FORMACIÓN Y ESPIRITUALIDAD SANTA MARÍA DE GUADALUPE, ARCA VIVIENTE DE LA ALIANZA Sr. Canónigo Dr. Eduardo Chávez 14 • BOLETÍN • 2012 S anta María de Guadalupe es el Arca Viviente de la Alianza; ya que Jesucristo, la nueva alianza, es el centro del Acontecimiento Guadalupano. Tanto en la imagen como en su mensaje el centro es Jesús. En la imagen de Santa María de Guadalupe observamos que es una mujer “encinta”, una cinta oscura que está arriba de su vientre, y se puede contemplar la única flor a la altura de su inmaculado vientre que significa Dios omnipotente; es decir, es una mujer embarazada, y el centro de su imagen es Jesús. Y el centro de su mensaje también es Jesús, ya que la Virgen de Guadalupe le dice a San Juan Diego que quiere un “templo”, una iglesia, una “casita sagrada” para ofrecer todo su Amor-Persona, y ese es Jesús. Así que es Ella quien nos conduce a su Amado Hijo: Jesús. Ella es el Arca Viviente de la Alianza. Benedicto XVI, en la homilía que pronunció el 15 de agosto de 2011, dice: “María es el Arca de la Alianza, porque acogió en sí a Jesús; acogió en sí la Palabra viva, todo el contenido de la voluntad de Dios, de la verdad de Dios; acogió en sí a Aquel que es la Alianza Nueva y Eterna, que culminó con la ofrenda de su cuerpo y de su sangre: cuerpo y sangre recibidos de María. Con razón, por consiguiente, la piedad cristiana, en las letanías en honor de la Virgen, se dirige a Ella invocándola como Foederis Arca, «Arca de la Alianza», arca de la presencia de Dios, arca de la alianza de amor que Dios quiso establecer de modo definitivo con toda la humanidad en Cristo. “El pasaje del Apocalipsis quiere indicar otro aspecto importante de la realidad de María. Ella, Arca Viviente de la Alianza, tiene un extraordinario destino de gloria, porque está tan íntimamente unida a su Hijo, a quien acogió en la fe y engendró en la carne, que comparte BOLETÍN • 2012 • 15 varón, el que ha de pastorear a todas las naciones» (12, 1-2; 5). “San Juan Damasceno refiriéndose a este misterio en una famosa homilía afirma: «Hoy la Santa y única Virgen es llevada al templo celestial... Hoy el Arca Sagrada y animada por el Dios vivo, (el arca) que llevó en su seno a su propio Artífice, descansa en el templo del Señor, no construido por mano de hombre» (Homilía II sobre la Dormición, 2: PG 96, 723); y prosigue: «Era preciso que aquella que había acogido en su seno al Logos Divino, se trasladara a los tabernáculos de su Hijo... Era preciso que la Esposa que el Padre se había elegido, habitara en la estancia nupcial del cielo» (ib., 14: PG 96, 742). “Hoy la Iglesia canta el amor inmenso de Dios por esta criatura suya: la eligió como verdadera «Arca de la Alianza», como Aquella que sigue engendrando y dando a Cristo Salvador a la humanidad, como Aquella que en el cielo comparte la plenitud de la gloria y goza de la felicidad misma de Dios y, al mismo tiempo, también nos invita a nosotros a ser, a nuestro modo modesto, «arca» en la que está presente la Palabra de Dios, que es transformada y vivificada por su presencia, lugar de la presencia de Dios, para que los hombres puedan encontrar en los demás la cercanía de Dios y así vivir en comunión con plenamente su gloria del cielo. Es lo Dios y conocer la realidad del cielo. que sugieren las palabras que hemos (…) María, el arca de la alianza que escuchado: «Un gran signo apareció está en el santuario del cielo, nos inen el cielo: una mujer vestida del sol, dica con claridad luminosa que estay la luna bajo sus pies y una corona mos en camino hacia nuestra verdade doce estrellas sobre su cabeza; y dera Casa, la comunión de alegría y está encinta (...). Y dio a luz un hijo de paz con Dios. Amén.” 16 • BOLETÍN • 2012