42 LA VANGUARDIA CULTURA SÁBADO, 12 FEBRERO 2011 CRÍTICA DE TEATRO Portaceli traslada ‘Conte El inspector incesante d'hivern’ a una sala de juntas David Bagés protagoniza en el Romea la obra de Shakespeare JUSTO BARRANCO Barcelona Celos, dolor, muerte y arrepentimiento sincero... aunque no está claro de hasta qué punto útil. Carme Portaceli ha decidido enfrentarse nuevamente a Shakespeare tras su celebrado Ricard II. Y lo ha hecho con una de las últimas obras del dramaturgo, Conte d'hivern, y con su habitual estilo, trasladando la acción al mundo contemporáneo, en este caso a la sala de juntas de una gran empresa que decide la fusión con otra corporación. Como se podrá ver en el teatro Romea desde el próximo miércoles hasta el 13 de marzo, la locura devastadora del protagonista –el rey de Sicilia en la obra original, ahora un alto ejecutivo encarnado por David Bagés– será la misma. Pero su arrepentimiento no tendrá las mismas consecuencias que en la obra de Shakespeare, donde todo queda arreglado mágicamente al cumplirse la profecía del oráculo. En el Conte d'hivern original el rey Leontes de Sicilia intenta persuadir a su amigo Polixenes, rey de Bohemia, de seguir más tiempo con él en sus dominios. Pero Polixenes esgrimirá que ya ha pasado demasiado tiempo y debe regresar a casa. Así que Leontes le enviará a su esposa, Hermione, para que le persuada de quedarse un tiempo más con ellos. Hermione lo logra con facilidad, lo que desatará la locura de su marido Leontes, que pensará que han tenido una relación y que el bebé que espera Hermione es de su querido amigo. Será el inicio de una espiral destructiva. Truca un inspector Autor: J.B. Priestley Traductor: Joan Sallent Dirección: Josep Maria Pou Intérpretes: los citados y Paula Blanco, David Marcé y Ruben Ametllé Lugar y fecha: Teatro Goya (11/II/2011) JOAN-ANTON BENACH Neus Bernaus y Nao Albet en una escena de Conte d'hivern Joan Sellent, que se ha encargado de la traducción de la obra respetando el verso, explica que Conte d'hivern es otra de las obras en las que Shakespeare habla del uso arbitrario de la crueldad por los hombres sobre las mujeres, “como el rey Lear con Cordelia o Hamlet respecto a Ofelia”. Y que el autor, con los diálogos que les adjudica a ellas, muestra su superioridad pese a su poder inferior. En la versión de Conte d'hivern que dirige Portaceli –protagonizada, además de David Bagés, por Nao Albet, Gabriela Flores, Albert Pérez, Manel Sans y Neus Bernaus, con música en directo de Dani Nel·lo y Jordi Prats–, los reyes y viejos amigos son ahora magnates que podrían representar FEI a dos empresas de gas y petróleo que se fusionan. En cualquier caso, Hermione sufre el mismo maltrato. “Es la historia de unos celos infundados”, dice la directora, que añade que “no se sabe si Leontes tiene celos del amigo o de la mujer, pero contra la que se cebará es la esposa, a la que puede pegar, maltratar y encarcelar”. “Se carga a la mujer, mata al hijo de tristeza, abandona a la hija en la basura, pierde a los amigos, que huyen. Y luego se arrepiente para siempre y de verdad. En ese sentido, la obra es enriquecedora. Pero en nuestra adaptación creemos que lo que está hecho, está hecho”, advierte Portaceli, que señala que, apuntando en ese sentido, han añadido un pequeño apéndice sin texto.c El cartero de James M. Cain siempre llama dos veces, pero el inspector de Priestley, no lo duden, lo hace continuamente. Su nombre es Goole y no para de llamar a casa de los Birling, desbaratando la cena feliz con la que estos celebran el compromiso de boda de Sheila, la hija de la familia. Truca un inspector (1946) se ha convertido en un clásico contemporáneo y su habilísima trama en un feliz descubrimiento de cada generación espectadora. Ahora mismo, con su estreno, el Goya es probable se sume a la más de una docena de teatros de Europa y América que la estarán representando: la obra conserva incorruptible su argumento y lo mismo se acomoda a un escenario comercial, adicto al conservadurismo de la pièce bien faite, que a un tugurio de teatristas comprometidos en la denuncia de la inmoralidad individual y colectiva. El inglés John B. Priestley (1894-1984) escribió Truca un inspector cuando se producía el reflujo de la Segunda Guerra Mundial, un tiempo propicio al examen moral de la sociedad y, en consecuencia, de la burguesía industrial del país. Mezclando sus probadas dotes de observador costumbrista con unas indudables influencias pirandellianas, de franca circulación por la época, el autor de El tiempo y los Conway ideó una filigrana detectivesca admirablemente estructurada. Goole, el inspector, irrum- pe en la citada reunión familiar para contar el reciente suicidio de una joven cuyo cadáver acaba de ingresar en una morgue hospitalaria. Y el recién llegado interroga a cada uno de los reunidos por su posible relación con la víctima y el desgraciado suceso. Josep Maria Pou, director del espectáculo, corre con el papel protagonista del interrogador, entregado a una sinuosa indagación, sin levantar nunca la voz, parapetado en unos modos verbales y gestuales que le separan ostensiblemente de sus interrogados. Su Goole quiere ser un individuo de “otro” lugar, para anticipar el enigma de su propia identidad que se planteará en el tramo final de la obra. El personaje se instala, pues, en una difícil y premeditada ambigüedad que le lleva a dibujar una figura de trazos menos rotundos a los que nos tiene habituados el formidable actor. En tanto que director del montaje, Pou no inventa nada salvo un ostensible juego de penumbras, excesivas a mi modo de ver, para sugerir, digo yo, que en la rica mansión de los Birling los resplandores se ven enturbiados por los graves atropellos insolidarios, perpetrados por sus moradores. Sea como fuere, en cuanto los intérpretes se alejan de un primer plano, la expresión de sus rostros se ve muy difuminada y su elocuencia, claro, del todo arruinada. Ignoro por qué una escenografía que podría ser la del mismo “inspector” de hace 60 años se encomendó a Pep Duran, acreditado en estéticas resueltamente innovadoras. Lo mejor del espectáculo es el buen ritmo con que se teje la telaraña de culpas que apresará a todos los Birling y al novio de Sheila, y el vigor de algún mano a mano entre Goole y los “culpables”. Espléndido Carles Canut, que merecía reencontrarse con un papel de cierto grosor, y espléndida, inmejorable, Victòria Pagès.c #",*(!%!*+#( $# ')&# SUBASTA DE FEBRERO Martes 22, a las 17h. Joyas, Pintura, Muebles, Varios EXPOSICIÓN: DESDE HOY SÁBADO 12, AL DOMINGO 20 (INCLUIDO) lunes a viernes: 10 a 13,30 h. y de 16,30 a 20 h. sábados y domingos: 11 a 14 h. y de 17 a 20 h. www.subarna.net C/ Consell de Cent, 295 08007 Barcelona T. 93 215 65 18 e-mail:[email protected] 902 330 331 www.IntermonOxfam.org