REPÚBLICA DE COLOMBIA Rama Judicial TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL HUILA Sala Segunda de Decisión M.P. Dr. GERARDO IVAN MUÑOZ HERMIDA Neiva, catorce (14) de octubre de dos mil ocho (2.008). ACCION DEMANDANTE DEMANDADO PROVIDENCIA RADICACION : NULIDAD Y RESTABLECIMIENTO DEL DERECHO : EDGAR SANTANDER PAZ MORALES : NACION - MINDEFENSA - EJERCITO NACIONAL : SENTENCIA : 41 001 23 31 002 2001 0866 00 Aprobado en Sala de la fecha. Acta de Sala No. 106. 1.- LA DEMANDA. EDGAR SANTANDER PAZ MORALES, por conducto de apoderado judicial promueve la acción consagrada en el artículo 85 del Código Contencioso Administrativo contra La NACION – MINISTERIO DE DEFENSA – EJERCITO NACIONAL, en procura de obtener la nulidad del acto administrativo contenido en la Orden Administrativa de Personal No. 1038 del 30 de Marzo de 2001 proferida por el Comandante del Ejercito Nacional, en lo atinente a su retiro del servicio activo por facultad discrecional. En consecuencia solicita, se ordene su reintegro sin solución de continuidad en el grado de D-3, ordenando si es el caso el ascenso al grado que tenía o a uno de igual o mejor categoría; se condene al demandado al pago de todos los haberes dejados de percibir, desde el momento en que se produjo su retiro hasta cuando en fallo de fondo se decrete el reintegro al servicio activo del actor al ejercito nacional. También peticiona se le reconozca y pague en dinero el equivalente a mil (1.000) gramos oro fino conforme a la certificación que expida el banco de la república al momento de la sentencia, como pago de los daños y perjuicios morales causados al demandante por el retiro del servicio y se de cumplimiento a la sentencia en los términos establecidos en el artículo 176, 177 y 178 del C.C.A. 2.- LOS HECHOS. Como argumentos de orden fáctico - en resumen - aduce: EDGAR PAZ MORALES ingreso al servicio del Ejército Nacional el 1 de Febrero de 1977, siendo retirado el 01 de Julio de 1990 con el grado de Sargento Segundo de Infantería, según resolución No. 308 de 1990. El 30 de Diciembre de 1997, ingresa nuevamente al servicio del Ejército Nacional, según O.A.P. No. 12-14 destinado para que preste sus servicios en el Batallón de Inteligencia No. 1. Durante su vida militar obtuvo los mejores logros profesionales en el Ejército Nacional, obtuvo felicitaciones por excelencia profesional, por espíritu militar, excelente desempeño en el cargo, excelente labor, etc. Es un abrupto la equivocación del Gobierno Ministerio de Defensa Nacional Ejército Nacional proferir la orden administrativa No. 1038, en aplicación a lo contenido en el artículo 38 del decreto 1792 de 14 de septiembre de 2000. El artículo 38 del Decreto 1792 del 14 de Septiembre de 2000, es inconstitucional, toda vez que existen vicios de forma en su creación, razón de fondo para solicitar desde ya la nulidad del acto impetrado por inconstitucionalidad sobreviniente. 3.- NORMAS VIOLADAS Y CONCEPTO DE SU VIOLACIÓN. Cita los artículos 44 del Decreto Ley 1792 de 2000 y los artículos 4, 6 y 29 de la Constitución Política por inconstitucionalidad sobreviniente. El libelista sustenta los argumentos de la demanda en que la orden administrativa de personal acusada no es un acto administrativo toda vez que dentro de la misma, su fundamentación legal se estriba en el artículo 38 del decreto 1792 donde contiene simplemente las causales de retiro, que en su totalidad son once. Estima que la entidad accionada pecó en yerro de formación al no fundamentar la resolución de retiro en el artículo 44 del decreto 1792 del 14 de agosto de 2000. Arguye que no se puede pensar que el acto acusado en esta acción se expidió en forma regular, puesto que no lo fundamentó en el artículo 44 del decreto ley 1792 de 2000, dejando así a todas luces una expedición irregular del acto y una falsa motivación en el mismo. Aduce que el sub-judice la administración solamente invocó en forma generalizada el artículo 38 y se abstuvo de invocar el artículo 44 del Decreto 1792 de 2000 en la resolución acusada y en tanto dicho acto administrativo adolece de expedición irregular, abuso de poder y falta de motivación, lo que permite a todas luces solicitar se concedan las súplicas de la demanda. Se refiere a la violación del Decreto ley 1792 de 2000, el artículo 4 y 6 de la Carta Suprema, considerando que con su creación se ha conculcado los predicados materiales supremos y que toda norma que se construya con ese yerro constitucional, se deviene luego como INEXEQUIBLE. Que la expedición del decreto ley acusado, artículo 38, se confeccionó con un vicio formal por lo que deviene como inconstitucional y el decreto en mención rompe estos predicados supremos invocados, por lo cual solicita se de por probado el fenómeno de la nulidad de la resolución No. 1038 de Marzo 30 de 2000 por una sobreviviente inconstitucionalidad y se concedan las pretensiones de la demanda. Considera que el Decreto 1792 de 2000, viola en todo su esplendor el artículo 29 de la Constitución Política, pues resulta tan evidente el defecto de formación que con la sola lectura de los tenores supremos violados e invocados en esta acción y comparados con los decretos acusados, se detecta el yerro. Refiere que el Decreto Ley 1792 de 2000, fluye a la vida jurídica viciado en su formación, con defectos “INSUBSANABLES” por la forma irregular en que se expidieron, ya que el ejecutivo desconoció el procedimiento ordenado por la Constitución y por el Legislador en la ley de facultades, lo que permite solicitar se declare una sobreviniente inconstitucionalidad del decreto 1792 de 2000 en su artículo 38 que sirvió de fundamento en la resolución No. 1038 del 30 de Marzo de 2000 para el retiro del actor y se concedan las súplicas de la demanda. Se refiere extensamente a la expedición a los vicios de formación de las leyes en comento y cita jurisprudencia de la H. Corte Constitucional transcribiendo algunos apartes de la misma. Culmina citando excepción de nulidad de la resolución No. 1038 de 2000 por una sobreviviente inconstitucionalidad de las normas acusadas en la presente acción y transcribiendo apartes de jurisprudencia del H. Consejo de Estado. 4.- ADMISION y TRÁMITE DE LA DEMANDA: La demanda fue admitida el día veinticinco (25) de Febrero de dos mil tres (2003) (f. 53), ordenándose notificar el respectivo auto y correr traslado de la demanda al Procurador Judicial y a la entidad demandada y proceder a su fijación en lista. 5.- CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA: La Nación – Ministerio de Defensa – Ejercito Nacional por medio de apoderado, presentó contestación de la demanda (f.75), declarando como posibles y parcialmente ciertos algunos de los hechos planteados en la demanda. Como razones de la defensa expone fundamentalmente que el acto administrativo impugnado goza de la presunción de legalidad con que están investidos estos, de conformidad con las normas legales y jurisprudenciales. La orden administrativa de personal del Comando del Ejercito No. 1-038 del 30 de Marzo de 2001 artículo 1-170, que dispuso el retiro del actor en sustento del Decreto Ley 1792 de 2000, artículo 38, numeral 9 literal b, lo hizo en uso de la facultad discrecional de que está legalmente investido el ente nominador para disponer el retiro de este tipo de empleados, consecuentemente el acto administrativo mantiene la presunción de legalidad. El apoderado del actor argumenta como motivo de inconformidad su descuerdo con lo dispuesto en el artículo 38 del Decreto Ley 1790 de 2000, pero este no es el momento procesal para debatirlo, si no se está de acuerdo con una norma, el ordenamiento jurídico es estricto al señalar que las normas pueden ser demandadas por vicios de inconstitucionalidad en procura de que las cortes se pronuncien declarando su inexequibilidad o nulidad, si es del caso, pero mientras esto no suceda su cumplimiento es obligatorio y no puede un apoderado per se porque no le guste o no le convenga el contenido de una norma, argumentar que es irregular. Culmina estableciendo que los argumentos esgrimidos señalando que el artículo 38 del decreto 1790 de 2000 es irregular o inconveniente, no tienen ninguna validez en este proceso; el acto impugnado goza de la presunción de legalidad, por lo que están llamadas a prosperar las súplicas de la demanda y manifestando que las pruebas allegadas al proceso son suficientes para ponderar la demanda, que lo solicitado por el actor es superfluo e improcedente al tenor del artículo 178 del C.P.C. 6.- ALEGATOS DE CONCLUSIÓN. 6.1.- Parte Actora (f. 106): El acto administrativo que retira del servicio militar al actor es una decisión sorpresiva, sin argumentación fáctica ni jurídica que lo soporte, desconociendo los principios de razonabilidad y proporcionalidad que encierran toda la decisión administrativa. Cita jurisprudencia del H. Consejo de Estado arguyendo que respecto de la carga de la prueba en la desviación de poder se presentó cambio de criterio jurisprudencial y considera que aplicándola al caso sub-judice por su forma la motivación que se presume legalmente es la del buen servicio y ésta sería insuficiente porque se usó una forma de comodín: La Facultad Discrecional, lo que hace que se considere que realmente no hubo motivación para tomar la decisión, en el sentido en que se hizo retirar del servicio al demandante; mas aún cuando en tales razones hicieron la aplicabilidad de normas que no eran, aplicables al caso teniendo en cuenta que el actor no se trataba de funcionario de libre nombramiento y remoción, sino de carrera administrativa, como se demostró con las calificaciones del servicio que le realizaban única y exclusivamente al personal de carrera, configurándose una falsa motivación y al mismo tiempo produciéndose la desviación del poder teniendo en cuenta además que si bien entró en vigencia la Ley 443 de 1998 dentro de la cual se expresa en su artículo 5 que los empleos desempeñados por agentes de inteligencia son de libre nombramiento y remoción, dio a conocer por parte de la demandada mediante un acto administrativo en donde regule éstas nuevas disposiciones, tal y como legalmente se debió hacer si fuere el caso y mas aún decretar las nuevas vinculaciones con otros nuevos nombramientos y posesiones de conformidad a la nueva legislación. En lo que tiene que ver con el Decreto 1792 de 2000, lo que verdaderamente atañe en el presente asunto es probar lo antes mencionado, que el accionante pertenecía a carrera administrativa independientemente de que el Decreto 1792 de Septiembre de 2000, esté viciado o no de nulidad por vicios de inconstitucionalidad, pues esto sería motivo de otra demanda. Considera que ha quedado efectivamente demostrado, que el artículo 3 de la Ley 443 de 1998 tiene campo de aplicación a los empleados No uniformados del Ministerio de Defensa, Fuerzas Militares y la Policía Nacional. También estima que si existió un cambio de naturaleza de los empleos, no se atendió el procedimiento establecido en el Decreto 1569 de 1998, reglamentario de la Ley 443 de 1998, lo que indica que se configura la desviación y abuso de poder, en razón de que el demandante pertenecía a carrera administrativa. Concluye manifestando que en el hipotético caso que el demandante fuera de libre nombramiento y remoción los motivos que justificaron el retiro del accionante de su cargo, jamás fueron expuestos por la parte demandada, lo que significa que se presenta una falsa motivación y desviación de poder. Arguye que se encuentra desvirtuada la presunción de legalidad del acto administrativo acusado, por lo que se impone acoger las pretensiones de la demanda con fundamento en las causales de nulidad del acto administrativo. 6.2.- Parte Demandada y Ministerio Público: Guardaron silencio. 7.- CONSIDERACIONES: 7.1.- El Problema Jurídico: Concierne a esta corporación determinar si el acto administrativo contenido en la orden administrativa de personal comando ejército No. 1038 de 30 de Marzo de 2001, proferida por el Comandante del Ejército Nacional, por medio del cual se retiró del servicio activo por facultad discrecional al demandante, corresponde a derecho o si por el contrario como lo afirma la parte actora se debe nulitar por falsa motivación, desviación de poder y ser contrario a normas superiores. 7.2.- Lo probado: Dentro del recaudo probatorio allegado se tiene demostrado que el actor se desempeñaba en el Ejército Nacional como Agente de Inteligencia D3 AGI desde el treinta (30) de diciembre de 1997 (f.100) mediante orden administrativa 1211, hasta el día treinta (30) de Marzo de dos mil uno (2001) fecha en la cual es retirado del servicio por facultad discrecional, mediante orden administrativa de personal No. 1-038 de la misma fecha (f. 49). 7.3.- El caso concreto: La Sala estudiará los cargos formulados por el actor, en contra del acto administrativo que lo retira del servicio por facultad discrecional, los cuales de la lectura del libelo se extrae que son la expedición irregular del acto acusado por falsa motivación y abuso de poder y violación de los artículos 4, 6 y 29 de la Constitución Política. 7.3.1.- Expedición irregular y falsa motivación del acto acusado: Expone la demanda que el acto de desvinculación del actor, orden administrativa de personal No. 1-038 del 30 de Marzo de 2001, pecó en yerro de formación (sic.) al no fundamentarse el retiro del funcionario en el artículo 44 del decreto 1792 del 14 de agosto de 2000. Que su expedición se expidió en forma irregular puesto que no lo fundamentó en el citado artículo 44 del decreto, incurriendo en falsa motivación. Que la administración solamente invocó en forma generalizada el artículo 38 del decreto en mención, por lo que el acto administrativo adolece de abuso de poder y falta de motivación. Examinada por la Sala de Decisión la Orden Administrativa de Personal Comando Ejército No. 1-038 de fecha 30 de Marzo de 2001, se tiene que por ella se retira del servicio al D3 AGI PAZ MORALES EDGAR SANTANDER invocando el literal B) numeral 9º del artículo 38 del Decreto 1792 de 2000. Dicha norma prescribe: “ARTICULO 38. CAUSALES DE RETIRO DEL SERVICIO. El retiro del servicio de los empleados públicos del Ministerio de Defensa conlleva la cesación en el ejercicio de funciones públicas, origina el retiro de la carrera y la pérdida de los derechos de la misma y se produce en los siguientes casos: 1. Por renuncia regularmente aceptada. 2. Por supresión del cargo. 3. Por destitución. 4. Por declaratoria de vacancia del empleo en el caso de abandono del mismo. 5. Por orden o decisión judicial. 6. Por destitución, desvinculación o remoción, como consecuencia de investigación penal o disciplinaria. 7. Por pensión de invalidez, jubilación o vejez. 8. Por cumplir la edad de retiro forzoso. 9. Por declaratoria de insubsistencia del nombramiento, en los siguientes eventos: a) Como consecuencia de calificación no satisfactoria en la Evaluación del Desempeño Laboral anual o extraordinaria para los empleados de carrera o de la evaluación del período de prueba. b) Derivada de la facultad discrecional del nominador para los empleados de libre nombramiento y remoción. c) Por informe reservado de inteligencia. 10. Por revocatoria del nombramiento. 11. Por muerte real o presunta del empleado”. (Negrilla fuera de texto). Por su parte el artículo 44 siguiente del citado decreto 1792 de 2000, reclamado en la demanda por falta de aplicación, señala: “ARTICULO 44. DECLARATORIA DE INSUBSISTENCIA DERIVADA DE LA FACULTAD DISCRECIONAL. En cualquier momento, podrá declararse insubsistente un nombramiento ordinario, sin motivar la providencia, de acuerdo con la facultad discrecional que tiene el nominador de remover libremente los empleados que no pertenezcan a la carrera”. Considera la Sala que no se incurre en las causales de nulidad invocadas, de la expedición irregular y de la falsa o falta de motivación por cuanto el artículo 38 contiene, como claramente lo expone, las causales de retiro para los empleados públicos del Ministerio de Defensa y el artículo 44 es el tan solo el desarrollo de la causal en cuanto a las formalidades que se deben tener en cuenta para aplicarla, requisitos que se encuentran cumplidos cabalmente. De otro lado, el cargo desempeñado por el demandante en el Ejército Nacional era de Agente de Inteligencia, el cual se determina expresamente en los formularios de programa personal de desempeño en el cargo, allegados con el líbelo (f. 24- 31), de su hoja de vida (f. 36), en el oficio 237666 del Ejército Nacional (f. 47) y en el oficio No. 263211 del Ejército Nacional (f.56). Y de conformidad con la ley 443 de 1998, artículo 5 el cargo de Agente de inteligencia es un cargo de libre nombramiento y remoción: “Artículo 5º.- De la clasificación de los empleos. Los empleos de los organismos y entidades regulados por la presente Ley son de carrera, con excepción de: (…) 2. Los empleos de libre nombramiento y remoción que correspondan a los siguientes criterios: a.- Los de dirección, conducción y orientación institucionales, que adelante se indican, cuyo ejercicio implica la adopción de políticas o directrices, así: (…) En las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional, los empleos adscritos a las oficinas de comando, de las unidades y reparticiones de inteligencia y de comunicaciones, en razón de la necesaria confianza intuitu-personae requeridas en quienes lo ejerzan, dado el manejo que debe dársele a los asuntos sometidos al exclusivo ámbito de la reserva, del orden público y de la seguridad nacional”… Con relación a la clasificación de los cargos que impliquen labores de inteligencia en las fuerzas militares, los cuales se determinaron como de libre nombramiento y remoción, se ha evaluado por parte de la H. Corte Constitucional la constitucionalidad de dicha clasificación determinando : “5.3. Considera la Corte que no le asiste razón al actor, pues el legislador al excluir del régimen general de carrera administrativa los cargos adscritos a las dependencias de inteligencia y comunicaciones de las Fuerzas Militares y de Policía Nacional, no se basó para ello en un criterio orgánico, es decir, la razón del legislador para excluir de carrera administrativa dichos cargos no correspondió al hecho de laborar en esas dependencias, como lo interpreta el demandante. La exclusión de carrera de los cargos mencionados, obedeció a la necesidad de vincular personal absolutamente confiable dada la naturaleza de las funciones que se ejercen en las divisiones de inteligencia y comunicaciones de las Fuerzas Militares y de Policía Nacional, las cuales requieren de absoluta reserva por involucrar asuntos de orden público y de la seguridad nacional. Es un hecho la relevancia constitucional de la Fuerza Pública en un Estado social de derecho, integrada por las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, por cuanto la finalidad para la cual se encuentran constituidas las primeras, esto es las Fuerzas Militares, es la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del orden nacional y del orden constitucional (CP. art. 217); y la Policía Nacional, tiene como fin primordial el mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas, así como para garantizar la convivencia en paz de los habitantes de Colombia (CP art. 218). Siendo ello así, a juicio de la Corte, los servidores públicos que ejerzan sus funciones en los empleos adscritos a las dependencias de inteligencia y comunicaciones tanto de las Fuerzas Militares como de Policía Nacional, deben ser de la más alta confianza de sus superiores para el ejercicio de sus funciones, como quiera que se manejan asuntos de gran trascendencia para el orden público y la seguridad nacional, que mal utilizados podrían generar situaciones en perjuicio de la colectividad. Por ello, el nominador debe contar con cierta discrecionalidad para retirar del servicio al empleado que no cumpla con las especialísimas calidades profesionales, personales y de confianza máxima que se exigen para el desempeño de los cargos a que se ha hecho referencia, sin que ello implique arbitrariedad o manejo abusivo del ejercicio de la facultad nominadora, la cual en todo caso debe ser manejada con criterio objetivo a fin de no vulnerar los derechos de quienes laboran en esas dependencias. Por lo tanto, no considera la Corte que la exclusión de los empleos adscritos a las unidades y reparticiones de inteligencia y de comunicaciones de la Fuerza Pública, de la regla general de carrera administrativa, vulnere los artículos 125 y 13 de la Carta, dada la especialísima y necesaria confianza intuitu personae que se debe tener en los empleados que laboran en dichas dependencias, por la naturaleza propia de los asuntos de que conocen, que necesitan ser sometidos al exclusivo ámbito de la reserva, del orden público y de la seguridad nacional. Es decir, el legislador al excluir los cargos a que se refiere el aparte demandado de la regla general de carrera administrativa, lo hizo bajo un principio de razón suficiente, dada la prevalencia del elemento de la confianza especial que se debe exigir a los servidores que pretendan desempeñarlos1”. En este orden de ideas, dada la naturaleza del cargo, considera la sala que el nominador, se encontraba facultado para expedir la orden administrativa de personal No. 1-038 del 30 de Marzo de 2001 en lo que se refiere al retiro del AGI PAZ MORALES EDGAR SANTANDER en razón a que conforme la normatividad transcrita el Ejército Nacional ostentaba la facultad de retiro discrecional sin necesidad de motivar, de sus agentes de inteligencia, los cuales son de libre nombramiento y remoción, por la naturaleza de las funciones que desempeñan que son de confianza. Por lo tanto el cargo no prospera. 7.3.2.- Desvío de poder y desconocimiento de los artículos 4, 6 y 29 de la Constitución Política: Expone la demanda que la administración al solamente invocar en forma generalizada el artículo 38 del decreto 1792 de 2000 sin referirse al siguiente artículo 44 en la resolución acusada, incurrió en abuso de poder y desconocimiento de los artículos 4, 6 y 29 de la Constitución Política, al desconocer el ejecutivo el procedimiento ordenado por la Constitución y por el Legislador en la ley de facultades, lo que permite solicitar se declare una sobreviniente inconstitucionalidad del decreto 1792 de 2000 en su artículo 38 que sirvió de fundamento en la resolución No. 1038 de 30 de Marzo de 2000 para el retiro del actor y se concedan las súplicas de la demanda. La Desviación de Poder se configura en aquellos eventos en los que la Administración, al utilizar sus poderes, actúa pretendiendo alcanzar un fin diverso al que en derecho correspondiere de manera general, o a dicha autoridad en particular. Tiene como característica fundamental el hecho de que el acto nace a la vida jurídica con una apariencia extrema de legalidad. Es fundamentalmente subjetiva, en el de las personas que llevan su representación.2 La carga de la prueba consagrada en el artículo 177 del C.P.C, en la jurisdicción contenciosa administrativa, aplicable por expresa remisión del artículo 267 del C.C.A., cuando se enjuicia la validez de una decisión de poder de esta naturaleza, es rigurosa, pues como lo advierte el doctrinante Pedro Antonio Lamprea Rodríguez: “(…) exige no solo la prueba de la inexactitud del motivo alegado, sino, ante todo, la prueba del fin real propuesto por el administrador. De no probarse fehacientemente el desvío de poder, prevalecerá la presunción de que la actuación del servidor público estuvo ajustada rigurosamente a los mandatos legales, pues la deficiencia probatoria confirma el supuesto de la conducta pública ajustada a derecho, aunque exista razonable sospecha de que ello no ocurrió así”.3 1 2 Sentencia C – 161 de 2003, expediente D 4252, M.P. ALFREDO BELTRAN SIERRA. Tratado de Derecho administrativo Autor: Jaime Orlando Santofimio G. Universidad Externado de Colombia 3 Anulación de los Actos de la Administración Pública, 1ª edición, Doctrina y ley, santa fe de Bogotá. En el presente caso el Abuso y la Desviación de poder, la deduce el actor al recalcar sobre la ausencia en el acto administrativo demandado, de la cita y fundamentación en el artículo 44 del decreto 1792 de 2000, considerando la Sala que por ese solo hecho no se ha pretendido por la entidad demandada alcanzar fines diversos a los que en derecho le corresponde, máxime cuando el artículo 44 solo es un desarrollo del artículo 38 anterior, tal como se analizó en ésta providencia. De otro lado, la parte demandante no aporta pruebas que conduzcan a la deducción de un desvío o abuso de poder de parte del Ejército Nacional. Ahora con respecto a los artículos de la Constitución Política citados, éstos prescriben: “Artículo 4: La constitución es norma de normas. En todo caso de incompatibilidad entre la Constitución y la ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales. Es deber de los nacionales y de los extranjeros en Colombia acatar la Constitución y las leyes, y respetar y obedecer a las autoridades.” “Artículo 6: Los particulares sólo son responsables ante las autoridades por infringir la Constitución y las leyes. Los servidores públicos lo son por la misma causa y por omisión o extralimitación en el ejercicio de sus funciones.” “Artículo 29.- El debido proceso se aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas. Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio. En materia penal, la ley permisiva o favorable, aun cuando sea posterior, se aplicará de preferencia a la restrictiva o desfavorable. Toda persona se presume inocente mientras no se la haya declarado judicialmente culpable. Quien sea sindicado tiene derecho a la defensa y a la asistencia de un abogado escogido por él, o de oficio, durante la investigación y el juzgamiento; a un debido proceso público sin dilaciones injustificadas; a presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra; a impugnar la sentencia condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho. Es nula, de pleno derecho, la prueba obtenida con violación del debido proceso.” En el cargo el actor se refiere a que no se debe dar aplicación al Decreto 1792 de 2000 por considerarlo inconstitucional, por lo cual peticiona que se inaplique por existir inconstitucionalidad sobreviviente. Para la Sala no es procedente acceder a la petición de la parte actora sobre la inaplicación del decreto por excepción de inconstitucionalidad por así considerarlo al no encontrar razones para ello; de otro lado en la jurisdicción contenciosa administrativa no es posible hacer declaraciones sobre la constitucionalidad e inconstitucionalidad de un decreto ley por cuanto la competencia funcional en estas materias se encuentra radicada en la H. Corte Constitucional, en ejercicio de la acción pública de inconstitucionalidad, la cual en providencia C -757 del 2001 M.P. ALVARO TAFUR GALVIS, se refirió a éste tema específico en los siguientes términos: “Examinados por esta Corporación cada uno de los artículos del Decreto Ley 1792 de 2000 atacado a la luz de las consideraciones anteriores, se ha de concluir que deben ser declarados inexequibles aquellos preceptos que fueron dictados en relación con el régimen especial de carrera para el personal civil del Ministerio de Defensa, para lo cual no fueron conferidas facultades extraordinarias por el artículo 2° de la Ley 578 de 2000, al no figurar expresamente dentro de los decretos que podían ser objeto de derogatoria, modificación o adición, la Ley 443 de 1998 ni los decretos que la desarrollaron. Respecto de las demás disposiciones del decreto atacado, cuyas materias formaban parte del Decreto 1214 de 1990, incluidos los derechos, deberes y obligaciones del "personal civil del Ministerio de Defensa y la Policía Nacional" a que este alude y que figuraba en el listado contenido en el artículo 2° de la Ley 578 de 2000, esta Corporación declarará su exequibilidad en relación con los cargos examinados en esta sentencia. (…) - Declarar EXEQUIBLES, por los cargos analizados en esta Sentencia, los Títulos I (artículos 1º y 2º), II (artículos 3º a 56), IV (artículos 103 a 109) y V (artículos 110 a 114) del Decreto 1792 de 2000, con excepción de las expresiones "y establece la Carrera Administrativa Especial" contenida en el artículo 1º, "de estas novedades se informará a la Comisión Administradora de Carrera" contenida en el artículo 27, "de conformidad con el presente decreto" contenida en el artículo 47, "y la Comisión Administradora de carrera" contenida en el artículo 110, así como de los artículos 112 y 113 que se declaran INEXEQUIBLES (...)” Así las cosas, encuentra la Sala que los artículos 38 y 44 del Decreto 1792 de 2000, donde se encuentra contenida la facultad de retiro discrecional, fueron declarados EXEQUIBLES por la H. Corte Constitucional por lo tanto no es procedente realizar ningún otro juicio con relación a este punto. Por tanto el cargo no puede prosperar. 9.- DECISIÓN: En consecuencia, el Tribunal Contencioso Administrativo del Huila, Sala Segunda de Decisión, administrando justicia en nombre de la República de Colombia y por autoridad de la ley, F A L L A: Primero: Se niegan las pretensiones de la demanda. Segundo: En firme la presente decisión, archívese el expediente previa anotación en el software de gestión. Cópiese, notifíquese y cúmplase. GERARDO IVAN MUÑOZ HERMIDA Magistrado JOSE MARCELINO TRIANA PERDOMO PINO Magistrado . RAMIRO APONTE Magistrado.