en el antiguo Ecuador.
50
Las Salinas y Pimampiro de al confederación de los Caranquis. Los Pastos tuvieron acceso a ellos
bajo distintas modalidades, tuvieron la categoría de centros multiétnicos. Se conoce noticias de
que indios Pastos residían ahí como camayos, pues debido a su condición de especialistas en el
cultivo de coca, los dueños de las sementeras les encargaban la producción de los cocales.
En el Ecuador existen tres estilos cerámicos de Pasto: Capulí o Negativo del Carchi con cerámica
pintada con la técnica del negativo rojo sobre negro. Piartal o Tuncahuán del Norte, con el uso de
los colores: leonado, rojo y negro; y Tuza o Cuasmal que pintaban sus objetos de rojo sobre
leonado.
MILAGRO-QUEVEDO (400 a 1532 d C.)
Esta sociedad se asentó desde el golfo de Guayaquil hasta la zona de Santo Domingo de los
Colorados, que es la cuenca fluvial muy grande, en donde se encuentran importantes vías de
comunicación entre Costa y Sierra. Tal es el caso de los valles y ríos serranos de Chimbo y
Chanchán que se unen al sistema fluvial del Yaguachi, que va a alimentar las aguas del río
Babahoyo y que, a su vez, permite una fácil conexión con el río Guayas, todo el golfo de Guayaquil
y finalmente, el mar. Posiblemente fue el pueblo que los españoles les llamaron “Chonos”.
Esta confederación contó con una organización social central, con centros administrativos
importantes, organizados en señoríos de una amplia densidad demográfica. El territorio
Milagro-Quevedo, fue un sitio de intensa actividad agrícola, donde se transformaron los terrenos
anegadizos en tierras cultivables, moviendo la tierra con mano de obra que utilizaba palos,
azadas de madera y cestos para cargar la tierra. Construyeron zanjas de tierra, anchas y
profundas, para formar bancos elevados conocidos como "camellones", que fueron utilizados
para la agricultura, principalmente de maíz y yuca.
Milagro-Quevedo también construyó montículos artificiales o tolas que sirvieron de
asentamiento de viviendas, y que a veces tienen enterramientos. Otras fueron utilizadas como
base de casas comunales, templos o adoratorios, y dentro de ellas siempre se encuentran
varias tumbas, de personajes importantes.
Los enterramientos se los realizaba depositando el esqueleto en un ducto compuesto por dos
o más vasijas grandes superpuestas. Son urnas funerarias con la característica que, o no
tienen fondo, o lo tienen roto, a excepción del recipiente inferior que es donde descansa el
esqueleto y el ajuar. De esta manera, se forma un tubo largo conocido con el nombre de
"tumba de chimenea". El ajuar funerario de los personajes importantes tenía abundantes
objetos de cerámica, cobre, oro y plata, hachas de piedra, textiles etc.
Su especialidad fue el trabajo en metales como: el cobre, cobre dorado, oro, plata, etc.
Numerosos son los objetos metálicos, principalmente adornos corporales de los
personajes importantes. Esta actividad les relacionó con las culturas de la sierra central y
sur, con los Puruháes y Cañaris.
51
MANTEÑO (500 a 1532 años d C.)
La confederación Manteño-Huancavilca ocupó el territorio de las provincias del actual Santa
Elena, Guayas, y Manabí. Existió una división entre lo urbano y lo rural. En el campo,
construían sus casas formando poblados dispersos por todo su territorio. Las casas, pequeñas
y rectangulares, ocupadas por una familia, eran levantadas sobre terraplenes recortados en el
declive de los cerros. Los caseríos contaban con casas comunales, como las encontradas en
Cerro de Hojas, Cerro Jaboncillo, Cerro Montecristi, etc.
También construyeron grandes centros urbanos, como Jaramijó. Entre éstos se destacó Jocay,
ubicado en lo que hoy es la ciudad de Manta. En este poblado, con centenares de pequeños
montículos tipo plataforma, se han descubierto restos que demuestran la existencia de una
organización por barrios, compuestos por familias de artesanos.
Otro centro urbano de importancia fue Agua Blanca, a ocho kilómetros del mar, situaba en la
ruta de acceso hacia Puerto López y Salango, que era su puerto principal. Ahí se han
encontrado más de cien cimientos de piedra que soportaron el peso de las casas construidas
en madera, con techos de paja u hoja de palma; estructuras para los cultos ceremoniales y
numerosos fragmentos de sillas ceremoniales de piedra en forma de U.
Su cerámica es de color negro, ahumado y bruñido; y rojo pulido, los más representativo
son los incenciarios antropomorfos, utilizados en sus templos para las ceremonias
religiosas. Los cronistas informan la existencia de la diosa Umiña, una esmeralda del
tamaño de un huevo.
Los Manteños Huancavilcas fueron excelentes navegantes, comerciantes, artesanos y
agricultores.
CARANQUI (700 a 1.500 años d C.)
La confederación de los Caranquis se desarrolló, desde el 700 d.C. hasta 1430 asentados en
las actuales provincias de Imbabura y norte de Pichincha, en la región interandina
comprendida entre los ríos Chota-Mira al norte y Guayllabamba al sur.
Se trata de la gran confederación de los señoríos Otavalo-Cayambe-Caranqui que
cuenta con una clase élite centralizadora, que va monopolizando el acceso a enclaves
reducidos de producción de recursos estratégicos como la coca, el algodón y el ají. Esta
numerosa población poseía, una producción agrícola intensa, por lo que incorporaron
zonas antes no explotadas y de difícil productividad, gracias a la construcción de
camellones, terrazas y canales de riego para el cultivo.
Según Gondard y López, (1983), en la región existen 98 sitios con montículo,
reconocidos a través de fotografía aérea. También se han localizado extensos campos de
camellones, terrazas y canales de riego que, junto a la similitud en el estilo cerámico y a
la existencia de una lengua común conocida por datos etnohistóricos, atestiguan la
unidad cultural de esta confederación en esta etapa.
52
Los principales conjuntos de tolas son: El Quinche, Guayllabamba, Cochasquí,Puntiachil,
Paquiestancia, Zuleta (Cochicaranqui), Otavalo aborigen, Pinsaquí, Perugachi,
Gualsaquí, Atuntaqui, Socapamba y Urcuquí.
Su cerámica, fundamentalmente de uso cotidiano es de pasta gruesa, de color amarillo:
vasijas, botijuelas, compoteras, cuencos. Utilizaron además metates y morteros de
piedras para la molienda de los granos.
CHAUPICRUZ - LA FLORIDA (100 a 1500 d C.)
La meseta de Quito, durante el período de Integración, es conocida
arqueológicamente como Chaupicruz, debido a los primeros hallazgos en la antigua
hacienda Chaupicruz, en el norte de Quito, que corresponde a lo que es hoy la
parroquia del mismo nombre en la ciudad de Quito.
La ubicación geográfica de esta región, fue un sitio de confluencia para el intercambio
de productos con la Costa y la Amazonia, a través de los pasos naturales de
comunicación, denominados "bocas de montaña", como Calacalí, Nono, Lloa, Tandapi
y Guamaní.
La Florida, sitio antecesor de Chaupicruz, está localizada en las faldas del Pichincha, en
el barrio del mismo nombre al norte de la ciudad de Quito. Ahí se encontraron tumbas
formadas por pozos cilíndricos, con una profundidad de 15 metros aproximadamente, con
una cámara central. Las tumbas contenían entierros múltiples, depositados en posición
sedente. Con una cronología de 100 a 680 años d C.
La cerámica Chaupicruz, procedente de tumbas son principalmente compoteras, algunas
decoradas con negativo, con diseños de cenefas geométricas y cuatriparticiones.
PURUHÁ (300 a 1.500 años d C.)
Los Puruháes se desarrollaron en lo que hoy son las provincias de Chimborazo, Tungurahua y una
parte de Bolívar. Los análisis realizados en textiles adheridos a piezas de metales, procedentes
del sitio llamado Alacao, ubicado en Guano, tenemos la fecha de presencia de pueblos oganizados
en el año 300 d.C.
Las fuentes etnohistóricas han constatado la existencia de, centros de poder: Punín,
Yaruquíes y Guano. Otros pueblos importantes en época incaica fueron: Chambo,
Pungalaá, Químiac, Pallatanga, Licán, Calpi, Licto y Penipe, etc.
Los Chimbos, un pueblo desarrollado en la provincia de Bolívar, tuvieron interrelaciones
culturales, económicas y religiosas con los Puruháes. Su cerámica tiene un parecido en
la forma, pero se diferencia en la decoración de “canuto” en las vasijas.
53
Evidencias de cerámica amazónica que se ha encontrado en Chimborazo, indica la
interrelación entre los pueblos amazónicos y los Puruháes, principalmente por Palora,
paso natural al Oriente.
Las relaciones de Puruhá, con Panzaleo y con Cañari, están demostradas por la
presencia de cerámica híbrida, es decir objetos con las características de Panzaleo Puruhá, así como Cañari –Puruhá.
Los Puruháes defendieron su territorio, durante varios años de la conquista Inca. Su
presencia es importante en la etnohistoria, fue conocida la población de San Andrés de
Xunxi, como un centro administrativo.
La antigüedad de la presencia humana está corroborada por el sitio de Chalán del
Formativo. La cerámica Puruhá ha sido encontrada en Guano, San Andrés, Huavalac,
Tuncahuán, etc. Las formas de los objetos cerámicos son: vasijas triangulares
antropomorfas estilizadas, cuencos, compoteras, vasos, vasijas trípodes, etc.
CAÑARI (400 A 1.500 C.)
Esta cultura ocupó, el territorio de las actuales provincias de Cañar y Azuay, donde se
encuentran las hoyas de: Cañar, Azogues-Cuenca, Paute-Gualaceo y Jubones. Existen los ríos
Chanchán al norte, Jubones al sur, y el Paute que desagua al oriente.
La cerámica cañari, está clasificada en dos fases: Tacalshapa y Cashaloma con decoraciones
geométrica en color blanco y negro sobre rojo.
Evidencias cerámicas de ocupación Cañari existen en el sur de la provincia de Chimborazo en
Achupallas y Pumallacta, en el norte de la provincia de Loja y al interior de la provincia de El Oro.
Los cacicazgos Cañaris eran: Hatun Cañar, Molleturo, Cañaribamba, Taday-Pindilig y Sigsig.
Hatun Guapondélico Cañaribamba, (actual Cuenca) Taday-Pindilig, entre otros.
Al igual que las demás culturas serranas, los Cañaris mantenían relaciones comerciales con
los pueblos de la Costa y con los de la Amazonia. Entre los productos más comerciados están:
algodón, plumas exóticas y de colores, sal, coca, pescado conservado por sal, etc.
Los Cañaris fueron los proveedores de metales a sus vecinos Milagro-Quevedo,
especialmente del cobre, ya que el territorio Cañari es altamente cuprífero. Como
evidencia de los intercambios, en algunas tumbas Cañaris se encontraron abundantes conchas
caracolas marinas.
En unas tumbas de pozo con cámara Cañaris se hallaron grandes cantidades de piezas
elaboradas de oro y plata (Uhle, 1922), con una decoración al estilo Huari; e influencias de
Recuay y Pachacamac, del Perú.
Rendían culto a los cerros como el Huacayñán, Shin y Molleturo, entre otros, huacas
principales que dieron el origen mítico de los Cañaris. Adoraban a la luna, a determinados
grandes árboles y el material para elaborar sus ofrendas fueron las piedras.
Los Cañaris fueron un pueblo guerrero, combatieron contra las tropas Incas, liderado por el
cacique Duma de Sigsig.
54
Jugaron un rol histórico en las guerras y movilizaciones de los Incas (colonias Cañaris en
varios lugares del Perú actual y con los españoles fueron sus aliados).
NAPO (1200 a 1532 años d C.)
Fue una cultura ubicada en las actuales provincias de Sucumbíos, Orellana, Napo y Pastaza,
en la Amazonia ecuatoriana. Por el norte el río Aguarico, por el Este territorio peruano y por
el Oeste los valles de Misahuallí y de Jondachí.
Su origen está relacionado con los Omagua, de la familia lingüística tupi-guaraní,
proveniente del Amazonas medio.
Los sitios Napo están ubicados en los márgenes altos del río Napo y están localizados en las
cimas de las colinas próximas al río. El hallazgo de metates y manos de moler evidencia el uso
de granos en su alimentación, probablemente de maíz.
Su cerámica, principalmente la funeraria tiene formas humanas, cuadrangulares, rectangulares,
con varios colores. Los diseños de su cerámica son de formas geométricas.
Un sinnúmero de hachas de piedra, de varios tamaños y formas, fueron herramientas para su
trabajo diario.
UNIDAD 07.- EL TAWANTINSUYO DEL ACTUAL TERRITORIO DEL ECUADOR (1430 a
1534 años d C.)
Tomado del libro Ecuador Ancestral
Los Incas fueron una cultura que duró hasta la llegada de los españoles. Su
organización estuvo basada en incorporación de pueblos y territorios en un
área muy grande de Sudamérica, Su organización social y política es conocida
en términos actuales como un imperio. Su primera capital fue el Cusco, la
segunda capital fue Tomebamba (actual Cuenca).
55
El dominio inca se extendió en los Andes, desde el Sur de Colombia hasta el centro de
Chile, incluyendo gran parte de los territorios que hoy constituyen las repúblicas de
Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina.
Los Incas se consideraban descendientes y herederos de la cultura Tiahuanaco, dominadores de gran parte del altiplano boliviano y del desierto de Atacama en el norte de
Chile con su capital ubicada en la parte sur del lago Titicaca.
Los Incas fueron extendiendo sus dominios en todas direcciones, en campañas
militares dirigidas por el Inca Yupanqui, denominado también Pachacuti, el Reformador.
El inca más famoso fue Huayna Capac, quien nació en Tomebamba, fue quien organizó
la conquista a los territorios del norte. A su muerte le heredaron sus hijos Huascar
nacido en el Cusco y Atahualpa que se dice que nació en Caranqui. Este fue el último
Inca que murió en Cajamarca en manos de los españoles.
Las guerras y anexiones al Tawantinsuyo se dieron durante varios decenios. Primero
Tupac Yupanqui conquistó el territorio Cañari, construyendo una ciudad Inca en la
capital de los Cañaris Guapondelig; que más tarde se llamó Tumipamba o Tomebamba.
Luego avanzó al norte al territorio Puruhá donde resistieron a la conquista por algunos
años. En Quito, construyeron un centro administrativo, civil, religioso y luego
conquistaron el territorio de los Caranqui.
Los incas entran al territorio de lo que actualmente es la Republica del Ecuador
hacia el año de 1450; la invasión de la Sierra, comandada por Tupac Yupanqui
quien enfrentó una dura resistencia y solo, años después, Huayna Capac
completó la conquista del norte (Meyers 1998). La Costa no escapó al influjo
económico y cultural del Imperio Incaico.
La dominación Inca desaparece con el arribo de los españoles y el
desmembramiento del Tawantinsuyu entre 1532 a 1533 (Meyers 1998). Se
trata, de un periodo muy corto, tan solo unos ochenta años que, no obstante,
marcó definitivamente la vida y la cultura de las culturas del Ecuador
prehispánico y que dejo una huella profunda en la cultura material, en la
cerámica y en la metalurgia.
La influencia incaica en la metalurgia se pudo dejar sentir varias décadas antes
de la invasión física del Ecuador. Los incas eran una fuerza cultural arrolladora
en la Sierra Norte del Perú desde 1400 d.C. y es muy posible que sus objetos
metálicos se conocieran en el Ecuador antes de que llegaran las tropas de
Tupac Yupanqui.
Para designar un fenómeno cultural, visible en los vestigios materiales, se
puede entender desde dos puntos de vista: una primera acepción indicaría que
56
hay una integración de las sociedades en escalas regionales, desfigurando los
límites estrechos de las aldeas e integrándolos en unidades políticas y
económicas mayores (Meggers 1966). Por otro lado, la integración puede
entenderse como la configuración de horizontes culturales más amplios para
lograr agrupar a los pueblos de los cuatro suyos.
En cuanto a la cerámica inca se han encontrado en toda la sierra objetos
incas del estilo imperial es decir, cerámica inca propiamente dicha en la forma
de los objetos y en la pasta del Perú. También se han encontrado objetos
llamados inca-local, es decir objetos híbridos con características locales e
incas.
UNIDAD 08.- CAMINOS ANDINOS Y EL CAPAC ÑAN
Las redes viales son producto de las necesidades de la interrelación entre las
personas y entre los pueblos, por eso desde la presencia misma del ser
humano en cualquier parte o territorio del mundo nos encontramos con estos
espacios, sean éstos, senderos, caminos, carreteras, autopistas, etc.
Los caminos como espacios geográficos que unen pueblos entre sí, permiten
que las personas se desplacen de un lugar a otro. Estos senderos o caminos
se fueron haciendo desde la presencia de los primeros habitantes de hace
15.000 años. Cuando los cazadores y cazadoras iban y regresaban desde su
campamento hasta las minas de obsidiana. Seguían las rutas de los animales
para la caza o la recolección de frutas silvestres.
Así, desde “los primeros pobladores de la zona ecuatorial Vegas, Valdivia,
Chorrera, Jama Coaque entre otras construyeron una vía principal que
comunicaba la región andina con el litoral, caminos antiguos que luego fueron
utilizados en al conquista inca” (Marcos, 2009).
“La primera evidencia concreta de interacción entre los pueblos de la costa y
los del callejón interandino, existen desde 4.000 años atrás durante la fase
Valdivia
7.
Los
yacimientos
fuentes
de
la
evidencia:
Real Alto, en la baja cuenca del río Verde, cercano al estuario de Chanduy, que
desemboca en el Golfo de Guayaquil, en la zona sur de la provincia de Santa
Elena, Cotocollao y La Mena en el Valle de Quito. La corrida de obsidiana en
Quiscatola, entre otros.
Por los análisis y estudios del material de obsidiana encontrado en Real Alto se
infiere que llegó del valle de Quito. Se evidencia que los productos de
intercambio desde Valdivia 7 (primeros agricultores) comerciaron productos de
varias zonas, además se deduce la presencia de rutas o caminos que los
57
comerciantes caminaron para comerciar, corroborando la existencia de una red
de intercambio.
Los productos ceremoniales como el mullo o concha spondylus, muy
importante en la cosmovisión religiosa de América, al igual que la “cocamama”,
la sal, etc., necesitó de una gran red de mercaderes por el océano y por el
continente. Conformándose por el continuo uso, en rutas de comercio.
La existencia hasta la actualidad de caminos en varias direcciones, llamados
“culuncos” que confluyen hacia las bocas de montaña, senderos a modo de
trincheras en la zona del noroccidente de Pichincha. El “camino de los
yumbos”, que circunda el Rucu Pichincha por el lado sur, que fue utilizado por
los yumbos para movilizarse entre la costa y la sierra.
La red vial en nuestro territorio estuvo adaptada a la pronunciada topografía y
los pisos ecológicos. Cuando las culturas ecuatorianas se incorporaron al
Tawantinsuyo. Los caminos se agrandaron, se mejoraron, se construyeron
tambos o casa de albergue para los caminantes.
En varios lugares
permanecen todavía tramos del Camino Real o Capac Ñan, ejemplos al sur de
Quito, en el sitio llamado el Troje, en Achupallas al sur de la provincia de
Chimborazo, entre otros.
Ahora existe un proyecto internacional de recuperación del camino del inca que
unió a territorios de Sudamérica, como un proyecto turístico y de desarrollo,
que implica el concurso de todos los países andinos por donde pasa dicho
camino.
La integración metalúrgica incaica
Los incas entran al territorio de lo que actualmente es la Republica del Ecuador
hacia el año de 1450; la invasión de la Sierra, comandada por Tupac Yupanqui
enfrento una dura resistencia y solo, años después, Huayna Capac completo la
conquista del norte (Meyers 1998). La Costa no parece haber sido
directamente controlada, pero tampoco escapo al influjo económico y cultural
del Imperio Incaico. La dominación Inca desaparece con el arribo de los
españoles y el desmembramiento del Tahuantisuyu entre 1532 a 1533 (Idem).
Se trata, por tanto, de un periodo muy corto, tan solo unos ochenta años que,
no obstante, marco profunda y definitivamente la vida y la cultura de las etnias
del Ecuador prehispánico y que dejo una huella profunda en la cultura material,
incluida la metalurgia. Esto, sin contar el hecho muy probable de que la
58
influencia incaica en la metalurgia se pudo dejar sentir varias décadas antes de
la invasión física del Ecuador. Los incas eran una fuerza cultural arrolladora en
la Sierra Norte del Perú desde 1400 d.C. y es muy posible que sus objetos
metálicos se conocieran en el Ecuador antes de que llegaran las tropas de
Tupac Yupanqui.
Aun cuando el periodo cultural anterior a la llegada de los incas se conoce en la
arqueología ecuatoriana como el Periodo de Integración (700 a 1450 d.C.) lo
cierto es que en la metalurgia arqueológica tal integración no es ni mucho
menos evidente. Al utilizar un termino como este para designar un fenómeno
cultural, visible en los vestigios materiales, se le puede entender desde dos
puntos de vista: una primera acepción indicaría que hay una integración de las
sociedades en escalas regionales, desfigurando los limites estrechos de las
aldeas e integrándolos en unidades políticas y económicas mayores (Meggers
1966). Por otro lado, integración puede entenderse como la configuración de
horizontes culturales y quizás económicos, ya que no políticos, que desbordan
los límites de los territorios étnicos.
Unidad 09.- MONUMENTOS
HALLADOS E INVESTIGADOS
ARQUEOLÓGICOS
DEL
ECUADOR,
Los monumentos arqueológicos ecuatorianos, son aquellos bienes
patrimoniales inmuebles que fueron construidos, usados y dejados por las
sociedades que nos antecedieron en el actual territorio del Ecuador que se
mantienen in situ. Es decir el patrimonio que es inamovible. Su antigüedad va
desde los 9.000 años antes de nuestra era hasta 600 años atrás. Conforman
cuevas, restos de ciudades, yacimientos arqueológicos, cementerios, tumbas,
pirámides, montículos, centros ceremoniales o templos, palacios, minas,
canales, paredes, etc.
Monumentos arqueológicos hasta ahora conocidos
59
Ingapirca, fotografía personal
Sitios y monumentos de la Sierra:
Piedra del Athal
Tolas de Socapamba
Inkawasi Palacio de Atahualpa
Terrazas agrícolas de Pimampiro
Plataforma de la hacienda “La Mesa”
Camellones de la hacienda “La Vega”
Las Tolas de Zuleta
Puntiachil
Cochasquí
Pucará Quito Loma
Aldea Formativa de Cotocollao
Pucará de Rumicucho
Tabavela
Rumipamba
La Florida
El Panecillo
60
El Ilaló
Tulipe
El Palacio del Callo
Pucará El Salitre
Proyecto de arqueología industrial, Cutuchi
La Antigua Riobamba
La Asunción de Guano
Cuartel del Inca
Loma Pucará
Alacao
Molobog
Tulabug
Chambo
Guayllabamba
Cojitambo
Complejo arqueológico de Culebrillas
Ingapirca de Cañar
Baños de Coyoctor
Las Ruinas de Tomebamba
Las Ruinas de Todos Santos
La cueva negra de Chobshi
Paredones de Molleturo
Yacuviñay
Mirador de Mullupungo
Ingapirca de Chobshi y Shabalula
Tambo Blanco
León Dormido
61
Ingapirca de Saraguro
Cerro de Puñay
El Capac Ñan, camino que recorre de sur a norte de la sierra con sus ramales
hacia la costa y la Amazonía.
Sitios de la Costa:
La Tolita
Laguna de la Ciudad
Agua Blanca
La Isla de La Plata
Salango
Sumpa
Real Alto
Cerro Jaboncillo
Sitios del subsuelo marítimo continental donde reposan objetos
Sitios de la Amazonía:
La Esperanza-Huila
Macanas
Chontaloma
Limonyacu
Petroglifo de Lumbaquí
Petroglifo río Duvino
La Cueva de los Tayos
Palanda Zamora Chinchipe
62
Complejo Sangay o Huapula2.
Sitios y objetos arqueológicos encontrados en Pichincha:
La Magdalena.-Quito, en 1908, Jacinto Jijón encontró restos fósiles.
Barrio de La Tola.-1911, según Jijón y Caamaño, el señor José Delgado
encuentra un sepulcro precolombino.
Puengasí.-, 1918 Jijón y Caamaño encuentra una punta de jabalina.
Cementerio incásico del Itchimbía.-1918 investigan y luego publican los
resultados Jijón y Caamaño y Carlos Manuel Larrea.
Cumbayá.- 1926, Max Uhle descubrió un cementerio y una gran población
indígena muy antigua.
Alangasí.- 1938, encuentro de un mastodonte en asociación de fragmentos de
cerámica y puntas de flecha de obsidiana. Estudia el científico Spillman
ayudado de Max Uhle.
Chillo y Cumbayá.- 1960, Estudian J Meyer, Oakes, Carlos Manuel Larrea y la
doctora M. A. Carluchi. Objetos tallados en obsidiana.
Ilumbisí.- 1960, hallazgo de un camélido de madera, un felino y un bastón con
rostro humano. Estudian los mismos autores anteriores.
El Inga.-1961-1962, El Dr. Robert Bell descubre un taller de hombre paleolítico
y una enorme cantidad de piezas de obsidiana: flechas, hachas, cuchillos,
raspadores, buriles, etc.
Cochasquí.- 1963-1965, hacienda del señor Carlos Calisto. Investiga la misión
arqueológica alemana de la universidad de Bonn, presidida por el Dr. Udo
Oberem. Veinte tolas y trece pirámides, abrió 3 tolas-tumbas y realizó una
multitud de cortes de prueba.
Sincholagua.- (faldas), hacienda de propiedad del señor Guillermo Chiriboga.
Existen más de 300 tolas cubiertas de pajonal. Sería preciso establecer si son
arqueológicas o simplemente naturales.
San Antonio de Lulunbamba.-A pocos kilómetros de la línea equinoccial, al
parecer son vestigios de pirámides antiguas.
Cotocollao.- En diferentes lugares de la población y en sus alrededores.
2
El Listado de los monumentos se tomó del libro de Eduardo Almeida, pero se incluyeron los
más recientes sitios excavados y otros que se toman en cuenta por ser conocidos por la
población d los lugares aledaños a los mismos.
63
Pucará Alto y Pucará bajo.- Realizaron una investigación los señores
miembros de la Sociedad Arqueológica del Centro Ecuatoriano
Norteamericano.
Chaupicruz.- Sitio investigado por el investigador Jijón y Caamaño.
Chilibulo.-Sitio muy conocido cerca de la parroquia de la Magdalena y que ha
sido estudiado por varios arqueólogos.
Jerusalén.-hacienda cercana a la población de Tocachi y adyacente a la
hacienda de Cochasquí. Muchos vestigios aún del tiempo de la colonia.
Conocoto.-Diferentes lugares, algunos comprobados por el señor Carlos
Manuel Larrea.
Guachalá.- Cerca de las pirámides de Oyambaro y Caraburo se encuentran
numerosas tolas y fragmentos varios de cerámica.
Puembo.- Varios lugares, pero principalmente en la hacienda de San José.
Guambi.- Sitio cercano a la población de Puembo y a orillas del Río Guambi.
Vestigios de un pequeño pueblo que habitó esa región3.
Sitios arqueológicos de Pichincha investigados y difundidos hasta el
presente:
Cotocollao.-Cementerio de los aldeanos desde 1970.
La Florida.- Cementerio de Desarrollo Regional e Integración 1983.
Quitoloma.- Pucará investigación y restauración, 1988.
Tulipe.- Zona arqueológica yumbo 1980.
El Panecillo.- Excavaciones por el Cooperación Española, 1994.
Plaza y convento de Santo Domingo.- Excavación convenio Ecuador-Bélgica,
1990.
Hospital San Juan de Dios.- Excavación evidencias hispanas y muros incas
1998.
Iglesia de San Francisco.- Excavación en la iglesia y convento, muros incas y
tumba indígena Cooperación Española, 1990.
Rumipamba.- Habitaciones, muros, tumbas de la época de Integración, 2000.
3
Tomados del Diario: “El Comercio”, del 18 de septiembre de 1969
64
Tabavela.- Cementerio de Integración, 2007.
Unidad 10.- MONUMENTOS ARQUEOLÓGICOS FRENTE AL TURISMO
(Fuente Monografía de Cochasquí, 1975)
Los monumentos, yacimientos y sitios arqueológicos del Ecuador, constituyen
el patrimonio cultural arqueológico no renovable y representan un recurso de
alta calidad turística que deben ser preservados, conservados y exaltados,
protegiéndolo, dándole un uso adecuado, para que cumplan con una función
social, evitando su deterioro o su desaparecimiento.
Los complejos arqueológicos, poseen cualidades excepcionales por su
importancia geográfica, por sus características ecológicas, por ser un
testimonio fehaciente del urbanismo precolombino y ser uno de los importantes
hitos de la historia precolombina.
La creación de los Parque Arqueológicos permitirá su estudio, conservación y
adecuación, para su divulgación.
Metas.Preservación de los monumentos
La creación de los parques arqueológicos, garantizará la supervivencia de la
arquitectura como pirámides y montículos y montículos funerarios, como del
área del entorno de dichos monumentos, mediante la consolidación de los
mismos para evitar su deterioro. Así también evitar las excavaciones
clandestinas. Propiciar una concentración de trabajos de conservación sobre
los sitios ya excavados y hallados en buen estado.
Creación de parques arqueológicos
Con el Plan de preservación se deben crear los parque arqueológicos del país
que pretende ejemplarizar al Estado e instituciones públicas y privadas a fin de
salvaguardar los monumentos arqueológicos, testimonios del desenvolvimiento
cultural de nuestros pueblos, los que deben ser protegidos no solo como hitos
culturales que documenten la enseñanza de nuestra historia, como también
como una “fuente inagotable” de ingresos por medio de una ordenada
explotación turística.
Los parques comprenderán además del área monumental y entorno, un Museo
Regional de Antropología, con varios servicios complementarios.
Se sumaría la implementación de especies animales y vegetales que, por las
evidencias encontradas en las excavaciones arqueológicas se sabe de su
65
existencia, muchas de ellas ya desaparecidas o están en vías de desaparecer,
por lo tanto es necesario, la preservación de estas especies.
Actuación metodológica en base de evidencias existentes
Los planes de restauración se basan en la evidencia existente y en las pruebas
obtenidas en las excavaciones arqueológicas y en conclusiones del estudio de
un modelo de cerámica contemporánea.
La estructura y construcción de los mismos, en la que se encontraron agujeros
de postes, plataformas de barro cocido, pozos llenos de ceniza, etc. Las
demás evidencias se deberán conservar con sistemas de protección
Vinculación con los recursos naturales
Los monumentos están ubicados en los diferentes espacios naturales en las
tres regiones, formando parte del entorno, enmarcados por el extraordinario
paisaje y con estos recursos naturales: paisaje, excursiones a los sitios de
interés. Se pueden mostrar los cortes, las estratigrafías, fallas y plegamientos
de las épocas interglaciales y postglaciares. Recurso aprovechable para la
enseñanza y conocimiento de la estructura geológica de nuestros andes y
espectáculo único.
Política de acción
Se debe contemplar visitas obligadas de los distintos planteles educacionales,
dentro de los planes de estudio, en concordancia con el Ministerio de
Educación Pública, para un apropiamiento histórico-cultural en su identidad.
De acuerdo a la tendencia internacional de demandas turísticas por los
monumentos arqueológicos, las agencias deben realizar tours a todos estos
lugares.
Posible reglamentación de uso turístico
Para lograr un uso turístico adecuado del Parque Arqueológico, es necesario
que estén reglamentadas las visitas a esta área monumental, para el mejor
aprovechamiento y la conservación de los monumentos.
La entrada al monumento se hará por el noreste, donde se ubicarán las
instalaciones de carácter turístico, Museo de Sitio y Casa del Guardián. La
visita al museo será requisito previo para el acceso al Parque Arqueológico.
El valor de la entrada al Parque, será un precio módico, al alcance de todas las
personas, exonerando a todos los estudiantes que visiten. El monto de las
entradas servirá para ayudar al mantenimiento del parque.
-La circulación será obligatoria por medio de señalización adecuada a lo largo
del parque y los monumentos.
-Queda totalmente prohibido el ingreso al parque vehículos y animales.
-Las especies animales y vegetales, serán respetadas por los visitantes,
evitando ruidos y molestias a los mismos.
66
-Solamente se podrá comer y beber en los espacios destinados para ese
efecto.
-Se prohibirá arrojar desperdicios, fuera de los recipientes destinados para este
uso.
-La entrada al museo será obligatoria, para la explicación del significado e
historia de las evidencias arqueológicas.
-La alimentación de los animales será realizada exclusivamente por el
personal del parque.
Unidad 11.- PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO-IDENTIDADES; VALORACIÓN,
MANEJO Y PROTECCIÓN.
Estudiaremos el concepto y la valoración de patrimonio de un pueblo, como
una realidad material y espiritual, atribuidos a la existencia de los valores,
ligado al sentimiento de propiedad real o simbólica, individual, colectiva y social
para construir ese sentimiento de propiedad y pertenencia. Los procesos de
construcción de identidades se dan a partir de esos elementos patrimoniales.
El patrimonio cultural ecuatoriano se compone de aquello que a lo largo de la
historia fueron creando los pueblos que habitaron nuestro territorio. Nuestro
patrimonio cultural arqueológico consta de los objetos del pasado, de las
grandes y pequeñas obras legadas por culturas y generaciones desaparecidas.
Bienes Arqueológicos que forman parte del Patrimonio del Ecuador.
El Patrimonio Cultural entraña manifestaciones o testimonios de la cultura e
historia de una Nación, y tiene una importancia científica, histórica y artística,
al estar constituido por bienes de interés excepcional que exige se conserven
como elementos del activo cultural de un país y que según su valor puede ser
parte del Patrimonio Mundial.
"Llamamos Patrimonio Cultural al conjunto de bienes muebles e inmuebles,
materiales inmateriales de propiedad de particulares y de instituciones y
organismos públicos o semi -públicos que tengan un valor excepcional desde el
punto de vista de la historia, del arte y de la ciencia, de la cultura en suma y por
lo tanto sean dignos de ser conservados para la Nación y conocidos por la
población a través de las generaciones". (Harvey l98l).
Según la XVI Convención de la UNESCO en París, el l4 de noviembre de 1970,
"son Bienes Culturales los objetos que por razones religiosas o profanas hayan
sido expresamente designados por cada Estado, como de importancia para la
arqueología, la prehistoria, la historia, la literatura, el arte o la ciencia".
El Patrimonio Cultural, está conformado por bienes muebles, bienes
documentales, bienes sociales como tradición, lenguaje, cultura y otros, bienes
67
inmuebles como monumentos arqueológicos y arquitectónicos. De todos estos,
generalmente son los dos primeros los que son susceptibles de ser
conservados en museos o bibliotecas.
La recomendación de la décimo-tercera reunión de la UNESCO, en Paris el 19
de noviembre de 1964, definió que "se consideran bienes culturales los bienes
muebles e inmuebles de gran importancia en el patrimonio cultural de cada
país, tales como las obras de arte y de arquitectura, los manuscritos, los libros
y otros bienes de interés artístico, histórico o arqueológico, los documentos
etnológicos, los especímenes de la flora y de la fauna, las colecciones
científicas y las colecciones importantes de libros y archivos, e incluso los
archivos musicales".
La recomendación de la Décimo-novena reunión de Nairobi, el 2ó de
noviembre de 1976, dice: "los bienes que son expresión y testimonio de la
creación humana o de la evolución de la naturaleza y que tenga, o puedan
tener, a juicio de los órganos competentes de cada Estado, un valor y un
interés histórico, artístico, científico o técnico y que pertenezcan entre otras, a
las categorías siguientes son bienes culturales”:
Se clasifican en dos categorías:
Tangibles: aquellas manifestaciones sustentadas por los elementos materiales
como la arquitectura, la cerámica, la orfebrería, el paisaje natural.
Intangibles: aquellos que no tienen sustentación material sino que
corresponden a las manifestaciones que sólo la tradición mantiene vivas, como
algunas dietas alimenticias, la cultura, las costumbres, los rituales, la propiedad
intelectual, las danzas, etc.
Conceptos de Patrimonio Cultural:
El patrimonio cultural se compone de aquello que, a lo largo de la historia
fueron creando los hombres y mujeres que habitaron un territorio. Así como en
el presente siguen creando quienes viven en él. Nuestro patrimonio cultural
consta de los objetos del pasado, de las grandes y pequeñas obras legadas por
culturas y generaciones desaparecidas, al igual que las creaciones y objetos de
ahora considerados importantes para determinado grupo humano, nación o
Estado.
Bienes culturales inmuebles – “Monumentos arqueológicos”:
Son los “sitios superficiales” a campo abierto que corresponden al
asentamiento de una aldea, un campamento, un cementerio, un centro
ceremonial o muchas otras formas de ocupación humana. Reconocidos por la
Arqueología como “yacimientos arqueológicos”.
68
Bienes Culturales Muebles – “Colecciones o piezas arqueológicas”:
Son los innumerables objetos que han sido sacados de distintos lugares,
principalmente de las tumbas conocidas como huacas (sitios sagrados). Piezas
trabajadas en cerámica, piedra, metales preciosos (oro, platino, plata y cobre),
piedras preciosas y semipreciosas, concha, madera, plumas etc.
Unidad 12.-PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO ECUATORIANO
Patrimonio es el conjunto de derechos que se tiene sobre un cúmulo o conjunto
de bienes que pertenecen a una persona, a una sociedad, a una Nación o país.
Cultural quiere decir toda creación intangible y tangible hecha por el hombre y
dotada de significaciones y valores específicos.
“…Toda sociedad históricamente formada y delimitada se asume a sí misma
como heredera de un patrimonio cultural enriquecido y transformado por sus
generaciones precedentes. Este patrimonio está integrado por elementos
culturales de diverso tipo: bienes materiales, entre los que destaca de manera
particular un territorio preciso; conocimientos; formas de organización social;
códigos de comunicación y expresión. Todo este repertorio de rasgos culturales
que se consideran propios está articulado y tiene sentido para un grupo social
porque se organiza con base en lo que podemos llamar una “matriz cultural”, es
decir, un esquema básico que ordena la percepción y la relación con el mundo.
Con este patrimonio cultural el grupo hace frente a sus problemas, los
comprende e intenta resolverlos; y también, a partir de este repertorio de
elementos culturales propios, define sus aspiraciones, formula sus proyectos y
procura realizarlos.” (BONFIL, 1995, Vol. 4: 398, citado por Quinatoa).
El concepto universal de Patrimonio Cultural lo define la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, es el
siguiente; “la herencia del pasado, aquello con lo que vivimos hoy y que
dejamos para las generaciones futuras. El Patrimonio es una fuente
irremplazable de vida e inspiración”.
El patrimonio y la identidad cultural, como cualquier otro producto de la
actividad humana, en todos pueblos son elementos y procesos dinámicos. Esto
es: están sujetos a cambios, condicionadas por factores internos y externos,
supeditados a una continua retroalimentación.
El concepto actual de patrimonio cultural es amplio, enriquecedor y universal.
Nos sentimos orgullosos de muchos milenios de acumulación científica,
tecnológica y estética, pero también sabemos que son muchos los peligros
que acechan a esta rica herencia de los pueblos.
69
Cuando hablamos de patrimonio cultural ecuatoriano, hablamos de nuestro
patrimonio común, de lo que es, de cada ecuatoriano, individualmente y todos
los ecuatorianos como pueblo, por ser propiedad de la nación ecuatoriana. El
patrimonio constituye nuestra máxima “riqueza y nos identifica y diferencia de
otros pueblos que también tienen su propia identidad.
El patrimonio se divide en dos grandes sectores muy relacionados entre sí,
denominados patrimonio cultural y patrimonio natural. El natural lo conforman
las regiones naturales compuestas por montañas los valles que integran el
territorio, las aguas que corren por nuestros ríos, la riqueza del subsuelo y el
aire que cubre el territorio.
Se incluyen las múltiples especies de animales, que de acuerdo con el clima y
la geografía de cada región han creado- junto con la vegetación- los grandes
sistemas de equilibrio de la naturaleza denominados sistemas ecológicos o
ecosistemas cuya protección permitirá que continúe la vida. Dentro de este
sistema están los seres humanos, quienes deben respetar el equilibrio
ecológico para garantizar su propia supervivencia.
Reconocemos como patrimonio cultural aquellos bienes que son la expresión o
el testimonio de la creación humana o de la evolución de la naturaleza y que
tienen especial relevancia en relación con la arqueología, la prehistoria, la
historia, la literatura, la educación, el arte, la ciencia y la cultura en general
Patrimonio Arqueológico:
El patrimonio arqueológico debe ser considerado como una parte del
patrimonio histórico, al igual que el patrimonio artístico, monumental y
arquitectónico, pues sirve a una comunidad, una nacionalidad o un Estado
como referente y fortaleza de sus identidades.
En el artículo 3 de los Estatutos del ICOMOS, aprobados en 1978, se describen
dos conceptos relacionados con el patrimonio arqueológico “monumento” y
“sitio”; Así: “…el término “monumento” deberá incluir todas estructuras (así
como su entorno, accesorios y contenidos pertinentes) que sean de valor
desde el punto de vista histórico, artístico, arquitectónico, científico o
etnológico. Esta definición deberá incluir obras de escultura y pintura
monumental, elementos o estructuras de naturaleza, arqueológica,
inscripciones, construcciones en cuevas y cualquier combinación de los
anteriores… el término “sitio” deberá incluir todas la áreas topográficas y
paisajes, las obras del hombre o las obras combinadas de la naturaleza y el
hombre, incluyendo parques y jardines históricos, que sean de valor desde el
punto de vista arqueológico, histórico, estético, etnológico o antropológico”.
En 1990, la Asamblea General del ICOMOS adoptó la carta para la Protección
y Gestión del Patrimonio arqueológico, redactada por el Comité; International
70
Committee on Archaeological Heritage Management, ICAHM, en el artículo 1
de esta carta, se presenta una definición moderna del concepto de patrimonio
arqueológico:
“El patrimonio arqueológico representa la parte de nuestro patrimonio material
para la cual los métodos de la arqueología nos proporcionan la información
básica. Engloba todas las huellas de la existencia del hombre y se refiere a los
lugares donde se ha practicado cualquier tipo de actividad humana, a las
estructuras y los vestigios abandonados de cualquier índole, tanto en la
superficie, como enterrados, o bajo las aguas, así como al material relacionado
con los mismos”
La Carta de Lausana amplía los límites del patrimonio arqueológico y posibilita
el poder englobar manifestaciones culturales arqueológicas antes no
consideradas.
Las características que inciden en una definición más real son:
-Fuente histórica para el conocimiento del pasado, entendiendo
como
manifestación del pasado a cualquier huella mueble, inmueble o el entorno.
“El yacimiento arqueológico, entendido como la manifestación material de una
cultura –o forma de vida-desparecida posee mucho más que un valor estético
(ocio) y científico (conocimiento). Estos dos rasgos son a priori, los que llevan a
dotar a un yacimiento de una infraestructura necesaria para su visita y los que
sirven de cauce para canalizar la relación entre el visitante y su patrimonio”.
Si los pueblos de otros tiempos pueden aparecer demasiado simples en
comparación con los actuales, los vestigios del pasado se perciben, por lo
general, como más grandiosos de lo que realmente pudieron ser. La visión de
la estructura desaparecida y, por tanto, el yacimiento, aparece como la sombra
de algo mayor, más impresionante, más rico, reflejo de una sociedad llena de
misterios y secretos, que invita a adentrarse en ella siguiendo ese instinto
humano llamado “riesgo”
Los monumentos arqueológicos-concebidos como “ruinas”; según la versión
popular, han llevado a redefinir y actualizar los conceptos de patrimonio
arqueológico, turismo cultural y gestión de patrimonio. “La fascinación” que
produce el pasado perdido.
“Todo bien arqueológico, forjado por las manos de nuestros antepasados, es
testimonio de nuestra historia, por lo que cada uno es único y su desaparición
constituye una pérdida definitiva y un empobrecimiento irreversible de nuestro
patrimonio cultural. La protección de esta riqueza
obliga a todos los
ecuatorianos y al Estado en general, a luchar por su integridad, conservación y
constante valorización dentro del país” (Quinatoa, 2005, díptico de exposición
arqueológica: “Rescate del patrimonio Cultural” B.C.E.).
71
Bienes culturales inmuebles – “Monumentos arqueológicos”: Son los “sitios
superficiales” a campo abierto que corresponden al asentamiento de una aldea,
un campamento, un cementerio, un centro ceremonial o muchas otras formas
de ocupación humana. Reconocidos por la Arqueología como “yacimientos
arqueológicos”.
Los bienes muebles son los objetos y colecciones que están en instituciones y
manos privadas que deben estar inventariadas y protegidas.
UNIDAD 13.-PATRIMONIO, IDENTIDAD Y DIFUSIÓN
Los bienes arqueológicos debe ser considerados como una parte fundamental
del patrimonio histórico, en conjunto con otros patrimonios: el artístico,
monumental, arquitectónico, con una razón de ser, el servir a una comunidad,
una nacionalidad o un Estado como referente y fortaleza de sus identidades.
La visión general ha visto a los monumentos y yacimientos arqueológicos como
ruinas, esta concepción han llevado a redefinir y actualizar los conceptos de
patrimonio arqueológico, turismo cultural y gestión de patrimonio. Por “La
fascinación que produce el pasado perdido”.
A pesar de los esfuerzos realizados, los bienes arqueológicos superan
muchísimo en cantidad, en todo el territorio continental ecuatoriano,
haciéndose imprescindible sistematizar todo el trabajo relacionado a la
valoración, protección y manejo adecuado de los bienes arqueológicos.
El tema del manejo del patrimonio arqueológico debe ser tratado desde varios
puntos de vista y de las distintas etapas; de la extracción, de la tenencia y
dominio, de la comercialización, el manejo de las colecciones y la puesta en
valor en museos, centros de interpretación, exposiciones nacionales e
internacionales.
En los Estatutos del ICOMOS aprobados en 1978 se describen dos conceptos
relacionados con el patrimonio arqueológico “monumento” y “sitio”; en el
artículo 3 dice: “…el término “monumento” deberá incluir todas estructuras (así
como su entorno, accesorios y contenidos pertinentes) que sean de valor
desde el punto de vista histórico, artístico, arquitectónico, científico o
etnológico. Esta definición deberá incluir obras de escultura y pintura
monumental, elementos o estructuras de naturaleza, arqueológica,
inscripciones, construcciones en cuevas y cualquier combinación de los
anteriores… el término “sitio” deberá incluir todas la áreas topográficas y
paisajes, las obras del hombre o las obras combinadas de la naturaleza y el
hombre, incluyendo parques y jardines históricos, que sean de valor desde el
punto de vista arqueológico, histórico, estético, etnológico o antropológico”.
72
En estos conceptos se da importancia al contexto “-entorno-, así como el valor
del paisaje -la naturaleza antropizada (modificada por las personas)-“, que son
indispensables para la conservación, divulgación y transmisión del patrimonio
arqueológico.
Objetivo general
Presentar de forma integral y difundir el patrimonio cultural tangible e intangible
de los ecuatorianos que representa su memoria histórico-cultural donde se
reflejen las identidades culturales de los pueblos que conforman el país para el
reconocimiento, valoración y apropiación del patrimonio.
Objetivos específicos
Provocar al turista el interés por el reconocimiento, valoración, apropiamiento
del patrimonio cultural tangible e intangible ecuatoriano.
-Motivar a los visitantes para que realicen las múltiples lecturas, con
interpretaciones de los distintos grupos culturales.
-Promover la valoración de las identidades culturales al interior de sus
integrantes, presentando los símbolos identitarios de cada uno de ellos.
-Promover la valoración y el respeto de las identidades culturales entre los
distintos grupos culturales, iniciando y reforzando la alteridad cultural.
-Colaborar a que los grupos culturales asuman y fortalezcan la identidad
nacional ecuatoriana en el marco de la diversidad e integridad en el respeto del
otro.
Objetivos para la difusión del patrimonio
Estudio – conocimiento – comprensión
Educación – aprendizaje – (esparcimiento cultural)4
Experimentación
Deleite – intrigue - seduzca
Diálogo – discusión – encuentro
Bienes culturales – patrimonio
Significados (reelaboración de) – interpretaciones (propias)
Identidad nacional – diversidad – interculturalidad
Comunidad – abierto – vivo – participativo
Acciones
-Permitir a los visitantes observar y explorar los monumentos
herramienta para la construcción del concepto de patrimonio.
4
como una
Esparcimiento cultural: expresión que aún no consta en el documento, pero que pienso se la debería
incluir.
73
-Promover el análisis y reflexión sobre el patrimonio cultural de distintos
pueblos dotando a los objetos culturales de simbolismos de identidad,
dentro de un marco de diversidad y convivencia.
-Lograr que el público descubra la inventiva, la creatividad y la variabilidad de
los distintos pueblos que han ocupado y ocupan el territorio ecuatoriano,
para que cada visitante construya su identidad actual y actuante.
-Garantizar una participación intercultural -que va más allá del respecto y del
reconocimiento y que se funda en la necesidad de construir relaciones
entre grupos, como también entre prácticas, lógicas y conocimientos
distintos- para que el visitante sea parte activa en los procesos creativos
de apropiación y resignificación cultural.
-Servir a la comunidad, convirtiéndose en un catalizador del cambio cultural
gracias a la generación de nuevos valores.
-Insertarse en la comunidad local y nacional para ser parte de la vida diaria de
los ecuatorianos, convirtiéndose en objeto de apropiación por parte de la
ciudad y sus visitantes
Además es indispensable realizar una investigación de las necesidades de los
distintos segmentos de público.
Interactuar con la ciudad para sacralizar espacios y convertirlos en museos
vivos que generen dinamia.
Establecer canales de diálogo entre los sitios históricos y la comunidad e
integrar circuitos de comunicación.
Redefinir constantemente el rol de los profesionales del Turismo en la
sociedad, tomando en cuenta su opinión y sus necesidades.
Ser receptivo a las demandas de los diversos grupos sociales, aceptando los
conflictos y resolviéndolos en comunidad
Objetivo de difusión del patrimonio arqueológico
Fomentar el turismo nacional e internacional, con el fin de que el patrimonio
arqueológico sea un referente para los visitantes extranjeros.
Difundir de manera integral los bienes culturales de cada grupo humano
ecuatoriano.
Proponer que los visitantes nacionales conozcan, reconozcan, valoren y
fortalezcan su identidad cultural.
Incentivar a que los ecuatorianos respeten y vivan la multiculturalidad e
interculturalidad.
Impulsar la interrelación equitativa entre los diferentes pueblos que coexisten
en el país.
Lograr que los monumentos arqueológicos, sean el centro esencial de las
culturas, así como centro de información sobre distintos temas.
74
Ayudar a la integración respetuosa e igualitaria de los ecuatorianos de la Costa,
Sierra, Oriente y Galápagos mediante la exposición y el discurso profesional.
Promocionar a los extranjeros las características culturales de los grupos
culturales que conforman el Ecuador.
UNIDAD 15.- LA PLÁSTICA EN LAS SOCIEDADES ORIGINARIAS ANDINAS
Y ECUATORIANAS
La tendencia innata en el hombre, desde sus orígenes, de antropomorfizar y
personificar a las fuerzas del planeta a los seres y dioses de su mundo; surgen
los dioses de la tierra, de la lluvia, del viento, de los pájaros, y así
sucesivamente una serie de dioses que justifican el que una roca tenga
espíritu, y que un panteón de dioses dirijan las grandes cuestiones del
universo.
Los hombres en armonía con las fuerzas de la naturaleza a través de un deseo
escondido de expresión y belleza, dieron lugar a estilos específicos de
expresión estética, canalizados según patrones de líneas ya consolidadas por
la tradición.
Ya que el arte se encuentra en la cultura, la religión es un elemento integrador
y organizador de la sociedad, no se ve en absoluto un culto pasivo, ni menos
un deleite ocioso de ella, al contrario, aquí hombres y mujeres han tomado en
cuenta un conjunto de preceptos y términos religiosos que tiene que ver con
sus propias creencias, las cuales al ser elucubradas y procesadas dentro de
sus mentes, van dando forma a lo que son hoy las distintas expresiones de su
arte.
Las representaciones talladas de divinidades, el tatuaje usado por altos jefes,
los petroglifos, los jeroglifos y otras manifestaciones explican que éste era un
arte sacro.
Como la tradición de un pueblo influye en la naturaleza de sus diseños, en la
disposición de las formas y en las interpretaciones de todo lo tallado, tejido y
pintado, el arte aquí lo representaban todas las armas, los vestuarios, las
esculturas, los versos, juegos y otros.
En el arte andino todo mensaje visual contiene niveles de códigos o lenguajes:
1.- Lenguaje visual presenta aspectos morfológicos y sintácticos
2.- La composición es una forma de ordenamiento del espacio, conjugando los
aspectos visuales, plásticos y simbólicos dando como resultado la composición
simbólica. En la composición simbólica, las estructuras iconológicas
geométricas, constituyen el principio de organización de los elementos sobre el
plano básico de construcción del diseño.
75
El aspecto compositivo de la semiótica del diseño andino, se comprende por lo
tanto como una forma de lenguaje interior, cuyos valores simbólicos
complementan y dan sentido a formas exteriores o evidentes del diseño.
La cosmovisión del entorno natural y social, representada en la iconografía
naturalista, hombres, animales y plantas conviviendo en un mismo hábitat
fueron motivo permanente de estilización.
Cosmogonía explica los orígenes y poderes de las entidades naturales,
interpretando las concepciones mágico-religiosas, lo mítico se explica por los
valores de correspondencia de lo real y lo sobrenatural, lo conocido y
desconocido.
Cosmología conceptos de orden, número, ritmo, cohesionando lógica y
orgánicamente a las concepciones del espacio e una visión integral del todo y
sus partes, reflejado en la unidad de la multiplicidad.
Cosmovisión, cosmogonía y cosmología constituyen los planos de significación
de los cuales se generan el naturalismo, el simbolismo y la abstracción
geométrica como una respuesta estética de la forma al contenido.
El aparecimiento de la plástica data desde los primeros habitantes, expertos en
el trabajo de lítica se conocen los grabados en rocas, en cerámica, dibujos,
estampados o bordados en telas o “textilgrafías”.
76
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