Nos estamos poniendo verdes

Anuncio
medio ambiente >>
miércoles, 11 de mayo del 2011 | la voz de la escuela
7
> ACTIVIDADES
XOSÉ CASTRO
Las fragas del Eume son representativas del bosque atlántico que caracteriza a Galicia.
Nos estamos poniendo verdes
1. En esta dirección puedes descargar completo
el informe de la FAO en español «Situación de los
bosques en el mundo.
2011»: http://www.fao.org/
docrep/013/i2000s/
i2000s00.htm.
Utilízalo para descubrir
dónde están las zonas más
extensas de bosques y en
qué partes del mundo se
está perdiendo más superficie forestal.
Aunque nuestro planeta sigue perdiendo cada año superficie forestal, la extensión
de bosques en España ha crecido en el 2010 y se prevé que siga en aumento
En este Año Internacional de los Bosques, tenemos motivo para presumir
de ser el país europeo en el que más han
crecido los bosques; tanto que en cuanto
a superficie forestal (119.000 hectáreas)
nos hemos situado como quintos en el
mundo, tras China, Estados Unidos, India
y Vietnam. Estos, al menos, son los datos
que la FAO (Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación) ha publicado recientemente en
su informe Situación de los bosques del
mundo. Si añadimos que el Ministerio de
Medio Ambiente sostiene que el 85% de
nuestros árboles gozan de buena salud y
que la superficie incendiada en el 2010 fue
un 63% inferior a la media del decenio anterior, hemos de concluir que los bosques
españoles pasan por una buena situación
y encaran un futuro bastante prometedor.
Por si fuera poco, algunos expertos pre-
dicen que esta tendencia continuará en
los próximos cincuenta años. Además,
más de la mitad del territorio nacional
está declarado como forestal y posee una
elevada diversidad botánica.
Para matizar estos datos habría que decir que en esta superficie forestal se incluyen las plantaciones de eucaliptos, pinos
y chopos que se destinan a fabricar pasta
de papel y que, según algunos expertos,
no deberían considerarse como bosques.
Las plantaciones se caracterizan por ser
un conjunto de ejemplares de la misma
edad, en donde no existen árboles viejos
ni caídos, lo que repercute en la fauna y
flora que mantienen; y, en ocasiones, se
trata de especies que no son propias de
la región.
También resulta importante recordar
que el crecimiento de superficie forestal
se ha producido de forma espontánea, a
consecuencia del abandono de las zonas
rurales, en lugar de responder a una planificación ordenada del territorio. Y es que
el 75% de los bosques españoles están en
terrenos privados.
Sin embargo, la noticia sobre los bosques españoles no es tan esperanzadora
cuando la comparamos con lo que sucede
en el mundo, donde se sigue perdiendo
superficie forestal. En concreto, y durante el último decenio, han desaparecido
5.211.000 hectáreas. Brasil, que está a la
cabeza en esta lista, perdió 2.642.000
hectáreas en los últimos diez años, concentrando algo más de la mitad de toda
la pérdida mundial. Le siguen Australia
(562), Indonesia (498), Tanzania (403) y
Nigeria (410).
> Francisco Armesto
[email protected]
2. Seguro que en la biblioteca del centro encuentras
una guía de árboles con la
que identificar las especies
gallegas más frecuentes.
Una visita a un espacio natural te permitirá diferenciar alisos, sauces, abedules, robles, castaños, servales, avellanos...
3. La semana pasada dedicamos las centrales de La
Voz de la Escuela a los bosques encantados de Galicia.
Búscala en la web del Programa Prensa-Escuela
(www.prensaescuela.es).
Monumentos naturales
Robledales gallegos
Dice la ley que se consideran monumentos naturales aquellos espacios o
elementos naturales de notoria singularidad, rareza o
belleza, y que por eso merecen especial protección.
En Galicia hay tres bosques
que han sido calificados,
en el año 2000, como monumentos naturales.
El clima y la orografía
gallegos hacen que el
suelo sea adecuado para la
formación de bosques. Sin
embargo, prácticamente ya
no existen bosques vírgenes y ajenos a la actividad
humana; tan solo quedan
pequeños rincones en lugares inaccesibles y alejados
de los núcleos de población. En algunos de nuestros bosques existe una especie de árbol dominante
(roble, castaño, abedul, etcétera), pero son más frecuentes los bosques mixtos, llamados fragas.
El roble o carballo («Quercus robur») es el árbol más
característico del paisaje
gallego. Es frondoso, longevo, robusto, majestuoso, y
alcanza fácilmente los 20
metros de altura. Posee
grandes raíces y, como tolera bien la falta de aireación del suelo, puede vivir
en suelos duros e incluso
en aquellos que se inundan
■ Fraga de Catasós. Conocida también como la carballeira de Quiroga, está en
el ayuntamiento de Lalín
(Pontevedra). Se trata de
un bosque de 4,5 hectáreas
formado por ejemplares de
robles («Quercus robur») y
castaños («Castanea sativa») que se consideran de
los mejores de Europa por
su tamaño (llegan a superar los 30 metros de altura).
■ Souto da Retorta. Es un
eucaliptal («Eucaliptos globulus») de unas 3,2 hectáreas que se encuentra en
Chavín, en el término municipal de Viveiro (Lugo). La
edad, alguno con más de
cien años, y tamaño de sus
ejemplares lo han hecho
merecedor de esta distinción. Uno de los eucaliptos,
llamado «El Abuelo», es el
mayor árbol de Galicia. Supera los ocho metros de
perímetro y los sesenta de
El castaño de Pumbairiños, en el Souto de Rozabales
altura. Se plantaron en
1860 con el objetivo de drenar los terrenos encharcados que están situados junto al río Landro.
■ Souto de Rozabales.
Constituye un ejemplo de
bosque atlántico con árboles de gran envergadura,
como el llamado «castiñeiro de Pumbairiños», un
castaño que destaca por
tener un perímetro de más
de 12 metros. Se encuentra
en el municipio de Manzaneda (Ourense) y ocupa
una pequeña extensión de
1,8 hectáreas.
«El Abuelo» es un imponente eucalipto del Souto da Retorta
(izq.). La fraga de Catasós (Quiroga) es monumento natural
ocasionalmente. Su madera resiste muy bien la putrefacción, motivo por el
que se ha empleado en la
construcción naval. El carballo es abundante en Galicia, desde el nivel del mar
hasta media montaña, sobre todo en la mitad norte
de nuestra región y en la
provincia de Pontevedra.
Quedan buenos testimonios de su antigua abundancia en la cuenca del río
Eume, así como en las sierras de Ancares y O Courel.
Lo normal es que en estos
bosques también existan
otras especies, como avellanos, arces, fresnos, laureles y, especialmente,
abedules y castaños. Otros
robles gallegos son el roble
albar («»Quercus petraea»),
poco frecuente salvo en
Ancares y O Courel y el rebollo («Quercus pyrenaica»), típico de zonas montañosas de interior de Lugo
y Ourense.
Descargar