Ejército Rojo Japonés

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Ejército Rojo Japonés
Sectas, apologética y conversos / Sectas: Grupos radicales político-religioso
Por: Carlos Basso | Fuente: about.me/cbasso
Al promediar 1969, los universitarios japoneses agrupados en la poderosa Zengakuren, la federación de estudiantes, arremetieron en
contra de las universidades privadas a las que acusaban de "preparar mano de obra para servir a los monopolios", además de ser malas
formadoras y excesivamente caras.
En el creciente movimiento de protesta convivían formaciones tan diversas como la Liga Marxista Leninista, de tendencia maoísta; la
Federación Trotskista; y las Juventudes Comunistas.
Los partidos políticos se mostraban incapaces de solucionar los problemas de la gente y la apatía ciudadana se reflejaba en que más del
30% de los electores no concurría a las urnas cuando había que elegir representantes.
Cansados de las eternas discusiones y dispuestos a "pasar a la acción", unos 400 universitarios de origen burgués se desligaron de la
Federación Trotskista y formaron el Ejército Rojo.
El 31 de marzo de 1970, nueve de ellos abordaron un avión de la línea aérea japonesa y lo desviaron a Corea del Norte. Intentaron
engañarlos aterrizando la nave en la capital de Corea del Sur, Seúl, pero la maniobra no resultó y llegaron finalmente a Pyong Yan,
donde se comprobó que las pistolas y bombas que exhibían eran de juguete. Sólo las katanas y los cuchillos eran reales.
Perseguidos internacionalmente, se les ofreció refugio en las escuelas de guerrilla popular que el Frente Popular de Liberación de
Palestina mantenía en el Medio Oriente, donde los entrenó Abú Hija. Hasta allí también llegaron otros jóvenes japoneses captados
principalmente en Tokio.
Pronto se les encomendó una misión: estudiar las medidas de seguridad de los aviones de El Al, la línea aérea israelita, tarea que
desempeñaron sin despertar mayores sospechas.
La predisposición anímica de aquellos universitarios era ofrendar su vida por una causa que les parecía justa. Así, el 30 de mayo de
1972, tres de ellos abordaron en Roma un avión de Air France que provenía de París con destino a Tel Aviv y Lod.
Al llegar al terminal de Lod, cual verdaderos kamikazes, extrajeron tres metralletas UZI 58 que llevaban ocultas en una maleta y abrieron
fuego en contra la multitud que se agolpaba en el terminal aéreo. Dejaron 27 muertos y más de 80 heridos.
En las horas siguientes a la tragedia, un descompuesto Simon Peres, en ese tiempo ministro de Transportes diría:"Estábamos
preaparados para cierto número de eventualidades, pero no a esta nueva arma, los japoneses".
El único terrorista que sobrevivió, Kozo Okamoto, estuvo detenido en Israel hasta 1985, cuando se efectuó un intercambio de prisioneros
y fue enviado a Livia, donde lo recibieron como héroe.
El 4 de agosto de 1975, una decena de japoneses ocupó el consulado de EE.UU. en Kuala Lumpur, en Malasia, capturando a 52
rehenes y amenazando con matarlos si no eran liberados siete camaradas detenidos en Japón, cinco de os cuales salieron de la cárcel y
en 1986 atacaron con rockets las embajadas de Estados Unidos y Canadá en Yakarta, Indonesia.
En 1987 atacaron del mismo modo las embajadas de EE.UU. y Gran Bretaña en Roma; y, en abril de 1988, el Ejército Rojo se atribuyó
un ataque con bomba contra un club nocturno de Nápoles, en Italia, donde murieron cinco personas.
En 1990 atacaron con rockets de fabricación artesanal los palacios imperiales en Tokio y Kyoto.
Actualmente el grupo continúa activo, contando con fuertes redes de apoyo y financiamiento. Varios miembros del Ejército Rojo han sido
arrestados últimamente en Perú.
Chukaku-Ha es otro grupo marxista japonés que buscaba derrocar el sistema político monárquico, atacando blancos domésticos, como
aeropuertos, trenes y carreteras.
Al igual que el Ejército Rojo, han hecho gala de armas fabricadas por ellos mismos, algunas de sorprendente precisión y sofisticación,
como lanzallamas, morteros y lanzacohetes.
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