Muchos habrán escuchado hablar del mito del Holandés Volador o

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El Holandés Volador Teoría de Roland Barthes -­‐ Análisis del mito Muchos habrán escuchado hablar del mito del Holandés Volador o el Holandés Errante, debido a muchas caricaturas. Aún así, pocos conocen la historia real tras este fantasma aterrador. Todo comenzó con una gran tripulación, que iba en un barco holandés, que salió al mar, pero nunca regresó al puerto, por razones que hasta el día de hoy se desconocen. Puede ser que una tormenta haya destruido el barco, que se hayan perdido y murieran de hambre o que fueran secuestrador por piratas. Sin embargo, la historia no termina ahí. Muchos marineros aseguran haber visto salir de entre las nieblas un enorme barco fantasma, conocido actualmente como el Holandés Volador. Aseguran que cuando encuentran otros barcos, los obligan a enviarles mensajes a sus familiares, personas muertas muchos siglos atrás. Para empezar, qué es un mito? Un mito es un relato tradicional que se refiere a acontecimientos prodigiosos, protagonizados por seres sobrenaturales o extraordinarios, tales como dioses, semidioses, héroes, monstruos o personajes fantásticos. Para Barthes el mito es un acto de habla. Este habla debe estar insertado en la comunicación y sus procesos, por ende se puede hacer semiótica de él. Pero, ¿puede ser semiológico el mito? Si se toma como un fenómeno de lenguaje y comunicación además de social y colectivo, sí. “Si no es social o colectivo un fenómeno sígnico no es semiológico”. No es fácil descifrar el mito, ya que de entrada el significante puede ser o estar determinado por el sentido y la forma. La semiología se refiere a la forma, no al concepto o sentido. En este caso, Barthes, aplica su propio método: consiste en recibir o tomar el significante como forma, y así dar significación al mito. Pero si da prioridad al sentido, deshace la significación y se impone el mito. Por último, si centra su atención en la forma y el sentido, se convierten en lector de mito. Desde ese punto de vista, Barthes tiene razón, pues los mitos se imponen o los impone la sociedad y casi siempre hay algo que esconden y está dado por la forma. El mito no se define por el objeto de su mensaje
sino por la forma en que se lo profiere: sus límites son formales, no
sustanciales.
¿Porqué escogí este mito? Como este mito hay muchos mas, el típico
barco que se extravía en las aguas del mar y que nadie nunca más sabe
de el, pero lo que se me hizo interesante fue cuando me puse a analizar
desde la perspectiva de Barthes, como si el estuviera analizando este
mito. Si yo hablo de este mito en la clase todos solamente bostezaran o
algo por el estilo, pero si el mismo Barthes nos cuenta este mismo mito, la
perspectiva de nosotros cambia de una vez. Lo mejor para descifrar el
significado oculto del mito, más que un estudio semiológico, se puede
hacer de otras maneras (aunque no dejando de lado a la semiología).
Tendría que analizarse de dónde viene el mito, quién lo hace (medios de
comunicación, burguesía) y qué nos dice. Los mitos pueden ser un control
para la sociedad si se imponen desde el poder. Si se tiene en cuenta esto
es más fácil descifrarlos, además de utilizar la semiología como
herramienta e indagar sobre su origen. De otro modo, no sería un estudio
semiológico porque estarían participando otros factores como la
interpretación.
En resumen, desde mi punto de vista lo que importa es como está
compuesto el mito y como lo explicas, en que emplearas el mito o por
medio de cuales medios de comunicación, el mito siempre será un mito,
siempre será el mismo, depende de ti como quieras dárselo a explicar al
receptor y en que te quieras basar, obviamente sin perder el dedo del
renglón y no cambiar la idea del mito.
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