5.4 SIMPOSIO AMG-SEPD: AANCES EN HEPATOLOGÍA Diagnóstico y tratamiento de la ascitis Dra. Maria Victoria Bielsa Fernández (Universidad Autónoma de Guadalajara Jalisco, México) Introducción: Al momento de diagnosticar la cirrosis hepática, aproximadamente una cuarta parte de los pacientes se presentan con ascitis, disminuyendo su calidad de vida y aumentando el riesgo de infecciones y falla renal (1), aproximadamente la mitad de los pacientes con cirrosis, desarrollará ascitis durante un seguimiento de 10 años y de estos, entre un 5 y 10% desarrollará ascitis refractaria, además es la más frecuente de las tres principales complicaciones de la cirrosis: Sangrado variceal, encefalopatía y ascitis (2). Entre los pacientes cirróticos con ascitis, que son hospitalizados, se reporta una prevalencia de peritonitis bacteriana espontánea de entre 30 y 50% aumentando a 50 – 70% su mortalidad a 2 años (3). De estos datos, entre otros se hace obvia la necesidad de establecer un diagnóstico temprano y establecer un manejo apropiado, el cual también dependerá del tipo de ascitis, según la clasificación propuesta por el club internacional de ascitis: Grado I: poca cantidad de líquido, solo detectable por ultrasonido a) Ascitis NO Grado ll: moderada cantidad de líquido, distensión complicada simétrica del abdomen Grado lll: abundante cantidad de líquido, abdomen a tensión con restricción respiratoria Resistente a diuréticos: no puede eliminarse, o su recurrencia no puede evitarse con dosis máxima de diuréticos y restricción de la ingesta de sodio. Intratable con diuréticos: no puede eliminarse, o su b) Ascitis refractaria recurrencia no puede evitarse, debido al desarrollo de complicaciones o efectos adversos inducidos por diuréticos, lo que impide el uso de dosis efectivas de estos fármacos. Clasificación de la ascitis acorde al club internacional de ascitis (4). Diagnóstico: La historia clínica detallada, ayuda a orientarse hacia las diferentes etiologías posibles: cardiaca, peritoneal, pancreática, nefrótica o hepática, más del 80% de los pacientes tienen ascitis de origen hepático, principalmente cirrótica que es de la que se va a tratar este documento, es importante destacar que aquellos pacientes con historial médico irrelevante y se presentan con ascitis, debemos interrogar sobre su peso corporal a lo largo de su vida, ya que se ha concluido que la estratohepatitis no alcohólica puede ser la causa de la cirrosis en muchos de estos pacientes (5). El examen físico también ayuda a determinar la etiología además de corroborar o no la presencia de ascitis, siempre y cuando el paciente no sea muy obeso y tenga entre 1000 y 1500 ml de líquido libre en la cavidad abdominal, de los signos “clásicos”: Ola, matidez cambiante y Puddle, para determinar la presencia de ascitis, el más útil parece ser de matidez cambiante, con una sensibilidad de 83% y especificidad de 56% (6). Ecografía o Ultrasonido: No esta indicada en todos los ascíticos, pero debe realizarse en todo aquel paciente en quien existe duda sobre la presencia y/o ausencia de ascitis, en los pacientes con abdomen a tensión o cirróticos obesos cuya exploración abdominal no permite determinar si hay o no esplenomegalia o masas, en pacientes con cicatrices abdominales, sospecha de ascitis tabicada, en el paciente en quien la primera punción abdominal no se obtuvo líquido (1) y en general en todo aquel paciente en el que se quiera determinar el mejor sitio para realizar una punción abdominal. Otros estudios de imagen, como resonancia magnética o tomografía computada, se reservan para pacientes en quienes la etiología de la ascitis es dudosa o se sospecha de una etiología mixta. Paracentesis diagnóstica: Tanto las guías de la Asociación Mexicana de Gastroenterología, como de la Asociación Americana para el estudio de las enfermedades hepáticas (1,7), se debe realizar una paracentesis diagnóstica en todo paciente hospitalizado o ambulatorio con ascitis de reciente inicio, en cirróticos conocidos que desarrollen signos de infección y en quienes exista duda y quiera establecerse la causa de la ascitis. Ambas asociaciones concluyen que el mejor sitio de punción es el cuadrante inferior izquierdo del abdomen y que no es necesaria la administración rutinaria de plasma o concentrado de plaquetas (al menos que el paciente tenga hiperfibrinolisis o coagulación intravascular diseminada), aún con plaquetopenia por debajo de 19,000 o un TP con INR > a 2.5, debido al bajísimo riesgo de complicaciones por sangrado que se ha reportado en < de 1 por cada 1000 paracentesis (8,9). Examen del líquido ascítico: El estudio inicial en todo paciente con ascitis, debe incluir cuenta celular con diferencial, proteínas totales, y el gradiente albúmina sérica/ascítica (SAAG), que se determina restando la albúmina ascítica de la albúmina sérica, en los pacientes en que se sospecha infección se recomienda hacer tinción de Gram y toma de muestra en frasco de hemocultivo del líquido ascítico. Otros estudios como glucosa, amilasa, deshidrogenasa láctica, búsqueda de BAAR, citología, triglicéridos y bilirrubinas, son opcionales y solo deben indicarse en situaciones especiales. La determinanción del pH, lactato, colesterol y fibronectina se consideran inútiles (1,8). Tratamiento: El tratamiento depende del tipo y grado de ascitis, Para la ascitis no complicada y grado I, es suficiente con recomendar la restricción en la ingesta de sodio a < 2g/día y no es necesario restringir la ingesta de líquidos ni prescribir diuréticos. En los casos de ascitis grado II, además de la restricción de sodio se recomienda el uso de diuréticos, si el paciente solo tiene ascitis y no tiene edema, la monoterapia con espironolactona, iniciando con 100 mg/día, en cambio si el paciente tiene edemas, se recomienda la terapia combinada de espironolactona/furosemida, a razón de 100/40 mg/día, con dosis máximas aceptadas de 400 mg para espironolactona y 160 mg de furosemida, la respuesta al tratamiento se evalúa cada 3 a 5 días, clínicamente se debe esperar una pérdida ponderal de 0.5 kg/día para los pacientes sin edema y 1 kg/día en aquellos con edemas, deben evaluarse además los electrolitos séricos, ya que en caso de hiponatremia, hipo o hipercalemia, deshidratación o aparición de encefalopatía, los diuréticos deben reducirse o suspenderse (1). En cuanto a la ascitis grado III, se recomienda iniciar con una paracentesis evacuadora de grandes volúmenes, considerándose seguro no utilizar albúmina o expansores de plasma, si la extracción es de 5 litros (o menos) de líquido ascítico, para volúmenes mayores, se recomienda la administración intravenosa de 8 g de albúmina por cada litro removido y continuar con el esquema de restricción de sodio dietético y diuréticos (7). La mayoría de los hepatólogos sin embargo, recomiendan iniciar con terapia combinada aún cuando no exista edema y después bajar a monoterapia. Ascitis refractaria, si el paciente en 1 semana de tratamiento a dosis máximas de diuréticos, no presenta una respuesta favorable, o presenta complicaciones serias inducidas por estos medicamentos, tienen un muy mal pronóstico, por lo que deben ser referidos a un centro de transplantes, mientras tanto deberán ser manejados con paracentesis repetidas de gran volumen con reposición de albúmina o derivaciones intrahepáticas transyugulares (10). Por último quiero hacer una breve mención sobre la hiponatremia en el paciente cirrótico, ya que es una complicación frecuente, en estos pacientes se considera hiponatremia cuando el sodio sérico es menor de 130 mmol/l, aunque el límite normal inferior es de 135. Hay 2 tipos distintos la hiponatremia hipovolémica que característicamente no presenta edema ni ascitis y es por contracción el volumen plasmático, cuyo tratamiento es reposición de volumen y la Hiponatremia hipervolémica en la que hay una falla en la excreción renal de agua libre, es en estos casos en los que podrían tener alguna utilidad los nuevos medicamentos llamados aquaréticos o vaptanes que aún están en investigación en pacientes cirróticos (11). Bibliografía: 1. Bosques FJ, Torre A, et al. Guías clínicas de diagnóstico y tratamiento de la ascitis: Fisiopatologóa y diagnóstico de la ascitis. Rev Mex Gastroenterol 2009;74: 387-392 (www.gastro.org.mx) 2. Gines P, Quintero E, Arroyo V, et al. Compensated cirrosis: natural history and prognostic factors. Hepatology 1987;7:12–18 3. Planas R, Montoliu S, Ballestere B, et al. Natural history of patients hospitalized for management of cirrhotic ascites. Clin Gastroenterol Hepatol 2006;4:1385-1394 4. Arroyo V, Gines P, Gerbes AL, et al. Definition and diagnosis criteria of refractory ascites and hepatorenal syndrome in cirrhosis. Hepatology 1996;23:164–176 5. Poonwala A, NAIR sp, Thuluvath P, et al. Prevalence of obesity and diabetes with cryptogenic cirrhosis: a case control study. Hepatology 2000;32:689–692 6. Cattau EL, Benjamin SB, Kniff TE, et al. The accuracy of the physical exam in the diagnosis of suspected ascites. JAMA 1982;247:1164–1166 7. Runyon BA. Management of adult patient with ascites due to cirrhosis: An update Hepatology 2009;49:2087–2107 8. Pache I, Bilodeau M. Severe haemorrhage following abdominal paracentesis for ascites in patients with liver failure. Aliment Pharmacol Ther 2005;21:525-529. 9. Runyon BA. Paracentesis of ascitic fluid: a safe proceeding. Aech Intern Med 1986;146:2259-2261. 10. Draganov PV, Senousy BE. Evaluation and management of patients with refractory ascites. World J Gastroenterol 2009;15:67-80 11. Ginés P, Guevara M. Hyponatremia in cirrhosis: Pathogenesis, clinical significance, and management. Hepatology 2008;48:1002-1010 Preguntas: RESPUESTA CORRECTA EN ROJO Se considera contraindicación absoluta de paracentesis: Hiperfibrinolisis Coagulación intravascular diseminada Plaquetas bajas TP prolongado Ninguna La ascitis grado I se refiere a aquella que: Tiene buena respuesta a diuréticos combinados Responde bien con 1 solo diurético Se detecta únicamente con ecografía Se detecta clínicamente con el signo de matidez cambiante Pone el abdomen a tensión El examen inicial del líquido ascítico siempre debe incluir: Cuenta celular con diferencial, proteínas totales, y el gradiente albúmina sérica/ascítica Cuenta celular con diferencial, tinción de Gram, y el gradiente albúmina sérica/ascítica. Cultivo, tinción de Gram, proteínas totales, y el gradiente albúmina sérica/ascítica Cuenta celular, amilasa, tinción de Gram, y el gradiente albúmina sérica/ascítica. Cuenta celular con diferencial, tinción de Gram, cultivo y deshidrogenasa láctica. En cuanto a la paracentesis evacuadora: Se recomienda siempre administrar 8 g de albúmina intravenosa de por cada litro removido Se pueden extraer hasta 5 litros de líquido ascítico sin administrar albúmina intravenosa Solo en pacientes con paracentesis repetidas debe administrarse 8 g de albúmina intravenosa de por cada litro removido Está contraindicada la administración de albúmina intravenosa, en pacientes con ascitis refractaria. Ninguna de las anteriores es correcta El tratamiento más recomendado para los pacientes con ascitis clínicamente detectable es: Restricción de sodio y líquidos en la dieta Diuréticos combinados y restricción de líquidos Diuréticos combinados a dosis crecientes y restricción de sodio Iniciar con furosemida y después agregar espironolactona Diuréticos combinados a dosis descendentes y restricción de sodio