Reja de arado de Izana (Soria)

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M~iseoArqueológico Nacional
PIEZA DEL MES
Reja de arado de Izana (Soria)
LA AGRICULTURA CELTIBERICA
Mayo 1997
La pieza objeto de nuestro estudio es una reja de arado de hierro con hoja estrecha,
alargada y triangular, de perfil algo curvo y con alerones laterales también curvados. La
longitud máxima es de 30 cm. y la anchura de 4,5 cm.
Esta reja de arado fue hallada en un lugar de habitación de Castil Terreño, en Izana
(Soria), durante las campañas de excavación llevadas a cabo por D. Blas Taracena, hace
más de setenta años, en distintos yacimientos celtibéricos de las provincias de Soria y
Logroño. El yacimiento de Izana estana poblado por el grupo celtíbero de los arévacos,
extendido por la mitad sur de Soria, el este de Segovia y el norte de Guadalajara; quienes
lo abandonarían poco después de las guerras sertorianas (72 a.c.) según demuestran las
monedas halladas en dicho yacimiento.
Además de la reja de arado, en esta vitrina se exhiben otros instrumentos de hierro
(azadas, hachas, amelas, horcas, hoces, cuchillos, tijeras de esquilar, cencerros ...etc.), que
son originarios de Izana, así como de los yacimientos de Las Quintanas en Langa de Duero,
La Cuesta de Moro en Calatañazor y Uxama en Burgo de Osma, todos ellos en la provincia
de Soria. Tanto uno como otros deben datarse en la fase tardía de la cultura celtibénca, en
un momento comprendido entre los ss.111-1 a.c.
2. LA A GRICUL TURA CEL TIBÉRICA
Los testimonios arqueológicos y los datos de las fuentes clásicas coinciden en señalar
que la base económica de las comunidades celtibéricas de la meseta oriental era agropecuaria. Si bien el peso de la ganadería es considerable, este sector económico no es el
exclusivo y a su lado ha de valorarse el papel que la creciente especialización agrícola tiene
en el desarrollo global del mundo prerromano meseteño.
Las especies más cultivadas fueron las gramíneas, en especial el trigo, la cebada y el
mijo. Por análisis carpológicos sabemos que el trigo más frecuente es la variedad desnuda
común (Ti-iticurnaestivunl o dril-tlnz), aunque igualmente se documentan la escanda y la
esprilla. Tales cereales, que aparecen repetidamente en las excavaciones calcinados y
depósitados en vasijas de almacenamiento, se destinaban a la preparación de panes,
sémolas, harinas y pastas, mencionadas inclirso por autores como Estrabón o Plinio,
también para alimentar al ganado (plantas forrajeras) y para elaborar bebidas fermentadas
tan del gusto de los pueblos celtibéricos como la cerveza, denominada en las fueriteszythos
y caelia. Recientemente se está tomando en corisideración la existencia en algunos pu~itos
de la meseta de cultivos de regadío y de sistemas evolucionados de rotación y policultivo
para estos tiempos inmediatos a la llegada de los romanos.
Los textos clásicos también se hacen eco de la particularidad de algunas tradiciones
>Y-
Pueblos prerrornanos de la Meseta Norte
agricolas como la del pueblo vacceo, vecinos occidentales de los celtíberos arévacos,
quienes según noticia transmitida por Diodoro de Sicilia (V, 34) reparten anualmente la
tierra de cultivo entre familias y ponen a disposición del común la cosecha obtenida. El
sistema se ha bautizado con el término colectivismo agrario. Asimismo las referencias de
las fuentes a la destrucción de cosechas por parte de las tropas romanas en época de
conquista, el suiiiinistro de trigo que un pueblo ofrece a otro, 10s asaltos que las tribus
montañesas (asnires, cántabros) emprenden sobre las entidades agrícolas de las llanuras
(vacceos) en busca de los excedentes de sus campos, los tributos impuestos en cargas de
cereal además de en animales y iiinntos, o, por ejemplo, la política de Sertorio de
abastecerse de trigo celtiberico en vista a su enfrentamiento con Metelo, son datos para
sopesar la productividad agrícola de aquellas gentes.
Por descontado, la viabilidad de la agricultura depende del medio físico en el cual se
desarrolle -bastante adusto y accidentado en la Celtiberia-, de los medios recnológicos
empleados y de la organización socio-económica desplegada.
2.1. El medio jísico
La aiitigiin Celtibesia abarcaba el irnbito oriental de la Meseta Norte, un espacio
ocupado hoy por las provincias de Soria, Guadalajara y parte dc La Rioja y más
parcialmente sectores de Segovia y Burgos, con prolongaciones hacia la submeseta sur y el
valle del Ebro. El alto Duero, el Arlanza y el Jalón y el Jiloca son las cuencas hidrográficas
principales que articulan este extenso y elevado territorio (la altitud media supera los
800metros). La zona norteña soriana es muy montañosa. En la zona meridional de
Celtiberia las llanuras se combinan con tramos de páramos calcáreos dando lugar al
característico paisaje estepario meseteño, que en época antigua no debió estar tan
despoblado como lo está hoy.
2.2. Los nzedios tec~zológicos.
2.2.1. La eclosión de la siderurgia y el desarrollo de la agricrrltura.
El apogeo detectable en sectores económicos como la agricultura o la minería no se
podría entender de no haberse producido la eclosión de una tecnología clave en la
Protohistoria Final europea: la siderurgia. La adaptación del hierro, llegado con los
colonizadores mediterráneos a la Península, posibilita la manufactura de armas y
herramientas de trabajo de gran dureza y resistencia. Centurias después, en tomo al siglo 111
a.c., el uso del hierro se ha generalizado en la Meseta, muy especialmente en el sector
oriental celtibérico habida cuenta de la proximidad de fuentes ferruginosas tan importantes
como las existentes en la zona del Moncayo.
La reja de Izana y el resto de aperos de esta vitrina se realizaron en fiaguas y talleres
locales con la técnica del martilleo, forjando el hierro caliente en estado sólido que
convenientemente era introducido en agua fría con lo cual se potenciaba la flexibilidad de
las piezas sin disminuir su resistencia, el mismo procedimiento se aplicaba en la
fabricación del famoso armamento celtibérico.
2.2.2. Los aperos de labrarrza
La práctica agrícola es una actividad compleja, asentada sobre una serie de tareas
diferentes ( preparación del terreno, recolección, acarreo, mantenimiento) y eslabonadas
que, requieren herramientas o aperos específicos para cada una de ellas
A. El arado, utz ilrsit-rinte~zto
fundal~tentalpara la prepal-nciórr del terrerzo y par-a /a
sien1bra
Como es bien sabido, la función del arado es preparar- 1;i iici-ra para el culti\ o a rravés
de distintas aplicaciones: lirnpiar y reinovel- la tierra, de$&erronar, trazar surcos, ciibrir la
sirniente. etc
Partes de un arado de tipo dental: 1 ) Timón; 2) Cama; 3) Telera; 4) Reja; 5) Dental; 6) Orejeras, 7)
Esteva; S) Vilortas.
Componentes de u12 arado
Los principales elementos integrantes del arado son seis:
Dental o armazón de madera que se apoya en la tierra y sujeta en su extremo la reja
Reja. Es el elemento encargado de penetrar ypeinar la superficie con el movimiento
de tiro, al colocarse el vértice de la reja apuntando a los cuartos traseros del animal. Las
rejas se unen al extremo del dental mediante herrajes -algunos de los cuales han aparecidos
junto al ejemplar de Izana- anillas o vilortas, que también servirían para acoplar entre si el
resto de partes del arado
La irrupción del arado con reja metálica en la Península, supuso un avance importante
en las técnicas agncolas ya que la fuerza del arado permitió profundizar más en la tierra,
arar más siiperficie y trabajar suelos mucho más duros y al mismo tiempo, favoreció el
drenaje y la oxigenación de la tierra
A j~iiciode Taracena, el ripo de reja de Izana, estrecha y de orejas cortas, es
característico de la Celtiberia, en contraposición a la reja de los arados de la Galia, mas
ancha y con orejas mas largas. Según los estudios de Rees, el modelo de reja larga y delgada
con patillas cortas corresponde a una variedad de arado más avanzada tecnológicamente y
más reciente en el tiempo, aunque tal vez, como sugiere M. Barril, la diferencia de tipos
estribe sencillamente en s ~ adaptación
i
a los suelos de cultivo, usáridose la reja estrecha y
profunda par-a tierras duras y la reja ancha y corta para superficies rnas blandas
Cama es la pieza que une el dental con el timón
Ti~rión Es la vara que enganclia a los animales de tiro, si bien a ieces cama y timón
son una única pieza Sobre este q c \e ejerce la fuerza tie tiro (humana o animal)
Esteva es la pieza que el labrador utiliza para dirigir el arado; en su extremo superior
sucle colocarse un pomo horizontal, a modo de asidero, que se conoce como rllnncera
Tipos de arados
Según la articulación de estas piezas componentes se ha establecido una tipología de
arados. Los modelos más característicos son el arado cztadrangular, el arado radial, el
arado dental y el arado de cama c~u-va,también llamado romano o castellano. Los dos
últimos tipos son los más extendidos en la Península Ibérica. La rejade Izana se adecúa bien
a los arados de tipo radial, cuadrangular y dental, pero no así a los de cama curva, pues en
éstos la reja suele ser lanceolada con largo vástago.
B. Útiles de trabajo p a r a las tareas de recolecciórz, acarreo y niantenimiento.
Una vez preparado el terreno para su conversión en campo de cultivo (labores de tala
y quema, y después, de arado), se procede a la siembra y transcumdo el tiempo necesario
llega la hora de la cosecha. La recolección se lleva a cabo mediante la siega del vegetal para
lo cual se emplean hoces. Una vez segada, la cosecha se acarrea y manipula en trabajos de
limpieza (trilla y aventado). La trilla consiste en separar la paja y el tallo del grano
sirviéndose del trillo. El aventado consiste en separar el grano de la paja, utilizando horcas
o tridentes, pala, bieldos. Cuando es preciso, el aislamiento de la mies se asegura echando
mano de las cribas.Finalmente el grano,
limpio y agrupado, queda listo para ser
almacenado o consumido
En relación con la agricultura, y
concretamente con la fabricación de
aperos de labranza, se desarrollaron
otras
actividades
artesanales
industriales. Podemos
momentos
avanzados
e
hablar
para
de
una
especialización laboral. En este sentido
los hallazgos arqueológicos nos dan
pistas para entender el desarrollo
alcanzado por el trabajo de la madera testiinoniado en la presencia de hachas,
azuelas, cuñas, sierras y ciichillas,
escoplos,
metalurgia
o gubias-, la
-suficientemente
cinceles
representada en martillos, tenazas, yunques, tenazas, limas, perforadores, punzones y
buriles-, la transformación de pieles y fibras textiles a la que hay que asociar una serie de
instrumentos específicos (tijeras de esquileo, chiflas o cuchillas, leznas ...), o la labor de
cantería identificada en cuñas, cinceles y cortafnos utilizados para cortar la piedra.
Contemplamos muchos de estos objetos en las vitrinas dedicadas a la cultura
celtibérica y en los descubrimientos de otras regiones meseteñas, como la cultura Cogotas
11del occidente de la meseta atribuida al pueblo vetón o el área vaccea en el valle medio del
Duero.
2.3. Organización socioeco~zónrica
La reja de Izana debe conectarse con una sociedad celtibérica en ebullición. Los
avances económicos y tecnológicos referidos, junto a otras circunstancias históricas,
militares y demográficas, deparan una jerarquización de la sociedad. A la cabeza de la
misma, un grupo rector de marcado carácter militar se destaca sobre el resto de grupos
sociales -hombres libres, clientes, dependientes y siervos, cuya ordenación interna
desconocemos-, y acaba por dominar las bases económicas de su comunidad (campos,
ganado, minas), controlando la producción y redistribuyendo los excedentes generados por
dichos sectores de cara al comercio. En fin, una sociedad en vías de convertirse en compleja
a la que corresponde una economía especializada. Testimonio de indudable valor, el arado
celtibérico, que pervive con leves transformaciones hasta casi nuestros días, se revela como
indicador económico de este proceso de transformación.
Para finalizar esbozaremos un comentario general sobre la trascendencia del
instrumental agrícola en las formas de vida celtibéricas. Mayoritanamente este tipo de
objetos se han descubierto dentro de los poblados. No obstante, contamos con herramientas
agrícolas formando parte de ajuares funerarios, como la sepultura de la necrópolis de
Turmiel en Guadalaja (¿tumba de un labrador?, ¿tumba de un rico terrateniente?) cuyo
ajuar estaba compuesto por una reja de arado, dos vilortas, una azada, una azadilla y un
buril. Algunos autores plantean la posibilidad de que estos hallazgos deban interpretarse,
desde un plano religioso, como ofrendas votivas de carácter propiciatorio. Un argumento
en este sentido es el hecho de que el tema del arado (en realidad una yunta de bueyes
surcando un territorio) está ligado al rito fundacional de la ciudad, según una tradición
latina de origen indoeuropeo. Se trata de una imagen sacra de sobra conocida en Roma e
igualmente documentada en Hispania, por ejemplo en Emerita Augusta (Mérida) donde
iiria serie
~nonetali ecoge como tipo icoiiográfico el tema dcl arado. La roturación de tierras
se vincula, simbólicamente, con la idea de la fertilidad y vrveza de la tierra.
BIBLIOGRA FÍFI
TARACENA AGUIRRE, B., (1927), "Excavaciones en las provincias de Soria y Logrono. Memoria de las
excavaciones practicadas en 1925-26", Jiorra Siiperior de E.rcavaciones y Antigiiedades, 86, Madrid, pp 32 1 .Las
que comentamos fueron dadas a conocer hace setenta años por este autor.
BARRIL VICENTE, M., (1992). "Instrumentos de hierro procedentes de yacimientos celtibéncos de la
provincia de Sona en el Museo hrqueológico Nacional", Boletín del Miiseo rlrqiieologrco Nacionrrl
(Madrid), 10, pp.5-24. Estudio monográfico y actualizado de un conjunto de herramientas, muchas de ellas
agrícolas, entre las que se incluye la reja de arado de Izana. Resulta interesante comparar estas herramientas
agrícolas con las halladas en otros yacimientos y regiones de la Península y de Europa, en este sentido
apuntamos:
MANRIQUE MAYOR, M.A., (1 980), Instnrmentos de hierro de Numancia, Madnd.
HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ, F., RODRÍGUEZ LOPEZ, D., SÁNCHEZ SANCHEZ, A., (1986-571,
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eilropea, Barcelona. (En especial el capitulo 6, pp. 129-164).
Para la economía de los celtiberos en general pueden consultarse los capitulas dedicados a los pueblos
prerromanos de la meseta dentro de manuales de Historia de España o artículos más específicos entre los que
destacamos.
RUIZ-GÁLVEZ PRIEGO, M., (1991). "La economia celtibérica", en Los Celtas en la Petritisuln Ibérica
~VtimeroExtra de Reivsia de Arq~reologin,pp 72-75
ALVAFEZ-SANCHIS, J.R., (1991). '.La producción doméstica", en Los Celtas etr la Petritrsiila Ibéricn
Nlinlero Extra de Revista de At~qiteologta,pp 76-8 1
PÉREZ CASAS, J.A., (1988); "La economia". en Burillo, F., Pérez Casas. J.A. y de Sus. M" L (Eds )
Celriberos, Zaragoza, pp. 139- 134.
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(
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parti tic ion (iiporI¿icioiie~criticas y
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I rí,
~tr(lil.ioir(,$
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I ' o ~ ~ [ ~ c I I - cton10
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V . Madrid. pp 3-96
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