Expte. Nº 22.164 - Consejo Profesional de Ciencias Económicas de

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Expte. Nº 22.164: (Señor Raúl Rubacha denuncia actuación Doctora
Contadora Pública Susana Lucía Erra).-
VISTOS:
El expte. Nº 22.164 iniciado por la denuncia del Señor Raúl Rubacha contra la Doctora
C.P. Susana Lucía Erra (Tº 151 Fº 217), del que resulta:
1.- A fs. 1/63 el Señor Raúl Rubacha, en su carácter de Presidente de la firma “..,
S.A.”, denuncia a la Doctora C.P. Susana Lucía Erra por su actuación como contadora de la
empresa.
En su escrito de fs. 2/5 presentado el 25/08/2003, el denunciante expresa que se contrató a la
Doctora Erra para que llevara los libros de la sociedad, confeccionara los balances y desarrollara
toda la actividad de su competencia con la finalidad de agotar el cumplimiento y exigencias
legales de los organismos de control en materia contable, laboral e impositiva.
Añade que la matriculada fue designada además, por resolución de Asamblea del 6/11/2000,
como Síndico Titular de la empresa y su esposo el Doctor …, como Síndico Suplente.
Manifiesta que la actividad de la contadora se desarrolló con total normalidad desde la época de
su ingreso, y su concurrencia a las oficinas era habitual al menos durante dos días a la semana en
horarios siempre variables en función de necesidades de agenda. En esas visitas se intercambiaba
información respecto de la actividad de la empresa y de las exigencias contables e impositivas.
Agrega que la Doctora Erra percibía en concepto de honorarios profesionales la suma total de
$1000 más IVA, en forma mensual. Con relación a los honorarios de la sindicatura
correspondiente a la empresa, afirma que estos fueron renunciados expresamente – tanto de parte
del síndico titular como del suplente – por entender que los importantes honorarios percibidos en
forma mensual por la profesional ameritaban la dispensa.
Puntualiza que la Doctora Erra no tenía por costumbre realizar ningún pago para la sociedad,
pero que esta regla tuvo su excepción con el pago de la tasa de seguridad e higiene de la
Municipalidad de Vicente López.
Explica que esta contribución se abona bimestralmente a dicho Municipio en función de la
actividad de la sociedad y la determinación del impuesto se efectúa por medio de declaración
jurada, y, en líneas generales – no técnicas – consiste en abonar una alícuota que se extrae en
relación con las ventas de la empresa. Tal determinación siempre quedó a cargo de la citada
profesional.
Señala que, como la Doctora Erra tenía a su vez clientes en la localidad de Vicente López, se
ofreció voluntaria y desinteresadamente para efectuar personalmente dicho pago municipal.
Expresa que debido a que la confianza depositada en la profesional era absoluta, el gesto de
colaboración pareció a los directivos digno de considerar y, efectivamente, se atribuyó tal
responsabilidad.
Se detallan los cheques y sus importes entregados a la Doctora Erra. (fs. 3)
Señala que en el mes de junio de 2003, la Municipalidad de Vicente López envió una inspección
al depósito que tiene la empresa y, cuando parecía que estaba todo bien, antes de retirarse el
inspector sugirió al denunciante que regularizara la deuda que se tenía con el ente municipal en
concepto de seguridad e higiene.
Expresa que su sorpresa fue mayúscula y enseguida comprendió que debía tratarse de un
verdadero error, pues este impuesto se estaba abonando desde el año 2000 en forma personal por
la Doctora Erra, quién no sólo se encargaba de su liquidación y confección de declaración jurada
sino que además había recibido personalmente los cheques.
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Puntualiza que inmediatamente llamó a su secretaria a su oficina de la Capital para que le
confirmara la existencia de los recibos de pagos correspondiente y ésta le contestó que esos
recibos, como así también las declaraciones juradas las tenía en su poder la Doctora Erra.
Añade que, inmediatamente se comunicó con la profesional, incluso en persona, quién aseguró
que los pagos se habían efectuado y que ella iba a buscarlos porque los tenía en sus archivos que
estaban en un altillo y que los traería a la empresa.
Señala que, a partir de allí la actitud de la profesional y de su marido cambió radicalmente: de
ser siempre solícita y colaboradora pasó a un largo y prolongado silencio que aún hoy perdura y
resulta inexplicable. Los teléfonos donde siempre se la encontraba, comenzaron a responder
únicamente por contestador, o con silencio.
Manifiesta que, paralelamente, por ser conocido de una persona que trabaja en la Municipalidad
de Vicente López, pudo comprobar que desde el año 2000 en adelante, y en coincidencia con la
fecha en que tomó a su cargo la tarea de efectuar los pagos, la Doctora Erra no había registrado
ningún pago en concepto de tasa por seguridad e higiene.
Expresa que, la Doctora Susana Erra no apareció más por la empresa, nunca aclaró los motivos
de la desaparición y sus teléfonos habituales dejaron de contestar. Idéntica situación sucedió con
su esposo el contador ….
Señala que agravaba esta situación el hecho de que la Doctora Erra, además, tenía en su poder
determinados libros esenciales y documentación imprescindible de la empresa.
Continúa su relato expresando que, como no se tenía ya contacto personal ni telefónico, se
procedió a enviar cartas documento a cuanto domicilio se conocía de ella e incluso donde era
imaginable poder hallarla.
En el texto de las cartas incontestadas se requería, bajo apercibimiento de iniciar acciones
judiciales, la entrega de la documentación, libros y papeles de trabajo que mantenía en su poder
y que pertenecía a la firma: los libros de IVA Compras y Ventas, mayor, Diario N° 4 y
Subdiarios y el Libro de Inventarios, así como las facturas originales de proveedores de los años
2000/2001/2002 y de enero a mayo de 2003; los Fondos Fijos de julio de 2000 hasta mayo de
2003; la rendición de gastos de julio de 2000 hasta mayo de 2003; los duplicados de los recibos
de cobranzas desde 1994 hasta mayo del 2003; las planillas de caja y de los bancos: Galicia,
Francés, Sudameris, Río, Boston y Credicoop; las declaraciones juradas y comprobantes de pago
de las tasas de Seguridad e Higiene, Publicidad y Propaganda y Servicios Varios de la
Municipalidad de Vicente López, años 1999 al 2003; Ingresos Brutos: (Convenio Multilateral) y
declaraciones juradas de los años 1999 a 2003. (fs. 38)
El Señor Rubacha expresa que no se pudo obtener ninguna respuesta de la profesional ya que
estas cartas, si bien llegaban al destino indicado, no sabe por cual razón, quedaron sin respuesta.
Señala que, habiendo solicitado a los respectivos bancos para que le informaran donde se habían
acreditado los valores (cheques) que fueron entregados a la Doctora Susana Erra, se pudo
comprobar que los mismos sistemáticamente fueron depositados en su cuenta y en la de su
esposo el Doctor ….2.- A fs. 74 se dispone correr a la matriculada el traslado previsto en la Res. C.D.
130/01 quedando notificada a fs.75 personalmente.3.- A fs. 77 se presenta extemporáneamente la matriculada solicitando ampliación
del plazo que le es otorgado a fs. 78, notificándose en la misma foja.4.- A fs. 79/82 corre el descargo de la Doctora Erra, la cual manifiesta que solicita
la suspensión de las actuaciones hasta tanto se culmine la sustanciación de la causa 52.041/03,
que se tramita por ante el Juzgado Nacional de Instrucción Nº 1, Secretaría Nº 105, y la causa
62.522/03, que tramita por ante el Juzgado Nacional de Instrucción Nº 39, Secretaría Nº 135,
dado que ambas tienen estrecha relación con los hechos que motivan la denuncia.
Independientemente de la suspensión solicitada, afirma que es falso que de los pagos que
correspondía hacer por la empresa solamente abonara la tasa por seguridad e higiene de la
Municipalidad de Vicente López, puesto que también abonaba la tasa por publicidad y
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propaganda cobrada por dicha Municipalidad, como así también el impuesto a los ingresos
brutos, las cargas sociales (SUSS) y los saldos que correspondiera ingresar en concepto de IVA,
como así el pago de moratorias a las que se había acogido la empresa “…S.A.”
Expresa que cumplió con estas obligaciones desde su ingreso a la empresa en el año 1993 y no,
como se refiere en la denuncia, que excepcionalmente abonaba la tasa de seguridad e higiene
desde el año 2000.Señala que no sólo se le entregaron los cheques a los se hace referencia en la denuncia, como
que los habría cobrado en su provecho, sino que también se le entregaron los valores necesarios
para afrontar los pagos de todas las tasas y tributos enumerados anteriormente y de los cuales no
existe inconveniente alguno. Afirma que los importes de los cheques indicados por el
denunciante al igual que todos los que le fueron entregados, una vez efectivizados, fueron
aplicados a erogaciones correspondientes a la empresa.
Destaca que los cheques de referencia debieron ser depositados en su cuenta o en la de su
marido, ya que la Municipalidad de Vicente López no acepta el pago de la tasa de referencia con
cheques, viéndose obligada –en razón de la relación que la vinculaba con la empresa- a adelantar
el efectivo para afrontar los pagos y esperar que luego se acreditaran los valores para recuperar
lo que ya había desembolsado de su patrimonio.
Resalta que, debido a la carga laboral que poseía a principios del año 2000, le era imposible
trasladarse hasta Vicente López y efectuar en forma personal los aludidos pagos, delegando a
partir de esa fecha tal tarea en su empleada Celeste Riera quien era la que los efectuaba, no
siendo la excepción “…S.A.” pues así lo hacía con otros clientes.
Agrega que, con motivo del suceso ocurrido en junio de 2003, en que supuestamente inspectores
de la Municipalidad de Vicente López sugirieran al denunciante que regularizara la deuda que
poseía, requirió a la empleada … explicaciones, quien sostuvo que ella había efectuado los
pagos, y renunció a los pocos días aduciendo problemas personales, situación esta que motivó
que efectuara la denuncia que dio origen a la causa N° 52.041/03 que tramita por ante el
Juzgado Nacional de Instrucción N° 1, Secretaría N° 105.
Manifiesta que es falaz que esta situación cambiara su actitud o la de su marido y que le acercó
al Señor Rubacha los pocos originales que tenía -ya que el resto estaban en su poder- recibiendo
en cambio un frío trato por parte de los responsables de la sociedad, no permitiéndosele atender
la supuesta inspección que efectuara la Municipalidad de Vicente López como lo venía haciendo
siempre hasta ese momento, agravándosele la situación a punto tal que ya no se atendían sus
llamados telefónicos, no se le permitía la entrada a la administración de la empresa, y se le
negaba todo tipo de documentación necesaria para que efectuara correctamente su labor
profesional.
Esta situación generó que, el 15 de agosto de 2003, se viera forzada a remitir un telegrama el que
textualmente decía: "Renuncio al cargo de síndica titular a partir de la fecha por motivos
personales".
Con respecto a la imputación que se le hace, en cuanto a que en su poder se encontraban ciertos
libros y documentación que se enumera en la carta documento transcripta y de la cual sostiene el
denunciante que guardó silencio, afirma que es mendaz, ya que jamás recibió tal carta ni ninguna
intimación por parte del denunciante, por lo tanto no estaba en conocimiento de interpelación
alguna ni notificada del pretendido requerimiento.
Sin perjuicio de ello, afirma que es falso que esa documentación estuviera en su poder, toda vez
que, como surge del propio escrito de denuncia, concurría al menos dos veces por semana a la
sede de la administración de “… S.A.”, tiempo más que suficiente para poder realizar su tarea
sin necesidad de tener que trasladar ningún tipo de documentación. Expresa que lo único que
trasladaba eran los llamados papeles de trabajo, los que constan de resúmenes y/o borradores que
elaboraba para facilitar su tarea y que carecen de valor alguno.
Señala que, a tal punto llega la mendacidad y malicia con que se la denuncia, que se consigna
que no podían los integrantes de la empresa comunicarse con ella, pese que dejaban
reiteradamente mensajes telefónicos en los números …; … y …, cuando el primero no existe
desde hace más de tres años; el segundo no existe desde hace más de cinco años, y con relación
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al tercero, del que se dice que correspondería a una tía, señala que no tiene ninguna tía, y que tal
número telefónico no lo conoce.5.- A fs. 84 se suspende la tramitación del sumario hasta tanto concluya el trámite
por ante el Juzgado Nacional de Instrucción N° 1, Secretaría N° 105, de la causa Nº 52.041/03,
debiendo oficiarse al Juzgado actuante y la profesional informar cada noventa días el estado del
proceso, quedando notificada a fs. 88.6.-.A fs. 91 corre un oficio del Juzgado de Instrucción N° 39, Secretaría N° 135,
en la causa N° 62.522/03, caratulada “Erra, Susana Lucía por estafa; Qte. Rubacha, Raúl”
acompañando la copia del dictamen fiscal mediante el cual el representante del Ministerio
Público Fiscal, solicitó la declaración indagatoria de la Doctora Erra.En el mencionado dictamen, que corre de fs. 92 a 95, se deja constancia de lo siguiente:
1. Los cheques fueron depositados en cuentas de la Doctora Erra y/o de su esposo;
2. En el allanamiento dispuesto en el domicilio de la Doctora Erra se secuestraron 26 cajas
y una bolsa plástica con gran cantidad de documentación contable referente a la firma
“…” S.A. y el libro IVA Compras N° 3 correspondiente a la sociedad;
3. Los peritajes determinaron una diferencia de $24.581,45 entre la cantidad de dinero en
cheques entregado por la sociedad a la Doctora Erra y el valor real al cual ascendía la
deuda con la Municipalidad de Vicente López;
4. En el material incautado no se hallaron registros contables ni comprobantes de pago de la
tasa de Seguridad e Higiene que den cuenta de tal circunstancia.
El Fiscal entiende que las hipótesis delictivas denunciadas en autos han sido debidamente
corroboradas, permitiéndole requerir fundadamente la declaración indagatoria de la Doctora Erra
y su marido en los términos del artículo 294 del Código Procesal Penal de la Nación.
Al respecto, señala que la pesquisa determinó que la Doctora Erra, en su carácter de contadora
de la firma “… S.A.”, desvió en provecho propio los fondos que la empresa le entregó con el fin
de que abone las tasas de Seguridad e Higiene de la Municipalidad de Vicente López, reteniendo
para sí las cantidades recibidas en tal concepto, las que luego depositó bimestralmente en las
cuentas bancarias que a su nombre tenía en los bancos.
El Fiscal resuelve devolver la causa al Juzgado de Instrucción N° 39 solicitando al Juez que se
reciba declaración indagatoria a la Doctora Erra.7.- A fs. 96/100 corre el oficio remitido por el Juzgado de Instrucción Nº 39,
Secretaría Nº 135 en la cual la Doctora Erra denunció a su ex empleada de que se quedaba con
los dineros que le entregaba para pagar la tasa de seguridad e higiene de la Municipalidad de
Vicente López correspondiente a la firma “…S.A.”
De la sentencia que acompaña al oficio, surge que se sobreseyó a la imputada
Riera por considerarse que el hecho denunciado no se cometió, no surgiendo elemento alguno
que permita sospechar que la imputada desvió en su provecho o de terceros dinero alguno
perteneciente a la firma “… S.A.”.8.- A fs. 96 corre un oficio del Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción N°
1, Secretaría N° 105, informando que en la causa N° …, caratulada “… s/ defraudación”, la
Doctora Erra no está imputada ni es parte de la causa.9.- A fs. 102 el Juez de la causa N° 62.522/03 remite la copia de la resolución
dictada el 2/02/2005, la cual corre en fotocopia a fs. 103/106.
En dicha resolución se considera que los medios de prueba reunidos no alcanzan entidad
convictita para dar por acreditada la materialidad de la infiel gestión y discernir la materialidad
del juicio de responsabilidad a cargo de la Doctora Erra, por lo que el Juez declara que no hay
mérito para ordenar el procesamiento ni tampoco para sobreseer a la Doctora Erra, requiriendo al
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Juzgado de Instrucción N° 1, Secretaría N° 105 la remisión del sumario N° 52.041/03 “ad
effectum videndi”.10.- A fs. 110, el Juzgado de Instrucción N° 39, Secretaría N° 135 hace saber que
el 28/09/2005 se ordenó el procesamiento de la Doctora Erra en orden al delito de defraudación
por administración infiel y que dicho procesamiento se encuentra firme desde el 23/11/2005.11.- A fs. 123 el mismo Juzgado informa que la causa N° 65.522/2003 ha sido
elevada a conocimiento del Tribunal Oral en lo Criminal N° 28.12.- A fs. 139 el Tribunal Oral en lo Criminal N° 28 informa que en la causa
seguida contra la Doctora Erra el 28/04/2010 se resolvió suspender el juicio a prueba por un
plazo de un año respecto de la nombrada.
En la resolución judicial del 28/04/2010, que corre de fs. 140/141, la defensora de la imputada y
de su marido, solicita la suspensión del juicio, fundado en que el delito lo permite a lo que suma
que se dan las circunstancias por la calificación que permitiría una condena en suspenso y la
carencia de antecedentes, ofreciendo abonar la suma de $30.000 y realizar tareas comunitarias en
el Hospital Bernardino Rivadavia de esta ciudad, lo que es aceptado por el abogado del Señor
Rubacha.
Visto el planteo, el Tribunal Oral resuelve suspender el juicio a prueba por el plazo de un año e
imponer a la Doctora Erra que cumpla las reglas de conducta consistentes en fijar residencia y
someterse al cuidado del Patronato de Liberados de su domicilio.13.- A fs. 146 el Secretario del Tribunal Oral en lo Criminal N° 28 certifica que el
29/08/2011 se resolvió declarar extinguida la acción penal y en consecuencia sobreseer a la
Doctora Erra en orden al delito de defraudación por administración fraudulenta.14.- A fs. 150 el Tribunal Oral informa que la sentencia adquirió firmeza el
19/10/2011.15.- A fs. 151, atento a la conclusión de la causa penal que originó la suspensión
de fs. 84, se reanuda el trámite de las actuaciones, disponiéndose la vista de la documentación
agregada a fs. 150 para que dentro del quinto día de notificada manifieste lo que considere
procedente en ejercicio de su derecho de defensa, quedando notificada a fs. 154.16.- A fs. 155 se presenta la profesional solicitando prórroga, que le es otorgada a
fs. 156, notificándose personalmente a fs. 157.17.- A fs. 158/160 se presenta la Doctora Erra quien solicita se declare extinguida
las presentes actuaciones por prescripción de la sanción a imponer y/o subsidiariamente en virtud
de la sentencia recaída ante el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 28 solicita se desestime la misma
con relación a la matriculada, y/o en subsidio se aplique el mínimo de la sanción a imponer.
Expresa que resulta clara la falsedad de la denuncia formulada por el presidente de la firma, toda
vez que denuncia que los valores le eran entregados para cancelar la tasa de seguridad e higiene
a partir del año 2000. Se pregunta como resulta posible que con el cheque del 17/01/2000 se
pudiera cancelar el primer bimestre del año 2000 cuando este vencía en marzo de 2000. Tal
como declara conocer el denunciante, no resulta posible hacer el cálculo de la tasa antes de
conocer las ventas de la empresa, dicho de otro modo considera que la denuncia carece de todo
sustento técnico, resulta falaz y maliciosa, puesto que la Municipalidad de Vicente López
determinó deuda impaga desde el primer bimestre de 2000 , cuyo vencimiento operaba en marzo
de 2000, mucho tiempo después de la emisión del cheque que se le imputa haberle sido
entregado para cancelar la mencionada tasa y periodo y así sucesivamente ocurre con los
cheques que involucra la denuncia. Señala que todo lo afirmado se encuentra respaldado en el
expediente judicial.
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Expresa que el agravio de los denunciantes ya fue subsanado con el depósito de la reparación
económica en la causa penal ante el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 28, y en virtud de la misma,
como condición de la suspensión del juicio a prueba en los términos del art. 76 del Código Penal.
Destaca que en dicha causa se decretó el sobreseimiento de la matriculada y dicho
pronunciamiento judicial se halla pasado en autoridad de cosa juzgada.
Puntualiza que teniendo en cuenta las fechas de la presunta inconducta profesional (años 2000 a
junio 2003) la eventual sanción a imponer se encuentra prescripta, lo que solicita que así se
declare.
Manifiesta que siempre actuó como contadora y síndica de la sociedad denunciante y nunca
estuvo a su cargo el pago de tasa alguna como maliciosamente le atribuyen, toda vez que la
empresa históricamente no cancelaba la respectiva tasa municipal la cual abonaba en planes de
pago los que surgían luego de que la misma fuera inspeccionada por la Municipalidad de Vicente
López, aclarando que en los períodos involucrados la empresa se encontraba cancelando un plan
de pago por esta tasa por no haberla abonado, demostrando la falsedad de las declaraciones del
denunciante. Ello surge de las manifestaciones de la Directora del respectivo Departamento de
Seguridad e Higiene de la Municipalidad de Vicente López.
Señala que el sobreseimiento dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 28 y la reparación
económica efectuada por la profesional en dichas actuaciones termina con todo debate en cuanto
a su conducta profesional, ya que lo decidido por dicho Tribunal hace cosa juzgada en materia
administrativa y ante este Tribunal. Cita el art. 1103 del Código Civil que expresamente
establece: “Después de la absolución del acusado, no se podrá tampoco alegar en el juicio civil
la existencia del hecho principal sobre el cual hubiere recaído la absolución”. (fs. 159)
Expresa que, sin perjuicio de la negativa categórica a la percepción de las sumas alegadas por la
denunciante, y menos aún su imputación falsa de pago como así tampoco la retención de los
libros contables y documentación respaldatoria de esa sociedad, efectuó y depositó la reparación
económica aceptada y percibida por la denunciante, como condición de la suspensión del juicio a
prueba en los términos del art. 76 del Código Penal.
Afirma que, asumiendo la matriculada de su propio peculio el depósito de la suma fijada por el
Tribunal y aceptada y percibida por la denunciante; el perjuicio alegado se torna hipotético y
conjetural. Expresa que cabe el axioma medular en materia de sanciones, que la misma se aplica
cuando el daño se concreta.
Considera que el sobreseimiento en la causa penal, torna abstracto el agravio y perjuicio
denunciado por sus ex clientes, ya que los mismos no sufren ningún menoscabo patrimonial y la
acción intentada se encuentra, dado la fecha de los presuntos pagos años 2000 a junio 2003,
prescripta.
Afirma que su conducta demostró el interés palmario de solucionar y dar por terminado los
planteos de los denunciantes, sin perjuicio de resaltar que fue víctima de amenazas e
intimidaciones por parte de la sociedad para la renuncia de sus honorarios como síndica de la
sociedad, los que reclamará oportunamente por la vía y forma que corresponda.
Expresa que el agravio y perjuicio denunciado en el presente sumario, se convierte en abstracto y
meramente conjetural, teniendo en cuenta que lo resarcible es únicamente cuando el daño se
concreta y sumado al sobreseimiento en la causa penal determina la irreprochabilidad de su
conducta profesional en dichas actuaciones.
Advierte que el único agravio ha sido subsanado en la causa penal, que determina la inexistencia
de perjuicio o agravio al haber asegurado la total indemnidad de sus ex clientes con la conducta
asumida y denunciada.
Entiende que la única conducta reprochable en el presente sumario, ha sido subsanada en tiempo
y forma al asegurar la reparación económica de los denunciantes con circunstancias excusables
que torna atípica y por ende irreprochable la conducta endilgada, debiendo por ello desestimarse
“in limine” la denuncia formulada en su contra y ordenar el archivo de las actuaciones.
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En síntesis, solicita se declare extinguida por prescripción de la sanción a imponer en este
sumario y/o se la sobresea en función del sobreseimiento operado ante el Tribunal Criminal
interviniente, y/o se aplique subsidiariamente el mínimo de la sanción a imponer (advertencia).
18.- A fs. 161/162 corre la fotocopia de la sentencia por la cual se declara
extinguida la acción penal en orden al delito de defraudación por administración fraudulenta en
la causa penal N° 2372.
19.- A fs. 163 habiendo mérito suficiente y por reunidos los antecedentes se inicia
sumario ético contra la Doctora C.P. Susana Lucía Erra por presunta violación a los artículos 3°
y 10° del Código de Ética y atento el ofrecimiento de fs. 81/82 por corresponder conforme los
arts. 38 y 41 de la Res. C.D 130/01, se tiene presente la documental y en cuanto a la informativa:
al punto B.1 no ha lugar por tener como acreditada la presentación de fs. 83; punto B.2 no ha
lugar por tener presente lo agregado a fs. 96/100; punto B.3. No ha lugar por tener presente lo
agregado a fs. 139/141 y 150, punto B.4 no ha lugar por resultar en extraña jurisdicción,
quedando notificada a fs. 164.20.- A fs. 165 atento el estado de autos se ponen los mismos por cinco días por
Secretaría de Actuación para alegar, quedando notificada la profesional a fs. 167.21.- A fs. 168 se presenta la profesional solicitando ampliación del plazo, que se
le otorgada, quedando notificada a fs. 170 personalmente.22.- A fs. 171/174 la profesional alega sobre el mérito de la prueba producida
expresando que nunca renunció al cobro de honorarios como síndica de la sociedad denunciante
como se expresa en el escrito de denuncia, y además tampoco su cónyuge … a los suyos como
Síndico Suplente.
En su alegato la Doctora Erra reitera los argumentos expuestos en su presentación de fs. 158
respecto a que el agravio de los denunciantes ya fue subsanado con el depósito de la reparación
económica en la causa penal ante el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 28, causa Nº 2372, y en
virtud de la misma, como condición de la suspensión del juicio a prueba en los términos del art.
76 del Código Penal y que en dicha causa se decretó su sobreseimiento, estando dicho
pronunciamiento judicial pasado en autoridad de cosa juzgada.
Por ello, expresa que su presentación se circunscribirá únicamente a contestar el agravio relativo
a la denuncia formulada por el Señor Raúl Rubacha y solicita que se declare prescripta la
eventual sanción a imponer por haber ocurrido la presunta inconducta profesional desde el año
2000 a junio 2003.
En cuanto a la conducta reprochada, y sin que ello sea tomado como una excusa exculpatoria,
manifiesta que siempre actuó como contadora y síndica de la sociedad denunciante y nunca
estuvo a su cargo el pago de tasa alguna como se le atribuye, y expresa que no existe en este
sumario constancia que acredita esta afirmación.
Puntualiza que el sobreseimiento dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 28 y la
reparación económica efectuada por la matriculada en dichas actuaciones, termina con todo
debate en cuanto a su conducta profesional, ya que lo decidido por dicho Tribunal hace cosa
juzgada en materia administrativa y por ante el Tribunal de Ética.
Reitera que, sin perjuicio de la negativa categórica a la percepción de las sumas alegadas por la
denunciante y menos aún su imputación (que califica de falsa) de pago como así tampoco la
retención de los libros contables y documentación respaldatoria de esa sociedad, efectuó y
depositó la reparación económica aceptada y percibida por la denunciante, como condición de la
suspensión del juicio a prueba en los términos del art. 76 ter del Código Penal.
Señala que dicho sobreseimiento en la causa penal, torna abstracto el agravio y perjuicio
denunciado por sus ex clientes, ya que los mismos no sufren ningún menoscabo patrimonial y la
acción intentada se encuentra prescripta, dado la fecha de los presuntos pagos (años 2000 a junio
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2003) y que el único agravio ha sido subsanado por la profesional en la causa penal al haber
asegurado la total indemnidad de sus ex clientes con la conducta asumida y denunciado; a lo que
debe sumarse que por la fecha de la denuncia de los hechos, ocurridos entre los años 2000 a
junio 2003, se encuentra prescripta la facultad de imponer sanción alguna por el Tribunal,
facultad que es quinquenal.
Reitera que de considerarse su conducta incursa en el Código de Ética, ante la subsanación de
todo eventual agravio y/o perjuicio de los denunciantes, la cuestión en debate se torna abstracta y
determina, atento a la vigencia de los principios de proporcionalidad de la pena y razonabilidad,
que la sanción aplicar debe ser la mínima legal (advertencia y/o llamado de atención), lo que
solicita así se resuelva en definitiva teniendo en especial consideración el sobreseimiento
decretado por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 28 acreditado con la copia de dicha resolución
incorporada al expediente.23.- A fs. 175 se dispone el pase a informe técnico.24.- A fs. 176/186 corre agregado el informe técnico.25.- A fs. 187 se dispone el pase a sentencia.-
CONSIDERANDO:
I.- Que El Señor Raúl Rubacha, en su carácter de Presidente de la firma “… S.A”,
denuncia a la Doctora C.P. Susana Lucía Erra por su actuación como contadora y síndica de la
sociedad imputándole la retención indebida de documentación y libros comerciales
pertenecientes a la empresa y el desvío de fondos, en su provecho, que le fueran entregados para
el pago de la tasa de Seguridad e Higiene de la Municipalidad de Vicente López.II.- Que en sus descargos la profesional solicitó se declare extinguida las presentes
actuaciones por prescripción de la sanción a imponer y/o subsidiariamente en virtud de la
sentencia recaída ante el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 28 solicita se desestime la misma con
relación a la matriculada, y/o en subsidio se aplique el mínimo de la sanción a imponer.
Expresó que resulta clara la falsedad de la denuncia formulada por el presidente de la firma,
toda vez que denuncia que los valores le eran entregados para cancelar la tasa de seguridad e
higiene a partir del año 2000. Se pregunta como resulta posible que con el cheque del
17/01/2000 se pudiera cancelar el primer bimestre del año 2000 cuando este vencía en marzo de
2000. Tal como declara conocer el denunciante, no resulta posible hacer el cálculo de la tasa
antes de conocer las ventas de la empresa, dicho de otro modo considera que la denuncia carece
de todo sustento técnico, resulta falaz y maliciosa, puesto que la Municipalidad de Vicente
López determinó deuda impaga desde el primer bimestre de 2000 , cuyo vencimiento operaba en
marzo de 2000, mucho tiempo después de la emisión del cheque que se le imputa haberle sido
entregado para cancelar la mencionada tasa y periodo y así sucesivamente ocurre con los
cheques que involucra la denuncia. Señaló que todo lo afirmado se encuentra respaldado en el
expediente judicial.
Expresó que el agravio de los denunciantes ya fue subsanado con el depósito de la reparación
económica en la causa penal ante el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 28, y en virtud de la misma,
como condición de la suspensión del juicio a prueba en los términos del art. 76 del Código Penal.
Destaca que en dicha causa se decretó el sobreseimiento de la matriculada y dicho
pronunciamiento judicial se halla pasado en autoridad de cosa juzgada.Puntualizó que teniendo en cuenta las fechas de la presunta inconducta profesional (años 2000 a
junio 2003) la eventual sanción a imponer se encuentra prescripta, lo que solicita que así se
declare.
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Manifestó que siempre actuó como contadora y síndica de la sociedad denunciante y nunca
estuvo a su cargo el pago de tasa alguna como maliciosamente le atribuyen, toda vez que la
empresa históricamente no cancelaba la respectiva tasa municipal la cual abonaba en planes de
pago los que surgían luego de que la misma fuera inspeccionada por la Municipalidad de Vicente
López, aclarando que en los períodos involucrados la empresa se encontraba cancelando un plan
de pago por esta tasa por no haberla abonado, demostrando la falsedad de las declaraciones del
denunciante. Ello surge de las manifestaciones de la Directora del respectivo Departamento de
Seguridad e Higiene de la Municipalidad de Vicente López.
Señaló que el sobreseimiento dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 28 y la reparación
económica efectuada por la profesional en dichas actuaciones termina con todo debate en cuanto
a su conducta profesional, ya que lo decidido por dicho Tribunal hace cosa juzgada en materia
administrativa y ante este Tribunal. Cita el art. 1103 del Código Civil que expresamente
establece: “Después de la absolución del acusado, no se podrá tampoco alegar en el juicio civil
la existencia del hecho principal sobre el cual hubiere recaído la absolución”. (fs. 159)
Expresó que, sin perjuicio de la negativa categórica a la percepción de las sumas alegadas por la
denunciante, y menos aún su imputación falsa de pago como así tampoco la retención de los
libros contables y documentación respaldatoria de esa sociedad, efectuó y depositó la reparación
económica aceptada y percibida por la denunciante, como condición de la suspensión del juicio a
prueba en los términos del art. 76 del Código Penal.
Afirmó que, asumiendo la matriculada de su propio peculio el depósito de la suma fijada por el
Tribunal y aceptada y percibida por la denunciante; el perjuicio alegado se torna hipotético y
conjetural. Expresa que cabe el axioma medular en materia de sanciones, que la misma se aplica
cuando el daño se concreta.
Consideró que el sobreseimiento en la causa penal, torna abstracto el agravio y perjuicio
denunciado por sus ex clientes, ya que los mismos no sufren ningún menoscabo patrimonial y la
acción intentada se encuentra, dado la fecha de los presuntos pagos años 2000 a junio 2003,
prescripta.
Afirmó que su conducta demostró el interés palmario de solucionar y dar por terminado los
planteos de los denunciantes, sin perjuicio de resaltar que fue víctima de amenazas e
intimidaciones por parte de la sociedad para la renuncia de sus honorarios como síndica de la
sociedad, los que reclamará oportunamente por la vía y forma que corresponda.
Expresó que el agravio y perjuicio denunciado en el presente sumario, se convierte en abstracto
y meramente conjetural, teniendo en cuenta que lo resarcible es únicamente cuando el daño se
concreta y sumado al sobreseimiento en la causa penal determina la irreprochabilidad de su
conducta profesional en dichas actuaciones.
Advirtió que el único agravio ha sido subsanado en la causa penal, que determina la inexistencia
de perjuicio o agravio al haber asegurado la total indemnidad de sus ex clientes con la conducta
asumida y denunciada.
Entendió que la única conducta reprochable en el presente sumario, ha sido subsanada en tiempo
y forma al asegurar la reparación económica de los denunciantes con circunstancias excusables
que torna atípica y por ende irreprochable la conducta endilgada, debiendo por ello desestimarse
“in limine” la denuncia formulada en su contra y ordenar el archivo de las actuaciones.
En síntesis, solicitó se declare extinguida por prescripción de la sanción a imponer en este
sumario y/o se la sobresea en función del sobreseimiento operado ante el Tribunal Criminal
interviniente, y/o se aplique subsidiariamente el mínimo de la sanción a imponer (advertencia).III.- Que del descargo de la matriculada y de las actuaciones judiciales agregadas
surgen los siguientes hechos:
1. El Señor Rubacha inició una querella criminal contra la Doctora Erra por los hechos
denunciados en el presente expediente y la investigación del Fiscal actuante determinó
que:
a) Los cheques fueron depositados en cuentas de la Doctora Erra y/o de su esposo;
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b) En el allanamiento dispuesto en el domicilio de la Doctora Erra se secuestraron
26 cajas y una bolsa plástica con gran cantidad de documentación contable referente a
la firma “…S.A.” y el libro IVA Compras N° 3 correspondiente a la sociedad;
c) Los peritajes determinaron una diferencia de $24.581,45 entre la cantidad de
dinero en cheques entregado por la sociedad a la Doctora Erra y el valor real al cual
ascendía la deuda con la Municipalidad de Vicente López;
d) En el material incautado no se hallaron registros contables ni comprobantes de
pago de la tasa de Seguridad e Higiene que den cuenta de tal circunstancia.
2. El Fiscal consideró que las hipótesis delictivas denunciadas en los autos judiciales fueron
debidamente corroboradas, permitiéndole requerir fundadamente la declaración
indagatoria de la Doctora Erra y su marido en los términos del artículo 294 del Código
Procesal Penal de la Nación.
3. El Fiscal señaló que la pesquisa determinó que la Doctora Erra, en su carácter de
contadora de la firma “… S.A.”, desvió en provecho propio los fondos que la empresa le
entregó con el fin de abonar las tasas de Seguridad e Higiene de la Municipalidad de
Vicente López, reteniendo para sí las cantidades recibidas en tal concepto, las que luego
depositó bimestralmente en las cuentas bancarias que a su nombre tenía en los bancos.
4. El Juzgado de Instrucción N° 39, Secretaría N° 135 el 28/09/2005 ordenó el
procesamiento de la Doctora Erra en orden al delito de defraudación por administración
infiel, procesamiento que quedó firme el 23/11/2005.
5. La Doctora Erra solicitó la suspensión del juicio, fundando la solicitud en que el delito lo
permite a lo que suma que se dan las circunstancias por la calificación que permitiría una
condena en suspenso y la carencia de antecedentes, ofreciendo abonar la suma de
$30.000 a favor de “… S.A.” y realizar tareas comunitarias en el Hospital Bernardino
Rivadavia de esta ciudad, lo que fue aceptado por el Señor Rubacha.
6. El Tribunal Oral en lo Criminal N° 28 el 28/04/2010 resolvió suspender el juicio a prueba
por un plazo de un año respecto a la Doctora Erra.
7. Transcurrido el plazo, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 28, el 29/08/2011, resolvió
declarar extinguida la acción penal y en consecuencia sobreseer a la Doctora Erra en
orden al delito de defraudación por administración fraudulenta.
8. En su descargo y alegato final, la Doctora Erra ha señalado que el agravio del
denunciante ya fue subsanado con el depósito de la reparación económica en la causa
penal ante el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 28, y en virtud de la misma, como
condición de la suspensión del juicio a prueba en los términos del art. 76 del Código
Penal.
9. La Doctora Erra imputó a una ex empleada suya, …, quien estando encargada de pagar la
tasa de Seguridad e Higiene de la Municipalidad de Vicente López, se habría quedado
con los dineros que le entregara. Sin embargo, en la actuación penal que la matriculada
iniciara a la ex empleada se sobreseyó a la imputada … por considerarse que el hecho
denunciado no se cometió, no surgiendo elemento alguno que permita sospechar que la
imputada desvió en su provecho o de terceros dinero alguno perteneciente a la firma “…
S.A.”
La Doctora Erra considera que el sobreseimiento dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº
28 y la reparación económica a favor del denunciante efectuada por la profesional en dichas
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actuaciones, termina con todo debate en cuanto a su conducta profesional, ya que lo decidido por
dicho Tribunal hace cosa juzgada en materia administrativa y ante este Tribunal.
Que al respecto, debe señalarse que el Tribuna Oral en lo Criminal juzgó la
responsabilidad penal de la Doctora Erra y en estas actuaciones se está juzgando su
responsabilidad ética, la que no fue objeto de las actuaciones judiciales.
Que asimismo, la Doctora Erra ha planteado la prescripción de los hechos por haber
transcurrido su actuación entre 2001 y 2003.
Que al respecto, se puntualiza que la denuncia ante este Tribunal fue efectuada el 25 de
agosto de 2003, la tramitación de la causa fue suspendida el 4 de diciembre de 2003 y reanudada,
tras la terminación de las actuaciones judiciales, el 18 de junio de 2012. Por lo tanto el planteo
de prescripción no puede prosperar.
Que como lo ha señalado la jurisprudencia de este Tribunal de Ética en casos similares
anteriores, la petición del instituto de la “probation”, si bien tiene el efecto de suspender las
actuaciones penales y, eventualmente, de concluir con un sobreseimiento en caso de cumplir las
condiciones impuestas, desde el punto de vista ético, conforme lo señala el Código Penal en su
artículo 76 quater, habilita la sanción ética de esas conductas en el caso de corresponder.
IV.- Que por todo lo expuesto precedentemente esta Sala considera probado en
sede judicial, de acuerdo al informe del Fiscal, que la Doctora Erra desvió en provecho propio
fondos que le habían sido entregados por “… S.A.” para el pago de impuestos y que retuvo
indebidamente documentación de la empresa que le fuera secuestrada en el allanamiento
dispuesto en su domicilio.
Ello constituye una violación a los artículos 3º y 10° del Código de Ética por cuanto la Doctora
Erra actuó sin integridad en orden al delito por el cual se la procesara y retuvo indebidamente
documentación de su cliente.
LA SALA III DEL TRIBUNAL DE ETICA PROFESIONAL
R E S U E L V E:
Art. 1º: Aplicar a la Doctora Contadora Pública Susana Lucía Erra (Tº 151 Fº 217) la sanción
disciplinaria de “Apercibimiento Público” prevista por el art. 28º, inc. c) de la ley
466, por el desvío en provecho propio de fondos que le habían sido entregados por “…
S.A.” para el pago de impuestos y retener indebidamente documentación de la empresa
que le fuera secuestrada en el allanamiento dispuesto en su domicilio. Actuación carente
de integridad que resulta violatoria a los artículos 3º y 10° del Código de Ética.Art. 2°: Una vez firme la presente resolución dése cumplimiento a la publicidad dispuesta en el
art. 63º y a la liquidación de costas que prescribe el art. 65º de la Res. C.D. 130/01.-
Art. 3º: Las costas originadas en las presentes actuaciones, una vez firme serán a cargo de la
matriculada sancionada, previa liquidación por la Secretaría de Actuación. (Art. 65º de
la Res. C.D. 130/01 y su modificación por Res. M.D. 06/2011).Art. 4º: Notifíquese, regístrese y cumplido, archívese.-
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Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 3 de abril de 2014.-
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