17 NAVARRO_29 CARRILLO.qxd 14/01/16 18:32 Página 17 TRIBUNA Por Pere Navarro* He visto atacar naves en llamas más allá de Orión E l 8 de enero de 2016 la compañía Tyrell Corporation fabricó al replicante Roy Batty. Confieso que Blade Runner es una de mis películas favoritas. Dirigida en 1982 por Ridley Scott y basada en el libro de Philip K. Dick ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Narra la historia de unos seres, “replicantes”, fabricados a base de ingeniería genética y que son mucho más perfectos que el ser humano aunque tienen una duración limitada de cuatro años. Se utilizan como esclavos para los trabajos más peligrosos y su presencia está prohibida en la Tierra. Algunos de ellos, logran entrar clandestinamente en nuestro planeta buscando una explicación al sentido de su vida y a la injusticia de su muerte, motivo por el que son perseguidos incansablemente por los llamados blade runners. La película transcurre en Los Ángeles de 2019, en un mundo en decadencia y con un clima permanentemente lluvioso que no deja de mojar unas calles sucias e inseguras. La fecha tan próxima es una buena excusa para reflexionar sobre ciertas realidades que estamos viviendo y que somos incapaces de abordar y solucionar con la necesaria visión de futuro. ¿Qué mundo queremos legar a las próximas generaciones? ¿Qué modelo de sociedad defendemos más allá de los tacticismos utilizados de manera recurrente para llegar a las próximas elecciones con ventaja respecto a los competidores? Es la hora de la verdad y de la responsabilidad. Y hoy en España eso se llama cambio. Hay que romper la dinámica del PP de Rajoy, que ha castigado las energías renovables haciendo que España, que estaba en cabeza de la utilización de esas energías, ahora esté en la cola. Que ha propiciado un mundo laboral con menos derechos y mucha más precariedad. Que han impulsado un sistema educativo que discrimina en función de las posibilidades económicas y de la extracción social de los alumnos. Y, lo que es peor, que ha dividido a los españoles según su origen y ha querido usar esa división como baza electoral. Curiosamente, los que dicen defender la democracia como portadores únicos de la verdad son los que le están haciendo un flaco favor. El PP, defendiendo a capa y espada una Constitución que nunca consideró del todo suya, utilizándola como arma arrojadiza contra un “proceso” hacia la independencia de una parte de las fuerzas políticas catalanas que se declaran amantes de la democracia pero que tienen grandes déficits al respecto. Para empezar, que no cuentan con un apoyo social y ciudadano mayoritario. En Catalunya nos hemos encontrado de la noche a la mañana con un president que no se presentó como candidato a la presidencia en las últimas elecciones (en realidad, Mas tampoco encabezaba la lista), después de una reunión con los representantes de los antisistema de la CUP de la que no conocemos los detalles pero sí sus “profundas convicciones”. Primero, una asamblea multitudinaria en la que se produce Es la hora de la verdad y de la responsabilidad. Y hoy en España eso se llama cambio. Hay que romper la dinámica del PP de Rajoy, que ha castigado las energías renovables haciendo que España, que estaba en cabeza de la utilización de esas energías, ahora esté en la cola un improbable resultado de empate; después un consejo político en el que se dice que no; un cabeza de lista, Baños, con actitudes chulescas y prepotentes que pasa del “nunca, nunca, nunca” al “siempre, siempre, siempre” y del “me voy, ahora sí, ahora no, ahora sí”. En fin, una “nueva” política con los tics más rancios de la política más conservadora. ¿Cómo si no podríamos definir, después de llenarse la boca de democracia interna y de escenificar asamblea tras asamblea que las decisiones las toman entre todos, el pacto en una reunión a cuatro en un despacho cerrado? ¿Cómo si no podríamos describir a esta autoproclamada izquierda radical que no ha tenido ningún empacho en pactar con los que llevan cinco años recortando sin asomo de vergüenza nuestros derechos sanitarios, educativos, sociales y laborales en connivencia con el PP, primero, y con ERC, después, cuando el “proceso” independentista se percibía como una magnífica fuente de votos? Los catalanes y el conjunto de los españoles necesitamos con urgencia gobiernos que defiendan un cambio en sus prioridades pero también en sus actitudes, que defiendan la democracia de verdad y propicien el diálogo necesario para garantizar una convivencia sólida y duradera. La situación es tan compleja que algunas generaciones vamos a tener muy presentes las últimas palabras de Roy Batty: “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión”. l *Miembro de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE. nº 1138. 18–24 de enero de 2016 17