Ideología y Utopía

Anuncio
IDEOLOGÍA Y UTOPÍA
Tengo que confesarme como una persona liberal y de derechas, que
cree firmemente que el desarrollo humano, la solución de los problemas
sociales y de convivencia, en definitiva la FELICIDAD de todos los hombres
depende de hacer realidad en este mundo la UTOPÍA CRISTIANA o como
rezamos en el Padre Nuestro: “Venga a nosotros tu Reino”.
El Reino de Dios es una utopía en el sentido de que no se ha dado
en ningún sitio (u-topos = sin lugar), excepto en la vida y la ética con la que
vivió Jesús, que es el único marchamo de identidad de los que nos
llamamos cristianos; en lo demás podemos ser distintos y la uniformidad
no es requisito del cristianismo.
Estamos viviendo momentos de mucha frustración en que el
egoísmo y la corrupción de unos pocos están causando muchísimo dolor y
sufrimiento en muchas personas. Vivir con los ojos abiertos es ser
conscientes de que cada día mueren 50.000 personas, la mayoría niños,
“de hambre”, de que el ébola no fue problema hasta que afectó a
occidente, del sufrimiento que la crisis económica actual provoca en
muchas familias, del paro juvenil…del dolor que cada uno de nosotros
provocamos con nuestro egoísmo o nuestra inhibición frente al dolor
ajeno.
Es un momento delicado porque la frustración puede llevar a buscar
respuestas emocionales que a la larga provoquen más dolor.
Yo hice mi trabajo de fin de carrera sobre la Personalidad
Autoritaria estudiada por Adorno bajo la dirección del profesor Pinillos.
Me interesaba el miedo a la libertad, como escribió E. Fromm que originan
las dictaduras de derechas o de izquierdas. En California se plantearon
cómo un pueblo culto y desarrollado como el alemán había sido
arrastrado al fascismo por Hitler.
Los resultados expuestos en el libro “La personalidad autoritaria”
son muy interesantes, pero sólo voy a destacar uno: la altísima correlación
1
negativa existente entre la escala “F” y la cultura e inteligencia de las
personas. La escala F mide la tendencia al fascismo y se entiende que las
personas con menos nivel cultural, con menos inteligencia, en definitiva
con menos criterio propio sean más fácilmente arrastradas a soluciones
simplistas impuestas por el líder manipulador de turno.
El fenómeno Podemos puede ser la reedición de una dinámica que
es de sobra conocida.
Ideología y Utopía
La política es la ciencia de lo posible, la ética es la ciencia de lo
deseable y la coincidencia entre ambas aproximaciones no es siempre fácil
a pesar de los esfuerzos de Adela Cortina por reencarnar la ética en las
realidades sociales.
Karl Mannheim, sociólogo del conocimiento tiene un libro ya clásico
en que expone la relación entre ideología y utopía.
La utopía de derechas es la libertad, la utopía de izquierdas es la
solidaridad. Ambos son valores y en principio compatibles. Cuando las
utopías se corrompen y sólo se utilizan como medios para conseguir el
poder se convierten en ideologías.
La libertad.
No hay libertad sin responsabilidad. La libertad focaliza la limitada,
pero real capacidad de acción, que cada uno tenemos para resolver los
problemas.
En el estudio de la personalidad hay una variable Locus of Control,
que indica la atribución que el sujeto hace de la etiología de las cosas. El
internalista (control interno) dice “Me han suspendido porque no he
estudiado”; mientras que el externalista dice “Me han suspendido porque
he tenido mala suerte o el profesor ha sido muy exigente”.
Ser libre no es fácil, es conocido el miedo a la libertad analizado por
E. Fromm, el estudio de la sociedad de masas de Ortega, la conducta
inauténtica que se esconde en el “se”: se piensa, se dice, se hace, como
2
estudia Heidegger, el hombre light, lo políticamente correcto, la juventud
“ni-ni”…
Hay dos maneras de entender las cosas:
 que el Estado satisfaga todas las necesidades, el llamado estado del
bienestar para que todos seamos iguales
 que el Estado cubra las necesidades básicas y favorezca una cultura
del esfuerzo y la responsabilidad para resolver las necesidades
propias y contribuir al bienestar de la comunidad
La solidaridad
La redacción de los Derechos Humanos empezó por la utopía liberal,
pero la libertad no puede ser para unos pocos si hablamos de Derechos
Humanos universales, por el hecho de ser hombre. Todos tenemos unas
necesidades básicas que deben ser atendidas como la educación, la
sanidad, la vivienda…
La redacción de los Derechos Humanos demuestra que la libertad y
la solidaridad no son valores incompatibles.
El problema que plantea Karl Mannheim es la utilización bastarda
de los valores para conseguir beneficios a costa de los demás. En este
planteamiento la “ideología” es la prostitución de la utopía y de los
valores.
La ideología liberal, ocultando que las condiciones de partida no son
iguales, puede justificar unas condiciones laborales aterradoras diciendo
que a nadie se le obliga a firmar esos contratos basura de autentica
explotación.
La ideología socialista enaltece a las masas predicando la igualdad y
la injusticia social, pero después resulta que los pobres siguen siendo
pobres y los nuevos ricos son los que gobiernan el Estado y tienen el
poder de lo social para su propio beneficio.
3
Las opiniones son discutibles, pero los hechos en ambos sentidos
son tozudos y en este país que tantos esfuerzos nos está costando salir de
la crisis, llevamos muchos meses desayunando con nuevos desfalcos en
todos los partidos, sindicatos e instituciones públicas.
No tiene sentido en función de mi utopia censurar tu ideología, es lo
de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio.
En mi opinión, no se puede decir que “No es posible ser cristiano y
de derechas” y desde luego no se puede decir desde un ambón como
explicación de unas lecturas a las que se ha respondido: “palabra de Dios”.
El Reino de Dios es humano, no está hecho para mantenerlo en las
nubes como una ideología irrealizable apartado de los problemas reales
que la gente sufre cada día. Cristo lo realizó y todos estamos invitados a
ser felices siguiendo en nuestras vidas las enseñanzas del único maestro
que vino a traer la liberación de los oprimidos, pero el Evangelio no está al
servicio de ninguna ideología.
Yo estuve alejado de la Iglesia porque no entendía la obediencia, me
rechinaba que en nombre de Dios se me impusiera un camino distinto y a
veces opuesto al desarrollo humano, al menos como yo lo entendía.
Tengo que agradecer a Benjamín el descubrimiento de que santidad
y desarrollo humano son las dos lindes de una misma senda. Mi vida ha
mejorado mucho gracias a él y a José Mª Castillo que han sido mis
catalizadores para llevarme a un cristianismo liberador, comprometido y
feliz.
Como decía Aristóteles: “Amicus Plato, sed magis amica veritas”
(Platón es amigo, pero más amiga la verdad) y he creído necesario
exponer con libertad que el Evangelio y el cristianismo no cabe ni está al
servicio de ninguna ideología.
4
Descargar