El perdón - Hope For The Heart

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“C o n s ulte s h o y l a p a l a b r a d e Je h ov á”.
1 Reye s 22:5
El perdón
Cómo liberar a otros
POR JUNE HUNT
Era el año de 1944. Los nazis habían invadido Holanda. Un anciano relojero y su familia
se involucraron activamente en la resistencia secreta holandesa. Con gran valor, la familia
Ten Boom escondió a muchos judíos en un cuarto secreto de su casa y así ayudaron a
hombres, mujeres y niños a escapar de la sentencia de muerte de Hitler.1
Sin embargo, un fatídico día su refugio secreto fue descubierto. El relojero fue arrestado y
murió poco después de que se lo llevaron cautivo. Betsie, una de sus hijas, era muy sensible
pero tampoco pudo escapar de las garras de la muerte a manos de sus crueles captores.
Murió en un campo de concentración nazi. ¿Qué sucedió entonces con la hija menor del
relojero, cuyo nombre era Corrie? ¿Viviría?. . . y si ese fuera el caso, ¿podría perdonar a sus
verdugos, a aquellos que asesinaron brutalmente a su padre y a su hermana? ¿Podría
haber algo que pudiera sostener a Corrie ten Boom mientras trataba de sobrevivir a la
barbarie de Ravensbruck, uno de los campos de concentración más terribles de Hitler?
¿Había algo a lo cual aferrarse? En efecto, Corrie logró sobrevivir. Dios la sostuvo. Ella logró
vivir por la verdad de estas palabras. . .
“No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado
contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad. Hubiera yo desmayado,
si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes.
Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová”.
(Salmos 27:12–14)
I. DEFINICIONES: LAS DIVERSAS FACETAS DEL PERDÓN
Dos años después de la guerra, Corrie se encontraba dando una conferencia en una iglesia de Munich.
Viajó de Holanda hacia la derrotada Alemania, llevando consigo el mensaje del perdón incondicional de
Dios. Entre la multitud había un hombre de rostro adusto que no le quitaba los ojos de encima. A la salida,
repente vino a la mente de Corrie una escena: El uniforme azul, la gorra con visera y la calavera con los
huesos impresos en ella; un enorme cuarto con luces deslumbrantes; y la humillación de caminar desnuda
frente a un hombre. . . el mismo que ahora estaba parado frente a ella.
“Usted mencionó Ravensbruck en su plática. Yo fui guardia en ese lugar”, le dijo. “Pero de ese tiempo para
acá me convertí en cristiano. Yo sé que Dios ya me perdonó por las crueldades que cometí, pero también me
gustaría oír de sus labios que me perdona por lo que hice”. Le extendió la mano y le dijo: “¿Me perdona?”2
Corrie observó la mano extendida. Esos segundos le parecieron largas horas mientras luchaba en su interior
con la decisión más difícil de toda su vida. Corrie conocía bien las Escrituras, pero era demasiado pedir que
en ese momento pusiera en práctica el siguiente pasaje. . .
“Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele;
y si se arrepintiere, perdónale. Y si siete veces al día pecare contra ti, y
siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale”.
(Lucas 17:3–4)
A. ¿Qué es el perdón?
Suponga por un momento que usted necesita pedir prestados cien dólares para pagar una cuenta
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mes. Pero cuando llega el momento de pagar la deuda, usted no cuenta con el dinero. De hecho, no
consigue juntar el dinero en los tres meses siguientes. Entonces de manera inesperada ¡su amigo
decide “perdonarle” la deuda por la bondad de su corazón! Esa es una de las facetas del perdón. La
Biblia dice: “No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha
cumplido la ley”. (Romanos 13:8)
$ Perdonar es descartar una deuda.3
En el Nuevo Testamento, el sustantivo griego aphesis denota “descartar” o “soltar”.4
— Cuando usted ofrece perdón, retira la deuda que le debían.
— Cuando usted recibe perdón, su deuda se elimina. (Usted es liberado de cualquier obligación de
pago).
— Cuando usted otorga el perdón, usted aparta la deuda de su mente.
Jesús expresó la clave del perdón cuando dijo, “Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a
vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen”. (Lucas 6:27).
$ Perdonar es desechar la demanda de que los demás le paguen, especialmente cuando han fallado en
cumplir sus expectativas. . . en cumplir una promesa. . . en darle un trato justo.
Jesús dijo: “Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la
mejilla derecha, vuélvele también la otra”. (Mateo 5:39).
$ Perdonar es retirar, cancelar o liberar de alguien las consecuencias de no cumplir las normas
divinas.
— La norma santa de Dios es la perfección, pero todos hemos pecado.
— La paga de nuestros pecados es la muerte espiritual (separación de Dios).
—La paga de nuestros pecados (nuestra deuda) fue cancelada por Jesús a través de su muerte
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deudas y podemos experimentar la vida eterna en el cielo.
“Todos los que en él [Jesús] creyeren, recibirán
perdón de pecados por su nombre”.
(Hechos 10:43)
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PREGUNTA: “¿Hay algún pecado que rebase la capacidad del perdón de Dios?”
RESPUESTA: No hay ningún pecado, aparte de la blasfemia contra el Espiritú Santo (Mr.3:29), que
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toda injusticia, no solamente de los pecados
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!-Confesar
“estar de acuerdo”, estar de acuerdo con Dios).5 Si estamos de acuerdo con él acerca de nuestro pecado,
no solamente reconoceremos que hemos pecado, sino que también desearemos alejarnos de nuestras
/0 6! ! nuestras faltas.
“Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y
tú perdonaste la maldad de mi pecado”. (Salmos 32:5)
B. Lo que no es el perdón6
Cuando se menciona la palabra perdón, muchas personas la mal interpretan. Algunos piensan que el
perdón es equivalente a el pecado. . . diciendo que lo que una vez estuvo mal, ahora está bien.
Sin embargo, ese no es el ejemplo del perdón que Jesús mostró. Cuando se encontró con la multitud de
hombres dispuestos a apedrear a la mujer sorprendida en adulterio, él decidió que no debían lapidarla;
sin embargo, él nunca la . El la conminó diciendo: “Vete, y no peques más” (Juan 8:11). Para
ayudarnos a salir de esta confusión respecto al perdón, necesitamos saber exactamente ¡lo que no es!
“Oirá el sabio, y aumentará el saber, y el entendido adquirirá consejo”.
(Proverbios 1:5)
$ El perdón no es burlar la justicia de Dios. . . .
— Es permitir que Dios lleve a cabo su justicia en su tiempo y a su manera.
$ El perdón no es esperar el “tiempo para sanar toda herida”. . .
— Es obvio que el tiempo no sana las heridas, algunas personas no permiten que la sanidad se
logre.
$ El perdón no es dejar que el culpable “se salga con la suya”. . .
— Es colocar la culpabilidad de la otra persona sobre Dios.
$ El perdón no es lo mismo que la reconciliación. . .
— Se requiere de dos personas para que haya reconciliación, pero de una sola para perdonar.
$ El perdón no es7
— Es reconocer que un comportamiento incorrecto no tiene excusa, pero aún así perdonamos.
$ El perdón no es tratar de desplazar el dolor. . .
— Es trabajar a través del dolor.
$ El perdón no se basa sobre lo que es justo. . .
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el perdón.
$ El perdón no es ser un mártir debilucho. . .
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$ El perdón no es reprimir y almacenar la ira. . .
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— Es resolver la ira entregando la ofensa a Dios.
$ El perdón no es una respuesta natural. . .
— Es una respuesta sobrenatural que se toma en las fuerzas de Dios.
$ El perdón no es negar el dolor. . .
— Es sentir ese dolor y soltarlo.
$ El perdón no es ponerse como tapete de los demás. . .
—Eso equivale a pensar, que si fuera posible, entonces Jesús fue el tapete ¡más grande de todos!
$ El perdón no es condicional. . .
— Es incondicional, es un mandato de Dios para todos.
$ El perdón no es olvidar. . .
— Es necesario recordar antes de poder perdonar.
$ El perdón no es un sentimiento. . .
— Es un acto de la voluntad, es una decisión.
La mujer adúltera fue sorprendida “en el acto” y los hombres tenían listas las piedras para apedrearla
hasta la muerte. El castigo para el adulterio era claro: debían matar a los adúlteros por medio de la
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el comportamiento de aquella mujer. El miró más allá de la falta, vio su necesidad. Ella necesitaba
conocer el amor de Dios que transforma vidas. De manera inesperada Jesús le otorgó un regalo
invaluable, su misericordia y perdón. (Véase Juan 8:3–11).
Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más”.
(Juan 8:11)
PREGUNTA: “No tengo ganas de perdonar, ¿cómo me pueden pedir que perdone? Eso no me
parece correcto”.
RESPUESTA: El perdón no está basado en un sentimiento, sino en el hecho de que a nosotros, todos
nosotros, Dios nos ha llamado a perdonar. El perdón no es una emoción, sino un acto de la voluntad. Por
lo tanto, si lo que “parece correcto” está basado en los sentimientos, ¡puede equivocarse fácilmente!
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Imagínese que usted es un atleta y debe competir en una carrera de las Olimpiadas. Usted tiene
puestos los zapatos correctos, los pantalones cortos correctos y la playera correcta. Sin embargo, hay
algo que está muy mal. En su tobillo lleva puesta una ¡bola de acero y una cadena negra muy pesadas!
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encontrar la manera de liberarse de ese peso. . . pero usted no tiene la llave para abrir la cadena.
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abrirá paso a la libertad. Rápidamente, se libera de aquel peso y ¡qué sensación de libertad! Es como
si aquella bola negra se convirtiera de manera milagrosa en un enorme globo de helio. La carga está
liberada. . . El globo se suelta. . . El peso es enviado lejos. Antes de ese momento nadie le había dicho
que la falta de perdón era como aquella bola negra que lo tenía atado. Ahora que ya sabe que el perdón
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“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 4
es una de las claves principales de la libertad, puede correr la carrera. . . y de hecho, terminarla con
toda libertad.
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de
testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con
paciencia la carrera que tenemos por delante”.
(Hebreos 12:1)
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soltar el resentimiento que se siente por el ofensor.
En el Nuevo Testamento, el verbo griego aphiemi
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palabras es “perdonar, enviar lejos o soltar el castigo cuando alguien nos hace algún daño”.7 Eso
implica que necesitamos. . .
— Dejar ir nuestro derecho a que nos pidan perdón
— Dejar ir nuestro derecho a amargarnos
— Dejar ir nuestro derecho de vengarnos
“No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo
bueno delante de todos los hombres”.
(Romanos 12:17)
$ Perdonar
renunciar a los derechos sin importar el tipo de ofensa.
— Renunciar al derecho de seguir sintiendo la ofensa
— Renunciar al derecho de aferrarnos a la ofensa
— Renunciar al derecho de volver a hablar una y otra vez de la ofensa
“El que ama la disputa, ama la transgresión;
y el que abre demasiado la puerta busca su ruina”.
(Proverbios 17:9)
$ Perdonar es '*
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-. Así como Dios nos perdona, él nos llama a
perdonar a los demás.
— Perdonar es otorgar misericordia.
— Perdonar es dar el regalo de la gracia.
— Perdonar es liberar al ofensor.
Jesús enseñó a sus discípulos a orar así:
“Y perdónanos nuestras deudas, como también
nosotros perdonamos a nuestros deudores”
(Mateo 6:12).
PREGUNTA: “¿Qué puedo hacer cuando no tengo ganas de perdonar?”
RESPUESTA: Cuando no tenga ganas de hacer algo que sabe que debe hacer, haga una evaluación
de sus pensamientos. Ciertamente usted no puede controlar a su ofensor, pero sí puede
controlar lo que piensa acerca de quienes lo ofenden. Dios nos da muchos consejos acerca de
los pensamientos que debemos erradicar de nuestra mente. Imagínese que la Biblia es como un
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no debemos permitir que entren a nuestra mente. Evalúe sus pensamientos acerca de los que lo
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“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 5
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naturalmente a través del “colador de pensamientos” en el texto siguiente? Si no, atrápelos antes
de que se cuelen y ¡erradíquelos! Cuando escoge con cuidado aquello en lo cual va a pensar, sus
emociones comienzan a alinearse y de manera gradual comenzará a sentir el deseo de perdonar.
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro,
todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en
esto pensad”. (Filipenses 4:8)
D. ¿Es lo mismo el perdón que la reconciliación?8
No. El perdón no es lo mismo que la reconciliación. El perdón se enfoca en la ofensa, mientras que la
reconciliación tiene su enfoque en la relación. El perdón no requiere de una relación. Sin embargo, la
reconciliación sí requiere de una relación en la que dos personas, de común acuerdo, caminan juntas
hacia una misma meta. La Biblia dice:
“¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?”
(Amós 3:3)
$ El perdón puede producirse con una sola persona.
— La reconciliación requiere de al menos dos personas.
$ El perdón es de una sola vía.
— La reconciliación es recíproca. . . de dos vías.
$ El perdón es una decisión de liberar al ofensor.
— La reconciliación es un esfuerzo por reunirse con el ofensor.
$ El perdón involucra un cambio de pensar acerca del ofensor.
— La reconciliación involucra un cambio en el comportamiento del ofensor.
$ El perdón
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— La reconciliación
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$ El perdón se otorga inmerecidamente.
— La reconciliación se ofrece al ofensor porque éste se la ha ganado.
$ El perdón es incondicional haya o no arrepentimiento.
— La reconciliación está condicionada al arrepentimiento.
PREGUNTA: “Después de haber perdonado a alguien, ¿se tiene que buscar la reconciliación?”
RESPUESTA: La respuesta es a veces sí y a veces no. La mayoría del tiempo Dios desea
que nos reconciliemos. Segunda Corintios 5:18 dice: “Dios, quien nos reconcilió
consigo mismo por Cristo. . . nos dio el ministerio de la reconciliación”.
Sin embargo, en ocasiones no es prudente buscar la restauración de la relación, como en el caso
de un adúltero o con alguien que cometió abuso sexual. Primera de Corintios 15:33 dice: “No
erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres”. Por ejemplo, si un esposo
está descontrolado por la ira y rechaza cualquier ayuda para controlar su temperamento violento,
la esposa necesita hacer suyo este versículo y salir de esa peligrosa situación hasta que él busque
consejería o que haya cambios duraderos en su estilo de vida.
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“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 6
“No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos”. (Proverbios 22:24)
E. ¿Qué es el perdón divino?
¿Lucha en ocasiones para perdonar a los demás? Debe entender que en la medida en que sea consciente
del gran amor de Dios y su perdón continuo, usted podrá perdonar a los demás. Solamente con el
“perdón divino” podemos perdonar al prójimo.
“De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el
perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado”.
(Daniel 9:9)
$ El perdón divino es el hecho de que en su misericordia, Dios decidió librarnos del castigo de
nuestros pecados. (Infortunadamente, algunas personas rechazan ese regalo de parte de Dios).
“Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia. . . No ha hecho
con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. .
Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”. (Salmos
103:8, 10, 12)
$ El perdón divino fue ofrecido por Jesús, quien pagó por nuestros pecados por completo, él murió
en la cruz como pago por el pecado de toda la humanidad. Teníamos una deuda que no podíamos
pagar, pero él pagó por una deuda que no contrajo.
Una de las profecías mesiánicas dice: “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual
se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él [Cristo, el Mesías] el pecado de todos nosotros”.
(Isaías 53:6)
$ El perdón divino es una extensión de la gracia tal como se describe con la palabra griega
charizomai!
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>!
=
>9 La palabra
griega charis =
>10 Manifestamos la gracia de Dios cuando perdonamos a los demás
con el perdón divino.
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios
también os perdonó a vosotros en Cristo”. (Efesios 4:32)
EJEMPLO BÍBLICO:
José y sus hermanos11
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excelente ejemplo de alguien que pudo haber sido vengativo, en vez de perdonador. (Véase Génesis
capítulos 37-45). Él era el hijo favorito de su padre Jacob. Sus diez hermanos estaban tan celosos y
enojados por ello, que lo vendieron como esclavo. Después lo acusaron falsamente de intentar abusar
de una mujer, lo encarcelaron injustamente y un amigo que había prometido ayudarlo se olvidó de
él. José tenía todas las razones posibles para cortar todo lazo familiar, derramar su odio sobre la
humanidad y reclamarle a Dios. . . pero no fue así.12
Con el paso del tiempo, José se convirtió en el primer ministro de Egipto y en su época hubo una
terrible hambruna que azotó la tierra. Pero por intervención divina a través de José, Egipto se preparó
para enfrentar esa situación. Cuando sus hermanos escucharon de la abundancia que había en Egipto,
©1991–2009 HOPE FOR THE HEART
“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 7
hicieron el largo viaje desde Canaán para comprar comida. Estando en Egipto se encontraron con su
hermano José, a quien creían muerto, ¡pero ahora era el primer ministro! ¡Qué oportunidad tan buena
para que José se vengara de sus hermanos! No obstante, en lugar de intentar desquitarse, José les habló
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todo el pueblo judío. . . .
“Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá;
porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros. . .
para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio
de gran liberación. . . Dios... me ha puesto por padre de Faraón y por
señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto”.
(Génesis 45:5–8)
Aunque José experimentó en carne propia el peor de los tormentos, emergió con un perdón
extraordinario hacia quienes le habían hecho tanto mal. ¿Cuál fue su secreto?
EL SECRETO DEL ÉXITO DE JOSÉ
$ “No os entristezcáis, ni os pese”.
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hemos sufrido para bien, entonces. . .
podemos tener una actitud de perdón.
$ “Me envió Dios”.
— Cuando nos damos cuenta de que en la soberanía de Dios él puede usar el lugar donde nos
encontramos para nuestro bien. . .
podemos tener una actitud de perdón.
$ “Dios me ha puesto”.
— Cuando nos damos cuenta de que en la soberanía de Dios él puede hacer que toda circunstancia
resulte para bien. . .
podemos tener una actitud de perdón.
$ Conclusión:
— Cuando aceptamos la soberanía de Dios por encima del lugar donde nos encontramos, de
nuestras circunstancias y de manera especial sobre las cosas malas que nos hacen los demás, y
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¡tendremos éxito a través del perdón que otorgamos!
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a
bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.
(Romanos 8:28)
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“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 8
PREGUNTA: tanta injusticia?”13
RESPUESTA: Recuerde que Cristo sufrió injusta y terriblemente para pagar por nuestros pecados para que
fuera posible el perdón de nosotros. Por lo tanto, al convertirnos en verdaderos cristianos, podemos
depender de Cristo (que vive en nosotros) para ayudarnos a soportar el sufrimiento injusto. . . y aun
más que eso, para perdonar a todo aquel que nos trata mal. Debemos ser claros en esto; cada cristiano
verdadero está “llamado” a sufrir, sin embargo, con el sufrimiento llega también la bendición.
“Porque esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios...Pues para
esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para
que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le
maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la
causa al que juzga justamente”. (1 Pedro 2:19–23)
II. CARACTERÍSTICAS DE LA FALTA DE PERDÓN
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la crueldad y el hedor de los hornos crematorios de Ravensbruck. Corrie ten Boom observaba la mano
dura de su antiguo carcelero y en su mente sabía lo que tenía que hacer: ¡perdonar! Pero sus emociones se
rebelaban para no hacerlo. El mensaje que había estado compartiendo con las víctimas de la barbarie nazi
hacía énfasis en que ella debía perdonar a quienes la persiguieron. El perdón se convertía en una necesidad.
Pero Corrie estaba paralizada librando una feroz batalla entre su mente y sus emociones.
Y ahí estaba de pie, yo, quien he recibido el perdón de sus pecados una y
otra vez, y no podía perdonar. [Mi hermana] Betsie murió en aquel lugar.
¿Podría él con su simple petición borrar su muerte lenta y terrible?14
Imaginemos el dilema que enfrentaba Corrie. Ella sabía que quienes perdonaron a sus enemigos también
pudieron reconstruir sus vidas a pesar del terrible sufrimiento físico a que fueron sometidos. Pero también
sabía que quienes seguían albergando amargura seguían aprisionados. . . no en los crueles campos de
concentración de Hitler. . . sino dentro de su propia alma herida. Corrie sabía cuál era el costo de la
amargura, esa misma amargura contra la que ella estaba luchando, porque la Biblia dice:
“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando
alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”.
(Hebreos 12:15)
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“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 9
A. ¿Por qué debemos perdonar?
Cuando nos rehusamos a perdonar, la falta de perdón nos sigue amarrando emocionalmente a la
ofensa, así como al ofensor. Un continuo rechazo de perdonar ahonda más el abismo en el cual nos
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falta de perdón es culpar a los demás. Es muy fácil acostumbrarnos al ambiente antinatural de auto7
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vivas. Y porque no han sido tratadas a la manera de Dios, es increíble ver que nos convertimos en
y somos iguales al ofensor (pero estamos cegados ante esa realidad). No perdonar al ofensor es una
ofensa contra Dios, lo cual nos convierte también en ¡un ofensor ante Dios! La Biblia nos dice que
debemos confesar y renunciar a este pecado. . . .
“El que encubre sus pecados no prosperará;Mas el que
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(Proverbios 28:13)
UN CORAZÓN NO PERDONADOR ES . . .
$
Juez—se enfoca en los pecados que el ofensor
cometió en el pasado
UN CORAZÓN NO PERDONADOR TIENE. . .
$
Condenación—es intolerante ante cualquier falta
del ofensor
“No juzguéis. . . no condenéis. . . perdonad, y seréis perdonados”.
(Lucas 6:37)
$
Inmisericorde—repasa una y otra vez las razones $ Contención—siempre viendo de arriba a abajo al
por las que el ofensor no merece que se le perdone
ofensor sin misericordia
“Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere
misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio”.
(Santiago 2:13)
$
Resentido—resiente los logros del ofensor
$
Envidia—codicia los logros del ofensor
“Es cierto que al necio lo mata la ira,
Y al codicioso lo consume la envidia”.
(Job 5:2)
$
Vengativo—se ríe cuando el ofensor falla, tiene
$ Represalias—deseo de ponerse a mano con el
ofensor
“Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes,
Y cuando tropezare, no se alegre tu corazón”.
(Proverbios 24:17)
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“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 10
UN CORAZÓN NO PERDONADOR ES . . .
UN CORAZÓN NO PERDONADOR TIENE. . .
$
Maligno—habla con los demás acerca de las fallas $ Difamación—comparte innecesariamente con los
del ofensor con la intención de lastimarlo
demás cosas negativas acerca del ofensor
“El que encubre el odio es de labios mentirosos;
Y el que propaga calumnia es necio”.
(Proverbios 10:18)
$
Arrogante—se cree superior al ofensor, a quien
$ Presunción—actúa con arrogancia hacia el ofensor
considera menos importante
“Antes del quebrantamiento es la soberbia,
y antes de la caída la altivez de espíritu”.
(Proverbios 16:18)
$
Profano—habla palabras groseras contra el
$ Amargura8
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ofensor
ofensor
“Su boca está llena de maldición y de amargura”.
(Romanos 3:14)
$
Quejumbroso—es pronto para pelear por
decisiones personales, por palabras y por obras
$
Resistencia—discute cualquier consejo o crítica
constructiva que se haga respecto al ofensor
“Haced todo sin murmuraciones y contiendas.”
(Filipenses 2:14)
$
Impaciente—demuestra muy poca paciencia y se $ Irritación—se siente fácilmente irritado por el
enoja a la menor provocación
ofensor
“La cordura del hombre detiene su furor,
Y su honra es pasar por alto la ofensa”.
(Proverbios 19:11)
$
Amargado—se siente muy irritable por la ira no
resuelta
$
Negatividad—no puede experimentar gozo ni
aprobar nada que tenga que ver con el ofensor
“El corazón conoce la amargura de su alma;
Y extraño no se entremeterá en su alegría”.
(Proverbios 14:10)
La falta de perdón provoca que la persona que ha sido víctima de una ofensa se vuelva árida
espiritualmente y aunque trate de sentirse cerca de Dios, no puede crecer espiritualmente. Un
resultado directo de la falta de perdón es que se bloquea la vida de oración del que no perdona.
“Mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco
vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”.
(Mateo 6:15)
©1991–2009 HOPE FOR THE HEART
“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 11
PREGUNTA: “¿Cómo puedo perdonar a alguien que no me ha pedido perdón o que no muestra
ningún tipo de arrepentimiento?”
RESPUESTA: El perdón no tiene nada que ver con el arrepentimiento. El perdón no está basado
en lo que el ofensor hace o merece, sino en otorgar el regalo de gracia hacia el ofensor, un
regalo inmerecido. La pregunta verdadera es: “¿Quiere usted ser como Cristo?” Cuando Jesús
estaba clavado en la cruenta cruz, sus enemigos no le pidieron perdón ni se arrepintieron por
lo que le hicieron, y sin embargo, él demostró su corazón lleno de perdón cuando oró:
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. (Lucas 23:34)
PREGUNTA: !
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consecuencias de ello?”
RESPUESTA: El perdón no es una carta de permiso. Si un hombre le pide dinero prestado y luego
se niega a pagarle, usted debe perdonarlo. Debe soltarlo a él y a la ofensa y dejarlos en las manos
de Dios. . . al menos por su propio bien, para que usted no se vuelva un amargado. Pero no debe
volver a entablar ningún tipo de relación económica con él. No dé a la gente irresponsable más
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puesto límites, y que esas personas no pagarán ninguna consecuencia al violar los límites. Si este es
el caso, usted mismo los está induciendo y permitiendo que continúen con su mal comportamiento.
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La permisividad lo coloca a usted en una posición de sufrir el agravio una y otra vez.
$
La permisividad nunca ayuda al ofensor a cambiar, sino que refuerza sus malos hábitos. Sin
embargo, una “consecuencia” del ofensor es que no tendrá más oportunidades de “abusar” de
usted u ofenderlo de nuevo.
$
Los débiles son las personas típicas que tratan de agradar a todo mundo y que no ponen límites
cuando deberían hacerlo. Si usted le dice que sí a una persona irresponsable cuando debería
decir que no, de hecho a quien le está diciendo que no es a Cristo. El apóstol Pablo dijo:
“Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres?
Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo”. (Gálatas 1:10)
B. ¿Cómo es un corazón perdonador?
Cuando el Espíritu de Cristo está enraizado en nuestro ser, él produce en nosotros un carácter
semejante al de él. En el momento en que decidimos entregar nuestra vida a Jesús, somos “sellados”
con el Espíritu Santo quien viene a morar en nuestro corazón por el resto de nuestra vida. (Véase
Efesios 1:13-14). De la misma manera que un árbol de naranja produce naranjas y uno de plátanos,
plátanos, el Espíritu de Cristo produce el carácter de Cristo en el cristiano. Por lo tanto, la próxima vez
que reciba una ofensa permítale al Espíritu Santo la libertad de producir su fruto de perdón en usted.
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza”.
(Gálatas 5:22–23)
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“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 12
EL CORAZÓN PERDONADOR ES. . .
EL CORAZÓN PERDONADOR TIENE. . .
$
Amoroso—no guarda rencor por las cosas malas
$ Un espíritu de amor, permite la posibilidad de que
que el ofensor le ha hecho
el ofensor pueda cambiar
“Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor;
porque el amor cubrirá multitud de pecados”.
(1 Pedro 4:8)
$
Gozoso—Hace suya la bondad de Dios y su
$ Una actitud de gozo sabiendo que Dios usará las
soberanía sobre todos los acontecimientos de su
pruebas para darle victoria
vida, incluso los más dolorosos
“En esto me gozo . . . porque sé que por . . . la suministración del Espíritu de
Jesucristo, esto resultará en mi liberación”
(Filipenses 1:18–19)
$
$ Una que baja la guardia ante el
8
!
ofensor y tiende puentes hacia la reconciliación
dolor o división y desea que el ofensor tenga
una buena relación con Dios y reciba su
bendición
“Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz”.
(Santiago 3:18)
$
Paciente—acepta que el ofensor tiene remedio y
podría cambiar
$
$ Una obra benigna a favor del ofensor que es
Benigno—buscando maneras prácticas para
inesperada, que no la podía prever y que no sabía
expresar actos de bondad y para suplir alguna
que la recibiría
necesidad
“A su alma hace bien el hombre misericordioso;
Mas el cruel se atormenta a sí mismo”.
(Proverbios 11:17)
$
Bueno—que todavía exhibe sus principios
morales y su pureza en medio de la controversia
$
Un compromiso hacia la paciencia para esperar
y el tiempo oportuno para hablar de ellas
“El amor es sufrido”.
(1 Corintios 13:4)
$
Un corazón bueno!Z7
"
"
moral—el carácter de Cristo
“Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre
y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza
que hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que
murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados
los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo”.
(1 Pedro 3:15–16)
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EL CORAZÓN PERDONADOR ES. . .
EL CORAZÓN PERDONADOR TIENE. . .
$
Fiel—ora por los que lo han lastimado para que
$ Un de orar por quienes lo han
sus vidas sean transformadas
herido
“Gozosos en la esperanza; sufridos en la
tribulación; constantes en la oración”.
(Romanos 12:12)
$
Manso—pues toma en cuenta las propias heridas $ Una respuesta gentil, que comprende que por lo
regular las “personas heridas hieren a la gente”
del ofensor y responde a su aspereza con gentileza
y calma
“La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor”.
(Proverbios 15:1)
$
Templado—decide de antemano cómo responder
Z
Z
$
Una respuesta controlada que se asemeja a Cristo
de tal manera que no importa lo que se diga o
haga, tiene una actitud positiva hacia el ofensor
“Ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios”.
(1 Pedro 1:13)
PREGUNTA: ¿Cómo sé que ya he perdonado sinceramente?
RESPUESTA: Después de que alguien le ha ofendido, usted puede poner a prueba
la “calidad” de su perdón por medio de las siguientes preguntas:
$
“¿Sigo esperando que el ofensor “pague” por el mal que me hizo?”
$
“¿Todavía albergo amargura contra mi ofensor?”
$
“¿Sigo teniendo pensamientos de venganza contra mi ofensor?”
@**
!!*
justicia, sino que dejará la ofensa y al ofensor en manos de Dios. Usted se niega a albergar odio
hacia el ofensor. Recuerde, el perdón es un proceso que requiere que usted tome la decisión de
perdonar cada vez que la ofensa venga a su mente. . . y usted decide orar por el ofensor cada vez que
recuerda la ofensa.
“Así que, lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros; antes os
instruiré en el camino bueno y recto”. (1 Samuel 12:23)
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“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 14
C. El alto costo de la falta de perdón 15 versus la gran recompensa del perdón
Tener un espíritu no perdonador es como cargar un costal de cemento todo el día. Si nos negamos a
perdonar en nuestro corazón, llevamos un peso que Dios no desea que llevemos a cuestas. La falta de
perdón se convierte en una pesada carga y Jesús dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar”. (Mateo 11:28).
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.
(1 Pedro 5:7)
LA FALTA DE PERDÓN
$
La falta de perdón bloquea la puerta a la salvación $
y al perdón de Dios.
EL PERDÓN
El perdón abre la puerta hacia la salvación y al
perdón de Dios.
“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a
vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus
ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”.
(Mateo 6:14–15)
$
La falta de perdón propicia el crecimiento de una $ El perdón impide que crezca una raíz de
raíz de amargura.
amargura.
“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que
brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean
contaminados”.
(Hebreos 12:15)
$
La falta de perdón abre la puerta para que Satanás $
entre a nuestras vidas.
El perdón le cierra la puerta Satanás para que no
entre en nuestras vidas.
“Si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia
de Cristo, para que Satanás no gane ventaja alguna sobre
nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones”.
(2 Corintios 2:10–11)
$
La falta de perdón nos hace caminar en la
$ El perdón nos saca a la luz.
oscuridad y tinieblas.
“El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en
tinieblas. . . el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en
tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos”.
(1 Juan 2:9–11)
$
La falta de perdón proviene de Satanás.
$ El perdón es de Dios.
“Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón. . . esta
sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica”.
(Santiago 3:14–15)
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LA FALTA DE PERDÓN
EL PERDÓN
$
La falta de perdón evidencia un corazón sin Dios. $ El perdón es evidencia de un corazón piadoso.
“Mas los hipócritas de corazón atesoran para sí la ira”.
(Job 36:13)
$
La falta de perdón nos hace esclavos del pecado.
$
El perdón nos libera.
“Porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás”.
(Hechos 8:23)
$
La falta de perdón entristece al Espíritu de Dios. $ El perdón está fortalecido por el Espíritu de Dios.
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis
sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda
amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”.
(Efesios 4:30–31)
III. CAUSAS DE LA FALTA DE PERDÓN
De manera sorprendente, el pequeño hogar de la familia Ten Boom se convirtió en el centro de operaciones
de la red secreta a favor de los judíos. A partir de su refugio secreto lograron abarcar hasta los lugares más
remotos de Holanda. Los miembros de la familia Ten Boom vivían una vida doble; escondían a los judíos
perseguidos en su pequeño cuarto secreto por períodos de hasta dos semanas, mientras que los demás
miembros del movimiento de protección a judíos buscaban la manera de sacarlos del país sin ser vistos.
Al mismo tiempo, Corrie vivía con el temor constante de que pudieran sorprenderlos. . . y con toda razón.
Un colega relojero a quien el padre de Corrie había entrenado tiempo atrás, traicionó a la familia. El
resultado de su ingratitud fue que Corrie nunca más pudo abrazar a su padre o disfrutar de la presencia de
su amada hermana Betsie. ¿Cómo podría no consumirla la amargura contra ese “amigo” que los delató? Ella
sufrió en carne propia la realidad de estas palabras. . .
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de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar”.
(Salmos 41:9)
A. ¿Por qué es tan difícil perdonar?
La gente no puede perdonar a los demás por varias razones. Por ejemplo, cuando el que nos ha
ofendido es un amigo, el perdón puede hacernos sentir “en la lona” emocionalmente. Por otro lado,
el no perdonar nos puede hacer sentir emocionalmente más importantes. Por lo tanto, podría ser que
en ese caso la falta de perdón hacia el amigo que nos ofendió sea por causa del orgullo.16 La Biblia lo
establece de la siguiente manera. . .
“El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte”.
(Proverbios 18:19)
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OBSTÁCULOS PARA EL PERDÓN 17
& No haber tenido un ejemplo de perdón por parte de los padres
— “No sé cómo perdonar”.
& Negar que hubo una ofensa
— “No quiero pensar en ello”.
& Temor a responsabilizar al culpable
— “En realidad es mi culpa”. (Esta manera de pensar obnubila la realidad y el dolor que sentimos
por haber recibido una ofensa).
& No sentir que puede perdonarse a sí mismo
— “Si no hay misericordia para mí, para ti tampoco”.
& No haber recibido perdón por sus ofensas pasadas
— “A mí no me perdonaron, ¿por qué yo sí tengo que hacerlo?”
& No entender el perdón de Dios
— “Dios nunca me perdonará por esto, yo tampoco perdonaré lo que me hicieron”.
& Creer que la amargura es la respuesta normal a la traición
— “Dios sabe que mis sentimientos son normales”.
& — “¡No puedo aceptar que lo que hizo está bien!”
& Requerir una disculpa o una muestra de arrepentimiento
— “No puedo perdonarlo porque no está arrepentido por lo que hizo”.
& Tener un sentido de poder al no perdonar
— “¡Necesita reconocer lo mal que actuó!”
& Rehusarse a dejar ir el deseo de venganza
— “Debería pagar por lo que hizo”.
& Albergar un corazón orgulloso y endurecido que se convierte en una barrera espiritual
—“Me rehúso a perdonar”.
“Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; mas
el que endurece su corazón caerá en el mal”.
(Proverbios 28:14)
PREGUNTA: “¿Qué debo hacer para no cosechar los resultados dañinos de la falta de perdón?”
RESPUESTA: Decida cambiar su forma de pensar y pida a Dios que sensibilice su corazón para tener
la capacidad de perdonar. La falta de perdón puede convertirse en una barrera emocional que puede
dañar muchas otras áreas de su vida. Hay algo sobre lo que sí tiene control, y son sus pensamientos.
Es por eso que la Biblia dice. . .
“Llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”. (2 Corintios 10:5)
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B. ¿Cómo es que la necesidad de que se haga justicia contribuye a la falta de
perdón?
Nos sentimos llenos de ira ante la injusticia. La demanda de justicia es común a todo ser humano. Es
decir todos, excepto el culpable, están esperando que se haga justicia. El clamor del malhechor no es
por justicia, sino por misericordia…
“Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones”.
(Salmos 51:1)
Pero, ¿por qué la necesidad de que se haga justicia es tan fuerte y natural, y por qué el perdón es tan
difícil y va contra nuestra naturaleza humana?
Tres razones:
$ Dios ha implantado en el corazón de cada ser humano un sentido de lo que es bueno y lo que es
malo. Por tanto, sentimos la imperiosa necesidad de que se haga justicia cuando nos han dañado.
“Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones [aun en los corazones de los paganos].”
(Romanos 2:15)
$ Con base en la ley, parece que el perdón es inapropiado y anti-natural.
“Y no le compadecerás; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie”.
(Deuteronomio 19:21)
$ Ya que Dios es un Dios de justicia, alguien tiene que pagar. Ese alguien fue Jesús. Su muerte en la
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que satisfacer su justicia con la muerte de Cristo en la cruz, ¿no deberíamos esperar nosotros que se
hiciera justicia antes de otorgar misericordia y perdón?
La verdad es que aunque todos deberíamos enfrentar la justicia de Dios, Jesús se hizo pecado por
las malas obras de todos. Los gobiernos tienen que impartir justicia, pero los individuos debemos
extender misericordia. Tenemos que dejar la justicia individual en manos de Dios. La Biblia nos
exhorta. . .
“Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso”. (Lucas 6:36)
C. ¿Cómo se puede desarrollar una fortaleza espiritual?
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tomado parte de su territorio. Con esa ventaja, ahora él tiene una base segura desde la cual puede
seguir avanzando.
Si nos han lastimado y como resultado hemos albergado ira en el corazón, debemos darnos cuenta de
que ese enojo no resuelto puede ser una victoria del enemigo. La Biblia dice:
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre
vuestro enojo, ni deis lugar al diablo”.
(Efesios 4:26–27)
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“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 18
CÓMO SE ESTABLECE UNA FORTALEZA ESPIRITUAL
#1
Cuando decidimos no perdonar al ofensor, albergamos enojo no resuelto.
#2
El enojo no resuelto le permite a Satanás levantar una muralla en nuestra mente.
#3
Esa barrera entonces es un K
W
desde donde nos lanza sus “dardos de fuego del
maligno” -@‚W†‚ƒ
#4
Esos dardos de fuego de acusaciones y falta de perdón continúan ardiendo en nuestro corazón
y nos tienen mentalmente cautivos para hacer la voluntad del enemigo.
Hasta este punto estamos sumidos en una batalla espiritual. Para poder ganar la guerra, es necesario
reconocer que la batalla por la libertad se lleva a cabo en la mente. Necesitamos llevar cautivo todo
pensamiento de falta de perdón y entregar toda ira irresuelta a Dios.
“Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo,
malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca”.
(Colosenses 3:8)
La siguiente oración respecto a la guerra espiritual puede ayudarnos a confrontar con honestidad la
ira, entregársela a Dios, y quedar libres de esos hábitos tan dañinos.
ORACIÓN PARA LA GUERRA ESPIRITUAL
“Querido Padre celestial:
$ No quiero experimentar la derrota en mi vida. Gracias porque Jesús vive en mí y es más grande que
Satanás que vive en el mundo. (Lea 1 Juan 4:4)
$ Sé que he sido comprado con el precio de la sangre de Cristo derramada en el Calvario. Mi cuerpo
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$ En este momento, rechazo todo pensamiento que no provenga de ti. (Lea 2 Corintios 10:3-5)
$ Decido perdonar a los que me han herido y decido asimismo entregar todo mi dolor y enojo en tus
manos. (Lea Colosenses 3:13)
$ Resisto a Satanás y todo su poder. (Lea Santiago 4:7)
$ Al tomar toda la armadura de Dios, te pido que ates a Satanás y sus fuerzas demoníacas para que no
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$ A partir de ahora y con el escudo de la fe, rechazaré y derrotaré cualquier pensamiento de falta de
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$ Someto mi vida a tus planes y propósitos. (Lea Jeremías 29:11)
En el santo nombre de Jesús hago esta oración. Amén”.
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“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 19
D. ¿Puede usted recibir el perdón total de parte de Dios?
No se puede perdonar de corazón a los demás hasta que hayamos recibido el perdón de Dios en
nuestra propia vida. De todas las religiones del mundo, el cristianismo es el único que enseña que
Dios perdona el pecado por completo.18 Él está dispuesto a perdonar cada una de nuestras ofensas.
Sin embargo, muchas personas rechazan su perdón porque no pueden entender su misericordia y
gracia. La gracia es recibir lo que no merecemos (el perdón y el cielo). La misericordia es no recibir
!-
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misericordia y su gracia. A través de Jesucristo, él quiere otorgarle su perdón, aquel que se encuentra
solamente en una relación segura con él.
¿CÓMO PUEDE RECIBIR EL PERDÓN DE DIOS?
#1
El propósito de Dios para usted. . . es la salvación.
—¿Cuál fue el propósito de Dios al enviar a Cristo al mundo? ¿Condenarlo? No, sino ¡para
expresar su amor al salvarnos!
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al
mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”. (Juan 3:16-17)
—¿Cuál fue el propósito de Jesús al venir al mundo? ¿Hacer todas las cosas perfectas y quitar
todo el pecado? No. . . sino para perdonar nuestros pecados, fortalecernos para tener victoria
sobre el pecado y ¡ayudarnos para vivir una vida plena!
“Yo [Jesús] he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. (Juan 10:10)
#2
Nuestro problema. . . es el pecado.
—¿Qué es exactamente el pecado? El pecado es vivir independientemente de las normas de Dios,
sabiendo lo que es correcto, pero decidiendo hacer lo incorrecto.
“Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”. (Santiago 4:17)
—¿Cuál es la consecuencia más grave del pecado? La muerte espiritual, es decir, la separación
espiritual de Dios.
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús
Señor nuestro”. (Romanos 6:23)
#3
La provisión de Dios. . . es el Salvador.
—¿Hay algo que pueda quitar el castigo del pecado? Sí. Jesús murió en la cruz para pagar de
manera personal nuestros pecados.
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió
por nosotros”. (Romanos 5:8)
—¿Cuál es la solución para ya no estar separados de Dios? Creer en Jesucristo como el único
camino para llegar a Dios el Padre.
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.
(Juan 14:6)
©1991–2009 HOPE FOR THE HEART
“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 20
#4
Nuestra responsabilidad. . . es someternos.
—Coloque su fe en (dependa de) Jesucristo como su Salvador y Señor y deje de pensar que sus
“buenas obras” son un medio para ganar la aprobación de Dios.
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
no por obras, para que nadie se gloríe”. (Efesios 2:8-9)
—Entréguele a Cristo el control de su vida, depositando su vida en sus manos.
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y
todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre,
si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su
alma?”. (Mateo 16:24–26)
En el momento en que decida creer en él, es decir, cuando confíe su vida a Cristo, él le dará su Espíritu
para que viva dentro de usted. El Espíritu de Cristo le capacitará para vivir la vida plena que Dios
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comience un proceso de sanidad. Si quiere ser perdonado completamente por Dios y llegar a ser la
persona que él quiere que usted sea, puede decírselo en una oración simple como la siguiente, pero de
todo corazón:
ORACIÓN PARA LA SALVACIÓN
“Dios, quiero tener una relación personal contigo. Confieso que muchas veces he
decidido seguir mi propio camino en lugar del tuyo. Por favor perdóname por mis
pecados. Jesús, gracias por morir en la cruz para pagar por mis pecados. Ven a mi
vida y sé mi Señor y mi Salvador. Dame tu poder para practicar el perdón y para
amar a quienes me han lastimado. Comienza la sanidad del dolor en mi vida con
tu amor y hazme la persona que tú quieres que sea.
Oro en tu santo nombre. Amén”.
¿QUÉ PUEDE ESPERAR AHORA?
Si hizo esta oración con toda sinceridad, lea lo que ¡Dios dice en su palabra!
“En quien [Jesús] tenemos redención por su sangre, el perdón de
pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar
para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia”.
(Efesios 1:7–8)
PREGUNTA: “Sé que Dios ha perdonado mis pecados, pero ¿cómo puedo perdonarme a mí
mismo?”
RESPUESTA: ¿Alguna vez ha considerado que la falta de disposición de perdonar a quien Dios ya ha
perdonado, es desacreditar el regalo de misericordia de Dios hacia usted mismo? Es colocarse a sí
mismo como un juez mayor que Dios. Es como si dijera:
©1991–2009 HOPE FOR THE HEART
“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 21
‰ “Dios, te equivocaste al perdonarme, porque no merezco que me perdones”.
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Puede ser que usted sienta que es humilde delante de Dios si no se perdona a sí mismo, pero debe
entender que en tal situación su enfoque no está en Dios, sino en usted. La humildad es doblar
sus rodillas ante el Señor en sumisión a su autoridad y a su derecho de declarar justo a quien él
quiera. Después de todo, ¿quiénes somos para juzgar a Dios? Puesto que Satanás es el “acusador”
de los cristianos (Apocalipsis 12:10), cuando usted se sigue culpando, toma el lado de Satanás, cuyo
propósito es que usted se siga sintiendo fracasado. En vez de eso, agradezca a Dios con humildad
por su misericordia inmerecida. Agradézcale su inmerecida gracia y viva en ese perdón no
merecido.
“Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos
hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la
regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo”.
(Tito 3:5)
E. La raíz del problema
Todos fuimos creados con tres necesidades básicas dadas por Dios: la necesidad de amor, de
19 Muchas personas que han sido lastimadas se sienten
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vida no perdonando a los demás. La falta de perdón les da un sentido de poder y superioridad sobre los
demás.
Si un amigo suyo lo traiciona, es posible que por algún tiempo sienta que no tiene control para dejar
de sufrir. Ya que a nadie le gusta sentirse así, la falta de perdón provee una ilusión de poder. Al no
perdonar se tiene un sentido de poder. Al aferrarse al odio hay un sentido de fuerza. Al responder con
venganza está jugando el papel del poder.
CREENCIA ERRÓNEA: “Es muy normal que me resienta contra quienes me han hecho daño. Si los perdono, se van a salir con la suya. Los que me ofendieron tienen que pagar por lo que me hicieron”.
R ESULTADO: ESTO evidencia una actitud de orgullo que coloca al ofendido en una posición de juez, más
arriba de Dios, quien sí está dispuesto a perdonar y olvidar.
“Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados”.
(Isaías 43:25)
CREENCIA CORRECTA: “Ya que Dios me ha perdonado por completo, puedo dejar mi resentimiento y de
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R ESULTADO: ESTO evidencia un corazón humilde que tiene el deseo de perdonar a los demás de la misma manera en que Dios nos perdona.
“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre
celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará
vuestras ofensas”. (Mateo 6:14–15)
©1991–2009 HOPE FOR THE HEART
“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 22
IV. PASOS HACIA LA SOLUCIÓN
Después de haber sobrevivido los sufrimientos de los campos de concentración. . . de haber vivido en
prisiones infestadas de pulgas y ratas. . . de haber perdido a su padre y a su hermana por causa del maltrato
humano. . . de haber enfrentado la muerte a diario. . . y tratar de sobrevivir en medio de lo que parecía
ser el triunfo de la maldad, se podría pensar que la vida para Corrie era bastante fácil, pero ésta es una
presuposición equivocada. Entonces, ¿los problemas que tuvo después no palidecieron ante los horrores que
sufrió en el pasado? En las propias palabras de Corrie, ella no podía dormir por las noches. No quedó libre
sino hasta que tomó la decisión
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cada día de su vida. Con extraordinaria sinceridad, Corrie dijo. . . .
Me gustaría poder decir que después de vivir una vida larga y fructífera y de
haber viajado por todo el mundo, he aprendido a perdonar a todos mis enemigos.
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Z ' misericordia y bondad hacia los demás. Pero no es así. Si hay algo que en realidad
he aprendido. . . es que no puedo experimentar buenos sentimientos y conductas si
no provienen de parte del Señor cada día.20
Corrie ten Boom aprendió que no sólo tenía que recibir el perdón de Dios, sino que también tenía que
perdonar como él perdona. . . Ella necesitaba mostrar misericordia, pues Jesús dijo:
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Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento”.
(Mateo 9:13)
A. Versículo clave para memorizar
¿Alguna vez ha orado la “oración modelo” o lo que con frecuencia conocemos como “La oración del
Señor”? Si así es, ¿lo hizo con sinceridad? Piense en ello. ¿De verdad lo hizo consciente de lo que
decía? Jesús dijo, “Y perdónanos nuestras deudas, como también perdonamos a nuestros deudores”.
(Mateo 6:12). Si realmente oramos así, lo que le estamos pidiendo a Dios es que nos perdone de la
misma manera en que lo hacemos con los que nos han hecho daño. Por eso, la Biblia dice:
“Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros
si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que
Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”.
(Colosenses 3:13)
B. Pasaje clave para leer y meditar
Mateo 18:23–35
LA PARÁBOLA DEL SIERVO MALVADO
Jesús contó una parábola acerca de un siervo que le debía al rey diez mil talentos (aproximadamente
unos 50 millones de dólares actuales). El rey ordenó que vendieran al siervo y a su familia junto con
todo lo que poseían. El siervo cayó de rodillas rogando que el rey tuviera misericordia de él, diciendo:
“Yo te lo pagaré todo”. El rey extendió su misericordia y le perdonó toda aquella deuda.
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“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 23
$ El rey representa a nuestro Padre celestial, quien perdona todos nuestros pecados cuando con
sinceridad llegamos a él rogándole perdón y misericordia. . .................................................. vv. 23–27
Mas tarde, ese mismo siervo fue a buscar a uno de sus consiervos quien le debía cien denarios
(aproximadamente 50 dólares actuales) y le exigió el pago inmediato. Su consiervo cayó sobre sus
rodillas y le rogó que tuviera de él misericordia diciendo: “Yo te lo pagaré todo”. Pero el primer
siervo envió al hombre a la cárcel hasta que pudiera pagarle la deuda.
$ El siervo a quien se le perdonó toda aquella deuda no estaba dispuesto a perdonar las deudas de un
consiervo que imploraba su perdón. . ..................................................................................... vv. 28–30
Cuando los otros siervos vieron lo que había sucedido, se sintieron profundamente tristes y se lo
contaron al rey. Éste mandó llamar al siervo cruel, El rey estaba enojado porque no mostró la misma
misericordia que él había recibido. El siervo fue enviado a la cárcel para ser torturado hasta el día
que pagara todo lo que debía.
$ Si no estamos dispuestos a otorgar el perdón verdadero a los demás, nuestro Padre que está en los
cielos no nos perdonará a nosotros. .........................................................................................vv. 31–35
“Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su
hermano sus ofensas”. (Mateo 18:35)
C. ¿Por qué debemos perdonar?
La respuesta obvia a la pregunta “¿Por qué debo perdonar?” es esta: “¡Porque Dios lo dice!” Pero
¿por qué dice Dios tal cosa? Primero, porque los demás lo necesitan. Y segundo, porque ¡nosotros
lo necesitamos!21 Hace mucho tiempo, George Herbert dijo que quien no puede perdonar “rompe el
puente por el que él mismo debe pasar si quiere llegar al cielo; pues todos tenemos necesidad de recibir
perdón”.22
LA VOLUNTAD DE DIOS ACERCA DEL PERDÓN
$ Dios ordena que nos perdonemos unos a otros.
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios
también os perdonó a vosotros en Cristo”. (Efesios 4:32)
$ Dios quiere que perdonemos a los demás porque él nos perdona a nosotros.
“Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De
la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”. (Colosenses 3:13)
$ Dios quiere que veamos que la falta de perdón es un pecado.
“Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”. (Santiago 4:17)
$ Dios quiere que desechemos la falta de perdón y que tengamos un corazón misericordioso.
“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”. (Mateo 5:7)
$ Dios quiere que cumplamos nuestra responsabilidad de vivir en paz con todos.
“Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres”. (Romanos 12:18)
$ Dios quiere que venzamos el mal con el bien.
“No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal”. (Romanos 12:21)
©1991–2009 HOPE FOR THE HEART
“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 24
$ Dios quiere que seamos ministros de la reconciliación.
“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el
ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no
tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la
reconciliación”. (2 Corintios 5:18–19)
( ¿Sabía usted que la palabra perdón
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le entrega a alguien más un don. . . el regalo de la libertad de no tener que pagar por la ofensa que
cometió. . . el don de ¡perdonar la deuda que tienen con usted! Ese es un don difícil de otorgar, así que
es posible que tenga que pasar por cuatro etapas para hacerlo. Pero recuerde que también se está dando
un regalo a sí mismo. . . el don de “vivir libre de rencores”. Esa es la verdadera libertad y por eso la
Biblia establece que:
“No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo,
sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová”.
(Levítico 19:18)
#1
Enfrente la ofensa.
El dolor que pueda sentir es personal, injusto, y profundo, pues tiene una herida que solamente
puede sanar si perdona a quien lo hirió. En primer lugar usted debe enfrentar la realidad de lo
que ha sucedido y no obstaculizar la sanidad verdadera racionalizando el evento y enfocándose
en un pensamiento falso.
$
No minimice la ofensa pensando que “No importa si me trata mal, todo está bien”.
R EALIDAD: Un "<*
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tipo—bajo ninguna circunstancia.
“Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas”.
(Efesios 5:11)
$
“No es que quiera lastimarme. Yo
no debería sentirme enojado con él, después de todo ¡es miembro de mi propia familia!”
R EALIDAD: Sin importar la edad del ofensor o su relación con nosotros, necesitamos llamar al
pecado como lo que es: “pecado”. Debemos enfrentar la realidad y no tratar de cambiarla.
Es necesario aceptar que la persona es culpable para saber a quien se va a perdonar.
“El que dijere al malo: Justo eres, los pueblos lo maldecirán, y le detestarán las naciones”.
(Proverbios 24:24)
$
No presuponga que un perdón rápido es un perdón completo ni piense:23 “En cuanto se
dio esa circunstancia tan terrible, lo perdoné rápida y completamente. ¡Así es como me
enseñaron a hacerlo!”
R EALIDAD: Mucha gente muy bien intencionada se siente culpable si no ofrece el perdón inmediatamente, así que lo hacen al momento. Sin embargo, todavía no han enfrentado todo
el impacto de la ofensa ni han experimentado el dolor de lo que sucedió en realidad. En
muy pocas ocasiones se puede sentir todo el impacto del pecado en el momento en que
éste ocurre. Más bien, su impacto se siente a diferentes niveles en un lapso de tiempo. Por
lo tanto, se debe perdonar en cada uno de esos niveles. El “perdón instantáneo” en heridas
©1991–2009 HOPE FOR THE HEART
“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 25
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que se haya perdonado cada uno de los niveles de impacto. Antes de que pueda perdonar,
con sinceridad debe enfrentar la verdad acerca de la gravedad de la ofensa y sus implicaciones en su vida.
“He aquí, [tú Dios] amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender
sabiduría”. (Salmos 51:6)
#2
Sienta la ofensa.24
Por lo regular no odiamos a los extraños o conocidos; tan solo “nos enojamos” con ellos. Pero
Lewis Smedes escribe: “Cuando una persona destruye lo que se ha creado por medio del
compromiso y la intimidad, destruye algo muy valioso”.25 Entonces sentimos ira u odio como
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profundo de nuestra alma y debemos tratar con ello. Sin embargo, no todo el odio es incorrecto.
Dios odia la maldad.
“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. . . tiempo de
amar, y tiempo de aborrecer”. (Eclesiastés 3:1, 8)
Si fracasamos en sentir la ofensa los resultados son. . .
$
Negación del dolor: “No lo culpo por criticarme todo el tiempo. . . Está siempre bajo tanta
presión. . . y en realidad no me duele”.
R EALIDAD: Recibir el maltrato de alguien a quien amamos es muy doloroso. Antes de experimentar la sanidad, debemos sentir ese dolor.
“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu”.
(Salmos 34:18)
$
Culpabilidad falsa: “Me siento culpable si tengo odio hacia lo que me sucedió. Se supone
que yo no debo albergar odio en mi corazón”.
R EALIDAD: Dios odia el pecado. Usted también puede odiar el pecado. De hecho, debe odiar
el pecado, pero no al pecador.
“El temor de Jehová es aborrecer el mal; la soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la
boca perversa, aborrezco”. (Proverbios 8:13)
#3
Perdonar al ofensor.
$
“Errar es humano, perdonar es divino”.€‚ Este famoso dicho de Alexander Pope es un
recordatorio para todos nosotros. Sin embargo, la realidad terrenal es más como esto: “Errar
es humano, culpar a alguien más, ¡es más humano!” Es mucho más fácil culpar a otro que
perdonar. Pero Dios nos ha llamado a perdonar. Y cuando lo hacemos, el perdón genuino nos
acerca al corazón del Señor y nos conformamos al carácter divino de Cristo.
ARGUMENTO: “NO creo que sea correcto perdonar cuando no tengo ganas de hacerlo”.
R ESPUESTA: El perdón no es un sentimiento, sino un acto de la voluntad, una decisión. Jesús
estableció lo que era correcto cuando dijo:
“Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro
Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas”. (Marcos 11:25)
©1991–2009 HOPE FOR THE HEART
“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 26
ARGUMENTO: “Puedo perdonar a quien sea, pero Dios sabe que no tengo el poder para
perdonar a esa persona en particular”.
R ESPUESTA: El problema no es su falta de poder para perdonar, sino cuán fuerte es el poder
de Dios en usted para perdonar cualquier pecado cometido en su contra.
“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su
divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia”.
(2 Pedro 1:3)
ARGUMENTO: “NO parece justo que lo perdone. ¡Debería pagar por el mal que hizo!”
R ESPUESTA: Dios sabe cómo tratar con cada persona de manera justa; y lo hará, a su tiempo.
“No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque
escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”. (Romanos 12:19)
ARGUMENTO: “He perdonado, pero parece que no sirve de nada. La persona sigue haciendo lo mismo una y otra vez”.
R ESPUESTA: NO podemos controlar lo que hacen los demás, pero sí podemos controlar cómo
respondemos ante lo que nos hacen los demás. Jesús dijo que debemos responder con perdón, sin importar cuántas veces nos dañen. El apóstol Pedro le preguntó a Jesús:
“Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que
peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta
veces siete”. (Mateo 18:21–22)
ARGUMENTO: “NO puedo perdonar y olvidar. Sigo pensando acerca del daño que me hicieron”.27
R ESPUESTA: Cuando decide perdonar, no le da “amnesia santa.” Sin embargo, puede cerrar su
mente a seguir repasando el dolor del pasado. Rehúse seguir pensando en la ofensa.
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado, pero una cosa hago: olvidando
ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al
premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. (Filipenses 3:13–14)
#4
Encuentre la unidad. . . si es posible.
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la unidad, está condicionada a algunos factores vitales. Cuando estas condiciones se dan, cuando
ambas personas se comprometen a ser sinceros en la relación, hay esperanza real de que los dos
puedan ser de un solo pensamiento y de un solo corazón otra vez.28 La Biblia dice:
“Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión
del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo
mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa”. (Filipenses 2:1–2)
©1991–2009 HOPE FOR THE HEART
“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 27
LA HONESTIDAD QUE SE NECESITA PARA LA RECONCILIACIÓN
Evalúe con toda honestidad a sí mismo y la relación.
Dios quiere usar nuestras relaciones interpersonales para revelar nuestras debilidades y para
fortalecer nuestra relación con él. El primer paso hacia la reconciliación es evaluar con honestidad
sus debilidades y las de la relación para saber dónde es necesario hacer cambios.
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en
mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno”. (Salmos 139:23–24)
Abra su corazón y comparta su dolor.
Tenga una plática sincera con su ofensor. Explíquele su dolor, lo que ha sufrido y la tristeza que hay
en su corazón. No ataque al ofensor. Más bien, hable de las ofensas y dígale cómo lo hicieron sentir.
“Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has
ganado a tu hermano”. (Mateo 18:15)
Evalúe si el ofensor asume su responsabilidad.
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Ellos tienen que sentir su dolor. Si ellos ignoran el dolor y responden con lo mucho que usted los
ha herido, entonces no están listos para una reconciliación, porque no están listos para asumir su
responsabilidad. Necesitan tomar en cuenta su dolor tanto como toman en cuenta el suyo. Deben
manifestar un dolor piadoso.
“Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que
arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte”. (2 Corintios 7:10)
Tenga la expectativa de que su ofensor sea completamente sincero.
Las promesas se pueden hacer si son acompañadas de honestidad, apoyo y lealtad dentro de
la relación. Aunque usted no puede garantizar que el otro cumpla, debe poder discernir si hay
sinceridad y honestidad en la plática.
“El labio veraz permanecerá para siempre; mas la lengua mentirosa sólo por un momento”.
(Proverbios 12:19)
Establezca límites sanos dentro de la relación.
Podría ser que usted tenga un corazón dispuesto a la reconciliación; sin embargo, necesita hacer
una evaluación, ¿El ofensor ha traspasado los límites de lo que es correcto (ira descontrolada, es
posesivo, exigente, insensible, irresponsable, orgulloso, abusivo)? Si ese fuera el caso, explíquele
cuál es el límite y qué repercusiones habrá si cruza esa línea (una relación limitada), o cual será la
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llevar el registro de lo que suceda y el ofensor necesita disciplinarse a dejar de dañar la relación.
“Camino a la vida es guardar la instrucción; pero quien desecha la reprensión, yerra”.
(Proverbios 10:17)
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ome tiempo, piense con cuidado y ore con sinceridad antes de recibir nuevamente al ofensor dentro
de su corazón.
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“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”. (Proverbios 4:23)
©1991–2009 HOPE FOR THE HEART
“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 28
Someta su corazón a un nuevo inicio.
Dios quiere que posea un corazón sumiso a su perfecta voluntad para su vida. Las ofensas graves
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usted mismo sufre cambios en medio del dolor. Quizá ha asumido nuevos roles que no puede
abandonar tan fácilmente cuando, después de haber perdonado a un amigo, lo invita a entrar en su
corazón una vez más. Deje atrás los patrones del pasado y establezca patrones de conducta nuevos y
positivos.
“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo
hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y
ríos en la soledad”. (Isaías 43:18–19)
PREGUNTA: “Si yo he perdonado una deuda monetaria, liberando así a la persona de pagarme,
¿espera Dios que esa persona pague su deuda por causa de integridad?”
RESPUESTA: Usted no debe esperar que le devuelvan nada si de verdad ha perdonado esa
deuda. Sin embargo, Dios sí espera que seamos gente de integridad, es decir, personas
que cumplen su palabra, que acatan los acuerdos y cumplen con sus obligaciones.
Debemos hacer todo lo que sea posible para evitar contraer deudas que no podamos
pagar y pagar todas aquellas que ya hemos contraído. Si usted se había olvidado de una
deuda que su deudor ahora sí puede pagarle, el pago debe realizarse como un asunto
de integridad. Pero usted no debe esperarlo. Considere las siguientes situaciones:
$ Deudor #1
Un amigo suyo le pide prestados $100 y le promete pagar en un mes. Pero tiene un accidente y
por causa de una discapacidad pierde su trabajo. No tiene manera de pagarle la deuda. Si usted
decide perdonarle su deuda seis semanas después, ¿le debe todavía su amigo?
No, el asunto del pago no es un asunto de integridad delante de Dios, sino un asunto de
discapacidad, la falta de capacidad para pagar esa deuda. Dios sabe que hay ocasiones en las que
es imposible pagar una deuda. Si luego su amigo puede devolverle lo que le prestó, sea $1.00 o
$10.00 a la semana, él tendrá que hacerle el ofrecimiento de pagar conforme vaya pudiendo. Si
usted le reitera que no debe sentirse obligado a pagarle, entonces con una profunda gratitud él
debería aceptar su generosidad como un regalo de gracia.
$ Deudor #2
Un amigo suyo le pide prestados $100 y le promete pagar en un mes, pero no hace ningún
esfuerzo por devolverle el dinero. Después de seis meses, usted decide perdonarlo. ¿Está todavía
obligado su amigo a pagar?
No, no le debe el pago de esta deuda porque usted lo perdonó. Sin embargo, una persona de
integridad querrá pagar esa deuda. Aunque empiece a pagarle $1.00 o $10.00 a la semana, el
pago se debe hacer por asunto de integridad delante de Dios.
Es interesante que de acuerdo a la Ley, los israelitas estaban obligados a cancelar todas las
deudas al ^. Si mantenemos una expectativa de pago de deuda por
mucho tiempo y esa deuda no se paga, podríamos amargarnos y tal amargura afectaría a todos
los involucrados. (Lea Hebreos 12:15).
©1991–2009 HOPE FOR THE HEART
“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 29
“Cada siete años harás remisión. . . perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de
su mano, con el cual obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano,
porque es pregonada la remisión de Jehová”. (Deuteronomio 15:1–2)
E. ¿Cómo se perdona?
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pero cómo puedo hacerlo?” Si alguna vez ha dicho estas palabras o han cruzado por su mente, tenga la
seguridad de que no está solo. Por eso necesita saber. . .
CÓMO MANEJAR “EL GANCHO”
$ Haga una lista de todas las ofensas de su ofensor.
$ Imagine que en este momento usted lleva un gancho en su clavícula. Imagine todo el dolor que
conlleva ese gancho como resultado de todo lo malo que le hicieron.
$ Hágase la pregunta, ¿De veras quiero seguir cargando con todo el dolor por el resto de mi vida? El
Señor quiere que tomemos el dolor del pasado y lo dejemos en sus manos.
$ Luego quite al ofensor de su “gancho” emocional y colóquelo en el de Dios. El Señor sabe cómo
tratar con el ofensor pues dice en su palabra,
“Mía es la venganza y la retribución”.
(Deuteronomio 32:35)
ORACIÓN PARA PERDONAR AL OFENSOR
Señor Jesús, gracias por preocuparte por cuánto han herido mi corazón. Tú conoces el
dolor que he sentido por causa de (mencione cada una de las ofensas). En este momento
yo dejo todo ese dolor en tus manos. Gracias, Señor, por haber muerto en la cruz por mí y
por darme tu perdón. Como un acto de mi voluntad, decido perdonar a (nombre). En este
momento, lo suelto del “gancho” emocional y lo coloco en tus manos. Rechazo cualquier
idea de venganza. Confío que en tu tiempo y en tus caminos tú tratarás con esta persona
según tu parecer. Y Señor, gracias por darme de tu poder para perdonar para que pueda
así ser libre.
Oro en tu precioso nombre. Amén”.
F. ¿Cómo puede seguir teniendo un espíritu perdonador?
En las Olimpiadas, un boxeador no puede entrar al cuadrilátero y hacer un knockout (“fuera de
combate”) con el primer golpe. La mayoría de las veces le llevará muchos asaltos e intercambio de
golpes antes de que pueda haber un ganador. Por lo general, el perdón no es un acontecimiento de
una sola vez.29 Quizá debamos pasar por muchas circunstancias en las que tengamos que perdonar.
Esa es tan sólo una parte del proceso del perdón. Pero si aprendemos a confrontar nuestro dolor y
encarar nuestras heridas, valdrá la pena recibir uno que otro moretón emocional, que es muy probable
que recibamos. Si de continuo desechamos cada pensamiento recurrente acerca de una ofensa, esos
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“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 30
manera. . . Habremos ganado la batalla. Jesús enfatiza la naturaleza de “una y otra vez” cuando de
perdón se trata, al decir:
Y si siete veces al día pecare [tu hermano] contra ti, y siete veces
al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale”.
(Lucas 17:4)
CÓMO PERDONAR. . . OTRA VEZ
No permita que los pensamientos vuelvan una y otra vez a su mente. Deténgalos en cuanto se
generen. Con todo valor dígase a sí mismo: “Me rehúso a guardar un registro de esto. . . me niego a
llevar una lista de ello”.
“[El amor] no guarda rencor”. (1 Corintios 13:5)
Resístase a caer en la tentación de volver a hablar del asunto. Después de que haya habido una
confrontación sincera con el ofensor, de que se hayan tratado ambos lados de la situación, o que la
otra persona se niegue a hablar del problema, deje que el Espíritu Santo sea quien haga su obra de
convicción. Eclesiastés 3:7 dice: “[Hay] tiempo de callar, y tiempo de hablar”. Ore con este pasaje.
“Pon guarda a mi boca, oh Jehová; guarda la puerta de mis labios”. (Salmos 141:3)
Repita las Escrituras en su mente. Permita que la perspectiva de Dios cambie la suya. Permita que el
corazón de Dios cubra el suyo. En el tiempo de la prueba repita una y otra vez: “El amor cubre este
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amor el cual cubre todo lo malo”.
“El odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las faltas”. (Proverbios 10:12)
Entregue la situación al Señor. Jesús entiende bien cuánto lo han lastimado. Cuando a él lo
persiguieron sabía que el Padre celestial iba a juzgar con justicia. . . a su manera y a su tiempo. Y
usted puede estar seguro de lo mismo. La prueba por la que esté pasando puede hacer que usted
se amargue o que sea mejor. Dígale al Señor: “Entrego mi corazón en tus manos. . . confío a ti mi
vida. Sé que tú juzgarás esta situación con justicia”. Del Señor Jesús se dijo lo siguiente. . .
“Quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino
encomendaba la causa al que juzga justamente”. (1 Pedro 2:23)
Interceda a favor de su ofensor. Dios no nos dio la oración como una opción; es una orden. Cuando
le han hecho daño, ore: “Señor, dame la visión para ver a esta persona a través de tus ojos. . . Que
pueda entenderla como tú lo haces. . .”
“Así que, lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros; antes os
instruiré en el camino bueno y recto”. (1 Samuel 12:23)
Dé más de lo que pueda recibir. Ore para que Dios le ayude a entender el pasado del ofensor y cómo
su dolor interior contribuyó a que él le hiciera la herida que ahora usted está sintiendo. Enfóquese
más en cómo puede suplir algunas de sus necesidades internas, pues es más bienaventurado dar
que recibir.
“En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las
palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir”. (Hechos 20:35)
©1991–2009 HOPE FOR THE HEART
“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 31
Otorgue la gracia, la misericordia y el perdón de Dios. El perdón es una expresión directa de la gracia
y de la misericordia de Dios. Gracia es obtener lo que no merecemos (el perdón) y la misericordia
es no recibir lo que sí merecemos (el castigo). Haga esta oración: “Señor, que mi vida sea una
expresión de tu gracia y una extensión de tu misericordia”.
“El Señor es muy misericordioso y compasivo”. (Santiago 5:11)
G. ¿Qué puede proteger su corazón de la amargura?
Jesús dijo, “Amad a vuestros enemigos.” ¡Eso es imposible! ¡No es realista! ¡No puedo! La gente no
puede amar a sus enemigos. . . al menos eso es lo que presuponen. Pero aun así, la palabra griega
agape!
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otra persona”.30 El “mayor bien” para quienes están totalmente equivocados es que sus corazones se
vuelvan completamente justos. ¿Cuál es el catalizador para que ese cambio se pueda dar? Jesús provee
la respuesta. . .
“Amad a vuestros enemigos. . . y orad por los que os ultrajan y os persiguen”.
(Mateo 5:44)
Si usted está pensando que en realidad no son sus enemigos, entienda que si siente resentimiento,
amargura u odio hacia alguien, esa persona es enemigo de su espíritu. Puesto que el Señor Jesucristo
nos ha mandado que oremos por nuestro enemigo, los creyentes deben obedecer esa orden y no pensar
que es opcional. Y además, el hecho de orar por nuestros enemigos protege nuestro corazón de la
amargura, deberíamos desear obedecer este mandato de corazón y de hecho. Una forma de hacerlo
es orar pidiendo que “el fruto del Espíritu” sea sobre el ofensor. Y ya que tiene la disposición de
“bendecir” a sus enemigos, la Biblia dice que usted también heredará una bendición.
“No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario,
bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición”.
(1 Pedro 3:9)
CÓMO ORAR POR LOS QUE NOS LASTIMAN
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”.
(Gálatas 5:22–23)
$ “Señor, te pido que (el nombre) sea lleno del fruto de amor y pueda entender completamente cómo
es tu amor incondicional para que él pueda amar a los demás.
$ “Señor, te pido que (el nombre) sea lleno del fruto del gozo; que pueda experimentar tu gozo
permanente y así irradie gozo hacia los demás.
$ “Señor, te pido que (el nombre) sea lleno del fruto de la paz, tu paz interna, y que también pueda
proyectar esa paz que sobrepasa todo entendimiento hacia los demás.
$ “Señor, te pido que (el nombre) sea lleno del fruto de la paciencia por haber experimentado tu
paciencia, y que al mismo tiempo tenga esa misma paciencia extraordinaria con su prójimo.
$ “Señor, te pido que (el nombre) sea lleno del fruto de la benignidad al conocer tu benignidad, para
que exprese esa benignidad inmerecida a los que lo rodean.
©1991–2009 HOPE FOR THE HEART
“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 32
$ “Señor, te pido que (el nombre) sea lleno del fruto de la bondad porque ha conocido la genuina
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bondad moral de Jesús ante los demás.
$ “Señor, te pido que (el nombre) sea lleno del fruto de la fe por reconocer tu extraordinaria y que anhele ser a ti, a tu palabra y a su prójimo.
$ “Señor, te pido que (el nombre) sea lleno del fruto de mansedumbre por haber experimentado su
mansedumbre y que pueda ser manso con los demás.
$ “Señor, te pido que (el nombre) sea lleno del fruto de la templanza, el dominio propio de Cristo,
para que pueda depender de ese control para romper su esclavitud y ser un ejemplo para los demás.
Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén”.
“Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura,
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de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía”.
(Santiago 3:17)
PREGUNTA: *
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RESPUESTA: Aunque usted no pueda confrontar a su ofensor personalmente, puede confrontarlo de
manera indirecta diciéndole lo que quiera o necesite decirle como si él estuviera enfrente de usted.
Considere hacer la “técnica de la silla”. Imagine que su ofensor está sentado en una silla frente a
usted. Dígale las cosas que le diría si estuviera ahí en persona al lado opuesto de una mesa. Exprese
sus sentimientos acerca de lo que le hizo y de las consecuencias dolorosas de lo que pasó en su vida.
Luego perdone a esa persona y explíquele que lo ha quitado de su gancho emocional y que lo ha
colocado en el de Dios.
$
Escríbale una carta a su ofensor y describa todos los recuerdos dolorosos que tiene. Luego léala
delante de su tumba o en cualquier otro lugar donde pueda hablar abiertamente a esa persona
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Dios.
$
Haga una lista de todos los recuerdos tanto positivos como negativos. Cuando haya terminado
su lista, regrese al principio y escriba la palabra “pasado” al lado de cada uno. Reconozca y
acepte el hecho de que el pasado quedó en el pasado. Deje en las manos de Dios todo su dolor
así como a la persona que se lo provocó.
$
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impedir que la amargura lo tenga preso en su corazón y su mente. La Biblia dice que:
“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de
amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”. (Hebreos 12:15)
©1991–2009 HOPE FOR THE HEART
“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 33
H. ¿Cómo se pueden superar las etapas de la culpa?31
Alexander Pope dio al mundo esta declaración memorable: “Errar es humano, perdonar es divino”. Sin
embargo, vivimos en un mundo donde errar es humano. . . y como dijimos arriba, ¡culpar a los demás
es más humano!
EL JUEGO DE CULPAR A LOS DEMÁS
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alguien más. Sus ofensores querrán culparlo a usted por la culpa de usted y también para aliviar su
propia culpa. Aun si ellos están equivocados en un 98 por ciento, al acusarlo a usted por el 2 por ciento
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ellos no sienten el peso total (convicción) por su pecado.
Sus ofensores pueden equilibrar la balanza con la culpa de usted, pero no pueden vaciar su culpa. Y
cada vez que comienzan a sentirse culpables de cualquier cosa mala que hayan hecho, lo culparán
a usted por lo que usted ha hecho. Por tanto, siguen esclavizados tratando de mantener la pesa
balanceada. Sin embargo, entienda que aunque usted no es el culpable mayor, todavía es responsable
delante de Dios de su porcentaje de error, ¡aun tratándose de un 2 por ciento!
“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a
nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros”.
(1 Juan 1:8)
COMO TERMINAR CON EL JUEGO DE CULPAR A LOS DEMÁS
Sin importar cuánto mal haya hecho una persona, usted sigue siendo responsable de pedir perdón por
sus propios errores. Jesús dijo: “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu
hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu
hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”. (Mateo 5:23–24).
Cuando pide perdón en humildad por sus pecados, se quita la culpa de encima y se termina el juego de
culpar a los demás.
Cuando su culpabilidad se retira de la balanza, el peso de la culpabilidad de su ofensor cae por su
¡propio peso! Es por eso que cuando una persona le dice a otra “¿Me perdonas?” la otra persona
responde casi de inmediato, “Sí, pero ¿me perdonas a mí también?”
Cuando usted tiene un espíritu humilde, el Espíritu de Dios puede usar su corazón para convencer el
corazón del ofensor.
La verdadera libertad se puede encontrar solamente cuando mantenemos la balanza de la culpabilidad
vacía, pidiendo perdón a todos los que hemos lastimado y perdonando a quienes nos hayan hecho algo
malo.
“Y por esto procuro tener siempre una conciencia
sin ofensa ante Dios y ante los hombres”.
(Hechos 24:16)
©1991–2009 HOPE FOR THE HEART
“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 34
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Las terribles experiencias de la Segunda Guerra Mundial quedaron muy atrás para Corrie, pero
la feroz batalla entre el perdón y la falta de él seguía librándose en su interior. ¿Cómo podía ella
encontrar la fuerza para estrechar la mano de alguien que para ella representaba el régimen malévolo
que destruyó a las dos personas que más amaba en el mundo? ¿Cómo podría ella perdonar a ese
hombre? Para su desilusión, se dio cuenta de que ¡ella no podía!
Su mano estaba lista para estrechar la mía. Y yo, que había predicado tantas veces que debemos
perdonar, tenía mi mano al lado de mi cuerpo.
Había muchos pensamientos de ira y venganza en mí, pero los reconocí como pecado. Jesucristo
murió por ese hombre, ¿debía yo pedir algo más? Señor Jesús, oré en ese momento, perdóname y
ayúdame a perdonarlo también.
Traté de sonreír. Luché para poder levantar mi mano. No podía. No sentía nada, ni siquiera la más
mínima chispa de calor o misericordia. Así que nuevamente elevé una oración. Jesús, no puedo
perdonarlo. Dame de tu perdón.
Al tomar su mano, sucedió lo más increíble. Desde mi hombro, a través de mi brazo y hasta mi
mano, sentí como si una corriente eléctrica pasara de mí hacia él, y de mi corazón brotó un amor
por ese extraño, que me estremeció.
Así que en ese momento descubrí que el mundo no depende de nuestro perdón o de nuestra bondad,
sino de la de él. Cuando él nos dice que amemos a nuestros enemigos, junto con el mandato nos da
el amor para darlo.32
Jesús nunca nos diría “amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os persiguen”-}
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darnos el poder para hacerlo. Corrie ten Boom experimentó ese amor hasta que murió en el año 1983.
Quizá no hay mejores palabras para describir el corazón de perdón de Corrie y de su vida de amor que
las siguientes: “Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de
pecados” (Hechos 13:38).
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Traducción: Elizabeth Cantú de Márquez
Puebla, México
©1991–2009 HOPE FOR THE HEART
“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 35
NOTAS
1. For this and all sections on the Corrie ten Boom story, see Corrie ten Boom, John L. Sherrill, and Elizabeth Sherrill, The Hiding
Place (Washington Depot, CT: Chosen, 1971); Corrie ten Boom and Jamie Buckingham, Tramp for the Lord (Fort Washington, PA:
Christian Literature Crusade, 1974); Corrie ten Boom, I’m Still Learning to Forgive (Wheaton, IL: Good News Publishers, 1972),
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3. Robert Jeffress, When Forgiveness Doesn’t Make Sense (Colorado Springs, CO: WaterBrook, 2000), 47–49.
4. W. E. Vine, Vine’s Complete Expository Dictionary of Biblical Words, electronic ed., , s.v. “Forgive, Forgave, Forgiveness”
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5. Vine, Vine’s Complete Expository Dictionary, s.v. “Confess, Confession”.
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7. Vine, Vine’s Complete Expository Dictionary, s.v. “Forgive, Forgave, Forgiveness”.
8. For this section see John Nieder and Thomas M. Thompson, Forgive & Love Again: Healing Wounded Relationships (Eugene, OR:
Harvest House, 1991), 173–85; Jeffress, When Forgiveness Doesn’t Make Sense, 107–23.
9. Vine, Vine’s Complete Expository Dictionary, s.v. “Forgive, Forgave, Forgiveness”.
10. Vine, Vine’s Complete Expository Dictionary, s.v. “Grace”.
11. Robert Jeffress, Choose Your Attitudes, Change Your Life (Wheaton, IL: Victor, 1992), 102–7; see also Chuck Swindoll, “I Am
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12. Jeffress, Choose Your Attitudes, Change Your Life, 102.
13. Nieder and Thompson, Forgive & Love Again, 30.
14. Ten Boom and Buckingham, Tramp for the Lord, 54.
15. Nieder and Thompson, Forgive & Love Again, 47–51.
†‚Lewis B. Smedes, Forgive and Forget: Healing the Hurts We Don’t Deserve (San Francisco, CA: Harper & Row, 1984), 138–41.
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18. J. C. Grider, “Forgiveness,” in Evangelical Dictionary of Theology, ed. Walter A. Elwell, 2nd ed., Baker Reference Library (Grand
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19. On the three God-given inner needs, see Lawrence J. Crabb, Jr., Understanding People: Deep Longings for Relationship, Ministry
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Rapha, 1990), 27–30.
20. Ten Boom and Buckingham, Tramp for the Lord, 181.
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22. David Augsburger, The Freedom of Forgiveness, rev. and exp. ed. (Chicago: Moody, 1988), 18.
23. See Augsburger, The Freedom of Forgiveness, 47–50.
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25. Smedes, Forgive and Forget, 23.
€‚Alexander Pope, Essay on Criticism, part 2, line 325.
27. 6‘*££§§¨§‚
28. For the following section see Smedes, Forgive and Forget, 31–37.
29. Augsburger, The Freedom of Forgiveness, 42; Smedes, Forgive and Forget, 111–13.
30. Vine, Vine’s Complete Expository Dictionary, s.v. “Love”.
31. For this section see Bill Gothard, Basic Seminar Textbook: Research in Principles of Life (Oak Brook, IL: Institute in Basic Life
Principles, 1981), 74. Used by permission.
32. Ten Boom, Sherrill, and Sherrill, The Hiding Place, 238.
©1991–2009 HOPE FOR THE HEART
“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 36
BIBLIOGRAFÍA
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Crabb, Lawrence J., Jr. Understanding People: Deep Longings for Relationship. Ministry Resources Library. Grand Rapids: Zondervan,
1987.
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Stoop, David A. Real Solutions for Forgiving the Unforgivable. Real Solutions Series. Ann Arbor, MI: Vine, 2001.
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Ten Boom, Corrie, John L. Sherrill, and Elizabeth Sherrill. The Hiding Place. Washington Depot, CT: Chosen, 1971.
©1991–2009 HOPE FOR THE HEART
“El perdón”, Forgiveness 2007.7.17/19 (NFORG)—pág 37
“Porque yo sé los pensamientos que tengo
acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos
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que esperáis”.
Jeremias 29:11
“El corazón del hombre piensa
su camino; mas Jehová
endereza sus pasos”.
Proverbios 16:9
“Antes que te formase en el vientre te conocí,
y antes que nacieses ”.
Jeremías 1:5
“Hay camino que al hombre le
parece derecho
es camino de muerte”.
Proverbios 14:12
“No fue encubierto de ti mi cuerpo,
bien que en oculto fui formado, y entretejido
en lo mas profundo de la tierra.
Mi embrión vieron tus ojos y en tu libro
estaban escritas todas aquellas cosas
que fueron luego formadas sin faltar
una de ellas”.
Salmo 139:15-16
“Lámpara es a mis pies tu palabra
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que guardare tus justos juicios”.
Salmo 119:105-106
“Porque tu formaste mis entrañas;
tu me hiciste en el vientre de mi madre”.
Salmos 139:13
“Si confesamos
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y justo para perdonar nuestros pecados
y limpiados de toda maldad”.
1 Juan 1:9
“Libra a los que son llevados a la muerte;
salva a los que estan en peligro de muerte”.
Proverbios 24:11
“Cercano está Jehová a los
quebrantados de corazón; y
salva a los contritos de espíritu”.
Salmo 34:18
¿Existe alguna relación entre mi perdón a
los que me han ofendido a mí y a los
que amo, y el perdón que Dios hace
de mis pecados?
“PERDON”
¿Si perdono a otros, existe alguna garantía
de que yo seré perdonado también?
“PERDON”
¿Espera Dios que yo haga algo más que sólo
perdonar a mis enemigos y a los
que me persiguen?
“PERDON”
¿No exige la justicia que yo cobre la venganza
y pague mal por mal?
“PERDON”
¿Espera Dios que yo lleve las consecuencias
de los que me ofenden y que perdone
cualquier queja que tenga contra ellos?
“PERDON”
¿En verdad Dios espera que siga perdonando
a los que me ofenden repetidamente?
“PERDON”
¿Hasta qué grado o forma
!?
“PERDON”
¿Espera Dios que yo haga algo más que sólo
perdonar a mis enemigos y a los
que me persiguen?
“PERDON”
¿Tiene algún efecto sobre mis ofrendas que
entrego a Dios que yo me reconcilie con
alguien que tiene algo contra mí?
“PERDON”
Si me rehúso a perdonar una ofensa, ¿ocasionará
eso que deje de alcanzar la gracia de Dios de
alguna forma, o hará que me cause
problemas a mí y a las personas que amo?
“PERDON”
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