DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN ABIERTA Y A DISTANCIA Y VIRTUALIDAD LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN HUMANIDADES, LENGUA CASTELLANA E INGLÉS SEMIÓTICA MÓDULO EN REVISIÓN coRPoRAclóru u NtvERStrARtA DEL CARIBE-CECAR olvlslót¡ DE EDUcAclót¡ ABTERTA y A DtsrANctA CTÜAR rt¡óoulo , SEMIOTICA PROGRAMA A DISTANCIA DE LICENCIATURA EN EDUCACTóNI eÁslcn SINCELEJO _ SUCRE CORPORACION U N IVERSITARIA DEL CARIBE-CECAR DIVISIÓN DE EDUCACIÓN ABIERTA Y A DISTANCIA CECAR MODULO SEMIOTICA GERY OLMOS ACOSTA Licenciada en ldiomas Especialista en Lingüística y Literatura Especialista en Inglés Magister en Educación PROGRAMA A DISTANCIA DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA SINCELEJO - SUCRE a CONTENIDO Pá9. rxrnooucclóN INSTRUCCIONES DE coNTEXTo PRIMERA 7 MANEJO 8 tóntco 9 UNIDAD 10 coNTEXTo Hrsrónlco y pResellRclóN DE LA rrón¡co oe n seu¡o¡_ocín UNIDAD 10 oBJETTVOS RrRÉvere A optNAR otxÁulcn pAn¡ coNsrRUtR UNIDAD No 1. 11 Q EL coNoctMtENTo 1 seulot_ocín i3 M or u seulólcR. LENGUA. LINGÜíSTICA coN l_¡ seuolocin coNTEXTo HrsróRrco y reóRlco 1.1 1.2 i.3 10 DE LA OBJETO DE LA neuclór.¡ DE LA LtNGüislcA 14 14 15 rá RESUMEN fl uRseulot-ocín fi TALLER DE LA PRIMERA UNIDAD LECTURA COMPLEMENTARIA: |NMUTAB|L|DAD DEL SIGNO CUESTIONARIO 1 TIPO ECAES 18 y MUTABTLTDAD 19 25 4 29 SEGUNDA UNIDAD FUNCIÓN DEL SIGNO PRESENTACTóru oe u UNIDAD 2S OBJETIVOS RrnÉvere A oPINAR .fI orruÁutcR pARA coNSTRUtR EL coNoctMtENTo JZ UNIDAD No 2 JJ 2 FUNCIONES DEL SIGNO 2.1 MoDo oe opennctótt. 2.2 EL DOMINIO DE VALIDEZ. 2.3 LA NATURALEZA Y TI T.¡ÚUERO DE LOS SIGNOS. 2.4 EL IIPO DE FUNCIONAMIENTO. 33 RESUMEN 40 TALLER DE LA SEGUNDA UNIDAD 41 LECTURA COMPLEMENTARIA 42 NATURALEZA DEL SIGNO LINGÜíSTICO 42 CUESTIONARIO 2 TIPO ECAES I TERCERA UNIDAD 50 r¡¡rnooucctóru ¡u seutóTtcA NARRATIvA Y DtscuRstvA NUEVA PERSPECTIVA INVESTIGATIVA PRESENTActóru oe u UNIDAD 50 50 50 5'l OBJETIVOS nrnÉvere 34 34 34 52 A oPTNAR ol¡¡Áulcn pARA coNsrRUrR EL coNoctMtENTo 53 TERCEM UNIDAD u 3. INTRODUCCIÓN A LA SEMIÓTICA NARMTIVA Y DISCURSIVA 54 54 56 59 qq 3.1 Propuesta Semiótica 3.2Delimitación 3.3COMPONENTE MORFOLÓCICO. 3.3.1 EL SEMA COMO RASGO DISTINTIVO. 3.3.2 LA ISOTOPíA 3.3.3 SEMEMAS Y METASEMEMAS 3.4 COMPONENTE SINTÁCTICO ORGANIZACIÓN FUNDAMENTAL 3.4.1 LA ESTRUCTURA FUNDAMENTAL 3.4.2 INTRODUCCIÓN SOBRE EL MODELO ACTANCIAL 3.4.3 EL MODELO ACTANCIAL COMO SISTEMA, 3.4.3.1 Sujeto / Objeto 3.4.3.2 Destinador / Destinatario 3.4,3.3 Adyuvante / Oponente ct 59 60 60 61 61 62 62 ,62 RESUMEN OJ TALLER DE LA TERCERA UNIDAD 64 CUESTIONARIO 3 TIPO ECAES 65 CUARTA UNIDAD 66 UNA LECTURA SEMIÓTICA DE CENICIENTA oo 4. ESTRUCTURA GENERAL 67 68 68 4.1 4.2 SECUENCIA INICIAL Y SECUENCTA FINAL. EL ORDENAMIENTO SINTÁCTICO 4.3 LAAPARICIÓN DE UNA MEDIACIÓN 4.3.1 LA CONJUNCIÓN ESPACIAL 4.3.2 LA CONJUNC tÓN AMOROSA. 4.3.3 EL CASAIVIIENTO COMO FORMA DE ASCENSO SOCIAL 4.4 UNA APROXIMACIÓr.¡ SEMÓTICA CENICIENTA CON MODELO ACTANCTAL . . A TALLER RESUMEN BIBLIOGRAFíA 68 EL 69 69 70 70 71 72 77 INTRODUCCIÓN Este documento constituye uná introducción al estudio de la semiótica aplicada espec¡almente al análisis narrativo y discursivo. Los capítulos que exponen las principales orientaciones de semiótica incluyen reseñas, historia acerca de los marcos teóricos respectivos, definiciones y ejemplos de aplicación del campo semiótico. Además de presentar un panorama del estado actual de la semiótica, los distintos qapítulos del documento son escritos ,principalmente para los futuros docentes (eótudiantes de Educación Básica con Énfasis e Humanidades y Lengua Inglesa). Se trató de evitar la jerga esotérica para permit¡r un mejor estudio de un est¡lo de exposición accesible para todos los estudiantes que se dedican al estudio de las humanidades y las ciencias sociales. El libro en conjunto pone de relieve las pr¡ncipales dimensiones y niveles de la descripción de la semiótica desde diferentes perspectivas teóricas. Por otro lado además del enfoque netamente semiológico representado en las dos primeras unidades, se pasa a un enfoque netamente nanativo y discursivo en la tercera unidad, es decir, que también está representada en este segmento del modulo una orientación critica y aplicada tomando como modelo el cuento popular maravillosola Cenicienta. Es síntesis, esta es una introducción completa al estudio semiótico. Con base en todo lo anterior, se establecen los princip¡os de un marco semiótico nafrativo, discursivo. El propósito es el de comprometer a los docentes en la investigación de propuestas pedagógicas integrales que, sustentadas en los avances de la semiótica contemporánea, dan pie al surgimiento de un nuevo hombre. 1 CONTEXTO TEÓRICO El presente estudio se centra exclusivamente en dos teorías: la semiológlca liderada por Ferdinand De Saussare y la lógica de Peirce las cuales se "n"ar!.n del estudio de los signos y de la significación, Hay que resalt¡ar que la definición de Saussare procede de la reflexión a partir de la lengua y la toma como objeto exclusivo. La lengua es considerada en sí misma, a la lingüística como eje central. En síntesis, se puede concebir a la semiótica como una ciencia que estud¡a la vida de los signos en el seno de la vlda social. Por otro lado, en su segunda parte se complementa el módulo con la teoría de la lingüística nanativa y discursiva, que es una presentación en forma didáct¡ca de la metodología propuesta por A. J. Greimas y sus colaboradores y desanollaoa por J. Courtés. En este sentido, nuestra presentación no es más que una inhoducción pedagógica y didáctica a la lectura de los trabajos que desde hace varios años efecfúa Greimas y sus colaboradores en su proyecto científico. Finalmente, la obra o docr.¡mento se ciena con un ejemplo pedagógico de aplicación que ilustra concretamente la metodología que se presenia. sJsaoe que el campo de los textos orales, al poner en juego, entre otros, relatos simprbs, muestra un terreno privilegiado para el ejercicio del saber hacer semiótico- por estas razones proponemos en forma de "trabajo prác{ico", el análisis de un cuento popular maravilloso francés, muy conocido, cenicienta que gracias al juego de sus variantes permite poner en práctica, en su espacio restringido, h máyoia de los conceptos fundamentales que resumimos y definimos anteriormente. fi INSTRUCCIONES DE MANEJO A continuación se presentan algunas recomendaciones puntuales, para un mejor estudio del módulo. 1 . Antes de hacer la lectura de cada unidad, @ntre su interés y atención en los objetivos gue se presentan en las unidades. 2. Haga una lectura de aproximación conceptual de cada unidad correspondiente, con el propósito de extraer el sentido de cada unidad de estudio. J. Realice una nueva lectura de la unidad con el propósito de estud¡ar los conceptos fundamentales, categorías y su modo de relacionarse entre si, para lograr un aprend¡zaje adecuado. 4. En el documento se presenta un c€¡mpo nuevo para usted, razón por la cual está redactado en un lenguaje científico, propio del campo semiótico, por lo que se encuentra con un lenguaje (términos) que no pueden ser de su conocimiento. Por lo tanto se sugiere use un diccionario adecuado (de LingüÍstica). 5. Para la ejecución de las actividades que se presentan al final de cada unidad, usted requiere de la compresión local y global de cada temática. No olvide que dichas actividades tienen como intención didáciica, aclarar, reforzar y apoyar una mejor formación intelectual. üNMD CONTEXTO HISTÓREO Y TEÓRICO DE LA SEMIOLOGíA PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD En esta sección de estudio se hace un esbozo al contexto histórico y teorico de ta semiótica, de modo que, en sus inicios se centra en un estud¡o que s'e circunscnoe más hacia el contexto o marco de la lengua, definiendo a la semiología como ciencia de los signos. Poster¡ormente, se hace hincapié en el objeto de la lingüística, que es el estudio científico del lenguaje, entendido éste como un medio de comunicación mediante el cual interacciona las personas para obtener sus fines propósitos. seguidamente, se establece la relación de la lingüística con la semiálogía,'es una visión prospediva, es guiada por la lingüística. y De modo que, este aporte conforma un material de gran valor para el estudio del srgno como elemento que le da sentido y significación a la realidad soc¡al, Esperamos que dicho material sirva como recurso para un abordaje más significativo en la enseñanza y aprendizaje del español y ía Literatura ,Á nr"uo mundo donde la interacción comunicat¡va juega un papel fundamental"nen aras cte formar un nuevo hombre, capaz de transfórmár e innovar la realidad circundante para un mejor modo de vida. 10 OBJETIVOS 1. Profundizar el énfasis de Humanidades y Lengua Castellana e Inglesa, desde el ámb¡to de la semiótica, como elemento que le confiere sentido a la realidad. 2. Asumir la enseñanza y aprendizaje de la semiótica como elemento fundante en el estud¡o del signo. (Elemento que le confiere significado a la realidad)Fomentando en el aula el desanollo de la creatividad. el estudio de la semiótica del signo como un espacio propicio para crear nuevos escenarios de aprendizaje en un nuevo mundo. 5- Resaltar tl ATREVETE A OPINAR Este segmento ha sido presentado para que usted querido estudiante ponga en acción sus conocimientos previos en un campo de estudio como es el relacionado con el estudio del signo desde un contexto semiótico. por lo tanto, antes de iniciar la lectura de la unidad, intente responder, las siguientes inquietudes. ¿Cómo debe la semiótica desde el núcleo conceptual contr¡bu¡r a la formación disciptinar del licenciado en Educación Básica con énfasis en Humanidades e Ingles, y ofrecer una educación de cal¡dad? 2. Explique ¿Cuál es la relación existente entre lenguaje, lengua y realidad? La lengua reproduc€ la realidad. Argumente su respuesta. y por la lengua como individuo y sociedad se determinan mutuamente. Explique. 4. Es, en efecto, en ¿Cuál es el puesto de la lengua enfe los sistemas de signos? Explique: ' los sistemas de signos son otros mundos ceirados" 12 DINAMICA PARA CONSTRUIR EL CONOCIMIENTO Para constru¡r aprend¡zajes signif¡cativos de la lectura de la unidad le presentan las siguientes consideraciones que serán de gran ¡mportanc¡a para usted. reflexiva y profunda. Esto quiere decir que debe apropiarse del contenido temático que sirve de base para todas las activ¡dades pedagógicas asignadas. 1. Haga una lectura 2. Es ¡mportante que durante la interacción del estudiante con la lectura elabore mapas conceptuales, cuadros sinópticos, resúmenes u otros recursos intelectuales que le perm¡tan interpretar y comprender la información presentada. No se conforme con lecturas superficiales y pasivas llegue a la profundidad del texto (r¡gor). ? Adopte un punto de vista crítico y reflex¡vo frente al tema leído. Cuestione los argumentos, para cerciorarse de lo básico y esencial, trate en lo mejor que lo leÍdo, haya sido comprendido y asimilado y conceptuales, cuadros s¡nópticos, síntesis u otros esquemas de la temática en estudio y confróntelos con los demás compañeros en la clase. Sáquele el mayor provecho posible. 4. Construya mapas mentales Haga le lectura complementaria y establezca las relaciones que según su punto de vista se dan con la temát¡ca de la unidad. Realice diferentes tipos de lec;turas, primero una l¡teral o superfcial; después una lectura crítica y analít¡ca. Es necesario que se apoye en un diccionario especializado y en otros textos y autores. Finalizadas estas actividades en forma individual y su grupal y su auto evaluación le indica que aun subyacen vacíos, por favor revise con mayor detenimiento aquellos contenidos importanc¡a. que necesiten mayor atención e It UNIDAD No 1. CONTEXTO 1 HISTORICO Y TEORICO sEtr/lloTtcA. 1.4 DE LA SEMIOLOGíA DE LA LENGUA. La semblógica tendrá mucho hacer que sólo para ver donde acaba su dom¡n¡o. F. de Saussure. Desde el m¡smo momento en que los dos científicos: peirce y saussure mncibieron, desconociéndose por completo y, más aún, al mismó tiempo. la posibilidad de una ciencia. de los signos y trabajaron para crearla, surgió un ¡nconveniente; que hasta el momento sigue suscitando dudas, el de ¿cuáI es el puesto de la lengua entre los sistemas de signos? De modo que Peirce, volviendo con el término semiotíc 1 (semiótica) que Jhon Locke aplicaba a una ciencia de los signos y oálál signifidciones d. r" lógica concebida, por su parte, como ciencia del lenguaje, se dedicó toda " iartir la vida a la elaboración de este concepto. (charles peirce. La c¡enc¡a de la semiótica pág. P.ara -construir esta álgebra universal de las relaciones, peirce estableció una división triple del signo en iconos, indicios y símbolos, que es más o menos lo que se conserva hoy en día de ese gran trabajo que se ha elaborado En lo que hace reración a ra rengua, pierce no formuraba nada preciso ni especifico. Para ér ra lengua está en todas partes y en ninguna. Jamás se interesó en el func¡onamiento de la lengua, si es qué ltegó a lrestarle atención. Para él la lengua se reduce_ a ras parabras, que sbn poi c¡erio signos, pero no participan de una categoría dist¡nta o siquiera de una especie mnSañte. ' ' En suma, las parabras - según ér - pertenecen a ros "símboros"; argunos son "indicios" por ejemplo ros pronombres demostrativos, y se crasifical-l con ros gestos cofrespondientes, así que peirce no tiene para nada en cuenta el hecho oe que semejantes gestos son universarmente comprendidos, en tanto qué el demostrativo forma parte de un sistema particular de lengua, el idioma. AdLmás, la misma palabra puede aparecer en distintas varieda-cbs ce "signos; ámo l-t UNIDAD No 1. CONTEXTO HISTÓRICO I Y TEÓRIGO DE LA sEMrÓncA. 1.4 SEMIOLOGíA DE LA LENGUA. La semiológica tendrá mucho que hacer sólo Para ver donde acaba su dom¡nio. F. de Saussure. mismo momento en que los dos científims: Pe¡rce y Saussure concibieron, desconociéndose por completo y, más aún, al mismo tiempo, la posibilidad de una ciencia de los signos y trabajaron para crearla, surgió un inconveniente; que hasta el momento sigue suscitando dudas, el de ¿Cuál es el Desde el puesto de la lengua entre los sistemas de signos? De modo que Peirce, volviendo con el término Semiotic 1 (Semiótica) que Jhon Locke aplicaba a una ciencia de los signos y de las significaciones a partir de la lógica concebida, por su parte, como ciencia del lenguaje, se dedicó toda la vida a la elaboración de este concepto. (Charles Peirce. La ciencia de la semiótica Pá9. o\ Para construir esta álgebra universal de las relaciones, Peirce estableció una división triple del signo en iconos, ¡ndicios y símbolos, que es más o menos lo que se conserva hoy en día de ese gran trabajo que se ha elaborado En lo que hace relación a la lengua, Pierce no formulaba nada preciso ni especifico. Para él la lengua está en todas partes y en ninguna. Jamás se interesó en el funcionamiento de la lengua, si es que llegó a prestarle atención. Para él la lengua se reduce a las palabras, que son por cierto signos, pero no participan de una categoría distinta o siquiera de una especie constante. En suma, las palabras - según él - pertenecen a los 'símbolos"; algunos son "indicios' por ejemplo los pronombres demostrativos, y se clasifican con los gestos conespondientes, así que Peirce no tiene para nada en cuenta el hecho de que semejantes gestos son universalmente comprendidos, en tanto que el Además, demostrativo forma parte de un sistema part¡cular de lengua, el idioma. -signos' como palabra puede de variedades aparecer en d¡stintas la misma l) s¡stema de signos que expresan ideas, y por eso, comparable a la escritura, al alfabeto de los sordomudos, a los ritos simbólicos, a las formas de cortesía, a las señales militares, etc. Sólo que es el más importante de todos esos sistemas. Se puede pues, concebir una ciencia que estudie la vida de los signos en el seno de la vida social. Tal ciencia seria parte de la psicología social, y por consiguiente 'de la psicología general, nosotros h llamaremos sem-iología ldLf griego sémeion "signo'). Ella nos enseñará en qué consisten los signos y cuales son lai leyes que los gobiernan. Después se ao¡ña el lérmino semiótica. La lingúística no es más que una parte de esta ciencia en general. Las leyes que la semiología_ descubra serán aplicables a la lingüística, asies como la linguística se encontrará ligada a un dominio bien definido en el conjunto de los hechos humanos. ' El pensamiento de saussure, muy afirmativo en lo relacionado con la similitud que se establece entre la lengua y los sistemas de signos, no es ian lransparente en relación con la similitud entre la semiología y la lingüística- En efecÍo, lo que hace '.1 9ue :e vincule la lingüística a la semiología eJ el principio Ae iue lingüístico es "arbifario". lgualmente, el objeto principai de esiudio de ",gno la semiología es "el conjuntó de sistemas fundado en lo arbitrario del signo". I.6 RELACIÓN DE LA LINGÜíSTICA CON LA SEMIOLOGíA sin lugar a dud3, la lingüística tiene un nexo direcfo con la semiología, en efecto, saussure se abstiene de definir la naturaleza de dicha relación üe ho po. medio de la "arb¡trariedad del signo lingüístico" que es el que gobiema el conjunto ".r de los gistemes. de expresión y ante iodo de rá bngua: Así-la semiorogía ámo oe los signos no pasa de ser en saussure uña visión prospedivá, que en 91e¡cia sus rasgos más precisos. es guiada según la lingüística. No brvidemoi que saussure se limita a citar sin mayor profundidad aeuños sistemas de signos tales como: La escritura, el alfabelo de los sordomudos,los r¡tos simbólicos, És formas de cortesía, las señales militares, etc. De otro modo, se considera tós r¡tos, las costumbres etc., como signos. Los ritos simbólicos, las formas de cortesía, ¿se pueden considerar como r¡tos aütónomos? ¿se pueden ubicar en el mismo ilano que la lengua? En efecto sólo establecen uña relación semiológica poiÁeolácion de un discurso: El 'mito que acompaña al rito, el protocolo que gouiema las formas de cortesía. Estos signos, para poderse presentar e¡mo sistemás, necesitan de ta lengua que los produce e interpreta. por lo tanto las relaciones entre dichos sistemas conforman el objeto de la semiología"r. 2 tbí0., p. 20. 16 RESUMEN LA SEMIOLOGíA La lengua como s¡stema de signo social, puede delimitarse en los conjuntos de hechos del lenguaje, y puede clasificarse entre los hechos humanos, en tanto que el lenguaje no, naturalmente la lengua es una ¡nstitución social que se diferencia de otras ¡nstituciones politicas, jurídicas etc. La lengua es un s¡stema de signos que expresan ¡deas, por tanto comparable a la escritura, al alfabeto de los sordomudos, a los ritos simbólicos, a las normas de urbanidad, a las señales militares etc. Sólo que es el más importante de estos sistemas. Así que la semiologia es la ciencia que estudia la vida de los signos en el seno de la vida social, y por consiguiente, se enmarca dentro del contexto de la psicología general. En efecto, la semiología nos enseñaría en qué consisten los signos, qué leyes los . rigen. La lingüística no es más que una parte de esa ciencia general, las leyes que descubra la semiología serán aplicadas a la tingüística, y de este modo, ésta se hallaría vinculada a un ámbito perfectamente definido en el conjunto de los hecfios humanos, lengua como s¡stema de signo, construyó el fundamento de la semiología lingüística. Pero vemos ahora que si el signo coresponde en efecto a las unidades significantes de la lengua, no puede erigírselo en principio de la lengua en su funcionamiento discursivo. Sausune no ignoró la frase, pero es patente que le creaba una gran dificultad y la remitió al aula, lo cual no resuelve nada; es cuestión precisamente de saber s¡ es pos¡ble Cuando Saussure definió la pasar del signo al habla. En realidad, el mundo del signo es cenado. Del signo a la frase no hay trans¡ción n¡ por s¡ntagmación ni de otra manera los separa un hiato. Hay que adm¡tir que la lengua comprende dos dominios distintos, cada uno de los cuales requ¡ere su propio aparáto. Para el que llamamos semiótico la teoría Saussuniana del signo lingüístico sirvió de base para la investigación. El dominio semántico, en cambio, debe ser reconocido como seDarado. l7 TALLER DE LA PRITUERA UNIDAD 1. ¿Por qué se debe implementar la semiótica en el aula desde el punto de vista didáctico?, explique. 2. EL signo saussuriano es en realidad la unidad sem¡ótica, o sea la unidad dotada de sentido. Argumente su respuesta. 3' ¿En qué se distingue ra semiótica de ch. pierce de ra semiorogía de Saussure? Presente dos argumentos a favor de esta oposición 4. ¿cómo puede ra tingüística derimitarse y definirse a sí misma, si no es delimitando y definiendo su objeto propio, ra rengua? pieáente dos argumentos que soporten esta posición. 5. Elabore el mapa conceptual de la unidad. NorA: Es Ímportante tener en cuenta el grado de conceptualización de cada trabajo. Este es el elemento central en el momento de valórar cada producción intelec{ual. De modo que téngalo presente. l8 LECTU RA COM PLE]ÚTENTARIA INMUTABILIDAD Y MUTABILIDAD DEL SIGNO INMUTABILIDAD Si, en la relación a la idea que representa, el significante aparece como libremente elegido; en cambio, en relación a la comunidad lingüística que lo emplea, no es libre, es impuesto. La masa social no es consultada y el significante escogido por la lengua no podría ser reemplazado por otro. Este hecho, que pare@ encerrar una contradicción, podría llamarse familiarmente "la caftaforzada". Se d¡ce a la lengua: "¡elige!", pero se añade: "Sería ese signo y no otro". Un individuo seria incapaz, aunque quisiera, no solamente de modificar algo en la elección ya hecha, s¡no que la masa misma no puede ejercer su soberanía sobre una sola palabra; está l¡gada a una lengua tal como es. La lengua, por tanto, no puede ser asimilada a un contrato puro y simple' y precisamente por este lado el signo lingüístico es particularmente interesante de estudiar; porque si se quiere demostrar que la ley admitida en una colec{ividad es una cosa que se srfre, y no una regla libremente consent¡da, es la lengua la que ofrece la prueba más definitiva de ese hecho. Veamos pues cómo escapa a nuestra voluntad el signo lingüístico, y saquemos luego las importantes consecuencias que derivan de este fenómeno. En cualquier época, y por muy alto que nos remontemos, la lengua aparece s¡empre como una herencia de la época precedente. El acto por el que, en un momento dado, se habrían distribuido los nombres para las cosas, el acto por qué se habría pactado un contrato entre los conceptos y las imágenes acústicas, ese acto podemos mncebirlo, pero jamás ha sido comprobado. La idea de que las cosas habrían podido suceder así no es sugerida por nuestro vivísimo sentimiento de lo arbitrio del signo. De hecho ninguna sociedad conoce ni ha conocido jamás la lengua de otro modo gue como un producto heredado de las generaciones precedentes y que hay que aceptar tal cual. Por esto la cuestión del origen del lenguaje no tiene la importanc¡a que generalmente se le atribuye. No es siquiera uná orestión que haya que plantear; el único objeto real de la lingüística es la vida normal y regular de un idioma ya constituido. Un estado de la lengua es siempre un producto de factores históricos, y son esos factores históricos, y son esos factores los que explican por qué es ¡nmutable el signo; es decir, por qué resiste a toda substitución arbitraria. l9 Pero dec¡r que la lengua es una herencia, nada expl¡ca s¡no vamos más lejos. ¿Se pueden modificar de un momento a otro las leyes existentes heredadas? Esta objeción nos lleva a situar la lengua en un marco social y a plantear la cuestión como nos la plantearíamos para las demás instituciones sociales. ¿cómo se transmiten estas? Tal es la cr¡estión más general que enciena la de la inmutabilidad. En primer lugar hay que apreciar la mayor o menor libertad de que gozan las demás instituciones; se verá que para cada una de ellas hay un equilibrio diferente entre la tradición impuesta y la acción libre de la sociédad. Luego se investígará por qué es una categoría dada, los factores del prímer orden son más o menos potentes que los de otro. Finalmente, volviendo a la lengua, nos preguntaremos por qué el factor histórico de la transmisión la domina por entero y excluye todo cambio lingüístico general y súbito. Para responder a esta cueslión se podrían hacer valer muchos argumentos y dec¡r, por ejemplo, que las modificaciones de la rengua no están ligadas a ra secuencía de las generac¡ones, que lejos de superponerse unas a otras. como los cajones de un mueble, se ínter penetran y contienen, cada una, ir¡Jividuo cte todas las edades, Habría que recordar también la suma de esfuezos que exige el aprendizaje de la lengua materna, para concluir en la imposibilidád oe un cambio general. Habría que añadir que la reflexión no intervie'ne en la práctica de.un idioma; que los sujetos son, en gran medida, inconscientes de las leyes de la lengua; y si no se dan cr.¡enta, ¿cómo podrían modificarra? rncruso sí fuera co¡sc¡ente, habría que recordar que los hechos lingüísticos apenas provocan la crítica, en el sentido de que cada pueblo está géneralmenie satisiecho de la lengua que ha recibido. Estas consideraciones son importanles, pero no son específicas; preferimos las s¡gu¡entes, más esenciares, más d¡rectas, de ras que de¡ienden tóüs ras oem¿s. 1.- El caÉcfer arbitrario del signo. Más aniba, nos había hecho . admitir ra posibílidad teórica del camb¡o profundizado, vemos que, de hecho, , lo arbitrario mismo del s¡gno pone a la lengua al abrigo de cualquiera tentativa que tienda a modificarla- Aunque fuera más conscierite de lo que es, la masa no podría discutirla. Porque para que una cosa sea cuest¡onada, es menester que se'apoye sobre una norma razonable. Se puede debatir, por ejempro, ' si ra fórma monógama del matrimonio es más razonable que la forma 'por¡ga*a y pr"".nt"|. razones a tavor de una o de otra. También se podrían discutir un iiitema oe símbolos, por qué el símbolo tiene una relación racional con la cosa significada; pero por lo que se refiere a la lengua, el sistema de signos arbitrarios, ásta base falta, y con ella desaparece todo teneno sórido de discusión; no 'hay nin!ún motivo para preferir soeur a sister, ochs a boeuf. etc. 20 2.- La multitud de signos necesarios para constiluir cualquier lengua. El alcance de este hecho es considerable. Un sistema de escritura compuesto de veinte o cuarenta letras puede, en rigor, ser remplazado por otro. Lo mismo ocurriría con la lengua si encenara un numero limitado de elementos; pero que los signos lingüísticos innumerables. 3. El carácter demasiado complejo del sistema. Una lengua constituye un sistemaSi, como luego veremos, es ese lado por el que no es completamente arbitraria y en el que reina una razón relativa, también es ese el punto en que aparece la incompetencia de la masa para transformarla. Porque ese sistema es un mecanismo complejo; sólo se puede captar mediante reflexión; incluso los mismos que hacen uso cotidiano de ét lo ignoran profundamente. Podría conoebirse tal cambio sólo gracias a la intervención de especialistas, dramáticos, lógicos, etc.; pero la experiencia muestra que, hasta ahora, la injerencia de esta naturaleza no ha tenido ningún éxito. 4.- La resistencia de la inercia colectiva a toda innovación lingüística. La lengua y esta consideración prima sobre todas las demás es, en cada momento, manejada por ella, es una asunto de todo el mundo; difundida en una mas¿l cosa de la que todos los individuos se sirven durante todo el día. Sobre este punto no se puede establecer ninguna cornparación entre ella y las demás instituciones' Las prescripciones de un codigo, los ritos de una religión, las señales marítimas, etc., no ocupan más que a cierto nún¡ero de individuos a la vez y durante un tiempo l¡m¡tado; en la lengua, en cambio, todos y cada uno partic¡pamos en ella en todo momento, y por eso la lengua sufre sin cesar la influencia de todos' Este hecho capital basta para mostrar la imposibilidad de una revolución. De todas las instituciones sociales, la lengua es la que menos asidero ofrece a las iniciativas. Forma cuerpo con la vida de la masa soc¡al, y por ser ésta naturalmente inerte aparecr- ante todo con un factor de conservación. Sin embargo, no basta con decir que la lengua es un producto de las fuezas sociales para que se vea claramente que no es libre; al recordar que es siempre herencia de una época precedente, hay que añadir que estas fuer¿as sociales actúan en función del tiempo. Si la lengua tiene un earáúer de fijeza, no es solo porque está unida al peso de la colectividad, lo es también porque está situada en el tiempo. Estos dos hechos son inseparables. En todo momento la solidaridad con el pasado pone en jaque la libertad de elegir. Decimos hombre y perro porque ante nosotros se ha dicho hombre y pero. Lo cual no impide que no haya en el fenómeno total un lazo entre estos dos fac{ores antinómicos: la convención arbitraria, en virtud de la cual la elección es libre, y el tiempo, gracias al cual la elec¡ión se encuentra fijada. Debido a que el signo es arbitrario, no conoce más que la ley, la de la tradición, y precisamente por estar fundado en la tradición puede ser arb¡trario. y- - 2l LA TUIUTABILIDAD El tiempo, que asegura la continuidad de la lengua, posee otro contradiclorio en apariencia con el primero: el de alterar mas o efecto, menos rápidamente los signos lingüísticos y, en cierto sentido, puede hablarse a la vez de la inmutabilidad y de la mutabilidad del signo. En última instancia, los dos hechos son solidarios: el signo está en condiciones de alterarse porque se continúa. Lo que domina en toda alteración es la persistencla de la materia antigua; la infidelidad def pasado es sólo relat¡va. por eso, el principio de alteración se funda en el principio de continuidad. La alteración en el tiempo adopta diversas formas, cada una de las cuales proporcionarÍa materia para un ¡mportante capítulo de lingüística. sin entrar en detalles, es ¡mportante destacar lo siguiente: damos a la palabra alterac¡ón. Podría hacer creer que se trata especialmente de los cambios fonéticos sufrisos por el significar¡te, o bien, de los cambios de sentido que afectan al concepto significado. Este enfoque seria suficiente. cualesquiera que sean los factores de alteraciones, actúen aisladamente o combinados, siempre conducen a un desplazamiento de la relación entre el significado y el significante. He aquí afgunos ejempfos. El latín nacare, que significa matar, se ha convertido en francés en noyer (ahogar), con el sentido que todos conocemos. lmagen acúst¡ca y concepto, los dos han cambiado; pero es inútil distinguir las dos partes del fenómeno;' basta con comprobar in globo que el lazo de |a ióea y del signo se ha relajado y que ha hab¡do un desplazamiento en su relación. Si en Ular Ce comparar el nacare del latín clásico con nuestro francés noyer, lo oponemos al nacare del latín vulgar de los siglos lV o V, que significa hogar, el caso es algo diferente; pero también, aunque no haya alteración apreciable del significante, hay desplazam¡ento de la relación entre la ¡dea y el s¡gno. El antiguo alemán dritteil, "el tercio", se ha convertido en alemán modemo en Drittel. En este caso, aunque el concepto siga siendo el m¡smo, la relación na sido cambiada en dos formas: el significante ha sido modificado no solo en su aspecto material si no también en su forma gramatical; no implica ya la idea de Teil; es una palabra simple. De una manera u ofa, siempie hay un desplazamiento de relación. En anglosajón, la forma prelitaria fot, 'el pie", siguió s¡endo fot (inglés modemo foot), mientras que su plural "foti" "los pies" se ha convertido én fét (ingles modemo feet). Sean cuales fueren las alteraciones que ellos suponga, hay una 22 cosa c¡erta: ha habido desplazamiento de la relación; ha surgido de otras correspondencias entre la mater¡a fónica y la idea. Una lengua es radicalmente ¡mpotente para defen&rse contra los factores que desplazan a cada momento la relación del significado y del significante. Esto es una de las consecuencias de la arbitrariedad del signo. Todas las demás instituciones humanas: las costumbres, las leyes etc., están fundadas, en diverso grado, en las relaciones naturales de las cosas; hay en ef las una adecuación necesaria entre los medios empleados y los fines perseguidos. lncluso la moda que fija nuestra ropa no es completamente arbitraria; no puede apartarse más allá de cierto grado de las condiciones dictadas por el cuerpo humano. La lengua por el contrario, no está limitada en nada en la elección de sus med¡os, porque vemos que podría impedir asociar una idea cualquiera con una secuencia cualquiera de sonidos. Para que comprend¡era bien que la lengua es una institución pura, VVhitney insistió con toda razón, en el carácter arb¡trar¡o de los signos, y con ello situó la lingüística en su verdadero eje. Pero fue hasta el fin, y no vio que este carácter arbitrario separa radicalmente la lengua de todas las demás instituciones. Se ve claramente por la forma en que evoluciona; nada hay más complejo; situada a la vez en la masa soc¡al y en el t¡empo, nadie puede cambiar nada en ella, y, por otra parte, la arbitrariedad de sus signos entraña teóricamente la libertad de establecer cualquier relación entre la materia fónica y las ideas. De donde resulta que estos dos elementos unidos en los signos conservan, cada cual, su vida propia en proporción desconocida fuera de la lengua, y que esta se altera, o más bien evoluciona, bajo la influencia de todos los agentes gue puedan alcanzar bien a los son¡dos, bien a los sentidos. Esta evolución es fatal: no hay ejemplo de lengua alguna que resista a elta. Al cabo de ci€rto tiempo se pueden comprobar desplazamientos sensibles. Y esto es tan cierto que el principio debe verificarse incluso en las lenguas artif¡ciales. Quien crea una de este tipo, la controló mientras se ponga en circulación; pero desde el momento en que cumpla su misión y se convierta en cosa de todo el mundo, el control esc€¡pa. El esperanto es un elrsayo de esta especie; si triunfa ¿escapará a la ley fatal? Pasado el primer momento, la lengua entrará, muy probablemente, en su vida semiológica; se transmitirá por leyes que no tienen nada en común con los de la creación reflex¡va, y ya no se podrá volver atrás. Et hombre que pretenda componer una lengua inmutable, que la posteridad debería aceptar tal cual sale de sus manos, se parecería a la gallina que ha incubado un huevo de pato: la lengua creada por él sería arrastrada, le guste o no, por la mrriente que anastra a todas las lenguas. ¿J La continuidad del signo en el tiempo, ligada a la alteración en el tiempo, es un princ¡pio de la semiología general; su confirmación puede concentrarse en los s¡stemas de escr¡tura, en el lenguaje de los sordomudos, etc. Pero, ¿en qué se funda la necesidad del cambio? Quizás se nos reproche de no haber sido tan explícitos en este punto como sobre el principio de la inmutabilidad: en que no hemos distinguido los diferentes factores de alocución: había que considerarlos en su variedad para saber hasta que punto son ne@sarios. La causa de la continuidad tan a pr¡ori está al alcance del observador; no ocurre lo mismo con las causas de alteración a través del tiempo. Más vale renunciar provis¡onalmente a dar cuenta exacta de las relaciones; el tiempo altera todo; no hay raún para gue la lengua escape a esta ley universal. Recapitulemos las etapas de nuestra demostración, refiriéndonos a los principios establecidos en [a introducción. . Evitando estériles definiciones de palabras; hemos distinguido pflmeramente, en el seno del fenómeno totial que representa el lenguaje, dos factores la lengua y el habla. 2. Pero esta definición deja todavía la lengua al margen de su realidad social; hae de ella una cosa ireal, puesto que no comprende más que uno de los aspectos de la realidad, el aspecto individual; es menester una rnasa hablante para que haya una lengua. 3. Corno el signo lingüÍstico es arbitrario, parece que la lengua, así definida, es un sistema libre,. organizable a capridú, que depende únicamente de un principio racional- Su caiácter social. considerado en sÍ mismo, no se opone precisarnente a este punto de vista, sin duda la psicología colectiva no opera sobre una materb puramente lógica, habría que tener en cuenta todo lo que hace desviarse a la razón en las relaciones prádicas de indivíduo a individr¡o. Sin embargo, lo que nos impide mirar la Iengua como una convención s¡mple, modif¡cable a capricho de los interesadoq no es eso; es la acción del tíempó que se combina con la de la fuer¿a social. 1 . 24 CUESTIONARIO f TIPO ECAES RECOMENDACIóN PARA PREPARARSE - En el dano académico, cuendo hable o escriba, prec¡se su. objetivo, def¡na las ideas que expondná; síga un plan: 'no hable por hablaf, ni "escriba lo que Lea mucho: cuentos, novelas, noticias, editoriales, crít¡cas, reseñas, d¡scursos, ensayos, informes científ cos, poemas, Escribá s¡empre después de leer haga resúmenes, elablezca jerafquía de ideas, planlee hipótesis, emplíe al autor, refde al autor, aclare vocabulario. Esquemat¡ce te)(lo Pref¡era la la salge". incremente macro elructura del lectura de ensayos nanat¡va: es1¡mulará su ol¡mpiadas; visite las bibliotecas y müseos; felaciónes€ cof¡ persofias de buen n¡vel cultural y metes altas; enriquezca en foma nalurál $1 léxico: e] lenguaje vulgar u obsceno se vuelve a la caDac¡dád argumentativa. - Propóngase escribir ensayos o artículos de opinión: amplierá su cepac¡dad de anál¡sis y su horizonte cuttural: Dara desanollar su competencia enciclopéd¡ca, oiga y vea conferenc¡as; participe en concunios, sem¡narios, rep€titivo y empobrece su expresión. síntesis. Cuando escuche o lea, busque los argumef¡los que sostienen los puntos de v¡s1a que le plantean. Fíjese en la Pregunte "por gué" y "cómo" en todas sus asignaturas y ensaye o judifique o exdique sus puntos de visle en todas ellas, siempre con argumer¡tos validos. intenc¡onalidad. P R E G U N TAS NÚCLEO CoMÚN PREGUÍ{TAS TIFO I Selecc¡ón múlt¡plé con única respuesta TEXTO NO 1 Un día de estos El lunes amaneció tibio y sin lluvia. Don Aurelio Escobar, dentila sin título y buen madrugador, abrió su gab¡nete a las se¡s. Sacó de la v¡driera uná denladura post¡za montada aún en el molde de yeso y puso sobre la mesa un puñado de instrumenlcs que ordeno de mayof menof, como una exposición. Llevaba urla camisa de rayas, s¡n cu€llo, cenada aÍiba con un botón dorado, y los a pantalones sostenidos con cargadores elásticos. Era ígido, enjulo, con una mirada que faras veces corespondíe a la situación, como la mirada de los sordos. Cuando tuvo las coses dispuestas sobre la mesa rodó la fresa hacia el s¡llón de resortes y s€ sentó a p{jlir la dentadura postiza. Parecía no pensar en lo que hacia, pero lrabajaba con obstinación, pedaleando en la fresa inclüso cuando no servía de ella. Después de las ocho hizo una pausa para m¡rar el c¡elo por la ventana y v¡o dos gallinazos pensetivos que se sécaben al sol en el caballete de la cása vec¡na. S¡guió trabajando con la idea de que anles del afmuezo volverla a llover. La voz deslemplada de su hüo de once años los sacó de su ablracción. - PaDé!. - Qué. - Eli{F el alcakle que si le saeas u¡re muele. Dile que no estoy aquí. Estaba puliendo un d¡ente de oro. Lo retiró a la distanc¡e del brazo y lo examinó con los ojos a med¡o cerar. En la salita de espera vov¡ó e gritar su hüo. - Dice que sí es1ás porque te está oyendo. El deritila siguió examinando el diente. Sólo 25 cuando lo puso en la mesa con los trabajos teminados, diio: - Meior Volvió a operarla fresa. De una cajita de cartón donde guafdaba las cosas por hacer, s¿¡co un puente de varias p¡ezas y empezó a pul¡r e, oro. - Papá. - Qué Aún no había cambiado de expres¡ón. - Dice gue si no le sacas la muela te pega un lifo. S¡n epresur¿lrse, con uR movimiento extremsda mente tranquilo, dejó de pedalear la frese, la ret¡ró del s¡llén y abrió la por completo la geveta inferior de mess. Allí estába el revólver. Bueno dijo. - Dile que venga a pegármelo. Hizo girar el sillón hala queder de frente a la - puefta, la mano awyña en el bofde de la gaveta. El alcakle apareció en el umbral. Se había afeitado Ia mejille izquierda, pero en la otra, hinchada y dolorida, tenía una barba de cinco días. El denüsta vio en sus ojos merchilos mucñas noches de desesperac¡ón. Cenó la g¿veta con l¿ punta de tos dedos y d¡jo suavemente: - Siénles€. Buenos días - dijo el alcelde. Buenos - düo el dentisla. Mientres hervían los inslrumentales, et a¡celde apoyó el cráneo en el cabezal de la s¡lla y se s¡ntió mejor. Resfiraba un olor glacial. Era un gab¡nete pobre: una v¡eja s¡lla de madera, la fresa de F|e(lal una vktfiera con pomos de y loza. Frente a le silla, una ventana con un cencel de tela hela la altu¡a de un hombre. Cuando sintió que el dentisla se acercaba. el alealde efifrnó los talones y abrfi la boca. Don Aurelio Escobar Ie mo/ió ta cara hacía la luz. Después de observar la muela dañada, ajustó la mandíbule con una caulelosa presión los dedos. - Tiene que ser sin enesles¡a - düo ¿Por qué? Pofque t¡ene un ebscesoEl alcalde lo miró en - Ít t+9 .- .Éi.]fl I¡r Oe los ojos. Es1á bien dijo, y trató de sonreír, El dentisla. no le coÍespondió. Llevó.a la mese de trabajo - la cacerola con los inlrumentos hervidos y los sacó del agua con unas p¡nzas frlas, todavía s¡n apresurarse. Después rodó la escup¡dera con la punta del zapato y fue e lavarse las menos en el aguamanil. Hizo todo s¡n mlrar al etcalde. Pero el alcalde no lo perdió de vista. Era una cordal inferior. El dentila abrió las piemas y apretó la muele con el gat¡llo calier¡te. El alcakde se agarró a lás berras de la s¡lla, descargó loda su fueza en los pies y sintió un vacío helado en los riñones pem no soltó un suspiro. El dentista sólo movió la muñeca. S¡n rencor, más blen con una amarga temura, d¡jo: - Aouí nos oaoa veinte muelos, leniente. El alcelde s¡ntió un crujido de huesos en la mandíbula y sus ojos se llenaron de lágrimas. Pero no suspiró hasta que no sintió lalir la muela. La vio a través de tas lágrimas. Le pareció tan extraña a su dolor, gue no pudo enlender la tortura de sus cinco noches anteriores. sobre la sudoroso, Inclinado escupidere, jadeante, se d6sabotonó la gueÍera y 't... buscó a lientas el pañueto ." en el bols¡llo del pantalón. El dentila le dio un traoo l¡mpio. - Séquese les lágrimas - düo El alcelde lo hizo. Estaba temblando. M¡entras el dent¡s1a se lavaba les manos, vio el c¡elo raso desfondedo y una telareñe pofuorienta con huevos de araña e insectos muerlos. El d€ntista regresó secándose las manos. ?cuélese - dtjo - y haga buches de agua de sal". El aheEe se puso de pie, se clespid¡ó eo¡ uld¡splicente saludo mititar. y se dirigió a la puerta el¡rando las demas, sin abotonlrse la guenera. - Me pasa la c{¡enta - düo. - ¿A usted o al municipio? El alcalde lo miró. Cenó la puerta, y dijo, a t,avés de la r€d metálica. Es la misma va¡na. GarcÍa Márquez ¿a) 1. El ambiente del cuento se desanolla en: A) una am¡stad incondicional entre el alcalde y el dentisla B) un antagon¡smo entre el alcalde y el denl¡sta. una lucha entre el alcalde y el niño. D) una desobed¡encla comet¡da por el n¡ño c) 2. Aurelio Escobar era un hombre. A) agres¡vo, valiente, pafco B) rnad{ugiridor, en¡uto, r¡gido c) sencillo, elocuez, enjuto Dt triste, valiente, agresivo 3. Nos oaoa, alude a una deuda: A) pof servicios preslados B) personal c) de juego D) con el pueblo y los Parientes de los muefos 4. Es la misma vaina, signiñca: Al una mueslra de camaradería B) una muelra de violencia C) que el alcelde recuperó la altivez D) no hay por qué preocuparse 5. Ve¡nte muertos. es equivalente a: A) las lágrimas del teniente Bl c¡nco noches de dolor Cl exracción de un cordal s¡n anestesia D) el temblor del alcelde 6. En es{e cuento el alcalde simbolize: Al la presencia del eslado enfermo por la B) C, D) B) el dentista no soportaba los militares c) el militar abusaba de su poder Dl el slcalde tenÍa una deuda con el dent¡sta 8. El dentista no quería atender al alcalde pofque: A) elaba C) estaba de mal genio D) era solidario con el pueblo mafrratado por el alcalde 9. En el relato el alcalde es símbolo de: Al amistad por el pueblo B) justicia y bienestar C) libertad y orden Dl autoridad y violenc¡a 10. La muela y el absceso s¡mbol¡zan: A) la mala salud de un gobemante B) el mal y la c.ulpabilidad C) le falta de amor por la Profesión D) la positil¡dad de pager unos mr¡ertos tl. Le extracción de una muela sin anesdesia significa: A) el deseo de venganza por parte del dentisda B) Ct D) la faita de recursos lécoioos en un consultofio la fatta de resp€to hac¡a el alcalde la purificación a través del dolor y el cast¡go 12, El corupción un hombre sufrido por una v¡gilia de cinco noches de dolor la autoridad rechezada por el pueblo padec¡miento de una Persona 7. La rivalidad entre et dertista y el teniente se debía a que: A) el dentista no lo quería atender muy ocupado Bl le gulaba la soledad dentila representa: A) un miembro más del puedo B) un alma caritaüva y noble C) el defensor del pueblo D) el espíritu vengador y justiciero t3. Cuando el denüsta expresa 'aquí nos paga ve¡nte mueftos logra: " Al apaciguar su espírilu de veng€¡nze B) efianzar su personál¡dad firme y decidida 27 C) mostrar su capac¡dad humanitaria D¡ expresar su sens¡b¡lidad 17. El tema básico en el cuenle es: l¡1. El desempeño del denüsta señale: A) el dolor A) ¡a realklad del 'ojo por ojo' Bl el protol¡po dejusiicia de un pueblo s¡n esperanza c) ef deseo de hacer sufrir a 1a autoridad' D) lo poco importanle que ere para el pueblo el dolor del alcalde 15. El denüs{€. c¡eff€ la gsveta e invita al alcalde e tomar asiento porque: Al cembia de aclitud renunc¡ando al duelo B) qu¡ere coger despreven¡do al atcalde C) qu¡ere cestigarlo extrayéndole la muela sin anesles¡a D) desea cobrarle al menos ve¡nle muertos f6. Ef hecho de que el derüista abra ta gaveta donde esteba el revólver quiere decir que: A) no le tenía m¡edo al alcálde Bl fambién era un rnatón C) quería matar al alcalde Dl se prepera para le agresión del alcetde Bl el sufrimier¡to Cl la violencia D) la venganza 18, Con es'te cuer¡to, García Márquez nos ¡nsinúa que: A) B) C) D) los denl¡stas no prelan sus servicios a los m¡lit€res dent¡sta que se niegue a prestar un servicio será ejecutado los coÍuptos de algune manera rec¡ben su cast¡go militar que no sea atendido t¡ene derecho a maler 19. Este cuento es: A) un elogio a los alcaldes mititares B) una critica a las dictadures militeres C) Al una respuesta ante el abuso de los dentistas una alabanza a los alcaldes contelatarios 28 FUNGION DEL SIGNO PRESENTACION DE LA UNIDAD En este aparte se presentan los sustentos que soportan la importancia del signo, cual es la de representar, es decir, ocupar el puesto de otro objeto o cosa, evocándola a título de sustituto. De ¡gual modo hay una característica común a todos los sislemas de signos que se fundamentan en que todo esto pertenece al campo de la semiótica que es la propiedad de significar o dar s¡gnif¡cancia, y su organización y composición en unidades de sigrnificancia o signos y que un sistema semiológico se caracter¡za por: a) "Su modo de operación. b) Su dominio de validez. c) d) Su naturaleza y el número de signos. Su tipo de funcionamiento"3. Por oiro lado, se aborda la naturaleza y las posibilidades de las relac¡ones entre sistemas semióticos que es de tres tipos (a. relac¡ón de engendramiento, b. relación de homología y c. relación de interpretancia). Finalmente la unidad se complementa con una lectura adicional denom¡nada: naturaleza del signo lingüístico de Ferdinand de Saussare en Curso de Lingüística general. t tbíd., p. 32 29 OBJETIVOS 1 Reconocer que toda enseñanza gue se ¡mparta lleva esa marca semiológico, tomando la lengua como elemento de significancia, que es el que da sentido a la vida. ¿. Reconocer la importancia de la semiótica, especialmente en el campo de la enseñanza del español y Literatura. 3. Resaltar la importancia de la Semiótica, espeóialmente en el campo de la Literatura, para fomentar y desanollar la creatividad. 4. ldentificar y dar la ¡mportancia a la función semiológica de la lengua como elemento de significancia en los procesos de enseñanza aprendi2aje. Resaltar la importancia de la semiótica discursiva y nanativa en la vida social. 30 ATREVETE A OPINAR El siguiente escrito se presenta con el propósito que usted "amigo estudiante" ponga en práct¡ca sus saberes. En efecto, antes de iniciar la lectura de contenido de dicha unidad, responda desde su formación intelec{ual, las siguientes consideraciones que serán de mucha validez para usted. ¿Cuál es la función central de la lengua en la interacción comunicativa? Argumente su respuesta. 2. ¿Cuál es el papel del signo en la vida cotidiana? Explique. 3. Se puede afirmar que la lengua es un sistema que permite explicar y darle sentido a la realidad. Explique. 4. ¿Cuáles son las relaciones de los sistemas semióticos? Explique. Cuando Saussure definió la lengua como sistema de signos, ¿estableció el fundamento de la semiología lingüstica? ¿De qué manera usted interprela esta ¡nformación? Argumente respuesta. su ll DINAMICA PARA CONSTRUIR EL CONOCIMIENTO Para construir aprendizajes significativos de la lectura de la unidad se las presenlan siguientes consideraciones que serán de gran ¡mportancia para usted. Haga una lectura reflexiva. Esto quiere decir que debe apropiarse del conten¡do temático que sirve de base para todas las actividades pedagógicas asignadas. Es importante que durante la interacción del estudiante con la lectura elabore mapas concepfuales, cuadros sinópticos, resúmenes u otros recursos inteleciuales que le permitan ¡nterpretar .y comprometer la información presentada. No se conforme con lecturas superficiales y pasivas llegue a la profundidad del texüo (rigor). Adopte un punto de v¡sta crítico y reflexivo frente al tema leido. cuestione los argumenlos, para cerciorarse de lo básico y esencial, trate en lo rnejor que lo leído, haya sido comprendido. construya mapas mentales y conc€ptuales, cuadros sinópticos, síntesis u otros esquemas de la ter¡ática en estudio y confróntelos. con los dernás mmpañeros en la clase. Sáquele el mayor provecho posible. Haga le lectura complementaria y establezca las relaciones que según su punto de v¡sta se dan con la temática de la unidad: . Realice diferentes tipos de lecluras, primero una literal o superficial; después una lectura crítica y analítica, Es necesario que se apoye en un diccionario especializado y en otros textos y autores. y Finalizadas estas actividades en forma individual y/o grupal desanollada su auto-evaluación y si le indican que aún subyacen vacíos, iavoi revisar eon rnayor detenimiento aquellos conten¡dos que necesiten mayor atenc¡ón e importancia. ' )z UNIDAD No 2 2 FUNCIONES DEL SIGNO Es inefutable que la función del signo o papel del signo es representar, es dec¡r, ocupa el lugar de un objeto o una cosa, evocándoia a titulo de sust¡tuto. Toda definición que dist¡ngue en concreto diversas variedades de s¡gnos, automáticamente nos lleva a una reflexión sobre el principio de una ciencia de los nuestro más mínima atenc¡ón signos, de una semiología. Así, y de social, de la v¡da comportamiento, a las condiciones de la vida ¡ntelectual relación, de los vínculos de producción y de intercambio, nos muestra que ut¡lizamos a la vez y a cada instante varios sistemas de signos. a la Primero los signos del lenguaje, que son aquellas cuya adquisición se inicia antes, al iniciarse la vida consciente, los signos de la escritura, "los signos de cortesía', de conocimiento, de adhesión, en todas sus variedades y jerarquías; los signos reguladores de los movimientos de vehículos , "los signos exteriores " que indican condiciones sociales; los "signos monetarios", valores e índices de la vida económica, los signos de los cultos, ritos, ciencias; los signos del arte en su variedades (música, imágenes, reproducciones plásticas)- en una palabra, y sin ir mas allá de la verificación empírica, está demostrado que nuestra vida entera está enmarcada en redes de signos que nos condicionan al punto de que no podría suprimirse un sólo sin poner en peligro de la sociedad y de la persona. En efecto el arácter común a todos los sistemas y el criterio de su pertenencia a la semiología es su propiedad de significar o signif¡canc¡a, y su composición en unidades de signifcancia o signos. Ahora pasamos a describir las características o rasgos distintivos. Así que un sistema semiológico se cara<feriza por: a. Su modo de operación. b. Su dominio de validez. La naturaleza y el número de sus signos. d. Y su tipo de funcionamiento. Sin duda que cada uno de estos rasgos comprende cierto número de variedades. 2.1 MODO DE OPERACIÓN. Es la manera como el espec¡almente el sentido (vista, oído etc.) al que se dirige u orienta. sistema actúa, .'.' 2.2 EL DOMINIO DE VALIDEZ. Es aquet donde se impone et sistema y debe ser reconoc¡do u obedecido. 2.3 LA NATURALEZA Y EL NÚMERO DE LOS SIGNOS. SON fUNCióN de las condiciones mencionadas. 2.4 EL TfPO DE FUNCIONAiIIENTO. Es ta retación que une a tos signos y les otorga función. distintiva. Por ejemplo ensayarnos esia definición en un sistema sencillo: el sistema de luces del tráfico: su modo de operación es v¡sual, generaknente diurno y a c¡elo abiedo. su dominio de validez es el desplazamiento de vehículos por caminos. sus signos están const¡tu¡dos por la oposición cr€mática. verde- rojo (a veces .on ,na ]ase ¡ntermedia, amarilla de simple transición), por tanto un s¡stema binario. Su tipo de funcionamiento es una relación de altemación fiamás de simultaneidad). Verde rojo, que significa camino abierto, camino cenldo. o. en forma prescriptita go/stop (adeiante - pare). Este sistema es susceptible de extensión o de transferencia, pero sólo en una nada mag de estas cuatro condicioneq el dominio de validez puede ser aplicado a la navegación fluvial, abal¡zam¡ento de los canales, de las pistas de aüiación, e¡c-, a condición de conservar la misrna oposición. La naturaleza de los sigrnos no puede ser modif¡cada sino temporalmente y por razones de oportunidad. De modo que los caracteres reunidos en esta definición @nforman dos grupos: Los dos primeros, relativos al mundo de operación y al dominio de üaribez, suministran las condiciones externas, empíricas, del sist,ema; los últimos relativos a los signos y a su tipo de funcionamiento indican las condiciones intemas semióticas. Los dos primeros adm¡ten algunas variaciones o acomodaciones, los otros no. Esta. forma estructur€l dibuja un r¡odelo canónico de sislerna binario gue reapareoe, por ejemplo, en los modos de votación, con bolas blancas o negras, levantándose o sentándose, etc. y en todas las cir.cunstancias en qré |a altemativa pudiera ser (pero no es) enunciada en términos lingüísticos cómo s¡ /no. AsÍ se pueden distinguir dos principios que afectan a las relaciones entre sistemas semióticos. 51 'EL PRINCIPIO DE NO REDUNDANCIA entre sistemasi'a. No hay sinonimia, no puede decirse la m¡sma El primer principio puede ser enunciado como cosa mediante la palabra y la música, que son sistemas de fundamento diferente. Esto equivale a significar que dos s¡stemas semióticos de diferente tipo no pueden ser mutuamente convertibles. En el caso c¡tado, la palabra y la música, t¡enen por cierto una caracteristica común, la producción de sonidos y el hecho de dirigirse al oído; pero es.te nexo no prevalece ante la diferencia de naturaleza entre sus unidades respectivas y entre sus tipos de funcionamienlo, @mo se señalará después. Así, la no convertibilidad entre s¡stemas de bases diferentes es la razón de la no redundancia en el universo de los sistemas de signos. El hombre no dispone de varios s¡stemas distintos para el mismo NEXO de significación. En camb¡o el alfabeto gráfico y el alfabeto Braile o Morse o el de los sordomudos son mutuamente convertibles por ser todos sistemas de igual fundamento basados en el principio alfabético: una letra, un sonido. efecto, de este principio se desprende otro que lo completa. Dos sistemas pueden tener un misrno signo en común sin que resulte sinonimia ni redundancia, o sea que la identidad sustancial de un signo no cuenta; sólo, la diferencia funcional. El rojo del sistema binario de señales de tráns¡to no tiene nada en común con el rojo de la bandera tricolor de Colombia, ni el blanco del luto en china. El valor de un signo se define solamente en el s¡stema que lo ¡ntegra. No hay s¡gno tan sistemático. En Los sistemas de signos ¿son entonc€s otros tantos mundos cenados, s¡n que ha¡¡a entre ellos más que un vínculo de coexistencia acaso fortuito? Se puede plantear una exigencia metódica más. Es preciso que la relación planteada entre sistemas semióticos sea, por su parte, de naturaleza serniótica. Serán determinadas ante lodo por la acción de un mismo medio cultural, que de una manera o de otra produce y nutre todos los sistemas que le son propios. He aquí otro nexo extemo, que no implica necesariamente una relac¡ón de coherencia entre los sistemas particulares. Hay otra condicón: Se trata de determinar si un sistema semiótico dado puede ser interpretado por sí mismo o si necesita recibir su interpretación por otro s¡stema. La relación semiótica entre sistemas se enunciará como un nexo entre 'SISTEMA INTERPRETANTE Y SISTEMA INTERPRETADO"s. Es la que poseemos en gran escala entre los signos de la lengua y los de la sociedad: Los signos de la sociedad pueden ser íniegramente interpretados por los de la lengua, no a la inversa. La lengua será el o ' BENVEHISTe, Emile. Problemas de Lingüísl¡ca general. México; S¡glo tbíd., p. 54. )ül' 1983' Pá9. 51' 35 interpretante de la soc¡edad. En pequeña escala puede afirmárse que el alfabeto gráfico como el interpretante del morse o el braile, en virtud de la mayor extensión de su dominio de validez y pese al hecho de que todos sean mutuamente convertíbles. En conclusión se puede ¡nferir que los subsislemas semióticos interiores a la sociedad serán lógicamente los interpretados de la lengua, puesto que la sociedad los contiene y que la sociedad es el ¡nterpretado de la lengua. Se advierte que en esta relación una disimetría fundamental, puede uno remontarse a la causa direcla de esta reversabilidad: Es que la lengua ocupa un lugar particular en er universo de los sistemas de signos.- Aquí tenemos un principio general de jerarquía, propio para ser introducido en la clasificación de los sistemas semióticos y que sirve para construir una teoría semiológica. y , Por otro lado, para establecer una mejor diferenciación entre las órdenes oe relaciones semióticas, tomemos el sistema de la música. especial las diferencias van a manifestarse en la naturaleza de los signos y e¡r su modo oe operar. En La música está hecha de soNlDos que tienen est¿tuto musical a¡ando han s¡do designados y clasificados como NorAS. No hay en música unidades directamente comparables a los "signos" de la lengua, dichas notas tienen un marco organizador, la GAMA, en la que ingresan a título de unidades discretas, discontinuas unas de otras en número f¡jo, caracterizada cada una por un número constante de vibraciones por tiempo dado. Las gamas comprenden las mismas notas a alturas diferentes, definidas por un número de vibraciones en progresión geométrica, mientras los intervalos siguen siendo los mismos. otra analogía que se pone de manifiesto, a la vez una d¡brenc¡a profunda, es la siguiente. La música es un s¡stema qué funciona sobre dos ejei: el eje ie las simultaneidades y el eje de las sucesiones. pensaría uno como una h'omología con el funcionam¡ento de la lengua sobre dos ejes, el paradigmáico y et á¡e sintagmático. En suma puede decirse, "si la música es considerada como una "lenqua" que es una lengua parecida a una sintaxis, pero sin semiótica"6. Pasamos ahora a otro campo, el de las arles llamadas plásücas; campo inmenso; donde indagamos si alguna similitud u oposición puede establecer lá semiología de- la lengua. Por principio de- cuentas, se tropieza con una dif¡a:ultact de princip'io: ¿Hay algo en común en el fundamento de todas esas artes, de no sei la vága 6 tbí0., p. sa. 36 noción de "plástica"? ¿Se haya en cada una o siqu¡era en una de ellas, una entidad formal que pueda denorninarse UNIDAD DEL SISTEMA considerado? Pero ¿Cuál es la unidad de la pintura o del dibujo? ¿La figura, el trazo, el color? Formulada así, ¿tiene aún algún sentido la oestión? Es tiempo de enunciar las condiciones mínimas de comparación entre s¡stemas de órdenes diferentes. Todo sistema semiótico que descanse en signos t¡ene por fuerza que incluir: a. Un repertorio fnito de signos. b. Regtas de disposición que gobieman sus FIGURAS. c. Independientemente de la naturaleza y del número de DISCURSOS que el sistema permita producir, ninguna de las artes plásticas consideradas en su conjunto parece reproduc¡r semejante modelo- Se puede decir que la noción de UNIDAD reside en el centro de la problemática y que ninguna teoría seria pudiera construirse olvidando o esquivando la cuestión de la unidad; pues todo sistema significante debe definirse por su rnodo de significación. De modo quq un sistema así debe designar las unidades que hace interven¡r para producir el "sentido" y especificar la natura¡eza del "sentido" producido. que nos ocupa Se plantea entonces dos .cuestiones: a a. ¿Pueden reducírse b. Estas unidades en los s¡stemas donde existen ¿son signos?, la unidad y el s¡gno deben ser tenidos por características distintas. El signo es necesariamente una unidad, pero la unidad puede no ser un signo. La lengua está constituida de unidades y esas unidades son signos. unidades todos los sistemas semióticos? lgualmente 'la lengua' musical consiste en combinaciones y sucesiones de sonidos, diversamente articulados, la unidad elemental, el sonido, no es un signo; cada sonido es identificable en la estructura escalar de la que depende, ninguno está provisto de significancia Estamos ante un principio discriminador: los sistemas fundados en unidades se reparten entre s¡stemas de unidades significantes y sistemas de unidades no significantes. En la primera categroría ubicamos la lengua; en la segunda la música. )l En las artes de figuración (Pintura, dibujo, escultura) de imágenes fijas o móviles, lo que se toma tema de discusión. ¿De qué naturaleza serían? Si se trata de colores, se feconoce que suponen también una escala cuyos peldaños principales están identificados por sus nombres, son des¡gnados, no designan, no remiien a nada, no sugieren nada de manera unívoca. El añista los esmge, los amalgama, los dispone a su manera en el lienzo v es sólo.en la composición donde se organizan y adquieren, técnicamente hablañdo, una "significación", por la selección y por disposicion. El artista crea así su propia semiótica, instituye sus oposiciones en rasgos que él hace significantes en su orden. El color, un material, trae consigo una variedad iluminadá de mat¡ces que pasan unos a otros y n¡nguno de los cuales hallará equivalencia con el ,,s¡gno lingüÍstico'. En relación con las artes de la figura, ya participan de otro nivel, el de la representación donde los rasgos, @lores, movimientos, se combinan y centran en conjuntos gobemados por necesidades propias. son sistemas distinios, de gran complejidad, donde la definición del signo no se representa ni con desenvolvimiento de una semiología todavía ¡ndec¡sa- el Las relaciones significantes del 'lenguaje" artístico hay que descubrirlas DENTRO de una composición. El arte no es nunca aquí más que una obra de arte particutar, donde el artista instaura libremente oposiciones y valores con los gue jr.ga con plena libertad, sin tener "respuestas' que esperar, ni contradicción qui o"I¡mitar, sino solamente una visión que expresar, según criterios, conscíentes o no. de los gue la composición entera dé testimonio y se convierte en manifestaciones. Toda semiología de un s¡stema tingüístico tiene que recunir a la mediación de ta lengua y así no puede existir más que por la semiología de la lengua y en eila. El q.ue l_a sea aquí instrumento y no objeto de análisis, no altera nada de ¡a -fengua situación, que gobieman todas las relaciones semióticas. La lengua es el ¡nterpretante de todos los demás sistemas lingüísticos. Por otro lado se precisa en este estudio la naturaleza y tas posibilidades de las relaciones entre sistemas semióticos. se presentan tres tlpos de relaciones: a- un sistema puede engendrar otro. La lengua usual engendra - ra form.alización rógico matemática, ra escritura ordinaria en-gendra ra escritura estenografica; el alfabeto normal engendra el alfabáo braile. Esta RELACToN DE ENGENDRAMTENTO es várida entre dos sistemas dist¡ntos y contemporáneos, pero de iguar naturareza, donde er segundo de los cuales está constituido a partir del primero y desempeñá una función específica, 38 t¡po de relación es ta RELACIÓH Oe HOMOLOGíA, que establece una correlación entre las partes de dos sistemas semióticos. A diferencia de la precedente, esta relación no es verilicada, sino ¡nstaurada en virtud de conexiones que se descubren o establecen entre dos sistemas distintos. La naturaleza de la homología puede variar, intuitiva o razonada. sustanc¡al o estructural, conceptual o poética. "Los perfumes, los colores y los sonidos se responden" (Baudelaire' organ¡zan su universo pcÉt¡co y la imaginería que lo refleja). b. El segundo De naturaleza más intelectual es la homología que ve Panofsky entre la arquitectura gótica y el pensamiento escolástico (CH. PANOFSKY. (Pá9. 57 60).) - También se puede señalar la homología entre la escr¡tura y el gesto ritual en China. Dos estructuras l¡ngüísticas de índole diferente pueden revelar homologías parciales o dilatadas. Todo depende del modo como se plantean los dos sistemas. relación entre sistemas semióticos es la denom¡nada RELACIÓN DE INTERPRETANCLA, se designó así la que instituimos c. La tercera entre un sistema interpretante y un sistema interpretado. Desde el punto de vista de la lengua, es la relación fundamental' la que reparte los sistemas en sistemas que se articulan, porque manifiestan su prop¡a semiótica, y sistemas que son articulados y cuya semiótica no aparece s¡no a través de la reja de otro modo de expresiones (BENVENISTE' Pás. 60) Se puede concluir que la lengua es el ¡nterpretante de todos los sistemas semióticos, principio de mucha validez. Ningún sistema dispone de una "lengua" en la que pueda categorizarse e interpfetarse según sus distinciones semióticas, mientras que la lengua puede, en principio categorizar e interpretar todo sistema JY RESUMEN la Indudablemente que la lengua es el interpretante de la sociedad, lengua constituye lo que mantiene juntos a los hombres, el fundamento de todas las relaciones gue a su vez fundan la sociedad. Podría decirse qL¡e es la lengua la que sostiene la sociedad. Tomado en sí mismo, el signo es purEt identidad para sí, pura alteridad para todo lo demás, base significante de la.lengua, material necesario de la comunicación. Existe cuando es reconocido como significante por el conjunto de los miembros de la comunidad lingúística y evoc¿t para cada quien, a grandes rasgos, las mismas glgciqcioles y las mismas oposiciones. Tales como el dominio y el criterio de la SEMIOTICA. En lo semántico, entramos en el modo específico de significancia que es engendrado por el DlscuRSo. Los problemas que se plantean aquí son iunción de la lengua como productora de mensaje. Ahora, el mensaje no se reduce a una sucesión de unidades por identificar separadamente; no es una suma de signos la que produce el ser¡tido, es, por el contrar¡o, el sentido concebido globahánte, el gue se realiza y se divide en 's¡gnos" particularmente que son palabras. En segundo lugar, lo semántico carga por necesidad con el conjunto de los referentes, en tanto que lo semiótico, está por principio, sepárado y es independiente de toda referencia. El orden semántico se identifica con el mlndo de la enunciación y el mundo del discurso. En conclusión, el hecho de que se trata, por cierto, de dos órdenes distintas cle noc¡ones y de dos universo conceptuales, es algo que se puede mostrar también mediante la diferencia en el criterio de validez que requiere el uno del otro. Lo semiótico (el signo) debe ser REcoNoclDo, lo semániico (el discurso) debe ser comprendido. La lengua es el único sistema cuya significancia se articr.¡la así, en dos dimensiones, Los demás sistemas tienen una significancia unidimeÁsional; o semiótica (gestos de cortesía; mudras), sin semántica, o semántica (expresiones artísticas), sin semiótica. El privilegio de la lengua es portar al mismo iiempo la signifrcancia de los signos y la significancia del discurso. (BENVENlsre, iges, Pás.68) .{0 TALLER DE LA SEGUNDA UNIDAD "Láctura complementaria" "Naturaleza del signo lingüístico en E. Benveniste. Problemas general Tomo l. México 1.983, Pá9. 49 - 55 de Lingüística ACTIVIDADES 1. Elabore un breve ensayo de resumen sobre la leclura complementaria. 2. Elabore un breve ensayo argumentativo a favor de la función del signo y su importancia teórica para la enseñanza del lenguaje y de la literatura. ó. Elabora un glosario de términos discursivos, valiéndose de las definiciones provistas aquí, de la ayuda de un diccionario especializado. 4l LECTURA COMPLEMENTARIA NATURALEZA DEL SIGNO UNGÜíSTrcO Es de F. De saussure de quien procede la teoría del signo lingüístico adualmente afirmada o implicada en la mayoría del los trabajos de lingüística general. y es como una verdad evidente,. no explicita todavía, pero no obstante incontestada de hecho, que saussure enseñó que la naturaleza del signo es arbitraria. La fórmuta se ¡mpuso ensegu¡da. Toda disct¡sión sobre la esencia del lenguaje o sobre las modalidades del discurso comienza por enunciar el carácter arbitrario del signo lingüístico. El principio es de alcance tal, que cualquier reflexión relativa a cualquier parte de la l¡ngüística lropieza con él por necesidad. eue sea ¡nvocado por doquier y siempre tenido por evidente sus dos razones para tratar, cuando menos, de comprender en qué sentido saussure lo consideró y la naturaleza de las pruebas que lo manifiesten. Esta definición, en el cours de lingúistique génerale, es motivada por enunciados asociación de un srgnificante (= imagen acústica) y de un significado (= Concepto) ..." " Así la ídea de soeu/ (=hermana) no está vinculada por ninguna re¡ác¡én ¡nter¡or a ra sucesión de sonidos s - ó - r que le sirve de significanté; podría ser representada ¡gual de b¡en por no ¡mporta cuál ot¡:a. lo prueban las diferencias entre las lenguas y la existencia misma de las renguas diferentes: el significado .boeftf, (=b'uey) tiene por significante bsf a un lado de la frontera y o-k--s (ochs) al otro tado; qp. 102). Esto debe establecer que'el nexo que une á significanté al significado es arbitraricf , o sencillamente que .el signo lingúístico es arbitraricf . muy sencillos. se llama signo 'al total resultante de la Por "arbitraricf el arfor entiende que es 'inmotivado, es decir arbitrario en relación con el significado con el cual no tiene nexo ninguno natural en la realidad' 1p. roa¡. Este carácter Acta lingüística, l(1939), Copenhague ]. 2' citaremos, siguiendo ra primera edición, Lausanafarís, 1916 debe pues explicar el hecho mismo por el que se verifica: saber que, para una noción, las expresiones varían en el tiempo y el espacio, y en consecuencia no tienen con aquella ninguna reración necesaria. No ños proponemos discutir esta conclusión en nombre de otros principios partiendo de crefiniciones diferentes. se trata de.saber s¡ es coherente y si, admitida la o¡part¡cién'Je¡ signo (y la admitimos), se sigue que deba -caracterizarse et iigno como arbitrario. Acabamos de ver que saussure toma ar signo tingüísiico como constituido por un significante y un significado. errora bien -- esto es ro esencial- , entiende por 'significado" el concepto. Declara en términos propio. o (p. 100) que "el signo l¡ngüístico no une una cosa y un nombre, sino un conc€pto y una imagen acústica". Pero asegura, acto seguido, que la naturaleza del signo es arbitraria porque no tiene con el significado "nexo ninguno natural en la realidad". Es claro que el razonamiento está falseado por el recurso inconsciente y subrepticio a un tercer término, que no estaba comprendido en la definición inicial. Este tercer término es la cosa misma, la realidad. Ya puede decir Saussure que la idea de 'soeui' no está ligada al significante só-r no por ello deja de pensar en la realidad de la noción. Cuando habla de la diferencia entre b<i-f y o-k-s, se refiere a pesar suyo al hecho que estos dos términos se aplican a la misma realidad. He aquí pues la cosa expresamente excluida por el principio de cuentas de la definición del signo, entrando por un rodeo e instalado permanentemente la contradicción. Pues si se plantea en principio y con razón - que la lengua es forma, no sustancia (p. 153), hay que admitir ¡r Saussure lo ha firmado rotundamente- que la lingúística es ciencia de las formas exclusivamente. Tanlo más imperiosa es entonces la necesidad de dejar la "sustanc¡a" soeur o boeuf fuera de la comprensión del signo. Ahora, si se piensa solo en el animal 'boeuf', en su particularidad concreta y "sustanc¡a|", se t¡ene fundamento para iuzgar "arbitraria" la relación entre bof por una parte, oks por la otra, y una misma realidad. Hay así una contradicción entre la manera como Saussure define el signo lingüístico y la naturaleza fundamental que le atribuye. - - Parecida anomalía en el razonamiento tan apretado de Saussure no me parece imputable a un relajamiento de su atención crítica. Más bien vería yo un rasgo distintivo del pensamiento histórico y relativista de fines del siglo XlX, un reconido habitual en esa suerte de reflexión filosófica que es la ¡nteligencia c¡mparat¡va. Se observan en diferentes pueblos las reacciones que suscita un mismo fenómeno: la infinita diversidad de las actitudes y de los juicios lleva a considerar que aparentemente nada es necesario. De la universal desemejanza se concluye la universal contingencia. La concepción Saussuriana es aún solidaria, en cierta medida, de este s¡stema de pensam¡ento. Decidir que el signo lingüístico es arb¡trario porgue el mismo animal se llama boeuf en un país, Ochs en otras partes, equivale a dec¡r que la noción del duelo es arbitraria por tener como símbolo el negro en Europa, el blanco en China. Arbitraria, si, pero sólo bajo la mirada ¡mpasible de quien se limite a verificar desde fuera del vínculo establecido €ntre una realidad objetiva y un comportam¡ento humano y se c¡ndene así a no ver en él más contingencia. Cierto, en relación con una misma realidad, todas las denominaciones tienen igual valor; el que existan es, pues, prueba de que ninguna de ellas puedan pretender al absoluto de la denominación en sí. Esto es verdad. Demasiado c¡erto - y así poco instruclivo. El verdadero problema es profundo por otro lado. Consiste en dar con la estruc{ura ínt¡ma del 43 fenómeno del gue sólo se perciba la apariencia exterior y describir su relación con el conjunto de las manifestaciones de las que depende. Así, con el signo .lingúístico, uno de los componentes del signo, la imagen acústica, contribuye su significante; otro, el concepto, es el significado. Entre el s¡gn¡f¡cante y el signifcado el nexo no es arbitrario; al contrario, es necesario. El concepto ('signlficado') "boeuP es por fuerza idéntico en mi conciencia al conjunto fónico ("significante") bóf. ¿Cómo ¡ba a ser de otra manera? Los dos juntos han sido impresos en mi espíritu; juntos, se evocan en toda c¡rcunstancia. Hay entre ellos simbiosis tan estrecha que el concepto 'boeuf'es como el alma de la imagen acústica bóf. El espíritu no contiene formas vacías, conceptos innominados. El propio Saussure dice: 'psicológicamente, prescindiendo de su expresión por las palabras, nuestro pensamiento no es sino una masa amorfa e indistinta. Filósofos y lingüistas siempre han estado acordes al reconocer que, sin el auxilio de los signos, seríamos incapaces de distinguir dos ideas de manera clara y constante. Tomado en sí mismo, el pensamiento es como una nebulosa en donde nada está necesariamente delimitado. No hay ideas preestablecidas ni nada es distinto antes de la aparición de la lengua" (p. 161). A la inversa, el espíritu no acoge más forma sonora que la que le sirve de soporte a una representacion identificable para él; s¡no, la rechaza como desconocida o ajena. El significante y el significado, la representación mental y la imagen acústica, son pues en realidad las dos caras de una misma noción y se componen como incorporante e incorporado. El significante es la traducción fónica de un concepto; Esta consustancialidad del significante y el significado mantienen la unidad estructural del signo lingüístim. Tarnbién aquí es el prop¡o Saussure a quien apelamos cuando d¡ce de la lengua: .La lengua es comparable a una hoja de papel: el pensamiento es el anverso y el sonido es el reverso; no se puede cortar el anverso sin cortar al mismo tiempo et reverso, igualmente, en la lengua no podría aislarse el sonido del pensamiento nr el pensamienlo del sonido: habría que hacer una abstracción cuyo resultado sería hacer una psicología pura o for'¡ología pura" (p. 153). Lo que Saussure dice aquí es que la lengua vale, ante todo, para el signo lingüístico en el cual se af¡rman indiscut¡blemente los caracteres primeros de la lengua. se ve ahora, y se puede deslindar la zona de lo'arbitraricf , lo que es arbitrario es que tal signo, y no tal otro, sea apl¡cado a tal elemento de la realidad, y no a tal otro. En este sentido, y sólo en éste, es permisible hablar de contingencia, y será menos para daf una solución al problema que para señalarlo y dejarlo por el momento. Pues se trata, ni mas ni menos, que del famoso ¿quoel o oeoel?, y sólo puede decirse por decreto. Es en efecto, transpuesto a táminos lingüísticos, el problema metafísico del acuerdo entre el espíritu y el mundo, problema que acaso el lingüista esté un día en condiciones de abordar con frutos, pero que por ahora valdrá más que deje- Sentar la relac¡ón como arbitraria es para la lingüística una manera de defenderse contra esta cuestión y contra la solución que el sujeto 44 parlante le aporta ¡nstint¡vamente. Para el sujeto parlante, hay entre la lengua y la realidad; mejor: es está realidad (nomen omen, tabúes verbales, poder mágico del verbo, etc.). A decir verdad, el punto de vista del sujeto y el del lingüista son tan diferentes a este respecto que la afirmación del lingüista en cuanto a lo arbitrario de las designaciones no refuta el sentimiento contrario del sujeto hablante. Pero, sea cual fuere, la naturaleza del signo lingüístico no es rozada siquiera, si se le define como lo hace Saussure, ya que lo propio de tal definición es precisamente no considerar más que la relación del significante con el significado. El dominio de lo arbitrario es relegado así fuera de la comprensión del s¡gno lingüíst¡co. Es bastante vano entonces defender el principio de la 'arbitrariedad del signo" contra la objeción que podría derivarse de las onomatopeyas y palabras expresivas (Saussure, pp. 103 - 104), no sólo porque su esfera de empleo sea relativamente limitada y porque la expresividad sea un efecto esencialmente transitorio, subjetivo y a menudo secundar¡o, sino sobre todo porque, aquí también, sea la que sea la realidad pintada por la onomatopeya o la palabra expresiva, la alusión a está realidad en la mayoría de los casos no es inmediata y sólo se admite por una convención simbólica, análoga, a la que acredita los s¡gnos ordinarios del sistema. Volvemos a en@ntrar, así, la definición y los caracteres validos para todo signo. La arbitrariedad no existe tampoco aquí, síno en relación con el fenómeno o ef objeto material y no interviene en la const¡tución propia del signo. Ahora hay que considerar brevemente alguna de las consecuencias que Saussure ha extraído del principio discutido aquí, y que tiene extensas repercusiones. Por ejempfo, muestra admirablemente que puede hablarse a la vez de inmutabilidad y de la mutabilidad del signo: inmutabilidad porque, siendo arbitrario, no puede ser puesto en tela de juicio en nombre de una norma razonable; mutabilidad porque, siendo, arbitrario siempre es susceptible de alterarse- "Una lengua es radicalmente ¡mpotente para defenderse contra los factores que mueven, instante, instante, la relación entre signiñcado significante. Es ¡¡na de las consecuencias de las arbitrariedad del s¡gno' (p. 112). El merito de este análisis no disminuye en nada, antes aumenta, si se espec¡f¡ca mejor la relación a que se aplica. No es entre significado y significante donde la relación al mismo tiempo se modifica y permanece inmutable, sino entre signo y objeto; es, en, otros términos, la motivación objetiva de la designación, sometida, como tal, a la acción de diversos factores históricos. Lo que Saussure demuestra sigue siendo cierto, pero acerca de la significación, no del signo. tras y Otro problema, no menos importante, que está afectado directamente por la definición del signo, es del valor, donde Saussure piensa encontrar una confirmación de sus puntos de vista: "...1a elección que recurre a tal segmento 4:) acústico para tal idea es perfectamente arbitraria. Si no fuera este el caso, ra noción de valor perdería atgo de su carácter, puesto que contendría un elemento impuesto desde fuera. Pero de hecho los valores permanecen enteramente 'relativos, y he aquí por qué el vínculo entre la idea y el sonido es radicalmente arb¡trario'(p. 163). Vale la pena repasar sucesivamente las partes de este razonam¡ento. La elección gue rec¿/rre a tal segmento acústico para tal ¡dea no es arb¡traria en manera alguna; este segmento acústico no existiría sin la idea correspondiente y viceversa. En real¡dad Saussure piensa siempre, por mucho que hable de "idea', en la representac¡ón del objeto real el caÉcter evidentemente no necesario, inmotívado, del nexo yace en la frase siguiente en le cual subrayo el m¡embro característico: 'si no fuera el caso, la noción de valor perdería algo de carácter puesto que contendría un elemento impuesto desde fuera'. Es por cierto "un elemento impuesto desde fuera", o sea la calidad objetiva, lo que este razonam¡ento toma como eje de referenbia. pero si se considera el signo en si m¡smo y en tanto que portador de un valor, la arbitráriedad queda necesáriamente eliminada ya que - la ultima proposición es la que enciena con mayor claridad su propia refifación- es harto cierto que los valores permanecen enteramente "relativos' , pero se trata de saber cómo y en relación con qué. planteemos ahora mismo esto: el valor es un elemento del signo; si el signo tomado en sí mismo no es arb¡trar¡o como se cree haber demostrado, se sigue que el carácter "relativo,, del valor no puede depender de la naturaleza "arbitraria"del signo como hay que prescindir de la convivencia del signo a la realidad, con mayoi razón no debe considerarse el valor más que como un atributo de la forma, no de la sustancia. Desde ese punto y hora, decir que los valores son ,relativos" significa que son relat¡vos los unos con respecio a los otros. Ahora bien; ¿no ésta justamente la prueba de su necesidad? Ya no se trata de aquí del signo aislado, si no de la lengua como sistemas de signos, y nadie ha concebido y suscrito la economía s¡stemática de la lengua con la intensidad de saussure. euien d¡ce s¡stema dice ajuste y adecuación de las partes en una estructura que trasciende y explica sus elementos. Allí todo es tan necesario, que las modificaciones del conjunto y del detalle se condicionan recíprocamente. La relatividad de los valores és la mejor prueba de que depende estrechamente uno del otro en la sincronía de un sis{ema siempre amenazado, siempre restaurado. Es que todos los valores son de oposición y no se definen más que por su diferencia. opuestos, se mantienen en mutua relación de necesidad. una oposición está, por la fueP,a de las cosas, subtenida de necesidad, como la necesidad da cuerpo a la oposición. Si la lengua es otra cosa que un conglomerado fortuito de nociones enáticas y de sonióos emitidos al azar, es por c¡erto que hay una necesidad inmanente a su estruciura como a toda estructura. Parece, pues, que la parte de contigencia inherente a la lengua afecta a ta denominación en tanto que símbolo fónico de la realidad y en su relación con ella. 46 Pero el signo, elemento primordial del sistema lingüístico, enciena un significante y un significado cuyo nexo debe ser reconocido como necesario por estos dos componentes circunstanciales, uno del otro. El carácter absoluto del signo lingüístico así entendido rige a su vez la necesidad dialéclica de los valores en constante oposición, y forma el principio estructural de la lengua. Es tal vez el mejor testimonio de la fecundidad de una doctrina el gue engendre la contradicción que la promueve. Restaurando la verdadera naturaleza del signo en el acondicionam¡ento interno del sistema, se afianza, más allá de Saussure, el rigor del pensamiento Saussuriano. 47 CUESTIONARIO 2 TIPO ECAES RECOTTENDACIóN PARA PREPARARSE Lea mucho: cuenlos. noveles. not¡c¡as. editoriales, crít¡cas, reseñas, discursos, enseyos, infomes cienüncos, poemas, Escriba siempre después de leer: haga resúmenes, eslablezca jerarquíe de ideas, plantee h¡pótes¡s, amplíe al autor, En el plano académico, cuando hable o escriba, precise su objetivo, defina las ideas que expondfá; siga un plan: "no hable por habbf, n¡ 'escribe lo que selga'. ¡ncremenle su horizonte cultural: para desenollar su competenc¡a enc¡clopéd¡ce, ciga y vea conferencias; refute el autor, aclare vocabulado. Esquemat¡ce la macm estruclura del a€umentativa. Propóngase escribir ensayos o artículos de op¡n¡ón: ampl¡erá su capacidad de part¡c¡pe en concr¡rsos, sem¡narios. ol¡mpiadas; visite las bibliotecas y museos; rel¿c¡ónese con personas de buen n¡vel cullufal y metas altas; enñquezca en foma natural su léxico: el lenguaje vulgar u obsceno se vuelve anál¡sis repetitivo y empobrece su expresión. t€)do la lec{ura de ensayos a la naÍa,ive. esl¡mulerá su capacidad Prefiera y síntes¡s. Cuando escuche o lea, busque los argumentos que sost¡enen los puntos de v¡sta que le dantean. F-rjese en ta - intenc¡onal¡dad. Pregunte "por qué' y 'cómo" en todas sus asignduras y enseye o juslifique o explique sus puntos de vista en todas elles, siempre con argumentos velidos. PREGUNTAS NUCLEO COMÚN TEXTO No. 2 Pefúer el habla es una de las condic¡ones más limitafnes paft¡ un ser humano. por fortuna la modema tecnología ha logrado importantes avances que facilitan a las personas que sutren de sfesia conler con un medio para comun¡carse. lanzem¡ento El reciente en lnglatera de un dispos¡tivo polátit, perfecc¡onado en los laboratorios de British Telecom, y que permite en le memorie del disposirirro algunas frases útiles, las c¡rales se repfoducen a volur¡tad a través de un altavoz. pero además el aDerato pemite la reprogramación ráFida de mensaies cuando así lo ¡equieÍa el paciefrle. Las frases grabadas pueden utilizarse independientemente o en conjunto para fomer oraciones más largas y comdejas. la comunicación verbal instantánea, bien en situac¡ones care a cara o conectado a un teléfono, significa una valiosa ayuda y ta autonomía para muchos de estos pac¡entes. Se trata del equipo Claudius ll, llamado así en honor del emp€Edor romano Claud¡o, quien sufría de un defeclo de esla naturateza. El fonialra o cuelqu¡er olra persona, val¡éndose de un micrófono puede grabarle al paciente El Claudius ll es @nsiderado como el orimer sislema en su género, ya que es fá'cil de lransportar (pesa sólo un kilogramo) y tiene bater¡es para dos horas de func¡onamiento cont¡nuo. Para los pac¡entes que elén fis¡camente imposibilitados para pulsar las tecles, los ¡nvestigadores británicos han d¡señado una serie de d¡spositivos especiales. Esle novedoso sisteme hece más lolerable lá quienes sufren de una repentina v¡da a 48 pérdida del habla como consecuencia de cáncer de gafganta, mal func¡onamienlo de las neuronas motores, ataques de apoplejía, 22. De acuerdo con el parálisis cerebral o enfermedad de Parkinson. A) méd¡co B) ingeniero 20. Si presentamos cada pánafo con un rectángulo adecüando el tamaño a la importancia de la idea en el te)do, la representac¡ón final sería la siguiente C) ¡nventor A) A) B) Bl c) Cl D) D) lefo. el foniatra es una especie de D¡ técnico 23. El tefo nos cuenta que: Claudio fue un emperador romano que sufría de psÉlisis se ha ¡nventádo un aparato para que las personas afásicas puedan hablar British Telecom es una filial de Telecom Colombia el cáncer de garganta ¡mÉde habler 2¡1. El Claudius ll es un aparato: 21. Por el sentido globel de, texto se puede deduc¡r que la mayorver aja aporteda por el Claudius ll es oue A) resulte fácil de cargar Bl lo pueden usar aun los que están completamente paralizados cl fac¡lita la comun¡ceción a personas mudas muchos D) devuefue la ¡ndependencia pac¡entes a A) besado en energía solar B) electromeqánico Cl basado en los mismos princ¡p¡os D) de los computedores que se conecia a un teléfono pera que funcione 49 rNTRoDUcctóN A LA sEtutónce NARRAT¡vA y DISCURSIVA NUEVA PERSPECTIVA INVESTIGATIVA PRESENTACION DE LA UNIDAD En esta unidad que presentamos, que es una iniciación de la lingüística discursiva y narrativa comprende dos partes: ('l) La primera parte es una presentación en forma didáctica, de la propuesta metodológica de A.J. Greimás y sus colaboradores. (2) La segunda parte del documento es un ejemplo pedagógico de aplicación que ilustra concretamente la metodologfb que presentamos, se sabe que el campo de los textos orales, al poner en juego, entre otros, relatos simples (que son formas nanativas y discursivas casi universales.), muestran un teneno privilegiado para el ejercicio del saber hacer semiótico. por está razón proponemos, en forma de 'trabajo prádico", el análisis de un cuento maravilloso ftancés, muy conocido,'CENICIENTA". - 50 OBJETIVOS 1 . Aplicar el análisis semiótico al campo narrativo y discursivo especialmente a: (cuentos, novelas, poesía, fábulas, mitos, etc.). 2. Emplear el enfoque metodológico para le exploración del sentido en la práctica pedagógica, especialmente en el campo de la enseñanza del Español y la Literatura. 3. Analizar CENICIENTA desde el punto de vista semiótico. I 5l ATREVETE A OPINAR Este esludio ha sido preparado para que usted ponga en práctica sus conocimientos previos y tengas un contacto con el análisis semiótico en general. De modo que limítese a responder los siguientes ¡ntenogantes desde su punto de vista. 1. ¿Cuáles son las ventajas que usted considera, puedan aportar el empleo del análisis semiótico en lo pedagógico? 2. ¿Cuál es la importancia del uso de la semiótica narrativa y discursiva? J. Podría establecer la d¡ferencaa entre un análisis cenfado en la frase (sintáctico) y un análisis centrado en lo nanat¡vo o discursivo (semiótico). Argumente su respuesta. 52 DINAMICA PARA CONSTRUIR EL CONOCIMIENTO Para construir aprendizajes signif¡cat¡vos de la lectura de la unidad le presentan las siguientes consideraciones que serán de gran importanc¡a para usted. Haga una lectura reflexiva. Esto quiere decir que debe apropiarse del contenido temático que sirve de base para todas las actividades pedagógicas as¡gnadas. Es importante que durante la interacción del estudiante con la lectura elabore mapas conceptuales, cuadros sinópticos, resúmenes u otros recursos intelectuales que le permitan interpretar y comprometer la información presentada. No se conforme con lecturas superficiales y pasivas llegue a la profundidad del texto (rigor). Adopte un punto de vista crítico y reflexivo frente al tema leído. Cuestione los argumentos, para cerciorarse de lo básico y esencial, trate en lo mejor que en lo leído, haya sido comprendido. Construya mapas mentales y conceptuales, cuadros sinópt¡cos, síntes¡s u otros esquemas de la temática en estudio y confróntelos con los demás compañeros en la clase. Sáquele el mayor provecho posible. Haga le lectura complementaria y establezca las relac¡ones que según su punto de vista se dan con la temática de la unidad. Realice diferer¡tes t¡pos de lecturas, primero una literal o superficial; después una y analítica. Es necesario que se apoye en un diccionario especializado y en otros textos y autores. lectura crítica Finalizadas estas actividades en forma individual y/o grupal y su auto evaluación indica que aun subyacen vacÍos, por favor revise con mayor detenimiento aquellos contenidos que neces¡ten mayor atenc¡ón e importancia. 53 TERCERA UNIDAD 3. INTRODUCCIÓN DISCURSIVA : 3.1 A LA SEMóNCA NARRATIVA Y Propuesta Semiótica La semiótica tiene como intención la exploración del sentido, esto quiere decir que no puede reducirse únicamente a la descripción de la comunicación entendida como el envío de un mensaje entre un emisor y un receptor sino que, incluyéndola, debe también poder dar cuenta de un proceso más general, el de la significación. Por otro lado, ¿puede el campo de la comunicac¡ón (entendida aquí como un hacer - saber) delim¡tarse con base en un querer comun¡car o querer - hacer saber? - Por ejemplo vemos en un aviso 'Droguería" se nota en él un mensaje que es enviado por el propietario {Emisor = Farmacéutico) que va dirigido a eventuales destinatarios receptores = clientes). Este ejemplo y muchos más, son signiflcaüvos y quieren decir que el problema del sentido - del cual quisiera ocuparse la semiótica supera ampliamente, integrándolo, al de la que comunicación, no es sino una de sus formas particulares. - No hay que olvidar, por ejemplo que la comunicación impone, en un campo dado de significación, un reconido obligatorio extremadamente selectivo que elimina al máximo toda ambigüedad o pluralidad de lecturas posibles: Esa es la difefencia entre un enunc¡ado unívoco de la clase "Vaya mañana a las 7:a.m. a casa de Z (suponiendo que no se trate de un mensaje, en cuyo caso sería comprensible simultáneamente a otro n¡vel de significación) y el poema de Mallarmé, Salut, que puede leerse al mismo tiempo desde et púnto óe vista de un banquete, de la navegación y de la escritura. (rSystematique des isotopies" in essais de sémiotique poét¡que"). La descripción de la significación no deja de plantear el problema de su propia posibilidad, por lo menos en una perspect¡va que pretende ser científca. En la medida en que trata del sentido, la semiótica como cualquier otra búsqueda de significación, no puede ser sino "la transportación de un nivel de lenguaje a otro diferente'(GR 1970, 13). 54 Desde un punto de vista, la semiótica se define como un metalenguaje respecto del universo de sentido que ella se da como objeto de análisis. Pero no por eso se reduce a una simple paráfrasis que restituirÍa, bajo otra forma, los datos de base, de acuerdo a un principio de equivalencia, en este caso la mejor equivalencia de un objeto es ese mismo texto. El principio de pertinencia de la semiótica se da en el sentido que ésta es una transcodificación, es algo que esto, como operación de descripción tiene el deber de precisar el o los niveles de análisis donde pretende situarse; esto significa que solamente encara los objetos que ella estudia desde el punto de vista muy determinado que les es común, y en esto consiste el principio de pertinencia. A diferencia del antiguo tipo de disertación, por ejemplo, que a propósito de un texto dado, mezclaba inextricablemente los aspectos biográficos, históricos, sociológicos, psicológicos, estilísticos, etc., para extraer de ellos el sentido, la semiótica postula que el acercam¡ento a la significación puede hacerse por medio de acercamientos diversos, es decir, según niveles defin¡dos a su vez por los rasgos distintivos comunes (o extraídos de los objetos estudiados). No hay duda de que la aplicación del princip¡o de pertinencia aparecerá necesariamente como una reducción en relación con el material sometido al análisis. El hacer semiótico, al ejercerse sob're una colección de "objetos" (en el sentido común de la palabra) dado (Ej. Textos relatados orales, tiras gráficas, poesía, obras musicales, etc.), sólo los estudia bajo un ángulo particular; su análisis no pretende reslituirlos tal cual son, sino que dar cuenta del objeto que ella se dá a sí misma y que construye en o a través de ellos. Si pensamos en el conocimiento de las plantas, por ejemplo, vemos que una flor será objeto de una reflexión diferente según se trate de una persona qué la regala a una amiga como signo de afeclo, de un floria¡ltor o de un botánico. Y nadie puede refutarle a éste último que escriba entre paréntesis, en su trabajo científico, el aspecto estético o económico de las flores que estudia. Así, la semiótica está interesada solamente por un nivel de análisis, uno de los objetos propios que se propone, a través de todos los corpus que sondea, es la NARRATIVIDAD. Tomando como punto de partida todas las formas discursivas posibles (Ej. Relatos escrltos y orales, noticias periodísticas, películas, etc.). La semiótica trata de determinar el conjunto de leyes que dan cuenta en parte de ese elemento central de nuestra vida cotidiana, que es el hecho de'contad. Es así que la semiót¡ca establece un plano homogéneo para el anál¡sis, y no retiene 55 nada más que lo que es pertinente para el objeto que elige; todo resto queda fuera del campo de su ejercicio. Una vez que se ha definido el nivel de anál¡s¡s elegido, es conveniente proceder a su ordenamiento y a la puesta al día de su organización fundamental. Después de establecer los niveles de eñfogue, la pnmera operación consiste en articular el proceso muy separadamente establecer el inventario de las unidades que constituyen; habrá que definir entonces sus "constituventes' (Estudio morfológico) tanto en el plano sintagmático como en el paradigmátíco, y determinar las reglas de sus posibles combinaciones (estudio sintáctico). En un segundo momento, el análisis se organiza en disponer los diferentes niveles en un conjunto coherente, que se postula como de naturaleza jerárquica "todas las teorÍas del lenguaje están de acuerdo sobre este punto: el lenguaje es una jerarquía" (GR 1970, 105). fndudablemente que el estudio de un proyecio de una articula ción )erárquica y sintádica está lejos de ponerse en práctica. Una prueba suficiente de ello son las clasificaciones que se encuentran en el campo semiótico; m¡entras que una cíencia se define más por sus metodologías y por el objeto propío que se auto propone que por el material concreto que trata, se habla en general de la semiótica no en función de sus criterios internos, estructurales o formales. sino en relación con sus campos de aplicación o exploración (Semiótica del espacio, semiótica del teatro, semiótica de la publicidad, semiótica del cine, semiótica de la música, etc.) Con todo, la denominaciqt de semiótica discursiva (que pueda englobar toda una parte de la obra de A.J. Greimas), por ejemplo, muestra comienzo posible de una distribución y una definición formales, independientemente de los campos de intervención. 3.2 Delimitación Supongamos un texto dado, por ejemplo, un cuento, tenemos aquí una historia expresada en una lengua natural; se trata de un conjunto de significantes (o s¡gno lingüíst¡co) es decir, que está const¡tuido por la unión de un significanie (=la forma lingüística) y un significado (=la historia que cuenta en él). Esta dísociación entre signifcante y significado (en la terminología de F. Saussure) o más ampliamente, entre expresión y contenido (en la ierminología de HJMSLEV) tiene una base pragmática: el hecho, por ejemplo, de qué esta 'historia o relato' (=el contenido) pueda ser relatado en lenguas naturales (= la expresión) diferentes (Español, francés, ruso, ingles, etc.) sin modificarse por ello sustancialmente. 56 Si la lingüíst¡ca se ocupa más que nada del sign¡f¡cante, se han realizado muy pocos estud¡os, comparativamente, en el nivel del significado. Esta es la laguna que las ¡nvestigaciones de A.J Greimas colman en parte, ya que están situadas en el nivel del contenido, precisamente, lo que caracteriza el hacer semiótico será entonces abandona (6n parte), en un primer momento, el plano de la forma lingüística para abordar el campo del significado, esto quiere decir, que no tendremos en cuent¡a aquí el estudio del nivel textual. ¿De qué manera encararemos enton@s el anál¡sis del contenido sino tomando como modelo el que se práctica en el nivel de la expresión? "Parece que el mejor punto de partida para comprensión de la estructura semánt¡ca por cons¡ste, el momento, en la concepción Saussureana de los dos planos del lenguaje - el de la expresión y el del corfenido - ya que se considera que la existencia de la expresión es la condición del sent¡do. la La hipótesis del isomolismo entre los dos planos nos autoriza por lo tanto a concebir la estruc{ura semántica como una articulación del universo semántico en unidades mínimas de significacióñ (= o semas) que corresponden a los rasgos distintivos en el plano de la expresión (= o femas). El paralelismo al que nos referimos aquí enlre el contenido y la expresión a nivel morfológico puede extenderse al componente sintáctico. Observamos, por otra parte, que las unidades de comunicación de ambos planos (del significante y s¡gn¡ficado), no son equidimencionales. A un lexema no conesponde un fonema, sino una combinación de fonemas. El análisis de los dos planos. aunque @nserye los mismos métodos, debe llevarse a cabo pr separado y deberá apuntar a establecer la existencia de femas para el significado y semas para el significante, unidades mínimas de los dos planos del lenguaje" (GREffvfAs, 197o,47). 57 Sustancia: Cadena fónica Expresión Formo: Sistema Lingüístico Cuentos relatados oralmente Sustancia: Semántica Contenido Forma: Gramática fMorfología J 1 s¡ntax¡s I t El análisis de los dos componentes antes 'Morfológico" y "sintáctico". permite la exploración del contenido: Lo estudiaremos por lo tanto en forma así suces¡va. Nivel textual Nivel superficial ------.> manifestación textual plano del r-------.> Unidades en el de la manifestación contenido Relaciones en el olano de manifestación del contenido. {} iltl il U Semas Nivel profundo (Universo inmanente) Estruclura elemental de la significancia (Organización Sémica) \______-Y_-_-_J "Morfología" "sintaxis" 58 3.3 COMPONENTEMORFOLÓGICO. Tal como lo anticipamos, el estudio de la sustancia del contenido sólo puede efectuarse en el marco de una forma elegida. Es por esto que la descripción misma del componente semántico, independientemente de su utilización o manipulación en el nivel sintáctico, se reduce a revelar una articulación, a efectuar una división formal en unidades semánticas diferentes. 3.3.1 EL SEMA COMO RASGO DISTINTIVO. La unidad semántica de base es el sema, elemento mínimo de significación, que sófo aparecerá como tal en relación con un elemento que no sea él; su función es solamente diferencial, y por esta misma razón sólo puede ser captado en un conjunto orgánico en el marco de una estructura. Consideremos los lexemas. Fils [hijo] y fille [hija] Hombre +++ /Humano/ +-0 /Macho/ -+0 lHembral ++ /Adulto/ /no-adulto/ /procreación/ 0 lfiliaciónl 0 Mujer Niño Padre Madre Hijo ++++ +-+-+-+ + + + + + 0 0 + Hüa 0 0 0 0 ; + 3.3.2 LA |SOTOPh Los semas contextuales o clasemas definen en un texto dado las (o las) isotopías que garantizan su homogeneidad; diremos que una secuencia discurs¡va es isotopía si pone uno o varios clasemas recurrentes; "El sintagma que reúne por lo menos dos figuras sémicas, ("El peno ladra') puede considerarse como un contexto mínimo que permite establecer una isotopía "(GREIMAS, 1966,72). - El concepto fundamental de lsotopía debe entenderse como "un coDjunto redundante de categorías semánticas (=Clasemát¡cas) que posibilita la lectura uniforme del relato. 59 Tal como lo destaca A.J. Greimas (que es el primero en haber permite quitar introducido este concepto operatorio) La isotopía a un enunciado su ambigüedad. En el discurso pcÉtico se puede admitir una Pluri-isotooía. - Es equivalente que las primeras isotopías que parecen infer¡rse son de carád.er c,oncéptual; se bata de isotopías semánticas, que van referidas a la dimensión "interoceptiva", bastaría con citar, por ejemplo, las fábulas de Lafontaine,. que operan con la doble categoría de /animal/u5/humano/, sin embargo, nos pareé oportunó no limitar el las categorías semánticas concepto de isotopía solamente (como/animales/u5/inanimado/,etc.), una isolopía semiológica; es así que en salut, de Mallarmé, R. Rastier separa tres interpretaciones: El banquete, la navegación y la escritura. a 3.3.3 SEMEMAS Y METASEMEMAS Los semas nucleares (de carácter semiológicos) y los clasemas (de carácter semántico) pertenecen al n¡vel inmanente. La conjunción de ambos permite el pasaje a un plano superior y constituye la manifeslación del contenido como tal, que no debemos confundir, evidentemente, con la man¡festac¡ón lingüística o textual (en la cual se unen el contenido y la expresión). La combinación del contextuales 'provoca en el plano del núcleo sémico y de los semas discurso esos efectos de seniido que (llamamos) "sememas" (GREIMAS, 1966,15).Los sememas aparecen así como el resultado de una combinatoria cuyas reglas de construcción o funcionamiento bastará con determinar, con las restricc¡ones que le caracterizan, por ejemplo, los semas nucleares nunca podrán aparecer en el nivel de manifestación. del contenido - sin clasemas; ese es el caso de los sememas; en cambio, los contextuales pueden combinarse entre sí y constituir un corpus de metasememas; sememas y metasememas son los dos tipos de unidades de la signifiqación manifiesta. g.4 COMPONENTESINTACTICOORGANIZACIÓN FUNDAMENTAL 3.4.1 LA ESTRUCTURA FUNDAMENTAL Cuando defihimos el sema, dijimos ya que su función es solo diferencial, es decir, que sólo puede ser aprend¡do dentro de una estructüra. Ej. lNiñol vs. [Niña] = [Masculinidad] vs. [Feminidad]. 60 Tenemos aquí dos semas subyacentes - /masculinidad / vs. lfeminidad/cada uno de los cuales sólo tienen existencia por referencia al otro. La relación que se establece entre los dos es de naturaleza antonímica. 3.4.2 INTRODUCCIÓN SOBRE EL MODELO ACTANCIAL A diferencia del procedimiento de V. Propp.y aún cuando se inspire en él muy ampliamente, la hipótesis de A.J. Greimas - y allí reside en parte su originalidad consiste en desplazarse desde el campo de las funciones (una primera tipologia de las funciones había sido propuesta por V. Propp. En el campo del cuento maravilloso popular) en el campo de los aclantes (término extraído de L.Tesníere). Extraído sobre todo de los inventarios de Propp y de Souriau el modelo actancial (mítico) se presenta así: Destinador r--------------- obieto A .--------------- Destinatar¡o tl tl lJ Adyuvante .--------t:-Sujetor--------------,- Oponente Este modelo es el resultado de algunos corpus específicos (cuentos maravillosos, situaciones teatrales), pero al mismo t¡empo está 'construido teniehdo en olenta la estructura sintáctica de las lenguas naturales" (GREIMAS 1ffi,180). L. Tesnieré s¡gnificaba que el enunciado elemental o frase lo comparaba con et espectáculo. S¡ recomendamos que las funciones, según la sintax¡s tradicional, no son más que papeles representados por las palabras - el sujeto es en ella, alguien que sufre la acción. La proposición, en una tal concepción, no es en efecto más que un espectáculo, el homo loquens. El espectáculo tiene sin embargo, esto de particular: que es permanente; el contenido de las acciones cambia durante todo el tiempo los actores varían, pero el enunciado - espectáculo permanece siempre el mismo. (GREIMAS, 1966, 173), Así, el modefo actancial "obtenido grac¡as a la estructuración paradigmática def inventar¡o de los actantes" (GREIMAS, 1966,189), se basa, pues, en la articr¡lación sintáctica tradicional, al mismo tiempo que se ajusta al universo semántico que debe asumir, así por ejemplo. 1) Pedro recibe una carta de su padre, Luís, y. 6l 2) El padre LuÍs envía una carta a su hijo Pedro. Pedro tendrá en ambos casos el mismo papel de destinatario, desde el m¡smo punto de vista de la forma del contenido. Desde otro punto de vista, tomando otro contexto y, para un sabio filósofo clásico, estando precisada la relación de deseos (que une al sujeto y objeto) como el deseo de @nocer, los actantes de su espectáculo del conocimiento se obtendrá. Sujeto............ Objeto....,...... , Dest¡nador... ... :.. .. ... Oponente... Adyuvante... ... . ...........Filosofía ... ... ....Mundo Humanidad ... ... ....Materia ... ... Espíritu De iguaf Íorma, la ideología marxista, en el nivel del militante, podrá ser distribuida, gracias al deseo de ayudar al hombre, de modo paralelo. Sujeto Objeto Destinador Oponente Adyuvante Hombre Sociedad sin claves Histórim Burguesía Clase obrera 3.4.4 EL MODELO ACTANCIAL COMO SISTEMA. Consideremos primeramente el modelo actancial en el plano sistemático. Tenemos una organización de conjunto, articulada en tres parejas de actantes (aclores), cuyo pivote central está constituido por la relación sujeto / objeto. 3.4.3.1 Sujeto / Objeto "La relación entre el sujeto y el objeto (se nos aparece) con un investimiento semántico, o la relación teleológica, situada en la dimensión mítica de la manifestación, aparezca, como @nsecuencia de esta combinación semica, como un semema que realiza el efec{o de sentido "f!eseS' (GREIMAS, 1966, 176177). Consideramos entonces la relación sujeto /objeto conespond¡ente a la relación aclivo vs. pasivo (sujeto = ser que quiere, objeto = ser querido).Esa relación definirá lo que Greimas denomina un enunciado de estado. Se trata en efecto de la posición de un elemento respecto de otro y que corresponde en nuestra actual terminología a la JU.NIQIL 62 3.4.3.2 Destinador / Destinatario La segunda pareja de actantes que entra en la composición del modelo actancial está conformado por la dualidad Destinador / destinatario. En cambio la' existenc¡a de una relación de presuposición unilateral entre el destinador término presupuesto y el deslinatario término que presupone hace asimetría la comunicación entre ambos. - - - - La introducción de la pareja destinador - destinatario en el modelo actancial se justifica en relación con el objeto. Este último, en efecto, se ubica como lo habÍamos anotado, en el eje del "deseo' (relación sujeto / objeto) pero al mismo tiempo se inscribe en el eje de la comunicación. Tomemos el siguiente texto o enunciado: "Es una suerte que yo pueda darte este libro, dado que tengo la oportunidad' Tenemos que: Destinador: Destinatario: Sujeto: Objeto: Adyuvante: "Suerte' 'Te" "Yo" 'Libro' 'Oportunidad' 3.4.3.3 Adyuvante / Oponente Teniendo en cuenta lo que la sintaxis tradicional llama "circunstancial", podemos extraer, respecto de la relación sujeto / objeto, por lo menos dos ilases de funciones bastante diferentes: . Algunas consisten en aportar ayuda actuando en la misma dirección del deseo, o facilitando la comunicación. 2. otras por el contrario, consisten en crear obstácuros, oponiéndose ya sea a la realización der deseo, ya sea a la comunicación a'et oo.¡eto. Eétas dos redes de funciones pueden atribuirse a dos actantes distintos que llamaremos: adyuvante vs. Oponente (GREIMAS, 1966, 17g _ 179). 1 63 RESUMEN Esta breve recopilación permite captar el lugar preciso en que se articulan los dos componentes semántico y gramatical "Es la Asunción de los roles ac{anc¡ales la que constituye la infancia mediador"a que d¡spone el pasaje de las estructuras nanativas a las estructuras discursivas (GREIMAS, 1979, 175) se establece así la prioridad logica de la esúuctura nanativa, en tanto ésta rige el elemento disarrsivo. como lo reconoce A.J. GREIMAS, "el engendramiento óe la signiifcación no pasa primero por la producción de los enunciados y su combinación en discursos, sino que las estructuras narrativas relevan a áquel durante su reconido y son etlas las que producen el discurso con sentido y articulación en un enunciado" (GREIMA, 1970,1S9). En efecto, la exposición hecha de una semiótica discursiva y nanativa no puede ocurar los límites que la afectan. No se trata este estudio de una presentación completa de las adquisiciones semióticas. Nuestro objetivo no es el de entrar en posesión de todo el saber hacer semiótico. por razones didácticas y metodológicas, se intenta solamente presentar las arter¡as y los elementos que parecen dar forma y sentido a este nuevo campo del saber, y a propósito de las cuales cierto consenso empezó a surgir. - Por otro lado, el lector observará desproporciones en esta exposición; hay articulaciones que se hubieran favorecidos si se les hubiera desanollado más que otras; se advierte que esta situación se debe especialmente al estado mismo de las invest¡gaciones, las cuales avanzan más en algunos aspectos que en otros. Dicho esto, quiero destacar una vez más la ¡mportancia de los niveles, que ya se pusieron de relieve al principio. Siguiendo a A. J. Greimas y a F. Rast¡er, se puede imaginar que el espíritu humano, para llegar a construir los objetos culturales (literarios, míticos, pictóricos y otros), parte de elementos simpies y sigue un itinerario completo. o{ TALLER DE LA TERCERA UNIDAD ACTIVIDADES 1. Lectura del cuento popular "La bella Durmiente" 2. Elabore un cuadro o esquema mediante el cual pueda organizar e ilustrar el modelo de análisis semiótico (Actancial). 3. Formule un modelo didáctico para la aplicación en Educación Básica del modelo Actancial. 4. Aplique su modelo y formule las conclusiones didácticas a que haya lugar. 65 CUESTIONARIO 3 TIPO ECAES RECOMENDACIóN PARA PREPARARSE resúmenes, elabfezca jerarquía de ¡deas, plantee hipótes¡s, amplíe al autor, En el plano académico, cuando hable o escriba, prec¡s€ su objetivo, deñne las ¡deas que expondrá; siga un plan: "no hable por hablaf", ni "escriba lo que salga". incremente su horizonle cullurel: pera refúe al autor, aclare vocabulario. Esquemalice la macro estructura del lexto Prefiera la leclura de ensayos a la olimpiadas; v¡site Lea mucho: cüentos, novelas, noticias, editoriales, crftices, reseñas, d¡scursos, ensayos, ¡nformes cientificos, poemas, Escriba s¡empre después de leer: haga - nar€tiva: el¡mulará su desanollar su competenc¡a enciclopédica, o¡ga y vea conferenc¡as: part¡cipe en concursos, seminer¡as, las museos: relaciónese capacidad buen n¡vel cultural argumentat¡va. bibliotecas y q)n oersonas y de metas altas; enriquezca en forma natural su lé$co: el u obsceno se vuelve Propóngese escribir ensayos o artÍculos de opinión: amdiará su cepacidad de anál¡sis y síntesis. Cuando escuche o lea, busque los lenguaje vulgar visa que le dar¡tean. Füese en sus as¡gnatures y ensaye o juliñque o explhue sus puntos de úsla en todas repetitivo y empobrece su expres¡ón. Pregunte "por qué' y 'cómo" en todas argumentos que sol¡enen los puntos de la intencional¡dad. ellas, s¡empre con argumontos validos. .PREGUNTAS NÚGLEO COMÚN TEXTO No. 3 'En suma, el modemismo reacciona violentamente contra el realismo; devuelve a la pelabra su valor artilico, repitiendo lo que el gongorismo había realizado en le España del se¡sc¡entos; lgygla una sensib¡l¡dad agudís¡ma por enc¡ma del sentimentalismo y del Ílo ¡nteleciualismo, es eminentemente eslet¡sie, indivirual y hale agolátrico; aborda lo nativila, pero por manera decorativa, porque es sur¡luoso y recemado; más que reb€ldía oetentiza angulia y desor¡entac¡ón, insatisfacción con lo exislente, y; en fin, como producto de aguda exacerbación lírica, cultiva el ensayo y el poema, en vaz de fa novele y la h¡storia que fueron los géneros predilectos de los realislas. (Hiúoña de h neratura Antericana) 25. lr¡oléntamente". en el texto, que: A) fuertemente Bl anebatedamenle es m¡smo C) vehementemente D) fogosamente 26. 'Gongorismo', según el lelo se asim¡la a: A) un gobemo español B) una poesía diferer e Cl una escuela banoca D) sentimental¡smo del s¡glo XIX 27, "Revela", en el texto se ref¡ere a A) el modem¡smo B) el romantic¡smo c) España del seiscientos D) el gongorismo 28. La irfención del arÍerior artículo es A) comparár el romenticisno con el realismo B) criticar el modemismo C) hablar de la novela y la hisloria enunciar las csraderísticas del modemisano 66 CUARTA UNIDAD UNA LEcruRA sEmtóncn DE cENtctENTA 4. ESTRUCTURA GENERAL Partimos en forma general, que cenicienta es la historia de un casamiento, cuva estructura s¡ntáct¡ca subyacente es representada por: .-------->- (s1 u. s2) (si n s2) donde s1 representa al ,,principe" y s2 a la heroína y que representa la transformación entre un estado disyuntivó y una relación conjuntiva (el 'casamiento", que corresponde a la unión enire un hómbre y una mujer). 4-2 SECUENCIA INICIAL Y SECUENCIA FINAL. En lo que hace referencia ar invest¡mento semántico de los dos sujetos enfrentados, se reduce que mientras s1 mantiene como rasgos /la etevacióni y la lriquezal, no ocune lo mismo en ro que se refiere a s2 sí eñer estaoo ñnát is't n s2), cenicienta llega a estar- en conjunción con ra /elevación / y la /riquezi, en camb¡o, sus marcas características son la /humillación / y la tpobíezal. pbrño, et casam¡ento se presenta en ese momento del relato, como algo imposible. El cuento introduce entre los dos protagonistas, una oposición en la isotopía soqo - económica, que sólo al suprimirse permitirá el acceso al casamiento. oposición entre s1 y s2 requiere, por parte der cuent¡sta, una justificación, !a Dicho de otro modo, ra instauración de ia disparidad exige actuármente una espec¡e de relato ¡ntroductorio. En efecto el narrador tiene d-os posibilidades : o bien sitúa a la heroína en un estado de /humiilación / y de /pobreza/, srn especificar las razones anteriores de ello, y por lo tanto como si fuera ese su estado "innato' ra perspectiva sería en este dso atributiva o cuarificatñá. - "Tres hermanas. Había una que no era desenvuelta,, A la más joven ra ilaman curo ceniza, porque siempre se arrastraba en medio de la suciedad" "La hija del hombre, llamada culo ceniza, estaba mal aneglada" 67 . La tercera era despreciada, no se divertía como las otras, se quedaba casi s¡empre en el rincón de la chimenea. "Ella le había puesto el nombre de Cenicienta porque siempre hacÍa la comida y después lavaba la cocina y hacía las cosas más sucias,'. "(sus hermanas) la despreciaban y nunca querían llevarla a bailar junto con ellas' (sus hermanas) máss bellas que ella, la maltrataban, Durante toda la semana, la pobre niña cuidaba las ovejas, y, los domingos, se quedaba en su casa para trabajar; mientras que su madre y sus hermanas se embellecían e iban a misa". A nivel semántico, lenemos entonces aquí una oposición del tipo dominante vs. Dominado, en la cual el poder es representado unas veces por la madre (que no es el de siempre una "madrastra"), otras veces por las herrnanas mientras que cenicienta es el objeto sobre el cual se ejerce el poder. "Había una mujer, la mujer se casó. Su marido lenía ya una hija, y ella por su parte tuvo luego dos hijas. Entonces no quería para nada vei a ta hija de su marido: era una mala madre" 'La madre celosa, enviaba a (cenicienta) al campo con estopa; aquí tienes siete husos y un punzón; s¡ no está hilado, le dijo: pobre de tí esta noche., - Figurativamente, la represión podrá expresarse en el teneno del trabajo s¡empre muy difícil de hacer, hilar, recoger leña, cocinar, limpiarte, etc. lgualmente, la heroína se verá privada de 'hermosos vestidos". Tambíén en el campo de la comida, Cenicienta sólo tiene derecho a un pequeño trozo de "pan negro", en tanto sus hermanas reciben 'pan blanco,', en otra variante del cuento. Narrativamente, la expresión puede leerse sobre el eje destinador vs. destinatario donde el destinador (malvado) trasmite a la destinataria un objeto negativo (supresión o falla), hay otra versión donde: 'Todas las ropas viejas, le tocaban a cenicier¡ta". La supresión de la doble oposición conelacionada (que organiza el contenido semántico del nivel profundo). /humillación/ vs. /elevación/ lpobrezal vs. lriquezal entre s1 y s2 que permitirá el casamiento exige necesanamente un prooeso conelativo; sin perder nada de lo que él es, el príncipe - por mero capricho - hace entrar a cenicienta en su universo de /elevación/ y /riqueza/. - 68 4. 2 EL ORDENAMIENTO SINTÁCTICO Volvamos al ordenamiento s¡ntáctico del hacer casamiento. El hijo del rey recogió (el zapato) e hizo saber al pueblo que haría su esposa a aquella cuyo pie pudiera calzarlo' "Aquella con quien vaya (el zapato) y que lo calce bien, será mi mujer, me casaré con ella" Ella salió coniendo de la ¡gles¡a y perdió un zapato. El hijo del rey lo encontró al salir y decÍa. - "La que calce este zuequito será mi amada" Es curioso, en efecto, que en todas las variantes, sin excepción, el hijo del rey manifiesta su voluntad inquebrantable de tomar a la heroína por esposa. También es significativo que los personajes que intervienen en cenicienta; son solamente aquellos que conesponden a los actantes mencionados en la primera parte del saber. - S = principio OS = Cen¡c¡enta (en posición de objeto) 54 Familia de Cenicienta , en camb¡o, es decir, la familia del príncipe en este caso, nunca está mencionada (pero sin ningún rol determinante) en la versión 5 y en la versión 'literaria"- de C. Perrault, mientras se desanolla el baile: 31 "Hasta el rey, viejo como era, no dejaba de m¡rarla (a cen¡cienta) y de decir en voz baja a la re¡na que hacía mucho tiempo que no veía una persona tan bella y amable" (esto es un acfo de prueba). El hacer transformador -'prueba" - (apropiación + desposesion) - en cabeza del príncipe y supone las modalidades conespondier¡tes: a) Querer está manifestado en todas las variantes, sin excepción, hacia el final del cuento. 'Entonces el hijo del rey quiso casarse con ella" "El príncipe lleva el zapato a su padre y le cuenta todo lo sucedido, le declara que él ama a la muchacha que vio en la misa y que nunca se casará con otra. b) El poder - Siempre - está generalmente tác¡to en el cuento. - 69 4.3 LA APARICIÓN DE UNA MEDIACIÓN Hasta aquí, no hemos anal¡zado más que el inicio y el final de Cenicienta. S2)_--_ Inicio "(S1 U (S1 n 52) Final que esa mediación está confiada esencialmente hay una mediación. Notaremos no, ya al príncipe (S1) sino a la heroína (S2) a qu¡en mnesponde hacer desear (o hacer querer) el casamiento del hijo del rey. Esta secuencia llamada MEDIACIÓN, puede condensarse en el enunciaoo 'Cenicienta, va al baile (a misa)...'el cual pone de manifiesto, del hacer - querer y al mismo'tiempo el espacio del encuentro (conjuntivo). 4.3.I LA CONJUNC¡ÓN ESPACIAL En el cuento este tipo de conjunción se realiza unas veces en el "baile, en la 'misa" y olras vei:es en una 'fiesta" o "ceremoni¿f . En todos lós ésos. se trata de reuniones públicas más o menos ligada al casamiento. Por otro lado, es muy claro que en un relato el espacio no se define sino en relación al actor que está en conjunción con él; así como 'la casa,' donde aparece Cenicienta al comienzo del cuento esta ligada a su /humillación/ y a su I pobrezat, también el lbailel la 'fiesta son figuras de estatus social. 4.g.2 LACONJUNCTÓN Ai|OROSA. La fascinación que ejerce la heroína sobre el príncipe es un dato constante en todo lo (querer - hacer) de cenicienta, se puede analizar la "seducción' como poder-hacer-querer. - "La muchacha gustaba mucho al hijo del re/ 'Maravilloso, el príncipe no apartaba los ojos de ella' "El hijo del rey, al verla tan bella..." La conjunción amorosa operada por la heroína ¡mpl¡ca un poder (hacer querer) conespond¡ente: esta modalidad se traduce en su mane¡a de "agradaf'. - - - "Cuando entra en la iglesia, todos quedan admirados (....) El príncipe, maravillado, no aparta los ojos de ella'. En el mmponente dó la indumentaria (vestidos lindos de Cenicienta) figuran también unos zapatos "(que detectan una función de marca para el 70 reconocimiento) no podrá sorprendernos el hecho de que aparezc€¡n aqui como mediador privilegiado de la conjunción amorosa (entre Cenicienta y el príncipe). Así que la figura del "zapato' se inscribe sin dif¡cultad alguna en la isotopía sexual del CASAMIENTO La vestimenta bella se justifica además en el nivel de la práctica social hab¡lual: "Vestirse para irse al baile", ponerse los bellos vestidos para ir a "m¡sa", todo esto forma parte de las costumbres en casi todas las partes del mundo. De está manera, el "baíle", la "misa" o la "f¡esta", por una parte, y los "lujosos trajes", por otra se conjugan desde el punto de vista del hacer seducfor (orientado hacia el casam¡ento). 4.3.3 EL CASAMIENTO COMO FORMA DE ASCENSO SOCIAL Como forma de concluir, queremos decir que el encuentro con el príncipe en el baile o en la misa, hecho posible por el incógnito y la máscara (vestimenta carroza) tiene finalmente una sola función: la instauración, en el príncipe, de la modalidad del querer - casarse, instauración que se realiza por medio de la seducción de la heroína (poder - hacer - querer) - La secuenc¡a intermedia ('mediación") conesponde, solamente a la adquisición del querer - casarse por parte del príncipe. Le conesponderá luego (es decir después del reconocimiento) y se trata entonces de la secuencia final - al príncipe llegar al CASAMIENTO, unirse a una muchacha de origen humilde y pobre, si por lo menos es ese su gusto, este es en efecto, el caso de Cenicienta como es el caso de todos los cuentos en que intervienen una disparidad socio - económica semejante entre dos personajes centrales: a Pero el casamiento se presenta su vez, menos como un fin en sí (Establecimiento de la doble unión sexual y jurídica) que como un med¡o y desde el punto de vista de la heroína, como un estratagema - para realizar el ascenso social deseado. Como sucede en el cuento popular, el casamiento equivale a la modatidad del poder (hacer/ser); si se trata de una joven, es el operador del ascenso social; en el caso de un joven, es el medio para acceder al trono. NOTA: Sin duda que con la anterior propuesta no hemos inienlado hacer un estud¡o completo y profundo de Cenicienta, solamente acercarnos a unos 7l elementos que parec€n ser pertinentes para una muestra de semiótica Nanativa y Discursiva. 4.4 UNA APROXIMACIÓ¡¡ SEUóNCA A CENICIENTA CON EL MODELO ACTANCIAL o 72 TALLER DE APLICACION Aplicar el modelo actancial al cuento de Horacio Quiroga titulado INVIERNO No hicieron el viaje juntos por su último crepúsculo de Nébel en una línea donde era muy conoc¡da, pero al salir de la estación, subieron todos en el brec de la casa. Cuando Nébel quedaba solo en el ingenio, o guardaba a su serv¡c¡o doméstico más que una vieja ¡nd¡a, pues a más de su propia frugalidad - su mujer se llevaba consigo toda la servidumbre. De este modo presentó a sus aqompañantes a la fiel nativa como una tía anc¡ana y su hija, que venían a recobrar la salud perdida. Nada más creíble por otro lado, pues la señora decaía vertiginosamente. Había llegado deshecha, el pie incierto y pesadísimo y en su fac¡es angustiosas la morfina que había sacrificado cuatro horas seguidas a ruego de Nébel, pedía a gritos una corrida por dentro del aquel cadáver viviente. Nébel, que cortara sus estudios a la muerte de su padre, sabía lo suficiente para prever una rápida catástrofe, el riñón, íntimamente atacado, tenia a veces paros pel¡grosos, que la morf¡na no hac¡a sino prec¡p¡tar. Ya en el coche, no pudiendo resistir más, la dama había mirado a Nébel con trans¡da angustia: : Si me permite, Octavio... ¡no puedo más! Lidia, ponte delante. La hija, tranquilamente, ocultó un poco a su madre y Nébel oyó el crujido de la ropa violentamente recogida para pinchar el muslo. Los ojos. se encendieron, y una plenitud de vida cubrió como una máscara aquella cara agontca. - Ahora estoy bien... ¡que dicha! Me siento bien! - ¡Oh, nol Antes morir aquí mismo. Debería dejar eso d'rjo duramente. Nébel mirándola de costado. Al llegar estará peor. 1 Nébel pasó todo el día disgustado, y decidido a vivir cuanto le fuera posible sin ver en Lidia y su madre más que dos pobres enfermas. Pero al caer la tarde, y a ejemplo de las fieras que empiezan a esa hora a afilar las ganas, el celo del barón comenzó a relajade la cintura en lasos escalofríos. Comieron temprano, pues la madre, quebrantada, deseaba acostarse de una vez. No hubo tampoco medio de que tomara exclusivamente leche. - ¡Huy! ique repugnancia! No la puedo pasar. ¿Y quiere que sacrifique los últimos años de mi v¡da ahora que podrÍa morir contentá? Lidia no pestañó. Había hablado con Nébel, y sólo al fin del café la mirada de éste se clavo en la de ella; pero Lidia bajo la suya enseguida. Cuatro horas después Nébel habría sin ruido la puerta del cuarto de Lidia. - ¡Quién esl Soy yo - - sonó de pronto lavoz azorada. murmuró apenas Nébel. Un movimiento de ropas, como el de una persona que se sienta bruscamente en la cama, siguió a sus palabras, y el silencio reinó de nuevo. Pero cuando la mano de Nébel toco en la oscuridad un brazo fresco, el cuerpo tembló entonces en una onda sacudida. Luego, inerte al lado de aquella mujer, que ya había conocido el amor antes que él llegara, subió de lo más recóndito del alma de Nébel el santo orgullo de su adolescencia de no haber tocado jamás, de no haber robado ni un beso siquiera a la criaiura que lo miraba con radiante candor. Pensó en las palabras de Dostoievsky, que hasta ese momento no había comprendido 'nada hay más bello y que fortalezca maá en la vida que un recuerdo puro". Nébel lo había guardado, ese recr¡erdo sin mancha, pureza inmaculada de sus 18 años y que ahora yacía allí, enfangado hasta el cáliz, sobre una cama de sirvienta. Sintió entonces sobre su cuello dos lágrimas pesadas, silenciosas. Ella a su vez recordaría... y las lágrimas de Lidia continuaban una tras otra, regando, como una tumba el abominable fin de su único sueño de felicidad. 74 RESUMEN A la presentación sistemática del esbozo, nos pareció oportuno añadir, aunque sea breve, una ilustración conespond¡ente para mostrar de qué modo puede emplearse el instrumental conceptual que se ha establecido. A este respecto se observa en primer término que - y la observación no nos pare@ superflua que cualquier análisis con vocación científica en la medida en que busca constantes o leyes, debe efectuarse por vía comparativa; en este postulado fundamental se basa, evidentemente nuestra decisión de etegir un conjunto de variantes de un mrsmo cuento. otp lado, se trata aquí de una lectura semiótica que establece por lo tanto un nivel de pertinencia entre otros posibles; el presente estudio no se propone, de nlnguna manera, inferir "el sentido" (que sería definitivo) del cuento en cuestión, como tampoco de esa totalidad que el cuento podría representar para un etnólogo, por ejemplo. P.or El fin de nuestro trabajo consiste en poner en evidencia la organización narrativa y discursiva que subyace en este pequeño corpus. Este corpus constituye, más allá de sus variaciones de superficie, una especie de micro- universo (Áintact¡co y a la vez semántica) específico. La lectura hecfra hasta aquí no nos permite todavía dar cuenta de toda la h¡stor¡a de cenicienta. Tomando como punto de partida la organización de conjunto y hab¡endo ya introducido una mediación, podríamos generar un relato completo cuyo resumen puede ser así: la heroína, maltratada por su familia, desearía as¡st¡r al baile o a la misa para encontrar allí al hijo del rey. para participar oe er, fraáas a su madrina, obtiene todo ro que re es indispensabre, y mucfro más ain, presenta en el baile, como una encantadora doncella; sus encentos y se sus magnÍficos vestidos conquistan al príncipe, quien no tarda en casarse con -"11" pesar de su humilde origen y de los celos de su fam¡lia. , t> CUESTIONARIO 4 TIPO ECAES RECOMENDACIÓN PARA PREPARARSE L€a mucho: cuentos, nove¡as, notic¡as, editoriales, criticas, reseñas, d¡scursos, ensayos, informes cieniíficos, poemas, Escriba s¡empre después de leer: haga resúmenes, eslablezca jerarquía de ¡deas, plantee hipólesis, amplíe al autor, retute al autor. adare vocábulerio. Esquematice la macro estructura del texto Pref¡ere la lectura de ensayos a la nanaliva'. esl¡mulará su En el dano académ¡co, cuendo hable o escriba, precise su objet¡vo, defina las ídeas que expondrá; siga un plan: 'no hable por hablaf, ni "escriba lo que sálga". incremente su horizonte cultural: oara deserollar $¡ competencia enc¡clopéd¡ce, ciga y vea conferencias; participe en concursos, seminarios, olimpiadas; visite las bibliotecas y museos; relacióneso con porsonas de buen nivel cultural y metas altas; enriquezca en foma nalural su léx¡co: el lenguaje vulgar u obGceno se vuelve capsc¡dad argumentativa. Propongase escribir ensayos o artículos de op¡nión: amdiará su capacidad de análisis y síntesis. Cuendo escuche o lea, busque los repetitivo y empobrece su expresión. Pregurfe "por qué" y 'cómo' en lodas argumentos que sol¡enen los punlos de vi$a que le dantean. Fíjese en $rs asignaturas y ensaye o juSifique o exptique sus puntos de vista en todas elles, siempre con efgumentos validos. la intencionalidad. PREGUNTAS NÚcLEo coMÚN TEXTO 4 'Sufre todo lo que canto; todo lo que es la aleoría para mí, para él es dolor Realmente, el Amof es una cose maravillosa; es más precioso que las esmeraldas y r¡lfo que los 31. 'Para mí - pera é1", el amor es Al una maraülle ñnos ópelos". (El ruiseñor y la rosa". Oscar \Mlde) B vivenc¡as opuaslas C) un sufrimiento D) vivenc¡as semejsntes 29. El amor es una 'cosa maravillosa", 32. "Más prec¡oso y más raro", son exprese A) un deseo B) una duda expresiones A) corürapueslas B) consecutivas C) com peralivas D) figuretivas C) una conclus¡ón Dl una oñlen 30. 'E¡ amor es una cosa maravillosa", es mencionado oof 33. "El fragmento anterior nos da a enlender A) él B) mí A).el amores una cosa esplenclorosá B) en el amor hay viv€ndas ar¡tagón¡cas C) él -ml D)mí-él que: C) el amor és muy escaso Dl el amor es precioso para ambos 76 A)1,3,6,2 TE;XTO No. 5 B) 3, 4,1, 6 Del amor y otros llemorios c).3,1,2,6 D) 3, 1,2, s "La niña se mostraba como era iba. Bailaba con más gracia y más brío que los atricanos de nación, canlebe con voces disi¡Ílas de la suya en las d¡verses lenguas de Africe, o con voces de pá¡aros y animales, que los desconcerlaban a ellos m¡smos. Por orden de Dominga de Adv¡ento las esclavas más jóvenes le pirÍaban la cara con negfo de humo, le colgaron collares de santeria sobre el escapulario del bautismo y le cuideban la cabelle¡a que nunca le cortaron y que le habríe eslorbado para caminar de no s€r por las trenzes de muchas vueftas que le hacían a d¡afio. Emp€zada a florecer en una encrucijada de fuerzas conlrarias. Tenía muy poco de la madre. Del padre, en cembio, tenía el cuerpo escuálido, la tim¡dez ined¡mible, la piel lfvila, los ojos de un azul tacitumo, y el cobre puro de la cabellera radiante. Su modo de ser era tan sigiloso que parecía 35, "Empezaba a florecer en una encrucUada de fuezas contrerias", sign¡fica que A) C) no entendía lo que pasaba la lucha era contradicloria estaba creciendo en un mundo D) amtivalente las plantas floreclan en la encrucijada Bl 37. "Los ojos de un azul tecitumo es lo m¡smo oue: Al ojos apegedos B) azul clero C) azul oscuro D) de mirada trile 3E. 'inedimible", en el texto es igual a una críatura invis¡ble. Asuslada con tan e)draña cond¡ción, la madre le colgabe un cenceno en el puño para no p€ftler su rumbo en la penumbra de la casa". A) s¡n redención B) no superable C) sin perdón Df sin explicación Gabñel carcla ltárouez 3¡1. El A) B) C) D) texto se ocupa de describir las coslumbres de lós esclavos Gon una niña blanca describir e una joven preadolescente describir la sim¡litud de una h¡ja y su padre comparar la aperienc¡a de una n¡ña Uanca con la de sus esclavos 35. Lea las siguientes caracterílicas y etüa entre las opciones propueslÍ¡s más adelanle, la que mejot se ajula a ls descripción que de la joven hace el texto 1. tenía una larga cabellera 2. se parecía a su padre 3. t6nfa la fuorza y gracia de los africenos 4. viví a entre esclavos 5. la madre vivía Dendiente de ella 6. su caminar era impefceptible 39. El "cobre puro de la cabellera radiante", nos de a enteffler que: A) el cabello era brillante Bl el cabello rub¡o G) el cabello era muy grueso D) lenía el cabello rojo ¡l{1. *Los efricenos sulitu¡r por de nación', se fl¡ede Al los nac¡dos en Africa B) los descend¡entes de africanos Cl los nacionalizados africsnos D) le nec¡ón de los africanos BIBLIOGRAFíA ^'1 </ ARIZA VIGUERA, M y otros. 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