P0501-1-2001 TRIBUNAL DE SENTENCIA: Usulutan, a las con catorce horas con cinco minutos del día veintinueve de enero de dos mil uno. Causa Número U-194-10-00 seguida contra JOSE DE JESUS ASCENCIO, de veintisiete años de edad, empleado privado, acompañado con Amparo Elizabeth Saravia, del domicilio de Jucuapa, residente en Colonia Linares, salvadoreño por nacimiento, originario de Chinameca, nacido el día treinta de mayo de mil novecientos setenta y tres, hijo de Angela Ascencio y José Castellón, datos que han sido confrontados con su Cédula de Identidad Personal número cinco – cinco – cero cero trece mil cuatrocientos setenta y ocho; procesado por los delitos de EXTORSION Y AMENAZAS CON AGRAVACIÓN ESPECIAL, previsto y sancionado en los Arts. 154, 155 y 214 del Código Penal en perjuicio de JULIO CESAR CHEVEZ, y solo por el segundo ilícito, en JOSE ERNESTO CHEVEZ, EDUARDO CHEVEZ, JOSE NAPOLEON CHEVEZ y JULIO CESAR HERNANDEZ. El Tribunal de Sentencia fue integrado por los Jueces Mario Angel Guandique Martínez, Hugo Noé García Guevara y Aenne Margareth Castro Avilés, siendo presidido por el segundo. Actuaron, como representante de la Fiscalía General de la República, el Licenciado David Emilio Medina Alfaro, y como Defensores Particulares del acusado, los Licenciados Manuel Augusto Parada Flores y Luis Alonso García Turcios. Y en nombre de la República de El Salvador, se resuelve. RESULTANDO: Que la Fiscalía presento acusación por los siguientes hechos: como a las cuatro horas del día treinta y uno de marzo del año recién pasado en momentos en que el señor Julio César Chevez se levanto, encontró en la talanguera de la vivienda, un papel en el suelo, al recogerlo y leerlo junto con sus familiares, advirtieron que se trataba de un escrito anónimo dirigido a el, mediante el cual se le exigía la cantidad de diez mil colones que debería entregar el día domingo dos de abril en la Finca "La Celina", la cual se encuentra ubicada en el Cantón Paraisal, le amenazaban que si no entregaba el dinero lo iban a ir a sacar a su casa por la noche; se le advertía que no fuera a dar aviso a la Policía; el anónimo era firmado por la banda de "Los Mercenarios". La víctima decidió denunciar el hecho a la Policía, pero debido a que la Finca "Celina" tiene una extensión de cuarenta manzanas, aproximadamente, y por no señalar un punto específico de la misma, decidieron que era mejor esperar un segundo anónimo. Como a las veinte horas del día dos de abril la víctima se encontraba, desde la mañana, reunido en el patio de su casa con sus padre Julio César Hernández, y sus hermanos José Ernesto Chévez, Eduardo Chévez y José Napoleón Chevez, con el propósito de estar atento si se cumplían las amenazas, cuando un sujeto alumbro hacia el interior del lote, precisamente al patio donde se encontraban reunidos, efectuando tres disparos con fusil y uno con pistola; motivo por el cual decidieron salir a la calle portando unas lámparas, encontrando frente a la vivienda, como a seis metros, a José de Jesús Ascencio portando un fúsil y a Isaías Ascencio portando una pistola, a quienes alumbraron al rostro, quienes les preguntaron si porque no llevaron el dinero que les pedían y comenzaron a dispararles muy cerca de los pies y a amenazarlos de muerte; Ernesto les pregunto que si eran ellos quienes habían enviado el anónimo, por lo que José de Jesús Ascencio se acerco a Julio César Chevez y le dijo que si quien les había dicho que eran ellos; luego les ordenaron que se fueran para dentro de la casa y se retiraron. CONSIDERANDO: I. Que luego de apreciadas las pruebas producidas durante la vista pública de un modo integral y según las reglas de la sana crítica, los Jueces del Tribunal entraron a deliberar y resolvieron por unanimidad de sus votos, todos los puntos sometidos a su conocimiento, conforme a lo establecido en el Art. 356 Pr. Pn., de acuerdo al orden que se expresan en los numerales romanos siguientes. II. De conformidad a los Arts. 18, 155, 214 del Código Penal, 19 del Código Procesal Penal, y por vía de exclusión de los Arts. 26 y 28 del mismo Código, los delitos de amenazas con agravación especial y extorsión son graves, siendo perseguible mediante acción penal pública propia; estando sujeto el delito de extorsión al conocimiento del Tribunal de Sentencia en Pleno, de conformidad al Art. 53 inc. 1º. No. 3 Pr. Pn., y el de amenazas con agravación especial al Tribunal del Jurado, por vía de excepción a los delitos comprendidos en artículo e inciso antes citado. De conformidad a los Arts. 53 y 63 Pr. Pn., por ser ambos delitos conexos, se conocerá en una sola audiencia. III. Para la vista pública se ofreció prueba con relación a la existencia delito y a la culpabilidad, siendo esta la siguiente: A) La Fiscalía ofreció como elementos de prueba: 1) Prueba testimonial: Julio César Chévez, Julio César Hernández, José Napoleón Chévez, José Ernesto Chévez, José Eduardo Chévez, José Osmar Alvarenga, Juan Natanael García Portillo y los peritos Mauricio Armando Romero Flores y Asdrúbal Arquímides Larrama Mena. 2) Prueba Documental: Acta de inspección ocular, y acta de registro realizada en la casa de habitación del imputado. 3) Prueba Pericial: Análisis balístico practicado en la pistola marca Taurus serie número TSF setenta y cinco mil seiscientos noventa y ocho. 4) Evidencias: anónimo enviado a Julio César Chévez; pistola marca Taurus serie número TSF 75698; fusil calibre veintidós largo; carabina marca ERNA – WERKE, calibre veintidós largo, serie Número cincuenta y cinco mil seiscientos veintitrés; doce cartuchos calibre nueve milímetros, cuatro vainillas, tres proyectiles. B) El imputado ofreció como testigos a Román Cortés y Luis Avalos. La Fiscalía prescindió del testimonio de José Omar Alvarenga, quien ya no trabaja en la Policía y se desconoce su actual domicilio. IV. VALORACIÓN INTEGRAL DE LA PRUEBA: A) En cuanto a la existencia del delito y la culpabilidad: El delito de extorsión, para su configuración, de conformidad al Art. 214 Pn., requiere de un acción típica consistente en 'obligar a otro, con ánimo de lucro, a realizar u omitir un acto o negocio jurídico en perjuicio de su patrimonio o del de un tercero.' El delito de Amenazas con Agravación Especial, de conformidad a los Arts. 154 y 155 Pn., requiere para su configuración de una acción típica consistente en "amenazar a otro, con arma o con el concurso de dos o mas personas, con producirle a él o a su familia un daño que constituya delito, en su persona, libertad personal o sexual, honor o en su patrimonio." Al hacer una adecuación de los hechos a las acciones típicas antes descrita, se hace la siguiente valoración: 1) Los testigos Julio César Chévez, Julio César Hernández, Napoleón Chévez , José Ernesto Chévez y Eduardo Chévez, en lo sustancial manifestaron que, el día treinta y uno de marzo de dos mil, el señor Julio César Chevez recibió un escrito anónimo en el cual le exigían la cantidad de diez mil colones, que debería de entregar el día domingo dos de abril de ese año en la Finca "La Celina", y que de no entregar el dinero se les prevenía que desocuparan la casa ya que la ametrallarían; que durante el día dos de abril se reunieron todos los hermanos de la víctima, los cuales han comparecido como testigos a la audiencia de vista pública, y el padre de estos, Julio César Hernandez, en la casa de este último, ubicada a la contigua a la casa de Julio César Chevez, para estar pendiente de la amenaza de ametrallamiento que les habían hecho, ya que Julio César Chevez no había podido entregar el dinero por no tenerlo; que como entre siete y ocho de la noche de ese día, se acercaron a la casa dos sujetos, siendo estos José de Jesus Ascencio e Isaias Ascencio, armados con fusil veintidós milímetros y con una pistola nueve milímetros, quienes lanzaron dos "focasos" hacia el interior de la casa e hicieron unos disparos, luego las víctimas que se encontraban reunidas, salieron a la calle con sus lámparas y fue ahí cuando observaron a los referidos sujetos antes mencionados, con las citadas armas; que el imputado José de Jesús Ascencio le pregunto a Julio César Chevez si porque no habían llevado el dinero y luego de darse una discusión sobre ello los referidos sujetos les hicieron unos disparos a los pies, amenazándoles de muerte y diciéndoles que esa semana habría un muerto en la familia; y ordenaron a las víctimas que se retiraran del lugar, lo cual así hicieron. Al día siguiente, el señor Julio César Hernández recogió las vainillas que habían quedado en el lugar de los hechos y las llevo a la Policía. Todos los testigos manifestaron que observaron a los imputados a una distancia de entre cuatro a seis metros; el testigo Eduardo Chévez manifestó que cuando se daba la discusión su padre se puso nervioso por lo que el se fue para la casa con el para cuidarlo. 2) El agente captor Juan Natanael García Portillo en lo sustancial manifestó que como a las cuatro horas del día dieciséis de mayo del año recién pasado, el juntamente con el agente José Omar Alvarenga, efectuaron detención y registro en la casa del imputado José de Jesús Ascencio, quien al tocarle la puerta salió con un arma en mano, la cual ha descrito y reconocido en la audiencia de vista pública, manifestándoles este que los estaba esperando desde hace días, al registrar la vivienda encontraron dos fusiles, presentando documento de portación solo de la pistola. 3) El acta de inspección que ha sido incorporada por su lectura nada mas tiene carácter descriptivo del lote y casa de la víctima. 4) Según el acta de registro y captura del imputado, efectuado a las cuatro horas del día dieciséis de mayo del año recién pasado, se procedió a la detención de este y al registro de su vivienda, encontrando una pistola marca Taurus serie número TSF setenta y cinco mil seiscientos noventa y ocho; un fusil calibre veintidós largo; y una carabina marca ERNA – WERKE, calibre veintidós largo, serie Número cincuenta y cinco mil seiscientos veintitrés; y una máquina de escribir. 5) Análisis balístico por medio del cual se acredita que las vainillas encontradas frente a la vivienda de la víctima fueron percutidas por la pistola marca Taurus serie número TSF setenta y cinco mil seiscientos noventa y ocho; el fusil calibre veintidós largo y la carabina marca ERNA – WERKE, calibre veintidós largo, serie Número cincuenta y cinco mil seiscientos veintitrés, no tiene relación con ninguno de los casos cotejados. 6) La defensa ofreció a los testigos Roman Eduardo Cortéz y José Luis Avalos Quinteros, quienes en lo sustancial manifestaron: el primero, que el día y hora de los hechos el se dirigía a la casa del imputado pero cuando vio los "lamparazos" y escucho los disparos se regreso, no viendo nada mas de los hechos; el segundo manifestó que como a las siete de la noche del día dos de abril, el estaba en la casa de los padres del imputado, quien había llegado a visitarlos, que luego que este se despidió e iba de camino le salieron al paso la Familia Chévez quienes amenazaban al imputado con matarlo, por lo que el imputado le decía que se retiraran y cuando estos se avalanzaban contra el imputado, este les hizo unos disparos al suelo; todo lo cual observo a una distancia de cincuenta metros, ya que había claridad, pues había luna. 7)Conforme a las pruebas antes relacionadas se hacen las consideraciones siguientes: a) a este tribunal le merece fe lo dicho por los testigos Julio César Chévez, Julio César Hernández, Napoleón Chévez , José Ernesto Chévez y Eduardo Chévez, por cuanto han sido espontáneos y coherentes en si y entre sí en sus manifestaciones, guardando relación sus testimonios con el resultado de las pruebas balística, en la cual se relaciona que ciertamente el arma decomisada al imputado fue la que percutió las vainillas que el señor Julio César Hernández recogió de la escena de la escena, el día siguiente, y las entregó a la Policía; considera este tribunal que del hecho de mencionarse que había existido problema entre un miembro de la familia Chévez con uno de la familia con el imputado, no es motivo para determinar que existía un interés de estos para perjudicar al imputado, pues los testigos y víctimas manifestaron que no consideraban al imputado como un enemigo; por otra parte, las víctimas han mantenido la versión de los hechos desde el inicio del proceso, si consideramos que es la denuncia la que se relaciones en la descripción de los hechos que se hace en la acusación fiscal. b) el resultado de la experticia balística resulta positiva a que el arma que se decomiso al imputado fue la que percuto las vainillas que fueron recolectadas en la escena del delito. c) Si bien las vainillas no fueron recolectadas en la inspección por la Policía sino que fueron recogidas por el señor Julio César Hernández, quien las presenta a la Policía, es de considerar que ello no afecta la validez de la prueba balística, pues a lo dicho por el referido señor no cabe oponer un contraindicio que señale otra razón del hallazgo por parte de el de esa evidencia; siendo conforme con ello el defensor Manuel Augusto Flores Parada, quien manifestó que no interrogaba a los peritos por que no negaba que el imputado había disparado el arma, dando las justificaciones de tal acción que adelante se relacionara. d) Si bien, estos jueces advierte que el acta de registro de la casa del imputado no se hizo a presencia de los dos testigos a que hace referencia el Art. 175 inc. 2º. Pr. Pn., estiman que ello constituye un defecto o irregularidad procesal que en principio acarrea una ineficacia probatoria, no una nulidad por no afectar el derecho a la inviolabilidad de morada, ya que no existe inobservancia de lo señalado en el Art. 20 Cn., ello significa que el resultado probatorio obtenido por ese registro inválido puede ser probado por otros medios probatorio. e) Conforme a lo anterior, es de considerar que lo relevante del registro de la vivienda del imputado es que en ella se encuentra el arma que percutió las vainillas recolectadas en la escena del delito; pese a que dicha arma fue encontrada en un procedimiento inválido es de considerar que ciertamente el imputado a admitido que el arma le pertenecía a el y que el disparo en defensa propia el día de los hechos; si bien tal manifestación no las dio amparados en el derecho de declarar, sino en el derecho de última palabra que la ley le confiere, de lo cual el Tribunal le pidió aclaración al defensor quien confirmo lo antes dicho; situación que este Tribunal asume como elemento de prueba, estimando que el no querer manifestar lo anterior con la formalidad de una declaración le beneficia a él en cuanto obvia el ser contradicho por la Fiscalía en el interrogatorio, del cual se podría abstener de responder; f) En cuanto a los testigos ofrecidos por la defensa, es de considerar que el testigo Ramón Eduardo Cortez, no aporta elementos de evidencia sobre los hechos, pues únicamente vio "lamparazos", entiéndese como destellos de luces de lámpara, y escucho los disparos; el testigos José Luis Avalos Quinteros, quien en sí, da fundamentos al argumento de la defensa sobre los hechos, no merece fe al Tribunal, por cuanto manifestó haber visto los hechos a una distancia de cincuenta metros, lo cual sumado a la circunstancia de ser noche, ya que al criterio de estos jueces, ello no le permitía tener la suficiente percepción visual y auditiva, para afirmar con precisión que era lo que el imputado y las víctimas hacían y decían; g) El argumento de la defensa de que ciertamente el imputado disparo a las víctimas bajo los circunstancias relacionadas por el testigo José Luis Avalos Quinteros, no le merece fe a este Tribunal en cuanto no se observa en el una relación de causalidad que identifica causas actuales del porque a horas de la noche las víctimas iban a salir en grupo a agredirle; en cambio, las víctimas estaban a la expectativa de que se verificara una amenaza por no haber cumplido con lo pedido, el imputado realiza acciones que indican que el es la persona, o una de las personas que dirige la amenaza, y es ello lo que motiva que las víctimas salgan, observando en el imputado acciones reveladoras de ser el la personas, o una de las que había enviado el anónimo, al pedirle explicación del porque no había llevado el dinero. h) Conforme a los elementos del tipo penal de extorsión, es de considerar que en el presente caso la extorsión, iniciada el día treinta y uno de marzo, se da en grado de tentativa, pues pese ha que los imputados realizaron todos los actos tendientes a su ejecución, por actos directos o apropiado y utilizando los medios comisivos idóneos, como lo es la amenaza, la disposición patrimonial o el perjuicio patrimonial no se da, por causas extrañas a los victimarios, como lo es la decisión de la víctima de no ir a dejar el dinero; por lo que no existe esa acción causal entre la acción de obligar y el resultado de crear un perjuicio patrimonial; aceptar que el delito se consumo sería ignorar la función interpretativa y de límite del "ius puniendi" del Estado que desempeña el bien jurídico; así como también la función sistemática que el Código Penal de El Salvador le ha reconocido. i) Conforme al elenco probatorio relacionado para el delito de extorsión, se acredita la existencia también del delito de amenazas agravadas; sobre lo cual estos jueces consideran que debe diferenciarse entre aquellas que se hacen en el anónimo, las cuales están implícitas en el delito de extorsión; de las que se dan la noche del día dos de abril del año recién pasado, las cuales son independientes; y consisten en que el imputado andando armado juntamente con su hermano Isaías Ascencio, sometido a un proceso en la jurisdicción de menores, le amenaza a la familia Chévez de que esa semana abra un muerto en la familia. j) En cuanto a la manifestación de la defensa de que el anonimato es consustancial al delito de extorsión, este Tribunal considera que el anonimato no es elemento determinante del delito de extorsión, sino un medio para la consumación de este que busca cubrir al sujeto activo de un manto de impunidad; el que el imputado se enfrente a la víctima a exigir el dinero sin cubrir su rostro, podría obedecer a que el hechor tenga confianza de ser capaz de infundir un temor suficiente en las víctimas, como para que estas no lo denuncien. B) En cuanto a la culpabilidad: por las acciones continuas que requiere el delito de extorsión, como enviar el anónimo, esperar que entreguen el dinero, y en el presente caso, cumplir o reiterar las amenazas de ametrallar la casa, cuando se pide explicación del porqué no se entregó el dinero, es evidente que los imputados actúan con plena conciencia de lo que hacen, esperando que se cumpla el fin propuesto. C) Por tanto, estos jueces tienen por acreditados los hechos expuestos en la acusación fiscal. V. INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA APLICABLE. Según el inc. 2° del Art. 62 Pn., este Tribunal se encuentra en el deber de imponer una pena comprendida entre el mínimo y el máximo del ilícito penal concreto. Conforme a lo cual debe considerarse: 1) Que según el Art. 214 Pn., el delito de extorsión tiene señalada una pena entre ocho a doce años; pero por haberse determinado que este se dio en grado de tentativa, de conformidad a los Arts. 24 y 68 Pn., la pena a imponer por este delito sería entre cuatro a seis años de prisión. 2) Que según los Arts. 154 y 155 Pn., el delito de amenazas con agravación especial tiene señalada una pena entre tres a cuatro años de prisión. 3) Que entre los delitos de amenaza con agravación especial, existe un concurso ideal, ya que la amenaza fue dirigida contra todos, quienes se encontraban juntos; por otra parte, solo el hecho de causarle daño a uno implicaba un perjuicio para todas las víctimas, ya que entre ellos existe parentesco de primer grado de consanguinidad en línea recta y colateral, por lo que de conformidad a los Arts. 40 y 70 Pn., la pena a imponer sería entre cuatro a cinco años con cuatro meses de prisión, ya que todos los delitos de amenaza tienen señalada igual pena e igual gravedad. 4) que entre la extorsión y las amenazas, a criterio del Tribunal no existe concurso ideal, sino real, ya que la tentativa se tipifica desde que se envía el anónimo; y las amenazas, independiente de las implícitas en la extorsión, se dan dos días después, o sea el dos de abril, por lo que lo que existe en un concurso real, de conformidad a los Arts. 41 y 71 Pn.; en efecto, debe imponerse al justiciable la pena señalada por cada uno de los delitos, o sea, por la extorsión y por el concurso ideal de delitos de amenazas con agravación especial. 5) De conformidad al Art. 63 Pn., debe considerarse: a) Que no se puede percibir una extensión del daño mas allá de lo ya implícitamente considerado en los tipos penales; b). Que además de los fines implícitos en el tipo penal, se desconocen los motivos que impulsaron al hecho; c). ya se ha afirmado que existió por parte del imputado una comprensión clara del hecho, al analizarse lo relativo a la culpabilidad; d). En cuanto a las circunstancias que rodearon el hecho, y en especial las económicas, sociales y culturales del autor, estas no se pueden precisar pues se carece de un estudio sobre ello; e). En cuanto a las circunstancias atenuantes y agravantes a que hacen referencias los Arts. 29 y 30 Pn., estas no se han acreditado. VI. RELACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL. En vista que la fiscalía no a aportado elementos de evidencia para poder determinar una responsabilidad civil en concreto, y que no se consumo el ilícito de extorsión, de este solo se podría cuantificar los daños de carácter moral, al igual que en el delito de amenazas con agravación especial, pero como la Fiscalía no ha ofrecido prueba sobre ello, estos jueces no pueden determinar la cuantía del daño moral que sufrieron las víctimas, sin que ello implique caer en un subjetivismo que nos podría llevar a comprometer la imparcialidad. POR TANTO: De conformidad a los Arts. 2, 11, 12, 15, 72, 74 N° 1, 75 N° 2 y 181 de la Constitución de la República; Arts. 9 y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; Art. 8 de la Convención Americana de Derechos Humanos; Arts. del 1 al 5, 29, 30, 33, 41, 42, 47, 62 al 65, 71, 72, 116, 118, 154, 155 y 214, del Código Penal; Arts. 1 al 4, 18, 19, 26, 28, 43, 53, 162, 184, 265, 314, 324 al 354, 356 al 359 y 361 del Código Procesal Penal; por unanimidad y en el Nombre de la República de El Salvador FALLAMOS: A) Declárase a JOSE DE JESUS ASCENCIO, de generales antes mencionadas en el preámbulo de esta sentencia, responsable del delito de EXTORSION EN GRADO DE TENTATIVA en perjuicio de JULIO CESAR CHEVEZ; y se le CONDENA a cumplir con la pena de CUATRO AÑOS de prisión, la cual finalizará a las cuatro horas del día dieciséis de mayo del año dos mil cuatro, tomando en cuenta que el imputado entro en detención a esa hora, día y mes del año recién pasado. B) Declárase a JOSE DE JESUS ASCENCIO, de generales antes mencionadas en el preámbulo de esta sentencia, responsable d el delito de AMENAZAS CON AGRAVACION ESPECIAL en perjuicio de JULIO CESAR CHEVEZ, JOSE ERNESTO CHEVEZ, EDUARDO CHEVEZ, JOSE NAPOLEON CHEVEZ y JULIO CESAR HERNANDEZ, y se le CONDENA a cumplir con la pena de CUATRO AÑOS de prisión, la cual finalizará a las cuatro horas del día dieciséis de mayo del año dos mil ocho, tomando en cuenta que comenzará a cumplir la pena por este delito, luego de cumplida la pena impuesta por el delito de Extorsión. C) Condenase a JOSE DE JESUS ASCENCIO a las penas accesorias de pérdida de los derechos ciudadanos e inhabilitación para ocupar cargos o empleos públicos por el tiempo que dure la pena principal. D) Absuélvese de responsabilidad civil al justiciables. E) Ordénase el comiso del arma involucrado en el hecho; F) Líbrense los oficios y certificaciones respectivas a donde correspondan. G) Las costas procesales corren a cargo del Estado. NOTIFÍQUESE.