Contrastar las diversas concepciones de ciudadanía desde el análisis crítico de su contextualización histórica. El ciudadano es el sujeto político, poseedor de un estatuto que le confiere derechos civiles y de participación política por parte del Estado (Borja, 2008). El termino ciudadano proviene del romano “civis” y éste de “civitas” – ciudad o conjunto de habitantes. Para los griegos la ciudad era lo más importante. Pertenecer a ella le hacía ciudadano. Pertenecer a la Polis (ciudad). Se vivía para la Polis (ciudad), mostrando interés en ella. El peor castigo era el exilio: ser expulsado de la ciudad. Para los romanos la ciudadanía era un “honor”. Era un honor ser “ciudadano romano”. La mayor aportación del Imperio Romano ha sido el Derecho. Para los griegos, así como para los romanos, la ciudadanía se definía en términos de obligaciones y derechos. El derecho a la ciudadanía estaba restringido a un grupo de la población: los hombres libres. En los regímenes feudal – monárquico el concepto utilizado es el de súbdito… aquel que habita dentro de los límites del feudo o reino. A diferencia del ciudadano griego o romano, en este caso los derechos se limitaban a la nobleza. Con la revolución francesa el habitante de la ciudad o Estado adquiere los derechos de la ciudadanía por el simple hecho de habitarla. Así el súbdito pasa a ser ciudadano, es decir, como protagonista del acontecer político. En los Estados liberales burgueses y con el triunfo del capitalismo industrial, se extiende la participación de los ciudadanos a través del sufragio. El concepto de ciudadanía se ha ido ampliando como resultado del desarrollo social y civil del Estado democrático. El estatuto de ciudadano en la segunda mitad del siglo XX es a su vez resultado del progreso civil (extensión hacia las mujeres y los jóvenes), social (Estado del Bienestar) y político (mecanismos de participación y representación más amplios y eficientes) (Borja, 2008). Parece indudable que este progreso ha entrado en crisis. Por un lado, en el ámbito del Estado-nación surge la dificultad de mantener el Estado del Bienestar. Por otra parte, la globalización económica genera situaciones asimétricas en lo social (Borja, 2008). Según Borja (2008), en las sociedades postindustriales, es necesario generar un tipo de “identidad” y de “pertenencia” entre sus miembros debido a la falta de adhesión para responder a los retos que se plantean a la comunidad. Reconocer la relación entre Estado, ciudadanía y nacionalidad a partir de la reflexión sobre los derechos colectivos y la identidad étnica de los pueblos ancestrales en el Ecuador. Estado Estado es la sociedad política jurídica basada en los deberes y derechos de los ciudadanos. Nación La nación es un conjunto de personas unidas por lazos patrióticos, que se consideran hermanados por una historia común, tradiciones, costumbres, lengua, religión, etcétera, que los enlaza a pesar de no estar juntos territorialmente. Así como en el Estado es imprescindible compartir un territorio, en la nación no es necesario, aunque muchas veces el concepto de nación se considere sinónimo de Estado. Nacionalidad La nacionalidad es la condición particular de los habitantes de una nación. El concepto incluye nociones vinculadas a factores territoriales Qué es Ciudadanía: Ciudadanía significa el conjunto de derechos y deberes por los cuales el ciudadano, el individuo está sujeto en su relación con la sociedad en que vive. Ciudadano Es el sujeto político que poseedor de drechos y deberes dentro de la sociedad. Identidad Del latín identitas, la identidad es el conjunto de los rasgos propios de un individuo o de una comunidad. Etnia El término etnia proviene de un vocablo griego que significa pueblo o nación. Se trata de una comunidad humana que comparte una afinidad cultural que permite que sus integrantes puedan sentirse identificados entre sí. Identidad étnica es entonces los rasgos comunes reconocidos y aceptados por los pueblos ancestrales del Ecuador, mismos que son producto de la discriminación por efecto de la invasión española y su posterior genocidio y que hoy constituidos en la CONAIE reclaman sus derechos como ciudadanos del Ecuador Los derechos colectivos Son derechos humanos específicos de los cuales son titulares ciertos grupos humanos. Los derechos colectivos son parte de los llamados derechos de tercera generación cuyo reconocimiento internacional fue históricamente posterior a la de los derechos civiles y políticos (primera generación) y a la de los derechos económicos, sociales y culturales (segunda generación). Algunos derechos de tercera generación son el derecho al desarrollo, a la paz, al patrimonio artístico y cultural, a un medio ambiente sano, los derechos de los pueblos indígenas y los de los consumidores. En el caso ecuatoriano, los derechos colectivos, que como decimos son también derechos de tercera generación, reconocidos constitucionalmente son únicamente los ambientales, los étnicos y los de los consumidores. La Constitución reconoce a los pueblos indígenas derechos colectivos a su identidad cultural, propiedad, participación, educación bilingüe, medicina tradicional, entre otros. Estos derechos se extienden, en lo aplicable, a los pueblos negros o afroecuatorianos.art. 83, 84, 85 de la Constitución del art. 86 al 91 La Constitución también reconoce a toda la población el derecho a un medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado del art. 86 al 91 Así como reparaciones e indemnizaciones para los consumidores afectados por productos o acciones lesivas sea de actores públicos o privados. Art. 92