LA SELECCIÓN DEL TEXTO, EL TEMA, EL TÍTULO RECONSTRUCCIÓN TEXTUAL IMCE Un extranjero irreligioso que asistía por casualidad a uno de nuestros cultos en Exeter Hall, fue traído a la cruz de Cristo por las palabras de Wesley: "Jesús, que ama a mi alma." ¿Es verdad," dijo él, "que Jesús me ama a mí? entonces, ¿por qué vivo yo en enemistad con El?" Cuando reflexionemos también en que Dios puede bendecir especialmente alguna expresión en nuestras oraciones para la conversión de un hijo pródigo, y que la oración acompañada de la unción del Espíritu Santo, puede contribuir mucho para edificar al pueblo de Dios, y para conseguirle bendiciones innumerables, nos esforzaremos en hacer oración con las mejores dotes y la más abundante gracia que se halle a nuestro alcance. Spurgeon Debemos considerar de buena fe y seriamente cada semana, sobre qué asuntos predicaremos a nuestra congregación el domingo próximo, tanto en la mañana como en la tarde; porque aunque toda Escritura es buena y útil, sin embargo, no todo es igualmente a propósito para cada ocasión. Reflexionar por un momento sobre las consecuencias eternas que pueden seguir a la predicación de un solo sermón en el nombre del Gran Autor y Consumador de la le, debe bastar para condenar eficazmente el descuido y el amor propio con que se escogen y se tratan muchas veces los textos… De entre muchas piedras preciosas, tenemos que escoger la joya más a propósito para la ocasión y las circunstancias bajo las cuales vamos a predicar. No nos atrevemos a meternos en el salón de banquete del Rey, con una confusión de provisiones, sino que como servidores de buenas costumbres, nos detenemos y hacemos esta pregunta al Gran Maestro del convite: "Señor, ¿qué quieres tú que pongamos en tu mesa hoy?" Sr. Disraeli con las palabras: "En mi carne veré a Dios," al predicar recientemente en la fiesta de los segadores al concluir la cosecha. Muy incongruo era el texto del discurso fúnebre cuando se enterró un ministro (el Sr. Plow), que se había matado: "Así da a sus amados sueño." El Dr. Felipe Doddridge. Este estaba acostumbrado a ponerse directamente en frente del estudiante y a mirarlo cara a cara. Figuraos, pues, su sorpresa y tal vez indignación, al oír anunciado este texto: "¿Tanto tiempo he estado con vosotros, y no me has conocido, Felipe?" 1 Perdono al hombre que predicó ante aquel Salomón borracho, Jacobo Segundo de Inglaterra y Sexto de Escocia, sobre Jacobo 5:5: "Habéis vivido en deleites sobre la tierra y sido disolutos: habéis cebado vuestros corazones como en el día de sacrificios." En este caso la tentación fue demasiado fuerte para ser resistida; pero si es que ha llegado a vivir un hombre, como se nos dice, que celebró la muerte de un diácono por medio de un discurso sobre el texto: "Y aconteció que murió el mendigo," que sea execrado. Hay ministros que habiendo acumulado unos cuantos sermones, los repiten hasta que se fastidian sus oyentes. ¿Hay acaso dificultad en encontrar textos? Recuerdo haber leído hace muchos años en un tomo de lecturas sobre la Homilética, una declaración que me causó bastante inquietud por algún tiempo; trataba de algo relativo a este efecto: "Si alguno encuentra dificultad en escoger un texto, es mejor que desde luego se vaya a una tienda de abarrotes, o a empuñar la mancera de un arado, porque evidentemente eso sería la señal de que no tiene la aptitud necesaria para el ministerio." "Creo en el Espíritu Santo." Este es uno de los artículos del Credo, pero apenas se cree por los cristianos de un modo práctico. Muchos ministros parece que piensan que ellos tienen que escoger el texto, que descubrir sus enseñanzas, y encontrar un discurso en él. No lo creemos así. Sí alguno me preguntara ¿cómo puedo hacerme del texto más oportuno? le contestaría: "pedidlo a Dios. En la biografía de Samuel Drew, predicador metodista famoso, leemos esto: "Deteniéndose en la casa de un amigo suyo en Cornwall, después de haber predicado, una persona que había asistido al culto le dijo que había manifestado en su sermón un talento extraordinario, y siendo confirmada esta opinión por otras personas, el señor Drew les dijo: Si es verdad esto, es muy singular y, puesto que mí sermón fue enteramente impremeditado. Subí al púlpito con el objeto de predicaros sobre otro texto, pero viendo la Biblia que tenía abierta, me llamó la atención el pasaje sobre el que acabo de predicaros: "Aparéjate para venir al encuentro a tu Dios, oh Israel." Al ver estas palabras, no pude recordar mis pensamientos anteriores y aunque nunca hasta entonces había pensado en ese pasaje, me resolví al instante a ocuparme de él.'" El Sr. Drew hizo bien obedeciendo así a la dirección celestial. Bajo ciertas circunstancias, os veréis absolutamente compelidos a abandonar un discurso bien preparado, y a fiar en el oportuno auxilio del Espíritu Santo, haciendo uso de palabras que por el momento se os ocurran. 2 La preparación del mensaje - Los predicadores suelen estar a la caza de nuevas ayudas o estrategias. Pero pocos acuden a escuchar a sus colegas. Si el predicador no toma en serio el mensaje, los oyentes suelen hacer lo mismo. Muchos predicadores, mientras meditan y se preparan, piensan más en su sermón que en sus oyentes. En ocasiones piensan demasiado en cómo predicar, como consecuencia los oyentes son olvidados. Los predicadores suelen estar a la caza de nuevas ayudas o estrategias. Pero pocos acuden a escuchar a sus colegas. Y si van, es para ver lo mal que lo hacen. EL TEMA: Es importante que se pueda discernir el hecho de que las Escrituras tienen un tema; pero cada libro trata de un tema específico, el cual está en relación directa con el central. Aunque las versiones de la Biblia tengan unas 1260 páginas podemos de todo ello de hablar del tema del libro. Aun en lo secular un libro puede tener 3000 páginas pero podemos identificar un tema específico. Uno de los grandes problemas del predicador es pasearse por una serie de temas sin ser específicos en la esencia del mensaje. El tema es la esencia misma del mensaje y debe ser expresado en una frase precisa, de preferencia que no exceda de ocho palabras. Existe una diferencia entre el título y el tema. El título de un mensaje es aquella identificación que causa que los oyentes se identifiquen con el mensaje. Muchas veces se utilizan frases llamativas para títulos, pero el tema es la esencia misma de la cual se ha de edificar. La identificación del tema es vital, ya que muchas veces Dios nos habla al corazón a través de un sentir; pero la esencia de este debe de ser expresado en un tema. Ejercicios sobre el Tema: Sermón de Pedro de Hechos 2. Sermón de Pablo en Hechos 13. Sermón de Pablo en Hechos 20. 3 EL TÍTULO Establecimiento del título: El título del mensaje es una expresión del tema presentado en una forma específica, de manera que este mismo pueda ser usado para reforzar el desarrollo del mensaje. El título debe estar en perfecta armonía con el tema y texto del mensaje. Algunas características que deberá llevar el título: Bien redactado, sencillo, llamativo, etc. Es importante el título ya que contiene la esencia de tema, y puede ayudarnos a una mejor armonización del bosquejo. Si el tema es la esencia del mensaje, el título es la esencia del tema; y nos servirá para poderlo identificar y también para reforzar muchas veces los puntos principales. Ejercicios Porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocausto que no me cuesten nada .II Samuel 24:24 Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía . Daniel 1:8 Hemos considerado en las lecciones anteriores como lo primero que necesitamos inquirir al señor es por el objetivo especifico que el quiere mostramos para esa ocasión. Lo próximo será inquirir por el tema y texto que nos sean ministrados basados en ese objetivo. 4 Cuando tengamos tambien la claridad dada del Señor de si es textual, expositorio o temático la forma de ministrar el sermón, debemos proceder con los pasos sucesivos Si el Señor nos ha mostrado un tipo de sermón textual o expositivo y ya tenemos el objetivo , tema, titulo. Debemos realizar una reconstrucción textual a través de la cual podremos descomponer los pasajes de las escrituras , de manera que podamos recibir una mayor revelación con el auxilio del Espíritu Santo . La reconstrucción textual debe de incluir todas las palabras que existan en el verso y es utilizada como una herramienta para el estudio bíblico ; una de las mejores formas es la graficada , por medio de la cual en mensaje divino contenido en el verso se hace más fácil de captar. para realizarla debemos primeramente descubrir el sujeto de la oración, el predicado, verbo, etc. Recordando que el sujeto es de quien se habla ; o sea el personaje central del cual El Señor se está refiriendo ,El verbo es el que describe la acción y el predicado es aquel sobre quien recae la acción del verbo. Ejemplo: Exodo 12 Hebreos 13:20 Objetivo : Que pueda existir una definición entre aceptar o rechazar el amor divino. Tema: El amor manifestado de Dios y su deseo de impartir vida eterna. Texto: Juan 3:16 Titulo: El amor manifestado . 5 JUAN 3:16 RECONSTRUCCION TEXTUAL. DIOS (sujeto) II Envió a su porque hijo unigénito amó (verbo) (verbo) para que todo De tal manera aquel que en El al mundo cree, (predicado) (predicado) III Más tenga no se pierda. vida eterna. Bosquejo 6