RR.HH. DE CINE “Braveheart”, de Mel Gibson JAVIER FERNÁNDEZ AGUADO, Socio Director de MindValue. “Voy a hablar de William Wallace. Los historiadores ingleses dirán que soy un mentiroso, pero la historia la escriben aquellos que cuelgan a los héroes”. Así comienza el largometraje que narra la historia de un relevante héroe escocés de finales del siglo XIII. Como en todas las películas, son múltiples los errores históricos y en este caso hay algunos realmente llamativos. Entre otros, Eduardo I no fue en realidad ese dictador ávido de sangre que se nos muestra. En realidad, fue uno de los promotores del parlamentarismo y uno de los primeros monarcas que consintió que personas no pertenecientes a la nobleza accedieran a puestos de responsabilidad. Interesante datos para los directivos: han de cuidar la imagen y a la vez ser conscientes de que algún pazguato puede desprestigiarles sin razón objetiva alguna. Por otro lado, William Wallace fue ejecutado en 1305 e Isabel de Francia no llegó al Reino Unido hasta tres años más tarde. Resulta, pues, imposible que conociese al luchador escocés. Además, Robert The Bruce, que llegaría a ser líder de los escoceses, contaba con poco más de quince primaveras en tiempos de Wallace. En la película, ronda los 40. No sólo esto, sino que su inclinación a la guerra debió ser muy semejante a la de Walla- Frente al poder se encuentra la auctoritas, hoy en día denominada por muchos liderazgo: consiste en la pleitesía que una persona genera independientemente del cargo que ocupe en la institución ce. En la película se le representa casi tan amanerado como al hijo de Eduardo I. Parece que en realidad ninguna de esas dos personas fue así. Dos últimos detalles: la costumbre de pintarse la cara para las batallas había desaparecido en Escocia en el siglo XI y hasta mediados del siglo XVIII no se empezó a usar la falda conocida hoy como escocesa. un tiempo más o menos prolongado dentro de una organización. Frente a ésta se encuentra la auctoritas, hoy en día denominada por muchos liderazgo: consiste en la pleitesía que una persona genera independientemente del cargo que ocupe en la institución. Las personas acuden a quien la tiene, sin importar particularmente que aquél o aquélla disponga en ese momento de mando en plaza. 1. POTESTAS VS. AUCTORITAS William Wallace es presentado como una persona con grandísima auctoritas. Cuando las tropas están a punto de echarse atrás en una de las batallas, porque sus atemorizados jefes no saben liderarles, Wallace es capaz de volver a infundir ánimos. No lo hace como mera retórica, sino que toma medidas para que sus ataques sean eficaces. No es una ingenuidad ciega lo que le mueve, sino la confianza en los medios que ha puesto unidos a la motivación de las personas que con él están implicadas en la batalla. En cualquier caso, y tras reflexionar que es preciso en las organizaciones oír todas las campanas y no fiarse sólo de la información que proporciona la camarilla más cercana, las enseñanzas para nuestros temas de interés son múltiples. En primer lugar, la gran diferencia que existe entre el poder y la autoridad. El primero, como se ha repetido mil veces, es lo que los romanos denominaban la potestas. Consiste en aquella capacidad de imponer que procede del puesto que una persona ocupa por El poder consiste en aquella capacidad de imponer que procede del puesto que una persona ocupa por un tiempo más o menos prolongado dentro de una organización Capital Humano 118 Las escenas dedicadas a la negociación entre Wallace y la nuera de Eduardo I son relevantes. Al estilo de Maquiavelo, los dirigentes tienen ideas que no transmiten con claridad a las personas que de ellos dependen. Así, mientras deja que unos y otros hablen, ellos llevan adelante sus propios planes. Lejos de esos comportamientos metanegociadores, los propios proce- Nº 177 • Mayo • 2004 sos de negociación tienen su modo de sucederse. Es posible ganarse la confianza del otro en buena lid, y eso mejora las posibilidades de acuerdo. ¡Lástima que en el largometraje, al igual que muchas veces en la vida real, los planes de los altos directivos pasen por encima de las personas que ellos mismos enviaron a batirse el cobre por una iniciativa! Como la justicia existe, antes o después quienes emplean a los demás como meros instrumentos de sus intereses acaban por pagar sus desmanes. Ejemplo del desprecio por la gente es la conversación de Eduardo I con uno de sus lugartenientes, cuando indica el monarca que es mejor que ataquen los irlandeses a que se lancen flechas, porque el valor económico de las segundas es superior a los primeros. Esa expresión trae a la memoria, sin poder remediarlo, lo que muchos generales americanos hicieron en la Segunda Guerra Mundial con las tropas polacas. “La vida sin libertad no tiene sentido” es una de las frases más veces repetida. El afán de libertad es capaz de asumir que la misma vida tiene que encontrarse al servicio de ese valor más alto. Esa frase es eco de aquella que dijera el pensador griego: “Ideales por los que no merece la pena morir, tampoco justifican el vivir”. También por ese motivo, Wallace no quiere que en su tortura se abrevien los tiempos. Si claudicara, sus enemigos podrían pensar que habían vencido. Que no es así queda claramente plasmado en su capacidad de sufrir para mostrar la validez de su ideal. Poco antes de fallecer, grita una vez más: ¡Viva la libertad!, como un romántico avant la lettre. A pesar de su amplio metraje, la película no resulta larga, y se disfruta con gusto. Prescindiendo de los mencionados errores históricos, y de puntos de vista que pueden recibir opiniones muy divergentes –en concreto, el reclamo por la independencia–, son muchos los modelos de valentía, audacia, astucia, lealtad a los compañeros, capacidad de entrega, necesidad de refugio afectivo, etc. que se aprenden.! FICHA TÉCNICA Título: Braveheart. Director: Mel Gibson. Año: 1995. Intérpretes: Mel Gibson, Sophie Marceau, Catherine McChormack. Temas: Eficiencia / Eficacia / Familia y Trabajo / Lealtad / Negociación / Autoridad La eficacia c a p a c i d a d gestión Hay muchos buenos profesionales Agio, del nos y d e Grupo permite seleccionar para usted al candidato ideal en el momento preciso, para cada puesto específico. w w w . a g i o . e s T e l . : 9 0 2 1 0 3 7 5 5