Siglo nuevo Fachada del Instituto Estatal de Capacitación al Magisterio H emos dado vuelta a la página de marcas en la piel de un árido paisaje y la historia de Torreón que seña- elementos cruciales para entender las la su existencia centenaria. El transformaciones de la región, hacia texto imaginario que describe los acon- nuevas formas de organización econótecimientos de su vida diaria nos deja el mica, política y social. Un proceso en el recuerdo de hechos gloriosos y sucesos que ha mudado sus ropajes de algodón, nos cu e n t a trágicos, al igual que de los mínimos rela- modificando su faz originaria. tos que colman la vida cotidiana. Sus calles han sido escenario del do- su historia en sus De la superficie del desierto se han lor de la guerra, del progreso y la volun- construcciones: tanto en los nodesvanecido las huellas de los primeros tad indomable de una estirpe proceden- bles monumentos y edificios, como en moradores, cubiertas por la trama ur- te de diversos rincones de la patria y de las modestas moradas. A la vuelta de esa página, es nuestro bana y por el viento. Pero vislumbramos tierras lejanas. De ahí el carácter abierto aún, en el camino recorrido al lado de sus y plural de sus moradores, deseosos de deseo recuperar la palabra de algunos inmuebles que, sorteando el paso del dos queridas hermanas –Gómez Palacio evolución y cambio. y Lerdo-, una existencia compartida en Hasta nosotros llegan testimonios de tiempo, nos hablan con sus formas y esun mismo hogar: la comarca. la edificación de la primera escuela, del pacios, de las habilidades y aspiraciones El cauce del Río Nazas, las vías del primer hotel, del primer canal, del primer de quienes les concibieron, construyeron ferrocarril y los canales de riego son templo, de la primera fábrica. Sí, la ciudad y habitaron. Lo invitamos a escucharlas. Sn • 31