127-11 CÁMARA DE LO PENAL DE LA PRIMERA SECCIÓN DE

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127-11
CÁMARA DE LO PENAL DE LA PRIMERA SECCIÓN DE ORIENTE: San Miguel, a las
diez horas y cincuenta minutos del día trece de septiembre de dos mil once.El presente recurso de apelación ha sido interpuesto por el Licenciado JOSÉ RUBÉN
BENÍTEZ (Fiscal Auxiliar), contra el auto de SOBRESEIMIENTO DEFINITIVO,pronunciado
por el señor Juez Segundo de Instrucción de este distrito judicial (suplente), Licenciado Geofredo
Campos Rosa, luego de la Audiencia Preliminar realizada a partir de las catorce horas del día
dieciocho de agosto de dos mil once, fundamentado mediante resolución de las catorce horas y
treinta minutos del mismo día; en el proceso penal instruido contra DELIS EUGENIO REYES
JIRÓN, de sesenta y cuatro años de edad, Comerciante, casado, originario de Jocoro,
departamento de Morazán, residente en Residencial El Sitio, Primera Etapa, Calle Los Aceitunos,
número doce, de esta ciudad, hijo de José Delis Reyes y Olimpia Jirón (fallecidos); procesado por
el delito de AMENAZAS(Art. 154Pn.), en perjuicio del señor CARLOS ARTURO ZELAYA
CEDILLOS, de cincuenta y cinco años de edad, Licenciado en Ciencias Jurídicas, casado,
originario y residente en Colonia La Esperanza, Polígono D, casa número seis, San Miguel, hijo
de Mirtala Cedillos de Zelaya (Fallecida) y Francisco Zelaya Quintanilla; hecho ocurrido el día
catorce de enero de dos mil once, en el Barrio San Francisco de esta localidad.DE LA ADMISIBILIDAD:
De conformidad a lo dispuesto en el Art. 354 Pr. Pn., el sobreseimiento definitivo es
apelable, y habiendo presentado el Licenciado José Rubén Benítez, el escrito respectivo en el
término a que se refiere el Art. 465 Pr. Pn., ADMÍTESE la apelación interpuesta por cumplir con
los requisitos de impugnabilidad Subjetiva y Objetiva (Art. 452 y 453 Pr.Pn.).RESOLUCIÓN JUDICIAL Y ALEGATOS DE LAS PARTES:
1)El señor Juez A quo, expuso como argumentos justificantes de su decisión: “(…) en
virtud de que los mensajes recibidos en el teléfono celular de la víctima el día dieciséis de enero
del año dos mil once, fueron enviados del teléfono celular número […], según la respectiva
bitácora de éste número de teléfono, registrado a nombre del señor Oscar Alexander de la Cruz,
que es una persona diferente a la que se procesa en la presente causa penal; en el caso en comento
no se dan los elementos objetivos del tipo penal de Amenazas, en el sentido de que no ha habido
un anuncio directo por parte del sujeto activo, o sea el imputado Delis Eugenio Reyes Jirón,
relacionado como Delis Eugenio Reyes Girón hacia la víctima señor Carlos Arturo Zelaya
Cedillos, en causarle un perjuicio a cualquiera de los bienes jurídicos que se relacionan en el Art.
154 del Código Penal, y en consecuencia tampoco existe el elemento subjetivo, ante la
inexistencia del dolo; ya que lo que hizo el supuesto protagonista del hecho, es advertirle lo que
posiblemente le podría suceder en caso no de no aportar la cantidad de dinero acordada por los
transportistas de la Ruta 301, para el pago de la renta exigida por los mareros o las pandillas. En
ese entorno y conforme al marco histórico y cuadro investigativo, se tiene la certeza de que el
delito no ha existido, y ante la naturaleza y circunstancias del mismo tampoco es probable
obtener los elementos para una adecuación del tipo penal y consecuentemente lo que es la
existencia del delito así como la probable autoría, y por ello debe de eximirse de todo tipo de
responsabilidad
al
encausado
(…)
POR
TANTO
(…)
Resuelve:
SE
DECRETA
SOBRESEIMIENTO DEFINITIVO a favor del imputado DELIS EUGENIO REYES JIRON
(…)” (sic).2) El Licenciado JOSÉ RUBÉN BENÍTEZ, expresó su inconformidad con la resolución
antes relacionada en los siguientes términos: “(…) tal resolución causa agravio a esta
representación Fiscal ya que el Juez a-quo actuó, al dictar el Sobreseimiento Definitivo no
considerado para ello, que en el presente caso se estableció la existencia del delito y la probable
participación del imputado en el mismo, situación que se estableció con la prueba ofrecida en el
dictamen fiscal de acusación consistente en prueba documental y testimonial (…) el fundamento
del juez A-quo para decretar el Sobreseimiento Definitivo este manifestó que no existía
Amenazas en la victima, ya que el imputado antes relacionado solamente le había manifestado a
la víctima que le iba dar la dirección de residencia y el numero de teléfono celular para que los
mareros se entendieran con la victima; por las Amenazas que le había manifestado a la víctima,
dejando con lo anterior en estado de indefinición a la víctima ya que esta interpuso la denuncia en
contra del imputado DELI EUGENIO REYES GIRON, y dentro del proceso penal solo figura
como el imputado que señala la víctima y no como hace creer el Juez Segundo de Instrucción
(…) pero se da el caso que la Víctima y los testigos son bien claros en manifestar que el imputado
antes relacionado este Amenazo al señor CARLOS ARTURO ZELAYA CEDILLOS (…)
POR TANTO: (…) INTERPONGO EL RECURSO DE APELACION de la resolución
aludida, a fin de que se revoque y en su lugar se proceda a: DECRETAR el auto de apertura a
juicio, admitir la prueba ofrecida, y la acusación en su totalidad (…)” (sic).
3) El Licenciado ALFREDO MOLINA SÁENZ (Defensor Particular), al hacer uso de su
derecho a emitir opinión respecto al recurso, expresó en lo principal: “(…) del análisis efectuado
de todas las diligencias presentada por el agente investigador se deduce que en ningún momento
ha existido amenazas, es de hacer notar que la misma fiscalía solamente cuenta con lo dicho por
la victima ya que el testigo […], con el que quiere demostrar la objetividad de los hechos testigo
que nunca estuvo en el lugar el día y la hora que supuestamente ocurrieron los supuestos hechos
de los que denuncia la victima; y cosa contradictoria porque el hijo del testigo […] quien también
declara a folios 36-37 el afirma que su papá de el, […] no estuvo en la reunión de los empresarios
de la RUTA 301 (…) así mismo no cuenta con otros elementos corroborativo con relación a la
reunión del día 14 de enero del presente año. Lo que nos hace pensar y establecer que mi cliente
nunca amenazo ni le dijo otras cosas a la victima (…) llama la atención que la denuncia
interpuesta por el Señor CARLOS ARTURO ZELAYA CEDILLOS, no mencione nombres de
los compañeros de RUTA 301 que estuvieron en la reunión (…) con el Acta N° 472 se nexo
asistencia de los empresarios que estuvieron en la reunión, pero la victima ofrece al Señor […],
quien no estuvo en la reunión (…) testigo que no merece fe ya que a el no le consta de vista y
oídas los supuestos hechos de los que el declara, pero queriendo salvar al testigo mentiroso
aparece una declaración de su hijo […], declaración que aparece a folio 36-37 es lógico pensar
que lo expuesto por este testigo es con el propósito de justificar lo dicho por la victima y al
mismo tiempo agrega que su padre nunca dijo que estuvo en la reunión (…) en este caso la
victima ni su familia han sufrido un daño que constituya delito en su persona. Por lo
anteriormente tenemos en ningún momento que se ha configurado el delito de amenaza ni otras
expresiones así mismo lo expresan los testigos de descargo (…) Quienes han manifestado que los
hechos por los cuales la victima denunciada no son ciertas ya que en ningún momento el Señor
[…], a amenazado al Señor […]. Así mismo con la prueba documental correspondiente que son
las actas numero 476 y 472 las que están agregadas al expediente (…) c) A la Honorable Cámara
de lo penal (…) pido confirmar la resolución de sobreseimiento definitivo a favor de mi cliente
DELIS EUGENIO REYES JIRON, y sea declarado INADMISIBLE el recurso de apelación
presentado por ente fiscal (…)” (sic).
VISTAS LAS DILIGENCIAS REMITIDAS, ESTE TRIBUNAL CONSIDERA:
I.-Para que proceda la apertura a juicio y, por ende, llegue a producirse una resolución de
fondo sobre la imputación, debe establecerse la existencia de un hecho presumiblemente delictivo
e indicios suficientes para atribuir su comisión a la persona contra quien se dirige el
procedimiento. Para tal efecto, debe analizarse el contenido del dictamen acusatorio y determinar
si los elementos de prueba ofrecidos son capaces para poder crear en la fase del juicio un estado
de certeza acerca de los extremos de la imputación delictiva antes apuntados. Por el contrario,
cuando la Acusación no ha sido fundamentada adecuadamente procede la institución de
Sobreseimiento, sea éste definitivo o provisional. Al respecto, Mascarell Navarro en su obra “El
Sobreseimiento Provisional en el Proceso Penal Español”, expone en la página 117: “(…) cuando
las investigaciones practicadas han desvanecido aquella posibilidad que motivó la iniciación del
proceso deberá ponerse fin al mismo, dictando auto de sobreseimiento definitivo; mientras que si
una vez concluido el procedimiento preliminar, la posible comisión de un hecho delictivo no se
ha desvirtuado, pero la posibilidad ha dado paso a una probabilidad que permita la práctica de
prueba en el juicio oral, procederá suspender el proceso mediante auto de sobreseimiento
provisional (…)”.
II.-En nuestro ordenamiento legal, el Sobreseimiento Definitivo y los supuestos de
procedencia de dicha resolución, están previstos en el Art. 350 Pr. Pn.; y en el caso que nos
ocupa, el señor Juez instructor basó la providencia impugnada en los numerales 1 y 2 de la
disposición legal precitada; que dicen: “1) Cuando resulte con certeza que el hecho no ha
existido o no constituye delito o que el imputado no ha participado en él. 2) Cuando no sea
posible fundamentar la acusación y no exista razonablemente la posibilidad de incorporar
nuevos elementos de prueba”.
III.- El recurrente, Licenciado JOSÉ RUBÉN BENÍTEZ, pese a exponer en forma
ambigua el fundamento del agravio, se infiere del mismo escrito, que a su criterio, al emitir
Sobreseimiento Definitivo se ha dejado en indefensión a la víctima, porque estima haberse
establecido los extremos de la imputación contra el señor Delis Eugenio Reyes Jirón. En relación
a ello, este Tribunal considera procedente traer a cuenta la figura tipo de AMENAZAS, contenida
en el Art. 154 C. Pn., que a la letra dice: “El que amenazare a otro con producirle a él o a su
familia, un daño que constituyere delito, en sus personas, libertad, libertad sexual, honor o en
su patrimonio, será sancionado con prisión de uno a tres años” (negritas y subrayado suplidos).
Como puede observarse, en todos los casos de amenazas, la acción consiste en la
exteriorización del propósito de causar a otro un mal, entendiendo por éste la privación de un
bien presente o futuro, haciendo creer firmemente al amenazado la seriedad y persistencia de ese
anuncio, siendo indiferente cómo se haya logrado esa convicción. Al igual que en la coacción, no
sólo hay que considerar la gravedad del mal anunciado, sino, también, su adecuación para
intimidar; asimismo, el mal pronosticado debe constituir uno de los delitos mencionados en el
artículo citado supra (regulados en los cuatro primeros Títulos del Libro II del Código Penal, en
el Capítulo Primero del Título VI y en el Título VII del mismo Libro); por ende, no constituye
delito de amenazas anunciar a otro que se va a cometer en su contra otra clase de delito o
cualquier falta.
IV.- En el caso objeto de estudio, de la relación fáctica se deduce fácilmente a la luz de
las reglas de la lógica y la experiencia común, que tanto imputado como víctima son empresarios
de transporte colectivo y a raíz de una reunión realizada entre los miembros de la Cooperativa de
la Ruta Trescientos Uno de esta ciudad, el imputado Delis Eugenio Reyes Jirón, en calidad de
Presidente, informó de la cita a varios empresarios por parte de la Fiscalía General de la
República, como consecuencia de una denuncia interpuesta por la víctima, señor Carlos Arturo
Zelaya Cedillos, quien no está de acuerdo en seguir cancelando determinada cantidad de dinero
en concepto de “renta” o “extorsión” por parte de los grupos antisociales, denominados “maras”,
situación que generó una discusión entre las personas presentes en la referida reunión, y provocó
las supuestas amenazas que alega haber recibido el ofendido. No obstante la denuncia interpuesta
en sede policial por el señor Zelaya Cedillos, que consta a fs. 3 del expediente, y la entrevista del
señor […] de fs. 5, confirmando las amenazas proferidas por Delis Eugenio contra la víctima;
fueron incorporados otros elementos probatorios durante la instrucción, que desvirtúan la
existencia de las amenazas y la presencia del mencionado testigo en la reunión que se menciona,
siendo unánimes en este aspecto los señores […] (fs. 26), […] (fs. 27), […] (fs. 28) y […] (fs.
29); además, se incorporó la certificación del Acta y el control de asistencia a la reunión del día
de los hechos (fs. 46, 47 y 48); en virtud de lo anterior, no es posible tener por fundamentada la
Acusación. Aunado a ello, las expresiones que afirma la víctima, fueron hechas por el procesado:
“(…) de ultimo dijo el señor Delis que la solución era hecharle los mareros al señor Carlos para
que arreglaran el problema y que les proporcionaria la dirección de su casa, horas y fechas del
horario de trabajo del bus é igual números telefónicos (…)” (sic); a criterio de los suscritos no es
acción típica de amenazas, al no concurrir el anuncio de un daño que constituya delito en los
términos expuestos en el Considerando III; así, estamos frente a una conducta atípica e
imposibilita continuar con el trámite normal del proceso, siendo improcedente pasar a la siguiente
fase; en consecuencia, resulta acertado el Sobreseimiento Definitivo decretado por el señor Juez
Instructor, debiendo por ello confirmarse.
POR TANTO: De acuerdo a las razones expuestas, disposiciones legales citadas y a lo
ordenado en el Art. 467 Pr. Pn., SE RESUELVE: a) CONFÍRMASE el SOBRESEIMIENTO
DEFINITIVO, pronunciado a favor de DELIS EUGENIO REYES JIRÓN; procesado por el
delito de AMENAZAS (Art. 154 Pn.), en perjuicio del señor CARLOS ARTURO ZELAYA
CEDILLOS; b)Oportunamente, devuélvase el expediente judicial con certificación de la presente
providencia al señor Juez Segundo de Instrucción de esta ciudad.
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