¿Pulseras mágicas? ¿Pulsera de los once poderes? ¿Iones

¿Pulseras mágicas? ¿Pulsera de los once poderes?
¿Iones? ¡Mentiras!
Mario Vargas Llosa en un ciclo de conferencias dictadas en La Moneda hace
algunos años destacaba la importancia de la cultura. Una persona culta, que tenga, por
ejemplo, una formación científica básica… “no será víctima de los vendedores de pomada
de serpiente y otros ungüentos mágicos”. Entonces, la cultura en acción –a través de
información que procesemos bien - nos hace más libres y tomamos mejores decisiones.
Dicho de otra forma, “no creemos cualquier cosa”.
Ahora mismo, en Estados Unidos, el
fabricante de las pulseras Power Balance - en
quiebra -, debe abonar 42 millones de dólares por
publicidad fraudulenta. Mientras tanto, en Chile una
de las emisoras de radio más populares del país
sigue promocionando “la pulserita de los once
poderes”.
La radio y la televisión chilena han publicitado pulseras mágicas… con personajes
públicos de cierta notoriedad. ¡Así es más fácil caer, dice alguien! Una de las guindas de la
torta es la promoción de “la pulsera de los once poderes”… que los usuarios, usualmente
personas muy modestas… deben renovar cada dos años, porque la pulsera “pierde sus
poderes magnéticos”. Engaño puro. Estafa.
Por estos días, finales de noviembre de 2011, un profesor de Física Atómica de la
Universidad de Sevilla comenta de una persona convencida de haber mejorado la
práctica del golf desde que usa una pulsera electromagnética… Pero los buenos
resultados tienen otras causas. No deja de ser “interesante” que personas de cierto nivel
socioeconómico se dejen estafar tan cándidamente. Esas pulseras no sólo cuestan
dinero… Además su publicidad tiene una argumentación que violenta el sentido común.
El electromagnetismo es producido por cargas eléctricas en movimiento, por lo
que estamos sometidos a campos eléctricos y magnéticos permanentemente. Los estudios
científicos de los efectos sobre la salud de dichos campos son paralelos al desarrollo
tecnológico que se basa en gran medida en las corrientes eléctricas. De la investigación
del electromagnetismo del cuerpo humano se han obtenido grandes ventajas; por
ejemplo, electrocardiogramas y encefalogramas.
De pronto quieren vendernos artefactos mágicos basados en iones negativos (el
agua fresca y clara está repleta de ellos), dinamización (o algo así) de la hemoglobina de la
sangre por el efecto sobre el hierro que contiene (ignorando lo que es el
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ferromagnetismo), y un impresionante etcétera de efectos biológicos producidos por un
pequeñísimo imán. ¡No crea nada de eso! ¡No tire su dinero!
¿Iones? Un vaso de agua potable tiene millones de iones… Y en una pizca de sal
disuelta en un vaso de agua…hay millones de millones de iones. Un ión es un átomo con
carga eléctrica. Los iones no son milagrosos. Muchos “medicamentos o productos
naturales” tampoco lo son. ¿Zapatillas mágicas? ¿Té chino para adelgazar? Para lo
primero, una base genética, vida sana, ejercicio… Para lo segundo, ya sabemos, desde
tiempos de Aristóteles que hay que comer sano, comer menos, y hacer ejercicio. Los
recursos mágicos para la belleza y la salud, no existen.
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