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Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa”
FUERZA AÉREA ECUATORIANA
ACADEMIA DE GUERRA AÉREA
LECTURA RECOMENDADA
AGOSTO, 1986
Academia de Guerra Aérea
Página No. 1
Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa”
TEMA:
ESTRATEGIA
TÍTULO DE LA LECTURA:
LECCIÓN DE HISTORIA
LA LUFTWAFFE Y BARBARROSA
AUTOR:
Comandante Lonnie O. Ratley III
Academia de Guerra Aérea de la FAE
PUBLICACIÓN:
AGOSTO 1986
ÍNDICE
Prologo
Pág. 3
Barbarrosa
Pág. 3
Prioridades de la Luftwaffe en la
determinación de blancos
Pág. 4
Planificación de los Blancos
Pág. 5
Ejecución
Pág. 7
La Luftwaffe en Barbarrosa
Pág. 9
Lecciones Aprendidas: Punto de Vista Alemán
Pág. 10
Lecciones Aprendidas: Punto de Vista Soviética
Pág. 11
LECTURAS SELECTAS
Academia de Guerra Aérea
Página No. 2
Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa”
LECCIÓN DE HISTORIA
LA LUFTWAFFE Y BARBARROSA
Por: Academia de Guerra Aérea
FAE - QUITO
PROLOGO
El artículo que presentamos en esta
“Lectura Recomendada” se enmarca
fielmente en nuestra concepción académica
de revisión y análisis continuo de
acontecimientos
bélicos
con
una
intencionalidad de permanente aprendizaje.
“Lección de Historia: La Luftwaffe y
Barbarrosa” revisa en forma clara, no solo
los principales aspectos de la participación
de la aviación alemana en la invasión de la
Unión Soviética en 1941, sino que también
reflexiona sobre las posibles maneras de
actuar de los soviéticos, en una eventual
compaña contra los países de Europa
Occidental.
En este sentido, además del interés
innegable del tema para todos quienes están
ligados al arma aérea, este artículo es un
ejemplo de reflexión al estudiar un hecho
histórico, apreciar sus lecciones y
proyectarlas en posibles alternativas de un
futuro cercano.
BARBARROSA (“BARBA ROJA”)
A
podo de Federico I de Alemania (1123
– 1190). Se dice que nunca murió
sino que dúreme todavía en
Kyffhäuserberg en Turingia. Allí descansa en
una mesa de piedra con sus seis guerreros,
esperando “la plenitud del tiempo”, cuando
saldrá de su cueva para rescatar a Alemania
de la servidumbre y colocarla en el lugar más
prominente de todo el mundo. Su barba ha
crecido ya a través de la losa de la mesa pero
ha de rodear tres veces la mesa antes de su
segunda venida.
Academia de Guerra Aérea
Barbarrosa fue también el nombre cifrado de
la invasión de la Unión Soviética por
Alemania a partir del 22 de junio de 1941. A
las 0340 horas de este día, los recursos aéreos
combinados de cuatro flotas aéreas de
Luftwaffe, asestaron un golpe demoledor a la
fuerza aérea roja, golpe del que, en muchos
respectos, no se ha recuperado hasta nuestros
días. La Luftwaffe empleó 1280 aviones de
combate operativamente listos para la primera
serie de ataques aéreos en la guerra contra la
Unión Soviética. Con estos recursos aéreos,
la Luftwaffe destruyó más de 2000 aviones
soviéticos el primer día de la campaña en unas
18 horas de combate, contra pérdidas propias
de 35 aviones. En términos de aviones
enemigos, destruidos por aviones propios
perdidos, el ataque inicial de la Luftwaffe
contra Rusia es la operación más eficaz de la
historia del poder aéreo. De los 35 aviones
alemanes perdidos, unos 15 fueron pérdidas
no relacionadas con el combate. El problema
fue mal funcionamiento de las pequeñas
bombas de fragmentación que detonaban de
vez en cuando mientras todavía se hallaban en
los compartimentos de bombas de los aviones
al efectuar el aterrizaje. Si tomamos en
cuenta únicamente las pérdidas de aviones
alemanes frente a las defensas soviéticas, la
relación de aviones alemanes perdidos es
aproximadamente de una cada cien (1:100).
Los primeros ataque s de la Luftwaffe
se efectuaron entre las 0305 y las 0315 horas
en conjunción con el ataque terrestre del
ejército alemán.
Entre veinte y treinta
tripulaciones aéreas habían sido seleccionadas
previamente para lanzar bombas de
fragmentación especiales (SD-2, pequeñas
bombas de 10 kg) contra los campos de
aviación soviéticos principales, asignándose a
cada aeropuerto una formación de tres
aviones.
La finalidad de estos ataques
iniciales, era ocasionar perturbación y
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Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa”
confusión, así como evitar la dispersión de los
aviones soviéticos hasta el lanzamiento del
ataque principal veinticinco minutos después.
Hubo controversias considerables
entre el ejército alemán y la Luftwaffe en
relación a cuando habían de efectuarse los
primeros ataques aéreos. La posición del
ejército era firme: los comandantes de tierra
deseaban atacar a primeras luces para lograr
la cantidad máxima de sorpresa táctica y
evitar los problemas de control en un ataque
nocturno. La Luftwaffe, por el contrario,
tenía la tarea de destruir las fuerzas aéreas
rojas, a fin de que el ejército pudiera operar
sin miedo a los ataques aéreos rusos y la
Luftwaffe pudiera así proporcionar apoyo
aéreo a las fuerzas alemanas terrestres
atacantes. Si el ejército atacaba primero,
entonces las unidades de la fuerza aérea
soviética recibirían la alerta y lo más probable
es que se retiraran a aeropuertos fuera del
alcance de la Luftwaffe. La solución de
transacción resultante fue la de seleccionar
unas cuantas tripulaciones especiales para
misiones con itinerarios sobre el blanco de
0315, hora a la que comenzaría el ataque por
el ejército en la zona del Grupo Centro del
Ejército.
PRIORIDADES DE LA LUFTWAFFE
EN LA DETERMINACION DE
BLANCOS
La misión inicial de la Luftwaffe para
la etapa de comienzo de Barbarrosa fue
directa y específica: destruir la fuerza aérea
roja y su organización de tierra. Una vez
concluida esta tarea, la Luftwaffe había de
concentrarse en prestar apoyo al avance de las
fuerzas alemanas terrestres.
Estas dos
misiones pueden definirse respectivamente
como la primera misión y la misión principal
de la Luftwaffe. La Luftwaffe había de
cumplir la primera misión (eliminación de la
fuerza aérea roja) antes de concentrarse en la
misión principal, prestar apoyo al ejército
alemán.
Para adquirir una idea más clara del
concepto Barbarrosa, hay que comprender la
geografía estratégica de Alemania, el cual era,
Academia de Guerra Aérea
incluso en 1941, un país relativamente
pequeño. Alemania era pobre en recursos y
carecía de fronteras defensivas naturales.
Estos factores, dimensión, falta de fronteras
naturales y escasez de recursos, dictaron la
estrategia militar tradicional pruso-germana;
las guerras habían de ser cortas ya que no
había recursos naturales suficientes para
aportar una guerra de desgaste. Las fuerzas
armadas habían de centrarse en la calidad y en
la eficiencia ya que la base de población no
podía apoyar recursos humanos fungibles.
Finalmente, como el espacio era vital, la
estrategia miliar había de concentrarse en
destruir las fuerzas enemigas, había de
descartar
las
maniobras
estratégicas
prolongadas. Todos estos factores llevaron a
los alemanes a desarrollar la teoría de la
Vernichtungsschlacht
o
batalla
de
destrucción, la estrategia clásica consistente
en buscar rápidamente una batalla decisiva
con el enemigo para incapacitarlo para la
guerra. En estas circunstancias, el concepto
de la Aufragstaktik, o tácticas de misión, era
un principio rector natural de las operaciones
militares alemanas en todos los niveles de
mando.
Esencialmente, Auftragstaktik
significa permitir la toma de decisiones al
nivel más bajo posible en la cadena de mando.
Además, Alemania había de hacer un uso
óptimo de sus líderes ya que Alemania sabía
que iba a ser superada numéricamente por sus
contrarios. En Auftragstaktik, el escalón más
alto asignaba el objetivo al escalón más bajo.
El escalón más bajo determinaba cómo había
de alcanzarse el objetivo. Las órdenes eran
breves, simples, fáciles de comprender y con
frecuencia, solo verbales. Un comandante en
cualquier nivel, desde jefe de escuadra a
mariscal de campo, era un verdadero
comandante, no meramente una central
telefónica o máquina de copiar que pasaba
instrucciones de los cuarteles superiores a las
unidades subordinadas.
El concepto de Schwerpunkt o punto
de énfasis crítico, también ha de
comprenderse ya que el éxito inicial de
Barbarrosa se debió, en gran medida, a la
selección cuidadosa de los Schwerpunkte.
Barbarrosa, en su forma original, no
fue una operación militar alemana única en su
género, simplemente una buena operación.
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Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa”
Fue una en una larga serie de operaciones
eficaces, precedidas por Königgrätz, Sedan, el
Plan Schleiffen de 1914 y el Plan Manstein en
1940.
El estilo militar de la Luftwaffe fue
análogo al del ejército alemán.
La
Auftragstaktikfue un principio utilizado tanto
por la Luftwaffe como por el ejército alemán.
El concepto de Schwerpunkt también se
manifestó en el fuerte énfasis que la fuerza
aérea alemana colocaba en el bombardeo en
picada frente al bombardeo de saturación. La
luftwaffe era una fuerza flexible, agresiva y
tácticamente orientada. El fracaso de la
campaña de bombardeo alemán contra Gran
Bretaña y las lecciones aparejadas con dicha
campaña, eran claras para los líderes militares
alemanes antes de la iniciación de Barbarrosa.
La campaña aérea alemana en
Barbarrosa proporciona un ejemplo excelente
de estilo operativo de la Luftwaffe. Los
escalones más bajos – el nivel de escuadrón e
incluso el nivel de formación aérea – decidían
las tácticas, armas y dimensión de las
formaciones que se utilizarían para destruir
los blancos designados por los escalones más
altos. La interferencia del cuartel general
superior, se mantenía, por lo general, al
mínimo y las opiniones de las tripulaciones
aéreas se tenían en gran estima.
La selección de los blancos para la
Luftwaffe, era una aplicación lógica de la
estrategia alemana tradicional: a saber,
destruir en breve espacio de tiempo para la
capacidad del enemigo para realizar la guerra,
mediante la aniquilación de las fuerzas
militares enemigas. A la Luftwaffe se le
ordenó que realizara su planificación para una
guerra corta y en Barbarrosa, tal como se
había planificado originalmente, los blancos
estratégicos para los aviones no venían al
caso. El concepto general de la operación, era
la destrucción de la masa del ejército rojo en
la región occidental de URSS. Los blancos
estratégicos – fábricas, centrales generadoras
de energía, centros de población – no tenían
trascendencia para el desenlace de una
campaña relámpago de breve duración. La
Luftwaffe en Barbarrosa estaba totalmente
comprometida al apoyo táctico del ejército
alemán. Según palabras del mariscal de
Academia de Guerra Aérea
campo Kesselring: “Di instrucciones a mi
fuerza aérea y los generales de la fuerza
antiaérea que consideran los deseos del
ejército como mis órdenes”.
PLANIFICACIÓN DE LOS
BLANCOS
El comandante Rudolf LoytvedHardegg fue designado oficialmente a la Flota
Aérea No. 1 como Jefe de Inteligencia en
marzo de 1941. Se le encomendó la tarea de
determinar el orden de batalla de la fuerza
aérea roja y posteriormente, la determinación
de blancos de los aviones rusos e
instalaciones de tierra. Las unidades puestas
bajo su control para recogida de Inteligencia
consistían en dos emplazamientos de
intercepción de radio, un escuadrón de
reconocimiento de largo alcance (Lufthansa)
y un escuadrón de reconocimiento de largo
alcance (Luftwaffe regular) y, finalmente
acceso a la organización del servicio de
seguridad del Reichfuehrer Heinrich Himmler
para examinar a los emigrados de la Unión
Soviética.
El alto mando de la Luftwaffe ordenó
a Loytved-Hardegg que investigara los puntos
siguientes de interés especial:
¿Es cierto que 9000 aviones soviéticos se
hallan todavía en la zona occidental de
URSS?
¿Estaban
estos
9000
aviones
complementados con aviones modernos?
¿Dónde estaban las plantas industriales
que producían los aviones modernos y
motores modernos?
Cabe advertir que la recolección de
datos de inteligencia para la determinación de
blancos de la operación sumamente eficaz de
la Luftwaffe durante los primeros días críticos
de Barbarrosa, estuvo a cargo de un
comandante con una dotación de tres
oficiales. El mismo personal designó también
todos los blancos de la Luftwaffe frente a los
Grupos Norte y Centro del ejército alemán.
El éxito de los ataques de la Luftwaffe
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Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa”
presenta un argumento convincente para los
estados mayores de planificación competente
y pequeño.
Dos incidentes que ocurrieron durante
esta etapa de recogida de informes de
Inteligencia son especialmente significativos.
El primero fue el relacionado con una misión
de reconocimiento de largo alcance de la
Luftwaffe
utilizando
un
avión
de
reconocimiento especial recién desarrollado,
el Junkers Ju 86P, que era capaz de alcanzar
alturas de 34.000 pies. Una misión muy
adentrada en territorio ruso, un Ju 86P fue
obligado a descender por un interceptor ruso.
Esto preocupó al comandante LoytvedHardegg ya que la impresión general a
principios de 1941 había sido que los rusos no
tenían aviones modernos capaces de
interceptar a los aviones alemanes por encima
de los 30.000 pies.
Otro incidente fue el relacionado con
un ingeniero de extracción alemana emigrado
recientemente a quien se había permitido salir
de la unión Soviética en virtud de los
términos de un Pacto Ruso-Alemán de No
Agresión negociado (1939). El ingeniero fue
examinado debido a su empleo en una fábrica
de aviación. El emigrado fue identificado
pronto como un experto en la tecnología de
aleaciones. Su trabajo de ingeniería en una
fábrica rusa de motores de aviación, produjo
resultados tan excelentes que los rusos le
pagaban en oro. Loytved-Hardegg quedó
maravillado de que se permitiera salir a un
hombre de tanto talento y que Rusia tuviera
personal de tan alta capacidad en su industria
aeronáutica. Estos dos incidentes llevaron a
loytved-Hardegg a preocuparse más acerca de
la capacidad técnica de los rusos. LoytvedHardegg opinaba que los rusos no estaban tan
atrasados en ciertos campos técnicos vitales
para la producción bélica como mucha gente
en Alemania y en el Occidente había sido
inducidos a creer.
Loyteved-Hardegg estimó que había
unos 15.000 aviones en la Fuerza Aérea Roja,
de los cuales 350 eran considerados por los
alemanes como aviones modernos.
La
organización de Inteligencia de LoytvedHardegg determinó que había unos
2.000aeropuertos en la región occidental de
Academia de Guerra Aérea
URSS. Esta información, cuando fue
presentada al Reichmarschall Hermann
Göring, no fue bien acogida. Según LoytvedHardegg, Göring no pasó esta información al
alto mando de las fuerzas armadas: no era
concebible para Göring que un pueblo
“primitivo” como los rusos pudiera tener
tantos aviones.
Las reservas mentales de LoytvedHardegg nunca tuvieron oportunidad de
modificar la decisión de Hitler de atacar a la
Unión Soviética. Aunque personalmente se
sentía receloso acerca de las posibilidades de
éxito, Loytved-Hardegg trabajó con ahínco y,
como los acontecimientos posteriores
demostraron, eficazmente en la selección de
los blancos para la Luftwaffe, las prioridades
en la determinación de los blancos
establecidas por Loytved-Hardegg para el
primer día de Barbarrosa fueron los
siguientes:
Aviones nuevos con organización de
tierra afín.
Instalaciones de producción de aviones
modernos y motores de aviones
modernos.
Aviones con motores modernos.
Otros aviones.
Organización de tierra de la fuerza aérea
roja.
Apoyo al ejército.
La Segunda de las prioridades fue
imposible de cumplir ya que las fábricas
estaban fuera del alcance de los bombarderos
alemanes disponibles en esa fecha.
Al comienzo de la operación
Barbarrosa los alemanes conocían de unos
2000 aeropuertos soviéticos dentro de un
cinturón de 250 kilómetros de la frontera
occidental de la URSS. De estos aeropuertos,
cuatro en el norte y siete frente a Grupo
Centro del ejército alemán, tenían aviones
modernos. Cada aeropuerto ocupado tenía un
promedio de 30 aviones.
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Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa”
La organización de Loytved-Hardegg preparó
carpetas selladas con los blancos para cada
comandante de grupo de la Luftwaffe que
participaría en Barbarrosa. Los comandantes
de grupo pasaron la información apropiada
sobre los blancos a cada uno de los jefes de
escuadrón, quienes a su vez transmitieron los
datos a sus tripulaciones aéreas. La seguridad
estaba, pues, compartamentalizada. Muchas
tripulaciones aéreas solo tuvieron ocho horas
de aviso antes del despegue para sus
misiones.
Se consideraba que podría
obtenerse un efecto mayor con la sorpresa que
con una planificación minuciosa, la cual
entrañaría posibles riesgos de seguridad.
También se consideraba que una extensa
planificación de las misiones de las
tripulaciones aéreas, era menos crítica ya que
la mayoría de las tripulaciones eran
experimentadas y en su capacitación se había
subrayado la flexibilidad. El principio de la
Auftragstaktik proporcionó a la Luftwaffe la
capacidad de tácticas flexibles y una
utilización máxima de las aptitudes de las
tripulaciones aéreas.
Los líderes de la
Luftwaffe no consideraban el período de
notificación muy breve como un gran
impedimento.
Una vez terminado todo el análisis, se
concluyó la determinación de los blancos de
la Luftwaffe. Cabe advertir no se asignaron
blancos específicos para las misiones después
de los ataques desorganizadores y de la
primera ola por la Luftwaffe. La Luftwaffe
esperó recibir informes sobre los efectos del
bombardeo de las tripulaciones que
regresaban a sus bases y de los pilotos de
reconocimiento antes de asignar ataques
aéreos posteriores, ya que sería necesario
atacar nuevamente algunos blancos, mientras
que otros habían quedado totalmente
destruidos o no valía la pena atacarlos. La
lista final de blancos para la primera oleada de
ataques aéreos de la Luftwaffe en la operación
Barbarrosa, fue la siguiente: 31 aeropuertos,
3 presuntos cuarteles, 2 acuartelamientos, 2
posiciones de artillería, una posición a prueba
de bombas, un depósito de petróleo, aceite y
lubricantes y las instalaciones portuarias de
Sebastopol. El éxito obtenido en los ataques
de la Luftwaffe asombraría tanto a los
alemanes como a los rusos.
Academia de Guerra Aérea
EJECUCION
Un total de 868 aviones – 637 aviones
de ataque (Stukas, bombarderos, destructores)
y 231 cazas (Me 109) – participaron en la
primera oleada contra los blancos ya
mencionados. No se dispone de resultados de
los ataques aéreos contra blancos distintos de
aviones, ya que no se realizó en el momento
del ataque una contabilidad exacta. Sin
embargo, se conocer las pérdidas de aviones
tanto amigos como enemigos. Las pérdidas
preliminares de aviones soviéticos con motivo
de los primeros ataques de la Luftwaffe,
ascendieron (conservadoramente) a 222
aviones destruidos en el aire y 890 destruidos
en tierra. La pérdida de aviones alemanes en
el ataque de la primera oleada, fueron las
siguientes: 2 Me 109, 1 Me 110, 1 Ju 87, 8 Ju
88 y 6 He 111. Este total de 18 aviones
alemanes es algo equívoco ya que cierto
número de pérdidas fueron ocasionadas por
mal funcionamiento de las bombas de
fragmentación SD-2 y SD-10.
El coronel Robert Poetter, retirado de
la Luftwaffe, ha dado un recuento personal de
la primera misión volada por su unidad en
apoyo del Grupo Norte del ejército. En esa
fecha Poetter era el jefe al mando del I Grupo
de la Brigada de Bombarderos No. 76,
equipada con Ju 88 A. Su unidad estaba
estacionada en Jesau al sur de Köningsberg.
El blanco de Poetter fue el aeropuerto ruso de
Kadania en Lituania. Poetter había recibido
noticias de Barbarrosa y de la misión de su
grupo el día antes de boca de su comandante,
el teniente general Foester, en una reunión de
todos los comandantes de Grupo en el Primer
Cuerpo Aéreo.
Poetter tuvo libertad completa de
acción en relación con las tácticas que podía
utilizar para destruir los aviones de la fuerza
aérea roja y su organización de tierra en el
aeropuerto de Kadania utilizando las carpetas
de blancos preparadas por el comandante
Loytved-Hardegg, el grupo del coronel
Poetter planificó una entrada de alto nivel
(4000 metros de altura) con un ataque de bajo
nivel y salida a bajo nivel. Las municiones
utilizadas por los Ju 88 A atacantes del grupo,
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Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa”
eran pequeñas bombas de fragmentación SD2. La zona de blancos del aeropuerto había
sido dividida en tres secciones cada una de las
cuales se asignó a uno de los tres escuadrones
del ala de bombarderos No. 76 del Primer
Grupo.
La misión comenzó con el despegue a
las 0210 horas y terminó con el aterrizaje a las
0403.
Tras acercarse al aeropuerto de
Kadania a mayor altura y observar los
blancos, los Ju 88 descendieron a baja altura
8copa de los árboles) e hicieron una pasada
con las SD-2. El coronel Poetter recuerda ver
unos 30 aviones rusos en el campo de
aterrizaje. El grupo de la Luftwaffe perdió
solamente un avión, un Ju 88 que chocó en el
aire contra una SD-2 lanzada desde otro avión
Ju 88.
Poetter cuenta que una unidad de
bombarderos a la que había sido asignado con
anterioridad, que prestaba servicio a la sazón
(22 de junio de 1941) con el Grupo Sur del
ejército), fue estrictamente limitada por el
comandante del cuerpo en cuanto a las
tácticas que podían utilizar en los ataques del
primer día con las SD-2. Se especificó no
solo el blanco sino la entrada, salida y tácticas
exactas. En contraste con la tasa de pérdidas
relativamente baja del grupo de Poetter en el
norte, las pérdidas del otro grupo fueron muy
elevadas utilizando tácticas rígidamente
especificadas. Las pérdidas sufridas por la
unidad en el sur se debieron principalmente a
fuego de pequeño calibre, ya que la entrada,
salida y ataque se realizaron todos a baja
altura. La identificación de los blancos fue
muy difícil y el tiempo de exposición a la
artillería antiaérea de pequeño calibre (AAA)
fue mayor.
Poetter considera que una de las
razones principales para el éxito de su grupo,
al servicio del general Foester, fue la de que
Foester permitió a sus comandantes
determinas las tácticas que ellos consideraban
ser las mejores y no dictó la forma en que
habían de realizarse las operaciones. Citando
las propias palabras de Poetter: “Se nos dijo
que teníamos que hacer, pero no la forma de
hacerlo”.
La
enormidad
Academia de Guerra Aérea
del
éxito
de
la
Luftwaffe para los primeros días de la
campaña y especialmente, para le primer día,
fue espectacular.
Ese primer día, los
alemanes cambiaron 35 aviones por unos
2000 aviones rusos. Las pérdidas de aviones
rusos
se
fueron
reduciendo
luego
paulatinamente después de los primeros días
del combate, lo que ilustra el efecto de la
sorpresa sobre las pérdidas del enemigo a
principios de la campaña, cabe advertir que el
índice de presteza operativa de la Luftwaffe al
comienzo de Barbarrosa, era solo de 70 por
ciento. Si la Luftwaffe hubiera tomado más
tiempo y dedicado menos energía al
movimiento de las unidades en la víspera de
partir hacia el este para participar en la
campaña, hubiera alcanzado un índice de
presteza operativa mucho más próximo a 100
por ciento. Sin embargo, se determinó que la
sorpresa era un factor más valioso que el mero
número de aviones atacantes. El hecho de
que sólo 868 aviones de ataque de combate,
de los 1280 disponibles para las operaciones,
se utilizarán en la primera oleada de ataques,
respalda esta aseveración. Comentando en su
diario sobre el éxito de la luftwaffe, el general
Otto Hoffmann Waldau indica que 80 por
ciento del éxito del ataque se debió a la
sorpresa.
Como resultado del enorme número
de aviones enemigos destruidos durante los
primeros días de Barbarrosa, los rusos
sufrieron una grave pérdida de confianza en
su capacidad. Aunque las tácticas en general
tendían a ser bastante rígidas, la fuerza aérea
roja era la mayor del mundo en 1941 y ya la
URSS tenía una industria aeronáutica
igualmente importante para prestar apoyo a su
fuerza aérea. En esta fecha, la fuerza aérea
roja era una fuerza con la que tenía que contar
todo posible agresor.
Los soldados y
aviadores de la unión Soviética habían sido
bombardeados
constantemente
con
propaganda sobre lo invencible que era el
ejército rojo, por lo que podemos imaginar el
choque tremendo que sufrió la fuerza aérea
roja cuando se conoció la magnitud de los
éxitos iniciales de la Luftwaffe contra la
URSS: de la mayor fuerza aérea del mundo
pasó a ser una fuerza que no podría mantener
incluso superioridad aérea local, todo ello en
un día. En el curso de la guerra, la fuerza
aérea roja mejoró, pero hombre por hombre,
Página No. 8
Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa”
avión por avión, nunca se puso a la altura de
la Luftwaffe. Los aviones de apoyo aéreo
cercano alemanes, solían trabajar con
frecuencia sin beneficio de cobertura aérea
para protección contra los cazas soviéticos,
aun cuando trababan combate con aviones
enemigos.
La rigidez de las tácticas aéreas rusas
al comienzo de Barbarrosa, era casi increíble.
El mariscal de campo Erich von Manstein
describió un incidente en un puente sobre el
río Duna que había sido capturado intacto por
los alemanes. En esa ocasión, oleada tras
oleada de bombarderos rusos atacaron el
puente a baja altura. Al final del día, habían
sido destruidos por los cazas y baterías
antiaéreas alemanes, 64 aviones rusos
atacantes.
En la fuerza aérea roja, la
obediencia ciega al líder de vuelo era la
norma. El general Loytved-Hardegg informó
que solo el líder de vuelo en las formaciones
de bombarderos rusos conocía realmente cuál
era el blanco, y él era el único miembro de la
tripulación que tenía un mapa aeronáutico.
Hay que reiterar que Barbarrosa había
de ser una campaña breve. Las medidas de la
Luftwaffe respaldaban este concepto. La
Luftwaffe obtuvo superioridad aérea, pero no
erradicó a la fuerza aérea roja. La Luftwaffe
fue capaz de proporcionar amplio apoyo a las
operaciones del ejército alemán desde el
primer día de la campaña y este apoyo
aumentó diariamente. Luego, la misión de la
Luftwaffe cambió rápidamente a la
interdicción y el apoyo aéreo cercano, siendo
este último más prominente durante todo el
año 1941. El ejército alemán, con el apoyo de
la Luftwaffe para las operaciones terrestres,
pudo operar sin miedo a una interferencia
efectiva de la fuerza aérea roja.
LA LUFTWAFFE
EN BARBARROSA
Quizás, sin comprenderlo entonces, el
plan de ataque aéreo de la Luftwaffe para el
comienzo de Barbarrosa, fue probablemente
el más eficaz posible considerando los
recursos aéreos a disposición de los alemanes
en 1941. Si los alemanes hubieran optado por
Academia de Guerra Aérea
un bombardeo estratégico contra la industria
rusa – en vez de concentrarse en el apoyo
táctico – hubiera sido imposible efectuar con
tanta eficacia la primera etapa de la operación
Barbarrosa.
En esa época, los alemanes no tenían
una fuerza aérea estratégica eficaz, por lo que
se concentraron en dos tareas: la primera
misión y la misión principal. La primera
misión era la destrucción de las fuerzas aéreas
soviéticas y la misión principal, el apoyo del
ejército alemán atacante con todos los medios
posibles. La misión principal dio prioridad a
los ataques aéreos continuos contra las
defensas enemigas, especialmente en la
destrucción de las posiciones fortificadas
soviéticas y la perturbación del movimiento
de avance de las fuerzas rusas de reserva
mediante ataques aéreos a las carreteras y
ferrocarriles. El apoyo aéreo táctico continuo
a las puntas de lanza del ejército alemán
atacante también tenía prioridad.
La Luftawaffe pasó a dedicarse en
forma creciente a su misión principal a
medida que el frente alemán avanzaba hacia
el este. Inicialmente, hubo alguna discusión
sobre “ahorrar los recursos aéreos para la
ofensiva final contra Gran Bretaña después de
que se hubiera liquidado la situación rusa”.
Sin embargo, a medida que la Luftwaffe se
preparaba para una guerra larga y prolongada
en el frente oriental, se silenció esta
especulación optimista.
En lo que respecta a la destrucción de
los centros de mando, control y
comunicaciones (las 3C), básicamente puede
afirmarse que la determinación de tales
blancos no era una política de la Luftwaffe en
las etapas iniciales de Barbarrosa.
Sin
embargo, la Luftwaffe si atacó tres
acuartelamientos de los altos mandos en la
primera oleada inicial de ataques del 22 de
junio de 1941. Varios factores pueden haber
contribuido a la decisión de la Luftwaffe con
respecto a las 3C. Fundamentalmente, el
sistema de comunicaciones ruso, su red de
transporte y su estructura de mando eran
primitivos si se las juzga conforme a las
normas
alemanas.
La
falta
de
comunicaciones avanzadas se manifestó
incluso en el aire con la fuerza aérea roja. Por
Página No. 9
Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa”
ejemplo, solo el líder de vuelo en una
formación de bombarderos rusos tenía ayudas
a la navegación e información sobre los
blancos. Ninguno de cuatro ex - oficiales de
la Luftwaffe entrevistados, todos los cuales
participaron en las operaciones durante las
cuatro primeras semanas de Barbarrosa,
pueden recordar un ataque aéreo de la
Luftwaffe contra un cuartel general o centro
de comunicaciones superior. Sin embargo,
todos
recuerdan
haber
participado
activamente en ataques contra aeropuertos,
ferrocarriles, estaciones ferroviarias y puntos
de congestión del transporte.
Muchos blancos C fueron destruidos,
pero tendían a serlo como subproducto de
operaciones más amplias cuya meta era la
destrucción física de las fuerzas físicas
militares enemigas. En lo que respecta a las
comunicaciones, el coronel Poetter afirma que
con frecuencia evitaban destruir un puesto de
mando enemigo (nivel inferior) ya que se
podían utilizar las transmisiones del puesto de
mando para obtener datos de Inteligencia
oportunos. A la inversa, hubo un fuerte
hincapié en evitar la retirada de las fuerzas del
ejército rojo hacia el interior de la URSS, así
como perturbar el refuerzo de las fuerzas
soviéticas de vanguardia con personal y
pertrechos de reserva.
De todos los documentos investigados
para este estudio, solo hubo una mención de
determinación de blancos 3C. Entre los
blancos del Octavo Cuerpo Aéreo figuraban la
interrupción de las comunicaciones enemigas
y la eliminación de la estructura de mando del
enemigo mediante la destrucción de puestos
de mando del campo de batalla conocidos.
Estos blancos seguían las listas que ordenaban
la destrucción de las fuerzas aéreas enemigas
y el apoyo de las unidades blindadas en líneas
delanteras.
El general Loytved-Hardegg
indicó que hubieran atacado los blancos 3C si
hubieran sabido dónde estaban, pero la
naturaleza primitiva del sistema soviético de
3C en 1941, no permitía ejercer esta opción.
LECCIONES APRENDIDAS
PUNTO DE VISTA ALEMÁN
Tres fueron las principales razones
para el éxito de Barbarrosa: sorpresa,
Schwerpunkt y Aufragstaktik.
A esos
factores expuestos por el general Graf von
Kielmansegg, el coronel Freiherr von Beust
agregó el factor de la flexibilidad.
Considerando el equipo disponible y los
recursos asignados a la Luftwaffe, su
contribución a Barbarrosa puede considerarse
como un uso de los recursos disponibles casi
óptimo. Retrospectivamente, no hay duda de
que la Luftwaffe cometió errores. Uno de
estos errores fue el de mantener en reserva
aviones para la ofensiva futura contra Gran
Bretaña en previsión de la conclusión feliz de
la campaña rusa. La ofensiva rusa nunca
llegó a concluirse. Sin embargo, la decisión
de mantener aviones en reserva se adoptó al
más alto nivel político en Alemania en esa
fecha y no guarda relación con el enorme
éxito de la Luftwaffe en la primera etapa de
Barbarrosa. Otro problema fundamental, fue
el suscitado por el general Lytved-Hardegg.
Consideraba que las dependencias de estado
mayor eran con frecuencia redundantes, por
ejemplo, estados mayores tendían a duplicarse
mutuamente y con frecuencia, impedían una
acción oportuna.
Las lecciones generales aprendidas del apoyo
por la Luftwaffe en la primera etapa de
Barbarrosa, pueden resumirse de la siguiente
manera:
La Luftwaffe fue una fuerza aérea táctica
subordinada en realidad al ejército.
Como regla general, la responsabilidad de
la Luftwaffe para la realización de las
misiones, se delegó al nivel más bajo
posible.
Los jefes de unidades de la Luftwaffe
estaban capacitados de la forma alemana
tradicional y sus acciones eran un reflejo
de esa capacitación.
Academia de Guerra Aérea
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Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa”
La Luftwaffe eliminó eficazmente a la
fuerza aérea roja por la duración
planificada de Barbarrosa.
Tras la eliminación de la fuerza aérea
roja, la Luftwaffe concentró sus esfuerzos
en el apoyo aéreo cercano y en la
interdicción en apoyo de las operaciones
del ejército.
Durante
Barbarrosa
no
existían
operaciones aéreas estratégicas eficaces.
El reconocimiento aéreo era altamente
valorado por el ejército alemán; 25%,
aproximadamente, de los aviones de
combate alemanes se asignaron a
reconocimiento.
LECCIONES APRENDIDAS
APLICACIÓN SOVIÉTICA
¿Qué aprendieron los rusos de
Barbarrosa en relación con el podre aéreo? En
primer lugar, si los rusos hubieron utilizado
con cierta competencia y astucia la
maquinaria militar bastante grande que tenían
en 1941, no habrían sufrido la masiva derrota
que experimentaron el verano de ese año, ni
hubieran perdido veinte millones de
compatriotas en el curso de los cuatro años
siguientes tratando de recuperar lo que habían
perdido en cuatro meses. La realidad es que
los rusos no utilizaron sus recursos sabia o
eficazmente durante la primera parte de
Barbarrosa y pagaron un precio muy elevado
por la incompetencia de sus líderes
gubernamentales. El propio Stalin ha sido
muy criticado por sus compatriotas rusos por
las purgas de los años treinta que eliminaron a
muchos de los líderes militares más
competentes de Rusia, destacando entre ellos
el mariscal Miknail N. Tukhachevski.
Personalmente Stalin no estaba
convencido de que los alemanes llegaran a
atacar a Rusia.
Sus organizaciones de
Inteligencia, así como las potencias
extranjeras, le habían advertido repetidas
veces sobre el inminente ataque alemán pero
Stalin optó por no prestar atención a las
Academia de Guerra Aérea
advertencias. El estilo personal de dirección
del dictador soviético, permeaba todo el
ejército rojo y la fuerza aérea y fue
responsable en parte de la innecesaria pérdida
de personal y aviones. Líderes lisonjeros
dominaban los niveles más altos del ejército
rojo en 1941.
Los rusos fueron sorprendidos por los
alemanes y esto ocasionó a los soviéticos
pérdidas graves exacerbadas por la ausencia
en Rusia de una red eficaz de
comunicaciones. Por ejemplo, a la 0130del
22 de junio, unas dos horas antes de los
primeros ataques alemanes. Stalin quedó
finalmente convencido de una invasión
alemana y ordenó la alerta del ejército y la
dispersión de las unidades de la fuerza aérea
roja asignadas en las zonas de la frontera
occidental de URSS. Desafortunadamente
para los rusos, esta orden vital se demoró a lo
largo de la cadena de comunicaciones y no
llegó a las unidades apropiadas hasta después
del ataque alemán.
Las lecciones desde el punto de vista ruso
pueden resumirse así:
El ser sorprendido cuesta caro.
Líderes
militares
incompetentes
seleccionados debido a la lealtad política
solamente, impiden la realización eficaz
de operaciones de combate.
Atacar primero y tomar la iniciativa,
produce dividendos enormes.
La falta de comunicaciones eficaces,
dificulta el control y la eficacia de las
fuerzas militares.
En una campaña relámpago, los
índices de intercambio son muy elevados a
favor del atacante y luego descienden
rápidamente a medida que pasa el tiempo y
desaparece el efecto de la sorpresa. Si el
atacante mantiene la iniciativa y su inercia, la
campaña concluye antes de que comience a
descender este índice de intercambio
favorable. La campaña contra la fuerza aérea
roja demuestra este hecho. La batalla aérea la
ganó esencialmente la Luftwaffe mantuvo
superioridad aérea y operó esencialmente sin
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Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa”
trabas prestando apoyo al ejército por el resto
del tiempo planificado para la campaña
Barbarrosa.
Las preguntas claves son ahora: ¿De
que forma puede esperarse que los soviéticos
lancen una campaña relámpago propia contra
los países de Europa Occidental? ¿De qué
forma ha efectuado a su forma de pensar la
experiencia rusa con la Luftwaffe en
Barbarrosa? Si los soviéticos siguen las
lecciones aprendidas de la Luftwaffe,
entonces un ataque convencional general
contra Europa Occidental, puede esperarse
que hagan lo siguiente:
Sacrificar los números totales disponibles y
optar en su lugar por un ataque por
sorpresa en forma de un primer ataque
relámpago.
Tratar de eliminar las fuerzas aéreas
contrarias al comienzo de las operaciones
de combate.
Concentrarse en la destrucción en vez de la
perturbación; es decir, la perturbación solo
sería un medio para alcanzar el fin: la
destrucción de las fuerzas enemigas.
Dedicar intensamente las fuerzas aéreas al
apoyo de las operaciones terrestres.
Mejorar la eficacia
comunicaciones.
de
sus
propias
Si los soviéticos atacan a NATO,
¿tendrán los resultados de las fuerzas aéreas
soviéticas el mismo efecto que los ataques de
la Luftwaffe contra los rusos en el verano de
1941? Claramente, la respuesta es negativa.
No es razonable suponer que los rusos puedan
esperar alcanzar el mismo índice de
intercambio de aviones en combate de 100:1,
obtenido por los alemanes en 1941. Un gran
número de aviones de NATO están
estacionados en albergues protegidos contra
las explosiones. Una porción importante de
las fuerzas aéreas de NATO está en constante
estado de alerta. La red de radar de pre alerta
de NATO es muy eficaz y puede esperarse
que evite un ataque aéreo completamente por
sorpresa contra los aeropuertos de NATO. A
pesar de todas estas condiciones diferentes
Academia de Guerra Aérea
que han realzado la defensa, un ataque
soviético masivo por sorpresa pudiera dañar
seriamente, o incluso críticamente, la
capacidad de NATO de defender a Europa
Occidental.
Los soviéticos no necesitan alcanzar
un índice de intercambio de aviones de 100:1
ya que a las fuerzas aéreas del Pacto de
Varsovia les quedarían muchos aviones para
proporcionar apoyo a sus operaciones
terrestres. Puede suponerse, además que, si
los soviéticos siguen las lecciones aprendidas
de la Luftwaffe en Barbarrosa, tratarán de
destruir tantos aviones de NATO como sea
posible al comienzo de la campaña.
Podemos situarnos en la posición del
comandante de la fuerza aérea del Pacto de
Varsovia y hacernos la siguiente pregunta:
¿De qué forma puede apoyar óptimamente a
las fuerzas de infantería en este ataque contra
NATO? Dos factores vienen inmediatamente
al pensamiento. Las fuerzas de infantería del
Pacto de Varsovia contra los aviones de
NATO que realizan misiones de interdicción.
Estos factores requieren superioridad aérea y
el método menos costoso de lograr la
superioridad aérea, es el de destruir la fuerza
aérea del enemigo en tierra. Sin embargo, hay
que recordar que los alemanes en Barbarrosa
se fijaron como blancos tres altos mandos
para atacarlos en la primera oleada de aviones
de la Luftwaffe. Aparentemente se estimaba a
la sazón que las instalaciones de estos mandos
tenían una importancia tal que podían restarse
unas cuantas salidas de la misión principal de
logro de superioridad aérea.
Una diferencia importante entre el
caso de la Luftwaffe en 1941 y el de Europa
en nuestros días, es que los alemanes en 1941
no sabían dónde estaban todos los aeropuertos
rusos. Los alemanes trataron de determinar el
emplazamiento de los aeropuertos rusos, pero
no estaban ciertos de su ubicación. Por el
contrario, puede suponerse que los soviéticos
hoy conocen los lugares exactos de todos los
aeropuertos de NATO. En unión de muchos,
parece ser una opción lógica y tentadora para
el comandante aéreo del Pacto de Varsovia
asignar todos sus aviones de combate a
ataques aéreos inmediatos y simultáneos
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Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa”
contra todos los aeropuertos de NATO al
comienzo de las operaciones de combate.
Otra opción sería la de asignar una
parte de los aviones atacantes del Pacto de
Varsovia, a blancos clave 3C, mientras que la
gran mayoría de los aviones de combate se
dedicarían a destruir las fuerzas aéreas de
NATO. Esta segunda opción sería paralela al
ataque por la Luftwaffe en junio de 1941.
Las operaciones de la Luftwaffe
durante las etapas iniciales de la operación
Barbarrosa, tuvieron un éxito enorme y
cumplieron el papel de la Luftwaffe en la
concepción general del plan alemán original
para la destrucción total del ejército rojo. El
resultado último de la decisión alemana de
atacar a la Unión Soviética, fue la destrucción
total del Tercer Reich. Sin embargo, puede
alegarse que las iniciativas políticas alemanas
después de 1940 no estuvieron a la altura de
la competencia de las operaciones militares
alemanas.
Además, una de las razones
principales para la derrota de Alemania en la
segunda guerra mundial, fue el hecho de que
los líderes alemanes no lograron considerar
las operaciones militares como “continuación
de la política por otros medios” orientados
hacia objetivos políticos. A pesar de estas
limitaciones,
desde
una
perspectiva
puramente militar, la campaña militar, la
campaña de la Luftwaffe contra la fuerza
aérea roja y el apoyo posterior del ejército
alemán durante la operación Barbarrosa,
fueron eficaces en todo sentido.
Fin.
LECTURAS SELECTAS
DIAGRAMACIÓN E IMPRESIÓN
Academia de Guerra Aérea
La Cabaña 711 – Las Condes
SANTIAGO – CHILE
AGOSTO, 1986
Arbr.
Academia de Guerra Aérea
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