LA GOTA DE LECHE DE LOTA Sady Mora Acaso fue en alguno de sus viajes a París que Isidora Goyenechea, dueña de la poderosa Compañía Carbonífera de Lota, conoció de primera mano la “Gota de Leche”, institución creada en Francia a fines del siglo XIX para proporcionar raciones de este alimento a los niños desposeídos. Pionera en obras de bienestar social, la empresaria ordenó la entrega de un litro de leche de vaca a cada lactante de la ciudad minera, varios años antes de que una iniciativa semejante se sistematizara en el país. No alcanzó, sin embargo, a ver construida esta casa, a la que desde 1928 acudirían a diario decenas de madres con sus hijos en brazos, para ser atendidas por voluntarias de toca y delantal tan blancos como el líquido que les procuraban. Ahí recibían, además, lecciones prácticas de puericultura y el consejo de una visitadora, como parte de lo que fue el primer servicio social industrial de América Latina. En la casa funciona hoy el Departamento de Medio Ambiente de la Municipalidad de Lota. TRAS LA FACHADA