Aj Ralaleb` Ch`och`, hijos de la tierra: Historia de la

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Aj Ralaleb' Ch'och ', hijos de la tierra:
Historia de la constltuclon de la comunidad Q'eqchi'
en el norte de Guatemala
David R. Garcia
Resumen
Tres episodios de la historia guatemalteca han dejado en la marginalidad
al pueblo Q'eqchi': ta creaci6n del Estado guatemalteco, la reforma
liberal de finales del siglo XIX y el conflicto interne de treinta arios. EI
efecto de estos hechos hist6ricos ha transformado a la comunidad
Q'eqchi' en un pueblo emigrante y carente de tierras. Sin embargo, la
comunidad Q'eqchi' hi! logrado reconstituir sus espacios culturales y
redes sociales a naves de la adaptaci6n y la migraci6n estrateqica que
Ie ha permltido recrearse en nuevas areas. Las comunidades no han
emigrado en conjunto, sino mas bien se han lIevado el entendimiento
compartido de que es la comunidad y eso 10 han recreado en el nuevo
territorio . EI conocimiento de su historia compartida, ellenguaje y la noci6n
compartida de comunidad han side los amarres que les han facilitado
la reconstituci6n social. Los conflictos estan a la orden del dra ya que
diferentes grupos geneal6gicos han conformado facciones distintas en
las comunidades y los problemas de tierras generan serios conflictos
internos y entre las comunidades. Queda por ver c6mo la comunidad
Q'eqchi' resuelve los elementos de articulaci6n social como la confianza
y cohesi6n para confrontar los nuevos retos como los megaproyectos de
infraestructura y economia, as! como el nuevo mercado de tierras.
1. Introducc l6n
En Guatemala, el sufrimiento, la discriminaci6n y la pobreza van de la
mano para recrear un cicio que ha dejado a millones en la marginalidad.
Especialmente, entre la poblaci6n maya ha existido una retacion directa
entre el ser pobre, tener un origen indfgena y ser vrctimas de guerra
o desastres. La indagaci6n superficial sobre las correlaciones de estas
variables ignora los procesos hist6ricos y las condiciones sociales que
determinan la marginalidad de esta poblaci6n.
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EI grupo maya O'eqchi' que actualmente vive al norte de Guatemala y al
sur de Selice no escapa de las repercusiones de esta compleja realidad .
Una serie de desplazamientos historicos causados por agentes extemos,
constituye una extensa crisis que ha desarraigado a los q'eqchi' de sus
tierras, forzandolos a emigrar. Elias han side capaces de reconstruir
sus comunidades en un paisaje distinto y actual mente constituyen un
grupo numeroso que cuenta con mas de ocnocientas mil personas (INE,
2004) .
La enajenaci6n de sustierras constituye un verdadero desastre hlstorlco
para la comunidad O'eqchi' porque se dedican principal mente a la
agricultura. Como 10 dice Nayak (2000:80), "la poblaci6n que depende
directamente de la tierra para su forma de vida esta en riesgo cuando
surge el evento de la alienaci6n de tierra". En el caso O'eqchi', no ha sido
un solo evento, sino varies , que a traves de la historia Ie han forzado a
huir de un sistema opresivo y esclavizante que les despoj6 no solamente
de sus tierras, sino del constructo social comunitario: familia, redes
sociales , trabajo, lugares espirituales ...
EI caso de los q'eqchi' perrnite entender c6mo una comunidad logra
reconstruir f(sicamente sus comunidades, pera tambien reconstituir
el tejido social , que es 10 que realmente les permite ser exitosos en
restablecer su territorio en un nuevo paisaje. l,Por que tuvo que migrar
la comunidad O'eqchi'? i.Que factores Ie permit ieron reconstituir sus
redes sociales? LeOma sucede el proceso de reconstituci6n social,
considerando que han tenido poco apoyo externo en la reconstrucci6n
de sus comunidades? Estas preguntas nos ayudaran a guiar el presente
trabajo y entender como un pueb lo se recupera del desplazamiento
hist6rico y el desarraigo.
Reconstit uc i6n socia l y com unidad
En este ensayo , los efectos del desplazamiento hist6rico en la comunidad
O'eqchi' seran tratados dentro del cuerpo de los textos de desastres
y reconstruccion . Los desastres son calamidades que tienen un efecte
severo en las comunidades humanas. Aunque popularmente se
piensa que los desastres son causados principal mente por fen6menos
naturales, las condiciones sociales de vulnerabilidad son las que
realmente determinan si cierto fen6meno Iiega a ser desastre. Entre los
peores desastres se pueden mencionar los terremotos, la contaminaci6n
de recursos hidricos y las cada vez mas populares guerras internas
e internacionales. Cualquiera de estos desarraiga, desplaza y crea la
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necesidad de reconstrucci6n comunitaria. Esta reconstrucci6n no as
solamente fisica sino social, porque la comunidad, como un producto
simb61ico de la sociedad, tarnbien necesita reconstituirse una vez las
necesidades fisicas mas basicas han sido satisfec has.
EI compenente social en la reconstrucci6n comunitaria es clave perque
se ha demost rado que en otros casos , como el terremoto de Peru en
Yungay (Oliver-Smith, 1985 y 2005), asi como el caso de los Ojibwa
en Canada, estudiado per Shkilnyk (1985) y los K'iche' en Guatemala
estudiado per Manz (2004), el aspecto material no es el principal factor
de la reconst rucci6n, sino mas bien, simplemente habilita la posibilidad
de que el conj unto social se reestablezca. Para entender la impertancia
de reestab lecer la sociab ilidad hay que analizar 10 que constrtuye a la
comunidad en si. La esenc ia de comunidad recae en las relaciones
sociales entre individuos y grupes de individuos. Estas relaciones estan
basadas en el comportamiento simb61ico que requiere un entendimiento
compartido de que es comunidad (Oliver-Smith, 2005: 53 y Cohen, 1985).
Por ende, la comunidad es concebida desde ade ntro.
AI migrar al norte, los q'eqchi ' han dejado atras sus tierras, pero han
lIevado consigo su sentido compartido de com unidad. En este ensayo
quiero demostrar que los q'eqchi' han podido reconstituir su comunidad
en un nuevo espacio al recrear este entendirn iento compartido. 805ten90
que este concepto compartido de comunidad esta incrustado en las
practicas diarias y las actividades simb6licas : la vida campesina, una
espiritualidad que acerca al q'eqchi' a su medio ambiente , las relaciones
de parentesco que se mantienen y multiplican, asi como un uso
arraigado del idioma Q'eqchi'. Ademas de compartir este simbolismo , el
tener un pasado compartido, una historia en comun , alimenta el sentido
de comunidad. Debido a estas capacidades, la comunidad Q'eqchi' ha
logrado no solamente sustentarse fisicamente, sino tarnbien ha logrado
restituirse socialmente y por ende existe y evolu ciona despues de
migrar.
2. Desplazamiento hist6rico: la crisis colectiva
EI desplazamiento de la comunidad Q'eqchi' es el resultado de una serie
de procesos hist6ricos como la colo nizaci6n espanola que precedi6 a
la creaci6n del Estado guatemalteco, la introducci6 n de la econom ia de
mercado y las plantaciones comerciales como cafe y cardamomo , y el
conflicto armado intemo de 1960-1996.
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Mucho se ha escrito sobre la historia colon ial de los q'eqchi' y su
rebe ldia ante los ejercitos esparioles y el rol de fray Bartolome de las
Casas en coloniza r a los q'eqchi' a traves de la religl6n y no de las
armas (Wilson , 1995 ; Wilk, 1997 ; Sleder, 1996; Arnau ld, 1999 : 693) .
Durante cinco ario s, a partir de 1550 , una Ilcencia especial no permiti 6 la
presen cia de esparioles que no fueran cleriqos en el area. Hay evidencia
de intercamb ios amistosos con Juan Matalbatz , jefe q'eqchi' , a fina les
de 1555 (Arnauld, 1999 : 694). Sin emba rgo , el area no jug6 un papel
importante, ni polftica ni econ 6micamente hablando. Inclu so, durante los
siglos XVII Y XVIII , la presen cia de las mlsiones cat 61icas fue effmera y
menguada.
Aparato estatal de Guatemala
Oespues de una corta anexi6n a Mexico y una uni6n centroamericana
infrucluosa, el Estado de Guatemala se constrtuye en 1839 (Herrarte,
1999). La primera constituci6n del Estado declar6 que todas las tierras
que no ten fan titu lo formaban parte de los bienes del Estado . Esa instancia
reclam6 territorios indigenas que no contaban con trtulos reconocidos
por las autoridades espariolas 0 por el nuevo esta do creado. Estas areas
que supu estamente no ten fan du erio se convirtieron en baldfos, 10 que
presum fa que nadie es duerio de este , incluso si habfa comunidades
enteras viviendo en ellos (Nanez, 1970 : 83).
EI Estado de Guatemala tarnbien instal6 formalmente un sistema
burocratico que los q'eqchi' no han pod ido penetrar por las multiples
barreras interpuestas: el Idioma, la distancia y. tambien la posici6n
subordinada ante la clase alta guatemaiteca que habita la ciudad y
controla las leyes y el Estado . Aunque los q'eqchi ' que rfan registrar sus
tierras para obtener reconocimiento de las autoridades, raravez lograron
sobrepasar estos obstaculos, La inaccesibilidad al apara to estatal por
parte de la comunidad Q'eqchi' aun continua vigen te .
EI cafe y la economia de me rcado
Con la creac i6n del Estado, los pueblos originarios continuaron siendo
vfctim as de polfticas disefiadas para beneficiar a pocos a costillas
del campesinado . Una de estas , basada en una perspectiva racista y
evolucionista, promovi6 la migraci6n europea en vistas a "rnejorar" la
composici6n de la poblaci6n y traer la modernidad a Guatema la. Se
firmaron contratos especfficos con comparuas europeas que prometian
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colonizar y desarrollar areas campi etas. Par ejemplo, la campania
lIamada Verapaz, de capital ingles y aleman , lirm6 un contrato can el
Estado de Guatemala en tiempos del presidente Mariano Galvez (ca.
1834). EI Estado Ie dio incentivos liscales y usufructo de todas las tierras
estatales en la Verapaz y el noroeste de Guatemala para establecer
colonias de inmigrantes europeos. La campania pensaba traer gente de
Inglaterra y Francia. EI contrato inicial establecia que mil colonizadores
europeos vendrian a Guatemala en los primeros meses, perc la empresa
jarnas prosper6 (Griffith, 1999: 318).
Aunque la migraci6n organizada no fue exitosa, la migraci6n espontanea
trajo a muchas personas de negocios y familias europeas que lentamente
fueron lormando pequenas colonias. Una de las mas conocidas es la
colonia alemana en Guatemala. Uno de estos negociantes era el pionero
EP. Dieseldorff, quien fue capa z de juntar gran capital de inversi6n,
especialmente para comprar tierras. EI via la oportunidad que presentaba
el cafe como la plantaci6n que iba a sustitulr a la each inilia. Pronto, los
oios de muchos extranjeros y citadinos estaban en las tierras aptas para
cafe , que incluia la regi6n montanosa de las Verapaces. Los Dieseldorff
y otras familias pronto se hicleron de vastas plantaciones (Nanez , 1970:
89-113) .
En 1870, el gobierno de Guatemala queria promover el cafe como un
cultivo que impulsaria al pais a la modernidad al ser exportado como un
producto de alta demanda internacional. Para fomentar esto , se pas6 el
Decreta 170 , en 1877 , en el cual el gobierno estipulaba que toda la tierra
deberia ser debidamente registrada y su propiedad de caracter individual
(McCreery, 1999: 509). Desde ese momenta, la adquisici6n de tierras
comunales y baldios fue facilitada como politica de Estado. Una serie de
procedimientos legales y de manipulaciones politicas hizo imposible que
las comunidades q'eqchi' reclamaran tituios de su propia tierra (Nanez,
1970: 81-126). Ast, el sistema de fincas de cafe fue establecido a costa
de la tierra que ios q 'eqchi' habian ocupado hist6ricamente. Para el inicio
del siglo veinte.rnas de 250,000 hectareas estaban en manos de familias
alemanas en Alta Verapaz (Terga Cintron, 1991: 21-27) , 10 que constituye
aproximadamente 30% del total del area departamental.
Aunque el Estado ya habia ayudado al establecimiento de las fincas,
todavia habia una necesidad que lIenar: mana de obra barata y segura,
especialmente durante la epoca de la cosecha, Segun Nanez, en
1877 el gobierno ayud6 a las lincas al pasar el Decreta lIamado Ley
de Reglamento de Jornaleros (1970: 309). Baja este acuerdo, ias
personas que ten ian como principal actividad la agricultura, es decir los
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carnpesinos, estaban forzados a proveer mana de obra a estas fincas.
Para atraer a los trabajadores, el conocido sistema de habilitaci6n lue
puesto en practice, en el cual el trabajador se endeudaba previa a la
cosecna y se veia forzado a trabajar para cancelar la deuda, 10 que rara
vez sucedia porque no alcanzaba a pagarla con su sueldo. EI resultado
de este Decreto y de la habilitaci6n lue practicarnente la esclavizaci6n
de las comunidades q 'eqchl ', que en rnuchos casos pasaron a ser parte
del inventario de la linca (Nanez, 1970: 321-327). Cuando la plantaci6n
cambiaba de propietarios, la gente dentro de la linca formaba parte de
trato (ibid.). Ello constituyo un verdadero sistema le udal que, en pleno
siglo veinte, operaba en Guatemala.
Conflicto arm ado intemo
EI conllicto armado intemo (1960-1996) cobr6 mas de doscientas
mil victimas en Guatemala, sequn estimaciones de la Comisi6n del
Esclarecimiento Hist6rico (CEH, 1999). La peor epoca para la comunidad
maya, especialmente para los ixil, k'iche ' y q 'eqchi' fue el inicio de la
decada de 1980, con las politicas estatales de tierra arrasada, con las
cuales se hicieron desaparecer aldeas completas. De las 626 masacres
documentadas por la CEH, 327 lueron ejecutadas contra aldeas k'icbe'
y 55, contra aldeas q'eqchi' (CEH: 52-59). Mucha gente desapareci6,
otros lueron torturados, y una gran cantidad huy6 a Mexico. Pocas
comunidades han logrado recuperarse verdaderamente de esta guerra
implacable.
Mientras hacta una investigaci6n sobre la identidad y la mayanizaci6n
(dirigida desde FLACSO por Santiago Bastos y Aura Cumes) pude
registrar testimonios sobre la guerra en el area de Chisec. Por ejemplo,
un hombre anciano contaba su historia de supervivencia:
"En Chisec, vivimos el conflicto armado huyendo en la montana. Tuve
accidentes, se escuchaban las bombas, el ruido de las armas. Dios
me protegi6 porque yo realizaba mi mayej. Andabamos como venados
dentro del monte, jalando a nuestros hijos" (Taller sobre Mayanizaci6n,
12 de diciembre 2005).
Muchos campesinos habian migrado a tierras bajas, y como este
anciano, quedaron extremadamente vulnerables a la violencia de los
ejerc~os por la lejania de los lugares y las politicas estatales. Pero la
atenci6n especial que Ie dio el Ejercito de Guatemala a esta regi6n de
la Franja Transversal del Norte no era casual, ya que habra un interes
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detras de las operaciones militares en obtener grandes extensiones de
tierra (Manz, 2004 : 71-88).
Los electos de la guerra en la comunidad Q'eqchi ' y maya en general
lueran terribles. EJ Ejercrto oblig6 at reasentamiento de aldeas y les torzo
a ubicarse en densos caserios lIamadas comunidades modele, 0 polos de
desarrollo, a manera de vigilar a los sobrevivientes (Manz, 2004 : 157). Una
de las heridas mas profundae lue la perdida de confianza entre vecinos .
La guerra se adentr6 al tejido social en las comunidades y se organiz6
un tipo de caceria de brujas en la que se lorzaba a las comunidades a
entregar a los inlormantes y colaboradores de la guerrilla.
Durante esos tiempos dif(ciles, las practicas espirituales constituyeron
verdaderas forrnas de resistencia. EI anciano mencionado anteriormente,
que dlo su testimonio , dijo que el presentaba rites de sacrificio aJ espiritu
de ta montana, al Tzuultaq'a, mientras sa escondia en la selva y huia
del Ejercito. La espiritualidad maya lue tal simbolo de resistencia , que
con tal de quebrantar esta tradici6n, las rnontarias que eran concebidas
como sagradas lueron blanco de bombardeos del Ejercito. Tarnbien sa
persig ui6, torture y asesin6 a guias espirttuales mayas, en especial en el
area ixil (CEH, 1999: 70) .
3. Migracion y recon stltuclcn social de la comunidad
i. Tlerras bajas, y tarnblen promelldas?
Las tierras bajas no les eran desconocidas a los q'eqchi'. Desde el siglo
XVI, se sabe que los q'eqchi ' manten ian relaciones de intercambio con
los lacandones y los choles, quienes vivian en tierras bajas. La existencia
de una variaci6n dialectal q'eqchi' relacionada con tierras bajas tambien
es evidencia de que los q'eqchi' han viajado y establecido asentam ientos
y relaciones comercia les entre tierras altas y bajas (Laporte, 1999 : 667).
Incluso, en una oracion que Sapper reporta a principios del siglo XX,
se menciona a Cancuen , lugar sagrado y sino arqueol6gico ubicado en
tierras bajas, como uno de los espfritus de la montana mas relevantes.
Por 10 tanto se puede decir que la migraci6n a tierras bajas no es alga
nuevo para los q'eqchi' . Sin embargo , las crisis causadas por los procesos
hist6ricos descritos anteriormente l ueran las que lorzaron a 10 q'eqchi'
a ubicarse masivamente en el norte. Las siguientes Ifneas describen at
proceso de migraci6n como electo de las fincas de care y de ra violenc ia
civil que se vivi6 en la segunda parte del siglo veinte.
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EI proceso de migraci6n q 'eqchi' es muy similar a 10 que Beatriz Manz
describe en su Iibro Paraiso en Cenizas (2004: 62). Para escapar del
trabajo forzoso, la dominaci6n del finquero y la violenc ia de la guerra,
muchas familias emigraron al norte en las decadas de 1970 'y 1980.
Usualmente estaban organ izados en grupos de parentesco, compuestos
usualmente por tres 0 cuatro unidades familiares. A traves de amigos
y conocidos, los campesinos sa organizaron para saber quien mas se
animaba a ocupar tierras, asi, S8 fueron formando rades de migraci6n.
Primero, los hombres iban en grupos a areas que ya habian visitado
antes y que sabian que pod ian reciamar a traves de instituciones como
el Instituto de Transformaci6n Agraria (INTA). Oespues de unos tramltes
lnicialas, los hombres preparaban el area haciendo la tumb a del bosque
para establecer en el futuro casas y cultivos.
Existe un sentido compartido del co ncepto co munidad que ayud6 a los
q 'eqchi' a re-establecer sus hogares y comunidades. Lo primero que se
establecia eran los cultivos de maiz, la milpa. EI maiz es la base de
la vida q'eqchi' y como tal, es muy importante en las practicas rituales
ofrecidas al espiritu de la montana. Incluso para referirse a ellos mismos,
a veces los agricultores q'e qchi' se lIaman hijos de la tierra, aj rala/eb Ii
cn 'och' , pera que tarnb ien sa puede interpretar como un terrnino para
decir "originario" 0 "indigena". Una vez la milpa se estab lecia, el resto de
la familia empezaba a lIegar. Cua ndo mas fam ilias arribaban, pequerios
asentamientos S 8 convirtieron eve ntualmente en aldeasenteras.
EI proceso completo a n aves del cual se forma la com unidad ha tomado
hasta veinte arios. Ellos tambien orga nizaron comites para represe ntar
form almente la unidad que colectivamente solicita Ie sea adjudicada el
area ocupada al Estado de Guatema la. Por ejemplo, las comunidades
de Camposanto y Mucbilha ' I, en Chisec, se asentaron inicialmente
alrededor de 1970, y no obtuv ieron sus litulos sino hasta en el arto 2003.
Sin embargo, ellos ya estaban en proceso de formar su comunidad, a
pesar de la burocracia y el atraso del proceso de titul aci6n de la tierra.
Como sa dijo anteriormente, las nuevas comunidades en el norte de
Guatemala no han sido formadas por migraci6n directa de aldeas enteras
a las nuevas areas. La nueva comunidad O'eqchi ' esta compuesta por
distintos grupos de parentesco, usualmente familias extendidas, que
han migrado de diferentes comuni dades. A pesar de esta separac i6n
con la comunidad de origen , las relaciones fam iliares se mantienen. En
promedio, hay de seis a ocho grupos familiares que fonman una entidad
comunitaria de cuarenta a sesenta familias, inicialmente. Es posible
identificar a estos grupos famiiiares ya que usualmente comparten
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apellidos en comun, 10 que tarnbien es indicador, hasta cierto punto, de
su origen geografico .
Estos grupos familiares diversos son ta base de la nueva red social, que
se va tejiendo mientras el proceso de migraci6n avanza , y que muchas
veces inicia mucho antes del asentamiento lisico. La flexibilidad de este
proceso ha parmitido que familias q 'eqchi ' de diferentes areas se unan al
proceso en diferentes momentos .
Asi, diferentes grupos de parentesco sa enlazan en matrimonios y sa
reproducen. AI formarse nuevas alianzas entre diferentes familias sa
construye la confianza entre grupos de distinto oriqen. Estos grupos
tarnbien son las unidades basicas de reciprocidad . Tradicionalm ente,
los q 'eqch i' construyen sus casas con la ayuda de amigos y familia. La
raz6n practica para esto es que los techos de sus casas tienen que ser
reemplazados cada cinco anos aproximadamente , y esto requiere de
una mana de obra intensa. Una casa de veinticinco metros cuadrados
puede ser reconstru ida en solamente cuatro 0 cinco dias con la ayuda de
la red de reciprocidad.
EI ejemplo anterior no es la unica forma de trabajo colectivo. EI komoni/
es una pracnca usual entre las comunidades q 'eqchi' (Garcia , 2003).
Todos los hombres de Ia comunidad participan en este trabajo colectivo a
traves del cual necesidades especificas de la comunidad son satisfechas .
Por ejemplo, si hay necesidad de reparar un camino , 0 de limpiar areas
comunales, 0 construir una escuela, el komonil juega unpapal importante
para conseguir la mano de obra, Participar en el komoni/le da derecho
al individuo de pertenecer a la comunidad . La rarz de esta palabra es
"komon" que significa literalmente "algo que es parecido al otro". Seria
como decir companero 0 colega. Dado que en un caserio 0 aldea
recientemente farmada tiene rnuchas necesidades, el komonil reune al
nuevo grupo de oomparieros para trabajar en un objetiv6 en cornun, 10
que conlleva cohesion ,
Los q'eqchi' interpretan el concepto de aldea 0 comunidad en la palabra
ka/eb 'aa/. Ka/ significa milpa, y el significado literal de ka/eb'aa/ seria "el
lugar de la milpa". Aunque es una explicaci6n simple, se entiende que
el mafz es tan importante que 10 primero que se establece es la milpa.
Es parecido a 10 que vivi6 un miembro de la cooperativa que estableci6
Santa Maria Tzeja, que al recordar la primera cosecha en el nuevo lugar
dijo : "Ya eramos felices, ya no teniamos preocupaciones, habia mafz,
habra comida. Habia vida" (Manz, 2004: 64). Y tarnbien habra base para
formar comunidad.
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EI grupo de parentesco logra reconstruir un contexto social muy parecido
a 10 que se dej6 atras. Se tiene maiz para el sustento familiar. Pueden
casarse y desarrollar relaciones y redes sociales. Todo ello amarrado por
un idioma en cornun: el Q'eqchi'. EI papel del idioma en este caso ha
side trascendental. EI Q'eqehi' es un idioma de la rama kieheana, junto
con idiomas como el K'ictie' y el Kaqehikel , que son dos de los idiomas
que cuentan con mas hablantes (Campbell, 1999:71). Lo interesante
es que el Q'eqehi' parece haberse separado de la rama kieheana mas
temprano que otros idiomas.
En contraste con otros idiomas mayas, el Q'eqehi' tiene diferencias
dialectales menores que penmiten a los hablantes acomodarse en el
dialoqo tacllrnente . Cubriendo un area cercana a los veintieuatro mil
kil6metros cuadrados, solamente hay dos dialectos Q'eqchi ', mientras
que en cornparacion, el K'iehe' y el Kaqehikel , tienen cinco y nueve
dialectos, respectivamente, en tan solo cuatro mil quinientos kil6metros
cuadrados (Atlas Lingiiistieo de Guatemala, 2002). Si uno nabla Q'eqehi' ,
puede hablar con aproximadamente oehocientas mil personas en todo el
norte de Guatemala y el sur de Belice.
La integraci6n lingufstica y su resistencia mantienen y alimentan una
identidad prevaleciente . Los q 'eqehi' usan activamente su idioma y se 10
enserian a sus hijos, relegando al espariol 0 al ingles, en el caso de Beliee,
a ser un segundo idioma. EI lenguaje es tal indicador de identidad, que
usualmente se pregunta a un desconocido , en un primer acercamiento
para saber quien es la persona, si el 0 ella habla Q'eqehi ' (-Ma waank
te'eq'eocni') , para ver en que idioma pueden comuniearse. El lenguaje
define el trato y las relaciones socrates, y en este caso, ayuda a mantener
una comunidad ceriida.
Adernas de un idioma, los q'eqehi' comparten un pasado en cornun. Este
aspecto es crucial para la reconstituci6n de la comunidad, como 10 ha
expuesto Oliver-Smith (2005: 56). La realidad de vivir en una linca 0 de
carecer de tierras fue compartida por la mayoria de personas que han
migrado a tierras bajas. Este pasado ha calado en su autoestima . EI papel
subordinado que los q'eqehi' juegan en las relaciones interetnicas esta
muyclaro en susmentes. Ellos usualmente sa refieren a sf mismos como
simplemente pobres "nebe'o"; y sin ninguna otra eualidad que comer
tortillas. Junto con estas pereepciones, hay una aversi6n y desconfianza
al ladino 0 alguna persona extraria, La experiencia eompartida de vivir
como un grupo subalterno torma parte de su identidad, pero tarnoien de
su resistencia.
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Su pasado tambien es transmitido a traves de la historia oral, 10 que es
tacilitado por el lenguaje . Tanto en el altiplano como en las tierras bajas
hay historias orales y creencias compartidas . Por ejemplo, "et negrito" es
un ser peligroso casi inhumano , que es el sirviente de los finqueros y se
encontraba entre los cafetales, pero hay formas de ponerto al servicio de
uno mismo. Las etnograffas de Wilson (1995) y Pacheco (1985) registran
este personaje en et altiplano de Alta Verapaz e incluso en Belice. Yo
pude escuchar estos relatos en tierras bajas q'eqchi '. Asi que el pasado
en cornun tambien se demuestra en la historia oral q'eqchi' , y en este
caso demuestra la vida en la finca a la que fue sometida la comunidad .
EI negrito es una figura que representa la opresi6n det finquero , ya que
supuestamente personifica a personas de origen africano que trabajaban
en las fincas de cafe quienes estaban a cargo de velar de que ninqun
trabajador robara cafe (Estrada Monroy, 1990).
La espiritualidad juega un papel importante en et fortalecimiento de la
identidad Q'eqchi' en nuevos lugares. EI cutto al espiritu del Tzuuttaq'a,
et que vive en las montartas y valles, tambien ha transtorrnado el nuevo
paisaje en un tugar rico en simbolos . Este espirit u, que puede tener
diferentes personificaciones , es el intermediario entre los q'eqchi ' y sus
recursos. Se cree que el Tzuultaq'a es el cueno de todas las rnontarias
y valles, y que cualquler recurso que se puede obtener de alii es por
sus favores. Tradicionalmente, los q'eqchi' presentab an ofrendas a
Tzuultaq'a especificamente en la regi6n del altiplano , de donde originan
la mayoria de los emigrantes . Aunque ahora estan lejos de estos lugares,
los q'eqchi ' han adaptado sus creencias y practicas espirituales para
asegurar la continuidad de estas (Garcia , 2003 : 144).
Por ejemplo, ellos contimia n visitando los antiguos lugares y hacen viajes
que se han convertldo en una forma de peregrinaje. Van en ocasiones
especiales como cuando se siembra la milpa, por ejemplo. Debido a que
sa cree que el Tzuultaq'a provee la milpa y vive en el bosque , los q'eqchi '
sianten la necesidad de poder ofrendar ceremonias de sacrificio cerca de
sus lugares de trabajo .
Por eso, algunos ancianos han buscado nuevos lugares, cerca de los
nuevos asentamientos , donde se establece a traves de la creencia
de que el Tzuultaq'a exisle y donde se Ie puede presentar ofrendas.
Dado que en las tierras bajas no hay muchos cerros, los nuevos
lugares sagrados pueden ubicarse en antiguos asentamientos mayas
(tugares arqueoI6gicos), cuevas y tortes carsticas. AI hacer esto , eltos
no solamenle se han conectado a un pasado precolombino, sino que
tambien vinculan su pasado reciente en el altiplano con su nuevo tugar
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24 / David Garcia
de vida que ha side transformado a traves de los rituales en un lugar que
tiene significado cultural para ellos (Garcia , 2003 : 51-68).
Amarres de la reconslilucl6n
Se ha descrito c6mo la com unidad Q'eqchi' ha logrado establecerse
exitosamente en un nuevo paisaje que ahora estacarqado de simbolismos
y donde ellos pueden reprod ucir y cambiar su cultura. Estos elementos
simb6licos se han explicado de diferentes formas, perc Shkilnyk (1985:78)
los describeacertadamente como amarres, como losque mantienen una
barca en su sitio.
Estas son caracteristicas cultu rales basicas que no solamente proveen
seguridad a un gnupo de personas, sino tarnbien proveen orientaci 6n en
tiempo y espacio a los individuos y a las comun idades (ibid .: 64). La forma
de reconstruir sus redes de recip rocidad y parentesco, la espiritualidad y
el idioma so n parte de estos amarres. Co n estes , se forjan una identidad
ya que define como los individuos sa relacionan no solamente con un
nuevo espacio sino con nuevos vecinos.
Dicha identidad tambien puede estar vinculada a 10 que Manz llama
conciencia co lectiva , que muchas veces busca la fue nte de clases
socia les. Sin embargo en el caso de los q'eqchi' , la fuente de concie ncia
es mas un sentido de resistencia cultural y un sentido de pertenencia
cultural muy aferrado. Ellos han logrado formar comu nidades hornoqeneas
q'eqc hi' y su sentido de cohesi6n es fuerte frente a extraiios. Aunqu e
tarnbien hay que reconocer que clase y etnia no pueden disgregarse,
especia lmente en nuestro pais, Guat emala. La condici6n materia l
tamolen ha side determinante porqu e 10 que han buscado es tierras. EI
proceso de obtener colectivamente tierra s del Estado de Guatemala a
traves de un largo proceso buro cratico tambien les ha unido y definido.
AI construi r su paisaje para rellejar sus ideologias culturales sobre la
tierra y su relaci6n con su cosmovisi6n, los q'eqchi ' han sido capaces
de adaptar sus refere ncias culturales a las nuevas areas a donde han
migrado. Han logrado esto al integ rar nuevos lugares sagrados al corpus
de espacios simb6 licos .
Estas referencias geoespirituales consntuyen la Iransformaci6n de un
nuevo lugar en un paisaje sagra do. Su pasado en cornun rell ejado en
su historia ora l y su esp iritualidad adap tada son simbolos y procesos de
resistencia. Claramente, estos simbolos son referencias importantes que
no idealizan el pasado, sino que provee un sentido de direcci6n en el
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nuevo lugar. Es la funci6n que tienen los memoriales construidos en los
lugares de las masacres. Son evidencia tangible de que existe un sentido
com partido de comunidad y su continuidad.
Conflictos
Sin embargo, el esfuerzo de reconstitucion social no ha venido libre de
conflictos. La diversa y nueva composicion de lascomunidades ha trafdo
problemas internos cuando S6 compite partierras 0 cuando S8 acomodan
en una nueva red social. Estos conflictos dividen a las comunidades en
facclones. Empero, la fuente de estos conflictos no as solamente interna
ya que las enemistades de posguerra tarnbien son fuente de problemas,
incluso dentro de las mismas familias. Adernas , la lIegada de diferentes
grupos religiosos ha exacerbado la conflictividad, ya que rechazan las
practicas de los rituales q'eqchi' relacionados al Tzuultaq'a. Aunque los
conflictos existen en cualquier grupo de humanos, en este case han side
agravados par la vulnerabilidad de la poblacion Q'eqchi', el penodo de
posguerra y la miqracion continua (Manz , 2004: 200-204) . En algunos
casos, los conflictos se salen tanto de control que los linchamientos no
son eventos raros en Alta Verapaz.
Lo que sucede es que cuando un grupo etnico completo, como el
Q'eqchi', es desarraigado por extrarios que les despojan de sus tierras,
"la rernocion de una de las dimensiones lisicas de la vida, puede significar
la rernocion de la vida misma " (Oliver-Smith, 2005: 48 , traduccion libre).
Sin embargo, los q'eqchi' han logrado Ilevar consigo y adaptar el sentido
de comunidad. EI idioma, la religion y las relaciones de parentesco han
permitido que los q'eqchi' continuen con una sociabilidad basada en la
tierra y un sistema simbolico unido a esta que explica la razon de la vida
misma.
4. Consideraciones finales
Los q'eqchi' han logrado reconstituir sus espacios culturales y redes
sociales a naves de la adaptacion y la rniqracion estrateqica que ha
permitido a sus comunidades recrearse en nuevas areas. Las aldeas
mismas no han emigrado como una entidad cornpleta, mas bien ha sido
el sentido compartido de 10 que es comunidad, el pasado e idiom a en
comun 10 que les ha ayudado a construir sus nuevas comunidades con
grupos de parentesco de distinto origen.
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,
26 I David Garcia
EI resultado principal de estas crisis sociales causadas por procesos
hisl6ricos fue la perdida de recursos coleclivos , en este caso, la tierra .
Dado que los q'eqchi' dependen de estos recursos, ellos se convierten
en una poblaci6n altarnente vulnerable al ser alienados y expulsados
de su lugar de origen y despojados de sus reeursos. Prueba de esto es
el sufrimiento y el alto porcenlaje de muertes y masacres que vivieron
los q'eqcbi ', junto con otros pueblos mayas, durante el conflicto armado
interno.
La migraci6n a estas nuevas areas de l ierras bajas, permiti6 a los q'eqchi'
dos cosas esencialmenl e. Primero, vivir con mas libertad y lejos de las
fincas y los finqueros y segundo , poder cultivar en tierra de su propiedad.
Eslas dos oportunidades atrajo a muchas familias q'eqchi' a la tierras
bajas del norte. Por primera vez en decadas, pod ian acceder a tierra y
podian vivir bajo su propia cosmovisi6n.
Aunque los q'eqchi' han sido exitosos en reconslituir socialmente y
reconstruir fisicamenle su comunidad, persislen los riesgos y surgen
nuevos. Parad6jicamente, el Estado de Gualemala , que supuestamente
debe respelar y proteger a todos sus ciudadanos , es la fuente principal
de riesgos que han desarraigado a la poblaci6n a'eqcnt ' y que continua
arnenazandoles al desarrollar sus politicas discriminatorias. Las iniciativas
de protecci6n de areas naturales y proyectos de desarrollo requieren la
privatizacl6n de los recursos de propiedad colectiva al comprar tierra 0
expropiarta de las comunidades rurales y empobrecidas. Por ejemplo ,
dos de estos grandes proyeclos son las fincas de palma africana y el
Plan Puebla Panama.
Con esle panorama nebuloso, surgen nuevas preguntas . i,Sera que los
q'eqchi' pueden afrontar una nueva crisis luego de haber luchaoo por
los derechos de la tierra y obtener reconocimiento legai de sus nuevos
asenlamienlos en tierras bajas? i,Sera que la migraci6n es todavia una
opci6n para enos, y si 10 es, a d6nde iran? i,Que papel jugara el desarrollo
en la habilidad de la comunidad para adaptarse? Nos queda una gran
tarea por delante , y esa es diseminar y aplicar el conocimiento producido
por las ciencias sociales, en esle caso, la antropologia, para informar e
involucrarse en estos procesos para lograr reducir dichos riesgos.
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Aj Ralaleb' Ch'och', hijos de la tierra .. . /27
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Guillermina Herrera Pefia
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V ,CERRECTOR A DMINISTRATIVO
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