Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa” FUERZA AÉREA ECUATORIANA ACADEMIA DE GUERRA AÉREA LECTURA RECOMENDADA AGOSTO, 1986 Academia de Guerra Aérea Página No. 1 Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa” TEMA: ESTRATEGIA TÍTULO DE LA LECTURA: LECCIÓN DE HISTORIA LA LUFTWAFFE Y BARBARROSA AUTOR: Comandante Lonnie O. Ratley III Academia de Guerra Aérea de la FAE PUBLICACIÓN: AGOSTO 1986 ÍNDICE Prologo Pág. 3 Barbarrosa Pág. 3 Prioridades de la Luftwaffe en la determinación de blancos Pág. 4 Planificación de los Blancos Pág. 5 Ejecución Pág. 7 La Luftwaffe en Barbarrosa Pág. 9 Lecciones Aprendidas: Punto de Vista Alemán Pág. 10 Lecciones Aprendidas: Punto de Vista Soviética Pág. 11 LECTURAS SELECTAS Academia de Guerra Aérea Página No. 2 Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa” LECCIÓN DE HISTORIA LA LUFTWAFFE Y BARBARROSA Por: Academia de Guerra Aérea FAE - QUITO PROLOGO El artículo que presentamos en esta “Lectura Recomendada” se enmarca fielmente en nuestra concepción académica de revisión y análisis continuo de acontecimientos bélicos con una intencionalidad de permanente aprendizaje. “Lección de Historia: La Luftwaffe y Barbarrosa” revisa en forma clara, no solo los principales aspectos de la participación de la aviación alemana en la invasión de la Unión Soviética en 1941, sino que también reflexiona sobre las posibles maneras de actuar de los soviéticos, en una eventual compaña contra los países de Europa Occidental. En este sentido, además del interés innegable del tema para todos quienes están ligados al arma aérea, este artículo es un ejemplo de reflexión al estudiar un hecho histórico, apreciar sus lecciones y proyectarlas en posibles alternativas de un futuro cercano. BARBARROSA (“BARBA ROJA”) A podo de Federico I de Alemania (1123 – 1190). Se dice que nunca murió sino que dúreme todavía en Kyffhäuserberg en Turingia. Allí descansa en una mesa de piedra con sus seis guerreros, esperando “la plenitud del tiempo”, cuando saldrá de su cueva para rescatar a Alemania de la servidumbre y colocarla en el lugar más prominente de todo el mundo. Su barba ha crecido ya a través de la losa de la mesa pero ha de rodear tres veces la mesa antes de su segunda venida. Academia de Guerra Aérea Barbarrosa fue también el nombre cifrado de la invasión de la Unión Soviética por Alemania a partir del 22 de junio de 1941. A las 0340 horas de este día, los recursos aéreos combinados de cuatro flotas aéreas de Luftwaffe, asestaron un golpe demoledor a la fuerza aérea roja, golpe del que, en muchos respectos, no se ha recuperado hasta nuestros días. La Luftwaffe empleó 1280 aviones de combate operativamente listos para la primera serie de ataques aéreos en la guerra contra la Unión Soviética. Con estos recursos aéreos, la Luftwaffe destruyó más de 2000 aviones soviéticos el primer día de la campaña en unas 18 horas de combate, contra pérdidas propias de 35 aviones. En términos de aviones enemigos, destruidos por aviones propios perdidos, el ataque inicial de la Luftwaffe contra Rusia es la operación más eficaz de la historia del poder aéreo. De los 35 aviones alemanes perdidos, unos 15 fueron pérdidas no relacionadas con el combate. El problema fue mal funcionamiento de las pequeñas bombas de fragmentación que detonaban de vez en cuando mientras todavía se hallaban en los compartimentos de bombas de los aviones al efectuar el aterrizaje. Si tomamos en cuenta únicamente las pérdidas de aviones alemanes frente a las defensas soviéticas, la relación de aviones alemanes perdidos es aproximadamente de una cada cien (1:100). Los primeros ataque s de la Luftwaffe se efectuaron entre las 0305 y las 0315 horas en conjunción con el ataque terrestre del ejército alemán. Entre veinte y treinta tripulaciones aéreas habían sido seleccionadas previamente para lanzar bombas de fragmentación especiales (SD-2, pequeñas bombas de 10 kg) contra los campos de aviación soviéticos principales, asignándose a cada aeropuerto una formación de tres aviones. La finalidad de estos ataques iniciales, era ocasionar perturbación y Página No. 3 Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa” confusión, así como evitar la dispersión de los aviones soviéticos hasta el lanzamiento del ataque principal veinticinco minutos después. Hubo controversias considerables entre el ejército alemán y la Luftwaffe en relación a cuando habían de efectuarse los primeros ataques aéreos. La posición del ejército era firme: los comandantes de tierra deseaban atacar a primeras luces para lograr la cantidad máxima de sorpresa táctica y evitar los problemas de control en un ataque nocturno. La Luftwaffe, por el contrario, tenía la tarea de destruir las fuerzas aéreas rojas, a fin de que el ejército pudiera operar sin miedo a los ataques aéreos rusos y la Luftwaffe pudiera así proporcionar apoyo aéreo a las fuerzas alemanas terrestres atacantes. Si el ejército atacaba primero, entonces las unidades de la fuerza aérea soviética recibirían la alerta y lo más probable es que se retiraran a aeropuertos fuera del alcance de la Luftwaffe. La solución de transacción resultante fue la de seleccionar unas cuantas tripulaciones especiales para misiones con itinerarios sobre el blanco de 0315, hora a la que comenzaría el ataque por el ejército en la zona del Grupo Centro del Ejército. PRIORIDADES DE LA LUFTWAFFE EN LA DETERMINACION DE BLANCOS La misión inicial de la Luftwaffe para la etapa de comienzo de Barbarrosa fue directa y específica: destruir la fuerza aérea roja y su organización de tierra. Una vez concluida esta tarea, la Luftwaffe había de concentrarse en prestar apoyo al avance de las fuerzas alemanas terrestres. Estas dos misiones pueden definirse respectivamente como la primera misión y la misión principal de la Luftwaffe. La Luftwaffe había de cumplir la primera misión (eliminación de la fuerza aérea roja) antes de concentrarse en la misión principal, prestar apoyo al ejército alemán. Para adquirir una idea más clara del concepto Barbarrosa, hay que comprender la geografía estratégica de Alemania, el cual era, Academia de Guerra Aérea incluso en 1941, un país relativamente pequeño. Alemania era pobre en recursos y carecía de fronteras defensivas naturales. Estos factores, dimensión, falta de fronteras naturales y escasez de recursos, dictaron la estrategia militar tradicional pruso-germana; las guerras habían de ser cortas ya que no había recursos naturales suficientes para aportar una guerra de desgaste. Las fuerzas armadas habían de centrarse en la calidad y en la eficiencia ya que la base de población no podía apoyar recursos humanos fungibles. Finalmente, como el espacio era vital, la estrategia miliar había de concentrarse en destruir las fuerzas enemigas, había de descartar las maniobras estratégicas prolongadas. Todos estos factores llevaron a los alemanes a desarrollar la teoría de la Vernichtungsschlacht o batalla de destrucción, la estrategia clásica consistente en buscar rápidamente una batalla decisiva con el enemigo para incapacitarlo para la guerra. En estas circunstancias, el concepto de la Aufragstaktik, o tácticas de misión, era un principio rector natural de las operaciones militares alemanas en todos los niveles de mando. Esencialmente, Auftragstaktik significa permitir la toma de decisiones al nivel más bajo posible en la cadena de mando. Además, Alemania había de hacer un uso óptimo de sus líderes ya que Alemania sabía que iba a ser superada numéricamente por sus contrarios. En Auftragstaktik, el escalón más alto asignaba el objetivo al escalón más bajo. El escalón más bajo determinaba cómo había de alcanzarse el objetivo. Las órdenes eran breves, simples, fáciles de comprender y con frecuencia, solo verbales. Un comandante en cualquier nivel, desde jefe de escuadra a mariscal de campo, era un verdadero comandante, no meramente una central telefónica o máquina de copiar que pasaba instrucciones de los cuarteles superiores a las unidades subordinadas. El concepto de Schwerpunkt o punto de énfasis crítico, también ha de comprenderse ya que el éxito inicial de Barbarrosa se debió, en gran medida, a la selección cuidadosa de los Schwerpunkte. Barbarrosa, en su forma original, no fue una operación militar alemana única en su género, simplemente una buena operación. Página No. 4 Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa” Fue una en una larga serie de operaciones eficaces, precedidas por Königgrätz, Sedan, el Plan Schleiffen de 1914 y el Plan Manstein en 1940. El estilo militar de la Luftwaffe fue análogo al del ejército alemán. La Auftragstaktikfue un principio utilizado tanto por la Luftwaffe como por el ejército alemán. El concepto de Schwerpunkt también se manifestó en el fuerte énfasis que la fuerza aérea alemana colocaba en el bombardeo en picada frente al bombardeo de saturación. La luftwaffe era una fuerza flexible, agresiva y tácticamente orientada. El fracaso de la campaña de bombardeo alemán contra Gran Bretaña y las lecciones aparejadas con dicha campaña, eran claras para los líderes militares alemanes antes de la iniciación de Barbarrosa. La campaña aérea alemana en Barbarrosa proporciona un ejemplo excelente de estilo operativo de la Luftwaffe. Los escalones más bajos – el nivel de escuadrón e incluso el nivel de formación aérea – decidían las tácticas, armas y dimensión de las formaciones que se utilizarían para destruir los blancos designados por los escalones más altos. La interferencia del cuartel general superior, se mantenía, por lo general, al mínimo y las opiniones de las tripulaciones aéreas se tenían en gran estima. La selección de los blancos para la Luftwaffe, era una aplicación lógica de la estrategia alemana tradicional: a saber, destruir en breve espacio de tiempo para la capacidad del enemigo para realizar la guerra, mediante la aniquilación de las fuerzas militares enemigas. A la Luftwaffe se le ordenó que realizara su planificación para una guerra corta y en Barbarrosa, tal como se había planificado originalmente, los blancos estratégicos para los aviones no venían al caso. El concepto general de la operación, era la destrucción de la masa del ejército rojo en la región occidental de URSS. Los blancos estratégicos – fábricas, centrales generadoras de energía, centros de población – no tenían trascendencia para el desenlace de una campaña relámpago de breve duración. La Luftwaffe en Barbarrosa estaba totalmente comprometida al apoyo táctico del ejército alemán. Según palabras del mariscal de Academia de Guerra Aérea campo Kesselring: “Di instrucciones a mi fuerza aérea y los generales de la fuerza antiaérea que consideran los deseos del ejército como mis órdenes”. PLANIFICACIÓN DE LOS BLANCOS El comandante Rudolf LoytvedHardegg fue designado oficialmente a la Flota Aérea No. 1 como Jefe de Inteligencia en marzo de 1941. Se le encomendó la tarea de determinar el orden de batalla de la fuerza aérea roja y posteriormente, la determinación de blancos de los aviones rusos e instalaciones de tierra. Las unidades puestas bajo su control para recogida de Inteligencia consistían en dos emplazamientos de intercepción de radio, un escuadrón de reconocimiento de largo alcance (Lufthansa) y un escuadrón de reconocimiento de largo alcance (Luftwaffe regular) y, finalmente acceso a la organización del servicio de seguridad del Reichfuehrer Heinrich Himmler para examinar a los emigrados de la Unión Soviética. El alto mando de la Luftwaffe ordenó a Loytved-Hardegg que investigara los puntos siguientes de interés especial: ¿Es cierto que 9000 aviones soviéticos se hallan todavía en la zona occidental de URSS? ¿Estaban estos 9000 aviones complementados con aviones modernos? ¿Dónde estaban las plantas industriales que producían los aviones modernos y motores modernos? Cabe advertir que la recolección de datos de inteligencia para la determinación de blancos de la operación sumamente eficaz de la Luftwaffe durante los primeros días críticos de Barbarrosa, estuvo a cargo de un comandante con una dotación de tres oficiales. El mismo personal designó también todos los blancos de la Luftwaffe frente a los Grupos Norte y Centro del ejército alemán. El éxito de los ataques de la Luftwaffe Página No. 5 Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa” presenta un argumento convincente para los estados mayores de planificación competente y pequeño. Dos incidentes que ocurrieron durante esta etapa de recogida de informes de Inteligencia son especialmente significativos. El primero fue el relacionado con una misión de reconocimiento de largo alcance de la Luftwaffe utilizando un avión de reconocimiento especial recién desarrollado, el Junkers Ju 86P, que era capaz de alcanzar alturas de 34.000 pies. Una misión muy adentrada en territorio ruso, un Ju 86P fue obligado a descender por un interceptor ruso. Esto preocupó al comandante LoytvedHardegg ya que la impresión general a principios de 1941 había sido que los rusos no tenían aviones modernos capaces de interceptar a los aviones alemanes por encima de los 30.000 pies. Otro incidente fue el relacionado con un ingeniero de extracción alemana emigrado recientemente a quien se había permitido salir de la unión Soviética en virtud de los términos de un Pacto Ruso-Alemán de No Agresión negociado (1939). El ingeniero fue examinado debido a su empleo en una fábrica de aviación. El emigrado fue identificado pronto como un experto en la tecnología de aleaciones. Su trabajo de ingeniería en una fábrica rusa de motores de aviación, produjo resultados tan excelentes que los rusos le pagaban en oro. Loytved-Hardegg quedó maravillado de que se permitiera salir a un hombre de tanto talento y que Rusia tuviera personal de tan alta capacidad en su industria aeronáutica. Estos dos incidentes llevaron a loytved-Hardegg a preocuparse más acerca de la capacidad técnica de los rusos. LoytvedHardegg opinaba que los rusos no estaban tan atrasados en ciertos campos técnicos vitales para la producción bélica como mucha gente en Alemania y en el Occidente había sido inducidos a creer. Loyteved-Hardegg estimó que había unos 15.000 aviones en la Fuerza Aérea Roja, de los cuales 350 eran considerados por los alemanes como aviones modernos. La organización de Inteligencia de LoytvedHardegg determinó que había unos 2.000aeropuertos en la región occidental de Academia de Guerra Aérea URSS. Esta información, cuando fue presentada al Reichmarschall Hermann Göring, no fue bien acogida. Según LoytvedHardegg, Göring no pasó esta información al alto mando de las fuerzas armadas: no era concebible para Göring que un pueblo “primitivo” como los rusos pudiera tener tantos aviones. Las reservas mentales de LoytvedHardegg nunca tuvieron oportunidad de modificar la decisión de Hitler de atacar a la Unión Soviética. Aunque personalmente se sentía receloso acerca de las posibilidades de éxito, Loytved-Hardegg trabajó con ahínco y, como los acontecimientos posteriores demostraron, eficazmente en la selección de los blancos para la Luftwaffe, las prioridades en la determinación de los blancos establecidas por Loytved-Hardegg para el primer día de Barbarrosa fueron los siguientes: Aviones nuevos con organización de tierra afín. Instalaciones de producción de aviones modernos y motores de aviones modernos. Aviones con motores modernos. Otros aviones. Organización de tierra de la fuerza aérea roja. Apoyo al ejército. La Segunda de las prioridades fue imposible de cumplir ya que las fábricas estaban fuera del alcance de los bombarderos alemanes disponibles en esa fecha. Al comienzo de la operación Barbarrosa los alemanes conocían de unos 2000 aeropuertos soviéticos dentro de un cinturón de 250 kilómetros de la frontera occidental de la URSS. De estos aeropuertos, cuatro en el norte y siete frente a Grupo Centro del ejército alemán, tenían aviones modernos. Cada aeropuerto ocupado tenía un promedio de 30 aviones. Página No. 6 Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa” La organización de Loytved-Hardegg preparó carpetas selladas con los blancos para cada comandante de grupo de la Luftwaffe que participaría en Barbarrosa. Los comandantes de grupo pasaron la información apropiada sobre los blancos a cada uno de los jefes de escuadrón, quienes a su vez transmitieron los datos a sus tripulaciones aéreas. La seguridad estaba, pues, compartamentalizada. Muchas tripulaciones aéreas solo tuvieron ocho horas de aviso antes del despegue para sus misiones. Se consideraba que podría obtenerse un efecto mayor con la sorpresa que con una planificación minuciosa, la cual entrañaría posibles riesgos de seguridad. También se consideraba que una extensa planificación de las misiones de las tripulaciones aéreas, era menos crítica ya que la mayoría de las tripulaciones eran experimentadas y en su capacitación se había subrayado la flexibilidad. El principio de la Auftragstaktik proporcionó a la Luftwaffe la capacidad de tácticas flexibles y una utilización máxima de las aptitudes de las tripulaciones aéreas. Los líderes de la Luftwaffe no consideraban el período de notificación muy breve como un gran impedimento. Una vez terminado todo el análisis, se concluyó la determinación de los blancos de la Luftwaffe. Cabe advertir no se asignaron blancos específicos para las misiones después de los ataques desorganizadores y de la primera ola por la Luftwaffe. La Luftwaffe esperó recibir informes sobre los efectos del bombardeo de las tripulaciones que regresaban a sus bases y de los pilotos de reconocimiento antes de asignar ataques aéreos posteriores, ya que sería necesario atacar nuevamente algunos blancos, mientras que otros habían quedado totalmente destruidos o no valía la pena atacarlos. La lista final de blancos para la primera oleada de ataques aéreos de la Luftwaffe en la operación Barbarrosa, fue la siguiente: 31 aeropuertos, 3 presuntos cuarteles, 2 acuartelamientos, 2 posiciones de artillería, una posición a prueba de bombas, un depósito de petróleo, aceite y lubricantes y las instalaciones portuarias de Sebastopol. El éxito obtenido en los ataques de la Luftwaffe asombraría tanto a los alemanes como a los rusos. Academia de Guerra Aérea EJECUCION Un total de 868 aviones – 637 aviones de ataque (Stukas, bombarderos, destructores) y 231 cazas (Me 109) – participaron en la primera oleada contra los blancos ya mencionados. No se dispone de resultados de los ataques aéreos contra blancos distintos de aviones, ya que no se realizó en el momento del ataque una contabilidad exacta. Sin embargo, se conocer las pérdidas de aviones tanto amigos como enemigos. Las pérdidas preliminares de aviones soviéticos con motivo de los primeros ataques de la Luftwaffe, ascendieron (conservadoramente) a 222 aviones destruidos en el aire y 890 destruidos en tierra. La pérdida de aviones alemanes en el ataque de la primera oleada, fueron las siguientes: 2 Me 109, 1 Me 110, 1 Ju 87, 8 Ju 88 y 6 He 111. Este total de 18 aviones alemanes es algo equívoco ya que cierto número de pérdidas fueron ocasionadas por mal funcionamiento de las bombas de fragmentación SD-2 y SD-10. El coronel Robert Poetter, retirado de la Luftwaffe, ha dado un recuento personal de la primera misión volada por su unidad en apoyo del Grupo Norte del ejército. En esa fecha Poetter era el jefe al mando del I Grupo de la Brigada de Bombarderos No. 76, equipada con Ju 88 A. Su unidad estaba estacionada en Jesau al sur de Köningsberg. El blanco de Poetter fue el aeropuerto ruso de Kadania en Lituania. Poetter había recibido noticias de Barbarrosa y de la misión de su grupo el día antes de boca de su comandante, el teniente general Foester, en una reunión de todos los comandantes de Grupo en el Primer Cuerpo Aéreo. Poetter tuvo libertad completa de acción en relación con las tácticas que podía utilizar para destruir los aviones de la fuerza aérea roja y su organización de tierra en el aeropuerto de Kadania utilizando las carpetas de blancos preparadas por el comandante Loytved-Hardegg, el grupo del coronel Poetter planificó una entrada de alto nivel (4000 metros de altura) con un ataque de bajo nivel y salida a bajo nivel. Las municiones utilizadas por los Ju 88 A atacantes del grupo, Página No. 7 Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa” eran pequeñas bombas de fragmentación SD2. La zona de blancos del aeropuerto había sido dividida en tres secciones cada una de las cuales se asignó a uno de los tres escuadrones del ala de bombarderos No. 76 del Primer Grupo. La misión comenzó con el despegue a las 0210 horas y terminó con el aterrizaje a las 0403. Tras acercarse al aeropuerto de Kadania a mayor altura y observar los blancos, los Ju 88 descendieron a baja altura 8copa de los árboles) e hicieron una pasada con las SD-2. El coronel Poetter recuerda ver unos 30 aviones rusos en el campo de aterrizaje. El grupo de la Luftwaffe perdió solamente un avión, un Ju 88 que chocó en el aire contra una SD-2 lanzada desde otro avión Ju 88. Poetter cuenta que una unidad de bombarderos a la que había sido asignado con anterioridad, que prestaba servicio a la sazón (22 de junio de 1941) con el Grupo Sur del ejército), fue estrictamente limitada por el comandante del cuerpo en cuanto a las tácticas que podían utilizar en los ataques del primer día con las SD-2. Se especificó no solo el blanco sino la entrada, salida y tácticas exactas. En contraste con la tasa de pérdidas relativamente baja del grupo de Poetter en el norte, las pérdidas del otro grupo fueron muy elevadas utilizando tácticas rígidamente especificadas. Las pérdidas sufridas por la unidad en el sur se debieron principalmente a fuego de pequeño calibre, ya que la entrada, salida y ataque se realizaron todos a baja altura. La identificación de los blancos fue muy difícil y el tiempo de exposición a la artillería antiaérea de pequeño calibre (AAA) fue mayor. Poetter considera que una de las razones principales para el éxito de su grupo, al servicio del general Foester, fue la de que Foester permitió a sus comandantes determinas las tácticas que ellos consideraban ser las mejores y no dictó la forma en que habían de realizarse las operaciones. Citando las propias palabras de Poetter: “Se nos dijo que teníamos que hacer, pero no la forma de hacerlo”. La enormidad Academia de Guerra Aérea del éxito de la Luftwaffe para los primeros días de la campaña y especialmente, para le primer día, fue espectacular. Ese primer día, los alemanes cambiaron 35 aviones por unos 2000 aviones rusos. Las pérdidas de aviones rusos se fueron reduciendo luego paulatinamente después de los primeros días del combate, lo que ilustra el efecto de la sorpresa sobre las pérdidas del enemigo a principios de la campaña, cabe advertir que el índice de presteza operativa de la Luftwaffe al comienzo de Barbarrosa, era solo de 70 por ciento. Si la Luftwaffe hubiera tomado más tiempo y dedicado menos energía al movimiento de las unidades en la víspera de partir hacia el este para participar en la campaña, hubiera alcanzado un índice de presteza operativa mucho más próximo a 100 por ciento. Sin embargo, se determinó que la sorpresa era un factor más valioso que el mero número de aviones atacantes. El hecho de que sólo 868 aviones de ataque de combate, de los 1280 disponibles para las operaciones, se utilizarán en la primera oleada de ataques, respalda esta aseveración. Comentando en su diario sobre el éxito de la luftwaffe, el general Otto Hoffmann Waldau indica que 80 por ciento del éxito del ataque se debió a la sorpresa. Como resultado del enorme número de aviones enemigos destruidos durante los primeros días de Barbarrosa, los rusos sufrieron una grave pérdida de confianza en su capacidad. Aunque las tácticas en general tendían a ser bastante rígidas, la fuerza aérea roja era la mayor del mundo en 1941 y ya la URSS tenía una industria aeronáutica igualmente importante para prestar apoyo a su fuerza aérea. En esta fecha, la fuerza aérea roja era una fuerza con la que tenía que contar todo posible agresor. Los soldados y aviadores de la unión Soviética habían sido bombardeados constantemente con propaganda sobre lo invencible que era el ejército rojo, por lo que podemos imaginar el choque tremendo que sufrió la fuerza aérea roja cuando se conoció la magnitud de los éxitos iniciales de la Luftwaffe contra la URSS: de la mayor fuerza aérea del mundo pasó a ser una fuerza que no podría mantener incluso superioridad aérea local, todo ello en un día. En el curso de la guerra, la fuerza aérea roja mejoró, pero hombre por hombre, Página No. 8 Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa” avión por avión, nunca se puso a la altura de la Luftwaffe. Los aviones de apoyo aéreo cercano alemanes, solían trabajar con frecuencia sin beneficio de cobertura aérea para protección contra los cazas soviéticos, aun cuando trababan combate con aviones enemigos. La rigidez de las tácticas aéreas rusas al comienzo de Barbarrosa, era casi increíble. El mariscal de campo Erich von Manstein describió un incidente en un puente sobre el río Duna que había sido capturado intacto por los alemanes. En esa ocasión, oleada tras oleada de bombarderos rusos atacaron el puente a baja altura. Al final del día, habían sido destruidos por los cazas y baterías antiaéreas alemanes, 64 aviones rusos atacantes. En la fuerza aérea roja, la obediencia ciega al líder de vuelo era la norma. El general Loytved-Hardegg informó que solo el líder de vuelo en las formaciones de bombarderos rusos conocía realmente cuál era el blanco, y él era el único miembro de la tripulación que tenía un mapa aeronáutico. Hay que reiterar que Barbarrosa había de ser una campaña breve. Las medidas de la Luftwaffe respaldaban este concepto. La Luftwaffe obtuvo superioridad aérea, pero no erradicó a la fuerza aérea roja. La Luftwaffe fue capaz de proporcionar amplio apoyo a las operaciones del ejército alemán desde el primer día de la campaña y este apoyo aumentó diariamente. Luego, la misión de la Luftwaffe cambió rápidamente a la interdicción y el apoyo aéreo cercano, siendo este último más prominente durante todo el año 1941. El ejército alemán, con el apoyo de la Luftwaffe para las operaciones terrestres, pudo operar sin miedo a una interferencia efectiva de la fuerza aérea roja. LA LUFTWAFFE EN BARBARROSA Quizás, sin comprenderlo entonces, el plan de ataque aéreo de la Luftwaffe para el comienzo de Barbarrosa, fue probablemente el más eficaz posible considerando los recursos aéreos a disposición de los alemanes en 1941. Si los alemanes hubieran optado por Academia de Guerra Aérea un bombardeo estratégico contra la industria rusa – en vez de concentrarse en el apoyo táctico – hubiera sido imposible efectuar con tanta eficacia la primera etapa de la operación Barbarrosa. En esa época, los alemanes no tenían una fuerza aérea estratégica eficaz, por lo que se concentraron en dos tareas: la primera misión y la misión principal. La primera misión era la destrucción de las fuerzas aéreas soviéticas y la misión principal, el apoyo del ejército alemán atacante con todos los medios posibles. La misión principal dio prioridad a los ataques aéreos continuos contra las defensas enemigas, especialmente en la destrucción de las posiciones fortificadas soviéticas y la perturbación del movimiento de avance de las fuerzas rusas de reserva mediante ataques aéreos a las carreteras y ferrocarriles. El apoyo aéreo táctico continuo a las puntas de lanza del ejército alemán atacante también tenía prioridad. La Luftawaffe pasó a dedicarse en forma creciente a su misión principal a medida que el frente alemán avanzaba hacia el este. Inicialmente, hubo alguna discusión sobre “ahorrar los recursos aéreos para la ofensiva final contra Gran Bretaña después de que se hubiera liquidado la situación rusa”. Sin embargo, a medida que la Luftwaffe se preparaba para una guerra larga y prolongada en el frente oriental, se silenció esta especulación optimista. En lo que respecta a la destrucción de los centros de mando, control y comunicaciones (las 3C), básicamente puede afirmarse que la determinación de tales blancos no era una política de la Luftwaffe en las etapas iniciales de Barbarrosa. Sin embargo, la Luftwaffe si atacó tres acuartelamientos de los altos mandos en la primera oleada inicial de ataques del 22 de junio de 1941. Varios factores pueden haber contribuido a la decisión de la Luftwaffe con respecto a las 3C. Fundamentalmente, el sistema de comunicaciones ruso, su red de transporte y su estructura de mando eran primitivos si se las juzga conforme a las normas alemanas. La falta de comunicaciones avanzadas se manifestó incluso en el aire con la fuerza aérea roja. Por Página No. 9 Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa” ejemplo, solo el líder de vuelo en una formación de bombarderos rusos tenía ayudas a la navegación e información sobre los blancos. Ninguno de cuatro ex - oficiales de la Luftwaffe entrevistados, todos los cuales participaron en las operaciones durante las cuatro primeras semanas de Barbarrosa, pueden recordar un ataque aéreo de la Luftwaffe contra un cuartel general o centro de comunicaciones superior. Sin embargo, todos recuerdan haber participado activamente en ataques contra aeropuertos, ferrocarriles, estaciones ferroviarias y puntos de congestión del transporte. Muchos blancos C fueron destruidos, pero tendían a serlo como subproducto de operaciones más amplias cuya meta era la destrucción física de las fuerzas físicas militares enemigas. En lo que respecta a las comunicaciones, el coronel Poetter afirma que con frecuencia evitaban destruir un puesto de mando enemigo (nivel inferior) ya que se podían utilizar las transmisiones del puesto de mando para obtener datos de Inteligencia oportunos. A la inversa, hubo un fuerte hincapié en evitar la retirada de las fuerzas del ejército rojo hacia el interior de la URSS, así como perturbar el refuerzo de las fuerzas soviéticas de vanguardia con personal y pertrechos de reserva. De todos los documentos investigados para este estudio, solo hubo una mención de determinación de blancos 3C. Entre los blancos del Octavo Cuerpo Aéreo figuraban la interrupción de las comunicaciones enemigas y la eliminación de la estructura de mando del enemigo mediante la destrucción de puestos de mando del campo de batalla conocidos. Estos blancos seguían las listas que ordenaban la destrucción de las fuerzas aéreas enemigas y el apoyo de las unidades blindadas en líneas delanteras. El general Loytved-Hardegg indicó que hubieran atacado los blancos 3C si hubieran sabido dónde estaban, pero la naturaleza primitiva del sistema soviético de 3C en 1941, no permitía ejercer esta opción. LECCIONES APRENDIDAS PUNTO DE VISTA ALEMÁN Tres fueron las principales razones para el éxito de Barbarrosa: sorpresa, Schwerpunkt y Aufragstaktik. A esos factores expuestos por el general Graf von Kielmansegg, el coronel Freiherr von Beust agregó el factor de la flexibilidad. Considerando el equipo disponible y los recursos asignados a la Luftwaffe, su contribución a Barbarrosa puede considerarse como un uso de los recursos disponibles casi óptimo. Retrospectivamente, no hay duda de que la Luftwaffe cometió errores. Uno de estos errores fue el de mantener en reserva aviones para la ofensiva futura contra Gran Bretaña en previsión de la conclusión feliz de la campaña rusa. La ofensiva rusa nunca llegó a concluirse. Sin embargo, la decisión de mantener aviones en reserva se adoptó al más alto nivel político en Alemania en esa fecha y no guarda relación con el enorme éxito de la Luftwaffe en la primera etapa de Barbarrosa. Otro problema fundamental, fue el suscitado por el general Lytved-Hardegg. Consideraba que las dependencias de estado mayor eran con frecuencia redundantes, por ejemplo, estados mayores tendían a duplicarse mutuamente y con frecuencia, impedían una acción oportuna. Las lecciones generales aprendidas del apoyo por la Luftwaffe en la primera etapa de Barbarrosa, pueden resumirse de la siguiente manera: La Luftwaffe fue una fuerza aérea táctica subordinada en realidad al ejército. Como regla general, la responsabilidad de la Luftwaffe para la realización de las misiones, se delegó al nivel más bajo posible. Los jefes de unidades de la Luftwaffe estaban capacitados de la forma alemana tradicional y sus acciones eran un reflejo de esa capacitación. Academia de Guerra Aérea Página No. 10 Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa” La Luftwaffe eliminó eficazmente a la fuerza aérea roja por la duración planificada de Barbarrosa. Tras la eliminación de la fuerza aérea roja, la Luftwaffe concentró sus esfuerzos en el apoyo aéreo cercano y en la interdicción en apoyo de las operaciones del ejército. Durante Barbarrosa no existían operaciones aéreas estratégicas eficaces. El reconocimiento aéreo era altamente valorado por el ejército alemán; 25%, aproximadamente, de los aviones de combate alemanes se asignaron a reconocimiento. LECCIONES APRENDIDAS APLICACIÓN SOVIÉTICA ¿Qué aprendieron los rusos de Barbarrosa en relación con el podre aéreo? En primer lugar, si los rusos hubieron utilizado con cierta competencia y astucia la maquinaria militar bastante grande que tenían en 1941, no habrían sufrido la masiva derrota que experimentaron el verano de ese año, ni hubieran perdido veinte millones de compatriotas en el curso de los cuatro años siguientes tratando de recuperar lo que habían perdido en cuatro meses. La realidad es que los rusos no utilizaron sus recursos sabia o eficazmente durante la primera parte de Barbarrosa y pagaron un precio muy elevado por la incompetencia de sus líderes gubernamentales. El propio Stalin ha sido muy criticado por sus compatriotas rusos por las purgas de los años treinta que eliminaron a muchos de los líderes militares más competentes de Rusia, destacando entre ellos el mariscal Miknail N. Tukhachevski. Personalmente Stalin no estaba convencido de que los alemanes llegaran a atacar a Rusia. Sus organizaciones de Inteligencia, así como las potencias extranjeras, le habían advertido repetidas veces sobre el inminente ataque alemán pero Stalin optó por no prestar atención a las Academia de Guerra Aérea advertencias. El estilo personal de dirección del dictador soviético, permeaba todo el ejército rojo y la fuerza aérea y fue responsable en parte de la innecesaria pérdida de personal y aviones. Líderes lisonjeros dominaban los niveles más altos del ejército rojo en 1941. Los rusos fueron sorprendidos por los alemanes y esto ocasionó a los soviéticos pérdidas graves exacerbadas por la ausencia en Rusia de una red eficaz de comunicaciones. Por ejemplo, a la 0130del 22 de junio, unas dos horas antes de los primeros ataques alemanes. Stalin quedó finalmente convencido de una invasión alemana y ordenó la alerta del ejército y la dispersión de las unidades de la fuerza aérea roja asignadas en las zonas de la frontera occidental de URSS. Desafortunadamente para los rusos, esta orden vital se demoró a lo largo de la cadena de comunicaciones y no llegó a las unidades apropiadas hasta después del ataque alemán. Las lecciones desde el punto de vista ruso pueden resumirse así: El ser sorprendido cuesta caro. Líderes militares incompetentes seleccionados debido a la lealtad política solamente, impiden la realización eficaz de operaciones de combate. Atacar primero y tomar la iniciativa, produce dividendos enormes. La falta de comunicaciones eficaces, dificulta el control y la eficacia de las fuerzas militares. En una campaña relámpago, los índices de intercambio son muy elevados a favor del atacante y luego descienden rápidamente a medida que pasa el tiempo y desaparece el efecto de la sorpresa. Si el atacante mantiene la iniciativa y su inercia, la campaña concluye antes de que comience a descender este índice de intercambio favorable. La campaña contra la fuerza aérea roja demuestra este hecho. La batalla aérea la ganó esencialmente la Luftwaffe mantuvo superioridad aérea y operó esencialmente sin Página No. 11 Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa” trabas prestando apoyo al ejército por el resto del tiempo planificado para la campaña Barbarrosa. Las preguntas claves son ahora: ¿De que forma puede esperarse que los soviéticos lancen una campaña relámpago propia contra los países de Europa Occidental? ¿De qué forma ha efectuado a su forma de pensar la experiencia rusa con la Luftwaffe en Barbarrosa? Si los soviéticos siguen las lecciones aprendidas de la Luftwaffe, entonces un ataque convencional general contra Europa Occidental, puede esperarse que hagan lo siguiente: Sacrificar los números totales disponibles y optar en su lugar por un ataque por sorpresa en forma de un primer ataque relámpago. Tratar de eliminar las fuerzas aéreas contrarias al comienzo de las operaciones de combate. Concentrarse en la destrucción en vez de la perturbación; es decir, la perturbación solo sería un medio para alcanzar el fin: la destrucción de las fuerzas enemigas. Dedicar intensamente las fuerzas aéreas al apoyo de las operaciones terrestres. Mejorar la eficacia comunicaciones. de sus propias Si los soviéticos atacan a NATO, ¿tendrán los resultados de las fuerzas aéreas soviéticas el mismo efecto que los ataques de la Luftwaffe contra los rusos en el verano de 1941? Claramente, la respuesta es negativa. No es razonable suponer que los rusos puedan esperar alcanzar el mismo índice de intercambio de aviones en combate de 100:1, obtenido por los alemanes en 1941. Un gran número de aviones de NATO están estacionados en albergues protegidos contra las explosiones. Una porción importante de las fuerzas aéreas de NATO está en constante estado de alerta. La red de radar de pre alerta de NATO es muy eficaz y puede esperarse que evite un ataque aéreo completamente por sorpresa contra los aeropuertos de NATO. A pesar de todas estas condiciones diferentes Academia de Guerra Aérea que han realzado la defensa, un ataque soviético masivo por sorpresa pudiera dañar seriamente, o incluso críticamente, la capacidad de NATO de defender a Europa Occidental. Los soviéticos no necesitan alcanzar un índice de intercambio de aviones de 100:1 ya que a las fuerzas aéreas del Pacto de Varsovia les quedarían muchos aviones para proporcionar apoyo a sus operaciones terrestres. Puede suponerse, además que, si los soviéticos siguen las lecciones aprendidas de la Luftwaffe en Barbarrosa, tratarán de destruir tantos aviones de NATO como sea posible al comienzo de la campaña. Podemos situarnos en la posición del comandante de la fuerza aérea del Pacto de Varsovia y hacernos la siguiente pregunta: ¿De qué forma puede apoyar óptimamente a las fuerzas de infantería en este ataque contra NATO? Dos factores vienen inmediatamente al pensamiento. Las fuerzas de infantería del Pacto de Varsovia contra los aviones de NATO que realizan misiones de interdicción. Estos factores requieren superioridad aérea y el método menos costoso de lograr la superioridad aérea, es el de destruir la fuerza aérea del enemigo en tierra. Sin embargo, hay que recordar que los alemanes en Barbarrosa se fijaron como blancos tres altos mandos para atacarlos en la primera oleada de aviones de la Luftwaffe. Aparentemente se estimaba a la sazón que las instalaciones de estos mandos tenían una importancia tal que podían restarse unas cuantas salidas de la misión principal de logro de superioridad aérea. Una diferencia importante entre el caso de la Luftwaffe en 1941 y el de Europa en nuestros días, es que los alemanes en 1941 no sabían dónde estaban todos los aeropuertos rusos. Los alemanes trataron de determinar el emplazamiento de los aeropuertos rusos, pero no estaban ciertos de su ubicación. Por el contrario, puede suponerse que los soviéticos hoy conocen los lugares exactos de todos los aeropuertos de NATO. En unión de muchos, parece ser una opción lógica y tentadora para el comandante aéreo del Pacto de Varsovia asignar todos sus aviones de combate a ataques aéreos inmediatos y simultáneos Página No. 12 Lectura Recomendada: “Lecciones de Historia La Luftwaffe y Barbarrosa” contra todos los aeropuertos de NATO al comienzo de las operaciones de combate. Otra opción sería la de asignar una parte de los aviones atacantes del Pacto de Varsovia, a blancos clave 3C, mientras que la gran mayoría de los aviones de combate se dedicarían a destruir las fuerzas aéreas de NATO. Esta segunda opción sería paralela al ataque por la Luftwaffe en junio de 1941. Las operaciones de la Luftwaffe durante las etapas iniciales de la operación Barbarrosa, tuvieron un éxito enorme y cumplieron el papel de la Luftwaffe en la concepción general del plan alemán original para la destrucción total del ejército rojo. El resultado último de la decisión alemana de atacar a la Unión Soviética, fue la destrucción total del Tercer Reich. Sin embargo, puede alegarse que las iniciativas políticas alemanas después de 1940 no estuvieron a la altura de la competencia de las operaciones militares alemanas. Además, una de las razones principales para la derrota de Alemania en la segunda guerra mundial, fue el hecho de que los líderes alemanes no lograron considerar las operaciones militares como “continuación de la política por otros medios” orientados hacia objetivos políticos. A pesar de estas limitaciones, desde una perspectiva puramente militar, la campaña militar, la campaña de la Luftwaffe contra la fuerza aérea roja y el apoyo posterior del ejército alemán durante la operación Barbarrosa, fueron eficaces en todo sentido. Fin. LECTURAS SELECTAS DIAGRAMACIÓN E IMPRESIÓN Academia de Guerra Aérea La Cabaña 711 – Las Condes SANTIAGO – CHILE AGOSTO, 1986 Arbr. Academia de Guerra Aérea Página No. 13