Tribunal Supremo (Sala de lo Civil, Sección 1ª). Sentencia núm

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Tribunal Supremo (Sala de lo Civil, Sección 1ª).Sentencia núm.
1166/2004 de 25 noviembreRJ\2004\7558
Tribunal Supremo (Sala de lo Civil, Sección 1ª).
Sentencia núm. 1166/2004 de 25 noviembre
RJ\2004\7558
SEGURO CONTRA DAÑOS:
acción directa del perjudicado contra la aseguradora: improcedencia:
evento dañoso no delimitado en el contrato de seguro.
CONDENA EN COSTAS: temeridad o mala fe acredora de la condena: apreciación discrecional del
Juzgador de instancia: no es susceptible de casación.
Jurisdicción: Civil
Recurso de Casación núm. 3229/1998
Ponente: Excmo Sr. clemente auger liñán
Los antecedentes necesarios para el estudio de esta Sentencia se recogen en su primer
fundamento jurídico.El TS declara no haber lugar al recurso de casación interpuesto contra
Sentencia dictada por la Sección Decimoséptima de la Audiencia Provincial de Barcelona.
En la Villa de Madrid, a veinticinco de noviembre de dos mil cuatro.
Visto por la Sala Primera del Tribunal Supremo, integrada por los Magistrados indicados al margen, el
recurso de casación contra la sentencia dictada en grado de apelación por la Audiencia Provincial de
Barcelona, Sección decimoséptima, como consecuencia de autos, juicio de menor cuantía número
493/1996, seguidos ante el Juzgado de Primera Instancia número 8 de Terrassa, sobre reclamación de
cantidad, el cual fue interpuesto por Doña Patricia y Don Ricardo, representados por el Procurador de los
Tribunales Don Carmelo Olmos Gómez y defendida por la Letrada Doña Desgracias Talaverano Rico, en
el que es recurrida Allianz Cía. de Seguros y Reaseguros, SA, al cambiar su denominación la compañía
«Allianz Ras Seguros y Reaseguros», representada por el Procurador Don Antonio Ramón Rueda, la
cual no presentó escrito de impugnación al recurso y defendida por el Letrado Don Jaume Sorribes
Ferrer.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO
Ante el Juzgado de Primera Instancia número 8 de Terrasa, fueron vistos los autos, juicio de menor
cuantía, promovidos a instancia de Dª Patricia y Don Ricardo, contra la compañía de seguros reunidos La
Unión y el Fénix Español, SA, sobre reclamación de cantidad.
Por la parte actora se formuló demanda arreglada a las prescripciones legales, en la cual solicitaba,
previa alegación de los hechos y fundamentos de derecho: «...dictar sentencia por la que se declare:
A). Que la compañía de seguros reunidos La Unión y el Fénix Español, SA en virtud de lo declarado
por la sentencia de fecha 8 de junio de 1993 ( RJ 1993, 4469) de la Sala Primera del Tribunal Supremo
respecto de su asegurado Don Víctor y por imperativo legal debe abonar el importe de las obras
necesarias a fin de subsanar los defectos de la vivienda de los actores de acuerdo con las bases
recogidas en el fundamento número 6 de la sentencia de fecha 20 de febrero de 1989 del Juzgado de
Primera Instancia número 3 de Terrassa en los autos de menor cuantía número 329/88, incluyendo en
tales gastos el coste del proyecto de reparación, el de la licencia municipal y los gastos ocasionados a la
familia de los actores por tener que abandonar la casa y alojarse en otro domicilio durante las obras, sin
que pueda superar dichos importes la cantidad de 9.280.546 pesetas, es decir, los 10.000.000 de
pesetas importe de la póliza de seguro menos las 719.454 pesetas recibidas por los actores a través del
Juzgado de Primera Instancia número 3 de Terrassa.
B). Que se imponga a la demandada aseguradora el recargo por demora del 20% anual desde la fecha
de 21 de mayo de 1989 al importe que resulte del petitio A) anterior expuesto.
C). Que se impongan a la demandada las costas procesales por imperativo legal».
Admitida a trámite la demanda, por AGF Unión Fénix Seguros y Reaseguros, SA (actual denominación
de La Unión y el Fénix Español, Seguros y Reaseguros S.A), contestó a la demanda y tras alegar los
hechos y fundamentos de derecho que estimó oportunos terminó suplicando al Juzgado: «...dictar
sentencia por la que, acogiendo las excepciones alegadas, se desestime la demanda en todas sus
partes, absolviendo de la instancia a mi principal e imponiendo las costas a la parte actora por imperativo
legal».
Por el Juzgado se dictó sentencia con fecha 4 de diciembre de 1997, cuya parte dispositiva es como
sigue: «
Fallo
: Que desestimando las excepciones de cosa juzgada y prescripción interpuestas por el Procurador
Don Jaime Galí Castín y desestimando la demanda formulada por el Procurador Don Jaime Izquierdo
Colomer en nombre y representación de Doña Patricia y Don Ricardo, debo de absolver y absuelvo a La
Unión y el Fénix Español S.A, de los pedimentos de la misma, imponiendo a Doña Patricia y Don Ricardo
el pago de las costas causadas en el procedimiento».
SEGUNDO
Contra dicha sentencia se interpuso recurso de apelación que fue admitido y, sustanciado éste, la
Audiencia Provincial de Barcelona, Sección decimoséptima, dictó sentencia con fecha 15 de julio de
1998, cuya parte dispositiva es como sigue: «
Fallamos
: Que estimando en parte el recurso de apelación interpuesto por la representación de Doña Patricia y
Don Ricardo, con revocación de la sentencia dictada en fecha 4 de diciembre de 1997, por el Sr.
Magistrado del Juzgado de Primera Instancia número 8 de Terrassa, en los autos de que el presente rollo
dimana, debemos condenar y condenamos a La Unión y el Fénix Español a satisfacer la diferencia entre
la suma consignada y la que representa el límite total de sus responsabilidades, diferencia que asciende
a la cantidad de un millón trescientas sesenta y seis mil quinientas cincuenta pesetas (1.366.550 ptas.), a
repartir entre todos los perjudicados, y todo ello sin hacer condena en las costas de la instancia y sin
especial pronunciamiento en orden a las de esta alzada».
TERCERO
El Procurador Don Carmelo Olmos Gómez, en representación de Doña Patricia y Don Ricardo,
formalizó recurso de casación que funda en los siguientes motivos:
I.–Al amparo del artículo 1692, 4º de la Ley de Enjuiciamiento Civil ( LEG 1881, 1) : Infracción de las
normas del ordenamiento jurídico o de la jurisprudencia, que fueren aplicables para resolver las
cuestiones objeto de debate, habiéndose infringido el artículo 20 de la
Ley del Contrato de Seguros ( RCL
1980, 2295) , así como la jurisprudencia sentada por la Sala Primera del Tribunal Supremo, entre ellas
las de fecha 13 de mayo de 1992 ( RJ 1992, 3921) , 4 de julio de 1997 ( RJ 1997, 5845) y 21 de abril de
1998 ( RJ 1998, 2510) , en relación con el clásico principio «in illiquidis non fit mora», así como la
jurisprudencia sentada por la Sala Primera del Tribunal Supremo, entre ellas las de fecha
5 de marzo de
1992 ( RJ 1992, 2389) , 11 de diciembre de 1996 ( RJ 1996, 8997) , 2 de abril de 1997 ( RJ 1997, 2727) ,
22 de octubre de 1997, 1 de Diciembe de 1997, 30 de enero de 1998 ( RJ 1998, 352) , 20 de mayo de
1998 ( RJ 1998, 4037) y 21 de mayo de 1998 ( RJ 1998, 3800) .
II.–Al amparo del artículo 1692, 4º de la Ley de Enjuiciamiento Civil: Infracción de las normas del
ordenamiento jurídico o de la jurisprudencia que fueren aplicables para resolver las cuestiones objeto de
debate, habiendo resultado infringidos los artículos 1255 y 1281 del
Código Civil ( LEG 1889, 27) , en
relación con los artículos 3, 76 y 73 de la Ley del Contrato de Seguro, así como la jurisprudencia sentada
por la Sala Primera del Tribunal Supremo en las
Sentencias de fechas 26 de octubre de 1984 ( RJ 1984,
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5070) , 13 de mayo ( RJ 1986, 2723) y 22 de abril de 1986 ( RJ 1986, 1867) , 24 de marzo, 31 de mayo,
4 y 9 de junio y 23 de diciembre de 1988, 4 y
26 de mayo de 1989 ( RJ 1989, 3891) , 8 de marzo de
1990, 10 de junio, 29 de abril y 29 de noviembre de 1991, 7 de febrero de 1992, 15 de julio de 1993, 1 de
abril y 21 de mayo de 1996, 26 de febrero ( RJ 1997, 1330) , 7 de marzo ( RJ 1997, 1645) y 4 de julio de
1997 ( RJ 1997, 5845) .
III.–Al amparo del artículo 1692, 4º de la Ley de Enjuiciamiento Civil: Infracción de las normas del
ordenamiento jurídico o de la jurisprudencia, que fueren aplicables para resolver las cuestiones objeto de
debate, habiendo resultado infringido el artículo 523, 2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, así como la
jurisprudencia sentada por esta Sala Primera, entre otras, en
Sentencias de fecha 7 de marzo de 1988 (
RJ 1988, 1559) , 26 de junio de 1990 ( RJ 1990, 4896) , 4 de julio ( RJ 1997, 5845) y 16 de octubre de
1997.
CUARTO
Admitido el recurso y evacuando el traslado conferido y, no habiéndose presentado por la parte
recurrida escrito de impugnación, y habiéndose solicitado por todas las partes la celebración de vista
pública, se señaló para la misma el día 19 de noviembre de 2004, en que ha tenido lugar, defendida la
parte recurrente por la Letrada Doña Desgracias Talaverano Rico y la parte recurrida por el Letrado Don
Jaume Sorribes Ferrer.
Ha sido Ponente el Magistrado Excmo. Sr. D. Clemente Auger Liñán.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO
Doña Patricia y Don Ricardo han formulado demanda de reclamación de cantidad contra la compañía
de seguros reunidos La Unión y el Fénix Español, SA por la que interesaba se dictara sentencia con los
pronunciamientos siguientes:
–Condena a la demandada a abonar el importe de las obras necesarias a fin de subsanar los defectos
de la vivienda de los demandantes de acuerdo con las bases recogidas en el fundamento sexto de la
sentencia de fecha 20 de febrero de 1989 del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Tarrasa,
incluyendo en tales gastos el coste del proyecto de reparación, el de la licencia municipal y los gastos
ocasionados a la familia de los actores por tener que abandonar la casa y alojarse en otro domicilio
durante las obras, sin que pueda superar dichos importes la cantidad de 9.280.546 pesetas, es decir, los
10.000.000 de pesetas importe de la póliza de seguros, menos las 719.454 pesetas recibidas por los
actores a través del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Tarrasa.
–Condena a la demandada al recargo por demora del 20% anual desde la fecha de 21 de mayo de
1989 al importe que resulte de la pretensión anterior.
–Condena a la demanda al pago de costas por imperativo legal.
En sentencia dictada en primera instancia se absolvió a la demandada, con desestimación íntegra de
las pretensiones de los demandantes y condena al pago de costas a su cargo.
Los demandantes formularon recurso de apelación contra la anterior sentencia y por la Audiencia
Provincial de Barcelona se estimó parcialmente el recurso, por lo que se condenó a la aseguradora
demandada a satisfacer la diferencia entre la suma consignada y la que representa el límite total de sus
responsabilidades, diferencia que asciende a la cantidad de 1.366.550 pesetas a repartir entre todos los
perjudicados, y todo ello sin hacer condena en las costas de la instancia y sin especial pronunciamiento
en orden a las de alzada.
Por los demandantes se ha formulado recurso de casación contra la anterior sentencia. En el
correspondiente rollo se ha personado por sustitución de la demandada Allianz Ras Seguros y
Reaseguros, SA, sin que haya formulado escrito de oposición al recurso.
Ante el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Tarrasa se siguieron autos de reclamación de
cantidad a instancia de diversos propietarios, entre los que se encontraban los demandantes en este
pleito, en cuanto titulares de la vivienda unifamiliar de referencia y dirigieron la acción, entre otros, contra
el arquitecto Don Víctor e Inmobiliaria Jica, SA. Por sentencia dictada en
recurso de casación por esta
Sala de fecha 8 de junio de 1993 ( RJ 1993, 4469) se confirmó la dictada por la Audiencia Provincial de
Barcelona (Sección decimosexta) de fecha 7 de noviembre de 1990, que en lo que aquí interesa confirmó
a su vez la dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Tarrasa de fecha 20 de febrero de
1989. En definitiva, se condenó en tal pleito a Inmobiliaria Jica y a Don Víctor al abono del importe de las
obras necesarias a fin de subsanar los defectos de las viviendas de los actores de acuerdo con las bases
recogidas en el fundamento número sexto de la sentencia de primera instancia, incluyendo en tales
gastos el coste del proyecto de reparación, el de la licencia municipal y los gastos ocasionados a cada
familia por tener que abandonar la casa y alojarse en otro domicilio durante las obras.
En fecha 11 de enero de 1996 y en los referidos autos de menor cuantía número 329/88, en su pieza
de ejecución, la compañía de seguros reunidos, La Unión y el Fénix Español S.A, demandada en este
pleito, consignó en el Banco Bilbao Vizcaya y en la cuenta de dicho Juzgado la cantidad de 8.633.450
pesetas, importe, según la aseguradora de la cobertura máxima contratada por el arquitecto demandado
y condenado, es decir, 10.000.000 de pesetas con deducción de los gastos ocasionados por razón de la
defensa del asegurado en el proceso anterior de referencia, que ascendía a la suma de 1.366.550
pesetas.
SEGUNDO
El segundo motivo se formula al amparo del artículo 1692, 4º de la
Ley de Enjuiciamiento Civil ( LEG
1881, 1) , por infracción de los artículos 1255 y 1281, del
Código Civil ( LEG 1889, 27) en relación con los
artículo 3, 76 y 73 de la Ley de Contrato de Seguro ( RCL 1980, 2295) , así como la jurisprudencia
sentada por esta Sala.
Sostienen los recurrentes que según el artículo 76 de la Ley de Contrato de Seguro la acción directa
del perjudicado contra la aseguradora, que es la que se ejercita en este pleito, es inmune a las
excepciones que puedan corresponder al asegurador contra los asegurados; y que según el artículo 73
de la Ley de Contrato de Seguro el riesgo se define como el nacimiento a cargo del asegurado de la
obligación de indemnizar a un tercero los daños y perjuicios causados por un hecho previsto en el
contrato de cuyas consecuencias sea civilmente responsable el asegurado.
La póliza aportada por la demandada está contratada como partes intervinientes, por la propia
demandada aseguradora y por un tomador contratante, que es el Ilustre Colegio Oficial de Arquitectos
Superiores de Cataluña. No se discute que la cantidad máxima por siniestro asegurada en relación al
arquitecto interviniente es la de 10.000.000 de pesetas. Pero no puede dejarse de tener en cuenta la
definición de siniestro que se contiene en el artículo preeliminar de la póliza: «todo hecho que haya
producido un daño del que pueda resultar civilmente responsable el asegurado y que se derive
necesariamente del riesgo concreto objeto del seguro. Se considerará que constituye un solo y único
siniestro el acontecimiento o serie de acontecimientos dañosos debidos a una misma causa original con
independencia del número de reclamantes o reclamaciones formuladas».
La pretensión de los demandantes, hoy recurrentes en casación, proviene de su interpretación en el
sentido de que la cantidad máxima asegurada en virtud del siniestro alcanzaba a la suma de 10.000.000
de pesetas a su favor, en cuanto titulares de la vivienda unifamiliar, y que no procedía la interpretación de
la sentencia ahora recurrida de que esa cantidad a cargo de la aseguradora se debía en virtud de un
único siniestro que ha afectado a diversas viviendas unifamiliares, y por tanto, a sus distintos titulares,
que ejercitaron la acción en la que la aseguradora ahora demandada no fue parte y que procedió a la
consignación de la cantidad señalada en virtud de la ejecución de la condena dirigida contra la
constructora y contra el arquitecto perteneciente al Ilustre Colegio Oficial de Arquitectos Superiores de
Cataluña.
Las alegaciones de los recurrentes en fundamentación del motivo no pueden prosperar, ya que en el
pleito de donde trae causa la consignación en pago que hizo la aseguradora (y sin perjuicio de la
condena parcial que se hace en este pleito y que la aseguradora no discute, al no haber formulado
recurso de casación contra la sentencia dictada en apelación) en el pronunciamiento firme de la
sentencia que pone fin al mismo se señala como única causa de la ruina, en relación a la acción
ejercitada por los propietarios, la ausencia de cimentación de cada una de las viviendas afectadas. Este
pronunciamiento que por razones de seguridad jurídica se ha de tener en cuenta, si se pone en relación
con la literalidad de la definición de siniestro de la póliza, no permite aceptar la tesis de los recurrentes en
el sentido de que la deuda de la aseguradora no es de 10.000.000 de pesetas, sino de tal importe por
cada una de las viviendas familiares afectadas, por entender unilateralmente que el defecto de
cimentación constituye un siniestro distinto en relación a cada una de las mismas.
Siguiendo los principios generales, si faltan los hechos constitutivos del derecho del perjudicado, el
asegurador no está obligado a satisfacer su pretensión si dicho perjudicado ejercita la acción directa
contra él. En tales casos, no estamos en el campo de las excepciones, en sentido estricto, sino en
supuestos en los que se debe rechazar la acción porque faltan esos presupuestos. El asegurador se
defenderá, normalmente, haciendo ver la ausencia de los hechos constitutivos del derecho del
demandante, pero aún en el supuesto hipotético de que no alegara tal defensa, el Juez ante la ausencia
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de esos hechos debe desestimar la acción. Sin embargo, lo normal, como ha ocurrido, será que el
asegurador se oponga a la demanda aduciendo la ausencia de tales hechos, cuya prueba en principio
está a su cargo sobre la base de lo establecido en el artículo 1214 del
Código Civil ( LEG 1889, 27) .
Ahora bien, ante el uso frecuente del término excepción en sentido amplio, los autores, dada la falta de
precisión del propio artículo 76, afirman que en tales casos estamos ante excepciones oponibles por el
asegurador, que se califican, por la doctrina más autorizada, como excepciones objetivas, calificación
que se ha seguido por la doctrina jurisprudencial. Estas defensas del asegurador, o excepciones «lato
sensu» podemos agruparlas en la siguiente forma: las basadas en la inexistencia del contrato o extinción
de la relación jurídica, la ausencia del derecho del perjudicado al resarcimiento y el hecho de que el
derecho del tercero esté fuera de la cobertura del seguro.
Es un hecho constitutivo de la pretensión del tercero perjudicado frente al asegurador, que su derecho
de crédito a obtener la indemnización esté dentro de la cobertura del seguro. Para que surja el derecho
del tercero contra el asegurador es indispensable que tenga su origen en un hecho previsto en el contrato
de seguro. Porque es presupuesto de la obligación del asegurador que se verifique el evento dañoso
delimitado en el contrato.
Si falta tal presupuesto, el derecho del tercero frente al asegurador no llega a nacer, de forma que no
estamos ante un hecho que extinga o limite ese pretendido derecho, sino simplemente ante la ausencia
del mismo. Como ha dicho la sentencia de 9 de febrero de 1994 ( RJ 1994, 840) el contenido pactado en
el contrato sobre la cobertura del asegurador, no limita los derechos de la asegurada, sino que delimita el
riesgo asumido en el contrato, su contenido, el ámbito al que el mismo se extiende, de manera que no
constituye excepción que el asegurador pueda oponer al asegurado, sino que, por constituir el objeto
contractual, excluye la acción que no ha nacido del asegurado, y, por ende, la acción directa, pues el
perjudicado no puede alegar un derecho al margen del propio contrato (
Sentencias de 10 de junio [ RJ
1991, 4434] y 25 de noviembre de 1991, 12 de mayo [ RJ 1992, 3918] y 31 de diciembre de 1992 [ RJ
1992, 10663] , 25 de enero de 1995 [ RJ 1995, 169] y 1 de abril de 1996 [ RJ 1996, 2983] ). Los límites
objetivos de la cobertura del seguro determinan, por consiguiente, el contenido sustancial de la obligación
del asegurador ( Sentencia de 10 de febrero de 1998 [ RJ 1998, 752] ).
TERCERO
El primer motivo se formula al amparo del artículo 1692, 4º de la
Ley de Enjuiciamiento Civil ( LEG
1881, 1) , por infracción del artículo 20 de la Ley de Contrato de Seguro ( RCL 1980, 2295) , por sostener
los recurrentes que el derecho que concede tal artículo existe desde la fecha de la sentencia de primera
instancia en que fue condenado el asegurado de la ahora demandada aseguradora.
Sin perjuicio de no admitir la declaración de la sentencia, hoy impugnada, en relación a la no aplicación
del precepto en la fecha del siniestro, cuando se trata de acción ejercitada por terceros y no por los
asegurados, no se ha producido en el pleito al que se hace referencia por los demandantes recurrentes
condena alguna contra la aseguradora, que permita ahora considerar líquida una condena que por otra
parte, en este pleito, se deniega.
CUARTO
El tercer motivo se formula al amparo del artículo 1692, 4º de la
Ley de Enjuiciamiento Civil ( LEG
1881, 1) , por infracción del artículo 523, 2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, al sostener los recurrentes la
necesidad de imposición del pago de costas causadas en la primera instancia a la demandada
aseguradora.
En la sentencia impugnada no se hace declaración sobre pago de costas causadas en primera
instancia, habida cuenta de la desestimación parcial de las pretensiones formuladas en la demanda.
El recurso de casación cabe interponerlo respecto a la condena en costas, aunque se limite a éstas y
no se interponga sobre el fondo del pleito. Podrá ocurrir que, por omisión involuntaria u otro supuesto, el
Tribunal de instancia haya dejado de imponer las costas, cuando exista disposición taxativa de la Ley que
le obligaba a verificarlo, respecto a aquella parte cuyas pretensiones fueran desestimadas, o si la Ley las
imponía al vencido; entonces la casación se presenta como viable. En este supuesto no se ha impuesto
el pago de costas a la demandada, porque no se han estimado en su totalidad las pretensiones de los
actores, y, por tanto, la demandada no puede ser considerada como sin más vencida en el pleito.
Con la peculiaridad de que según la doctrina jurisprudencial (
Sentencia de 15 de octubre de 1984 [ RJ
1984, 4860] ), la apreciación de la temeridad o de la mala fe a efectos de la imposición de todas las
costas producidas a uno de los litigantes, esté o no tal apreciación fundada en el artículo 1902 del
Código
Civil ( LEG 1889, 27) , no se halla sometida a preceptos específicos o de doctrina legal, sino enteramente
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confiada al discrecional y prudente arbitrio del mismo juzgador, por lo que no es susceptible de casación.
( Sentencia de 17 de febrero de 1986 [ RJ 1986, 684] ). En el mismo sentido la apreciación de
circunstancias excepcionales.
QUINTO
Conforme a lo previsto en el último párrafo del artículo 1715 de la
Ley de Enjuiciamiento Civil ( LEG
1881, 1) , procede la imposición del pago de costas de este recurso a los recurrentes.
Por lo expuesto, en nombre del Rey y por la autoridad conferida por el pueblo español
FALLAMOS
Que debemos declarar y declaramos no haber lugar al recurso de casación formulado por el
Procurador Don Carmelo Olmos Gómez, en nombre y representación de Doña Patricia y Don Ricardo,
contra la sentencia dictada por la Sección decimoséptima de la Audiencia Provincial de Barcelona, de
fecha 15 de julio de 1998, con imposición del pago de costas a los recurrentes.
Líbrese a la mencionada Audiencia la certificación correspondiente con devolución de los autos y rollo
de Sala remitido.
Así por esta nuestra sentencia, que se insertará en la
Colección Legislativa
pasándose al efecto las copias necesarias, lo pronunciamos, mandamos y firmamos Clemente Auger
Liñán. Román García Varela. Jesús Corbal Fernández.
PUBLICACIÓN. –Leída y publicada fue la anterior sentencia por el Excmo. Sr. D. Clemente Auger
Liñán, Ponente que ha sido en el trámite de los presentes autos, estando celebrando Audiencia Pública la
Sala Primera del Tribunal Supremo, en el día de hoy; de lo que como Secretario de la misma, certifico.
El presente texto se corresponde exactamente con el distribuido de forma oficial por el Centro de Documentación Judicial
(CENDOJ), en cumplimiento de lo establecido en el artículo 3.6 b) del Reglamento 3/2010 (BOE de 22 de noviembre de
2010). La manipulación de dicho texto por parte de Editorial Aranzadi se puede limitar a la introducción de citas y
referencias legales y jurisprudenciales.
Análisis: Tribunal Supremo (Sala de lo Civil, Sección 1ª).Sentencia núm.
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Análisis del documento
Sentencias a favor
1.-
AP Pontevedra (Sección 1ª) ,sentencia de 10 noviembre 2005.
JUR\2006\21115
-sobre la distinción entre las cláusulas destinadas a delimitar y concretar el riesgo y
las que restringen los derechos del asegurado
2.-
TS (Sala de lo Civil, Sección 1ª) ,sentencia núm. 38/2007 de 20 enero 2007.
RJ\2007\1263
-Sobre recargo por demora en el pago de compañías aseguradoras
3.-
TS (Sala de lo Civil, Sección 1ª) ,sentencia núm. 1051/2005 de 20 diciembre 2005.
RJ\2006\1265
-sobre contrato de seguro
4.-
5.-
TS (Sala de lo Civil) ,sentencia núm. 65/1994 de 9 febrero 1994.
RJ\1994\840
-Sobre contenido de la cobertura del seguro contra daños
6.-
AP Murcia (Sección 4ª) ,sentencia de 10 julio 2008. JUR\2008\362696
-Sobre el contrato de seguro.
7.-
TS (Sala de lo Civil, Sección 1ª) ,sentencia núm. 1389/2007 de 9 enero 2007.
RJ\2007\674
8.TS (Sala de lo Civil, Sección 1ª) ,sentencia núm. 1350/2006 de 14 diciembre 2006.
RJ\2006\8233
Sentencias relacionadas
1.-
TS (Sala de lo Civil, Sección 1ª) ,sentencia núm. 1043/2005 de 20 diciembre 2005.
RJ\2005\7842
-sobre seguro y riesgo
2.-
TS (Sala de lo Civil, Sección 1ª) ,sentencia núm. 1042/2005 de 20 diciembre 2005.
RJ\2005\7843
-sobre seguro y riesgo
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