To exist is to resist: Una historia sobre los “sin techo” en

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Venezuela:
To exist is to resist: Una historia sobre los "sin techo" en Venezuela
Matias Lecoq
Rebelión
25-05-08
Estas palabras nacieron sobre una pared de Palestina donde la poesía de su asociación hace
frente a la ironía de su situación. Nacieron del pincel de un combatiente zapatista y ya nunca
dejaran de seguir la ondulación de una mano dibujando "To exist is to resist"...
Se trata de una disociación entre la existencia y existir cuya única aproximación se hace
gracias a un reactor que no distingue resistencia de resistir. Esto podría haber sido un concepto
común si hubiera sido filosófico haciendo referencia a la lucha diaria de cada uno, pero no se
trata de eso. Si es común es por la indiferencia que causa o por el número de personas a
quienes se refiere pero siempre dentro de esta indiferencia, algunas veces mesurada, puesto
que es también pasión que puede provocar.
Está allí. En nuestros campos, en nuestras calles, en nuestras universidades o en nuestros
barrios. Está allí para hacer frente a un sistema asesino excluyente, excluyendo a la gente en
nombre del dinero. Pero su existencia está en la resistencia puesto que es para existir que
eligieron resistir...
Año 2007. Caracas, Venezuela. El contexto internacional envía imágenes al mundo entero que
definen el bien y el mal, haciendo del país de Chávez un tema de Política Exterior que molesta,
campo de toda clase de manipulaciones recordándonos que el mundo no es un remanso de
paz tranquilo. Que el mundo es una lucha para cada uno, quién quiera que sea...
Es aquí donde surge el encuentro con Eduardo, mochila clavada sobre los hombros, gorra
negra, el paso adelantado saludando a camarada tras camarada. Hace cerca de 30 años que
Eduardo es "el" pintor de la plaza Bolívar, centro histórico de una capital símbolo de su país,
dividida en dos, "mundializada", y fuente de una ebullición vital para una sociedad que se
atreve al cuestionamiento. Tiene 59 años, el tinte mate en recuerdo de su padre criollo y es el
primer vocero de los Obreros de las Artes, un pequeño taller improvisado en un terreno
abandonado a algunos pasos de la avenida Urdaneta tras una toma. Son 9 a residir allí.
Pintores, escultores, artistas plásticos, todos cincuentones o más, sin olvidar de defender la
revolución que les permitió tener este espacio, aunque las condiciones no sean perfectas. En la
actualidad, existen. Y luchan por sus condiciones de vida y el ejercicio de su arte, reflejo de su
historia, a veces guerrillero, a veces olvidado de las calles, a veces padre olvidado.
"Sin Techo"
A algunos pasos de allí se encuentra la sede de los "Sin Techo", también obtenida tras una
toma, punta de lanza de la organización popular. Agrupan más de 40.000 familias en todo el
país y tienen en su palmares más de 160 edificios tomados... Existen para responder a una
necesidad común a todos, la de tener un techo ; derecho retirado a numerosas personas lejos
de las perspectivas de igualdad y de justicia y lejos de los centros de las ciudades, agrupadas
en "ranchos" o haciendo de la calle un hábitat forzado.
Su historia está vinculada a la de la Revolución Bolivariana, nacida el mismo año, luchando por
ella y fundando sus esperanzas de consagración en la que transpone sus problemáticas en los
que la sostienen. Esto porque la lucha de los "Sin Techo" representa seguramente el corazón
de un volcán en llamas, la unión de numerosas personas demasiado tiempo expuestas en
situación de exclusión social que han decidido auto-organizarse para no tener que vivir más en
esta calle común a todos, y asesina para algunos...
A partir de los primeros años de la República Bolivariana, Venezuela se posicionó en contra de
uno de los principios de opresión más desarrollados en las democracias modernas
estableciendo una política de participación activa. Comités, consejos comunales, asambleas...
el número de organizaciones populares registró un neto crecimiento que permitió una puesta
en común de la problemática, de los objetivos, yendo hacia una perspectiva de acción antes
difícilmente posible para numerosas personas. Es en este contexto que se surgieron los "Sin
Techo" que algunos años más tarde convocaron cerca de 500.000 personas para una
manifestación por el derecho al alojamiento...
Un contexto muy positivo que toleró un cuestionamiento de la propiedad privada pero que no
olvidó transmitir también sus contradicciones. La deriva presupuestaria del Gobierno en cuanto
a la orientación de los créditos hace que a menudo las estructuras populares estén en
búsqueda de fondos y que deban concentrarse en una autofinanciación difícil mientras que los
petrodólares llenan las cajas de Miraflores y no sólo eso... El hecho de que la población esté
dividida en dos ha implicado confrontaciones con la policía municipal de algunos municipios
dirigidos por la oposición que han llegado hasta intercambios armados y la pérdida de
camaradas. Una guerra submarina llevada a cabo por los propietarios de los edificios que se
traduce también en detenciones abusivas o tentativas de desalojo que hace que los "Sin
Techo" están en una zona de no derecho entre tolerancia y opresión.
Las Tomas
Pero durante estos años, después de su primer acto de desobediencia civil que fue la toma del
edificio que es actualmente su sede, los "Sin Techo" establecieron un trabajo administrativo
que ha permitido el censo de 40.000 familias intentando ponerlos en relación con los distintos
servicios de ayuda disponible (FONDUR, etc). Aun así el número de personas necesitadas y la
urgencia de la situación hizo que el corazón de la lucha tomara su sentido en las ocupaciones
de edificios, las tomas, el acto de resistencia más importante. No solamente por su sentido
simbólico sino sobretodo por el hecho de que tras esta lucha "callejera", han sido 2,3,4,30 ó 40
familias que han podido dormir bajo un techo señal de esperanza.
La toma en si misma es un acto comunitario que tiene como objetivo la ocupación y la
instalación de familias en los edificios. Después de localizar el "objetivo", un lugar desocupado,
el acto reúne a todos los miembros de la comunidad para forzar el pacto que permitirá a los
nuevos inquilinos de emplazarse. Manifestación de lucha por excelencia, 100 personas se
reúnen bajo las farolas del centro de la ciudad, impacientes por ver las puertas abrirse bajo la
presión que ellos, personas del pueblo, habrán producido entre rabia y sufrimiento. La entrega
llega en el momento en que los primeros cruzan la puerta y cuando finalmente todos entran. No
en sus casas, sino en “la toma”. Y entonces las familias se apropian del sitio y ocupan el lugar
que será objeto de negociaciones forzadas con el propietario de estas paredes anestesiadas
por el tiempo para que el que tiene acepte a los que, como él, son...
Los "Sin Techo" tienen un funcionamiento contra-asistencial promocionando a su vez la autoorganización. Una vez en el edificio, la única norma decretada es la constitución de
organizaciones comunitarias de vivienda (OCV), puesto que nadie será propietario sino que se
vivirá en convivencia. Deberán responder los unos por los otros debiendo desarrollar normas
comunes. Los consejos locales existen para administrar la vida comunitaria y permitir la
instauración de proyectos que miren hacia el futuro, el único punto por el cual los "Sin Techo"
permanecen en relación con el edificio...
La propiedad social
Su combate comienza realmente tras la resolución de su problema aceptando el hecho de que
la solución propuesta no puede ser sino parcial, que su lucha no se detiene en obtener un
techo sino en construir un modo de vida basado en otros valores.
Todos se enfrentan con su situación personal definida en la exclusión social puesto que es en
la calle donde crecieron o en un "ranchito" donde se construyeron, pero esta confrontación es
sobre todo contra un mundo que los consume y contra el cual eligieron la insurrección.
Y para eso se basan en algo muy simple que todo ser humano está en capacidad de aceptar
pero que constituye la base de nuestra economía moderna atreviéndose al cuestionamiento de
la propiedad : que la tierra no pertenece a nadie. Que cada ser humano tiene el derecho de
respirar, de vivir y de poder dormir bajo un techo sin tener que prostituirse. Que la propiedad
privada va en contra de la libertad y de la igualdad favoreciendo una especulación de la que
sacan provecho unos pocos. De ahí nació un concepto de propiedad social que se define en su
interés colectivo y que por tanto defiende que no se puedan poseer 50 apartamentos por puro
interés comercial. Un concepto que afirma también que la tierra no puede ser objeto de
privatización ya que debe de estar cultivada porque la soberanía alimentaria es primordial a
toda escala y que muchas son las personas que sufren de desnutrición al destinarse campos
de remolacha para hacer golfs. Un concepto que acepta la propiedad sólo a escala humana,
respetando las necesidades primarias de cada uno y de todos y participando en la doctrina de
Rousseau que hace que no haya "ciudadanos suficientemente opulentos para comprar a otros
ni otros de suficientemente pobres para ser obligados a venderse".
Para eso hacen y repiten las tomas. Para eso desarrollan la auto-organización. Para eso
establecen proyectos de emancipación como el de Charallave.
El proyecto Charallave
A que podría parecer una toma en pleno campo? ¿Cuál sería el interés de ir a buscar un techo
allí donde no lo hay?
Charallave es una ciudad a medio camino entre La Guaira y Caracas bordeada por la autopista
y el ferrocarril. Una ciudad entre industria y agricultura que se convirtió con el paso del tiempo
en ciudad dormitorio pero que cuenta con unos terrenos desocupados de carne y hueso y
también de asfalto y cemento. Hace varios meses que los "Sin Techo" preparan este proyecto
por medio de numerosos campamentos improvisados in situ y la construcción de la
planificación de lo que constituye la última fase de lo que quieren representar : una apertura
hacia la auto-construcción en donde reunirse permitirá la creación de una comunidad que
construirá su hábitat, sus cooperativas de trabajo, su autogestión. Un proyecto en donde se
sobrepasa el marco de la búsqueda de un techo. En donde se permitirá pasar de la opresión a
la emancipación.
Así pues, 40 familias forman parte de este proyecto. Algunos tomaron cursos de arquitectura
para dibujar los planos de las futuras casas comunes, otros utilizaron sus conocimientos para
hacer una lista de los materiales necesarios y todos se concentran en las cooperativas de
trabajo que se pondrán al servicio de la comunidad : transporte, educación, salud, comercio..
se decide todo en concertación y gracias al apoyo interno de los "Sin Techo" y de otras
organizaciones que pueden aportar un apoyo externo. Ciertamente, esto no oculta los
problemas intrínsecos a tal iniciativa, acentuados en el caso de una población que tiene un
acceso limitado a la educación y a la esperanza, y se puede asistir a una falta de participación
de algunos, de concienciación. Sin embargo, lo que es seguro hoy es que Charallave ya no es
para ellos un proyecto sino el nombre de la ciudad que los acogerá mañana. Las primeras
casas se construirán en diciembre de 2007 con el acuerdo del propietario que prefirió
suscribirse a la causa más bien que de enfrentarse a la presión popular.
La lucha por el sueño
Eduardo por su parte no irá a vivir a Charallave ; demasiado vinculado a su taller y a su lucha
para la cual "Patria, Socialismo o Muerte" no es sólo un simple lema. No es solo su caso, ya
que muchos son los que están agradecidos a esta revolución y a los "Sin Techo".
Los "Obreros de las Artes" se han beneficiado, y continúan beneficiándose de las tomas que
ofrecen perspectivas de alojamiento pero también salas de exposiciones, de producción de TV
y musical, gabinetes de odontología, espacio para las cooperativas de trabajo. Son cerca de 50
grupos los que se crearon dentro de la estructura y que están vinculados a este combate sobre
el derecho al alojamiento aunque saben muy bien que en paralelo debe efectuarse un trabajo
de concienciación importante : "juventud Guevarista" para las actividades deportivas, el "Canto
Hindú Afroamericano" para la música, Soberana TV... al igual que Eduardo, Arrap, Corupe o
Norelis. Ellos trabajadores de las artes, obreros de los sueños...
Sueños que transmiten cada semana a estos 30 niños que vienen a aprender a dibujar en lo
que han soñado, siendo por el momento el papel su sola herramienta para expresarlo.
Compartir una vida en un taller no es cosa fácil; cada uno posee su vida, su historia, sus
dificultades, el elemento estable para luchar sigue siendo la dignidad porque es para existir que
eligieron resistir.
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