DISCPLINA • No gritar ni regañar, eso les saca de quicio a los niños y se revelan más. Hay que hablar poco y claro, frases de pocas palabras. Utilizar frases que empiecen por “tan pronto como” “cuando”. Estas palabras claran lo que se espera, evitar el “si…..” ya que suena a amenaza. Elimina el impacto negativo que acompaña a la palabra NO. En lugar de decir NO, trata de decir SÍ pero sin cambiar las normas. Mostrar agradecimiento por la cooperación recibida, es decir, por el buen comportamiento. Se trata de un eficaz método de disciplina positiva. Prestar atención al comportamiento positivo puede contribuir al proceso de aprendizaje de lo que está bien y lo qué está mal, además de minimizar el comportamiento negativo. Establecer normas claras que os ayuden a definir y reforzar los límites sin ponerlo nervioso. Recordarle las normas básicas en los momentos adecuados, con el objetivo de prevenir que se repita una situación indeseable. Las acciones tienen una consecuencia. Sigue los actos de los niños con una consecuencia adecuada, relativa al comportamiento que hayan tenido. Los efectos deben ayudar al niño a sentir remordimientos, no venganza. Cierto es que esto no siempre es posible, pero en los niños más pequeños las consecuencias son a menudo más eficaces si se “aplican” inmediatamente después del mal comportamiento. Las consecuencias tienen que ver con la conducta, no con su persona. Intentar hablar con un tono de autoridad, pero sin gritar. Esto ayuda a que entiendan mejor la regla. Tomaros el tiempo que necesitéis para tranquilizaros. Cuando estéis enfadados y no podáis pensar con claridad, explicad sinceramente lo que os pasa: “tendré que pensar en ello” o “debo irme a la habitación para tranquilizarme”. Decidid los temas que son innegociables, los que pueden ser negociable alguna vez y los que siempre son negociables. Detener los comportamientos inadecuados llevando a vuestro hijo de paseo o proporcionándole alguna distracción. Aprovechad los momentos de tranquilidad, para charlar con el de algún comportamiento que haya sucedido recientemente. Repasad las reglas y tomad en consideración diversas opciones para la próxima vez que ocurra, así como las consecuencias que va a tener. • LUCHAS DE PODER Cuando grite, no le devolváis el grito. Decid tan pocas palabras como puedas, así se obtienen mejores resultados. Utilizar frases en primera persona para describir cómo te sientes. No utilizar el NO, evita entrar en disputa, decir: “ cuando….” Contar hasta tres. No siempre funciona pero ayuda. Avisar antes de un cambio minimiza la lucha. Intentad no formular preguntas dicotómicas si después no vais a aceptar un “no” por respuesta. Si lo haces, provocareis una batalla. No gritar órdenes ni amenazar, echarles la culpa suele empeorar la situación. Vanesa Corral Fernández (nº BI 03620)