SEMIÓTICA

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DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN ABIERTA Y A DISTANCIA Y VIRTUALIDAD
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN HUMANIDADES, LENGUA CASTELLANA E INGLÉS
SEMIÓTICA
MÓDULO EN REVISIÓN
coRPoRAclóru u NtvERStrARtA
DEL CARIBE-CECAR
olvlslót¡
DE EDUcAclót¡ ABTERTA y A DtsrANctA
CTÜAR
rt¡óoulo
,
SEMIOTICA
PROGRAMA A DISTANCIA DE LICENCIATURA EN
EDUCACTóNI eÁslcn
SINCELEJO _ SUCRE
CORPORACION U N IVERSITARIA
DEL CARIBE-CECAR
DIVISIÓN DE EDUCACIÓN ABIERTA Y A DISTANCIA
CECAR
MODULO
SEMIOTICA
GERY OLMOS ACOSTA
Licenciada en ldiomas
Especialista en Lingüística y Literatura
Especialista en Inglés
Magister en Educación
PROGRAMA A DISTANCIA DE LICENCIATURA
EN EDUCACIÓN BÁSICA
SINCELEJO
-
SUCRE
a
CONTENIDO
Pá9.
rxrnooucclóN
INSTRUCCIONES DE
coNTEXTo
PRIMERA
7
MANEJO
8
tóntco
9
UNIDAD
10
coNTEXTo Hrsrónlco y
pResellRclóN
DE LA
rrón¡co
oe
n
seu¡o¡_ocín
UNIDAD
10
oBJETTVOS
RrRÉvere A optNAR
otxÁulcn pAn¡ coNsrRUtR
UNIDAD No
1.
11
Q
EL
coNoctMtENTo
1
seulot_ocín
i3
M
or u seulólcR.
LENGUA.
LINGÜíSTICA
coN l_¡ seuolocin
coNTEXTo HrsróRrco y reóRlco
1.1
1.2
i.3
10
DE LA
OBJETO DE LA
neuclór.¡ DE LA LtNGüislcA
14
14
15
rá
RESUMEN
fl
uRseulot-ocín
fi
TALLER DE LA PRIMERA
UNIDAD
LECTURA COMPLEMENTARIA: |NMUTAB|L|DAD
DEL SIGNO
CUESTIONARIO 1 TIPO ECAES
18
y
MUTABTLTDAD 19
25
4
29
SEGUNDA UNIDAD
FUNCIÓN DEL SIGNO
PRESENTACTóru oe
u
UNIDAD
2S
OBJETIVOS
RrnÉvere A oPINAR
.fI
orruÁutcR pARA coNSTRUtR EL coNoctMtENTo
JZ
UNIDAD No 2
JJ
2 FUNCIONES DEL SIGNO
2.1 MoDo oe opennctótt.
2.2 EL DOMINIO DE VALIDEZ.
2.3 LA NATURALEZA Y TI T.¡ÚUERO DE LOS SIGNOS.
2.4 EL IIPO DE FUNCIONAMIENTO.
33
RESUMEN
40
TALLER DE LA SEGUNDA UNIDAD
41
LECTURA COMPLEMENTARIA
42
NATURALEZA DEL SIGNO LINGÜíSTICO
42
CUESTIONARIO 2 TIPO ECAES
I
TERCERA UNIDAD
50
r¡¡rnooucctóru
¡u
seutóTtcA NARRATIvA Y DtscuRstvA
NUEVA PERSPECTIVA INVESTIGATIVA
PRESENTActóru oe
u
UNIDAD
50
50
50
5'l
OBJETIVOS
nrnÉvere
34
34
34
52
A oPTNAR
ol¡¡Áulcn pARA coNsrRUrR
EL coNoctMtENTo
53
TERCEM UNIDAD
u
3. INTRODUCCIÓN A LA SEMIÓTICA NARMTIVA Y DISCURSIVA
54
54
56
59
qq
3.1 Propuesta Semiótica
3.2Delimitación
3.3COMPONENTE MORFOLÓCICO.
3.3.1 EL SEMA COMO RASGO DISTINTIVO.
3.3.2 LA ISOTOPíA
3.3.3 SEMEMAS Y METASEMEMAS
3.4 COMPONENTE SINTÁCTICO ORGANIZACIÓN
FUNDAMENTAL
3.4.1 LA ESTRUCTURA FUNDAMENTAL
3.4.2 INTRODUCCIÓN SOBRE EL MODELO ACTANCIAL
3.4.3 EL MODELO ACTANCIAL COMO SISTEMA,
3.4.3.1 Sujeto / Objeto
3.4.3.2 Destinador / Destinatario
3.4,3.3 Adyuvante / Oponente
ct
59
60
60
61
61
62
62
,62
RESUMEN
OJ
TALLER DE LA TERCERA UNIDAD
64
CUESTIONARIO 3 TIPO ECAES
65
CUARTA UNIDAD
66
UNA LECTURA SEMIÓTICA DE CENICIENTA
oo
4. ESTRUCTURA GENERAL
67
68
68
4.1
4.2
SECUENCIA INICIAL Y SECUENCTA FINAL.
EL ORDENAMIENTO SINTÁCTICO
4.3 LAAPARICIÓN DE UNA MEDIACIÓN
4.3.1 LA CONJUNCIÓN ESPACIAL
4.3.2 LA CONJUNC tÓN AMOROSA.
4.3.3 EL CASAIVIIENTO COMO FORMA DE ASCENSO SOCIAL
4.4 UNA APROXIMACIÓr.¡ SEMÓTICA CENICIENTA CON
MODELO ACTANCTAL . .
A
TALLER
RESUMEN
BIBLIOGRAFíA
68
EL
69
69
70
70
71
72
77
INTRODUCCIÓN
Este documento constituye uná introducción al estudio de la semiótica aplicada
espec¡almente al análisis narrativo y discursivo. Los capítulos que exponen las
principales orientaciones de semiótica incluyen reseñas, historia acerca de los
marcos teóricos respectivos, definiciones y ejemplos de aplicación del campo
semiótico.
Además de presentar un panorama del estado actual de la semiótica, los distintos
qapítulos del documento son escritos ,principalmente para los futuros docentes
(eótudiantes de Educación Básica con Énfasis e Humanidades y Lengua Inglesa).
Se trató de evitar la jerga esotérica para permit¡r un mejor estudio de un est¡lo de
exposición accesible para todos los estudiantes que se dedican al estudio de las
humanidades y las ciencias sociales.
El libro en conjunto pone de relieve las pr¡ncipales dimensiones y niveles de la
descripción de la semiótica desde diferentes perspectivas teóricas.
Por otro lado además del enfoque netamente semiológico representado en las dos
primeras unidades, se pasa a un enfoque netamente nanativo y discursivo en la
tercera unidad, es decir, que también está representada en este segmento del
modulo una orientación critica y aplicada tomando como modelo el cuento popular
maravillosola Cenicienta.
Es síntesis, esta es una introducción completa al estudio semiótico.
Con base en todo lo anterior, se establecen los princip¡os de un marco semiótico
nafrativo, discursivo. El propósito es el de comprometer a los docentes en la
investigación de propuestas pedagógicas integrales que, sustentadas en los
avances de la semiótica contemporánea, dan pie al surgimiento de un nuevo
hombre.
1
CONTEXTO TEÓRICO
El presente estudio se centra exclusivamente en dos teorías: la semiológlca
liderada por Ferdinand De Saussare y la lógica de Peirce las cuales se
"n"ar!.n
del estudio de los signos y de la significación, Hay que resalt¡ar que la definición
de Saussare procede de la reflexión a partir de la lengua y la toma como objeto
exclusivo. La lengua es considerada en sí misma, a la lingüística como eje
central. En síntesis, se puede concebir a la semiótica como una ciencia que
estud¡a la vida de los signos en el seno de la vlda social.
Por otro lado, en su segunda parte se complementa el módulo con la teoría de la
lingüística nanativa y discursiva, que es una presentación en forma didáct¡ca de
la metodología propuesta por A. J. Greimas y sus colaboradores y desanollaoa
por J. Courtés. En este sentido, nuestra presentación no es más que una
inhoducción pedagógica y didáctica a la lectura de los trabajos que desde hace
varios años efecfúa Greimas y sus colaboradores en su proyecto científico.
Finalmente, la obra o docr.¡mento se ciena con un ejemplo pedagógico de
aplicación que ilustra concretamente la metodología que se presenia. sJsaoe que
el campo de los textos orales, al poner en juego, entre otros, relatos simprbs,
muestra un terreno privilegiado para el ejercicio del saber hacer semiótico- por
estas razones proponemos en forma de "trabajo prác{ico", el análisis de un cuento
popular maravilloso francés, muy conocido, cenicienta que gracias al juego de sus
variantes permite poner en práctica, en su espacio restringido, h máyoia de los
conceptos fundamentales que resumimos y definimos anteriormente.
fi
INSTRUCCIONES DE MANEJO
A continuación se presentan algunas recomendaciones puntuales, para un mejor
estudio del módulo.
1
.
Antes de hacer la lectura de cada unidad, @ntre su interés y atención en
los objetivos gue se presentan en las unidades.
2. Haga una lectura de aproximación conceptual de cada unidad
correspondiente, con el propósito de extraer el sentido de cada unidad de
estudio.
J. Realice una nueva lectura de la unidad con el propósito de estud¡ar los
conceptos fundamentales, categorías y su modo de relacionarse entre si,
para lograr un aprend¡zaje adecuado.
4. En el documento se presenta un c€¡mpo nuevo para usted, razón por la cual
está redactado en un lenguaje científico, propio del campo semiótico, por lo
que se encuentra con un lenguaje (términos) que no pueden ser de su
conocimiento. Por lo tanto se sugiere use un diccionario adecuado (de
LingüÍstica).
5. Para
la ejecución de las actividades que se presentan al final de cada
unidad, usted requiere de la compresión local y global de cada temática. No
olvide que dichas actividades tienen como intención didáciica, aclarar,
reforzar y apoyar una mejor formación intelectual.
üNMD
CONTEXTO HISTÓREO Y TEÓRICO DE LA
SEMIOLOGíA
PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD
En esta sección de estudio se hace un esbozo al contexto histórico y teorico de ta
semiótica, de modo que, en sus inicios se centra en un estud¡o que s'e circunscnoe
más hacia el contexto o marco de la lengua, definiendo a la semiología como
ciencia de los signos.
Poster¡ormente, se hace hincapié en el objeto de la lingüística, que es el estudio
científico del lenguaje, entendido éste como un medio de comunicación mediante
el cual interacciona las personas para obtener sus fines propósitos.
seguidamente, se establece la relación de la lingüística con la semiálogía,'es una
visión prospediva, es guiada por la lingüística.
y
De modo que, este aporte conforma un material de gran valor para el estudio
del
srgno como elemento que le da sentido y significación a la realidad soc¡al,
Esperamos que dicho material sirva como recurso para un abordaje más
significativo en la enseñanza y aprendizaje del español y ía Literatura
,Á nr"uo
mundo donde la interacción comunicat¡va juega un papel fundamental"nen aras cte
formar un nuevo hombre, capaz de transfórmár e innovar la realidad circundante
para un mejor modo de vida.
10
OBJETIVOS
1.
Profundizar el énfasis de Humanidades y Lengua Castellana e Inglesa,
desde el ámb¡to de la semiótica, como elemento que le confiere sentido a la
realidad.
2. Asumir la enseñanza y aprendizaje de la semiótica como elemento fundante
en el estud¡o del signo. (Elemento que le confiere significado a la realidad)Fomentando en el aula el desanollo de la creatividad.
el estudio de la semiótica del signo como un espacio propicio para
crear nuevos escenarios de aprendizaje en un nuevo mundo.
5- Resaltar
tl
ATREVETE A OPINAR
Este segmento ha sido presentado para que usted querido
estudiante ponga en acción sus conocimientos previos en
un campo de estudio como es el relacionado con el estudio
del signo desde un contexto semiótico. por lo tanto, antes
de iniciar la lectura de la unidad, intente responder, las
siguientes inquietudes.
¿Cómo debe la semiótica desde el núcleo conceptual contr¡bu¡r a la
formación disciptinar del licenciado en Educación Básica con énfasis en
Humanidades e Ingles, y ofrecer una educación de cal¡dad?
2. Explique ¿Cuál es la relación existente entre lenguaje, lengua y realidad?
La lengua reproduc€ la realidad. Argumente su respuesta.
y por la lengua como individuo y sociedad se determinan
mutuamente. Explique.
4. Es, en efecto, en
¿Cuál es el puesto de la lengua enfe los sistemas de signos?
Explique:
'
los sistemas de signos son otros mundos ceirados"
12
DINAMICA PARA CONSTRUIR EL
CONOCIMIENTO
Para constru¡r aprend¡zajes signif¡cativos de la lectura de
la unidad le presentan las siguientes consideraciones
que serán de gran ¡mportanc¡a para usted.
reflexiva y profunda. Esto quiere
decir que debe apropiarse del contenido temático
que sirve de base para todas las activ¡dades
pedagógicas asignadas.
1. Haga una lectura
2. Es ¡mportante que durante la interacción del estudiante con la lectura elabore
mapas conceptuales, cuadros sinópticos, resúmenes u otros recursos
intelectuales que le perm¡tan interpretar y comprender la información
presentada. No se conforme con lecturas superficiales y pasivas llegue a la
profundidad del texto (r¡gor).
? Adopte un punto de vista crítico y reflex¡vo frente al tema leído. Cuestione los
argumentos, para cerciorarse de lo básico y esencial, trate en lo mejor que lo
leÍdo, haya sido comprendido y asimilado
y conceptuales, cuadros s¡nópticos, síntesis u
otros esquemas de la temática en estudio y confróntelos con los demás
compañeros en la clase. Sáquele el mayor provecho posible.
4. Construya mapas mentales
Haga le lectura complementaria y establezca las relaciones que según su
punto de vista se dan con la temát¡ca de la unidad.
Realice diferentes tipos de lec;turas, primero una l¡teral o superfcial; después
una lectura crítica y analít¡ca. Es necesario que se apoye en un diccionario
especializado y en otros textos y autores.
Finalizadas estas actividades en forma individual y su grupal y su auto
evaluación le indica que aun subyacen vacíos, por favor revise con mayor
detenimiento aquellos contenidos
importanc¡a.
que necesiten mayor atención
e
It
UNIDAD No
1.
CONTEXTO
1
HISTORICO Y TEORICO
sEtr/lloTtcA.
1.4
DE
LA
SEMIOLOGíA DE LA LENGUA.
La semblógica tendrá mucho
hacer
que
sólo para ver donde acaba
su dom¡n¡o.
F. de Saussure.
Desde el m¡smo momento en que los dos científicos: peirce y saussure
mncibieron, desconociéndose por completo y, más aún, al mismó tiempo. la
posibilidad de una ciencia. de los signos y trabajaron para crearla, surgió un
¡nconveniente; que hasta el momento sigue suscitando dudas, el de
¿cuáI es el
puesto de la lengua entre los sistemas de signos?
De modo que Peirce, volviendo con el término semiotíc 1 (semiótica) que Jhon
Locke aplicaba a una ciencia de los signos y oálál signifidciones
d. r"
lógica concebida, por su parte, como ciencia del lenguaje, se dedicó toda
" iartir
la vida a
la elaboración de este concepto. (charles peirce. La c¡enc¡a de la semiótica pág.
P.ara
-construir esta álgebra universal de las relaciones, peirce estableció una
división triple del signo en iconos, indicios y símbolos, que es más o menos lo que
se conserva hoy en día de ese gran trabajo que se ha elaborado
En lo que hace reración a ra rengua, pierce no formuraba nada preciso ni
especifico. Para ér ra lengua está en todas partes y en ninguna. Jamás se
interesó en el func¡onamiento de la lengua, si es qué ltegó a
lrestarle atención.
Para él la lengua se reduce_ a ras parabras, que sbn poi c¡erio signos, pero no
participan de una categoría dist¡nta o siquiera de una especie mnSañte. ' '
En suma, las parabras - según ér - pertenecen a ros "símboros"; argunos son
"indicios" por ejemplo ros pronombres demostrativos, y se crasifical-l
con ros
gestos cofrespondientes, así que peirce no tiene para nada en cuenta
el hecho oe
que semejantes gestos son universarmente comprendidos, en tanto qué el
demostrativo forma parte de un sistema particular de lengua, el idioma. AdLmás,
la misma palabra puede aparecer en distintas varieda-cbs ce "signos; ámo
l-t
UNIDAD No
1.
CONTEXTO
HISTÓRICO
I
Y
TEÓRIGO
DE
LA
sEMrÓncA.
1.4
SEMIOLOGíA DE LA LENGUA.
La semiológica tendrá mucho que
hacer
sólo Para ver donde acaba
su dom¡nio.
F. de Saussure.
mismo momento en que los dos científims: Pe¡rce y Saussure
concibieron, desconociéndose por completo y, más aún, al mismo tiempo, la
posibilidad de una ciencia de los signos y trabajaron para crearla, surgió un
inconveniente; que hasta el momento sigue suscitando dudas, el de ¿Cuál es el
Desde
el
puesto de la lengua entre los sistemas de signos?
De modo que Peirce, volviendo con el término Semiotic 1 (Semiótica) que Jhon
Locke aplicaba a una ciencia de los signos y de las significaciones a partir de la
lógica concebida, por su parte, como ciencia del lenguaje, se dedicó toda la vida a
la elaboración de este concepto. (Charles Peirce. La ciencia de la semiótica Pá9.
o\
Para construir esta álgebra universal de las relaciones, Peirce estableció una
división triple del signo en iconos, ¡ndicios y símbolos, que es más o menos lo que
se conserva hoy en día de ese gran trabajo que se ha elaborado
En lo que hace relación a la lengua, Pierce no formulaba nada preciso ni
especifico. Para él la lengua está en todas partes y en ninguna. Jamás se
interesó en el funcionamiento de la lengua, si es que llegó a prestarle atención.
Para él la lengua se reduce a las palabras, que son por cierto signos, pero no
participan de una categoría distinta o siquiera de una especie constante.
En suma, las palabras - según él - pertenecen a los 'símbolos"; algunos son
"indicios' por ejemplo los pronombres demostrativos, y se clasifican con los
gestos conespondientes, así que Peirce no tiene para nada en cuenta el hecho de
que semejantes gestos son universalmente comprendidos, en tanto que el
Además,
demostrativo forma parte de un sistema part¡cular de lengua, el idioma.
-signos' como
palabra
puede
de
variedades
aparecer en d¡stintas
la misma
l)
s¡stema de signos que expresan ideas, y por eso, comparable a la escritura, al
alfabeto de los sordomudos, a los ritos simbólicos, a las formas de cortesía, a las
señales militares, etc. Sólo que es el más importante de todos esos sistemas.
Se puede pues, concebir una ciencia que estudie la vida de los signos en el seno
de la vida social. Tal ciencia seria parte de la psicología social, y por consiguiente
'de la psicología general, nosotros h llamaremos sem-iología
ldLf griego sémeion
"signo'). Ella nos enseñará en qué consisten los signos y cuales son lai leyes que
los gobiernan. Después se ao¡ña el lérmino semiótica.
La lingúística no es más que una parte de esta ciencia en general. Las leyes que
la semiología_ descubra serán aplicables a la lingüística, asies como la linguística
se encontrará ligada a un dominio bien definido en el conjunto de los hechos
humanos.
'
El pensamiento de saussure, muy afirmativo en lo relacionado con la similitud que
se establece entre la lengua y los sistemas de signos, no es ian lransparente en
relación con la similitud entre la semiología y la lingüística- En efecÍo, lo que hace
'.1
9ue :e vincule la lingüística a la semiología eJ el principio Ae iue
lingüístico es "arbifario". lgualmente, el objeto principai de esiudio de
",gno
la
semiología es "el conjuntó de sistemas fundado en lo arbitrario del signo".
I.6
RELACIÓN DE LA LINGÜíSTICA CON LA SEMIOLOGíA
sin lugar a dud3, la lingüística tiene un nexo direcfo con la semiología, en efecto,
saussure se abstiene de definir la naturaleza de dicha relación üe ho
po.
medio de la "arb¡trariedad del signo lingüístico" que es el que gobiema el conjunto
".r
de los gistemes. de expresión y ante iodo de rá bngua: Así-la semiorogía ámo
oe los signos no pasa de ser en saussure uña visión prospedivá, que en
91e¡cia
sus rasgos más precisos. es guiada según la lingüística. No brvidemoi que
saussure se limita a citar sin mayor profundidad aeuños sistemas de signos tales
como: La escritura, el alfabelo de los sordomudos,los r¡tos simbólicos, És formas
de cortesía, las señales militares, etc. De otro modo, se considera tós r¡tos, las
costumbres etc., como signos. Los ritos simbólicos, las formas de cortesía,
¿se
pueden considerar como r¡tos aütónomos?
¿se pueden ubicar en el mismo ilano
que la lengua? En efecto sólo establecen uña relación semiológica poiÁeolácion
de un discurso: El 'mito que acompaña al rito, el protocolo que gouiema las formas
de cortesía. Estos signos, para poderse presentar e¡mo sistemás, necesitan de ta
lengua que los produce e interpreta. por lo tanto las relaciones entre dichos
sistemas conforman el objeto de la semiología"r.
2
tbí0., p. 20.
16
RESUMEN
LA SEMIOLOGíA
La lengua como s¡stema de signo social, puede delimitarse en los conjuntos de
hechos del lenguaje, y puede clasificarse entre los hechos humanos, en tanto que
el lenguaje no, naturalmente la lengua es una ¡nstitución social que se diferencia
de otras ¡nstituciones politicas, jurídicas etc.
La lengua es un s¡stema de signos que expresan ¡deas, por tanto comparable a la
escritura, al alfabeto de los sordomudos, a los ritos simbólicos, a las normas de
urbanidad, a las señales militares etc. Sólo que es el más importante de estos
sistemas. Así que la semiologia es la ciencia que estudia la vida de los signos en
el seno de la vida social, y por consiguiente, se enmarca dentro del contexto de la
psicología general.
En efecto, la semiología nos enseñaría en qué consisten los signos, qué leyes los
. rigen. La lingüística no es más que una parte de esa ciencia general, las leyes que
descubra la semiología serán aplicadas a la tingüística, y de este modo, ésta se
hallaría vinculada a un ámbito perfectamente definido en el conjunto de los hecfios
humanos,
lengua como s¡stema de signo, construyó el
fundamento de la semiología lingüística. Pero vemos ahora que si el signo
coresponde en efecto a las unidades significantes de la lengua, no puede
erigírselo en principio de la lengua en su funcionamiento discursivo. Sausune no
ignoró la frase, pero es patente que le creaba una gran dificultad y la remitió al
aula, lo cual no resuelve nada; es cuestión precisamente de saber s¡ es pos¡ble
Cuando Saussure definió
la
pasar del signo al habla.
En realidad, el mundo del signo es cenado. Del signo a la frase no hay trans¡ción
n¡ por s¡ntagmación ni de otra manera los separa un hiato. Hay que adm¡tir que la
lengua comprende dos dominios distintos, cada uno de los cuales requ¡ere su
propio aparáto. Para el que llamamos semiótico la teoría Saussuniana del signo
lingüístico sirvió de base para la investigación. El dominio semántico, en cambio,
debe ser reconocido como seDarado.
l7
TALLER DE LA PRITUERA UNIDAD
1.
¿Por qué se debe implementar la semiótica en el aula desde el punto de
vista didáctico?, explique.
2.
EL signo saussuriano es en realidad la unidad sem¡ótica, o sea la unidad
dotada de sentido. Argumente su respuesta.
3'
¿En qué se distingue ra semiótica de ch. pierce de ra semiorogía de
Saussure? Presente dos argumentos a favor de esta oposición
4. ¿cómo puede ra tingüística derimitarse y definirse a sí misma, si no es
delimitando y definiendo su objeto propio, ra rengua? pieáente dos
argumentos que soporten esta posición.
5.
Elabore el mapa conceptual de la unidad.
NorA: Es Ímportante tener en cuenta el grado de conceptualización de cada
trabajo. Este es el elemento central en el momento de valórar cada producción
intelec{ual. De modo que téngalo presente.
l8
LECTU RA COM PLE]ÚTENTARIA
INMUTABILIDAD Y MUTABILIDAD DEL SIGNO
INMUTABILIDAD
Si, en la relación a la idea que representa, el significante aparece como
libremente elegido; en cambio, en relación a la comunidad lingüística que lo
emplea, no es libre, es impuesto. La masa social no es consultada y el
significante escogido por la lengua no podría ser reemplazado por otro. Este
hecho, que pare@ encerrar una contradicción, podría llamarse familiarmente "la
caftaforzada". Se d¡ce a la lengua: "¡elige!", pero se añade: "Sería ese signo y no
otro". Un individuo seria incapaz, aunque quisiera, no solamente de modificar
algo en la elección ya hecha, s¡no que la masa misma no puede ejercer su
soberanía sobre una sola palabra; está l¡gada a una lengua tal como es.
La lengua, por tanto, no puede ser asimilada a un contrato puro y simple' y
precisamente por este lado el signo lingüístico es particularmente interesante de
estudiar; porque si se quiere demostrar que la ley admitida en una colec{ividad es
una cosa que se srfre, y no una regla libremente consent¡da, es la lengua la que
ofrece la prueba más definitiva de ese hecho.
Veamos pues cómo escapa a nuestra voluntad el signo lingüístico, y saquemos
luego las importantes consecuencias que derivan de este fenómeno.
En cualquier época, y por muy alto que nos remontemos, la lengua aparece
s¡empre como una herencia de la época precedente. El acto por el que, en un
momento dado, se habrían distribuido los nombres para las cosas, el acto por qué
se habría pactado un contrato entre los conceptos y las imágenes acústicas, ese
acto podemos mncebirlo, pero jamás ha sido comprobado. La idea de que las
cosas habrían podido suceder así no es sugerida por nuestro vivísimo sentimiento
de lo arbitrio del signo.
De hecho ninguna sociedad conoce ni ha conocido jamás la lengua de otro modo
gue como un producto heredado de las generaciones precedentes y que hay que
aceptar tal cual. Por esto la cuestión del origen del lenguaje no tiene la
importanc¡a que generalmente se le atribuye. No es siquiera uná orestión que
haya que plantear; el único objeto real de la lingüística es la vida normal y regular
de un idioma ya constituido. Un estado de la lengua es siempre un producto de
factores históricos, y son esos factores históricos, y son esos factores los que
explican por qué es ¡nmutable el signo; es decir, por qué resiste a toda
substitución arbitraria.
l9
Pero dec¡r que la lengua es una herencia, nada expl¡ca s¡no vamos más lejos.
¿Se pueden modificar de un momento a otro las leyes existentes heredadas?
Esta objeción nos lleva a situar la lengua en un marco social y a plantear la
cuestión como nos la plantearíamos para las demás instituciones sociales.
¿cómo se transmiten estas? Tal es la cr¡estión más general que enciena la de la
inmutabilidad. En primer lugar hay que apreciar la mayor o menor libertad de que
gozan las demás instituciones; se verá que para cada una de ellas hay un
equilibrio diferente entre la tradición impuesta y la acción libre de la sociédad.
Luego se investígará por qué es una categoría dada, los factores del prímer orden
son más o menos potentes que los de otro. Finalmente, volviendo a la lengua,
nos preguntaremos por qué el factor histórico de la transmisión la domina por
entero y excluye todo cambio lingüístico general y súbito.
Para responder a esta cueslión se podrían hacer valer muchos argumentos y
dec¡r, por ejemplo, que las modificaciones de la rengua no están ligadas a ra
secuencía de las generac¡ones, que lejos de superponerse unas a otras. como
los cajones de un mueble, se ínter penetran y contienen, cada una, ir¡Jividuo cte
todas las edades, Habría que recordar también la suma de esfuezos que exige
el aprendizaje de la lengua materna, para concluir en la imposibilidád oe un
cambio general. Habría que añadir que la reflexión no intervie'ne en la práctica
de.un idioma; que los sujetos son, en gran medida, inconscientes de las leyes de
la lengua; y si no se dan cr.¡enta, ¿cómo podrían modificarra? rncruso sí fuera
co¡sc¡ente, habría que recordar que los hechos lingüísticos apenas provocan la
crítica, en el sentido de que cada pueblo está géneralmenie satisiecho de la
lengua que ha recibido.
Estas consideraciones son importanles, pero no son específicas; preferimos las
s¡gu¡entes, más esenciares, más d¡rectas, de ras que de¡ienden tóüs ras oem¿s.
1.- El caÉcfer arbitrario del signo. Más aniba, nos había hecho . admitir ra
posibílidad teórica del camb¡o profundizado, vemos que, de hecho, , lo arbitrario
mismo del s¡gno pone a la lengua al abrigo de cualquiera tentativa que tienda a
modificarla- Aunque fuera más conscierite de lo que es, la masa no podría
discutirla. Porque para que una cosa sea cuest¡onada, es menester que se'apoye
sobre una norma razonable. Se puede debatir, por ejempro, ' si ra fórma
monógama del matrimonio es más razonable que la forma 'por¡ga*a y pr"".nt"|.
razones a tavor de una o de otra. También se podrían discutir un iiitema oe
símbolos, por qué el símbolo tiene una relación racional con la cosa significada;
pero por lo que se refiere a la lengua, el sistema de signos arbitrarios, ásta base
falta, y con ella desaparece todo teneno sórido de discusión; no 'hay nin!ún
motivo para preferir soeur a sister, ochs a boeuf. etc.
20
2.-
La multitud de signos necesarios para constiluir cualquier lengua. El alcance
de este hecho es considerable. Un sistema de escritura compuesto de veinte o
cuarenta letras puede, en rigor, ser remplazado por otro. Lo mismo ocurriría con
la lengua si encenara un numero limitado de elementos; pero que los signos
lingüísticos innumerables.
3. El carácter demasiado complejo del sistema. Una lengua constituye un sistemaSi, como luego veremos, es ese lado por el que no es completamente arbitraria y
en el que reina una razón relativa, también es ese el punto en que aparece la
incompetencia de la masa para transformarla. Porque ese sistema es un
mecanismo complejo; sólo se puede captar mediante reflexión; incluso los mismos
que hacen uso cotidiano de ét lo ignoran profundamente. Podría conoebirse tal
cambio sólo gracias a la intervención de especialistas, dramáticos, lógicos, etc.;
pero la experiencia muestra que, hasta ahora, la injerencia de esta naturaleza no
ha tenido ningún éxito.
4.- La resistencia de la inercia colectiva a toda innovación lingüística. La lengua
y esta consideración prima sobre todas las demás es, en cada momento,
manejada por ella, es una
asunto de todo el mundo; difundida en una mas¿l
cosa de la que todos los individuos se sirven durante todo el día. Sobre este punto
no se puede establecer ninguna cornparación entre ella y las demás instituciones'
Las prescripciones de un codigo, los ritos de una religión, las señales marítimas,
etc., no ocupan más que a cierto nún¡ero de individuos a la vez y durante un
tiempo l¡m¡tado; en la lengua, en cambio, todos y cada uno partic¡pamos en ella
en todo momento, y por eso la lengua sufre sin cesar la influencia de todos' Este
hecho capital basta para mostrar la imposibilidad de una revolución. De todas las
instituciones sociales, la lengua es la que menos asidero ofrece a las iniciativas.
Forma cuerpo con la vida de la masa soc¡al, y por ser ésta naturalmente inerte
aparecr- ante todo con un factor de conservación.
Sin embargo, no basta con decir que la lengua es un producto de las fuezas
sociales para que se vea claramente que no es libre; al recordar que es siempre
herencia de una época precedente, hay que añadir que estas fuer¿as sociales
actúan en función del tiempo. Si la lengua tiene un earáúer de fijeza, no es solo
porque está unida al peso de la colectividad, lo es también porque está situada
en el tiempo. Estos dos hechos son inseparables. En todo momento la solidaridad
con el pasado pone en jaque la libertad de elegir. Decimos hombre y perro porque
ante nosotros se ha dicho hombre y pero. Lo cual no impide que no haya en el
fenómeno total un lazo entre estos dos fac{ores antinómicos: la convención
arbitraria, en virtud de la cual la elección es libre, y el tiempo, gracias al cual la
elec¡ión se encuentra fijada. Debido a que el signo es arbitrario, no conoce más
que la ley, la de la tradición, y precisamente por estar fundado en la tradición
puede ser arb¡trario.
y-
-
2l
LA TUIUTABILIDAD
El tiempo, que asegura la continuidad de la lengua, posee otro
contradiclorio en apariencia con el primero: el de alterar mas o
efecto,
menos
rápidamente los signos lingüísticos y, en cierto sentido, puede hablarse a la vez
de la inmutabilidad y de la mutabilidad del signo.
En última instancia, los dos hechos son solidarios: el signo está en condiciones de
alterarse porque se continúa. Lo que domina en toda alteración es la persistencla
de la materia antigua; la infidelidad def pasado es sólo relat¡va. por eso, el
principio de alteración se funda en el principio de continuidad.
La alteración en el tiempo adopta diversas formas, cada una de las cuales
proporcionarÍa materia para un ¡mportante capítulo de lingüística. sin entrar en
detalles, es ¡mportante destacar lo siguiente: damos a la palabra alterac¡ón.
Podría hacer creer que se trata especialmente de los cambios fonéticos sufrisos
por el significar¡te, o bien, de los cambios de sentido que afectan al concepto
significado. Este enfoque seria suficiente. cualesquiera que sean los factores de
alteraciones, actúen aisladamente o combinados, siempre conducen a un
desplazamiento de la relación entre el significado y el significante.
He aquí afgunos ejempfos. El latín nacare, que significa matar, se ha convertido
en francés en noyer (ahogar), con el sentido que todos conocemos. lmagen
acúst¡ca y concepto, los dos han cambiado; pero es inútil distinguir las dos partes
del fenómeno;' basta con comprobar in globo que el lazo de |a ióea y del signo se
ha relajado y que ha hab¡do un desplazamiento en su relación. Si en Ular Ce
comparar el nacare del latín clásico con nuestro francés noyer, lo oponemos al
nacare del latín vulgar de los siglos lV o V, que significa hogar, el caso es algo
diferente; pero también, aunque no haya alteración apreciable del significante,
hay desplazam¡ento de la relación entre la ¡dea y el s¡gno.
El antiguo alemán dritteil, "el tercio", se ha convertido en alemán modemo en
Drittel. En este caso, aunque el concepto siga siendo el m¡smo, la relación na
sido cambiada en dos formas: el significante ha sido modificado no solo en su
aspecto material si no también en su forma gramatical; no implica ya la idea de
Teil; es una palabra simple. De una manera u ofa, siempie hay un
desplazamiento de relación.
En anglosajón, la forma prelitaria fot, 'el pie", siguió s¡endo fot (inglés modemo
foot), mientras que su plural "foti" "los pies" se ha convertido én fét (ingles
modemo feet). Sean cuales fueren las alteraciones que ellos suponga, hay una
22
cosa c¡erta: ha habido desplazamiento de la relación; ha surgido de otras
correspondencias entre la mater¡a fónica y la idea.
Una lengua es radicalmente ¡mpotente para defen&rse contra los factores que
desplazan a cada momento la relación del significado y del significante. Esto es
una de las consecuencias de la arbitrariedad del signo.
Todas las demás instituciones humanas: las costumbres, las leyes etc., están
fundadas, en diverso grado, en las relaciones naturales de las cosas; hay en
ef las una adecuación necesaria entre los medios empleados y los fines
perseguidos. lncluso la moda que fija nuestra ropa no es completamente
arbitraria; no puede apartarse más allá de cierto grado de las condiciones
dictadas por el cuerpo humano. La lengua por el contrario, no está limitada en
nada en la elección de sus med¡os, porque vemos que podría impedir asociar
una idea cualquiera con una secuencia cualquiera de sonidos.
Para que comprend¡era bien que la lengua es una institución pura, VVhitney
insistió con toda razón, en el carácter arb¡trar¡o de los signos, y con ello situó la
lingüística en su verdadero eje. Pero fue hasta el fin, y no vio que este carácter
arbitrario separa radicalmente la lengua de todas las demás instituciones. Se ve
claramente por la forma en que evoluciona; nada hay más complejo; situada a la
vez en la masa soc¡al y en el t¡empo, nadie puede cambiar nada en ella, y, por
otra parte, la arbitrariedad de sus signos entraña teóricamente la libertad de
establecer cualquier relación entre la materia fónica y las ideas. De donde
resulta que estos dos elementos unidos en los signos conservan, cada cual, su
vida propia en proporción desconocida fuera de la lengua, y que esta se altera,
o más bien evoluciona, bajo la influencia de todos los agentes gue puedan
alcanzar bien a los son¡dos, bien a los sentidos. Esta evolución es fatal: no hay
ejemplo de lengua alguna que resista a elta. Al cabo de ci€rto tiempo se pueden
comprobar desplazamientos sensibles.
Y esto es tan cierto que el principio debe verificarse incluso en las lenguas
artif¡ciales. Quien crea una de este tipo, la controló mientras se ponga en
circulación; pero desde el momento en que cumpla su misión y se convierta en
cosa de todo el mundo, el control esc€¡pa. El esperanto es un elrsayo de esta
especie; si triunfa ¿escapará a la ley fatal? Pasado el primer momento, la lengua
entrará, muy probablemente, en su vida semiológica; se transmitirá por leyes
que no tienen nada en común con los de la creación reflex¡va, y ya no se podrá
volver atrás. Et hombre que pretenda componer una lengua inmutable, que la
posteridad debería aceptar tal cual sale de sus manos, se parecería a la gallina
que ha incubado un huevo de pato: la lengua creada por él sería arrastrada, le
guste o no, por la mrriente que anastra a todas las lenguas.
¿J
La continuidad del signo en el tiempo, ligada a la alteración en el tiempo, es un
princ¡pio de la semiología general; su confirmación puede concentrarse en los
s¡stemas de escr¡tura, en el lenguaje de los sordomudos, etc.
Pero, ¿en qué se funda la necesidad del cambio? Quizás se nos reproche de no
haber sido tan explícitos en este punto como sobre el principio de la
inmutabilidad: en que no hemos distinguido los diferentes factores de alocución:
había que considerarlos en su variedad para saber hasta que punto son
ne@sarios.
La causa de la continuidad tan a pr¡ori está al alcance del observador; no ocurre lo
mismo con las causas de alteración a través del tiempo. Más vale renunciar
provis¡onalmente a dar cuenta exacta de las relaciones; el tiempo altera todo; no
hay raún para gue la lengua escape a esta ley universal.
Recapitulemos las etapas de nuestra demostración, refiriéndonos a los principios
establecidos en [a introducción.
.
Evitando estériles definiciones de palabras; hemos distinguido
pflmeramente, en el seno del fenómeno totial que representa el
lenguaje, dos factores la lengua y el habla.
2.
Pero esta definición deja todavía la lengua al margen de su
realidad social; hae de ella una cosa ireal, puesto que no
comprende más que uno de los aspectos de la realidad, el
aspecto individual; es menester una rnasa hablante para que
haya una lengua.
3.
Corno el signo lingüÍstico es arbitrario, parece que la lengua, así
definida, es un sistema libre,. organizable a capridú, que
depende únicamente de un principio racional- Su caiácter social.
considerado en sÍ mismo, no se opone precisarnente a este
punto de vista, sin duda la psicología colectiva no opera sobre
una materb puramente lógica, habría que tener en cuenta todo lo
que hace desviarse a la razón en las relaciones prádicas de
indivíduo a individr¡o. Sin embargo, lo que nos impide mirar la
Iengua como una convención s¡mple, modif¡cable a capricho de
los interesadoq no es eso; es la acción del tíempó que se
combina con la de la fuer¿a social.
1
.
24
CUESTIONARIO
f
TIPO ECAES
RECOMENDACIóN PARA PREPARARSE
-
En el dano académico, cuendo hable o
escriba, prec¡se su. objetivo, def¡na las
ideas que expondná; síga un plan: 'no
hable por hablaf, ni "escriba lo que
Lea mucho: cuentos, novelas, noticias,
editoriales, crít¡cas, reseñas, d¡scursos,
ensayos, informes científ cos, poemas,
Escribá s¡empre después de leer haga
resúmenes, elablezca jerafquía de
ideas, planlee hipótesis, emplíe al autor,
refde al autor, aclare vocabulario.
Esquemat¡ce
te)(lo
Pref¡era
la
la
salge".
incremente
macro elructura del
lectura de ensayos
nanat¡va: es1¡mulará
su
ol¡mpiadas; visite las bibliotecas y
müseos; felaciónes€ cof¡ persofias de
buen n¡vel cultural y metes altas;
enriquezca en foma nalurál $1 léxico: e]
lenguaje vulgar u obsceno se vuelve
a
la
caDac¡dád
argumentativa.
-
Propóngase escribir ensayos o artículos
de opinión: amplierá su cepac¡dad de
anál¡sis
y
su horizonte cuttural: Dara
desanollar su
competencia
enciclopéd¡ca, oiga y vea conferenc¡as;
participe en concunios, sem¡narios,
rep€titivo y empobrece su expresión.
síntesis.
Cuando escuche o lea, busque los
argumef¡los que sostienen los puntos de
v¡s1a que le plantean. Fíjese en la
Pregunte "por gué" y "cómo" en todas
sus asignaturas y ensaye o judifique o
exdique sus puntos de visle en todas
ellas, siempre con argumer¡tos validos.
intenc¡onalidad.
P R E G U N TAS
NÚCLEO CoMÚN
PREGUÍ{TAS TIFO I
Selecc¡ón múlt¡plé con única respuesta
TEXTO NO 1
Un día de estos
El lunes amaneció tibio y sin lluvia. Don
Aurelio Escobar, dentila sin título y buen
madrugador, abrió su gab¡nete a las se¡s.
Sacó de la v¡driera uná denladura post¡za
montada aún en el molde de yeso y puso
sobre la mesa un puñado de instrumenlcs que
ordeno de mayof
menof, como una
exposición.
Llevaba urla camisa de rayas, s¡n cu€llo,
cenada aÍiba con un botón dorado, y los
a
pantalones sostenidos con cargadores
elásticos. Era ígido, enjulo, con una mirada
que faras veces corespondíe a la situación,
como la mirada de los sordos.
Cuando tuvo las coses dispuestas sobre la
mesa rodó la fresa hacia el s¡llón de resortes
y s€ sentó a p{jlir la dentadura postiza.
Parecía no pensar en lo que hacia, pero
lrabajaba con obstinación, pedaleando en la
fresa inclüso cuando no servía de ella.
Después de las ocho hizo una pausa para
m¡rar el c¡elo por la ventana y v¡o dos
gallinazos pensetivos que se sécaben al sol
en el caballete de la cása vec¡na. S¡guió
trabajando con la idea de que anles del
afmuezo volverla a llover. La voz
deslemplada de su hüo de once años los sacó
de su ablracción.
- PaDé!.
- Qué.
- Eli{F el alcakle que si le saeas u¡re muele.
Dile que no estoy aquí.
Estaba puliendo un d¡ente de oro. Lo retiró a
la distanc¡e del brazo y lo examinó con los
ojos a med¡o cerar. En la salita de espera
vov¡ó e gritar su hüo.
- Dice que sí es1ás porque te está oyendo.
El deritila siguió examinando el diente. Sólo
25
cuando lo puso en la mesa con los trabajos
teminados, diio:
- Meior
Volvió a operarla fresa. De una cajita de
cartón donde guafdaba las cosas por hacer,
s¿¡co un puente de varias p¡ezas y empezó a
pul¡r e, oro.
- Papá.
- Qué
Aún no había cambiado de expres¡ón.
- Dice gue si no le sacas la muela te pega
un lifo.
S¡n epresur¿lrse, con uR movimiento
extremsda mente tranquilo, dejó de pedalear
la frese, la ret¡ró del s¡llén y abrió
la
por
completo la geveta inferior de
mess. Allí
estába el revólver.
Bueno dijo. - Dile que venga a pegármelo.
Hizo girar el sillón hala queder de frente a la
-
puefta, la mano awyña en el bofde de la
gaveta. El alcakle apareció en el umbral. Se
había afeitado Ia mejille izquierda, pero en la
otra, hinchada y dolorida, tenía una barba de
cinco días. El denüsta vio en sus ojos
merchilos mucñas noches de desesperac¡ón.
Cenó la g¿veta con l¿ punta de tos dedos y
d¡jo suavemente:
-
Siénles€.
Buenos días - dijo el alcelde.
Buenos - düo el dentisla.
Mientres hervían los inslrumentales, et a¡celde
apoyó el cráneo en el cabezal de la s¡lla y se
s¡ntió mejor. Resfiraba un olor glacial. Era un
gab¡nete pobre: una v¡eja s¡lla de madera, la
fresa de F|e(lal
una vktfiera con pomos de
y
loza. Frente a le silla, una ventana con un
cencel de tela hela la altu¡a de un hombre.
Cuando sintió que el dentisla se acercaba. el
alealde efifrnó los talones y abrfi la boca.
Don Aurelio Escobar Ie mo/ió ta cara hacía la
luz.
Después de observar la muela dañada, ajustó
la
mandíbule con una caulelosa presión
los dedos.
-
Tiene que ser sin
enesles¡a - düo
¿Por qué?
Pofque t¡ene un
ebscesoEl alcalde lo miró en
-
Ít
t+9
.-
.Éi.]fl
I¡r
Oe
los ojos.
Es1á bien dijo, y trató de sonreír, El dentisla.
no le coÍespondió. Llevó.a la mese de trabajo
-
la cacerola con los inlrumentos hervidos y
los sacó del agua con unas p¡nzas frlas,
todavía s¡n apresurarse. Después rodó la
escup¡dera con la punta del zapato y fue e
lavarse las menos en el aguamanil. Hizo todo
s¡n mlrar al etcalde. Pero el alcalde no lo
perdió de vista.
Era una cordal inferior. El dentila abrió las
piemas y apretó la muele con el gat¡llo
calier¡te. El alcakde se agarró a lás berras de
la s¡lla, descargó loda su fueza en los pies y
sintió un vacío helado en los riñones pem no
soltó un suspiro. El dentista sólo movió la
muñeca. S¡n rencor, más blen con una
amarga temura, d¡jo:
- Aouí nos oaoa veinte muelos, leniente.
El alcelde s¡ntió un crujido de huesos en la
mandíbula y sus ojos se llenaron de lágrimas.
Pero no suspiró hasta que no sintió lalir la
muela. La vio a través de tas lágrimas. Le
pareció tan extraña a su dolor, gue no pudo
enlender la tortura de sus cinco noches
anteriores.
sobre la
sudoroso,
Inclinado
escupidere,
jadeante, se
d6sabotonó la gueÍera y 't...
buscó a lientas el pañueto ."
en el bols¡llo del pantalón. El
dentila le dio un traoo
l¡mpio.
-
Séquese les lágrimas - düo
El alcelde lo hizo. Estaba temblando. M¡entras
el dent¡s1a se lavaba les manos, vio el c¡elo
raso desfondedo y una telareñe pofuorienta
con huevos de araña e insectos muerlos. El
d€ntista regresó secándose las manos.
?cuélese - dtjo - y haga buches de agua de
sal". El aheEe se puso de pie, se clespid¡ó
eo¡ uld¡splicente saludo mititar. y se dirigió a
la puerta el¡rando las demas, sin abotonlrse
la guenera.
- Me pasa la c{¡enta - düo.
- ¿A usted o al municipio?
El alcalde lo miró. Cenó la puerta,
y dijo, a t,avés de la r€d metálica.
Es la misma va¡na.
GarcÍa Márquez
¿a)
1.
El ambiente del cuento se desanolla en:
A) una am¡stad incondicional entre el alcalde
y el dentisla
B) un antagon¡smo entre el alcalde y el denl¡sta.
una lucha entre el alcalde y el niño.
D) una desobed¡encla comet¡da por el n¡ño
c)
2.
Aurelio Escobar era un hombre.
A) agres¡vo, valiente, pafco
B) rnad{ugiridor, en¡uto, r¡gido
c)
sencillo, elocuez, enjuto
Dt triste, valiente, agresivo
3.
Nos oaoa, alude a una deuda:
A) pof servicios preslados
B) personal
c) de juego
D) con el pueblo y los Parientes de los
muefos
4.
Es la misma vaina, signiñca:
Al una mueslra de camaradería
B) una muelra de violencia
C) que el alcelde recuperó la altivez
D) no hay por qué preocuparse
5. Ve¡nte muertos. es equivalente a:
A) las lágrimas del teniente
Bl c¡nco noches de dolor
Cl exracción de un cordal s¡n anestesia
D) el temblor del alcelde
6.
En es{e cuento el alcalde simbolize:
Al
la presencia del eslado enfermo por la
B)
C,
D)
B) el dentista no soportaba los militares
c) el militar abusaba de su poder
Dl el slcalde tenÍa una deuda con el dent¡sta
8.
El dentista no quería atender al alcalde
pofque:
A)
elaba
C) estaba de mal genio
D) era solidario con el pueblo mafrratado por
el alcalde
9.
En el relato el alcalde es símbolo de:
Al amistad por el pueblo
B) justicia y bienestar
C) libertad y orden
Dl autoridad y violenc¡a
10. La muela y el absceso s¡mbol¡zan:
A) la mala salud de un gobemante
B) el mal y la c.ulpabilidad
C) le falta de amor por la Profesión
D) la positil¡dad de pager unos mr¡ertos
tl. Le extracción de una muela sin anesdesia
significa:
A)
el deseo de venganza por parte del
dentisda
B)
Ct
D)
la faita de recursos lécoioos en un
consultofio
la fatta de resp€to hac¡a el alcalde
la purificación a través del dolor y el
cast¡go
12, El
corupción
un hombre sufrido por una v¡gilia de cinco
noches de dolor
la autoridad rechezada por el pueblo
padec¡miento de una Persona
7.
La rivalidad entre et dertista y el teniente
se debía a que:
A) el dentista no lo quería atender
muy ocupado
Bl le gulaba la soledad
dentila representa:
A) un miembro más del puedo
B) un alma caritaüva y noble
C) el defensor del pueblo
D) el espíritu vengador y justiciero
t3. Cuando el denüsta expresa 'aquí nos
paga ve¡nte mueftos
logra:
"
Al apaciguar su espírilu de veng€¡nze
B) efianzar su personál¡dad firme y decidida
27
C) mostrar su capac¡dad humanitaria
D¡ expresar su sens¡b¡lidad
17. El tema básico en el cuenle es:
l¡1. El desempeño del denüsta señale:
A) el dolor
A) ¡a realklad del 'ojo por ojo'
Bl el protol¡po dejusiicia de un pueblo s¡n
esperanza
c) ef deseo de hacer sufrir a 1a autoridad'
D) lo poco importanle que ere para el pueblo
el dolor del alcalde
15. El denüs{€. c¡eff€ la gsveta e invita al
alcalde e tomar asiento porque:
Al cembia de aclitud renunc¡ando al duelo
B) qu¡ere coger despreven¡do al atcalde
C) qu¡ere cestigarlo extrayéndole la muela sin
anesles¡a
D) desea cobrarle al menos ve¡nle muertos
f6.
Ef hecho de que el derüista abra ta gaveta
donde esteba el revólver quiere decir que:
A) no le tenía m¡edo al alcálde
Bl fambién era un rnatón
C) quería matar al alcalde
Dl se prepera para le agresión del alcetde
Bl el sufrimier¡to
Cl la violencia
D) la venganza
18, Con es'te cuer¡to, García Márquez nos
¡nsinúa que:
A)
B)
C)
D)
los denl¡stas no prelan sus servicios a
los m¡lit€res
dent¡sta que se niegue a prestar un
servicio será ejecutado
los coÍuptos de algune manera rec¡ben
su cast¡go
militar que no sea atendido t¡ene derecho
a maler
19. Este cuento es:
A) un elogio a los alcaldes mititares
B) una critica a las dictadures militeres
C)
Al
una respuesta ante el abuso de los
dentistas
una alabanza a los alcaldes contelatarios
28
FUNGION DEL SIGNO
PRESENTACION DE LA UNIDAD
En este aparte se presentan los sustentos que soportan la importancia del signo,
cual es la de representar, es decir, ocupar el puesto de otro objeto o cosa,
evocándola a título de sustituto. De ¡gual modo hay una característica común a
todos los sislemas de signos que se fundamentan en que todo esto pertenece al
campo de la semiótica que es la propiedad de significar o dar s¡gnif¡cancia, y su
organización y composición en unidades de sigrnificancia o signos y que un
sistema semiológico se caracter¡za por:
a) "Su modo de operación.
b) Su dominio de validez.
c)
d)
Su naturaleza y el número de signos.
Su tipo de funcionamiento"3.
Por oiro lado, se aborda la naturaleza y las posibilidades de las relac¡ones entre
sistemas semióticos que es de tres tipos (a. relac¡ón de engendramiento, b.
relación de homología y c. relación de interpretancia).
Finalmente la unidad se complementa con una lectura adicional denom¡nada:
naturaleza del signo lingüístico de Ferdinand de Saussare en Curso de Lingüística
general.
t tbíd., p. 32
29
OBJETIVOS
1
Reconocer que toda enseñanza gue se ¡mparta lleva esa marca
semiológico, tomando la lengua como elemento de significancia, que es el
que da sentido a la vida.
¿.
Reconocer la importancia de la semiótica, especialmente en el campo de
la enseñanza del español y Literatura.
3.
Resaltar la importancia de la Semiótica, espeóialmente en el campo de la
Literatura, para fomentar y desanollar la creatividad.
4. ldentificar y dar la ¡mportancia a la función semiológica de la lengua como
elemento de significancia en los procesos de enseñanza aprendi2aje.
Resaltar la importancia de la semiótica discursiva y nanativa en la vida
social.
30
ATREVETE A OPINAR
El siguiente escrito se presenta con el propósito que
usted "amigo estudiante" ponga en práct¡ca sus saberes.
En efecto, antes de iniciar la lectura de contenido de dicha
unidad, responda desde su formación intelec{ual, las
siguientes consideraciones que serán de mucha validez
para usted.
¿Cuál es la función central de la lengua en la interacción comunicativa?
Argumente su respuesta.
2. ¿Cuál es el papel del signo en la vida cotidiana? Explique.
3.
Se puede afirmar que la lengua es un sistema que permite explicar y darle
sentido a la realidad. Explique.
4. ¿Cuáles son las relaciones de los sistemas semióticos? Explique.
Cuando Saussure definió la lengua como sistema de signos, ¿estableció el
fundamento de la semiología lingüstica?
¿De qué manera usted interprela esta ¡nformación? Argumente
respuesta.
su
ll
DINAMICA PARA CONSTRUIR EL
CONOCIMIENTO
Para construir aprendizajes significativos de la lectura
de la unidad se
las
presenlan
siguientes
consideraciones que serán de gran ¡mportancia para
usted.
Haga una lectura reflexiva. Esto quiere decir que debe
apropiarse del conten¡do temático que sirve de base
para todas las actividades pedagógicas asignadas.
Es importante que durante la interacción del estudiante
con la lectura elabore mapas concepfuales, cuadros sinópticos, resúmenes u otros
recursos inteleciuales que le permitan ¡nterpretar .y comprometer la información
presentada. No se conforme con lecturas superficiales y pasivas llegue a la
profundidad del texüo (rigor).
Adopte un punto de v¡sta crítico y reflexivo frente al tema leido. cuestione los
argumenlos, para cerciorarse de lo básico y esencial, trate en lo rnejor que lo
leído, haya sido comprendido.
construya mapas mentales y conc€ptuales, cuadros sinópticos, síntesis u otros
esquemas de la ter¡ática en estudio y confróntelos. con los dernás mmpañeros en
la clase. Sáquele el mayor provecho posible.
Haga le lectura complementaria y establezca las relaciones que según su punto de
v¡sta se dan con la temática de la unidad:
.
Realice diferentes tipos de lecluras, primero una literal o superficial; después una
lectura crítica y analítica, Es necesario que se apoye en un diccionario
especializado y en otros textos y autores.
y
Finalizadas estas actividades en forma individual y/o grupal
desanollada su
auto-evaluación y si le indican que aún subyacen vacíos, iavoi revisar eon rnayor
detenimiento aquellos conten¡dos que necesiten mayor atenc¡ón e importancia.
'
)z
UNIDAD No 2
2 FUNCIONES DEL SIGNO
Es inefutable que la función del signo o papel del signo es representar, es dec¡r,
ocupa el lugar de un objeto o una cosa, evocándoia a titulo de sust¡tuto. Toda
definición
que dist¡ngue en concreto diversas variedades de
s¡gnos,
automáticamente nos lleva a una reflexión sobre el principio de una ciencia de los
nuestro
más mínima atenc¡ón
signos, de una semiología. Así,
y
de
social,
de
la
v¡da
comportamiento, a las condiciones de la vida ¡ntelectual
relación, de los vínculos de producción y de intercambio, nos muestra que
ut¡lizamos a la vez y a cada instante varios sistemas de signos.
a
la
Primero los signos del lenguaje, que son aquellas cuya adquisición se inicia antes,
al iniciarse la vida consciente, los signos de la escritura, "los signos de cortesía',
de conocimiento, de adhesión, en todas sus variedades y jerarquías; los signos
reguladores de los movimientos de vehículos , "los signos exteriores " que indican
condiciones sociales; los "signos monetarios", valores e índices de la vida
económica, los signos de los cultos, ritos, ciencias; los signos del arte en su
variedades (música, imágenes, reproducciones plásticas)- en una palabra, y sin ir
mas allá de la verificación empírica, está demostrado que nuestra vida entera está
enmarcada en redes de signos que nos condicionan al punto de que no podría
suprimirse un sólo sin poner en peligro de la sociedad y de la persona.
En efecto el arácter común a todos los sistemas y el criterio de su pertenencia a
la semiología es su propiedad de significar o signif¡canc¡a, y su composición en
unidades de signifcancia o signos. Ahora pasamos a describir las características o
rasgos distintivos. Así que un sistema semiológico se cara<feriza por:
a. Su modo de operación.
b. Su dominio de validez.
La naturaleza y el número de sus signos.
d. Y su tipo de funcionamiento.
Sin duda que cada uno de estos rasgos comprende cierto número de variedades.
2.1 MODO DE OPERACIÓN. Es la
manera como
el
espec¡almente el sentido (vista, oído etc.) al que se dirige u orienta.
sistema actúa,
.'.'
2.2 EL DOMINIO DE VALIDEZ. Es aquet donde se impone
et sistema y debe
ser reconoc¡do u obedecido.
2.3 LA NATURALEZA Y EL NÚMERO DE LOS SIGNOS.
SON fUNCióN
de las condiciones mencionadas.
2.4 EL TfPO DE FUNCIONAiIIENTO. Es ta retación que une a tos signos y
les otorga función. distintiva. Por ejemplo ensayarnos esia definición en un
sistema sencillo: el sistema de luces del tráfico: su modo de operación es
v¡sual, generaknente diurno y a c¡elo abiedo.
su dominio de validez es el desplazamiento de vehículos por caminos. sus signos
están const¡tu¡dos por la oposición cr€mática. verde- rojo (a veces .on ,na ]ase
¡ntermedia, amarilla de simple transición), por tanto un s¡stema binario.
Su tipo de
funcionamiento es una relación de altemación fiamás de
simultaneidad). Verde rojo, que significa camino abierto, camino cenldo. o. en
forma prescriptita go/stop (adeiante
-
pare).
Este sistema es susceptible de extensión o de transferencia, pero sólo en una
nada mag de estas cuatro condicioneq el dominio de validez puede ser aplicado
a la navegación fluvial, abal¡zam¡ento de los canales, de las pistas de aüiación,
e¡c-, a condición de conservar la misrna oposición. La naturaleza de los sigrnos no
puede ser modif¡cada sino temporalmente y por razones de oportunidad.
De modo que los caracteres reunidos en esta definición @nforman dos grupos:
Los dos primeros, relativos al mundo de operación y al dominio de üaribez,
suministran las condiciones externas, empíricas, del sist,ema; los últimos relativos
a los signos y a su tipo de funcionamiento indican las condiciones intemas
semióticas.
Los dos primeros adm¡ten algunas variaciones o acomodaciones, los otros no.
Esta. forma estructur€l dibuja un r¡odelo canónico de sislerna binario gue
reapareoe, por ejemplo, en los modos de votación, con bolas blancas o negras,
levantándose o sentándose, etc. y en todas las cir.cunstancias en qré |a
altemativa pudiera ser (pero no es) enunciada en términos lingüísticos cómo s¡
/no.
AsÍ se pueden distinguir dos principios que afectan a las relaciones entre sistemas
semióticos.
51
'EL
PRINCIPIO DE NO
REDUNDANCIA entre sistemasi'a. No hay sinonimia, no puede decirse la m¡sma
El
primer principio puede ser enunciado como
cosa mediante la palabra y la música, que son sistemas de fundamento diferente.
Esto equivale a significar que dos s¡stemas semióticos de diferente tipo no pueden
ser mutuamente convertibles. En el caso c¡tado, la palabra y la música, t¡enen por
cierto una caracteristica común, la producción de sonidos y el hecho de dirigirse al
oído; pero es.te nexo no prevalece ante la diferencia de naturaleza entre sus
unidades respectivas y entre sus tipos de funcionamienlo, @mo se señalará
después. Así, la no convertibilidad entre s¡stemas de bases diferentes es la razón
de la no redundancia en el universo de los sistemas de signos. El hombre no
dispone de varios s¡stemas distintos para el mismo NEXO de significación.
En camb¡o el alfabeto gráfico y el alfabeto Braile o Morse o el de los sordomudos
son mutuamente convertibles por ser todos sistemas de igual fundamento
basados en el principio alfabético: una letra, un sonido.
efecto, de este principio se desprende otro que lo completa. Dos sistemas
pueden tener un misrno signo en común sin que resulte sinonimia ni redundancia,
o sea que la identidad sustancial de un signo no cuenta; sólo, la diferencia
funcional. El rojo del sistema binario de señales de tráns¡to no tiene nada en
común con el rojo de la bandera tricolor de Colombia, ni el blanco del luto en
china. El valor de un signo se define solamente en el s¡stema que lo ¡ntegra. No
hay s¡gno tan sistemático.
En
Los sistemas de signos ¿son entonc€s otros tantos mundos cenados, s¡n que
ha¡¡a entre ellos más que un vínculo de coexistencia acaso fortuito? Se puede
plantear una exigencia metódica más. Es preciso que la relación planteada entre
sistemas semióticos sea, por su parte, de naturaleza serniótica. Serán
determinadas ante lodo por la acción de un mismo medio cultural, que de una
manera o de otra produce y nutre todos los sistemas que le son propios.
He aquí otro nexo extemo, que no implica necesariamente una relac¡ón de
coherencia entre los sistemas particulares. Hay otra condicón: Se trata de
determinar si un sistema semiótico dado puede ser interpretado por sí mismo o si
necesita recibir su interpretación por otro s¡stema. La relación semiótica entre
sistemas se enunciará como un nexo entre 'SISTEMA INTERPRETANTE Y
SISTEMA INTERPRETADO"s. Es la que poseemos en gran escala entre los
signos de la lengua y los de la sociedad: Los signos de la sociedad pueden ser
íniegramente interpretados por los de la lengua, no a la inversa. La lengua será el
o
'
BENVEHISTe, Emile. Problemas de Lingüísl¡ca general. México; S¡glo
tbíd., p. 54.
)ül'
1983' Pá9. 51'
35
interpretante de la soc¡edad. En pequeña escala puede afirmárse que el alfabeto
gráfico como el interpretante del morse o el braile, en virtud de la mayor extensión
de su dominio de validez y pese al hecho de que todos sean mutuamente
convertíbles.
En conclusión se puede ¡nferir que los subsislemas semióticos interiores a la
sociedad serán lógicamente los interpretados de la lengua, puesto que la sociedad
los contiene y que la sociedad es el ¡nterpretado de la lengua. Se advierte que en
esta relación una disimetría fundamental,
puede uno remontarse a la causa
direcla de esta reversabilidad: Es que la lengua ocupa un lugar particular en er
universo de los sistemas de signos.- Aquí tenemos un principio general de
jerarquía, propio para ser introducido en la clasificación de los sistemas semióticos
y que sirve para construir una teoría semiológica.
y
, Por otro lado, para establecer una mejor diferenciación entre las órdenes oe
relaciones semióticas, tomemos el sistema de la música.
especial las
diferencias van a manifestarse en la naturaleza de los signos y e¡r su modo oe
operar.
En
La música está hecha de soNlDos que tienen est¿tuto musical a¡ando han s¡do
designados y clasificados como NorAS. No hay en música unidades directamente
comparables a los "signos" de la lengua, dichas notas tienen un marco
organizador, la GAMA, en la que ingresan a título de unidades discretas,
discontinuas unas de otras en número f¡jo, caracterizada cada una por un número
constante de vibraciones por tiempo dado. Las gamas comprenden las mismas
notas a alturas diferentes, definidas por un número de vibraciones en progresión
geométrica, mientras los intervalos siguen siendo los mismos.
otra analogía que se pone de manifiesto, a la vez una d¡brenc¡a profunda, es la
siguiente. La música es un s¡stema qué funciona sobre dos ejei: el eje ie las
simultaneidades y el eje de las sucesiones. pensaría uno como una h'omología
con el funcionam¡ento de la lengua sobre dos ejes, el paradigmáico y et á¡e
sintagmático.
En suma puede decirse, "si la música es considerada como una "lenqua" que es
una lengua parecida a una sintaxis, pero sin semiótica"6.
Pasamos ahora a otro campo, el de las arles llamadas plásücas; campo inmenso;
donde indagamos si alguna similitud u oposición puede establecer lá semiología
de- la lengua. Por principio de- cuentas, se tropieza con una dif¡a:ultact de princip'io:
¿Hay algo en común en el fundamento de todas esas artes, de no sei la vága
6
tbí0., p. sa.
36
noción de "plástica"? ¿Se haya en cada una o siqu¡era en una de ellas, una
entidad formal que pueda denorninarse UNIDAD DEL SISTEMA considerado?
Pero ¿Cuál es la unidad de la pintura o del dibujo? ¿La figura, el trazo, el color?
Formulada así, ¿tiene aún algún sentido la oestión?
Es tiempo de enunciar las condiciones mínimas de comparación entre s¡stemas
de órdenes diferentes. Todo sistema semiótico que descanse en signos t¡ene por
fuerza que incluir:
a.
Un repertorio fnito de signos.
b.
Regtas de disposición que gobieman sus FIGURAS.
c.
Independientemente de la naturaleza y del número de DISCURSOS
que el sistema permita producir, ninguna de las artes plásticas
consideradas en su conjunto parece reproduc¡r semejante modelo-
Se puede decir que la noción de UNIDAD reside en el centro de la problemática
y que ninguna teoría seria pudiera construirse olvidando o
esquivando la cuestión de la unidad; pues todo sistema significante debe definirse
por su rnodo de significación. De modo quq un sistema así debe designar las
unidades que hace interven¡r para producir el "sentido" y especificar la natura¡eza
del "sentido" producido.
que nos ocupa
Se plantea entonces dos .cuestiones:
a
a.
¿Pueden reducírse
b.
Estas unidades en los s¡stemas donde existen ¿son signos?, la unidad y
el s¡gno deben ser tenidos por características distintas. El signo es
necesariamente una unidad, pero la unidad puede no ser un signo. La
lengua está constituida de unidades y esas unidades son signos.
unidades todos los sistemas semióticos?
lgualmente 'la lengua' musical consiste en combinaciones y sucesiones de
sonidos, diversamente articulados, la unidad elemental, el sonido, no es un signo;
cada sonido es identificable en la estructura escalar de la que depende, ninguno
está provisto de significancia
Estamos ante un principio discriminador: los sistemas fundados en unidades se
reparten entre s¡stemas de unidades significantes y sistemas de unidades no
significantes. En la primera categroría ubicamos la lengua; en la segunda la
música.
)l
En las artes de figuración (Pintura, dibujo, escultura) de imágenes fijas o móviles,
lo que se toma tema de discusión. ¿De qué naturaleza serían? Si se trata de
colores, se feconoce que suponen también una escala cuyos peldaños principales
están identificados por sus nombres, son des¡gnados, no designan, no remiien a
nada, no sugieren nada de manera unívoca.
El añista los esmge, los amalgama, los dispone a su manera en el lienzo v es
sólo.en la composición donde se organizan y adquieren, técnicamente hablañdo,
una "significación", por la selección y por disposicion. El artista crea así su propia
semiótica, instituye sus oposiciones en rasgos que él hace significantes en su
orden. El color, un material, trae consigo una variedad iluminadá de mat¡ces que
pasan unos a otros y n¡nguno de los cuales hallará equivalencia con el ,,s¡gno
lingüÍstico'.
En relación con las artes de la figura, ya participan de otro nivel, el de la
representación donde los rasgos, @lores, movimientos, se combinan y centran en
conjuntos gobemados por necesidades propias. son sistemas distinios, de gran
complejidad, donde
la
definición
del signo no se representa ni con
desenvolvimiento de una semiología todavía ¡ndec¡sa-
el
Las relaciones significantes del 'lenguaje" artístico hay que descubrirlas DENTRO
de una composición. El arte no es nunca aquí más que una obra de arte particutar,
donde el artista instaura libremente oposiciones y valores con los gue jr.ga con
plena libertad, sin tener "respuestas' que esperar, ni contradicción qui o"I¡mitar,
sino solamente una visión que expresar, según criterios, conscíentes o no. de los
gue la composición entera dé testimonio y se convierte en manifestaciones.
Toda semiología de un s¡stema tingüístico tiene que recunir a la mediación de ta
lengua y así no puede existir más que por la semiología de la lengua y en eila. El
q.ue l_a
sea aquí instrumento y no objeto de análisis, no altera nada de ¡a
-fengua
situación, que gobieman todas las relaciones semióticas. La lengua es el
¡nterpretante de todos los demás sistemas lingüísticos.
Por otro lado se precisa en este estudio la naturaleza y tas posibilidades de las
relaciones entre sistemas semióticos. se presentan tres tlpos de relaciones:
a- un sistema puede engendrar otro. La lengua usual engendra
-
ra
form.alización rógico
matemática, ra escritura ordinaria en-gendra ra
escritura estenografica; el alfabeto normal engendra el alfabáo braile.
Esta RELACToN DE ENGENDRAMTENTO es várida entre dos sistemas
dist¡ntos y contemporáneos, pero de iguar naturareza, donde er segundo
de los cuales está constituido a partir del primero y desempeñá una
función específica,
38
t¡po de relación es ta RELACIÓH Oe HOMOLOGíA, que
establece una correlación entre las partes de dos sistemas semióticos. A
diferencia de la precedente, esta relación no es verilicada, sino
¡nstaurada en virtud de conexiones que se descubren o establecen entre
dos sistemas distintos. La naturaleza de la homología puede variar,
intuitiva o razonada. sustanc¡al o estructural, conceptual o poética. "Los
perfumes, los colores y los sonidos se responden" (Baudelaire'
organ¡zan su universo pcÉt¡co y la imaginería que lo refleja).
b. El segundo
De naturaleza más intelectual es la homología que ve Panofsky entre la
arquitectura gótica y el pensamiento escolástico (CH. PANOFSKY. (Pá9. 57
60).)
-
También se puede señalar la homología entre la escr¡tura y el gesto ritual en
China.
Dos estructuras l¡ngüísticas de índole diferente pueden revelar homologías
parciales o dilatadas. Todo depende del modo como se plantean los dos
sistemas.
relación entre sistemas semióticos es la denom¡nada
RELACIÓN DE INTERPRETANCLA, se designó así la que instituimos
c. La tercera
entre un sistema interpretante y un sistema interpretado. Desde el punto
de vista de la lengua, es la relación fundamental' la que reparte los
sistemas en sistemas que se articulan, porque manifiestan su prop¡a
semiótica, y sistemas que son articulados y cuya semiótica no aparece
s¡no a través de la reja de otro modo de expresiones (BENVENISTE'
Pás. 60)
Se puede concluir que la lengua es el ¡nterpretante de todos los sistemas
semióticos, principio de mucha validez. Ningún sistema dispone de una "lengua"
en la que pueda categorizarse e interpfetarse según sus distinciones semióticas,
mientras que la lengua puede, en principio categorizar e interpretar todo sistema
JY
RESUMEN
la
Indudablemente que la lengua es el interpretante de la sociedad,
lengua
constituye lo que mantiene juntos a los hombres, el fundamento de todas las
relaciones gue a su vez fundan la sociedad. Podría decirse qL¡e es la lengua la que
sostiene la sociedad.
Tomado en sí mismo, el signo es purEt identidad para sí, pura alteridad para todo
lo demás, base significante de la.lengua, material necesario de la comunicación.
Existe cuando es reconocido como significante por el conjunto de los miembros de
la comunidad lingúística y evoc¿t para cada quien, a grandes rasgos, las mismas
glgciqcioles y las mismas oposiciones. Tales como el dominio y el criterio de la
SEMIOTICA.
En lo semántico, entramos en el modo específico de significancia que
es
engendrado por el DlscuRSo. Los problemas que se plantean aquí son iunción
de la lengua como productora de mensaje. Ahora, el mensaje no se reduce a una
sucesión de unidades por identificar separadamente; no es una suma de signos la
que produce el ser¡tido, es, por el contrar¡o, el sentido concebido globahánte, el
gue se realiza y se divide en 's¡gnos" particularmente que son palabras.
En segundo lugar, lo semántico carga por necesidad con el conjunto de los
referentes, en tanto que lo semiótico, está por principio, sepárado y es
independiente de toda referencia. El orden semántico se identifica con el mlndo
de la enunciación y el mundo del discurso.
En conclusión, el hecho de que se trata, por cierto, de dos órdenes distintas cle
noc¡ones y de dos universo conceptuales, es algo que se puede mostrar también
mediante la diferencia en el criterio de validez que requiere el uno del otro. Lo
semiótico (el signo) debe ser REcoNoclDo, lo semániico (el discurso) debe ser
comprendido.
La lengua es el único sistema cuya significancia se articr.¡la así, en dos
dimensiones, Los demás sistemas tienen una significancia unidimeÁsional; o
semiótica (gestos de cortesía; mudras), sin semántica, o semántica (expresiones
artísticas), sin semiótica. El privilegio de la lengua es portar al mismo iiempo la
signifrcancia de los signos y la significancia del discurso. (BENVENlsre, iges,
Pás.68)
.{0
TALLER DE LA SEGUNDA UNIDAD
"Láctura complementaria"
"Naturaleza del signo lingüístico en E. Benveniste. Problemas
general Tomo l. México 1.983, Pá9. 49 - 55
de
Lingüística
ACTIVIDADES
1.
Elabore un breve ensayo de resumen sobre la leclura complementaria.
2. Elabore un breve ensayo argumentativo a favor de la función del signo y
su importancia teórica para la enseñanza del lenguaje y de la literatura.
ó.
Elabora un glosario de términos discursivos, valiéndose de las
definiciones provistas aquí, de la ayuda de un diccionario especializado.
4l
LECTURA COMPLEMENTARIA
NATURALEZA DEL SIGNO UNGÜíSTrcO
Es de F. De saussure de quien procede la teoría del signo lingüístico adualmente
afirmada o implicada en la mayoría del los trabajos de lingüística general. y es
como una verdad evidente,. no explicita todavía, pero no obstante incontestada de
hecho, que saussure enseñó que la naturaleza del signo es arbitraria. La fórmuta
se ¡mpuso ensegu¡da. Toda disct¡sión sobre la esencia del lenguaje o sobre las
modalidades del discurso comienza por enunciar el carácter arbitrario del signo
lingüístico. El principio es de alcance tal, que cualquier reflexión relativa a
cualquier parte de la l¡ngüística lropieza con él por necesidad. eue sea ¡nvocado
por doquier y siempre tenido por evidente sus dos razones para tratar, cuando
menos, de comprender en qué sentido saussure lo consideró y la naturaleza de
las pruebas que lo manifiesten.
Esta definición, en
el cours de lingúistique
génerale, es motivada por enunciados
asociación de un
srgnificante (= imagen acústica) y de un significado (= Concepto) ..." " Así la
ídea de soeu/ (=hermana) no está vinculada por ninguna re¡ác¡én ¡nter¡or a ra
sucesión de sonidos s - ó - r que le sirve de significanté; podría ser representada
¡gual de b¡en por no ¡mporta cuál ot¡:a. lo prueban las diferencias entre las lenguas
y la existencia misma de las renguas diferentes: el significado .boeftf, (=b'uey)
tiene por significante bsf a un lado de la frontera y o-k--s (ochs) al otro tado; qp.
102). Esto debe establecer que'el nexo que une á significanté al significado es
arbitraricf , o sencillamente que .el signo lingúístico es arbitraricf .
muy sencillos. se llama signo
'al total resultante de la
Por "arbitraricf el arfor entiende que es 'inmotivado, es decir arbitrario
en relación
con el significado con el cual no tiene nexo ninguno natural en la realidad'
1p. roa¡.
Este carácter
Acta lingüística, l(1939), Copenhague
].
2' citaremos, siguiendo
ra primera edición, Lausanafarís, 1916 debe pues
explicar el hecho mismo por el que se verifica: saber que, para una
noción, las
expresiones varían en el tiempo y el espacio, y en consecuencia no
tienen con
aquella ninguna reración necesaria. No ños proponemos discutir esta
conclusión en nombre de otros principios
partiendo de crefiniciones
diferentes. se trata de.saber s¡ es coherente y si, admitida la o¡part¡cién'Je¡
signo (y la admitimos), se sigue que deba -caracterizarse et iigno como
arbitrario. Acabamos de ver que saussure toma ar signo tingüísiico como
constituido por un significante y un significado. errora bien -- esto es ro
esencial- , entiende por 'significado" el concepto. Declara en términos propio.
o
(p. 100) que "el signo l¡ngüístico no une una cosa y un nombre, sino un
conc€pto y una imagen acústica". Pero asegura, acto seguido, que la
naturaleza del signo es arbitraria porque no tiene con el significado "nexo
ninguno natural en la realidad".
Es claro que el razonamiento está falseado por el recurso inconsciente y
subrepticio a un tercer término, que no estaba comprendido en la definición inicial.
Este tercer término es la cosa misma, la realidad. Ya puede decir Saussure que la
idea de 'soeui' no está ligada al significante só-r no por ello deja de pensar en la
realidad de la noción. Cuando habla de la diferencia entre b<i-f y o-k-s, se refiere a
pesar suyo al hecho que estos dos términos se aplican a la misma realidad. He
aquí pues la cosa expresamente excluida por el principio de cuentas de la
definición del signo, entrando por un rodeo e instalado permanentemente la
contradicción. Pues si se plantea en principio y con razón - que la lengua es
forma, no sustancia (p. 153), hay que admitir ¡r Saussure lo ha firmado
rotundamente- que la lingúística es ciencia de las formas exclusivamente. Tanlo
más imperiosa es entonces la necesidad de dejar la "sustanc¡a" soeur o boeuf
fuera de la comprensión del signo. Ahora, si se piensa solo en el animal 'boeuf',
en su particularidad concreta y "sustanc¡a|", se t¡ene fundamento para iuzgar
"arbitraria" la relación entre bof por una parte, oks por la otra, y una misma
realidad. Hay así una contradicción entre la manera como Saussure define el
signo lingüístico y la naturaleza fundamental que le atribuye.
-
-
Parecida anomalía en el razonamiento tan apretado de Saussure no me parece
imputable a un relajamiento de su atención crítica.
Más bien vería yo un rasgo distintivo del pensamiento histórico y relativista de
fines del siglo XlX, un reconido habitual en esa suerte de reflexión filosófica que
es la ¡nteligencia c¡mparat¡va. Se observan en diferentes pueblos las reacciones
que suscita un mismo fenómeno: la infinita diversidad de las actitudes y de los
juicios lleva a considerar que aparentemente nada es necesario. De la universal
desemejanza se concluye la universal contingencia. La concepción Saussuriana
es aún solidaria, en cierta medida, de este s¡stema de pensam¡ento. Decidir que el
signo lingüístico es arb¡trario porgue el mismo animal se llama boeuf en un país,
Ochs en otras partes, equivale a dec¡r que la noción del duelo es arbitraria por
tener como símbolo el negro en Europa, el blanco en China. Arbitraria, si, pero
sólo bajo la mirada ¡mpasible de quien se limite a verificar desde fuera del vínculo
establecido €ntre una realidad objetiva y un comportam¡ento humano y se
c¡ndene así a no ver en él más contingencia. Cierto, en relación con una misma
realidad, todas las denominaciones tienen igual valor; el que existan es, pues,
prueba de que ninguna de ellas puedan pretender al absoluto de la denominación
en sí. Esto es verdad. Demasiado c¡erto - y así poco instruclivo. El verdadero
problema es profundo por otro lado. Consiste en dar con la estruc{ura ínt¡ma del
43
fenómeno del gue sólo se perciba la apariencia exterior y describir su relación con
el conjunto de las manifestaciones de las que depende.
Así, con el signo .lingúístico, uno de los componentes del signo, la imagen
acústica, contribuye su significante; otro, el concepto, es el significado. Entre el
s¡gn¡f¡cante y el signifcado el nexo no es arbitrario; al contrario, es necesario. El
concepto ('signlficado') "boeuP es por fuerza idéntico en mi conciencia al conjunto
fónico ("significante") bóf. ¿Cómo ¡ba a ser de otra manera? Los dos juntos han
sido impresos en mi espíritu; juntos, se evocan en toda c¡rcunstancia. Hay entre
ellos simbiosis tan estrecha que el concepto 'boeuf'es como el alma de la imagen
acústica bóf. El espíritu no contiene formas vacías, conceptos innominados. El
propio Saussure dice: 'psicológicamente, prescindiendo de su expresión por las
palabras, nuestro pensamiento no es sino una masa amorfa e indistinta. Filósofos
y lingüistas siempre han estado acordes al reconocer que, sin el auxilio de los
signos, seríamos incapaces de distinguir dos ideas de manera clara y constante.
Tomado en sí mismo, el pensamiento es como una nebulosa en donde nada está
necesariamente delimitado. No hay ideas preestablecidas ni nada es distinto antes
de la aparición de la lengua" (p. 161). A la inversa, el espíritu no acoge más forma
sonora que la que le sirve de soporte a una representacion identificable para él;
s¡no, la rechaza como desconocida o ajena. El significante y el significado, la
representación mental y la imagen acústica, son pues en realidad las dos caras de
una misma noción
y se componen como incorporante e
incorporado. El
significante es la traducción fónica de un concepto; Esta consustancialidad del
significante y el significado mantienen la unidad estructural del signo lingüístim.
Tarnbién aquí es el prop¡o Saussure a quien apelamos cuando d¡ce de la lengua:
.La lengua es comparable
a una hoja de papel: el pensamiento es el anverso y el
sonido es el reverso; no se puede cortar el anverso sin cortar al mismo tiempo et
reverso, igualmente, en la lengua no podría aislarse el sonido del pensamiento nr
el pensamienlo del sonido: habría que hacer una abstracción cuyo resultado sería
hacer una psicología pura o for'¡ología pura" (p. 153). Lo que Saussure dice aquí
es que la lengua vale, ante todo, para el signo lingüístico en el cual se af¡rman
indiscut¡blemente los caracteres primeros de la lengua.
se ve ahora, y se puede deslindar la zona de lo'arbitraricf , lo que es arbitrario es
que tal signo, y no tal otro, sea apl¡cado a tal elemento de la realidad, y no a tal
otro. En este sentido, y sólo en éste, es permisible hablar de contingencia, y será
menos para daf una solución al problema que para señalarlo y dejarlo por el
momento. Pues se trata, ni mas ni menos, que del famoso ¿quoel o oeoel?, y sólo
puede decirse por decreto. Es en efecto, transpuesto a táminos lingüísticos, el
problema metafísico del acuerdo entre el espíritu y el mundo, problema que acaso
el lingüista esté un día en condiciones de abordar con frutos, pero que por ahora
valdrá más que deje- Sentar la relac¡ón como arbitraria es para la lingüística una
manera de defenderse contra esta cuestión y contra la solución que el sujeto
44
parlante le aporta ¡nstint¡vamente. Para el sujeto parlante, hay entre la lengua y la
realidad; mejor: es está realidad (nomen omen, tabúes verbales, poder mágico del
verbo, etc.). A decir verdad, el punto de vista del sujeto y el del lingüista son tan
diferentes a este respecto que la afirmación del lingüista en cuanto a lo arbitrario
de las designaciones no refuta el sentimiento contrario del sujeto hablante. Pero,
sea cual fuere, la naturaleza del signo lingüístico no es rozada siquiera, si se le
define como lo hace Saussure, ya que lo propio de tal definición es precisamente
no considerar más que la relación del significante con el significado. El dominio de
lo arbitrario es relegado así fuera de la comprensión del s¡gno lingüíst¡co.
Es bastante vano entonces defender el principio de la 'arbitrariedad del signo"
contra la objeción que podría derivarse de las onomatopeyas y palabras
expresivas (Saussure, pp. 103 - 104), no sólo porque su esfera de empleo sea
relativamente limitada y porque la expresividad sea un efecto esencialmente
transitorio, subjetivo y a menudo secundar¡o, sino sobre todo porque, aquí
también, sea la que sea la realidad pintada por la onomatopeya o la palabra
expresiva, la alusión a está realidad en la mayoría de los casos no es inmediata y
sólo se admite por una convención simbólica, análoga, a la que acredita los s¡gnos
ordinarios del sistema. Volvemos a en@ntrar, así, la definición y los caracteres
validos para todo signo.
La arbitrariedad no existe tampoco aquí, síno en relación con el fenómeno o ef
objeto material y no interviene en la const¡tución propia del signo.
Ahora hay que considerar brevemente alguna de las consecuencias que Saussure
ha extraído del principio discutido aquí, y que tiene extensas repercusiones. Por
ejempfo, muestra admirablemente que puede hablarse a la vez de inmutabilidad y
de la mutabilidad del signo: inmutabilidad porque, siendo arbitrario, no puede ser
puesto en tela de juicio en nombre de una norma razonable; mutabilidad porque,
siendo, arbitrario siempre es susceptible de alterarse- "Una lengua es
radicalmente ¡mpotente para defenderse contra los factores que mueven, instante,
instante, la relación entre signiñcado
significante. Es ¡¡na de las
consecuencias de las arbitrariedad del s¡gno' (p. 112). El merito de este análisis
no disminuye en nada, antes aumenta, si se espec¡f¡ca mejor la relación a que se
aplica. No es entre significado y significante donde la relación al mismo tiempo se
modifica y permanece inmutable, sino entre signo y objeto; es, en, otros términos,
la motivación objetiva de la designación, sometida, como tal, a la acción de
diversos factores históricos. Lo que Saussure demuestra sigue siendo cierto, pero
acerca de la significación, no del signo.
tras
y
Otro problema, no menos importante, que está afectado directamente por la
definición del signo, es del valor, donde Saussure piensa encontrar una
confirmación de sus puntos de vista: "...1a elección que recurre a tal segmento
4:)
acústico para tal idea es perfectamente arbitraria. Si no fuera este el caso, ra
noción de valor perdería atgo de su carácter, puesto que contendría un elemento
impuesto desde fuera. Pero de hecho los valores permanecen enteramente
'relativos, y he aquí por qué el vínculo entre la idea y el sonido es radicalmente
arb¡trario'(p. 163). Vale la pena repasar sucesivamente las partes de este
razonam¡ento. La elección gue rec¿/rre a tal segmento acústico para tal ¡dea no es
arb¡traria en manera alguna; este segmento acústico no existiría sin la idea
correspondiente y viceversa. En real¡dad Saussure piensa siempre, por mucho
que hable de "idea', en la representac¡ón del objeto real el caÉcter evidentemente
no necesario, inmotívado, del nexo yace en la frase siguiente en le cual subrayo el
m¡embro característico: 'si no fuera el caso, la noción de valor perdería algo de
carácter puesto que contendría un elemento impuesto desde fuera'. Es por cierto
"un elemento impuesto desde fuera", o sea la calidad objetiva, lo que este
razonam¡ento toma como eje de referenbia. pero si se considera el signo en si
m¡smo y en tanto que portador de un valor, la arbitráriedad queda necesáriamente
eliminada ya que - la ultima proposición es la que enciena con mayor claridad su
propia refifación- es harto cierto que los valores permanecen enteramente
"relativos' , pero se trata de saber cómo y en relación con qué. planteemos ahora
mismo esto: el valor es un elemento del signo; si el signo tomado en sí mismo no
es arb¡trar¡o como se cree haber demostrado, se sigue que el carácter "relativo,,
del valor no puede depender de la naturaleza "arbitraria"del signo como hay que
prescindir de la convivencia del signo a la realidad, con mayoi razón no debe
considerarse el valor más que como un atributo de la forma, no de la sustancia.
Desde ese punto y hora, decir que los valores son ,relativos" significa que son
relat¡vos los unos con respecio a los otros. Ahora bien; ¿no ésta justamente la
prueba de su necesidad? Ya no se trata de aquí del signo aislado, si no de la
lengua como sistemas de signos, y nadie ha concebido y suscrito la economía
s¡stemática de la lengua con la intensidad de saussure. euien d¡ce s¡stema dice
ajuste y adecuación de las partes en una estructura que trasciende y explica sus
elementos. Allí todo es tan necesario, que las modificaciones del conjunto y del
detalle se condicionan recíprocamente. La relatividad de los valores és la mejor
prueba de que depende estrechamente uno del otro en la sincronía de un sis{ema
siempre amenazado, siempre restaurado. Es que todos los valores son de
oposición y no se definen más que por su diferencia. opuestos, se mantienen en
mutua relación de necesidad. una oposición está, por la fueP,a de las cosas,
subtenida de necesidad, como la necesidad da cuerpo a la oposición. Si la lengua
es otra cosa que un conglomerado fortuito de nociones enáticas y de sonióos
emitidos al azar, es por c¡erto que hay una necesidad inmanente a su estruciura
como a toda estructura.
Parece, pues, que la parte de contigencia inherente a la lengua afecta a ta
denominación en tanto que símbolo fónico de la realidad y en su relación con ella.
46
Pero el signo, elemento primordial del sistema lingüístico, enciena un significante
y un significado cuyo nexo debe ser reconocido como necesario por estos dos
componentes circunstanciales, uno del otro. El carácter absoluto del signo
lingüístico así entendido rige a su vez la necesidad dialéclica de los valores en
constante oposición, y forma el principio estructural de la lengua. Es tal vez el
mejor testimonio de la fecundidad de una doctrina el gue engendre la
contradicción que la promueve. Restaurando la verdadera naturaleza del signo en
el acondicionam¡ento interno del sistema, se afianza, más allá de Saussure, el
rigor del pensamiento Saussuriano.
47
CUESTIONARIO 2 TIPO ECAES
RECOTTENDACIóN PARA PREPARARSE
Lea mucho: cuenlos. noveles. not¡c¡as.
editoriales, crít¡cas, reseñas, discursos,
enseyos, infomes cienüncos, poemas,
Escriba siempre después de leer: haga
resúmenes, eslablezca jerarquíe de
ideas, plantee h¡pótes¡s, amplíe al autor,
En el plano académico, cuando hable o
escriba, precise su objetivo, defina las
ideas que expondfá; siga un plan: "no
hable por habbf, n¡ 'escribe lo que
selga'.
¡ncremenle su horizonte cultural: para
desenollar su
competenc¡a
enc¡clopéd¡ce, ciga y vea conferencias;
refute el autor, aclare vocabulado.
Esquemat¡ce
la
macm estruclura del
a€umentativa.
Propóngase escribir ensayos o artículos
de op¡n¡ón: ampl¡erá su capacidad de
part¡c¡pe en concr¡rsos, sem¡narios.
ol¡mpiadas; visite las bibliotecas y
museos; rel¿c¡ónese con personas de
buen n¡vel cullufal y metas altas;
enñquezca en foma natural su léxico: el
lenguaje vulgar u obsceno se vuelve
anál¡sis
repetitivo y empobrece su expresión.
t€)do
la lec{ura de ensayos a la
naÍa,ive. esl¡mulerá su capacidad
Prefiera
y
síntes¡s.
Cuando escuche o lea, busque los
argumentos que sost¡enen los puntos de
v¡sta que le dantean. F-rjese en ta
-
intenc¡onal¡dad.
Pregunte "por qué' y 'cómo" en todas
sus asignduras y enseye o juslifique o
explique sus puntos de vista en todas
elles, siempre con argumentos velidos.
PREGUNTAS
NUCLEO COMÚN
TEXTO No. 2
Pefúer el habla es una de las condic¡ones
más limitafnes paft¡ un ser humano. por
fortuna la modema tecnología ha logrado
importantes avances que facilitan a las
personas que sutren de sfesia conler con un
medio para comun¡carse.
lanzem¡ento
El
reciente
en lnglatera de un dispos¡tivo
polátit, perfecc¡onado en los laboratorios de
British Telecom,
y que
permite
en le memorie del disposirirro algunas frases
útiles, las c¡rales se repfoducen a volur¡tad a
través de un altavoz. pero además el aDerato
pemite la reprogramación ráFida de mensaies
cuando así lo ¡equieÍa el paciefrle. Las frases
grabadas
pueden
utilizarse
independientemente o en conjunto para
fomer oraciones más largas y comdejas.
la
comunicación verbal instantánea, bien en
situac¡ones care a cara o conectado a un
teléfono, significa una valiosa ayuda y ta
autonomía para muchos de estos pac¡entes.
Se trata del equipo Claudius ll, llamado así en
honor del emp€Edor romano Claud¡o, quien
sufría de un defeclo de esla naturateza. El
fonialra o cuelqu¡er olra persona, val¡éndose
de un micrófono puede grabarle al paciente
El Claudius ll es @nsiderado como el orimer
sislema en su género, ya que es fá'cil de
lransportar (pesa sólo un kilogramo) y tiene
bater¡es para dos horas de func¡onamiento
cont¡nuo. Para los pac¡entes que elén
fis¡camente imposibilitados para pulsar las
tecles, los ¡nvestigadores británicos han
d¡señado una serie de d¡spositivos especiales.
Esle novedoso sisteme hece más lolerable lá
quienes sufren de una repentina
v¡da
a
48
pérdida del habla como consecuencia de
cáncer de gafganta, mal func¡onamienlo de
las neuronas motores, ataques de apoplejía,
22. De acuerdo con el
parálisis cerebral o enfermedad de Parkinson.
A) méd¡co
B) ingeniero
20. Si presentamos cada pánafo con un
rectángulo adecüando el tamaño a la
importancia de la idea en el te)do, la
representac¡ón final sería la siguiente
C) ¡nventor
A)
A)
B)
Bl
c)
Cl
D)
D)
lefo.
el foniatra es una
especie de
D¡ técnico
23. El
tefo
nos cuenta que:
Claudio fue un emperador romano que
sufría de psÉlisis
se ha ¡nventádo un aparato para que las
personas afásicas puedan hablar
British Telecom es una filial de Telecom
Colombia
el cáncer de garganta ¡mÉde habler
2¡1. El Claudius ll es un aparato:
21. Por el sentido globel de, texto se puede
deduc¡r que la mayorver aja aporteda por el
Claudius ll es oue
A) resulte fácil de cargar
Bl lo pueden usar aun los que están
completamente paralizados
cl
fac¡lita la comun¡ceción a personas mudas
muchos
D) devuefue la ¡ndependencia
pac¡entes
a
A) besado en energía solar
B) electromeqánico
Cl basado en los mismos princ¡p¡os
D)
de los
computedores
que se conecia a un teléfono pera que
funcione
49
rNTRoDUcctóN A LA sEtutónce NARRAT¡vA y
DISCURSIVA
NUEVA PERSPECTIVA
INVESTIGATIVA
PRESENTACION DE LA UNIDAD
En esta unidad que presentamos, que es una iniciación de la lingüística discursiva
y narrativa comprende dos partes:
('l) La primera parte es una presentación en forma didáctica, de la propuesta
metodológica de A.J. Greimás y sus colaboradores.
(2) La segunda parte del documento es un ejemplo pedagógico de aplicación
que ilustra concretamente la metodologfb que presentamos, se sabe que el
campo de los textos orales, al poner en juego, entre otros, relatos simples
(que son formas nanativas y discursivas casi universales.), muestran un
teneno privilegiado para el ejercicio del saber hacer semiótico. por está
razón proponemos, en forma de 'trabajo prádico", el análisis de un cuento
maravilloso ftancés, muy conocido,'CENICIENTA".
-
50
OBJETIVOS
1
. Aplicar el análisis semiótico al campo narrativo y discursivo
especialmente a: (cuentos, novelas, poesía, fábulas, mitos, etc.).
2.
Emplear el enfoque metodológico para le exploración del sentido en
la práctica pedagógica, especialmente en el campo de la enseñanza
del Español y la Literatura.
3. Analizar CENICIENTA desde el punto de vista semiótico.
I
5l
ATREVETE A OPINAR
Este esludio ha sido preparado para que usted ponga en
práctica sus conocimientos previos y tengas un contacto con
el análisis semiótico en general. De modo que limítese a
responder los siguientes ¡ntenogantes desde su punto de
vista.
1. ¿Cuáles son las ventajas que usted considera,
puedan aportar el empleo del análisis semiótico en lo pedagógico?
2. ¿Cuál es la importancia del uso de la semiótica narrativa y discursiva?
J. Podría establecer la d¡ferencaa entre un análisis cenfado en la frase
(sintáctico) y un análisis centrado en lo nanat¡vo o discursivo (semiótico).
Argumente su respuesta.
52
DINAMICA PARA CONSTRUIR EL CONOCIMIENTO
Para construir aprendizajes signif¡cat¡vos de la lectura de
la unidad le presentan las siguientes consideraciones que
serán de gran importanc¡a para usted.
Haga una lectura reflexiva. Esto quiere decir que debe
apropiarse del contenido temático que sirve de base para
todas las actividades pedagógicas as¡gnadas.
Es importante que durante la interacción del estudiante
con la lectura elabore mapas conceptuales, cuadros
sinópticos, resúmenes u otros recursos intelectuales que
le permitan interpretar y comprometer la información
presentada. No se conforme con lecturas superficiales y
pasivas llegue a la profundidad del texto (rigor).
Adopte un punto de vista crítico y reflexivo frente al tema leído. Cuestione los
argumentos, para cerciorarse de lo básico y esencial, trate en lo mejor que en lo
leído, haya sido comprendido.
Construya mapas mentales y conceptuales, cuadros sinópt¡cos, síntes¡s u otros
esquemas de la temática en estudio y confróntelos con los demás compañeros en
la clase. Sáquele el mayor provecho posible.
Haga le lectura complementaria y establezca las relac¡ones que según su punto de
vista se dan con la temática de la unidad.
Realice diferer¡tes t¡pos de lecturas, primero una literal o superficial; después una
y analítica. Es necesario que se apoye en un diccionario
especializado y en otros textos y autores.
lectura crítica
Finalizadas estas actividades en forma individual y/o grupal y su auto evaluación
indica que aun subyacen vacÍos, por favor revise con mayor detenimiento
aquellos contenidos que neces¡ten mayor atenc¡ón e importancia.
53
TERCERA UNIDAD
3.
INTRODUCCIÓN
DISCURSIVA
:
3.1
A LA SEMóNCA NARRATIVA Y
Propuesta Semiótica
La semiótica tiene como intención la exploración del sentido, esto quiere decir
que no puede reducirse únicamente a la descripción de la comunicación
entendida como el envío de un mensaje entre un emisor y un receptor sino
que, incluyéndola, debe también poder dar cuenta de un proceso más general,
el de la significación.
Por otro lado, ¿puede el campo de la comunicac¡ón (entendida aquí como un
hacer - saber) delim¡tarse con base en un querer comun¡car o querer - hacer
saber?
-
Por ejemplo vemos en un aviso 'Droguería" se nota en él un mensaje que es
enviado por el propietario {Emisor = Farmacéutico) que va dirigido a eventuales
destinatarios receptores = clientes). Este ejemplo y muchos más, son
signiflcaüvos y quieren decir que el problema del sentido - del cual quisiera
ocuparse la semiótica
supera ampliamente, integrándolo, al de la
que
comunicación,
no es sino una de sus formas particulares.
-
No hay que olvidar, por ejemplo que la comunicación impone, en un campo
dado de significación, un reconido obligatorio extremadamente selectivo que
elimina al máximo toda ambigüedad o pluralidad de lecturas posibles: Esa es la
difefencia entre un enunc¡ado unívoco de la clase "Vaya mañana a las 7:a.m. a
casa de Z (suponiendo que no se trate de un mensaje, en cuyo caso sería
comprensible simultáneamente a otro n¡vel de significación) y el poema de
Mallarmé, Salut, que puede leerse al mismo tiempo desde et púnto óe vista de
un banquete, de la navegación y de la escritura. (rSystematique des isotopies"
in essais de sémiotique poét¡que").
La descripción de la significación no deja de plantear el problema de su propia
posibilidad, por lo menos en una perspect¡va que pretende ser científca. En la
medida en que trata del sentido, la semiótica como cualquier otra búsqueda de
significación, no puede ser sino "la transportación de un nivel de lenguaje a
otro diferente'(GR 1970, 13).
54
Desde un punto de vista, la semiótica se define como un metalenguaje
respecto del universo de sentido que ella se da como objeto de análisis. Pero
no por eso se reduce a una simple paráfrasis que restituirÍa, bajo otra forma,
los datos de base, de acuerdo a un principio de equivalencia, en este caso la
mejor equivalencia de un objeto es ese mismo texto.
El principio de pertinencia de la semiótica se da en el sentido que ésta es una
transcodificación, es algo que esto, como operación de descripción tiene el
deber de precisar el o los niveles de análisis donde pretende situarse; esto
significa que solamente encara los objetos que ella estudia desde el punto de
vista muy determinado que les es común, y en esto consiste el principio de
pertinencia.
A diferencia del antiguo tipo de disertación, por ejemplo, que a propósito de un
texto dado, mezclaba inextricablemente los aspectos biográficos, históricos,
sociológicos, psicológicos, estilísticos, etc., para extraer de ellos el sentido, la
semiótica postula que el acercam¡ento a la significación puede hacerse por
medio de acercamientos diversos, es decir, según niveles defin¡dos a su vez
por los rasgos distintivos comunes (o extraídos de los objetos estudiados).
No hay duda de que la aplicación del princip¡o de pertinencia aparecerá
necesariamente como una reducción en relación con el material sometido al
análisis. El hacer semiótico, al ejercerse sob're una colección de "objetos" (en el
sentido común de la palabra) dado (Ej. Textos relatados orales, tiras gráficas,
poesía, obras musicales, etc.), sólo los estudia bajo un ángulo particular; su
análisis no pretende reslituirlos tal cual son, sino que dar cuenta del objeto
que ella se dá a sí misma y que construye en o a través de ellos.
Si pensamos en el conocimiento de las plantas, por ejemplo, vemos que una
flor será objeto de una reflexión diferente según se trate de una persona qué la
regala a una amiga como signo de afeclo, de un floria¡ltor o de un botánico. Y
nadie puede refutarle a éste último que escriba entre paréntesis, en su trabajo
científico, el aspecto estético o económico de las flores que estudia. Así, la
semiótica está interesada solamente por un nivel de análisis, uno de los
objetos propios que se propone, a través de todos los corpus que sondea, es la
NARRATIVIDAD.
Tomando como punto de partida todas las formas discursivas posibles (Ej.
Relatos escrltos y orales, noticias periodísticas, películas, etc.). La semiótica
trata de determinar el conjunto de leyes que dan cuenta en parte de ese
elemento central de nuestra vida cotidiana, que es el hecho de'contad. Es así
que la semiót¡ca establece un plano homogéneo para el anál¡sis, y no retiene
55
nada más que lo que es pertinente para el objeto que elige; todo resto queda
fuera del campo de su ejercicio.
Una vez que se ha definido el nivel de anál¡s¡s elegido, es conveniente
proceder a su ordenamiento y a la puesta al día de su organización
fundamental. Después de establecer los niveles de eñfogue, la pnmera
operación consiste en articular el proceso muy separadamente establecer el
inventario de las unidades que constituyen; habrá que definir entonces sus
"constituventes' (Estudio morfológico) tanto en el plano sintagmático como en
el paradigmátíco, y determinar las reglas de sus posibles combinaciones
(estudio sintáctico).
En un segundo momento, el análisis se organiza en disponer los diferentes
niveles en un conjunto coherente, que se postula como de naturaleza
jerárquica "todas las teorÍas del lenguaje están de acuerdo sobre este punto: el
lenguaje es una jerarquía" (GR 1970, 105).
fndudablemente que el estudio de un proyecio de una articula ción )erárquica y
sintádica está lejos de ponerse en práctica. Una prueba suficiente de ello son
las clasificaciones que se encuentran en el campo semiótico; m¡entras que una
cíencia se define más por sus metodologías y por el objeto propío que se auto
propone que por el material concreto que trata, se habla en general de la
semiótica no en función de sus criterios internos, estructurales o formales. sino
en relación con sus campos de aplicación o exploración (Semiótica del
espacio, semiótica del teatro, semiótica de la publicidad, semiótica del cine,
semiótica de la música, etc.) Con todo, la denominaciqt de semiótica
discursiva (que pueda englobar toda una parte de la obra de A.J. Greimas), por
ejemplo, muestra comienzo posible de una distribución y una definición
formales, independientemente de los campos de intervención.
3.2
Delimitación
Supongamos un texto dado, por ejemplo, un cuento, tenemos aquí una historia
expresada en una lengua natural; se trata de un conjunto de significantes (o
s¡gno lingüíst¡co) es decir, que está const¡tuido por la unión de un significanie
(=la forma lingüística) y un significado (=la historia que cuenta en él). Esta
dísociación entre signifcante y significado (en la terminología de F. Saussure)
o más ampliamente, entre expresión y contenido (en la ierminología de
HJMSLEV) tiene una base pragmática: el hecho, por ejemplo, de qué esta
'historia o relato' (=el contenido) pueda ser relatado en lenguas naturales (= la
expresión) diferentes (Español, francés, ruso, ingles, etc.) sin modificarse por
ello sustancialmente.
56
Si la lingüíst¡ca se ocupa más que nada del sign¡f¡cante, se han realizado muy
pocos estud¡os, comparativamente, en el nivel del significado. Esta es la
laguna que las ¡nvestigaciones de A.J Greimas colman en parte, ya que están
situadas en el nivel del contenido, precisamente, lo que caracteriza el hacer
semiótico será entonces abandona (6n parte), en un primer momento, el plano
de la forma lingüística para abordar el campo del significado, esto quiere decir,
que no tendremos en cuent¡a aquí el estudio del nivel textual.
¿De qué manera encararemos enton@s el anál¡sis del contenido sino tomando
como modelo el que se práctica en el nivel de la expresión? "Parece que el
mejor punto de partida para
comprensión de la estructura semánt¡ca
por
cons¡ste,
el momento, en la concepción Saussureana de los dos planos
del lenguaje - el de la expresión y el del corfenido - ya que se considera que
la existencia de la expresión es la condición del sent¡do.
la
La hipótesis del isomolismo entre los dos planos nos autoriza por lo tanto a
concebir la estruc{ura semántica como una articulación del universo semántico
en unidades mínimas de significacióñ (= o semas) que corresponden a los
rasgos distintivos en el plano de la expresión (= o femas).
El paralelismo al que nos referimos aquí enlre el contenido y la expresión a
nivel morfológico puede extenderse al componente sintáctico. Observamos, por
otra parte, que las unidades de comunicación de ambos planos (del significante
y s¡gn¡ficado), no son equidimencionales. A un lexema no conesponde un
fonema, sino una combinación de fonemas. El análisis de los dos planos.
aunque @nserye los mismos métodos, debe llevarse a cabo pr separado y
deberá apuntar a establecer la existencia de femas para el significado y semas
para el significante, unidades mínimas de los dos planos del lenguaje"
(GREffvfAs, 197o,47).
57
Sustancia: Cadena fónica
Expresión
Formo: Sistema Lingüístico
Cuentos
relatados
oralmente
Sustancia: Semántica
Contenido
Forma: Gramática
fMorfología
J
1 s¡ntax¡s
I
t
El análisis de los dos componentes antes 'Morfológico" y "sintáctico". permite
la exploración del contenido: Lo estudiaremos por lo tanto en forma
así
suces¡va.
Nivel textual
Nivel superficial
------.>
manifestación textual
plano
del
r-------.>
Unidades en el
de la manifestación
contenido
Relaciones en el olano de
manifestación del contenido.
{}
iltl
il
U
Semas
Nivel profundo
(Universo inmanente)
Estruclura elemental de la
significancia
(Organización Sémica)
\______-Y_-_-_J
"Morfología"
"sintaxis"
58
3.3
COMPONENTEMORFOLÓGICO.
Tal como lo anticipamos, el estudio de la sustancia del contenido sólo puede
efectuarse en el marco de una forma elegida. Es por esto que la descripción
misma del componente semántico, independientemente de su utilización o
manipulación en el nivel sintáctico, se reduce a revelar una articulación, a
efectuar una división formal en unidades semánticas diferentes.
3.3.1 EL SEMA COMO RASGO DISTINTIVO.
La unidad semántica de base es el sema, elemento mínimo de significación,
que sófo aparecerá como tal en relación con un elemento que no sea él; su
función es solamente diferencial, y por esta misma razón sólo puede ser
captado en un conjunto orgánico en el marco de una estructura. Consideremos
los lexemas.
Fils
[hijo]
y fille [hija]
Hombre
+++
/Humano/
+-0
/Macho/
-+0
lHembral
++
/Adulto/
/no-adulto/
/procreación/ 0
lfiliaciónl
0
Mujer
Niño
Padre Madre Hijo
++++
+-+-+-+
+
+
+
+
+
0
0
+
Hüa
0
0
0
0
;
+
3.3.2 LA |SOTOPh
Los semas contextuales o clasemas definen en un texto dado las (o las) isotopías
que garantizan su homogeneidad; diremos que una secuencia discurs¡va es
isotopía si pone uno o varios clasemas recurrentes; "El sintagma que reúne por lo
menos dos figuras sémicas, ("El peno ladra') puede considerarse como un
contexto mínimo que permite establecer una isotopía "(GREIMAS, 1966,72).
- El concepto fundamental de lsotopía debe entenderse como "un
coDjunto redundante de categorías semánticas (=Clasemát¡cas) que
posibilita la lectura uniforme del relato.
59
Tal como lo destaca A.J. Greimas (que es el primero en
haber
permite
quitar
introducido este concepto operatorio) La isotopía
a un
enunciado su ambigüedad. En el discurso pcÉtico se puede admitir una
Pluri-isotooía.
-
Es equivalente que las primeras isotopías que parecen infer¡rse son de
carád.er c,oncéptual; se bata de isotopías semánticas, que van referidas
a la dimensión "interoceptiva", bastaría con citar, por ejemplo, las
fábulas de Lafontaine,. que operan con la doble categoría de
/animal/u5/humano/, sin embargo, nos pareé oportunó no limitar el
las categorías semánticas
concepto de isotopía solamente
(como/animales/u5/inanimado/,etc.), una isolopía semiológica; es así
que en salut, de Mallarmé, R. Rastier separa tres interpretaciones: El
banquete, la navegación y la escritura.
a
3.3.3
SEMEMAS Y METASEMEMAS
Los semas nucleares (de carácter semiológicos) y los clasemas (de carácter
semántico) pertenecen al n¡vel inmanente. La conjunción de ambos permite el
pasaje a un plano superior y constituye la manifeslación del contenido como
tal, que no debemos confundir, evidentemente, con la man¡festac¡ón lingüística
o textual (en la cual se unen el contenido y la expresión). La combinación del
contextuales 'provoca en el plano del
núcleo sémico y de los semas
discurso esos efectos de seniido que (llamamos) "sememas" (GREIMAS,
1966,15).Los sememas aparecen así como el resultado de una combinatoria
cuyas reglas de construcción o funcionamiento bastará con determinar, con las
restricc¡ones que le caracterizan, por ejemplo, los semas nucleares nunca
podrán aparecer en el nivel de manifestación. del contenido - sin clasemas; ese
es el caso de los sememas; en cambio, los contextuales pueden combinarse
entre sí y constituir un corpus de metasememas; sememas y metasememas
son los dos tipos de unidades de la signifiqación manifiesta.
g.4
COMPONENTESINTACTICOORGANIZACIÓN
FUNDAMENTAL
3.4.1 LA ESTRUCTURA FUNDAMENTAL
Cuando defihimos el sema, dijimos ya que su función es solo diferencial, es
decir, que sólo puede ser aprend¡do dentro de una estructüra. Ej. lNiñol
vs. [Niña] = [Masculinidad] vs. [Feminidad].
60
Tenemos aquí dos semas subyacentes - /masculinidad / vs. lfeminidad/cada uno de los cuales sólo tienen existencia por referencia al otro. La
relación que se establece entre los dos es de naturaleza antonímica.
3.4.2 INTRODUCCIÓN SOBRE EL MODELO ACTANCIAL
A diferencia del procedimiento de V. Propp.y aún cuando se inspire en él muy
ampliamente, la hipótesis de A.J. Greimas - y allí reside en parte su originalidad consiste en desplazarse desde el campo de las funciones (una primera tipologia
de las funciones había sido propuesta por V. Propp. En el campo del cuento
maravilloso popular) en el campo de los aclantes (término extraído de L.Tesníere).
Extraído sobre todo de los inventarios de Propp y de Souriau el modelo actancial
(mítico) se presenta así:
Destinador
r---------------
obieto
A
.---------------
Destinatar¡o
tl
tl
lJ
Adyuvante
.--------t:-Sujetor--------------,-
Oponente
Este modelo es el resultado de algunos corpus específicos (cuentos maravillosos,
situaciones teatrales), pero al mismo t¡empo está 'construido teniehdo en olenta la
estructura sintáctica de las lenguas naturales" (GREIMAS 1ffi,180).
L. Tesnieré s¡gnificaba que el enunciado elemental o frase lo comparaba con et
espectáculo. S¡ recomendamos que las funciones, según la sintax¡s tradicional, no
son más que papeles representados por las palabras - el sujeto es en ella, alguien
que sufre la acción. La proposición, en una tal concepción, no es en efecto más
que un espectáculo, el homo loquens. El espectáculo tiene sin embargo, esto de
particular: que es permanente; el contenido de las acciones cambia durante todo
el tiempo los actores varían, pero el enunciado - espectáculo permanece siempre
el mismo. (GREIMAS, 1966, 173),
Así, el modefo actancial "obtenido grac¡as a la estructuración paradigmática def
inventar¡o de los actantes" (GREIMAS, 1966,189), se basa, pues, en la articr¡lación
sintáctica tradicional, al mismo tiempo que se ajusta al universo semántico que
debe asumir, así por ejemplo.
1)
Pedro recibe una carta de su padre, Luís, y.
6l
2)
El padre LuÍs envía una carta a su hijo Pedro.
Pedro tendrá en ambos casos el mismo papel de destinatario, desde el m¡smo
punto de vista de la forma del contenido.
Desde otro punto de vista, tomando otro contexto y, para un sabio filósofo clásico,
estando precisada la relación de deseos (que une al sujeto y objeto) como el
deseo de @nocer, los actantes de su espectáculo del conocimiento se obtendrá.
Sujeto............
Objeto....,......
, Dest¡nador... ... :.. .. ...
Oponente...
Adyuvante... ...
.
...........Filosofía
... ... ....Mundo
Humanidad
... ... ....Materia
... ... Espíritu
De iguaf Íorma, la ideología marxista, en el nivel del militante, podrá ser distribuida,
gracias al deseo de ayudar al hombre, de modo paralelo.
Sujeto
Objeto
Destinador
Oponente
Adyuvante
Hombre
Sociedad sin claves
Histórim
Burguesía
Clase obrera
3.4.4 EL MODELO ACTANCIAL COMO SISTEMA.
Consideremos primeramente el modelo actancial en el plano sistemático.
Tenemos una organización de conjunto, articulada en tres parejas de actantes
(aclores), cuyo pivote central está constituido por la relación sujeto / objeto.
3.4.3.1 Sujeto / Objeto
"La relación entre el sujeto y el objeto (se nos aparece) con un investimiento
semántico, o la relación teleológica, situada en la dimensión mítica de la
manifestación, aparezca, como @nsecuencia de esta combinación semica, como
un semema que realiza el efec{o de sentido "f!eseS' (GREIMAS, 1966, 176177).
Consideramos entonces la relación sujeto /objeto conespond¡ente a la relación
aclivo vs. pasivo (sujeto = ser que quiere, objeto = ser querido).Esa relación
definirá lo que Greimas denomina un enunciado de estado. Se trata en efecto de
la posición de un elemento respecto de otro y que corresponde en nuestra actual
terminología a la JU.NIQIL
62
3.4.3.2 Destinador / Destinatario
La segunda pareja de actantes que entra en la composición del modelo actancial
está conformado por la dualidad Destinador / destinatario. En cambio la' existenc¡a
de una relación de presuposición unilateral entre el destinador término
presupuesto y el deslinatario término que presupone hace asimetría la
comunicación entre ambos.
-
-
-
-
La introducción de la pareja destinador - destinatario en el modelo actancial se
justifica en relación con el objeto. Este último, en efecto, se ubica como lo
habÍamos anotado, en el eje del "deseo' (relación sujeto / objeto) pero al mismo
tiempo se inscribe en el eje de la comunicación.
Tomemos el siguiente texto o enunciado:
"Es una suerte que yo pueda darte este libro, dado que tengo la oportunidad'
Tenemos que:
Destinador:
Destinatario:
Sujeto:
Objeto:
Adyuvante:
"Suerte'
'Te"
"Yo"
'Libro'
'Oportunidad'
3.4.3.3 Adyuvante / Oponente
Teniendo en cuenta lo que la sintaxis tradicional llama "circunstancial", podemos
extraer, respecto de la relación sujeto / objeto, por lo menos dos ilases de
funciones bastante diferentes:
.
Algunas consisten en aportar ayuda actuando en la misma dirección del
deseo, o facilitando la comunicación.
2.
otras por el contrario, consisten en crear obstácuros, oponiéndose ya sea a
la realización der deseo, ya sea a la comunicación a'et oo.¡eto. Eétas dos
redes de funciones pueden atribuirse a dos actantes distintos que
llamaremos: adyuvante vs. Oponente (GREIMAS, 1966, 17g _ 179).
1
63
RESUMEN
Esta breve recopilación permite captar el lugar preciso en que se articulan los
dos componentes semántico y gramatical "Es la Asunción de los roles ac{anc¡ales
la que constituye la infancia mediador"a que d¡spone el pasaje de las estructuras
nanativas a las estructuras discursivas (GREIMAS, 1979, 175)
se establece así la prioridad logica de la esúuctura nanativa, en tanto ésta rige el
elemento disarrsivo. como lo reconoce A.J. GREIMAS, "el engendramiento óe la
signiifcación no pasa primero por la producción de los enunciados y su
combinación en discursos, sino que las estructuras narrativas relevan a áquel
durante su reconido y son etlas las que producen el discurso con sentido y
articulación en un enunciado" (GREIMA, 1970,1S9).
En efecto, la exposición hecha de una semiótica discursiva y nanativa no puede
ocurar los límites que la afectan. No se trata este estudio de una presentación
completa de las adquisiciones semióticas. Nuestro objetivo no es el de entrar en
posesión de todo el saber
hacer semiótico. por razones didácticas y
metodológicas, se intenta solamente presentar las arter¡as y los elementos que
parecen dar forma y sentido a este nuevo campo del saber, y a propósito de las
cuales cierto consenso empezó a surgir.
-
Por otro lado, el lector observará desproporciones en esta exposición; hay
articulaciones que se hubieran favorecidos si se les hubiera desanollado más que
otras; se advierte que esta situación se debe especialmente al estado mismo de
las invest¡gaciones, las cuales avanzan más en algunos aspectos que en otros.
Dicho esto, quiero destacar una vez más la ¡mportancia de los niveles, que ya se
pusieron de relieve al principio. Siguiendo a A. J. Greimas y a F. Rast¡er, se puede
imaginar que el espíritu humano, para llegar a construir los objetos culturales
(literarios, míticos, pictóricos y otros), parte de elementos simpies y sigue un
itinerario completo.
o{
TALLER DE LA TERCERA UNIDAD
ACTIVIDADES
1.
Lectura del cuento popular "La bella Durmiente"
2.
Elabore un cuadro o esquema mediante el cual pueda organizar e
ilustrar el modelo de análisis semiótico (Actancial).
3.
Formule un modelo didáctico para la aplicación en Educación Básica
del modelo Actancial.
4.
Aplique su modelo y formule las conclusiones didácticas a que haya
lugar.
65
CUESTIONARIO 3 TIPO ECAES
RECOMENDACIóN PARA PREPARARSE
resúmenes, elabfezca jerarquía de
¡deas, plantee hipótes¡s, amplíe al autor,
En el plano académico, cuando hable o
escriba, prec¡s€ su objetivo, deñne las
¡deas que expondrá; siga un plan: "no
hable por hablaf", ni "escriba lo que
salga".
incremente su horizonle cullurel: pera
refúe al autor, aclare vocabulario.
Esquemalice la macro estructura del
lexto
Prefiera la leclura de ensayos a la
olimpiadas; v¡site
Lea mucho: cüentos, novelas, noticias,
editoriales, crftices, reseñas, d¡scursos,
ensayos, ¡nformes cientificos, poemas,
Escriba s¡empre después de leer: haga
-
nar€tiva: el¡mulará
su
desanollar su
competenc¡a
enciclopédica, o¡ga y vea conferenc¡as:
part¡cipe en concursos, seminer¡as,
las
museos: relaciónese
capacidad
buen n¡vel cultural
argumentat¡va.
bibliotecas y
q)n oersonas
y
de
metas altas;
enriquezca en forma natural su lé$co: el
u obsceno se vuelve
Propóngese escribir ensayos o artÍculos
de opinión: amdiará su cepacidad de
anál¡sis y síntesis.
Cuando escuche o lea, busque los
lenguaje vulgar
visa que le dar¡tean. Füese en
sus as¡gnatures y ensaye o juliñque o
explhue sus puntos de úsla en todas
repetitivo y empobrece su expres¡ón.
Pregunte "por qué' y 'cómo" en todas
argumentos que sol¡enen los puntos de
la
intencional¡dad.
ellas, s¡empre con argumontos validos.
.PREGUNTAS
NÚGLEO COMÚN
TEXTO No. 3
'En suma, el
modemismo
reacciona
violentamente contra el realismo; devuelve a
la pelabra su valor artilico, repitiendo lo que
el gongorismo había realizado en le España
del
se¡sc¡entos; lgygla una sensib¡l¡dad
agudís¡ma por enc¡ma del sentimentalismo y
del Ílo ¡nteleciualismo, es eminentemente
eslet¡sie, indivirual y hale agolátrico; aborda
lo nativila, pero por manera decorativa,
porque es sur¡luoso y recemado; más que
reb€ldía oetentiza angulia y desor¡entac¡ón,
insatisfacción con lo exislente, y; en fin, como
producto de aguda exacerbación lírica, cultiva
el ensayo y el poema, en vaz de fa novele y la
h¡storia que fueron los géneros predilectos de
los realislas.
(Hiúoña de h neratura Antericana)
25. lr¡oléntamente". en el texto,
que:
A) fuertemente
Bl anebatedamenle
es m¡smo
C) vehementemente
D) fogosamente
26. 'Gongorismo', según el
lelo
se asim¡la
a:
A) un gobemo español
B) una poesía diferer e
Cl una escuela banoca
D) sentimental¡smo del s¡glo XIX
27, "Revela", en el texto se ref¡ere a
A) el modem¡smo
B) el romantic¡smo
c) España del seiscientos
D) el gongorismo
28. La irfención del arÍerior artículo es
A) comparár el romenticisno con el realismo
B) criticar el modemismo
C) hablar de la novela y la hisloria
enunciar las csraderísticas del modemisano
66
CUARTA UNIDAD
UNA LEcruRA
sEmtóncn
DE cENtctENTA
4. ESTRUCTURA GENERAL
Partimos en forma general, que cenicienta es la historia de un casamiento, cuva
estructura s¡ntáct¡ca subyacente es representada por:
.-------->-
(s1 u. s2)
(si n s2) donde s1 representa al ,,principe" y s2 a la
heroína y que representa la transformación entre un estado disyuntivó y una
relación conjuntiva (el 'casamiento", que corresponde a la unión enire un hómbre
y una mujer).
4-2
SECUENCIA INICIAL Y SECUENCIA FINAL.
En lo que hace referencia ar invest¡mento semántico de los dos sujetos
enfrentados, se reduce que mientras s1 mantiene como rasgos /la etevacióni y la
lriquezal, no ocune lo mismo en ro que se refiere a s2 sí eñer estaoo ñnát
is't n
s2), cenicienta llega a estar- en conjunción con ra /elevación / y la /riquezi,
en
camb¡o, sus marcas características son la /humillación / y la tpobíezal. pbrño,
et
casam¡ento se presenta en ese momento del relato, como algo imposible.
El cuento introduce entre los dos protagonistas, una oposición en la isotopía
soqo
- económica, que sólo al suprimirse permitirá el acceso al casamiento.
oposición entre s1 y s2 requiere, por parte der cuent¡sta, una justificación,
!a
Dicho de
otro modo, ra instauración de ia disparidad exige actuármente una
espec¡e de relato ¡ntroductorio. En efecto el narrador tiene d-os posibilidades
:
o
bien sitúa a la heroína en un estado de /humiilación / y de /pobreza/,
srn
especificar las razones anteriores de ello, y por lo tanto como si
fuera ese su
estado "innato' ra perspectiva sería en este dso atributiva o cuarificatñá.
-
"Tres hermanas. Había una que no era desenvuelta,,
A la más joven ra ilaman curo ceniza, porque siempre se arrastraba en
medio de la suciedad"
"La hija del hombre, llamada culo ceniza, estaba
mal aneglada"
67
.
La tercera era despreciada, no se divertía como las otras, se quedaba casi
s¡empre en el rincón de la chimenea.
"Ella le había puesto el nombre de Cenicienta porque siempre hacÍa la
comida y después lavaba la cocina y hacía las cosas más sucias,'.
"(sus hermanas) la despreciaban y nunca querían llevarla a bailar junto con
ellas'
(sus hermanas) máss bellas que ella, la maltrataban,
Durante toda la semana, la pobre niña cuidaba las ovejas, y, los domingos,
se quedaba en su casa para trabajar; mientras que su madre y sus
hermanas se embellecían e iban a misa".
A nivel semántico, lenemos entonces aquí una oposición del tipo dominante vs.
Dominado, en la cual el poder es representado unas veces por la madre (que
no es el de siempre una "madrastra"), otras veces por las herrnanas mientras
que cenicienta es el objeto sobre el cual se ejerce el poder.
"Había una mujer, la mujer se casó. Su marido lenía ya una hija, y ella por su
parte tuvo luego dos hijas. Entonces no quería para nada vei a ta hija de su
marido: era una mala madre"
'La madre celosa, enviaba a (cenicienta) al campo con estopa; aquí tienes
siete husos y un punzón; s¡ no está hilado, le dijo: pobre de tí esta noche.,
-
Figurativamente, la represión podrá expresarse en el teneno del trabajo
s¡empre muy difícil de hacer, hilar, recoger leña, cocinar, limpiarte, etc.
lgualmente, la heroína se verá privada de 'hermosos vestidos". Tambíén en el
campo de la comida, Cenicienta sólo tiene derecho a un pequeño trozo de "pan
negro", en tanto sus hermanas reciben 'pan blanco,', en otra variante del
cuento.
Narrativamente, la expresión puede leerse sobre el eje destinador vs.
destinatario donde el destinador (malvado) trasmite a la destinataria un objeto
negativo (supresión o falla), hay otra versión donde:
'Todas las ropas viejas, le tocaban a cenicier¡ta".
La supresión de la doble oposición conelacionada (que organiza el contenido
semántico del nivel profundo).
/humillación/ vs. /elevación/
lpobrezal vs. lriquezal entre s1 y s2 que permitirá el casamiento exige
necesanamente un prooeso conelativo; sin perder nada de lo que él es, el
príncipe - por mero capricho - hace entrar a cenicienta en su universo de
/elevación/ y /riqueza/.
-
68
4. 2 EL ORDENAMIENTO SINTÁCTICO
Volvamos al ordenamiento s¡ntáctico del hacer casamiento.
El hijo del rey recogió (el zapato) e hizo saber al pueblo que haría su
esposa a aquella cuyo pie pudiera calzarlo'
"Aquella con quien vaya (el zapato) y que lo calce bien, será mi mujer, me
casaré con ella"
Ella salió coniendo de la ¡gles¡a y perdió un zapato. El hijo del rey lo
encontró al salir y decÍa.
-
"La que calce este zuequito
será mi amada"
Es curioso, en efecto, que en todas las variantes, sin excepción, el hijo del rey
manifiesta su voluntad inquebrantable de tomar a la heroína por esposa. También
es significativo que los personajes que intervienen en cenicienta; son solamente
aquellos que conesponden a los actantes mencionados en la primera parte del
saber.
-
S
= principio
OS = Cen¡c¡enta (en posición de objeto)
54 Familia de Cenicienta
, en camb¡o, es decir, la familia del príncipe en este caso, nunca está
mencionada (pero sin ningún rol determinante) en la versión 5 y en la versión 'literaria"- de C. Perrault, mientras se desanolla el baile:
31
"Hasta el rey, viejo como era, no dejaba de m¡rarla (a cen¡cienta) y de decir en voz
baja a la re¡na que hacía mucho tiempo que no veía una persona tan bella y
amable" (esto es un acfo de prueba).
El hacer transformador -'prueba" - (apropiación + desposesion) - en cabeza del
príncipe y supone las modalidades conespondier¡tes:
a) Querer está manifestado en todas las variantes, sin excepción, hacia el final
del cuento.
'Entonces el hijo del rey quiso casarse con ella"
"El príncipe lleva el zapato a su padre y le cuenta todo lo sucedido, le
declara que él ama a la muchacha que vio en la misa y que nunca se
casará con otra.
b) El poder - Siempre - está generalmente tác¡to en el cuento.
-
69
4.3 LA APARICIÓN DE UNA MEDIACIÓN
Hasta aquí, no hemos anal¡zado más que el inicio y el final de Cenicienta.
S2)_--_
Inicio "(S1 U
(S1 n 52)
Final
que esa mediación está confiada esencialmente
hay una mediación. Notaremos
no, ya al príncipe (S1) sino a la heroína (S2) a qu¡en mnesponde hacer desear (o
hacer querer) el casamiento del hijo del rey.
Esta secuencia llamada MEDIACIÓN, puede condensarse en el enunciaoo
'Cenicienta, va al baile (a misa)...'el cual pone de manifiesto, del hacer - querer y
al mismo'tiempo el espacio del encuentro (conjuntivo).
4.3.I LA CONJUNC¡ÓN ESPACIAL
En el cuento este tipo de conjunción se realiza unas veces en el "baile, en la
'misa" y olras vei:es en una 'fiesta" o "ceremoni¿f . En todos lós ésos. se trata de
reuniones públicas más o menos ligada al casamiento.
Por otro lado, es muy claro que en un relato el espacio no se define sino en
relación al actor que está en conjunción con él; así como 'la casa,' donde aparece
Cenicienta al comienzo del cuento esta ligada a su /humillación/ y a su I pobrezat,
también el lbailel la 'fiesta son figuras de estatus social.
4.g.2 LACONJUNCTÓN Ai|OROSA.
La fascinación que ejerce la heroína sobre el príncipe es un dato constante en
todo lo (querer - hacer) de cenicienta, se puede analizar la "seducción' como
poder-hacer-querer.
-
"La muchacha gustaba mucho al hijo del re/
'Maravilloso, el príncipe no apartaba los ojos de ella'
"El hijo del rey, al verla tan bella..."
La conjunción amorosa operada por la heroína ¡mpl¡ca un poder (hacer
querer) conespond¡ente: esta modalidad se traduce en su mane¡a de "agradaf'.
-
-
-
"Cuando entra en la iglesia, todos quedan admirados (....) El príncipe, maravillado,
no aparta los ojos de ella'.
En el mmponente dó la indumentaria (vestidos lindos de Cenicienta) figuran
también unos zapatos "(que detectan una función de marca para el
70
reconocimiento) no podrá sorprendernos el hecho de que aparezc€¡n aqui como
mediador privilegiado de la conjunción amorosa (entre Cenicienta y el príncipe).
Así que la figura del "zapato' se inscribe sin dif¡cultad alguna en la isotopía sexual
del CASAMIENTO
La vestimenta bella se justifica además en el nivel de la práctica social hab¡lual:
"Vestirse para irse al baile", ponerse los bellos vestidos para ir a "m¡sa", todo esto
forma parte de las costumbres en casi todas las partes del mundo.
De está manera, el "baíle", la "misa" o la "f¡esta", por una parte, y los "lujosos
trajes", por otra se conjugan desde el punto de vista del hacer seducfor (orientado
hacia el casam¡ento).
4.3.3 EL CASAMIENTO COMO FORMA DE ASCENSO SOCIAL
Como forma de concluir, queremos decir que el encuentro con el príncipe en el
baile o en la misa, hecho posible por el incógnito y la máscara (vestimenta
carroza) tiene finalmente una sola función: la instauración, en el príncipe, de la
modalidad del querer - casarse, instauración que se realiza por medio de la
seducción de la heroína (poder - hacer - querer)
-
La secuenc¡a intermedia ('mediación") conesponde, solamente a la adquisición del
querer - casarse por parte del príncipe.
Le conesponderá luego (es decir después del reconocimiento) y se trata entonces
de la secuencia final - al príncipe llegar al CASAMIENTO, unirse a una muchacha
de origen humilde y pobre, si por lo menos es ese su gusto, este es en efecto, el
caso de Cenicienta como es el caso de todos los cuentos en que intervienen una
disparidad socio - económica semejante entre dos personajes centrales:
a
Pero el casamiento se presenta su vez, menos como un fin en sí
(Establecimiento de la doble unión sexual y jurídica) que como un med¡o y desde
el punto de vista de la heroína, como un estratagema - para realizar el ascenso
social deseado.
Como sucede en el cuento popular, el casamiento equivale a la modatidad del
poder (hacer/ser); si se trata de una joven, es el operador del ascenso social; en el
caso de un joven, es el medio para acceder al trono.
NOTA: Sin duda que con la anterior propuesta no hemos inienlado hacer un
estud¡o completo y profundo de Cenicienta, solamente acercarnos a unos
7l
elementos que parec€n ser pertinentes para una muestra de semiótica Nanativa
y Discursiva.
4.4 UNA APROXIMACIÓ¡¡ SEUóNCA A CENICIENTA CON EL MODELO
ACTANCIAL
o
72
TALLER DE APLICACION
Aplicar el modelo actancial al cuento de Horacio Quiroga titulado
INVIERNO
No hicieron el viaje juntos por su último crepúsculo de Nébel en una línea donde
era muy conoc¡da, pero al salir de la estación, subieron todos en el brec de la
casa. Cuando Nébel quedaba solo en el ingenio, o guardaba a su serv¡c¡o
doméstico más que una vieja ¡nd¡a, pues a más de su propia frugalidad - su mujer
se llevaba consigo toda la servidumbre. De este modo presentó a sus
aqompañantes a la fiel nativa como una tía anc¡ana y su hija, que venían a
recobrar la salud perdida.
Nada más creíble por otro lado, pues la señora decaía vertiginosamente. Había
llegado deshecha, el pie incierto y pesadísimo y en su fac¡es angustiosas la
morfina que había sacrificado cuatro horas seguidas a ruego de Nébel, pedía a
gritos una corrida por dentro del aquel cadáver viviente.
Nébel, que cortara sus estudios a la muerte de su padre, sabía lo suficiente para
prever una rápida catástrofe, el riñón, íntimamente atacado, tenia a veces paros
pel¡grosos, que la morf¡na no hac¡a sino prec¡p¡tar.
Ya en el coche, no pudiendo resistir más, la dama había mirado a Nébel con
trans¡da angustia:
:
Si me permite, Octavio... ¡no puedo más! Lidia, ponte delante.
La hija, tranquilamente, ocultó un poco a su madre y Nébel oyó el crujido de la
ropa violentamente recogida para pinchar el muslo.
Los ojos. se encendieron, y una plenitud de vida cubrió como una máscara aquella
cara agontca.
-
Ahora estoy bien... ¡que dicha! Me siento bien!
-
¡Oh, nol Antes morir aquí mismo.
Debería dejar eso d'rjo duramente. Nébel mirándola de costado. Al llegar
estará peor.
1
Nébel pasó todo el día disgustado, y decidido a vivir cuanto le fuera posible sin
ver en Lidia y su madre más que dos pobres enfermas. Pero al caer la tarde, y a
ejemplo de las fieras que empiezan a esa hora a afilar las ganas, el celo del
barón comenzó a relajade la cintura en lasos escalofríos.
Comieron temprano, pues la madre, quebrantada, deseaba acostarse de una
vez. No hubo tampoco medio de que tomara exclusivamente leche.
-
¡Huy! ique repugnancia! No la puedo pasar. ¿Y quiere que sacrifique
los últimos años de mi v¡da ahora que podrÍa morir contentá?
Lidia no pestañó. Había hablado con Nébel, y sólo al fin del café la mirada de
éste se clavo en la de ella; pero Lidia bajo la suya enseguida.
Cuatro horas después Nébel habría sin ruido la puerta del cuarto de Lidia.
-
¡Quién esl
Soy yo
-
-
sonó de pronto lavoz azorada.
murmuró apenas Nébel.
Un movimiento de ropas, como el de una persona que se sienta bruscamente en
la cama, siguió a sus palabras, y el silencio reinó de nuevo. Pero cuando la
mano de Nébel toco en la oscuridad un brazo fresco, el cuerpo tembló entonces
en una onda sacudida.
Luego, inerte al lado de aquella mujer, que ya había conocido el amor antes que
él llegara, subió de lo más recóndito del alma de Nébel el santo orgullo de su
adolescencia de no haber tocado jamás, de no haber robado ni un beso siquiera a
la criaiura que lo miraba con radiante candor. Pensó en las palabras de
Dostoievsky, que hasta ese momento no había comprendido 'nada hay más bello
y que fortalezca maá en la vida que un recuerdo puro". Nébel lo había guardado,
ese recr¡erdo sin mancha, pureza inmaculada de sus 18 años y que ahora yacía
allí, enfangado hasta el cáliz, sobre una cama de sirvienta.
Sintió entonces sobre su cuello dos lágrimas pesadas, silenciosas. Ella a su vez
recordaría... y las lágrimas de Lidia continuaban una tras otra, regando, como una
tumba el abominable fin de su único sueño de felicidad.
74
RESUMEN
A la presentación sistemática del esbozo, nos pareció oportuno añadir, aunque
sea breve, una ilustración conespond¡ente para mostrar de qué modo puede
emplearse el instrumental conceptual que se ha establecido. A este respecto se
observa en primer término que - y la observación no nos pare@ superflua que
cualquier análisis con vocación científica en la medida en que busca constantes o
leyes, debe efectuarse por vía comparativa; en este postulado fundamental se
basa, evidentemente nuestra decisión de etegir un conjunto de variantes de un
mrsmo cuento.
otp lado,
se trata aquí de una lectura semiótica que establece por lo tanto un
nivel de pertinencia entre otros posibles; el presente estudio no se propone, de
nlnguna manera, inferir "el sentido" (que sería definitivo) del cuento en cuestión,
como tampoco de esa totalidad que el cuento podría representar para un etnólogo,
por ejemplo.
P.or
El fin de nuestro trabajo consiste en poner en evidencia la organización narrativa y
discursiva que subyace en este pequeño corpus. Este corpus constituye, más
allá de sus variaciones de superficie, una especie de micro- universo (Áintact¡co
y a la vez semántica) específico.
La lectura hecfra hasta aquí no nos permite todavía dar cuenta de toda la h¡stor¡a
de cenicienta. Tomando como punto de partida la organización de conjunto y
hab¡endo ya introducido una mediación, podríamos generar un relato completo
cuyo resumen puede ser así: la heroína, maltratada por su familia, desearía as¡st¡r
al baile o a la misa para encontrar allí al hijo del rey. para participar oe er,
fraáas
a su madrina, obtiene todo ro que re es indispensabre, y mucfro más ain,
presenta en el baile, como una encantadora doncella; sus encentos y se
sus
magnÍficos vestidos conquistan al príncipe, quien no tarda en casarse con -"11"
pesar de su humilde origen y de los celos de su fam¡lia.
,
t>
CUESTIONARIO 4 TIPO ECAES
RECOMENDACIÓN PARA PREPARARSE
L€a mucho: cuentos, nove¡as, notic¡as,
editoriales, criticas, reseñas, d¡scursos,
ensayos, informes cieniíficos, poemas,
Escriba s¡empre después de leer: haga
resúmenes, eslablezca jerarquía de
¡deas, plantee hipólesis, amplíe al autor,
retute al autor. adare vocábulerio.
Esquematice la macro estructura del
texto
Pref¡ere la lectura de ensayos a la
nanaliva'. esl¡mulará
su
En el dano académ¡co, cuendo hable o
escriba, precise su objet¡vo, defina las
ídeas que expondrá; siga un plan: 'no
hable por hablaf, ni "escriba lo que
sálga".
incremente su horizonte cultural: oara
deserollar $¡
competencia
enc¡clopéd¡ce, ciga y vea conferencias;
participe en concursos, seminarios,
olimpiadas; visite las bibliotecas y
museos; relacióneso con porsonas de
buen nivel cultural y metas altas;
enriquezca en foma nalural su léx¡co: el
lenguaje vulgar u obGceno se vuelve
capsc¡dad
argumentativa.
Propongase escribir ensayos o artículos
de op¡nión: amdiará su capacidad de
análisis y síntesis.
Cuendo escuche o lea, busque los
repetitivo y empobrece su expresión.
Pregurfe "por qué" y 'cómo' en lodas
argumentos que sol¡enen los punlos de
vi$a que le dantean. Fíjese en
$rs
asignaturas y ensaye o juSifique o
exptique sus puntos de vista en todas
elles, siempre con efgumentos validos.
la
intencionalidad.
PREGUNTAS
NÚcLEo coMÚN
TEXTO 4
'Sufre todo lo que canto; todo lo que es la
aleoría para mí, para él es dolor Realmente,
el Amof es una cose maravillosa; es más
precioso que las esmeraldas y r¡lfo que los
31. 'Para mí - pera é1",
el amor es
Al una maraülle
ñnos ópelos".
(El ruiseñor y la rosa". Oscar \Mlde)
B vivenc¡as opuaslas
C) un sufrimiento
D) vivenc¡as semejsntes
29. El amor es una 'cosa maravillosa",
32. "Más prec¡oso y más raro", son
exprese
A) un deseo
B) una duda
expresiones
A) corürapueslas
B) consecutivas
C) com peralivas
D) figuretivas
C) una conclus¡ón
Dl una oñlen
30. 'E¡ amor es una cosa maravillosa", es
mencionado oof
33. "El fragmento anterior nos da a enlender
A) él
B) mí
A).el amores una cosa esplenclorosá
B) en el amor hay viv€ndas ar¡tagón¡cas
C) él
-ml
D)mí-él
que:
C) el amor és muy escaso
Dl el amor es precioso para ambos
76
A)1,3,6,2
TE;XTO No. 5
B) 3, 4,1, 6
Del amor y otros
llemorios
c).3,1,2,6
D) 3, 1,2, s
"La niña se mostraba como era iba.
Bailaba con más gracia y más brío que los
atricanos de nación, canlebe con voces
disi¡Ílas de la suya en las d¡verses lenguas de
Africe, o con voces de pá¡aros y animales,
que los desconcerlaban a ellos m¡smos.
Por orden de Dominga de Adv¡ento
las
esclavas más jóvenes le pirÍaban la cara con
negfo
de humo, le
colgaron collares de
santeria sobre el escapulario del bautismo y le
cuideban la cabelle¡a que nunca le cortaron y
que le habríe eslorbado para caminar de no
s€r por las trenzes de muchas vueftas que le
hacían a d¡afio. Emp€zada a florecer en una
encrucijada de fuerzas conlrarias. Tenía muy
poco de la madre. Del padre, en cembio, tenía
el cuerpo escuálido, la tim¡dez ined¡mible, la
piel lfvila, los ojos de un azul tacitumo, y el
cobre puro de la cabellera radiante. Su modo
de ser era tan sigiloso que parecía
35, "Empezaba a florecer en una encrucUada
de fuezas contrerias", sign¡fica que
A)
C)
no entendía lo que pasaba
la lucha era contradicloria
estaba creciendo en un mundo
D)
amtivalente
las plantas floreclan en la encrucijada
Bl
37. "Los ojos de un azul tecitumo es lo m¡smo
oue:
Al ojos apegedos
B) azul clero
C) azul oscuro
D) de mirada
trile
3E. 'inedimible", en el texto es igual a
una
críatura invis¡ble.
Asuslada con tan e)draña cond¡ción, la madre
le colgabe un cenceno en el puño para no
p€ftler su rumbo en la penumbra de la casa".
A) s¡n redención
B) no superable
C) sin perdón
Df sin explicación
Gabñel carcla ltárouez
3¡1. El
A)
B)
C)
D)
texto se ocupa de
describir las coslumbres de lós esclavos
Gon una niña blanca
describir e una joven preadolescente
describir la sim¡litud de una h¡ja y su padre
comparar la aperienc¡a de una n¡ña
Uanca con la de sus esclavos
35. Lea las siguientes caracterílicas y etüa
entre las opciones propueslÍ¡s más adelanle,
la que mejot se ajula a ls descripción que de
la joven hace el texto
1. tenía una larga cabellera
2. se parecía a su padre
3. t6nfa la fuorza y gracia de los africenos
4. viví a entre esclavos
5. la madre vivía Dendiente de ella
6. su caminar era impefceptible
39. El "cobre puro de la cabellera radiante",
nos de a enteffler que:
A) el cabello era brillante
Bl el cabello rub¡o
G) el cabello era muy grueso
D) lenía el cabello rojo
¡l{1. *Los efricenos
sulitu¡r por
de nación', se fl¡ede
Al los nac¡dos en Africa
B) los descend¡entes de africanos
Cl los nacionalizados africsnos
D) le nec¡ón de los africanos
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