Marco institucional, funciones empresariales y crecimiento económico1 Luis Palma Martos2 1. Este artículo se recibió el 29/03/2006 y se aprobó el 07/06/2006. 2. Ph.D. en Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad de Sevilla, España. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad de Sevilla, España. Profesor titular, Departamento de Teoría Económica y Economía Política, Universidad de Sevilla, España. Correo-e: [email protected] Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 Noviembre - 2006 7 LUIS PALMA MARTOS RESUMEN ABSTRACT El trabajo explora las causas del crecimiento económico, para lo cual: 1) reflexiona acerca del concepto desarrollo económico, haciendo énfasis en la teoría del desarrollo endógeno; 2) analiza la relación entre empresarialidad y crecimiento, considerando en el análisis: la oferta total de empresarios; las características de los empresarios; el desarrollo de sus funciones, que deben ser productivas, más que destructivas o improductivas, si se busca el crecimiento; el fomento de la actitud empresarial; y el impulso a la enseñanza artística como herramienta para desarrollar la creatividad, cualidad necesaria de los empresarios; 3) analiza el marco institucional, es decir, las reglas del juego en las cuales se mueven los empresarios puesto que, a través de acciones políticas transformadoras, que alteren las estructuras de incentivos del sistema, se puede incidir en la aparición de funciones empresariales productivas. This work examines the causes of economic growth, for the purposes of which it: 1) considers the concept of economic development, emphasizing the theory of endogenous development; 2) analyzes the relationship between entrepreneurship and growth, considering the total offer of the businessmen, their characteristics, how they carry out their functions which should be productive more than destructive or nonproductive, if growth is required; encouragement of entrepreneurial attitudes, and the furthering of artistic teaching as a tool to inspire creativity, which is a necessary quality in entrepreneurs, and 3) analyzes the institutional framework, in other words the rules of the game in which entrepreneurs operate, since, through their policytransforming actions which alter the incentive-based structures of the system, this can have a bearing on productive entrepreneurial functions. Palabras clave: desarrollo económico, crecimiento económico, teoría de desarrollo endógeno, empresarialidad, funciones productivas, funciones improductivas, funciones destructivas, economía de la cultura, instituciones. 8 Key words: economic development, economic growth, endogenous development theory, entrepreneurship, productive functions, non-productive functions, destructive functions, economy of culture, institutions. Clasificación JEL: O12, 01. Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 Noviembre - 2006 MARCO INSTITUCIONAL, FUNCIONES EMPRESARIALES Y CRECIMIENTO ECONÓMICO INTRODUCCIÓN El trabajo que se introduce con estas líneas explora las causas del crecimiento económico, adentrándose en una línea argumental bien definida que pasamos a esbozar brevemente. En primer lugar, esbozamos algunas reflexiones acerca del concepto de desarrollo.3 Nos detendremos sobre todo en la teoría del desarrollo endógeno. También nos ocuparemos de los costes del progreso y del hecho de que los temas relacionados con el crecimiento hayan vuelto a erigirse en el núcleo del análisis económico, desplazando al equilibrio general (Lasuén y Aranzadi 2002, 14). La segunda parte del trabajo analiza la relación entre empresarialidad y crecimiento. La tesis, en absoluto original, que subyace en este análisis es que el desarrollo depende, en buena medida, de la oferta total de empresarios. Pero no únicamente. Así, comenzamos por esbozar una caracterización del empresario desde la perspectiva funcionalista, es decir, nos preocupamos por el quehacer del empresario. A continuación, veremos 3. Aunque somos conscientes de las diferencias entre los conceptos crecimiento y desarrollo, nosotros vamos a hacer un uso prácticamente indistinto, si bien el acento está puesto en los procesos de crecimiento. Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 cómo el fomento de la actitud empresarial es una condición necesaria pero no suficiente para el crecimiento. Nos detendremos en explorar cómo el impulso de las enseñanzas artísticas puede ser una buena política para el fomento de actitudes creativas, esenciales para la aparición de vocaciones empresariales. Este argumento puede considerarse una incursión limitada a un frente, pues aceptamos la existencia de otros elementos determinantes de la oferta total de empresarios. No obstante, incidimos en ella por lo sugestivo del planteamiento y las posibles derivaciones del mismo a otros campos del análisis económico. Esta segunda parte se cierra con un análisis de la condición suficiente para que la actividad empresarial implique crecimiento. Esta actividad hace que de las posibles opciones con que cuenta el empresario para desarrollar sus funciones, destructivas, improductivas y productivas, opte por las últimas, y muy especialmente por la función empresarial innovadora, entendida en su sentido amplio. La tercera parte introduce un nuevo elemento en el discurso. Se trata del marco institucional, que podríamos denominar reglas del juego, mediante las cuales los empresarios desarrollan su labor. El vínculo que vamos a explorar es el que relaciona el Noviembre - 2006 9 LUIS PALMA MARTOS diseño del marco institucional y la aparición de funciones empresariales productivas. Naturalmente, es preciso esbozar los elementos que configuran el marco institucional. Esto es así porque llegaremos a la conclusión de que acciones políticas transformadoras de este marco, es decir, que alteren las estructuras de incentivos del sistema, son fundamentales para impulsar las funciones empresariales productivas y, naturalmente, el desarrollo (Baumol y Batey 1993). El trabajo se cierra con un conjunto de conclusiones derivadas del análisis. 1. EL CRECIMIENTO ECONÓMICO COMO OBJETIVO. ALGUNOS ELEMENTOS DELIMITADORES En una primera aproximación podríamos usar como referente una concepción del desarrollo vinculada esencialmente con el crecimiento de la productividad y de la renta per cápita de un país o región determinada (Torres Villanueva 1997, 53). A partir de una concepción como la anterior es innegable un importante progreso a escala global en los últimos decenios. Sin embargo, este progreso no se ha producido sin costes. Apuntemos dos (Lasuén y Aranzadi 2002, 13): el flagrante deterioro 10 de los recursos naturales y la acentuación –que Lasuén y Aranzadi califican de insoportable- de las diferencias en el nivel de vida de las naciones o incluso de las regiones dentro de determinados países. Estos costes, cada vez más visibles, han llevado al análisis económico a desplazar al equilibrio general del eje de la investigación y volver a lo que fue el núcleo de la disciplina en sus orígenes: el crecimiento económico. Esto significa una clara atención a las teorías del crecimiento, fundamentalmente a la emergente teoría del desarrollo endógeno. Esta teoría considera a la empresarialidad y la innovación elementos clave en los procesos de crecimiento. En general, el crecimiento se basaría en el impulso de las actividades intangibles, las más abundantes y dinámicas en los países avanzados, actividades que originarían las innovaciones que serían imitadas por el resto de países en un proceso impulsor del progreso. En el contexto anterior aparece como trascendente el empresario innovador y, por ello, el mayor obstáculo para el crecimiento sería la falta de empresarios. Naturalmente el concepto de empresarialidad no es estático y hoy en día, junto con la figura imprescindible del empresario como individuo, deben destacarse los con- Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 Noviembre - 2006 MARCO INSTITUCIONAL, FUNCIONES EMPRESARIALES Y CRECIMIENTO ECONÓMICO dicionantes institucionales y organizativos. Por otra parte, también varía a lo largo del tiempo el factor esencial que los empresarios deben utilizar para favorecer el desarrollo. En la actualidad este factor sería la generación de conocimiento, que serviría de base para el impulso de las innovaciones, entendidas éstas en un sentido schumpeteriano amplio. En definitiva, se necesitan empresarios con capacidad innovadora que operen en contextos adecuados, favorecedores de esta función. En este trabajo avanzaremos algunas ideas en dos direcciones. En primer lugar, abordaremos la cuestión de cómo puede aumentar la oferta de empresarios; en segundo lugar, y no menos importante, bosquejaremos los elementos del marco institucional que podrían favorecer una función empresarial productiva, como sería cualquier proceso de innovación. Quizá, y así lo hemos entendido, el marco conceptual más adecuado para abordar un análisis del impulso para el crecimiento derivado de la función empresarial innovadora sea el que nos ofrece la tradición schumpeteriana. El esquema de análisis schumpeteriano, basado en los «procesos de destrucción creadora» es, no obstante, susceptible de ser enriquecido en, al menos, dos extensiones. Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 En primer lugar es preciso incorporar como determinantes de los procesos de crecimiento (desarrollo) a las innovaciones menores, donde el aprendizaje, copia y difusión desempeñan un papel sustancial (López García 1997, 94). En este contexto, y para regiones con menor grado de desarrollo, es de gran importancia el análisis del impacto de la tecnología importada, su grado de adaptabilidad y difusión. Las aproximaciones evolutivas son un buen marco de referencia para este tipo de análisis. La segunda extensión al modelo debería abarcar la asignación de la función empresarial. A la tantas veces citada lista de innovaciones («realización de nuevas combinaciones», propuesta por Schumpeter), podrían añadirse otras tipologías. Baumol y Batey (1993, 97) hacen, al respecto, algunas sugerencias. Señalan que la lista no abarca explícitamente las actividades innovadoras de transferencia de tecnología, que aprovechan la oportunidad de tecnologías disponibles y las adaptan a las condiciones locales. Pero, como novedad importante, la lista de Schumpeter podría incluir supuestos de innovaciones en los procedimientos especulativos; podríamos poner como ejemplo, el descubrimiento de una táctica legal, no utilizada previamente, eficaz para Noviembre - 2006 11 LUIS PALMA MARTOS desviar rentas hacia los que la explotan por primera vez. En suma, vamos a entender los procesos de crecimiento en clave evolutiva y dinámica, y vamos a incorporar acciones por parte de los empresarios que limiten e incluso minen estos procesos. Conocer y caracterizar las funciones empresariales nos ayudará a entender esta última afirmación. Asimismo debemos indagar en las acciones políticas que propicien, por un lado, la aparición de empresarios y, por otra, la definición de marcos institucionales que incentiven a los empresarios a llevar a cabo funciones empresariales productivas. 2. LA CARACTERIZACIÓN DEL EMPRESARIO DESDE UNA PERSPECTIVA FUNCIONALISTA Cabría una aproximación al estudio de la actividad empresarial desde dos enfoques. Bajo el enfoque indicativo, la preocupación está centrada en determinar quién es el empresario y lo caracterizaríamos como aquel agente que toma decisiones, asume el riesgo, crea riqueza, ostenta la propiedad y el control de la empresa... Un segundo enfoque, el funcional, dedica su análisis a lo que hace el empresario (O’Kean 1989). 12 O’Kean (1989, 1991) señala, desde esta perspectiva funcionalista, cuatro aportaciones fundamentales a la teoría empresarial. La primera concebiría al empresario como organizador de la producción y su preocupación fundamental estaría centrada en la reducción de las posibles ineficiencias de su empresa. La segunda aproximación entiende al empresario como un agente inmerso en los procesos de mercado y a la busca incesante de oportunidades de beneficios. Una tercera teoría sitúa al empresario en un entorno de incertidumbre y le arroga la responsabilidad de estimar el futuro. En fin, la cuarta aportación considera que el empresario es el agente innovador por excelencia del sistema económico (O’Kean 1991, 51). A continuación veremos con más detalle estas cuatro aproximaciones. 2.1 Leibenstein y la reducción de ineficiencias La aportación de Leibenstein a la teoría empresarial parte del rechazo de las hipótesis básicas del modelo neoclásico. En el marco neoclásico la confluencia de hipótesis y el mecanismo de la competencia determinaban una eficiencia máxima del sistema productivo (O’Kean 1989; 1991, 53). Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 Noviembre - 2006 MARCO INSTITUCIONAL, FUNCIONES EMPRESARIALES Y CRECIMIENTO ECONÓMICO El mundo, según Leibenstein, es substancialmente distinto al descrito en el esquema neoclásico. Como signos de imperfección, Leibenstein señala lo incompleto de los mercados de trabajo, la falta de especificación concreta de la función de producción, incluso el desconocimiento de la misma, y por último la imposibilidad de adquirir todos los factores de producción en el mercado. En la aportación de Leibenstein, es destacable la consideración de intereses contradictorios en el seno de la unidad productiva. Esta realidad, en sintonía con los planteamientos del capitalismo directivista y la teoría de la agencia, podía conducir a decisiones claramente distintas a las previstas por el modelo neoclásico. Otro factor novedoso introducido por Leibenstein es la motivación (O’Kean 1991, 54). En las circunstancias consideradas por Leibenstein, las empresas no minimizan los costes y se origina un cierto grado de ineficiencia que puede disminuirse. Para llevar a cabo este objetivo se realizarán tres tipos de actividades: superar los obstáculos futuros y resolver los vacíos que presente el mercado de factores; completar los factores necesarios para la producción, no proporcionados por el mercado, y por último asumir la in- Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 certidumbre de la organización y su entorno (O’Kean 1989; 1991, 54). Como responsables de las imperfecciones puestas de manifiesto por Leibenstein, éste señala al entorno político y a la misma actividad empresarial. 2.2 Kirzner y la captación de oportunidades de beneficios Kirzner, autor que puede considerarse dentro de la tradición austríaca, discípulo de Mises y sintetizador de las ideas de éste con las de Hayek en su libro Competencia y Empresarialidad, elabora su teoría de la función empresarial basándose en dos ideas de Mises. La primera, relativa al carácter especulador del empresario, carácter consustancial a todo hombre que actúa. Su actividad se centra en la ponderación de circunstancias futuras, inciertas por naturaleza. Su éxito dependerá de lo exacto de sus acciones. La segunda idea de Mises resalta el carácter del hombre provocador de cambios e innovaciones con la esperanza de una ganancia (O’Kean 1989; 1991, 57). Su punto de partida también es crítico respecto del modelo neoclásico, y sitúa al empresario en un proceso de mercado, entendido como «toma de decisiones dinámicamente competitivas en un mundo en el que Noviembre - 2006 13 LUIS PALMA MARTOS los sujetos, que en absoluto son omniscientes, persiguen sus propios fines» (Kirzner 1998, 11). El mercado se entiende, pues, como un proceso que se caracteriza por la imperfecta información que poseen los agentes participantes. Esta realidad provoca en el mercado una serie de desajustes que, en opinión de Kirzner, propician la aparición de oportunidades de beneficios. La detección de esos desajustes y las oportunidades de beneficios concomitantes constituye la función del empresario. De ese modo, el empresario es una pieza fundamental en el proceso de mercado. Kirzner plantea la posibilidad de que la actuación del empresario en pos de las oportunidades de beneficios vaya más allá de la de un agente equilibrador, y llegue a alcanzar naturaleza innovadora (O’Kean 1989). Respecto de la paternidad de esta teoría del empresario, nos resulta curioso y elegante un comentario de Kirzner en el prólogo a la segunda edición de Competencia y Empresarialidad, con el que cerramos el apartado: Como ya he señalado, no pretendía ofrecer con este libro una contribución teórica original y sigo creyendo firmemente que las ideas principales en él desarrolladas (ideas que muchos escritores posteriores han seguido rutinariamen- 14 te atribuyéndome a mí casi en su totalidad, tales como la noción de perspicacia empresarial o el carácter sistemáticamente «equilibrador» de la empresarialidad en el proceso de mercado) no pasaban de ser una nueva exposición y desarrollo de los principios misianos (Kirzner 1998, 9). 2.3 Knight y la lucha contra la incertidumbre La principal aportación de Frank Knight a la teoría del empresario es la inclusión de la variable tiempo y la imperfecta información que esto origina. Esta incertidumbre relaciona directamente la actividad económica con la acción empresarial (O’Kean 1989). La teoría de Knight, expuesta en su libro «Riesgo, Incertidumbre y Beneficio» puede considerarse la de más impacto en la economía convencional. La primera función que Knight asigna al empresario es la de organizador de la producción y como tal, (...) deberá aventurarse en una acción en la que puede conocer las circunstancias actuales con certeza, pero sobre la cual, desconoce el resultado final. La imposibilidad de realizar esta predicción ni aún en términos de probabilidad es lo que se denomina incertidumbre según Knight... El aventurarse a profetizar el futuro y el actuar en consecuencia, conlleva un «riesgo» no asegurable y es éste Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 Noviembre - 2006 MARCO INSTITUCIONAL, FUNCIONES EMPRESARIALES Y CRECIMIENTO ECONÓMICO el merecedor del excedente residual si la predicción ha sido correcta, si la acción ha tenido éxito (O’Kean 1989). El empresario no es necesariamente, según Knight, quien afronta el riesgo. Se preocupa por asegurar a los propietarios de los servicios productivos contra la incertidumbre y la posible fluctuación en sus rentas. La función empresarial, profética como vemos, debe ofrecer suficientes garantías para hacer que otros agentes arriesguen los factores que poseen. No hay que confundir, sin embargo, incertidumbre con mala información. El empresario no dispone de los datos, sencillamente porque éstos no existen. El papel del empresario radica en la estimación de estos datos y la exactitud de esta estimación supondrá el éxito de su actividad. Esta función de estimar los datos requiere un práctico y muy amplio conocimiento del entorno de la empresa, amén del perfecto conocimiento interno de la misma. Para concluir con esta función empresarial, veamos la opinión que sobre el riesgo expone un empresario. Su planteamiento es eminentemente pragmático, y se incluye en un capítulo dedicado al riesgo en un libro titulado «El Oficio de Empresario» (Servan-Schreiber 1991, 77): Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 Frente a un riesgo, es decir, ante cualquier acción a emprender, no me he arrepentido nunca de haber hecho caso a mi intuición. Pero antes, al igual que todos mis colegas cuando están a punto de tomar una decisión, trato de introducir un poco de lógica en el proceso que conduce a ella. 2.4 Schumpeter y la función empresarial innovadora El empresario innovador de Schumpeter es un viejo conocido de la literatura sobre la función empresarial y sobre el análisis económico del cambio tecnológico.4 El empresario de Schumpeter actúa en clave dinámica y desequilibradora. Su «proceso de destrucción creadora» supone la ruptura de un equilibrio establecido para imponer uno nuevo. En la nueva situación el empresario tendrá una posición de privilegio (poder de mercado) que resultará ser la recompensa por su innovación (nuevos productos, nuevos procesos, nuevos mercados, nueva fuente de aprovisionamiento, nueva organización). Pero la trascendencia de la función del empresario schumpeteriano reside en que esta acción desequilibradora impulsa al sistema económico a un proceso de desenvol- 4. Ver Schumpeter (1976, 1984). Noviembre - 2006 15 LUIS PALMA MARTOS vimiento –terminología de Schumpeter– en el que cada nuevo equilibrio se determina en un nivel de crecimiento mayor. En definitiva, la función empresarial innovadora es el factor más relevante de desarrollo económico y además, arrastra con su acción a un proceso de imitación al resto de los empresarios, en beneficio de los consumidores (O’Kean 1989). En efecto, este proceso de entrada de imitadores al mercado destruye la posición de monopolio lograda, temporalmente, por el innovador, lo que determina una situación de mayor competencia y por ende una reducción de precios en el mercado. Las características de la «respuesta creadora» schumpeteriana serían: a) no puede ser predicha aplicando las reglas ordinarias de inferencia de los datos preexistentes; b) modela todo el curso subsiguiente de los acontecimientos y sus resultados a largo plazo y c) tiene que ver con la calidad del personal disponible en una sociedad y con las decisiones, acciones y esquemas de comportamiento individuales. Insiste además Schumpeter en que los mecanismos del cambio económico en la sociedad capitalista se fundamentan en la actividad empresarial (O’Kean 1989). Schumpeter hace una clara distinción entre el empresario innovador y el capitalista, el director o el pro16 pietario de la empresa. También lo distingue del inventor. El empresario trata de lograr realizaciones. En definitiva, ser empresario no es para Schumpeter una profesión. Sólo se es empresario cuando se llevan a la práctica innovaciones, o nuevas combinaciones en terminología schumpeteriana. Por tanto, el carácter de empresario es efímero y funcional. Con anterioridad, hemos señalado que el empresario innovador era el agente clave en los procesos de desarrollo económico. Nos gustaría, sin embargo, matizar lo anterior, puesto que ya el propio Schumpeter descargó de la responsabilidad única de la innovación al empresario innovador individual, característico del modelo expuesto en la «Teoría del desenvolvimiento económico». En un segundo modelo asociado a «Capitalismo, Socialismo y Democracia» plantea un proceso más institucionalizado, también más burocratizado, en el que cabría hablar de un tejido empresarial innovador, donde la figura del empresario individual juega un papel de menor relevancia (Palma 1996). Tal como apuntábamos anteriormente, los condicionantes institucionales o de carácter organizativo pueden, finalmente, resultar determinantes en los logros de los empresarios desde una perspectiva del bienestar social. Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 Noviembre - 2006 MARCO INSTITUCIONAL, FUNCIONES EMPRESARIALES Y CRECIMIENTO ECONÓMICO 3. EL FOMENTO DE LA ACTIVIDAD EMPRESARIAL INNOVADORA Y LA POLÍTICA CULTURAL La idea que subyace a este apartado y que pretendemos explorar es la de que la actitud creativa de los individuos que componen una sociedad genera conductas propicias a la empresarialidad y la innovación, elementos, como hemos visto, claves para los procesos de desarrollo, tal y como pone de manifiesto la teoría del crecimiento endógeno. Como apunta Towse (2005, 33) los defensores de esta teoría destacan la inclusión de los factores culturales en la función de producción, si bien es preciso señalar que el uso del concepto cultura se lleva a cabo en un sentido antropológico amplio y no en un sentido artístico, mucho más restringido. En definitiva, la línea argumental sobre la que se debe trabajar es la que llevará desde la formación artística a la creatividad y desde ésta a las actividades empresariales e innovadoras, favorecedoras de un crecimiento endógeno sostenible, al ser independiente de la base física, es decir, de los factores naturales de producción. Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 3.1 Un apunte sobre el marco general de análisis Dos elementos van a ser apuntados en este trazo del marco de análisis acerca de la relación entre cultura-creatividad-empresarialidad-innovación-crecimiento. Por un lado, nos detendremos en la actual dinámica global-local y en sus efectos sobre las condiciones de vida de los territorios. Por otro, nos referiremos, en el escenario que constituye la sociedad del conocimiento, al gigantesco incremento de la información digitalizada. En relación con la dinámica global-local y su impulso sobre el bienestar de los territorios, Pilotti (2003) resalta algunos elementos en los que los territorios basan sus ventajas competitivas: (...) la ventaja competitiva se basa (…) en la riqueza cultural de un territorio, fundada… en su historia y en la de sus instituciones, en la capacidad de alimentar con sus propias raíces nuevos modos de hacer, producir, consumir, pero sobre todo, nuevas modalidades de conexión y relación entre los hombres: un territorio entre múltiples territorios que reconvierte en tejido (…) relevante y específico en el que profundizar y explorar nuevas fuentes de creatividad. Noviembre - 2006 17 LUIS PALMA MARTOS En el contexto señalado, los bienes y servicios culturales cumplen una pluralidad de funciones erigiéndose en un componente fundamental de los factores determinantes de la creatividad y la innovación, contribuyendo de ese modo a la calidad del desarrollo con una creciente incidencia territorial. Además, la sociedad del conocimiento, a la que aludiremos a continuación, puede reforzar la alianza entre arte, cultura y ciencia, al propiciar una cierta comunidad global de los saberes, comunidad ésta que permitiría la difusión de los impulsos creativos. En definitiva, el fomento del arte y la cultura adquiriría una incuestionable relevancia estratégica, sustentada en su papel reforzador en relación con el capital humano, el entorno medioambiental y el entorno cognitivo y simbólico, elementos fundamentales, como venimos señalando, en los procesos de crecimiento endógeno (Pilotti 2003). Detengámonos ahora en el otro elemento aludido. Nos referimos al ingente incremento de la información digitalizada en el escenario de la sociedad del conocimiento. Esta nueva realidad obliga a un cambio radical de actitud ante la información. Como señalan Lasuén y Aranzadi (2002, 165), el problema que plantea la in18 formación no es ya un problema de inteligencia convergente, es decir, de conocimiento objetivo, sino que se erige en un problema de conocimiento divergente, con un alto componente de creatividad. 3.2 Un esquema interpretativo de la relación entre cultura y actitud empresarial innovadora. A partir de los elementos conceptuales arriba enunciados, podemos definir la empresarialidad pura como: el despliegue de la capacidad creativa de la persona sobre la realidad que la rodea. Estamos, en el fondo, manejando los mismos conceptos desde perspectivas científicas diversas: desde la Economía hablaríamos de empresarialidad e innovación, desde la Psicología de creatividad (Lasuén y Aranzadi 2002, 167-168). Si volvemos al concepto de empresarialidad y a su vínculo con la creatividad, debemos entender que la empresarialidad, en tanto que creatividad, no es un conocimiento objetivo y científico que pueda adquirirse en el mercado.5 Como hemos apun- 5. En todo caso, pueden verse modelos teóricos que incorporan el mercado de funciones empresariales a la hora de analizar las decisiones y óptimos de una empresa. Véase, por ejemplo, Gravelle y Rees 2004, cap.20. Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 Noviembre - 2006 MARCO INSTITUCIONAL, FUNCIONES EMPRESARIALES Y CRECIMIENTO ECONÓMICO tado anteriormente, no se trata de un problema de conocimiento convergente o formal. En ese contexto, la empresarialidad debe entenderse como la capacidad de proyectarse desde lo dado e imaginarse posibilidades de ganancia. Saber qué y cómo hacer algo nuevo y útil (innovar) con la información existente. Naturalmente, este comportamiento económico se define en un mundo con información imperfecta. La noción de empresarialidad se presenta como central para explicar las dificultades que algunos territorios tienen para desarrollarse. Al respecto, Lasuén y Aranzadi (2002, 17) afirman: El obstáculo fundamental que hay que superar, para conseguir que el crecimiento económico que se genera en el mundo económico se difunda, mediante la globalización, rápidamente, al menos desarrollado, de manera que se puedan reducir las diferencias de nivel de vida entre los dos, es la falta de empresarialidad en la mayor parte de los países del globo. A partir de esta convicción, se trata de rastrear los determinantes de la empresarialidad, pues la literatura, en sintonía con la cita anterior, viene reforzando la idea de que el crecimiento depende del número y de la cali- Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 dad –en cuanto a la naturaleza de las funciones que lleven a cabo– de los empresarios que una sociedad posea. En este apartado no pretendemos ofrecer una teoría completa acerca de los determinantes de la oferta de empresarios. Nos interesa, a modo de incursión analítica, esbozar una hipótesis que vincule el arte, la creatividad y la empresarialidad. Lasuén y Aranzadi (2002, 19) señalan a los artistas como anticipadores de los cambios filosóficos, siendo éstos, a su vez, anticipadores de los cambios científicos y tecnológicos. En la misma línea apunta Verdú (2003, 142): «Los militantes de las vanguardias alardeaban de ver más allá, en consonancia con la posición encimada del artista. Veían aquello que los demás no podían ver y eran, desde todos los puntos de vista, profetas». En definitiva, la creatividad que los artistas aportan a la sociedad favorece el que el resto de los individuos adopten actitudes empresariales.6 A partir de la convicción arriba expuesta pueden extraerse dos con- 6. En consonancia con esta idea, una forma de hacer a una sociedad más creativa es fomentar el número de artistas. Un análisis muy sugerente sobre el tema, centrado en el apoyo a los artistas, es el de Abbing (2005). Noviembre - 2006 19 LUIS PALMA MARTOS clusiones con claras implicaciones de política. La primera sería la necesidad de potenciar la educación artística de toda la población, lo que ayudaría a configurar una amplia demanda de servicios artísticos, y contribuiría, por ende, a mantener una oferta estable de éstos, al margen de un posible mecenazgo, ya sea de carácter público o privado. La segunda conclusión, complementaria de la anterior y que más nos interesa ahora, nos llevaría a reclamar medidas que potencien la creatividad de la población en general. El gráfico 1 puede servirnos de esquema para interpretar adecuadamente lo que venimos argumentando. Es preciso indicar que el análisis que subyace en la gráfica se basa en los desarrollos de la psicología cog- nitiva, que resultan de gran utilidad para lograr una mejor comprensión acerca del comportamiento de los individuos, incluso si entendemos que éstos se encuentran envueltos en problemas de naturaleza económica. Como hemos señalado, Lasuén y Aranzadi (2002)7 han avanzado en el estudio de la relación entre formación artística y creatividad. Frey (2005), por su parte, señala que la producción artística puede contribuir a una educación más liberal y abierta y al progreso social de los participantes en la producción. Abunda en el hecho de que algunas experiencias artísticas de naturaleza experimental pueden contribuir al fomento de la innovación y a la adopción de actitudes más favorables al riesgo en los más diversos sectores de la sociedad. 7. Ver sobre todo la segunda parte titulada «La empresarialidad y el arte». 20 Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 Noviembre - 2006 MARCO INSTITUCIONAL, FUNCIONES EMPRESARIALES Y CRECIMIENTO ECONÓMICO Gráfico 1. Formación artística, creatividad y empresarialidad. FORMACIÓN ARTÍSTICA ENTRENAMIENTO EMOCIONAL ENTRENAMIENTO INTELECTUAL ENTRENAMIENTO INTELECTUAL CREENCIAS MOTIVACIÓN (Búsqueda del logro) INTELIGENCIA (Episódica) ACTITUD CREATIVA (causa suficiente) (condición necesaria) CONDUCTAS PROPICIAS A LA EMPRESARIALIDAD Y LA INNOVACIÓN Fuente: Elaboración propia a partir de Lasuén y Aranzadi (2002). 4. FUNCIONES EMPRESARIALES PRODUCTIVAS, IMPRODUCTIVAS Y DESTRUCTIVAS. IMPLICACIONES PARA EL CRECIMIENTO ECONÓMICO Comencemos planteando como hipótesis de partida la formulada por Baumol y Batey (1993, 91): Mientras la oferta total de empresarios varía de unas sociedades a otras, la contribución productiva de las actividades empresa- Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 riales varía mucho más, a causa de su diferente asignación entre actividades productivas tales como la innovación y actividades en gran parte improductivas tales como la especulación o el crimen organizado. 8 8. El País de Madrid (2005, 59) recoge una noticia con el siguiente titular: «Los casos de corrupción ponen en peligro el prestigio de la industria alemana». Según estimaciones de Schaupensteiner, coautor junto a Banenberg del libro «Corrupción en Alemania», la corrupción le cuesta a la economía alemana unos 350.000 millones de euros anuales. Noviembre - 2006 21 LUIS PALMA MARTOS Así, no es la existencia de empresarios, sino que éstos lleven a cabo funciones empresariales productivas lo que determinará el crecimiento. Se considerarán, por tanto, funciones empresariales productivas las que contribuyan al crecimiento económico, es decir, al aumento de la productividad de los recursos, de la renta per cápita y, en general, al desplazamiento hacia afuera de la frontera de posibilidades de producción (Torres Villanueva 1997, 65). Las cuatro funciones empresariales que hemos analizado anteriormente desde una perspectiva funcionalista, pueden calificarse de productivas. En todo caso es difícil distinguir nítidamente la frontera entre actividades productivas, improductivas o destructivas, puesto que los empresarios, al desarrollar su labor, llevan a cabo funciones de diverso tipo. El predominio de una de ellas puede ser el determinante del crecimiento (Torres Villanueva 1997, 64). Las funciones empresariales improductivas serán las que busquen la obtención de beneficios, rentas o ventajas económicas en el ámbito de las acciones del Estado (regulación o redistribución de la renta); también pueden utilizarse los requisitos legales, incluso la infracción de la legislación vigente (Torres Villanueva 1997, 68). Las teorías de la Elección 22 Pública estudian estas funciones bajo la definición de actividades de búsqueda de rentas. En definitiva, se trata de la utilización del sector público por los grupos de presión para crear y distribuir rentas al margen del mercado (García Viñuela, 1995). Naturalmente, entendemos que el mercado no es un mecanismo de asignación infalible, y al plantear sus fallos –externalidades negativas por ejemplo– nos encontraremos con funciones empresariales destructivas. Las consecuencias de las funciones empresariales improductivas afectan a la equidad, la eficiencia y la legitimidad de las instituciones políticas. La búsqueda de rentas puede llegar incluso a transitar el campo de la corrupción. Puesto que los agentes económicos públicos tratarán de maximizar su función de utilidad, la corrupción podrá darse si la utilidad del gestor público excede a la desutilidad esperada del castigo (García Viñuela 1995). Junto a los fallos del mercado, se plantea el concepto de fallos políticos, cuando la actividad política o la de los empleados públicos se ve influida por objetivos distintos a los propios del Estado: corrección de fallos del mercado y favorecimiento del interés general. En opinión de Tanzi (1995), la existencia de relaciones estrechas en una sociedad y el desempeño por parte del Estado de un papel muy activo en la eco- Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 Noviembre - 2006 MARCO INSTITUCIONAL, FUNCIONES EMPRESARIALES Y CRECIMIENTO ECONÓMICO nomía, son circunstancias que favorecen la corrupción. 9 El análisis de las funciones empresariales destructivas debe relacionarse, como dijimos anteriormente, con las externalidades negativas. Pensemos, por ejemplo, en la introducción de innovaciones en la industria química. Junto a los innegables beneficios sociales de estas innovaciones, pueden producirse fenómenos claramente perjudiciales para el entorno medioambiental y las condiciones de vida. La destrucción de recursos sería el efecto determinante para nuestro análisis. Es evidente que la acción de los empresarios está motivada por los rendimientos esperados de su inversión y no por los beneficios o perjuicios externos que puedan generarse. En todo caso, su acción está en consonancia con la definición y garantía de una determinada estructura de los derechos de propiedad sobre el uso de los recursos productivos. Una mala definición o garantía de los derechos de 9. Resulta curioso, no obstante, el papel que la corrupción pudo llegar a representar en entornos de economía planificada. Pejovich (1989) piensa que en la economía soviética la corrupción fue un poderoso y tal vez necesario instrumento para la corrección de los errores que los planificadores cometían. En Hierro Recio (1996) puede verse una síntesis de los elementos que debería integrar una estrategia anticorrupción. Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 propiedad propiciará la aparición de actividades económicas con efectos destructivos (Torres Villanueva 1997, 65-66). 5. MARCO INSTITUCIONAL, FUNCIONES EMPRESARIALES Y CRECIMIENTO ECONÓMICO Volvamos a Baumol y Batey y partamos de nuevo de una hipótesis planteada por ellos (1993, 98): Uno de los principales determinantes del comportamiento empresarial en cualquier circunstancia son las reglas imperantes del juego que rigen los beneficios relativos de cada actividad empresarial. Entendemos por reglas del juego imperantes, al marco institucional en el que se desarrolla la actividad empresarial y vamos, pues, a esbozar los elementos esenciales del mismo. 5.1 Una aproximación a los elementos del marco institucional Cuando los agentes económicos toman sus decisiones se encuentran con un sistema que viene configurado por dos importantes restricciones: la tecnología y el conjunto o estructura de los derechos de propiedad (Gravelle y Rees 2004, cap. 1). Noviembre - 2006 23 LUIS PALMA MARTOS Aunque el stock de conocimiento científico útil en cada momento debe considerarse como integrante de las reglas del juego, nosotros vamos a centrar la atención en la estructura de los derechos de propiedad, es decir, en su definición y garantía. Podemos asumir la definición que propone Eggertsson (1995, 4): Derechos que tienen los individuos para utilizar los recursos: un sistema de derechos de propiedad es un método mediante el cual se confiere a los individuos la potestad de seleccionar, para bienes específicos, cualquier uso entre todo un conjunto de usos posibles no prohibidos» (Alchian 1965, citado por Eggertsson 1995, 41). El concepto de derechos de propiedad propuesto, vinculado a la Economía Neoinstitucional, es más amplio que el concepto jurídico de derechos de propiedad, puesto que se incluyen también reglas sociales. Este concepto de reglas de juego ha sido definido por North (1993, citado por Torres Villanueva 1997, 72) como: las instituciones de una sociedad, esto es, limitaciones ideadas por el hombre para dar forma a la interacción humana o elementos que definen y limitan el conjunto de elecciones de los individuos. En 24 consecuencia, estructuran incentivos en el intercambio humano, sea político, social o económico. La estabilidad de las instituciones dependerá de la percepción que tengan los agentes, especialmente los empresarios, de las ventajas o inconvenientes de las mismas. En definitiva, este cambio institucional acumulativo no siempre conducirá a situaciones mejores desde el punto de vista de la eficiencia, ya que como hemos visto, la dirección del cambio dependerá de la percepción subjetiva de los agentes que lo impulsen. Un concepto de gran trascendencia en la definición del marco institucional es el de coste de transacción. Según Eggertsson (1995, 25) «el coste de realizar transacciones hace que sea primordial la asignación de derechos de propiedad, introduce la cuestión de la organización económica y hace que la estructura de las instituciones políticas sea clave para la comprensión del crecimiento económico». Eggertsson cita una definición de Matthews (1986) según la cual «la idea fundamental de los costes de transacción es que son los costes derivados de la suscripción de un contrato y de su control y cumplimiento ex post, al contrario de los costes de producción que son los costes de ejecución de un contrato» (Eggertsson 1995, 25). Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 Noviembre - 2006 MARCO INSTITUCIONAL, FUNCIONES EMPRESARIALES Y CRECIMIENTO ECONÓMICO Las instituciones tendrían como principal misión el proporcionar información a los agentes y mitigar en lo posible los costes de transacción. El modelo institucional estaría integrado por un conjunto de convenciones informales, normas formales y procedimientos de cumplimiento obligatorio de las mismas. Las convenciones informales son costumbres, códigos de conducta y normas de comportamiento que proceden de la cultura, y tienden a dar continuidad en el tiempo a las soluciones que se aplican a los problemas derivados del intercambio. Las normas formales pueden ser de carácter político, judicial, económico (caso de la delineación de derechos de propiedad) o bien configurar contratos. Al plantear el fenómeno de la corrupción se puso de manifiesto que puede resultar interesante destinar recursos a la alteración, en beneficio propio, de estas normas formales. Por último, se han señalado los procedimientos de cumplimiento obligatorio de las normas como un tercer elemento del modelo institucional. Este elemento viene determinado por la existencia de incentivos para incumplir las normas y contratos. El Estado asume normalmente esta competencia, si bien, como ya se ha apuntado, no necesariamente con la imparcialidad requerida (Torres Villanueva 1997, 73). Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 Una visión de las instituciones que se abre camino en el análisis económico es la evolucionista. Así, Nelson (1995) considera que las instituciones son el resultado de un proceso, relacionado con la evolución de los mercados y la estructura empresarial.10 5.2 Asignación de funciones empresariales y marco institucional Llegados a este punto podemos estimar que los procesos de crecimiento están relacionados con la existencia de funciones empresariales productivas; sin embargo, la aparición de este tipo de función empresarial no es natural, sino que viene determinada por el conjunto de incentivos o cortapisas que constituyan el modelo o marco institucional, también definido como «reglas del juego», que caractericen al sistema económico. Estas reglas del juego definen la estructura de las rentabilidades relativas de las actividades empresariales y en función de ellas los empresarios tomarán sus decisiones. Como sa- 10. Pueden rastrearse los antecedentes de esta visión evolutiva de las instituciones en la obra de Bernard Mandeville. Hayek resaltaba de la obra de Mandeville «La explicación de las instituciones como procesos evolutivos lentos». Ver Martín (2002, cap. 17). Noviembre - 2006 25 LUIS PALMA MARTOS bemos, el objetivo de éstos es acrecentar su propia riqueza, poder o prestigio y no el de perjudicar o beneficiar deliberadamente a la sociedad (Baumol y Batey 1993, 97). Tras una revisión histórica de marcos institucionales diversos (Antigua Roma, China medieval, Alta Edad Media, Baja Edad Media, el Siglo XV y la temprana especulación...), Baumol y Batey (1993, 100114) llegan a la conclusión de que «las reglas del juego pueden ejercer una influencia decisiva para determinar si las funciones empresariales se asignarán de forma predominante a actividades productivas, improductivas o, incluso, destructivas». Al considerar los procesos de innovación y difusión de los avances tecnológicos, la principal fuente de crecimiento, Baumol y Batey analizan la influencia de la asignación de las funciones empresariales entre productivas e improductivas, aunque reconocen otras influencias, sobre estos procesos. Para ello vuelven a basarse en la evidencia histórica, esta vez a partir de Roma y el Egipto helenístico, la China medieval, los años oscuros –año 814 hasta finales del Siglo X, la Baja Edad Media (siglos XI–XIII ) y la Revolución Industrial (Baumol y Batey 1997, 115-122). La evidencia histórica confirma, para el caso de los procesos de innovación, 26 la importancia de la asignación de funciones productivas. En este sentido, el retraso tecnológico de los países de economía planificada y su dificultad para lograr una rápida introducción y difusión de innovaciones, se ha achacado a factores de tipo institucional, relacionados en su mayor parte con el conjunto de derechos de propiedad vigente en esos países. Como una condición necesaria para mitigar esta brecha tecnológica, se propuso una reforma de la estructura de los derechos de propiedad, que debe incorporarse al proceso general de reformas en esos países (Pejovich 1989; Schroeder 1989). Pero el marco institucional de las economías de mercado permite, e incluso favorece la aparición de funciones empresariales improductivas. La especulación, a través de actividades como pleitos o absorciones para limitar la competencia, ha consumido grandes recursos económicos y enormes esfuerzos personales por parte de los directivos de grandes empresas. Naturalmente, las recompensas estaban a la altura de los esfuerzos «improductivos» realizados (Baumol y Batey 1993, 122). La estructura del sistema impositivo es también determinante en la asignación de funciones empresariales. La evidencia muestra la dificultad para obtener altas recompensas en Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 Noviembre - 2006 MARCO INSTITUCIONAL, FUNCIONES EMPRESARIALES Y CRECIMIENTO ECONÓMICO un sistema normal de producción con elevados tipos en el impuesto de sociedades. Este hecho propiciaría dedicar esfuerzos y recursos a paliar el impacto del impuesto o incluso a defraudar.11 5.3 Cambios en el marco institucional, asignación de funciones empresariales y crecimiento. Un apunte La hipótesis central sobre la que se ha discutido en el presente trabajo es la formulada por Baumol y Batey (1993, 92) cuando planteaban que: Es el conjunto de reglas y no la oferta de empresarios o la naturaleza de sus objetivos lo que experimenta cambios significativos de un período a otro y contribuye a dictar el efecto esencial sobre la economía por la vía de la asignación de los recursos empresariales. El análisis de la evidencia histórica a la que hemos aludido anteriormente nos confirma con bastante énfasis que «las reglas del juego que determinan los rendimientos relativos de las diferentes actividades empre- sariales varían de forma esencial, según el tiempo y el lugar» (Baumol y Batey 1993, 99). Asimismo, esta evidencia histórica nos sugiere con fuerza que «el comportamiento empresarial varía de una economía a otra, en función de las variaciones en las reglas del juego» (Baumol y Batey 1993, 99). Puede admitirse una cierta estabilidad, con los matices que se quiera, en la definición de los objetivos empresariales. Por tanto, ceteris paribus los objetivos empresariales, la asignación hacia funciones empresariales productivas vendrá determinada por las «reglas del juego» imperantes. A partir de aquí se puede concluir que si se plantea como objetivo social –susceptible de una acción política– la reasignación del esfuerzo empresarial hacia acciones productivas, esto se puede conseguir con mayor facilidad mediante cambios en las reglas del juego, determinantes de las recompensas relativas, y no tratando de modificar el orden de preferencias de los empresarios. Baumol y Batey (1993, 125) consideran que es fácil pensar en medidas que puedan cambiar el marco ins- 11. Ver al respecto el número monográfico de la Revista Hacienda Pública Nº 1. 1994, sobre «El Fraude Fiscal en la Historia de España». Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 Noviembre - 2006 27 LUIS PALMA MARTOS titucional –reglas del juego– de forma rápida y profunda.12 Los dos ejemplos propuestos por Baumol y Batey apoyan la afirmación anterior y abren una muy interesante vía de investigación al respecto. El primero de ellos alude a la redefinición de la legislación de defensa de la competencia con vistas a evitar procesos legales muy costosos para preservar o crear posiciones de dominio en el mercado. En este contexto cabría hablar también de los procesos de liberalización de mercados y la apertura a la competencia de mercados tradicionalmente al abrigo de ella. El segundo ejemplo se centra en los impuestos como instrumentos capaces de reorientar los esfuerzos empresariales. Plantean un cambio impositivo que desincentive los procesos especulativos. Se trataría de establecer el impuesto sobre los beneficios de capital de forma progresiva, penalizando a los activos que se mantienen por períodos cortos. A medida que aumenta el período de manteni- miento del activo, se reduciría el tipo impositivo (Baumol y Batey 1993, 126). 6. CONCLUSIONES Las ideas expuestas en este trabajo son tan sólo un esbozo que habrá que madurar para ser integradas, con las debidas garantías científicas, en un modelo, dinámico y en clave evolutiva, explicativo del crecimiento económico. La línea argumental es clara. El desarrollo económico tiene un determinante fundamental en los procesos innovadores (tecnológicos o no). La existencia de estos procesos de innovación depende de que las funciones empresariales sean asignadas hacia las de naturaleza productiva. Esta asignación de actividades empresariales hacia las productivas estará en función del marco institucional imperante, pues éste definirá la estructura de recompensas relativas a percibir por los empresarios (Ver gráfico 2). 12. Baumol y Batey en la nota 14, p.136 hacen una reflexión interesante sobre el papel del economista en una propuesta de cambio de valores sociales que acabaría por provocar cambios en las reglas del juego. 28 Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 Noviembre - 2006 MARCO INSTITUCIONAL, FUNCIONES EMPRESARIALES Y CRECIMIENTO ECONÓMICO Gráfico 2. Marco institucional, funciones empresariales y crecimiento económico. ASIGNACIÓN DE FUNCIONES PRODUCTIVAS OFERTA DE EMPRESARIOS INDIVIDUOS CRECIMIENTO ECONÓMICO FORMACIÓN MERCADO MARCO INSTITUCIONAL (Reglas del juego) Estructura relativa de incentivos/cortapisas ESTADO Fuente: Elaboración propia. Por lo tanto, si consideramos estables los órdenes de preferencias de los empresarios –no se propone un cambio de valores13– la modificación del marco institucional mediante la acción política, podría tener efectos beneficiosos para el crecimiento a través de funciones empresariales innovadoras de naturaleza productiva. Concluyamos con Baumol y Batey (1993, 128): 13. Véase, no obstante, lo expuesto en el apartado 3, relativo a la influencia sobre los valores sociales de la formación artística y de una adecuada política cultural. Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 7 - 31 No tenemos que esperar pacientemente a que, a través de un lento cambio natural, se encuentren medidas para reencauzar el flujo de la actividad empresarial hacia objetivos más productivos... pueden cambiarse las reglas de tal forma que ayuden a contrarrestar influencias institucionales indeseables o a reforzar influencias que actúen en direcciones beneficiosas.14 14. El planteamiento de Baumol y Batey hundiría sus raíces en la corriente de pensamiento constructivista; según esta corriente las instituciones son producto de la acción deliberada de los individuos. Puede observarse una cierta contradicción con las corrientes evolucionistas. Sobre el constructivismo y sus raíces ver Martín, J. (2002, cap. 8). Noviembre - 2006 29 LUIS PALMA MARTOS 7. REFERENCIAS Abbing, H. (2005). «El apoyo a los artistas». En Towse (2005), pp. 59-64. Alchian, A.A. (1965). Some Economics of property Rights. Il Politico, No 30, pp. 816-829. Reprinted in A.A. Alchian (Ed) (1977), Economic Forces at Work. Indianapolis, IN: Liberty Fund, pp. 127-149 Baumol, W. y Batey Blackman, S.A. (1993). Mercados perfectos y virtud natural. La ética en los negocios y la mano invisible. Colegio de Economistas de Madrid. Celeste ediciones. El País –Madrid- (2005). «Los casos de corrupción ponen en peligro el prestigio de la industria alemana». Agosto 8. p.59. Eggertson, T. (1995). 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