¿Hacer sonar los nudillos, provoca artritis?

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TENDENCIAS | LATERCERA | Sábado 16 de febrero de 2013
¿Hacer sonar los nudillos, provoca artritis?
Si usted es de esas personas que no resiste la tentación de doblar sus dedos hasta escuchar el crujido, sepa esto: no
existe evidencia científica alguna de que este hábito cause daño en sus articulaciones.
TEXTO: Claudia Hammond/BBC
ILUSTRACIÓN: Marcelo Escobar.
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Entre el 25% y el 54% de las
personas tienen el hábito de
presionar las articulaciones
hasta que suenen. Aunque es
más frecuente en hombres.
Para algunos, se trata de un
hábito nervioso; para otros, la
sensación les provoca alivio.
La acción no puede repetirse
antes de 15 minutos.
Usando un enfoque ingenieril,
hacer sonar los nudillos
repetidamente durante
muchas décadas podría, en
teoría, dañar el cartílago.
Durante más de 60 años, el
médico Donald Unger hizo
chasquear sólo los nudillos de
su mano izquierda dos veces al
día. ¿Su conclusión?: “Veo mis
dedos, y no hay señal de
artritis en ninguna de las dos
manos”.
A
LGUNAS personas hacen
sonar sus nudillos estirando la punta de cada
dedo hasta que escuchan
un chasquido. Otros empuñan fuertemente la
mano o doblan sus dedos hacia atrás, haciendo sonar todo el lote al mismo tiempo. Si usted es una de esas personas que
se sienta y lo primero que hace es chasquear sus nudillos mientras los otros
reaccionan con un gesto de dolor o de evidente desagrado (más bien ponen cara de
asco), en algún momento le habrán dicho
-y con un cierto tono de recriminaciónque hacer sonar las articulaciones le provocará artritis.
Para algunos se trata de un hábito nervioso; para otros, la sensación les da alivio. Y no son pocos. Dependiendo de cuál
sea el estudio que usted lea, entre el 25% y
el 54% de las personas tienen este hábito.
Aunque la probabilidad más alta es en
hombres que en mujeres.
Cualquiera sea el método que se use, el
sonido se crea de la misma forma. La cápsula sinovial rodea cada una de nuestras
articulaciones y está formada por un líquido con gases (CO2-monóxido de carbono, N2-Dinitrógeno, O2-oxígeno diatómico) que sirve para lubricar las articulaciones y así evitar el desgaste de los
huesos por su roce.
Al presionar las articulaciones, el espacio entre las coyunturas crece, provocando que los gases disueltos en el fluido si-
novial formen burbujas microscópicas.
Estas burbujas se funden en otras más
grandes que son entonces reventadas por
el fluido adicional que entra para llenar el
espacio aumentado.
Una vez que las articulaciones han chasqueado, las personas no podrán hacerlo
otra vez hasta después de 15 minutos. Esto
le otorga al espacio en el nudillo el tiempo
suficiente para volver a su dimensión habitual y para que más gases se disuelvan
en el fluido, estando listo para formar
burbujas que podrán ser reventadas una y
otra vez.
Si se adopta un enfoque ingenieril, hacer sonar los nudillos repetidamente durante muchas décadas podría, en teoría,
dañar el cartílago que cubre la juntura.
Incluso se han hecho comparaciones con
el deterioro por uso acumulado en las hélices de los barcos, pero la evidencia de
que algo similar ocurre en las manos de
las personas es débil.
Acercándose al nudillo
De hecho, son pocos los estudios que se
han llevado a cabo. Quizás uno de los más
conocidos es la conocida investigación
autoinfligida que fue galardonada con el
Premio Nobel Ig en 2009. Durante más de
60 años, un doctor californiano llamado
Donald Unger hizo chasquear los nudillos
de su mano izquierda al menos dos veces
al día, dejando a salvo los de su mano derecha. ¿Su conclusión? “Veo mis dedos, y
no hay la más mínima señal de artritis en
ninguna de las dos manos”, dijo.
Ha habido otros, quizás más formales.
En 1975, a 28 residentes de un hogar para
ancianos judío en Los Angeles se les preguntó si habían chasqueado sus nudillos
de forma habitual en algún momento.
Aquellos que sí lo habían hecho tenían
menos probabilidades posteriormente de
sufrir osteoartritis en sus manos.
En un estudio más amplio, realizado en
Detroit en 1990, los investigadores examinaron las manos de 300 personas sobre 45
años. Los que chasqueaban nudillo parecían tener un agarre menos fuerte y 84%
de ellos tenían señales de hinchazón en
sus manos. Los autores dicen que esto significa que hacer sonar los nudillos debería
ser desalentado, pero me pregunto si con
esto las personas que hacen sonar sus articulaciones no sentirán mayor malestar.
¿Podría esto indicar una predisposición a
tener problemas más tarde, más que una
causa? Vale la pena destacar que cuando
se llegaba a la pregunta crucial de si los
chasqueadores de nudillos tenían más osteoartritis, la respuesta era negativa.
El estudio más reciente, publicado el
año pasado, es el más abarcador hasta al
momento, porque investigó no sólo si las
personas hacían sonar sus nudillos, sino
que la frecuencia en que lo hacen. Usted
podrá pensar que chasquear sus articulaciones cada 15 minutos debería tener un
efecto distinto a hacerlo una vez al día,
pero una vez más eso no hacía ninguna
diferencia en cuanto a las tasas de os-
teoartritis. De hecho, no había ninguna
distinción en la prevalencia de la osteoartritis entre quienes sí chasqueaban sus
nudillos y los que no.
Seguir chasqueando
Entonces, ¿cómo surgió la idea de una
relación entre chasquear los nudillos
con la artritis? Es cierto que las personas
con artritis a veces sienten que sus articulaciones chasquean porque el cartílago de la superficie de las junturas ha sido
dañado. Sin embargo, es poco común
que esto sea el primer síntoma y parece
ser más bien una consecuencia del daño
que su causa. Los factores de riesgo de la
artritis que se han establecido son la
edad, un historial familiar con esta condición y accidentes previos en la mano, o
toda una vida haciendo trabajo pesado
con las manos.
Está bien, ¿pero puede el chasquear los
nudillos provocar otras formas de daño?
Existen reportes aislados de heridas auto
infligidas debido al chasquido de los nudillos, como pulgares lesionados y ligamentos de los dedos esguinzados, pero
son muy escasos.
De modo que si a usted le agrada chasquear sus nudillos, siga haciéndolo. Eso
sí, debería tener en mente las conclusiones de los doctores que realizaron el estudio en el asilo de Los Angeles: “La principal consecuencia mórbida de chasquearse
los nudillos parece ser el efecto desagradable sobre el observador”.T
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