Grußwort des Bundesministers des Auswärtigen, Dr. Frank-Walter Steinmeier, zur Verwendung an den deutschen Auslandsvertretungen anlässlich des Tags der Deutschen Einheit am 3. Oktober 2016 Mensaje del Ministro Federal de Relaciones Exteriores, Dr. Frank-Walter Steinmeier, con motivo del Día de la Unidad Alemana el 3 de octubre de 2016 La caída del Muro de Berlín, la reunificación alemana y la superación de la división de Europa entre el Este y el Oeste son acontecimientos que sin lugar a dudas representan un trascendental viraje histórico más allá de las fronteras de Alemania. La nueva etapa arrancó con la esperanza o, más aún, la expectativa de que en adelante todo iría a mejor. Incluso se llegó a hablar del “fin de la Historia”. Grande era la fe en el surgimiento de un nuevo orden que trajera paz y estabilidad al mundo entero. Hoy, transcurridos 27 años desde la caída del Muro de Berlín, tenemos que reconocer que el mundo se halla en una situación de desorden sin parangón en mucho tiempo. Las crisis y conflictos nos sobrevienen con una intensidad y densidad que seguramente nadie hubiera podido imaginar en 1989. Nuevos y viejos actores pugnan por ejercer influencia en un mundo que hoy es más confuso. El “fin de la Historia” no lo hemos alcanzado en absoluto. Aunque las imágenes de las crisis y catástrofes copen las portadas de los diarios y programas informativos, deberíamos recordar permanentemente los éxitos cosechados. Baste pensar en el acuerdo nuclear con Irán, el acuerdo de Minsk en la crisis de Ucrania, la superación gradual de la crisis de los refugiados o también el Acuerdo de Paz en Colombia, que pone fin a un conflicto que durante mucho tiempo se tuvo por irresoluble. La diplomacia necesita tiempo y paciencia. Los problemas del mundo no se resuelven de la noche a la mañana. Para hallar soluciones, a menudo son precisos muchos pequeños pasos muy laboriosos. Es un proceso largo y a veces frustrante. Pero hay un factor importante: disponemos de los instrumentos adecuados para generar algo de orden. Ello incluye el hecho de que Alemania está asumiendo responsabilidad: también por esa razón hemos revisado y renovado nuestra política exterior en los últimos años. En 2016 Alemania ejerce la presidencia de la OSCE. Presentamos nuestra candidatura para ocupar un puesto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas durante el periodo 2019 a 2020. Y de esa responsabilidad surge, no por último, mi iniciativa de conversaciones conjuntas sobre control de armamentos, con los países occidentales y con Rusia. Para poder plasmar un nuevo orden se requiere capacidad modeladora. Por tanto, en estos tiempos desasosegados deben partir de Alemania impulsos que contribuyan a modelar el mundo. Estoy convencido: con paciencia y voluntad de ir al encuentro de los demás podemos conseguir que este mundo sea un poco más pacífico y justo.