En cada momento de la historia, Dios responde a los pedidos del mundo de un modo extraordinario: CON UN SANTO...En el siglo XVII, Francia vivía guerras interminables, hambres espantosas; fue el siglo de las riquezas exorbitantes, los reyes poderosos y de la extrema pobreza, de mendigos y de niños abandonados, la más grande respuesta de Dios fue un hombre pequeño, hijo de un campesino que criaba cerdos, un cristiano llamado Vicente de Paúl... Un humilde hombre de oración y acción, que sacudió las conciencias y las preparó para transformar y mejorar el mundo. Hoy, como hace tantos años, su voz sigue siendo actual, El nos sigue hablando con la misma persuasión, dulzura y firmeza, como un verdadero Padre a sus hijas, escuchémosle: “Otro medio, Hijas mías, que les serviría mucho para la oración, es la mortificación. Son como dos hermanas tan estrechamente unidas que nunca van separadas. La mortificación va primero y la oración la sigue; de forma mis queridas hermanas, que, si quieren ser mujeres de oración, como necesitamos, tienen que aprender a mortificarse….” (IX, 391) HIMNO: EL CORAZÓN DE SAN VICENTE (JESED) Oh Señor, dame una canción para Vicente de Paúl. Una que pueda transmitir la gran urgencia del amor. Lo imperativo de servir a los más pobres. Y el fuego abrasador por predicarles la verdad. Oh Señor, dame como él un corazón enardecido, que esté dispuesto de verdad a darlo todo por amor, que no se canse de entregarse sin medida en caridad y que en los pobres reconozca tu presencia oh Señor. Señor la tierra gime de miseria y desgracia y el egoísmo infecta el corazón de los hombres. Cada vez hay más pobres Señor, cada vez más y hace más falta el corazón de San Vicente de Paúl. Oh Señor dale a mi canción el fuego de tu Santo Espíritu para con ella yo encender la llama ardiente del amor. Que la misión de Jesucristo que es amar a los más Pobres, brote en cada corazón como un fuego abrasador. Oh Señor, dale a mi canción la fuerza viva de la gracia, para que el celo y el fervor de San Vicente de Paúl inunde en cada corazón con caridad santa y urgente, la dulce y santa caridad que Jesucristo nos mostró. Danos Señor el corazón de San Vicente de Paúl. IS: Responsorial cantamos la ant. ANT.1: Señor quién puede entrar en tu Santuario para adorar. La Hija de la Caridad, que reconoce que el progreso en la vida espiritual depende del progreso en la mortificación. La Hija de la Caridad, que mortifica sus sentidos sin que se den cuenta los demás es decir sin remilgos. La Hija de la Caridad, que renuncia a una cosa buena por otra mejor. La Hija de la Caridad, que conoce quién es su meta y canaliza sus energías hacia su META. La Hija de la Caridad, que se abstiene de las críticas y de todo aquello que divide la comunidad. La Hija de la Caridad, que sabe dominarse y, en vez de impacientarse, de murmurar, de intentar justificarse acepta con paz las contrariedades. IIS: Espontáneo ANT.2: La base y la regla de la perfección consiste en la mortificación. (nº 1261) Alaba alma mía al Señor: alabaré al Señor mientras viva, tañeré para mi Dios mientras exista. Que mantienen su fidelidad perpetuamente que hace justicia a los oprimidos, que da pan a los hambrientos. No confiéis en los príncipes, seres de polvo que no pueden salvar; exhalan el espíritu y vuelven al polvo, ese día perecen sus planes. El Señor abre los ojos al ciego, el Señor endereza a los que ya se doblan, el Señor ama a los justos. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob, el que espera en el Señor su Dios, que hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en él; El Señor guarda a los peregrinos, sustenta al huérfano y a la viuda y trastorna el camino de los malvados. El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad. LECTURA BREVE: 1 Jn. 4,19 – 21 Nosotros amamos, porque Él nos amó primero. Si alguno dice:”amo a Dios”, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. Y hemos recibido de Él este mandamiento: Quien ama a Dios, ame también a su hermano. QUIERO QUERERTE Que quiero mi Jesús, quiero quererte, quiero cuanto hay en mí del todo darte, sin tener más placer que el abrazarte, sin tener más temor que el ofenderte. (Bis) Quiero olvidarlo todo y conocerte, quiero dejarlo todo por buscarte, quiero perderlo todo por hallarte, quiero ignorarlo todo por saberte. Quiero amable Jesús abismarme, en ese dulce hueco de tu herida y en tus divinas llamas, abrazarme. (Bis) Quiero por fin en Ti transfigurarme morir a mí para vivir tu vida, perderme en Ti Jesús y no encontrarte. (Bis). Momento de silencio…. Ante Jesús Eucaristía, reflexionemos en esta virtud: Cantaremos al inicio y después de 4 estrofas: Bendito, Bendito, Bendito sea Dios los ángeles cantan y alaban a Dios.(BIS) Mientras estuvo el Hijo de Dios en la tierra, practico continuamente la penitencia. (nº 1854) Os digo también; los santos son santos por haber seguido sus huellas, por haber renunciado a ellos mismos y haberse mortificado en todo. (XI, 524) Recuerden hay que hacer buen uso del sufrimiento. (IX, 798) También os diré, muchos han perdido su vocación porque dejaron de aceptar la mortificación como causa de Dios. (IX,798; XI,600) Cantamos:….. Implica la negación de los sentidos exteriores: vista, olfato, gusto, tacto y oído. (nº 1861) Fácil se hace esta lucha con la practica (IX, 850); pues la mortificación, igual que las demás virtudes, se adquiere sólo a fuerza de actos repetidos.(V,415). Incluye el soportarse unas a otras. (IX,174), aceptar las incomodidades de la casa, (IX, 185), controlar la lengua( IX,971) Cuando nos gusta ver alguna cosa, aunque sea lícito, pero no necesario, hay que decirle a los ojos “no miréis eso”. (nº 1860) Cantamos:….. Apegarnos a las criaturas, sin el amor de Dios es pecado, todo eso merece mortificación, aunque parezca pequeño(IX, 514) Como os decía, hijas mías, el primer medio, consiste en resolverse a obrar así, empezando desde hoy. (nº 1266) Imagínense lo que pasaría, si no se mortifican el diablo, el mundo y la carne pueden entrar en sus corazones.(IX,43) Os lo aseguro: si una persona se entrega a sus placeres , a la búsqueda del honor y de sus satisfacciones, irá cayendo en una falta tras otra, hasta perecer finalmente. (nº 1852) No se puede permanecer siempre igual(IX, 845) el progreso de la vida espiritual depende del progreso en la mortificación.(XI,759) Cantamos:….. Meditación:….. Cantamos el Tantum Ergo Tantum Ergo sacramentum, Veneremur cernui, Et antiquum documentum Novo cedat ritui: Praestet fides suplementum Sensuum defectui. Genitori, Genitoque Laus et jubilatio; Salus honor, virtus quoque Sit et benedictio. Procedenti ab utroque Compare sit laudatio. Amén Oramos: Bendito sea Dios. Bendito sea su Santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su Preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el santísimo Sacramento del altar Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su Gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María Virgen Y Madre. Bendito sea San José su castísimo esposo. Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. Amén. VASO NUEVO Gracias, quiero darte por amarme gracias quiero darte yo a ti Señor hoy Soy feliz porque te conocí gracias por amarme a mi también Yo quiero ser, señor amado como el barro el manos del alfarero toma mi vida, hazla de nuevo yo quiero ser un vaso nuevo Te conocí y te amé, te pedí perdón y me escuchaste si te ofendí, perdóname Señor pues te amo y nunca te olvidaré ANT: Someter la naturaleza a la gracia, esto es mortificación, hermanas mías. (nº 1657) MAGNÍFICAT Mi alma engrandece y alaba, la grandeza del Señor y se alegra, y se alegra, en Dios mi Salvador, pues fijó su mirada, sobre mi pequeñez y seré dichosa. Son obras maravillosas, las que Él ha hecho por mí. Infinita, infinita, infinita es su potencia. Y su eterna piedad siempre irá con aquel que lo quiera sin fin. Su poder humilló a los potentes, derribó a los soberbios del trono y sanó la indigencia del pobre, al humilde lo llenó de bienes. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio ahora y siempre por los siglos, para siempre amén (3v). Como lo había dicho Él está en medio de nosotros porque somos todos unidos todos unidos su gran pueblo para siempre amén (3v). ORACIÓN FINAL: ¡Oh Rey de nuestros corazones y de nuestras almas! Aquí estamos humildemente postradas a tus pies, entregadas por entero a tu obediencia y a tu amor; nos consagramos de nuevo por completo y para siempre a la Gloria de tu Majestad; te suplicamos con todas nuestras fuerzas que establezcas tu Reino y concédenos la gracia de que nos entreguemos con todo nuestro ser a la misión de tu Hijo Jesús, el amigo de los pobres, fieles al carisma legado por San Vicente de Paúl. Amén ANGELUS: Un ángel vino de los cielos y a María le anunció El gran Misterio de Dios Hombre que a los cielos admiró. Virgen Madre Señora nuestra recordando la Encarnación; Te cantamos todas tus hijas como a estrella de salvación. Yo soy la Esclava del Señor, mi Dios: la Virgen dijo al contestar; Que se haga en mí según has dicho. Se cumpla en mí tu voluntad. El Verbo para redimirnos, tomo la carne virginal, Se hizo hombre entre nosotros. Librándonos de todo mal