NOTICIA ¿Puede mi ordenador pensar por mí? Sara Aguareles

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¿Puede mi ordenador pensar por mí?
12/06 - Sara Aguareles
Más allá de las fantasías de ciencia ficción, la Inteligencia Artificial es una disciplina que
permite desarrollar soluciones prácticas para facilitar la toma de decisiones en el entorno
empresarial. El software inteligente no sólo presenta la información que necesitamos, sino que
además es capaz de reflexionar sobre ella y proponer soluciones.
La Inteligencia Artificial es una disciplina que tan sólo cuenta con 50 años de historia. Tal y
como afirma Ramón López de Mantaras, vicedirector del Instituto de Investigación en
Inteligencia Artificial del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IIIA-CSIC), “estamos
como en la edad media para la física”. Sin embargo, los avances se producen en este campo
mucho más rápidamente gracias al interés empresarial en desarrollar nuevas herramientas
informáticas que permitan a los ejecutivos tomar decisiones de una manera más segura.
Según López de Mantaras, “las aplicaciones informáticas que existen actualmente basadas en
Inteligencia Artificial (I.A.) son fruto de años de investigaciones teóricas sobre cómo convertir
en modelos computacionales las habilidades del ser inteligente para que las pueda ejecutar una
máquina”.
Richard Benjamins, director de I+D de Isoco, afirma que “lo que hace 20 años se consideraba
Inteligencia Artificial hoy en día está aplicado ya en todas las empresas y usos cotidianos”.
Según Benjamins, “ya hemos pasado el llamado IA winter, donde esta disciplina estuvo
desligada del mundo real y sin aplicaciones en el mercado”.
Isoco es una de las pocas empresas españolas especializadas en desarrollar software basado en
Inteligencia Artificial, que surgió como spin-off del IIIA-CSIC en 1999. Tal y como lo define
Benjamins, “el software basado en Inteligencia Artificial no sólo presenta la información sino
que además intenta razonar sobre la información y recomendarnos algo”.
Lo que hace 20 años se consideraba Inteligencia Artificial, hoy en día se está
aplicando en todas las empresas
Pongamos un ejemplo práctico. La mayoría de empresas tienen créditos y cuentas bancarias en
múltiples entidades. El director financiero, pues, debe consultar y contrastar muchos datos
distintos que provienen de diversas fuentes de información. Para facilitar esta tarea existe un
programa informático que accede automáticamente vía Internet a todas las cuentas registradas
por la empresa, y recupera toda la información para luego traspasarla a una única hoja de Excel.
Existe la opción de programar el sistema para que este proceso se realice por la noche, de manera
que el director financiero no tiene que dedicar el tiempo a recuperar la información sino a tomar
decisiones basadas en ella. Este producto de software basado en I.A. ya está en el mercado, con
el nombre Get See.
En el campo de las compras y la relación con proveedores, Isoco ha desarrollado otra
herramienta informática que permite controlar la gestión global de los pedidos en una sola
aplicación de software. Richard Benjamins afirma que “a menudo las personas no toman la
decisión óptima por culpa de las complejidades derivadas de un sistema de gestión que no
permite contemplar al mismo tiempo todos los factores que intervienen en la relación con los
proveedores”.
Más allá de los mitos
A pesar de que la Inteligencia Artificial es una herramienta práctica aplicable en muchos casos,
el tiempo ha borrado algunos mitos relacionados con la capacidad de las máquinas para
desbancar al hombre en ciertas tareas.
Richard Benjamins recuerda que “hubo muchas promesas relativas a la I.A. que no se han
cumplido”. Una de las más repetidas era la de la creación de “sistemas expertos” que permitirían
a los ordenadores realizar, por ejemplo, diagnósticos médicos a partir de gran cantidad de
información almacenada en sus discos duros. Aún así, afirma Benjamins, “existen algunas
aplicaciones derivadas de estas investigaciones que sí han entrado en el mercado”.
Google funciona a partir de parámetros de Inteligencia Artificial
En el mismo sentido el vicedirector del IIIA-CSIC reconoce que “ahora estamos pudiendo
desarrollar multitud de aplicaciones prácticas gracias a que durante muchos años hemos estado
investigando en múltiples direcciones, y lo mismo sucederá con las investigaciones actuales, que
darán su fruto dentro de algunos años”.
El buscador de páginas web por excelencia, Google, no deja de ser una herramienta de selección
de la información basado en un mecanismo que razona a partir de lo que los expertos denominan
técnicas de aprendizaje y probabilística, es decir, parámetros de Inteligencia Artificial. “Este
buscador aprende estadísticamente, mejorando sus prestaciones y su efectividad con el paso del
tiempo de manera automática”, según explica López de Mantaras.
“Robots inteligentes” como el que hace funcionar a Google son ejemplos reales de Inteligencia
Artificial, pero el reto de los investigadores va mucho más allá. A pesar de que existen pocas
empresas que desarrollen software inteligente en nuestro país, España se encuentra entre los diez
países más avanzados del mundo en investigación de I.A. El objetivo, compartido por los
expertos de todo el planeta, es conseguir que las máquinas tengan sentido común y
conocimientos tácitos, que son todos aquellos que los humanos hemos ido adquiriendo a partir de
las experiencias vitales. Para ello habrá que conseguir que las máquinas adquieran la capacidad
de aprender cosas por sí mismas, aunque esto es todavía un sueño al que ningún científico se
atreve a poner fecha.
Link: http://www.noticias.com/noticia/puede-mi-ordenador-pensar-mi-f9.html
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